Diapositivas Cargar Dinamica de La Prueba
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DE LA PRUEBA
PIERO DI GENNARO
PRUEBA DOCUMENTAL
PRUEBA DOCUMENTAL
La doctrina la cataloga como una prueba real (por oposición a las pruebas personales,
es decir, aquellas en las que el instrumento probatorio se encuentra en las personas).
Art. 243: “Son documentos los escritos, impresos, planos, dibujos, cuadros, mensajes de
datos, fotografías, cintas cinematográficas, discos, grabaciones magnetofónicas,
videograbaciones, radiografías, talones, contraseñas, cupones, etiquetas, sellos y, en general,
todo objeto mueble que tenga carácter representativo o declarativo, y las inscripciones en
lápidas, monumentos, edificios o similares”.
PRUEBA DOCUMENTAL
Ha dicho la Corte:
“La circunstancia de que esas declaraciones se consignen en un escrito, ello es importante, no
transforma el testimonio en prueba documental (...). Al fin y al cabo, no puede confundirse el
documento como continente, que es una cosa, con las manifestaciones vertidas en él, más
precisamente, con el acto documentado, en este caso el testimonio. Esa transmutación –es
cierto– no puede ocurrir, porque las disposiciones probatorias, ab antique, han diferenciado
esencial y diáfanamente los dos medios de prueba en comento –testimonio y documento–, de
suyo, dueños de fisonomía propia y, por contera, de autogobierno y sustantividad, fijándole a cada
uno la forma precisa para ser incorporados al plenario” (CSJ SC, 19 nov. 2001, rad. 6406).
AUTENTICIDAD DEL DOCUMENTO
Art. 224: “Es auténtico un documento cuando existe certeza sobre la persona que lo ha
elaborado, manuscrito, firmado, o cuando exista certeza respecto de la persona a quien se
atribuya el documento”.
En vigencia del Código de Procedimiento Civil, se presumían auténticos los
documentos públicos, y los privados (originales, copias compulsadas o “autenticadas”)
siempre que:
Se reconocieran ante juez o notario (“presentación personal)
Estuvieran inscritos en un registro público
Por reconocimiento tácito (no repudio) o implícito (aportación)
AUTENTICIDAD DEL DOCUMENTO
Las reglas clásicas sobre valor probatorio de las copias carecen de sentido en el
contexto actual, en el que existen múltiples herramientas que garantizan la
reproducción fidedigna de documentos.
Por ello, las copias tienen actualmente el mismo valor que los originales.
Sin embargo, las partes deben aportar esos originales siempre que estén en su poder
(carga procesal).
En cualquier caso, la contraparte puede pedir el cotejo entre la copia y su original.
DOCUMENTOS EN IDIOMAS EXTRANJEROS
Art. 253: “La fecha cierta del documento público es la que aparece en su texto. La del
documento privado se cuenta respecto de terceros desde que haya ocurrido un hecho
que le permita al juez tener certeza de su existencia, como su inscripción en un
registro público, su aportación a un proceso o el fallecimiento de alguno de los que lo han
firmado”.
Ojo, la lista es meramente enunciativa.
CLASES DE DOCUMENTOS
Representativos
Declarativos
Constitutivos
Sentencia CSJ SC11822-2015
EXHIBICIÓN
Art. 64, Código de Comercio: “Los tribunales o jueces civiles podrán ordenar, de oficio o a
instancia de parte, la exhibición y examen general de los libros y papeles de un comerciante
en los casos de quiebra y de liquidación de sucesiones, comunidades y sociedades”.
Por ello, los arts. 65 Código de Comercio y 268 del Código General del Proceso
limita la exhibición a “los asientos y papeles que tengan relación necesaria con el
objeto del proceso y la comprobación de que aquellos cumplen con las prescripciones
legales”.
CONTRADICCIÓN DEL DOCUMENTO
Tacha.
Desconocimiento del documento (documentos no manuscritos ni
firmados).
Cotejo de firmas .
CARGA DE LA PRUEBA (Y SU
“DINAMIZACIÓN”)
EL ART. 167 DEL CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
Art. 167: “Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas
que consagran el efecto jurídico que ellas persiguen”.
EL ART. 167 DEL CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
“No obstante, según las particularidades del caso, el juez podrá, de oficio o a petición de
parte, distribuir, la carga al decretar las pruebas, durante su práctica o en cualquier
momento del proceso antes de fallar, exigiendo probar determinado hecho a la parte que se
encuentre en una situación más favorable para aportar las evidencias o esclarecer los
hechos controvertidos. La parte se considerará en mejor posición para probar en virtud de
su cercanía con el material probatorio, por tener en su poder el objeto de prueba, por
circunstancias técnicas especiales, por haber intervenido directamente en los hechos que
dieron lugar al litigio, o por estado de indefensión o de incapacidad en la cual se encuentre
la contraparte, entre otras circunstancias similares”.
EL ART. 167 DEL CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
“Cuando el juez adopte esta decisión, que será susceptible de recurso, otorgará
a la parte correspondiente el término necesario para aportar o solicitar la
respectiva prueba, la cual se someterá a las reglas de contradicción previstas
en este código”.
“Los hechos notorios y las afirmaciones o negaciones indefinidas no requieren
prueba”.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El proceso romano, bajo la Legis Actiones y la Lex Aebutia, estaba constituido por dos
fases:
In iure (ante el pretor): Similar a una fase preparatoria, en la que se escuchaban alegatos y
presentaban pruebas
Apud iudicem (ante jueces legos): Juicio público en el que se dictaba sentencia con base en
las pruebas aportadas en la primera etapa
En estos procesos, cada cual debía probar lo que decía, aunque ello no constituía
propiamente una regla de carga probatoria.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Ahora, en la fase in iure era posible practicar el juramento (de manera voluntaria o
por orden del pretor), esto es, que las partes juraran sobre la veracidad de sus
pretensiones.
Esta experiencia fue recogida por el proceso de cognición clásico (juez único), y el
juez, mediante la interlocutio, definía cuáles pruebas debían ser aportadas por cada
parte (reparto subjetivo de la prueba).
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Con la aparición del sistema de libre apreciación, decaería toda utilidad de la carga de
la prueba, pues no era importante saber a quién le correspondía probar un hecho
(carga de la prueba subjetiva).
Finalmente, lo importante era determinar qué estaba probado, sin importar quién había
traído la prueba al proceso (esto tiene también relación con el principio de incorporación,
que actualmente campea en materia probatoria).
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La regla onus probandi se traduce en que quien alega un hecho, debe probarlo.
Sin embargo, el que alega un hecho puede relevarse de esa “carga” si:
El hecho consiste en una presunción legal o de derecho.
El hecho es notorio
El hecho es una afirmación o negación indefinida.
LA INVERSIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA