El Suelo
El Suelo
El Suelo
¿Qué es suelo?
El suelo es la capa que cubre la superficie terrestre y que sostiene la vida vegetal y animal. Es el
gran motor energético de la naturaleza, ya que en su interior alberga nutrientes y agua de la que se
alimentan las plantas y otros organismos. También es un soporte físico para el establecimiento de
comunidades humanas y una fuente de recursos naturales que suministra materias primas a
muchas actividades económicas fundamentales.
Se forma debido a la desintegración de las rocas, en un proceso lento que dura 100 años y se divide
en tres etapas: meteorización, corrosión e incorporación de sustancias orgánicas.
Corrosión: es la alteración de la composición de las rocas por efecto del agua o de las
plantas. El agua que circula entre las rocas disuelve algunos minerales, con lo que aparecen
poros y cavidades que debilitan la roca. Asimismo, las raíces de las plantas producen ácidos
corrosivos que carcomen poco a poco la roca.
Las rocas son materiales sólidos compuestos principalmente por minerales. La mayor parte de
la corteza de la Tierra está compuesta por ellas, por esta razón se considera que las rocas
tienen un papel importante en el equilibrio de la naturaleza.
El suelo
El desarrollo del ciclo de las rocas inicia cuando los volcanes expulsan al exterior de la Tierra el
magma. Este contiene una serie de minerales derretidos que, al enfriarse, generan estructuras
cristalinas y en conjunto forman las rocas ígneas.
Por otro lado, las rocas ígneas también se pueden forman debajo de la superficie del suelo en
los casos que el magma no logra salir. En este caso, el magma se enfría lentamente, se forma la
roca y junto con los movimientos de las capas terrestres va subiendo hasta llegas a la
superficie.
Por tanto, las rocas ígneas se pueden formar de dos maneras, tanto en la superficie como en
las capas internas del suelo.
Luego, dependiendo del lugar donde se ubiquen las rocas ígneas y tras los efectos de la
erosión, del agua y del viento, estas rocas se van desgastando y fragmentando hasta formar
finos sedimentos rocosos. Entre estas rocas están las rocas volcánicas y las rocas plutónicas.
Rocas sedimentarias
Las rocas sedimentarias se forman por la aglomeración de sedimentos rocosos. Estos quedan
en la superficie del suelo de las rocas ígneas, a causa de la erosión y otros efectos de la
naturaleza, más de los restos de seres vivos acumulados en las capas de la Tierra a través del
tiempo.
El suelo
Estas rocas pueden estar compuestas por restos fósiles, que aportan información importante
acerca de la vida en la Tierra y su composición.
Entre las rocas sedimentarias están las rocas dendríticas, las rocas químicas y las rocas
orgánicas.
Rocas dendríticas
El suelo
Rocas orgánicas
Rocas metamórficas
Las rocas metamórficas derivan de la transformación de otras rocas. Cuando estas rocas
quedan entre las diversas capas de tierra ocurre un cambio en sus estructuras, debido a la alta
presión y las elevadas temperaturas.
Se forman cuando las rocas sedimentarias quedan depositadas en las capas de la corteza
terrestre, junto con el resto de otras rocas, bien sea por la acción del agua, si se encuentran en
ríos o mares, por los movimientos de las placas tectónicas, entre otros. Estas rocas se pueden
encontrar tras grandes erosiones del suelo.
De lo contrario, al estar debajo de varias capas de tierra, a altas temperaturas y presión, estas
se deshacen para luego ser expulsadas, nuevamente, tras la erupción de un volcán como rocas
ígneas, repitiendo el ciclo.
El suelo
Aunque todos los suelos contienen fragmentos de rocas, eso no basta para que sean aptos para a
agricultura.
Para ser considerado como tal un suelo fértil debe tener los siguientes componentes:
Agua. Es el componente básico del suelo que permite albergar la vida vegetal. Mientras
más húmedos son los suelos, mayores especies vegetales podrán desarrollarse en ellos. El
agua que lleva en disolución sales minerales y coloides de arcillas y humus. El agua se
encuentra en los poros del suelo de tamaño pequeño o mediano (agua absorbible), si los
poros son muy pequeños, no pueden ser absorbidas por las raíces (agua retenida), si los
poros son muy grandes tampoco son absorbidas (agua de gravitación) y forma las aguas
subterráneas
Aire. Es el componente que permite que las raíces de las plantas y los organismos que
habitan en el suelo puedan respirar. es el aire que ocupan los poros, su composición es
parecida al aire atmosférico, pero con menor cantidad de oxígeno O2 y mayor cantidad de
CO2, debido a la gran actividad biológica que se desarrolla en el suelo (respiración).
Suelos Arcillosos: coloquialmente son denominados como fuertes, pesados. Esto es así,
por su gran capacidad para retener el agua. Podríamos considerar esta capacidad como
una ventaja cuando los años son de lluvia media o alta. Sin embargo, en años secos esto se
vuelve en contra, ya que retienen el agua con fuerza y no permiten que las plantas la
utilicen.
Suelen ser suelos fértiles donde la capacidad de retención de nutrientes es alta, por lo que
responden bien a la nutrición externa y evitan que se laven fácilmente los nutrientes
aportados.
Suelos rocosos: El origen de este tipo de suelos es la meteorización de la roca caliza que
genera alta presencia de esta y que le otorga el color blanquecino a la tierra.
Sus características son prácticamente las mismas que en los suelos arcillosos. Sin embargo,
presentan un pH bastante elevado, lo que supone un problema al bloquear en el suelo
algunos macronutrientes y micronutrientes esenciales para la nutrición de las plantas.
Suelos Arenosos: cuando tienen una cierta humedad se labran con facilidad y tienen una
alta capacidad de drenaje, lo que hace que el suelo se seque muy rápido.
El suelo
Al tener esa alta capacidad de infiltración son suelos porosos con buena aireación, lo que
permite una rápida mineralización de la materia orgánica. A diferencia de otros suelos
como
los arcillosos, estos sufren menor erosión, principalmente porque el agua entra con mayor
facilidad en el suelo.
No obstante, tienen una menor fertilidad si son comparados con los suelos arcillosos, ya
que contienen menor número de partículas que son químicamente activas.
Orgánicos: también conocidos como humíferos por que contienen bastante humus. Son
oscuros, esponjosos y semipermeables. Por su capacidad de retener agua y por la
abundancia de sus nutrientes, resultan ser fértiles.
Un perfil muestra los materiales que forman el suelo y su evolución en el tiempo. El grosor de cada
horizonte varia de un suelo a otro, evidenciando su calidad.
Horizonte C. está constituido por la parte más alta de del material rocoso y en el
predominan los fragmentos de rocas. Allí pueden reconocerse aun las características
originales del suelo.
Horizonte D. es la parte más profunda y está formada por la roca madre sin alterar. Se
llama también sustrato rocoso.
Tipos de suelo
Una alta proporción de suelos son superficiales, es decir, con menos de 60 centímetros de
profundidad de los perfiles o con rocas, debido a las extremas pendientes, especialmente en las
vertientes occidentales y orientales andinas, y en las laderas de los valles interandinos.
La erosionabilidad, o perdida de la capa fértil por acción del agua y el viento, llega en nuestro país a
niveles alarmantes. Esto constituye uno de los problemas más preocupantes, porque por lo general
es de origen humano por las malas prácticas agropecuarias y destrucción de cobertura vegetal. Este
problema es especialmente grave en las vertientes occidentales y orientales en la zona andina.
Otro problema es la salinización, propio de las zonas áridas, por el sobreriego y el mal drenaje de
los suelos.
Las personas usamos los suelos fértiles para obtener alimento, materias primas y para desarrollar
ganadería. En nuestro país, los suelos fértiles no son abundantes, por lo tanto, si no se usan de
manera adecuada, las consecuencias pueden ser graves
La fuerza del viento barre poco a poco la capa superficial del suelo, hasta dejar al
descubierto a las rocas.
Cuando llueve, el agua cae con fuerza y corre, arrastrando la tierra a su paso. En los
terrenos en pendiente, como laderas de los cerros, el efecto es mayor.
La erosión se produce en lugares donde es suelo to tiene una buena cubierta vegetal. Los árboles,
arbustos y hiervas reducen la fuerza del agua y del viento, y sus raíces forman una red que sujeta
las partículas de tierra, impidiendo que sean arrastradas.
La pérdida de la capa superficial es un problema muy grave, pues disminuye la productividad del
suelo, más aún si se tiene en cuenta que en muchos lugares esta capa es sumamente delgada.
El ser humano, al hacer un mal manejo del suelo, origina la pérdida de miles de hectáreas de suelo
fértil al año. Algunas acciones que conducen a ellos son:
La deforestación: Es causada por la tala de los bosques. Los bosques son talados de forma
indiscriminada para obtener madera o ampliar campos de cultivo, destruyendo las barreras
protectoras contra el viento y las lluvias
Los cultivos intensivos: Se llevan a cabo de dos maneras; sembrando en el mismo terreno
año tras año sin que el suelo descanse o cultivando plantas de un solo tipo(monocultivo).
En ambos casos el suelo se empobrece, por que pierde sus nutrientes. Para solucionar este
problema se usan los fertilizantes artificiales.
En nuestro país los suelos fértiles no son abundantes. Si no los usamos de manera adecuada, las
consecuencias podían ser muy graves. Por esta razón, para contribuir en el cuidado del suelo, se
puede seguir estas recomendaciones:
¿Qué acciones podemos plantear para proteger los suelos de la degradación en nuestra
comunidad?
¿Qué función cumplen las raíces de las plantas en relación a la erosión del suelo?
¿Qué tipo de relación tienen las raíces de las plantas, los hogos y bacterias?