2023-Arg Futura-Las - Juventudes - Argentinas - Hoy
2023-Arg Futura-Las - Juventudes - Argentinas - Hoy
2023-Arg Futura-Las - Juventudes - Argentinas - Hoy
Informe final
Argentina Futura-FLACSO Argentina
2023
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Las juventudes argentinas hoy:
representaciones, prácticas e implicancias políticas a 40 años del
retorno democrático
Introducción
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En primer lugar, la pandemia se ha vivenciado como una experiencia traumática. Esto
implica que se vivió un período de cambios intensos, en la mayoría de los casos de temor y
estrés social, que dejó consecuencias de mediana y tal vez larga duración en prácticas,
percepciones y relaciones sociales. La experiencia traumática es multicausal (pandemia, miedo
al contagio y la muerte, encierro, pérdida de trabajo, de ingresos, de vivienda, de seres queridos)
y su impacto es multidimensional. En segundo lugar, la “pandemia” se articuló con un malestar
vinculado a procesos sociales distintos pero confluyentes como la inflación, la pérdida de poder
adquisitivo, la falta de escucha por parte de la dirigencia política, la percepción de ineficacia del
Estado, entre otros relatos. En tercer lugar, el modo en que estas experiencias se han procesado
políticamente han dado lugar al crecimiento de propuestas políticas novedosas tanto por los
diagnósticos que habilitaron como por las propuestas que circulan en la agenda pública. La
articulación de estas transformaciones ha generado un impacto inmenso sobre la idea de
comunidad y de nación. Las narrativas decadentistas (la Argentina fracasó) adquieren mayor
viso de realidad que en otras épocas y abren la puerta de nuevos fenómenos políticos,
supuestamente impulsados y protagonizados por el segmento más joven de la población.
Para ello, hemos adoptado una concepción sobre la juventud a partir de la cual
buscamos distanciarnos de las miradas adultocéntricas -las concepciones que se hacen de la
juventud y lo juvenil desde el mundo adulto- que homogenizan la condición juvenil y la
identifican como una etapa transitoria determinada por la edad biológica, lo cual refuerza
naturalizaciones en términos de una etapa de aplazamiento o de moratoria vital (Margulis y
Urresti, 1998). Dicho distanciamiento posibilita repensar la juventud como experiencia vital y
concebirla como categoría relacional, socio histórica y cultural, sin que esto implique desconocer
su vinculación con las edades. De este modo, concebimos y definimos a la juventud, en primer
lugar, como experiencia y proceso situado y relacional; esto es, vinculado con y desde la
amplitud de los diversos agentes que constituyen su entorno y, en segundo lugar,
reconociendo la dimensión de la conflictividad social que las atraviesa, como también de la
construcción de sensibilidades y subjetividades. Estos elementos nos permiten reconocer y
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desnaturalizar la categoría de juventud comprendiéndola en sus dimensiones socio-históricas
–significados diversos de ser sujeto joven en determinadas épocas y formas sociales- y nos
invita a lo que, autores como Rodríguez ( 2016) y Vommaro (2014 y 2021) plantean en torno a
pluralizar la noción. En este sentido, en el informe que aquí presentamos, reconocemos el
carácter multidimensional, relacional, diverso y plural de las juventudes. De manera concreta y
siguiendo lo planteado por Vommaro (2014), el abordaje de las juventudes en este informe
concibe y busca dar cuenta de:
En función de esta mirada acerca de las juventudes, elaboramos los instrumentos con
el objetivo de recabar información que nos permitiera producir los datos cuantitativos y
cualitativos necesarios para el análisis en profundidad. Por un lado, realizamos sesenta y cinco
entrevistas en profundidad semiestructuradas a jóvenes de entre 16 y 29 años de edad
distribuidas en los principales centros urbanos del país (AMBA, Córdoba, Tucumán, Mendoza,
Rosario, La Plata, Comodoro Rivadavia, Bariloche y Mar del Plata) con una representación
similar entre varones y mujeres, buscando también variaciones en términos de clase,
autoidentificación política e inserción ocupacional. Por otro lado, elaboramos los instrumentos
para realizar dos relevamientos cuantitativos realizados a cargo de la consultora “Circuitos” con
encuestas telefónicas a jóvenes de todo el país (Primera y tercera sección electoral de la
Provincia de Buenos Aires y el Interior, contemplando los tres cordones de GBA, la CABA y el
interior del país). La primera encuesta fue realizada entre el 15 y el 18 de febrero de 2023 a 845
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jóvenes de entre 16 y 35 años y la segunda entre el 18 y el 21 de junio de 2023 a 980 jóvenes de
entre 16 y 24 años.
Esta estrategia metodológica mixta fue encarada en distintas etapas, de manera que
los resultados obtenidos con una técnica de recolección de datos cualitativa (las entrevistas en
profundidad) guiaron el diseño de los instrumentos cuantitativos orientando las etapas
subsiguientes. Por esta razón también se han tomado distintas decisiones metodológicas a lo
largo de la investigación.
La primera etapa del trabajo de campo, de carácter exploratorio, se desarrolló entre julio
y agosto de 2022. Realizamos quince entrevistas semiestructuradas en profundidad a jóvenes
de entre 18 y 29 años. A partir de un guía de pautas que elaboramos como una derivación de
nuestra primera investigación “Análisis de la situación social y cultural de la Argentina, con
especial énfasis en las consecuencias estructurales y subjetivas de las crisis económicas y de la
pandemia”, aplicamos un instrumento que se dividía en tres bloques: Sentimientos, Política y
Futuro. En esta etapa buscamos indagar acerca de las consecuencias de la pandemia, las
percepciones sobre la participación política y el rol del Estado, y las perspectivas a futuro.
Asimismo, nos propusimos abordar la investigación informados teóricamente por los debates
contemporáneos en torno de la cuestión de género y al avance de los feminismos en la
sociedad. En ese sentido, apuntamos a que nuestra mirada analítica esté atravesada
transversalmente por estos debates. Luego de la puesta en común de las entrevistas en las
reuniones de equipo, definimos la conveniencia de realizar un segundo recorte etario de cara a
la realización de nuevas entrevistas, pero a su vez de modificar nuestro instrumento. En
nuestro primer análisis llegamos a dos conclusiones parciales que nos llevaron a realizar estas
modificaciones.
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sucedía que su experiencia en relación a estos temas era distinta, ya que en su mayoría no
habían experimentado o no tenían recuerdos de alguna etapa de sus vidas que no estuviera
atravesada por la crisis económica y/o por la desilusión política. Si bien estas conclusiones
fueron parciales y producto de la etapa exploratoria, nos llevaron a hacer un recorte más
acotado de la edad: ¿Qué sentimientos experimentan las juventudes que vivieron su
adolescencia durante la pandemia?
La segunda conclusión a la que llegamos fue que había ciertos temas que preocupaban
a las juventudes, pero que no necesariamente habíamos definido como temas a abordar en las
entrevistas. A saber: i) la salud mental como problemática de época y específicamente de este
segmento jóven; ii) la educación y la formación profesional como pilares de la mirada a futuro
y de la planificación de la vida en función del trabajo; iii) El rol de las redes sociales y de los
modos en que los y las jóvenes se informan y su relación con las percepciones sobre la política
-y los políticos- así como del rol del Estado. Estos tres grandes ejes -salud mental, educación,
redes sociales- provinieron no de nuestros intereses iniciales sino de lo que nos informaba
nuestro trabajo de campo. Esta etapa también nos proporcionó información relevante acerca
de las categorías que las juventudes comparten para definir sus experiencias en relación a sus
vivencias. Más concretamente, comenzamos a diferenciar nuestras propias categorías
académicas de aquellas que utilizan las juventudes, aspirando a comprender los fenómenos que
más preocupan a este sector de la sociedad. Decidimos entonces “recoger el guante” de lo que
los y las jóvenes nos manifestaban como sus principales preocupaciones e incluirlo como temas
en las siguientes etapas de la investigación.
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La tercera y última etapa del trabajo de campo consistió en la confección del
instrumento y aplicación de la segunda encuesta a jóvenes realizada a 980. En este caso, fue
fundamental realizar nuevamente un recorte etario para indagar específicamente acerca de las
nociones de democracia, Estado, políticas públicas, participación y futuro del sector más joven
de la población que compone nuestro universo. Fue entonces que incorporamos preguntas
específicas acerca de la valoración de la democracia en la Argentina y sobre los políticos, pero
agregamos preguntas específicas sobre educación y trabajo; y principalmente sobre cómo las
juventudes perciben a estas cuestiones asociadas, complementarias entre sí o parte de una
misma concepción teniendo en cuenta las trayectorias vitales que aspiran construir. Además,
sumamos preguntas sobre el uso de redes sociales para informarse.
En los últimos años los estudios sobre juventudes han configurado un campo de
indagación que se consolida a finales de la segunda década del siglo XXI con la articulación de
redes de investigadores, especialistas en la temática, activistas, organismos destinados a
formular políticas públicas, entre otros ámbitos. Se puede rastrear el interés y la configuración
de estos espacios de experticia sobre las juventudes en la Argentina desde inicios de los años
ochenta a partir del proceso de transición democrática, entendida a su vez como un período de
revitalización de la movilización y participación política juvenil (Vázquez, Vommaro y Blanco,
2017), así como la formación de organismos estatales especializados en la cuestión juvenil y el
Año Internacional de la Juventud (AIJ) como un hito histórico que desde 1985 signa el interés
por la ampliación del campo de saberes sobre los y las jóvenes en la Argentina y América Latina
(Balardini, 1999 y 2004; Beretta et al., 2022).
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En el presente estado del arte nos centramos en dar cuenta de los principales avances
del conocimiento que ponen el foco en temáticas vinculadas con las juventudes y lo juvenil en
el país. De una parte, el recorte temporal más que exhaustivo se propone identificar los estudios
y enfoques más relevantes en las dos últimas décadas hasta la actualidad. De otra parte, el
recorte temático da cuenta de los principales clivajes del campo de estudios sobre las
juventudes, teniendo presente un recorte disciplinar delimitado en torno a la producción de
conocimiento –estudios, investigaciones, trabajos individuales y colectivos, informes de
situación- en el ámbito de las ciencias sociales. Cabe señalar que, más que un resumen
expositivo o de reseña de los estudios relevados, se trata de establecer un balance en
perspectiva crítica, que a modo de primer mapeo sirva de sistematización de lo avanzado en el
campo de nuestro interés.
Teniendo en cuenta que el propósito de este balance de la cuestión, tiene como principal
objetivo arrojar luces en torno al campo de saberes sobre juventudes y sus articulaciones con
la configuración de subjetividades sociales y políticas, a continuación, presentaremos por clivaje
temático los estudios relevados en función de los objetivos e intereses de la investigación en
curso. En esta línea, abordaremos los siguientes campos de saberes: 1) participación y
movilización juvenil; 2) Estado y políticas públicas; 3) educación; 4) empleo e inserción laboral y
5) avances en torno al período que abarca la pandemia y post pandemia.
Los procesos de subjetivación política juvenil han sido abordados desde distintos
enfoques entre los que predominan aquellos que buscan desligar a las/os jóvenes de premisas
e ideas que los vinculan con un mayor involucramiento en prácticas políticas o con mostrarse
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desafectados –desencantados- de la política (Chaves, 2009). Bajo esta perspectiva
encontramos un importante grupo de estudios sobre las relaciones entre las juventudes y la
política que buscan comprender estas vinculaciones de manera situada, es decir, de acuerdo
con los contextos que los atraviesan.
En esta línea, se encuentran los trabajos que estudian las relaciones entre las
juventudes y las prácticas de militancia político-partidaria (Grandinetti, 2015; Molinari, 2010;
Mutuverría y Galimberti, 2017; Pérez y Natalucci, 2012; Tomassini, 2013; Vázquez y Vommaro,
2012; Vázquez, 2015; Vázquez y Cozachcow, 2017), como también de las relaciones entre las
juventudes con la política electoral (Núñez y Cozachcow, 2017). Por otra parte, encontramos las
investigaciones que abordan las articulaciones entre las juventudes, la política, el trabajo y los
movimientos de desocupados (Vázquez, 2010; Vommaro, 2010) así como algunos que exploran
la participación de las/os jóvenes en espacios sindicales (Galimberti, 2016; Natalucci y
Galimberti, 2015).
También se destacan los trabajos que indagan diversos modos de participación política
juvenil por fuera de los espacios políticos tradicionales –partidos, sindicatos, entre otros-. En
este grupo de investigaciones señalamos aquellas que abordan la acción colectiva juvenil, su
participación en movimientos sociales y prácticas de participación en territorio (Natalucci, 2012;
Vázquez y Vommaro, 2008; Vázquez, 2010; Vommaro, 2010; Zibechi, 2003).
Vale mencionar en un apartado especial los estudios que en años recientes analizan las
relaciones entre las prácticas políticas, el género y las diversidades. Respecto de los avances en
torno a las luchas por el reconocimiento de las diversidades sexuales consideramos de gran
importancia los trabajos que abordan las luchas de las comunidades LGTBIQ+, colectivos
feministas y de disidencias por la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario (Ley 26.618 de
2010) y sus incidencias en la ampliación de derechos humanos, dinamización de la participación
política y ampliaciones de la democracia (Biglieri, 2012; Bimbi, 2010 y 2017; Pecheny y De La
Dehesa, 2010; Hiller, 2012 y 2013). En la misma línea, encontramos los debates y procesos de
participación de las personas jóvenes por las luchas en torno a la causa por la legalidad del
aborto –seguro y gratuito- como eje de los trabajos de Elizalde (2005, 2015, 2018 y 2021). De la
misma manera, los procesos vinculados con las diversidades sexuales, los afectos y nuevas
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sensibilidades son claves de análisis en los estudios de Blanco (2009, 2014 y 2021) y Blanco,
Flesler y Spataro (2019).
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exploración en torno a las reconfiguraciones de los diversos ámbitos de gestión estatal en el
campo de las juventudes tanto en el país como en perspectiva regional.
3. Educación
En concordancia con los balances sobre la cuestión realizados por Chaves (2009), en las
últimas décadas sobresalen los trabajos sobre las incidencias de los sistemas educativos de
nivel secundario y universitario. En esta línea, se observa una prolífica producción de trabajos
en torno a los entornos educativos de los niveles secundario y universitario a partir de las
configuraciones de sociabilidades y prácticas políticas (D’Aloisio, 2015; Larrondo, 2018; Núñez,
2008); en esta línea destacan los estudios en torno a la participación juvenil en espacios
educativos –centros de estudiantes, militancia universitaria, tomas de escuelas secundarias,
bachilleratos populares- (Elisalde, 2007; Núñez, 2015).
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(Larrondo y Mayer, 2018; Núñez, 2009 y 2012; Vommaro, Cozachcow y Núñez, 2022). De otro
lado, observamos una importante producción de investigaciones que tienen como temática
central la indagación en las trayectorias de inclusión y exclusión educativa (Mayer y Cerezo,
2018; Tenti, 2007; Tiramonti, 2004).
Los trabajos que abordan las relaciones entre la formación educativa y el mundo del
trabajo constituyen uno de los campos más importantes de investigación. Prevalecen algunos
trabajos que abordan la temática articulando programas de políticas públicas (Di Piero, 2021;
Kessler, 2003), así como las investigaciones que dan cuenta de diversos entrecruzamientos en
los recorridos y trayectorias de inserción laboral de las juventudes (Filmus, 2017; Tiramonti y
Montes, 2008).
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Como parte de los procesos de construcción de autonomía económica, integración social
y emancipación de los y las jóvenes en las últimas décadas observamos algunas tendencias en
cuanto a este campo de estudios. Coincidiendo con el balance mencionado antes de Chaves
(2009), los procesos de vinculación de las juventudes al mundo del trabajo continúan siendo
abordados dentro de las dinámicas de las desigualdades, la exclusión y los altos niveles de
precarización en tiempos de mayor flexibilidad e inestabilidad laboral. En esta línea,
encontramos los estudios que abordan dichos entrecruzamientos en los cuales hay que
subrayar las dificultades para desarticular las experiencias de inclusión en la empleabilidad
juvenil caracterizadas por dinámicas de precarización laboral (Beccaria, 2005; Jacinto, Bessega
y Longo, 2005; Pérez, 2007; Salvia y Vera, 2015).
Los estudios de Lépore y Schleser (2004 y 2005) y Pérez (2018) muestran también el
fenómeno de agudización del desempleo en las mujeres jóvenes y en las juventudes que tienen
a cargo a sus familias –jefes/as de hogar-, así como las mujeres jóvenes con bajos niveles
educativos (Scarano et al., 2019).
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Si bien los diversos efectos y consecuencias que trajo consigo la pandemia y el período
actual de post pandemia aún siguen siendo objeto de estudio, encontramos interesantes
esfuerzos, tanto en el ámbito académico como de organismos nacionales e internacionales, por
analizar y visibilizar sus impactos en las juventudes. En esta tesitura, encontramos trabajos que
abordan experiencias de las juventudes en el contexto escolar (Lago et al., 2021); estudios en
torno a las trayectorias laborales y la profundización de las condiciones de flexibilidad laboral
en las/os jóvenes con trabajos precarizados (Cruz Tolosa, 2020; Rauch, 2022; Vommaro, 2022);
estudios que centran el foco en los procesos de participación juvenil y acción colectiva en
Argentina y la región (Vázquez et al., 2021), como también los modos de representación de las
juventudes por parte de los medios de comunicación (Sidun y Rigo, 2021).
Por otra parte, hay que mencionar los informes realizados por diversas organizaciones
internacionales y/o de la sociedad civil en torno a los entrecruzamientos entre infancias,
juventudes, pandemia y salud mental en la Argentina. En este campo destacamos el “Estudio
sobre los efectos en la salud mental de niñas, niños y adolescentes por Covid-19” publicado en
2021 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) bajo la coordinación de la
investigadora Alejandra Barcala y, por último, el informe de la encuesta nacional “Juventud en
contexto de pandemia” publicado en 2022 por el Observatorio Humanitario de la Cruz Roja –
Argentina-.
En línea con las investigaciones que buscan indagar las relaciones entre las juventudes
y la política, hemos abordado específicamente esta temática en las entrevistas en profundidad.
Esto resulta de importancia puesto que según datos de Zuban Córdoba y Asoc. (2023),
sobre el padrón nacional, para las elecciones nacionales de 2023, el 18,1% del padrón está
integrado por jóvenes de entre 16 y 25 años, y el 20,3% adultas/os jóvenes de entre 26 y 35
años.
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Esto quiere decir que un 38,4% de los votantes de estas elecciones nacionales serán
jóvenes que nacieron del año 1988 en adelante, esto es, que no fueron testigos del
funcionamiento autónomo por fuera de coaliciones electorales y/o de gobierno de los dos
partidos tradicionales sobre los que se estructuró el sistema político argentino en la vuelta a la
democracia, no son “nativos partidarios”, tampoco son afectos a las vías de comunicación e
información tradicionales sobre las que se construyeron las teorías analíticas de la política
tradicional, y tampoco los contienen las instituciones que estudiamos desde la segunda guerra
mundial, y sobre las que sacamos nuestras conclusiones respecto de la realidad política nacional
y global. Este suceso muestra que existe una combinación de naturaleza y avance científico
tecnológico que presiona desde las bases y que pone a prueba nuestros marcos teóricos
(Goyburu 2019) .
Más aún, los más adultos dentro del primer grupo (16 a 25), que implican el 18,1% de
quienes están habilitados a votar en las elecciones nacionales de 2023, sólo tenían tres años
durante la crisis política y económica más importante de la democracia argentina, por lo que
nuestras referencias teóricas y analíticas no sólo les pueden resultar ajenas, sino que muchas
veces no terminan de capturar sus intereses.
En un reciente estudio que recoge las voces de líderes y lideresas sociales y políticos
que participan en organizaciones focalizadas en la agenda de las juventudes en Centroamérica
y México (Asuntos del Sur, 2003), en el que se exploran las percepciones sobre la democracia,
el poder, el espacio cívico, la participación, la crisis política y la necesidad de formación política,
se detectó que, si bien existe un amplio consenso de preferencia por la democracia, existe un
porcentaje significativo de indiferencia e incluso, preferencia a un régimen autoritario. En este
estudio, esta tendencia puede relacionarse con las principales preocupaciones manifestadas
por las juventudes, preocupaciones que se asemejan a las recolectadas en esta investigación:
la incertidumbre por el futuro, el desempleo y la falta de oportunidades. De forma similar, en
dicho estudio y al igual que lo recolectado por esta investigación sobre juventudes en la
Argentina, las preocupaciones manifestadas conviven con el interés por participar activamente
en su país, principalmente en organizaciones no gubernamentales, estudiantiles, vecinales o a
través de un partido político, aunque las y los jóvenes consultados dan cuenta de que los temas
vigentes en las organizaciones e instituciones que les representan no responden,
necesariamente, a sus necesidades, manifestando insatisfacción por comportamientos adulto-
centristas dentro de las organizaciones y falta de escucha.
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En esta investigación local, y en línea con lo que se evidencia en la región, en reiteradas
ocasiones las y los jóvenes manifiestan tener desconfianza hacia el sistema político y sus
referentes actuales. Por un lado, en algunos casos se pone en duda que la política sea una vía
para resolver conflictos de manera efectiva ya que consideran que se encuentra lejos de los
problemas cotidianos; más sin embargo, también se encuentra presente en muchos casos una
esperanza en la política como motor de cambio de la sociedad.
Por otro lado, en su mayoría los y las jóvenes señalan poca escucha de parte la
dirigencia, indignación porque el Estado no pueda resolver cuestiones específicas teniendo a
disposición los recursos, sumado a la frustración ante la repetición de ciertos conflictos y
problemáticas de manera sistemática. En este sentido, los políticos figuran como los principales
responsables de que las cosas sigan funcionando de la misma forma. En muchos casos se
considera que son todos lo mismo o que se trata de elegir el mal menor, que son personas
corrompidas por el poder y que para ocupar esos lugares hay que ser corrupto en mayor o
menor medida.
En su mayoría son todos iguales. Todos siempre te dicen que van a hacer tal o cual
cosa y terminan haciendo lo mismo que los demás. No es ningún cambio. (...) Lo
único que hacen es tirarse palazos entre los diferentes bandos. Nunca, nunca tirar
un proyecto sobre algo (...) lo único que hacen es echarse la culpa el uno al otro.
(...) O la corrupción y esas cosas me dan bronca, siendo un país con tantos recursos
naturales, tenemos de todo menos diamantes, creo que tenemos todos los
recursos naturales y nos va como el orto. Que no inviertan, muchos negocios. Como
dije, prefiero pasar de canal y no ver más. (Entrevista 16, varón, 19 años, AMBA)
Lo que yo digo en la vida, en el día a día podés ver a cualquier político postulándose
a la presidencia y diciendo un montón de cosas, pero después que, cualquier
persona que le des un poco de poder, se transforma. (...) Si le das un montón de
poder, te llena un montón, te come la cabeza y la gente termina siendo mala, se
olvida cómo empezó. Empieza a faltarle un poco más de humildad y de acordarse
quién fui yo antes, en qué pensaba en serio. Hay que acordarse de la gente, que
hay un otro. (Entrevista 1, mujer, 18 años, CABA).
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compañeros que realmente hayan vivido o tenido contacto con la gente de los
barrios más humildes, que los ocupen los compañeros de esos barrios y que no
venga un caudillo, que no venga nadie a querer contar la historia de cómo tenemos
que solucionar el problema que tenemos en nuestro barrio. (Entrevista 2, 29 años,
varón, AMBA)
Un grupo de las y los entrevistados relatan estar cansados de “la grieta”, los extremos
y las discusiones. En el caso de este grupo consideran que eso no conduce a ningún lado y que
simplemente aleja a la política y a los políticos de las necesidades, problemáticas e intereses de
los ciudadanos.
Siento que la gente está separada en dos partes, de políticos, los peronistas y los
macristas. Es lo que yo veo, siento como si fuera River y Boca. Es lo que noto.
Siento que así la Argentina nunca va a llegar a un acuerdo, porque viene un
gobierno, hace una cosa, y viene otro, hace otra cosa. Siento que nunca termina de
salir adelante el país. (Entrevista 40, mujer, 16 años, AMBA).
1 https://www.pagina12.com.ar/538983-daniel-feierstein-el-peligro-es-que-el-neofascismo-sea-gobie
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disonancia cognitiva. Entonces todos los que no piensan como nosotros son
imbéciles, y son tratados como imbéciles. Eso impide cualquier diálogo porque
nadie puede dialogar sobre la base de que el otro lo trata como un imbécil que
no entiende.”
No pelearse todos contra todos, sino buscar una solución. Porque yo creo que
cuando hablas de temas políticos es para estar “no, porque este hizo esto, esto y
esto”. No discutir, sino buscar una solución para llegar a acuerdos, a algo. Tanto los
más, o sea los más de arriba, el presidente y eso, y las personas en sí. Cambiar el
pensamiento en general, la acción. No te voy a decir “vos a tener que pensar así o
así”, pero yo creo que todo, en una charla o algo, uno puede ir cambiando la forma
de pensar. (Entrevista 5, mujer, 17 años, AMBA)
Y creo que esa es una preocupación, hay muchas ganas de agrietar más y de decir:
“mi lado es mejor”. Por ahí la idea no es cuál es el mejor, si no que pensemos en
algo que colectivamente todos podamos tener. (Entrevista 43, 17 años, varón,
Tucumán)
Sí, obvio. Siento que (la política) es como LA herramienta para que sea un cambio
realmente… que dure en el tiempo y que sea un cambio real. La política primero
que es masiva. O sea que involucra a mucha gente, entonces, eso te da como otro
piso. Como esto que te digo, que el cambio sea como más sólido. Y después porque
tiene las herramientas. (...) Es el Estado el que puede venir y abrirte una escuela o
ponerte presupuesto en esto… entonces, bueno, la política es la que llega a esos
lugares. (Entrevista 37, mujer, 20 años, Mar del Plata).
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En este sentido, si bien se considera que la política permite viabilizar y motorizar el
cambio social, la mayoría de las y los entrevistados no sienten que puedan aportar
personalmente a ese cambio dentro de la militancia partidaria. Entre quienes son un poco más
grandes y han tenido alguna trayectoria de participación en experiencias militantes se escuchan
discursos de frustración y desilusión respecto de un ambiente en el cual “se usa” a los
militantes, señalando que en los ámbitos de “poder” se corrompen los ideales ligados al bien
común y se priorizan intereses particulares.
En ciertas ocasiones, frente al desencanto con el sistema político, las y los jóvenes
buscan propuestas alternativas que contribuyan a la transformación social. Suelen ser
considerados espacios de pertenencia, con una fuerte inserción barrial o territorial y, por lo
tanto, consolidan vínculos estrechos con los vecinos. Estas formas asociativas parten de
intereses específicos y responden a problemáticas concretas a través de la acción inmediata.
En contraste con el desencanto político, dicha búsqueda de alternativas y experiencias de
politización juvenil en ámbitos no institucionales, por ejemplo, coincide con lo que plantean la
mayoría de estudios que indagan en procesos de participación juvenil mencionados en el primer
apartado, en cuanto a la heterogeneidad de prácticas, espacios y problemáticas que movilizan
a las juventudes abordadas en este informe.
Los valores de este tipo de colectivos se hacen efectivos en la práctica cotidiana ya que
están respaldados en experiencias propias de los sujetos. En estos espacios las y los jóvenes
encuentran mayor horizontalidad en los vínculos y la posibilidad de ser escuchados.
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En algunas entrevistas hay una referencia a una mayor participación de las mujeres
ligada a un ascenso de las luchas y preocupaciones del feminismo. Algunas jóvenes sin clivajes
ni intereses políticos manifiestos, se sienten conmovidas por las reivindicaciones de género.
También algunos varones sin ningún tipo de interés manifiesto en la política y con un gran
desconocimiento de los debates públicos actuales, identifican a compañeras involucradas en la
causa. Del lado de los varones, algunos perfiles reaccionan a esto con un “anti-feminismo”
relativo a estos avances. El feminismo aparece en parte de este grupo como a lo que hay que
tenerle “cuidado”.
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Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes Argentina Futura (2023)
En definitiva, la relación de estos jóvenes con la política, aunque puede reflejar cierta
frustración respecto de las formas que adquiere actualmente el debate público, no implica que
la participación en sí misma sea considerada negativamente o que sean jóvenes que no aspiran
a participar en distintos espacios comunitarios, sociales o militantes. En este sentido,
consideramos que las concepciones y miradas que plantean el distanciamiento o ruptura de las
juventudes con la política no tienen en cuenta la heterogeneidad, las sensibilidades y las
problemáticas que atraviesan a estas generaciones y que dan lugar a otros modos de
politización juvenil.
Dentro del universo de discursos sobre la política y los políticos hay una mención
generalizada en torno a la emergencia de la figura de Javier Milei, ya sea desde una valoración
positiva o negativa. Para el grupo de las y los jóvenes entrevistados que no acompañan las
propuestas del actual diputado, esta irrupción se debe al mal desempeño de los gobiernos
anteriores, realizando una fuerte crítica a esos espacios políticos por “permitir” la llegada de
un candidato de estas características.
Y ahí te aparece un personaje nefasto como Milei, que te capta cosas desde el odio,
o la bronca capta a toda esa sociedad, a toda esa parte de la sociedad que capaz
tiene bronca (...) Entonces, esa gente que está enojada y que no está captada por
ningún lugar, te aparece un tipo que dice que son todos chorros y que la política
está mal y que hay que demoler el Banco Central y empieza a tirarte títulos, sin
explayarse mucho, garpa. (Entrevista 8, 27 años, varón, CABA)
Por otro lado, quienes valoran su imagen rescatan diversas dimensiones. Para este
grupo de jóvenes, Milei es un político que “sabe” de economía, un técnico que conoce el
funcionamiento de los mercados y tiene una estrategia para solucionar los problemas
económicos. Se considera a Milei como alguien que "tiene un plan" para bajar la inflación y que
va a resolver cuestiones como la falta de empleo o la precariedad.
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Otros, por ejemplo, te dicen: “voy a bajar la inflación o la pobreza”, y no te dicen el
por qué. Como que va a suceder por arte de magia, y el loco Milei, te lo explica como
él lo haría. No sé si resultaría, pero por lo menos tiene un plan o algo pensado.
(Entrevista 16, varón, 19 años, AMBA)
Para mí, en mi opinión, bueno, si ganara la elección Milei, más o menos tendría un
trabajo decente. Uno fijo donde trabaje en blanco yo, y tendría una vida normal.
(Entrevista 21, varón, 18 años, CABA)
Javier Milei logró construir una llegada específica a las juventudes, una audibilidad
(fundamentalmente a partir de las redes sociales) que otros políticos no tienen. Esto no se
debe a las propuestas de los otros dirigentes sino a que estos directamente no son vistos ni
escuchados por las y los jóvenes. Su figura aparece como algo novedoso en la política, un
“outsider” y con características muy distintas en relación a las y los candidatos/as de los otros
espacios políticos.
(...) Y, lo que dice, la verdad que me convence. Yo lo escucho hablar a veces, estoy
con el celular y me aparecen notas de él. Me pongo a escuchar un ratito y me
convence lo que dice. No sé. Eso es lo que me parece interesante, porque capaz
escucho de otros y no me convence tanto como a él, pero eso. (Entrevista 3, varón,
17 años, AMBA)
La presencia que él tiene es algo que hace mucho no se ve. Y las cosas que dice, es
como que las dice y las hace, por ejemplo, el sueldo que él cobra como diputado
siempre lo sortea y se lo da a alguien. Y eso lo prometió y lo hizo y eso me parece
un buen inicio. He ido a verlo cuando ha venido acá, me gusta mucho cómo habla,
o sea, te capta, te... Y no es que te endulza, no te endulza, sino que es realista el
tipo. Entonces, eso hace que me interese. (Entrevista 46, mujer, 20 años, Córdoba)
Sin embargo, la mayor identificación con Milei proviene a partir de un vínculo emocional
construido específicamente con las juventudes. Esto es valorado explícitamente ya que
priorizan esa empatía incluso por delante de las propuestas concretas, algunas con las cuales
no están de acuerdo. La afinidad es borrosa cuando les preguntamos acerca de la valoración
con respecto a ciertas medidas tales como la destrucción del Banco Central, el derecho al
aborto o cuestiones sensibles como la portación de armas.
22
Yo creo que es el que más les llegó a los jóvenes, la figura de Milei creo que es la
que más llegó, porque hubo muchos memes, hubo mucha campaña en ese sentido
que nos lo hizo llegar a nosotros. Los otros políticos, tal vez los veo solamente por
publicidad y digo: “ah, uno que vi por la calle”, pero no los veo en sí. Pero Milei llegó
a un montón de adolescentes, de jóvenes. Milei se tomó el trabajo de llegar a
nosotros y contarnos qué es lo que va a hacer. Los otros, yo la verdad no sé qué
hacen. Literal no sé, no conozco nombres, no sé quiénes son, no sé qué partidos
son, no tengo idea. Pero de Milei sí, es como que llegó a mí, no sé cómo. O sea, es
como que se volvió viral en un momento y llegó, que me parece que esa es la forma
de llegar a los adolescentes hoy en día, porque nos manejamos por la tecnología,
entonces fue una estrategia muy buena. Entonces, al que le conocés es a Milei, que
habla esto de dolarizar la Argentina, y lo conozco porque me aparece en un montón
de videos de Instagram, entonces como que me llega. (Entrevista 24, mujer, 19
años, Tucumán)
Uno de los aspectos más valorados es que sea una persona sincera que dice lo que va
a hacer sin importarle las consecuencias ni buscar la corrección política (no quiere “quedar bien”
con el electorado). Se destaca que es alguien espontáneo, que “se planta” (“dice lo que hay que
decir”) ante el resto de los políticos a los cuales las y los jóvenes en general desprecian. Esta
“rebeldía” incluso provoca que para algunos Milei sea considerado un político “de izquierda”.
Milei ha logrado, siendo parte de la oferta institucionalizada de la política, ser una opción
percibida como distinta que pelea contra lo instituido, contra el statu quo.
Tengo amigos que recontra votan a Milei. (...) creo que les cuesta la política, es
como que sienten que ser liberal no es ser político, no es ser parte de la política. Y
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la política está mal. Y ser un sujeto político está mal, pero ellos después tienen ideas
liberales y están súper arraigados, porque recontra creen en eso. (Entrevista 7, 21
años, mujer, CABA)
(...) siempre miro la entrevista de Milei y me gusta mucho lo que plantea. (...)Porque
se ve que es una persona sincera y si dice lo que… Si cumple lo que promete, es lo
que la Argentina necesita, el cambio que necesitamos. (...) En general va a cambiar
mucho. Por ejemplo, él va a eliminar la inflación. También esto de que cada uno se
pueda pagar, que sea un lugar digno para vivir, que no nos tengamos que ir de acá.
Es muy importante igual, porque ahora la mayoría se quiere ir de Argentina.
(Entrevista 19, varón, 19 años, Comodo Rivadavia).
Los testimonios que simpatizan con Milei y/o espacios relacionados a la ultra derecha o
espacios libertarios mencionan que comparten las ideas, pero no se encuentran del todo de
acuerdo con algunas de las formas que tienen de comunicar y vincularse en la política ya que
las describen como agresivas. Asimismo, las y los entrevistados que simpatizan con estos
espacios e ideas mencionan que algunas de las propuestas las encuentran muy radicales (ej.
eliminar banco central/ Estado, etc.), o que no comparten el tono de confrontación que sostiene
el candidato en el debate público. Las y los entrevistados que lo identifican como un outsider
de la escena política, destacan de Milei sus conocimientos en temas de economía y consideran
que frente a los grandes problemas económicos de la Argentina actual este candidato podría
solucionarlos.
Otra cuestión a destacar es la variable de género cuando aparece la afinidad con Milei.
Ésta se pronuncia en un grupo de los varones jóvenes; en el caso de las mujeres jóvenes
entrevistadas, si bien rescatan algunos aspectos de lo que propone o de su pragmatismo (su
formación, las propuestas en materia económica, sortear su sueldo del Congreso) le escapan a
su temperamento e imagen pública, les genera más rechazo el tono de su voz, el énfasis y su
carácter. En este sentido, observamos que dentro de este grupo de jóvenes, son los varones
quienes más alineados están, tal como señalan las encuestas cuantitativas. De este modo, en
los gráficos siguientes se puede observar que solo 13 % de las mujeres encuestadas identifican
que el candidato Javier Milei es quien defiende mejor los intereses de los jóvenes, mientras que
los varones se posicionan en un 40 %. Asimismo, cabe destacar que el 52% de las mujeres que
participaron de la encuesta no identifican a un candidato o candidata que defienda mejor los
intereses de los jóvenes.
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Gráfico N° 2: Candidatos que mejor representan los intereses de las y los jóvenes según
las mujeres
Gráfico N° 3: Candidatos que mejor representan los intereses de las y los jóvenes según
los varones
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Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes Argentina Futura (2023)
Ponele, tendrá algunas cosas que sí, puede ser. Pero el tipo me parece medio
loquito. Me parece… No sé, viste, ya el… (es re feo lo que voy a decir), pero ya el
aspecto te da cosa. No sé, este chabón que está todo el día a los gritos, ¿puede ser
que sea presidente acá? No sé. (Entrevista 36, mujer, 20 años, Mar del Plata)
Lo que tienen los políticos es que, y más que nada varones, no me gusta cuando
me hablan desde la prepotencia. (Entrevista 42, mujer, 19 años, Tucumán)
Una última cuestión es que identificamos en varios testimonios que entre quienes
siguen las propuestas o ideas de Milei hay jóvenes que aún no trabajan, donde sus padres y/o
madres los “ayudan” hasta que terminan sus estudios terciarios/universitarios. En estos relatos
aparece una concepción del Estado de poca acción y que interfiere sobre la propia libertad de
acción, en línea con un pensamiento más conservador.
Tener el derecho de tomar decisiones sin, como se dice, sin el peso del Estado. Por
ejemplo, que yo quiera hacer algo y que no haya alguien que me esté impidiendo
2 https://www.pagina12.com.ar/538983-daniel-feierstein-el-peligro-es-que-el-neofascismo-sea-gobie
26
hacerlo. Por ahí, del lado de, no sé, si quiero viajar o hacer algo sin que alguien me
esté metiendo trabas y que me complique o me impida hacer eso que quiero hacer.
(Entrevista 39, 20 años, varón, CABA)
En este punto emerge una concepción más individualista y meritocrática, pero no propia
de la antipolítica. Al decir de Daniel Feierstein en el análisis de estas nuevas corrientes de
extrema derecha: “En este neofascismo del siglo XXI no se recorta la noción de comunidad, sino
que se la busca hacer implosionar directamente. Es la desaparición de la posibilidad de pensarse
como parte de una comunidad. También está la pérdida del arte del diálogo con el que es
distinto. Y esto va mucho más allá de la nueva derecha”.
Espero ayuda. No, ponele, hacia mí; hacia la sociedad. Hacia la gente más… más….
pobre, por así decirlo. No puede ser... que haya un… no sé en qué porcentaje está;
pero que haya más pobres que gente normal. O que gente de clase media. El
gobierno debería ayudar. Sí. Todo. Pero no regalando plata. No regalando plata.
(Entrevista 35, varón, 19 años, Mar del Plata)
27
(...) Había gente que lo necesitaba mucho y no pudo recibirlo, y gente que por ahí
no necesitaba tanto y que igual lo recibió (sobre el ATP). (Entrevista 2, varón, 29
años, AMBA)
Y… como ayuda… No sé. Ayudarlos a que puedan, no sé, estudiar o puedan darles
una oportunidad para trabajar. Pero no así, cosas de arriba, porque así cualquiera,
obviamente, nunca van a poder progresar por ellos mismos. (Entrevista 17, mujer,
16 años, AMBA)
Ante la pregunta por políticas públicas, algunos de los testimonios identifican las
consecuencias negativas a partir de la falta de continuidad y seguimiento por parte del
Estado en las políticas vinculadas a la ayuda social.
Cuando vos generás algo en un sector social como el sector popular, vos no podés
hacerlo una vez y después te vas. No podés hacer una olla popular durante un par
de días, después te vas, porque esa persona proyecta su futuro en base a eso, al
poder contar con esa herramienta. Estamos brindando un servicio, o si no un
servicio, una ayuda para la persona, para que tenga una comida garantizada, que
es lo que hacen las ollas populares en todo el país. Lo mismo pasó con el IFE. Está
bien, era de emergencia, pero esa persona notó que tenía en su cotidianeidad la
posibilidad de decir: “bueno, los próximos meses voy a poder continuar con un
ingreso, me va a permitir pagar aunque sea la pieza en la que estoy viviendo”, y
entonces se cortó eso. Y después cuando se dieron las Potenciar Trabajo, que
mucha gente pedía entrar, se vio negada esa posibilidad. Eso también generó
socialmente algo que el Estado no se dio cuenta, o no quiso abordar, digamos
(Entrevista 25, 18 años, varón, Córdoba)
Lo que le falta al Estado para entender lo que necesitan las personas es sentarse y
ver cómo viven esas personas, y ahí recién vas a poder entender qué necesitan
(Entrevista 1, 18 años, mujer, CABA).
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desconocimiento sobre los modos de acceso, perfiles de los destinatarios y continuidades de
estas políticas aparecen como una constante en los relatos de las y los jóvenes.
Del IFE supe mas no pude acceder a ella por mi edad, la ATP no sé qué hizo. Sé que
hubo algunos planes y becas que se lanzaron, pero no me metí mucho en eso
porque no estaba interesado y tampoco era muy real por la edad. (...) De mi familia
accedió mi prima y su novio, en periodos distintos. Y creo que habrá sido un soporte
de diez mil pesos cada uno, no me acuerdo. (Entrevista 51, 18 años, varón, Chaco)
Es como que a muchos les falta ser escuchados, pero no escuchados en forma de
protesta, tipo “estoy luchando por algo y quiero que me escuchen”. Escuchados.
Siento que no todos tenemos esa fuerza de soltar algo. (Entrevista 54, 16 años,
varón, La Plata)
Creo que debería ser un espacio en el que haya otra gente joven que sean los que
actúen, los que estén escuchando las problemáticas porque son, por ahí, los que
pueden entender más lo que está pasando. Y si no hay gente joven en la que está
en el espacio, que para escuchar, para proponer lo que sea, tenga que estar
justamente informada, tanto a nivel en general como es la psicología de la gente
joven, como informada de lo que está pasando en el momento, informada de lo
29
que hace la gente joven, cómo se comunica, que consume, todo. (Entrevista 47, 19
años, mujer, Mendoza)
Y creo que la mejor forma es escuchar a los jóvenes, entonces haciendo hincapié
en el espacio de escucha, de habla y de intercambio, son la principal forma o
herramienta de tomar acción. Obviamente comprometerse también a hacer algo,
una actividad ya directamente de cara o medidas más certeras en relación a todo
lo que se escucha en estos espacios de intercambio. Sí creo que armar, traer las
instituciones, todos estos espacios de intercambio están muy buenos para tomar
medidas. Creo que es el primer paso fundamental porque termina siendo, al fin y
al cabo, un sondeo de cómo está la situación para saber que se puede hacer. (...)
Claro, a nivel pedagógico siento que hay muchas instituciones que carecen de eso.
(Entrevista 51, 18 años, varón, Chaco)
La ausencia de espacios para ser escuchados contrasta con los datos del Gráfico N° 4,
en los cuales encontramos que los espacios vinculados al ámbito educativo en cualquiera de
sus niveles se perfilan con un 37,9% como los principales entornos de participación juveniles,
seguidos de un 7,6% que refieren a los laborales y un 4,6% en los territoriales.
30
Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes Argentina Futura (2023)
No obstante, dentro del conjunto de las juventudes encuestadas y tal como lo muestra
el Gráfico N° 5 , problemáticas como el mejoramiento de la calidad educativa con un 33,3%, la
ampliación del mercado laboral (21,3%) con mejores condiciones salariales (16,6%) y programas
destinados a mejorar el acceso a la formación para el trabajo con un 12% respectivamente,
fueron valorados como las principales cuestiones a profundizar desde la órbita de políticas
estatales destinadas a las juventudes.
Gráfico N° 5: Principales necesidades mencionadas por las y los jóvenes para mejorar
su situación
31
Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes Argentina Futura (2023)
32
tienen vigencia como es el caso del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo (PJMyMT) y el
programa Te Sumo, con el que se busca promover empleos en el ámbito de las pequeñas y
medianas empresas (PyMes) a jóvenes desempleados con estudios secundarios completos. Por
último, el informe de la OIT (2022) destaca la creación del Portal de Empleo realizada durante
el año 2021 destinada a fortalecer y apoyar la formación profesional y orientación laboral. En
este sentido, encontramos una relevante relación entre la implementación de acciones de
política pública que intervienen a las juventudes en la actualidad con el conjunto de estudios
referenciados en el estado del arte, que dan cuenta de la puesta en marcha de dispositivos,
programas y políticas destinadas a las juventudes y/o que las incluyen de modo segmentado
en las últimas décadas y, en particular, en el período que abordamos en este informe.
3. Educación
(...) Siento que realmente en la pandemia no aprendí nada, que eran trabajos de
copiar, pegar, entregar y nada más. Y, digo, “bueno, capaz es el colegio”, pero no,
a muchos amigos de otros colegios también les pasó que en la pandemia no sirvió
de absolutamente nada, bajó tanto el nivel educativo… (Entrevista 33, varón, 17
años, CABA).
No es lo mismo presencial que todo virtual. Entonces había muchas cosas que
me costaban, que no podía entender y, bueno, me ha atrasado un montón (...)
(Entrevista 17, mujer, 16 años, AMBA).
33
me atraía hacer estudiar a través de una pantalla, me costaba seguir con la clase,
me costaba unirme (...) (Entrevista 5, mujer, 17 años, Buenos Aires.)
La cursada virtual fue, cursé dos años de mi facultad, mi vida facultativa, las pasé
en mi casa y, de repente, cursé un montón de materias, buenísimo desde la
cuestión académica. Metí un montón de materias (Entrevista 9, mujer, 25 años,
CABA).
Otro de los aspectos relevantes sobre la dimensión educativa es que gran parte de las
y los entrevistados hacen referencia a la educación como un medio para progresar en el futuro.
Lo cual se condice en gran medida con la producción de investigaciones que articulan los
procesos de formación educativa y la inserción de las y los jóvenes al mundo laboral que
mencionamos al inicio del presente informe. Quienes se encuentran cursando o por cursar
estudios superiores mencionan como una preocupación poder estar al día con sus
responsabilidades académicas y “terminar en tiempo y forma” dichos estudios para insertarse
profesionalmente. Y es aquí donde esta variable cruza la cuestión del trabajo del próximo
apartado. De este modo, la mayoría que cursan estudios superiores se imaginan a diez años
desarrollados profesionalmente e insertados en un mercado de trabajo relacionado con su
profesión. A su vez, a través de las entrevistas se pone en evidencia la responsabilidad
individual que perciben los jóvenes en cumplir con el mandato de “ser profesional”. De esto
último pareciera depender el grado de éxito que puedan tener en un futuro.
Poder estudiar y terminar mis estudios para que el día de mañana pueda, no sé,
tener mis propias cosas. Porque por ahí ahora yo estoy de novia. Y yo le digo: “yo
34
no quiero ni vivir en lo de mi mamá ni vivir en lo de tu mamá”, porque no es como
vivir uno, como tener lo propio (Entrevista 32, Mujer, 20 años, Tucumán).
La carrera. O sea, necesito... Siento que es que sin un título universitario hoy en
día no sos nada. Siento eso. Eso y de sentirme también insuficiente por no poder
lograr eso, por no poder seguir el ritmo de la carrera, debería estar terminando
tercer año y estoy terminando segundo. Y por ahí no más. O sea, todo se basa en
eso, en el título y en lo económico también. Eso es lo que más me perturba hoy
en día (Entrevista 46, Mujer, 20 años, Córdoba).
(...) para mí lo es todo incentivar a que los jóvenes estudien, crear oportunidades
para que éstos estudien. Digamos, dándole lo que serían planes sociales, planes
de incentivo de estudio. Se le dicen becas ahora, actualmente las que puso el
gobierno. Bueno, en lo personal las valoro, me gustan. Sí creo que se me hacen,
capaz, un poco bajas, ¿no? Tengo entendido que la beca es de seis mil pesos hoy
en día, la que es para estudiantes universitarios. me preocupa, como sociedad, la
desinformación y la falta de educación. Creo que hay que incentivarlo. Creo que
hay que renovarla también. (Entrevista 45, Varón, 18 años, Córdoba).
35
es lo que se necesita para mejorar la situación de las juventudes. Por otro lado, el 40 % de las
y los jóvenes señalan el seguir estudiando como su expectativa para el futuro cercano en el
siguiente gráfico.
A partir de estas preguntas podemos identificar cuál es la percepción de las y los jóvenes
acerca de la educación actualmente en la Argentina, particularmente en la enseñanza media.
36
Gráfico N° 7: Consideraciones sobre la calidad educativa recibida en la escuela
37
Gráfico N° 8: Expectativas sobre el aprendizaje en la escuela
4. Trabajo e ingresos
Esta dimensión se presenta en la mayoría de las entrevistas como una de las principales
preocupaciones de las y los entrevistados. Como puede verse en el Gráfico N° 5, la segunda
necesidad más mencionada para mejorar la situación de las juventudes es la creación de más
puestos de trabajo. En las entrevistas registramos esto dado que en gran parte de los relatos
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de quienes finalizaron los estudios secundarios se menciona la dificultad de acceder a un trabajo
formal y aquellos que se encuentran estudiando en el nivel superior y medio se presenta la
preocupación de poder insertarse en el mercado laboral.
Conseguir un trabajo que pueda ser una persona libre, ¿entendés? que no te
tengas que matar. La mitad de mis amigos se pusieron a hacer cosas... Una onda
emprendedores, ponele, cosas así, para poder tener plata, porque laburo no
conseguís hoy en día. (...) Los derechos del trabajador están totalmente disipados
porque, lo que te digo, mis amigos van y casi todos renuncian por maltrato, por
mal ambiente laboral, por salarios bajos y no tenemos el lugar de poder reclamar
eso tampoco, porque está bien, vos te quejas, lo que fuese, pero no cambia nada.
(Entrevista 10, mujer, 23 años, CABA)
Sí, no tengo trabajo, lo que más quiero es conseguir un trabajo, bueno. Por eso
estoy buscando ahora. (...) No sé, donde pueda tener un sueldo bueno y hacer
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todo lo que más quiero, o sea, tener mi casa y todo eso, para mí y para mi nene.
(Entrevista 26, mujer, 19 años, AMBA)
(...) Entonces, el empleo joven hoy en día la verdad que no está muy bien
remunerado. (...) Entonces, si te querés dar un gusto y ganas menos de 100 mil
pesos hoy no podes vivir solo, o no te podes comprar el juego de play, o no podés
salir con tus amigos. Y capaz trabajaste toda la semana. (Entrevista 8, varón, 27
años, AMBA)
Del mismo modo, esta situación se refleja en una preocupación social sobre el
rumbo económico del país. Una de las preocupaciones más frecuentes es el problema de
la inflación y los niveles de pobreza en aumento.
Equipar una casa es la principal preocupación que puedo llegar a tener ahora.
Después, en lo macro, como yo soy militante, me preocupa también la realidad
hoy que tenemos como país, que, siendo nosotros gobierno, me duele, me
molesta bastante que la gente la esté pasando tan mal y que los primeros años
no hayamos tenido tanta… O no creo que hayamos tenido la decisión política de
40
ir por un lugar. Creo que todo se hizo muy tibio. Que si llegamos al gobierno
diciendo que nosotros prácticamente ayudamos a los que menos tienen y, hoy
en día, la gente tiene hambre. Hoy en día a nosotros, clase media, nos cuesta
llegar a fin de mes. Esa es mi preocupación ahora. (Entrevista 8, varón, 27 años,
CABA)
En este sentido, los datos de la encuesta muestran que cerca del 50 % de las y
los jóvenes identifican a la inflación como el problema que más le afecta en la actualidad.
41
Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta a Jóvenes Argentina Futura (2023)
Una mirada según género de los principales problemas percibidos por las
juventudes muestra matices. Por ejemplo, a pesar de que para las mujeres la inflación es
el principal problema esgrimido, ésta tiene un peso proporcional menor que en los
varones. En este sentido, las mujeres parecen tener una valoración más positiva de las
políticas vinculadas al Estado de Bienestar, mientras que los varones se muestran más
adeptos a las políticas de libre mercado. En el Gráfico N° 11 podemos apreciar que
mientras el 54% de las mujeres jóvenes valoran la educación pública como política más
importante, sólo el 37% de los varones la mencionó quedando por debajo de la suma de
las opciones “dolarización de la economía” y “eliminación de impuestos”, opciones que
sumadas agrupan el 41% de las respuestas de los varones jóvenes. Es decir que las
opciones de libre-mercado son las más preferidas por los varones.
Gráfico N° 10: Problema que más afecta a las juventudes según género
42
Gráfico N° 11: Políticas de Estado mencionada como la más importante según
género
La relación que tengo ahora con mis hermanos no es la misma que la que tenía
antes de la pandemia, para nada (...) Y algo bueno de la pandemia, yo creo que
nos ayudó a conocernos más a nosotros mismos. Porque por ahí uno está con un
montón de cosas y no se mira a uno mismo, entonces dice: “después veo tal
cosa”. Ahí como que la vida nos obligaba a resolver problemas que no queríamos
ver. Entonces eso creo que fue algo bueno (...) (Entrevista 24, mujer, 19 años,
Tucumán).
43
De distinto modo, otros señalan que el periodo de pandemia fue un momento difícil de
pasar. Entre estas adversidades sobresalen el aislamiento, la falta de motivación, la
presentación de episodios vinculados a la salud mental, la dificultad y/o disminución del
rendimiento académico, las preocupaciones por la situación económica personal y/o familiar,
entre otras.
Me afectó capaz más en el tema psicológico, por no poder salir, no ver a nadie,
estar acá siempre y no poder hacer nada. Y también me daba miedo por las cosas
que pasaban. Después me calmaba un toque y es eso. (...) Viste cuando estás
encerrada en pandemia y empezás a comer y subís de peso? Bueno, y se me
desarrolló como un trastorno, como un problema con la comida y es ansiedad. Y
se me desarrolló eso. (...) Y de a poco se me fue pasando. Todavía sigue ese
pensamiento, ese miedo de subir de peso y todo eso, pero creo que ahí está (...)
(Entrevista 11, Mujer, 19 años, Buenos Aires)
La salud mental aparece como un tema acuciante tanto en varones como en mujeres al
indagar en las consecuencias del periodo de la pandemia. Si bien son diversas las situaciones
de cada uno de las y los entrevistados con respecto a aquel momento de aislamiento, en la
mayoría de los casos estos mencionan su preocupación sobre amigos o familiares que
padecieron o padecen alguna consecuencia sobre la salud mental durante este periodo o
posteriormente. Muchos de las y los jóvenes vinculan los problemas de salud mental con las
dificultades en términos sociales y económicos que trajo aparejada la pandemia. Al mismo
tiempo mencionan los efectos del aislamiento, los cambios en la manera de vincularse, la
ausencia de actividades que involucran destrezas físicas, la incertidumbre y el miedo como
algunos de los factores a partir de los cuáles se desencadenaron episodios de ansiedad,
depresión, entre otros.
Eso creo que… he tenido muchos amigos, amigas… amigues que han caído en
depresión por todo el tema del encierro, que bueno, que es algo que yo soy
completamente ajeno porque a mí no… Yo estaba fenómeno. (Entrevista 15,
Varón, 28 años, CABA)
(...) surgió esto de prestarle atención a la salud mental, por lo menos en redes
sociales y en la gente. Los pibes mismos, pensar en “Che, bueno, tengo ansiedad”,
“este tiene ansiedad, tiene depresión” y empezar a considerar las enfermedades
44
de salud mental como algo en serio y que puede pasar. Y, bueno. A mí como me
pasó esto de que, ponele, que en la pandemia… introspección y qué sé yo. Creo
que a la gente que sufría de depresión o ansiedad o lo que fuese, eso profundizó
muchísimo, muchísimo. (Entrevista 7, mujer, 21 años, CABA)
En este sentido, un informe elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF, 2021) señala que el 27% de las y los jóvenes que participaron del estudio en
Latinoamérica y el Caribe expresó sentir ansiedad y un 15% depresión. La razón principal de
estas emociones es para el 30% de las y los participantes del estudio la situación económica.
En nuestro estudio las y los jóvenes no identifican políticas públicas precisas en estos
temas, como tampoco pueden visualizar la intervención del Estado y el sistema educativo en
relación a los padecimientos en materia de salud mental. Entre las afecciones son
frecuentemente mencionadas los ataques de pánico, la depresión, los trastornos de la conducta
alimentaria y el uso y abuso de drogas y alcohol. En alguno de los casos las y los entrevistados
refieren haber iniciado tratamientos terapéuticos.
En un momento sí estuve muy mal. Yo creo que, si vos me veías en ese momento,
me decías que tenía una depresión de la puta madre… A mí la psicóloga me dijo
que yo tengo principio de depresión y ansiedad, entonces… estamos tratando de
revertirlo para no llegar a ese punto. (Entrevista 36, 20 años, mujer, Mar del Plata)
Los únicos recursos o lugares donde por lo menos los jóvenes tenemos para ir y
contar lo que nos pasa con las salitas, que muchas veces esos espacios no están
garantizados por los municipios, sino que por los mismos, eh, personal de la salita
que se mueven y muchas veces es hasta sancionado por esos accionares. (...) me
parece que está muy mal ejecutado. Y después, bueno, que para pedir, o sea, sí
tenemos salud pública, pero en salud mental pedís una… un turno con un
psicólogo y te lo dan de acá a un año si es que se acuerdan después de que vos
lo agendaste. Y nunca son como… como periódicos, sino que vos vas una vez y
no te llaman nunca más. Y no es lo que necesitás. (Entrevista 18, mujer, 17 años,
Bariloche)
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Me parece que la preocupación por la salud mental es algo que se recontra
empezó a notar y a visibilizar en los últimos años, y que me parece que es, más
que nada, por parte de mi generación, que nos damos cuenta que es algo que
hay que cuidar. Y me parece que realmente hay muchos pibes que están mal,
mucho pibe con ataque de pánico, con ansiedad, depresión. Muchas pibas,
también pibes, pero sobre pibas, con trastornos alimenticios. Y siendo el colegio
el lugar en el que estás más que en tu casa muchas veces, no puede ser que no
haya contención, no puede ser. Yo no sé cómo terminan, pero cualquier
psicopedagoga o cualquier psicóloga que esté en un colegio, le preguntás a un
pibe y te dice: “todo medio pelo”. No hay un seguimiento, no hay un cuidado, no
hay una contención. Yo no sé si mi generación está más deprimida que la tuya,
pero se visibiliza más y se problematiza más. Hay que hacer algo. Me parece que
no se les puede dejar a la buena de Dios. (Entrevista 13, mujer, 17 años, CABA)
Por último, algunos/as jóvenes mencionan el problema de la salud mental para describir
incertidumbres y dificultades que padecen en su vida cotidiana: el hecho de no tener una
motivación para realizar algunas actividades, la falta de perspectiva a futuro en relación a la
carrera que están estudiando o al trabajo al que podrán acceder cuando terminen de estudiar.
Por todo esto, muchas y muchos mencionan a la salud mental como una dimensión que es
necesario abordar desde las instituciones educativas o desde el Estado (la escuela, el hospital
o el Estado en general).
Son pocos las y los entrevistados que mencionan enfáticamente la posibilidad de irse
del país a corto o mediano plazo. Sin embargo, varios hablan de amigos o personas cercanas
que tomaron la decisión de irse a buscar mejores condiciones de vida. En cambio, lo que más
prima en casi todas las entrevistas es que dan cuenta de una fuerte desmotivación con respecto
a la situación actual del país y una falta de perspectiva sobre su futuro, especialmente en
relación a las trabas que surgen en torno al desarrollo profesional y el acceso a la vivienda. En
términos concretos se percibe cierta impotencia ante el hecho de que el sueldo no alcanza. Esta
situación de desmotivación y falta de perspectiva sobre el futuro también se observa en lo
46
relevado en la encuesta. El 44 % de las y los jóvenes que participaron contestaron que su
estado de ánimo respecto al futuro es de incertidumbre.
Sí, miedo es, bueno, la situación del país, que es que no sabemos bien qué va a
pasar mañana, que cambian ministros cada dos días y que todo está muy
inestable, que no sabemos bien qué onda, cómo va a ser el futuro y sobre todo,
bueno, para nosotros que somos jóvenes. A veces nos juntamos y es tipo “che,
¿qué va a pasar en, no sé, 20 años? ¿qué vamos a estar haciendo? ¿cómo va a
salir el país adelante?”. Ese pensamiento de “¿tenemos un futuro?”. (...) lo vemos
muy lejano el tener una casa propia, a menos que tus papás tengan plata y te
puedan dejar un depto sí, pero si no es alquilar. Y los problemas con los alquileres
¿no?, pero sí, como comprar un departamento, una casa, creo que ninguno lo ve
así, como una meta accesible, por lo menos no en la brevedad, no en dos años,
47
tres. Creo que ninguno tiene un trabajo que gane tanto como para poder
comprarse una casa o un terrenito, un depto, o lo que sea. (Entrevista 7, mujer,
21 años, CABA)
(...) no tenés que estar más de cinco meses acá para darte cuenta que, para tener
una vivienda propia, tenés que estar hasta los cuarenta años trabajando. Eso es
algo que a nosotros, como jóvenes, nos frustra porque decís: “me tengo que
haber puesto a trabajar a los doce años para irme a vivir sola ahora y poder tener,
no sé, una vida así sola”. (Entrevista 1, 18 años, mujer, CABA)
Cuando se les pregunta por cómo se ven dentro de unos años, las y los jóvenes expresan
el anhelo de poder independizarse en términos de vivienda y trabajo principalmente. Como
vimos más arriba (Gráfico N° 6), la cuestión laboral es mencionada como una inquietud
relacionada al tipo de inserción laboral, tanto en relación a los ingresos como a la calidad del
trabajo (que sea formal y estable).
48
Por otro lado, ante la pregunta por el futuro imaginado para la sociedad aparecen la
expectativa de que haya menos machismo, más diálogo y mancomunión ligada a menor
conflictividad social; así como una preocupación generalizada en torno a la cuestión ambiental,
problema que es percibido como una amenaza y problema generacional.
Yo soy vegetariana y trato de cuidar lo más que puedo el planeta en donde vivo,
no solamente por mí, sino por las generaciones que vienen. Porque no nos vamos
a extinguir, el planeta no se va a extinguir el año que viene, ¿me entendés?
Entonces hay que pensar en el otro y en el que va a venir y dejarle un lugar lo más
ameno posible, y lo más habitable posible. (...) (Entrevista 29, 19 años, mujer, CABA)
Creo que tiene que ver muchísimo la presión de entrar a la vida adulta. Eso para mí
es lo principal. No sé si en la mayoría. Pero, sí, para mí eso es uno de los principales
factores que afecta. Porque vos salís y lo primero que tenés que hacer es: ¡qué vas
a hacer para el resto de tu vida! O sea, no es: qué vas a hacer los próximos años,
qué tenés pensado… No. Lo que vas a hacer ahora, es el resto de tu vida. ¿Cómo le
digo a mi viejo que desaprobé un parcial? A mí me pesa… una locura. Pero para mí,
en mi caso, mi problema son mis viejos. Yo la facultad la hago a mi tiempo y la voy
a hacer a mi tiempo. Pero el transmitir mi estado de la facultad a mi familia… es un
49
montón. Mi principal preocupación es sacar estas materias que tengo acá.
(Entrevista 36, 20 años, mujer, Mar del Plata)
En definitiva, si bien en gran parte de nuestras entrevistas nos han manifestado tener
incertidumbre respecto de cómo serán sus vidas en el futuro, también nos han planteado sus
deseos de independizarse de sus hogares de origen, de seguir estudiando, de conseguir un
trabajo vinculado a sus intereses y de lograr sus metas personales.
Conclusiones
50
Las juventudes argentinas constituyen una población sumamente heterogénea. Dentro
de esta diversidad, muchos de las y los jóvenes que entrevistamos comparten una mirada crítica
hacia el pasado pandémico y un diagnóstico de disconformidad con la actualidad del país que
impacta en un sentimiento de incertidumbre con respecto a su futuro individual.
La escuela funciona como un espacio y actor del que las juventudes esperan más, en la
medida en que resulta ser el destinatario de diversas demandas, que se articulan en un
sentimiento de insatisfacción creciente con el sistema educativo y reclamos frente a la falta de
respuesta y/o contención sobre estos temas. Crear y gestionar políticas donde el espacio
educativo pueda abrir nuevos canales de participación que vayan más allá de lo educativo-
formativo podría dar lugar al desarrollo de mecanismos de escucha, espacios de contención y
nuevas propuestas formativas. Los testimonios desilusionados por cierto abandono por parte
de la escuela -reforzado por la educación virtual durante la pandemia- revelan que es de suma
importancia el fortalecimiento de la revinculación en la tríada escuela-familia-comunidad. Por
otro lado, varios y varias jóvenes han hecho referencia a la necesidad de fortalecer la
orientación de los contenidos educativos vinculados al mercado laboral. Una mayoría de
jóvenes afirman que mejorar la calidad educativa constituye la principal herramienta de
progreso.
51
vislumbrar una pérdida de su poder adquisitivo o percibir que allegados han vivenciado severas
dificultades económicas. La inflación es una de las principales fuentes de fastidio;
particularmente preocupa que los ingresos no alcancen para satisfacer ciertas necesidades
básicas, no solo primarias sino también las recreativas, tan significativas en esta etapa. Dentro
de los inactivos prima un sentimiento grande de incertidumbre en relación a las posibilidades
para acceder al trabajo formal en un futuro cercano y principalmente a la vivienda más adelante.
Frente a este escenario se vuelve más contundente el miedo por el futuro, la falta de
previsibilidad y la presión individual por garantizarse ciertas condiciones de vida para ellas y
ellos y sus familias. Precisamente es allí donde ante los sentimientos de incertidumbre y falta
de oportunidades que experimenta la juventud se deben orientar políticas públicas que puedan
aportar certezas para el presente y el futuro de las personas jóvenes. A pesar de que algunos
de ellos adhieren a políticos liberales que proclaman achicar las funciones del Estado, las
demandas de las juventudes argentinas reclaman, en general, un Estado con mayor
protagonismo y presencia en los ámbitos locales, que reconozca sus necesidades y permita
resolver problemáticas estructurales como el acceso a la vivienda, la atención en salud mental
o la obtención de un trabajo digno. La implementación de dispositivos de acompañamiento en
salud mental se expresa como una de las necesidades transversales que requieren acciones
urgentes desde los distintos niveles del Estado nacional, provincial y local.
Resulta sumamente relevante que entre las y los entrevistados haya un importante
desconocimiento de las acciones y programas de política pública que tienen foco en las
juventudes, a lo cual también se suma la falta de información en cuanto a los modos de
funcionamiento del mismo Estado. En este sentido, las y los jóvenes a menudo sienten una
gran distancia respecto del Estado y del sistema político. Sienten que sus voces no se escuchan
y que el mundo burocrático-político no está al tanto de sus preocupaciones. Esto ha generado
una sensación de desconfianza hacia el sistema político y ha dificultado que las y los jóvenes
sean parte de las formas tradicionales de participación política. De este modo se evidencia una
distancia entre lo que el sistema político considera que son los intereses de las juventudes y las
preocupaciones e intereses que este segmento de la población tiene. En este sentido, es clave
construir espacios de escucha y de participación juvenil en el ámbito estatal, para poder orientar
las políticas públicas “con” los y las jóvenes y no “para” ellos y ellas.
Los partidos políticos tradicionales han perdido credibilidad ante los ojos de muchas y
muchos jóvenes que los ven como corruptos e ineficaces a la hora de dar solución a los
52
problemas que perciben como específicos de su edad. A su vez, también se refleja cierta
frustración ante la falta de escucha y contención por parte de los adultos. Frente a este
escenario, y ante la falta de respuestas o soluciones por parte del Estado, la emergencia de
referentes políticos de extrema derecha, cuyo discurso puede resultar atractivo para la
juventud por parecer disruptivo en contraste con la “política más tradicional”, han logrado
interpelar a una parte de esta población. Cada organismo gubernamental debería poder
incorporar la mirada y perspectiva de la juventud, para ser más efectivo con las acciones así
como poder visibilizar el impacto de las mismas con esa población. Frente al vacío en la
comunicación de lo hecho o por hacer, aparecen referentes políticos que no pueden ser
ubicados en ninguna de las dos principales fuerzas que gobernaron en la última década en
Argentina. Esto pareciera generar una sensación de renovación, de rebeldía frente a lo
establecido y principalmente pone de manifiesto cierto hartazgo en relación a “la grieta” que
emerge en muchos de los testimonios jóvenes. De cara al futuro y teniendo como centro de
nuestras preocupaciones la relación de los jóvenes con el sistema democratico, sostenemos que
un desafío al que se enfrenta la actual democracia es la potencialidad de que estos sentimientos
de incertidumbre, apatía y pesimismo sigan creciendo entre las juventudes pero que no
encuentren suficiente escucha ni atención por parte del Estado, y que terminen confluyendo
con posiciones políticas que atacan a la democracia como sistema de representación.
Retomando, podríamos decir que los vínculos entre la juventud y el sistema político son
complejos y multifacéticos. Por un lado, las y los jóvenes suelen ser vistos como apáticos y
desconectados de la política. Ahora bien, a pesar de estos desafíos también hay señales de que
las juventudes están preocupadas por la situación y que ven en la política una forma de
responder a la crisis. Es importante no olvidar que las y los jóvenes utilizan cada vez más las
redes sociales y otras formas de tecnología digital para conectarse entre sí y expresar sus
puntos de vista también políticos. El intercambio virtual funciona como una forma de
participación más: es por allí donde ya no solo se “cuela” el mensaje político, sino que los nuevos
actores y dirigentes políticos que emergen con fuerza les hablan directamente a ellos y ellas a
través de sus propias herramientas digitales. Tampoco debe olvidarse que gran parte de la
política tradicional llegó “tarde” a comprender que el fenómeno de interpelar a la juventud
pasaba por empezar a conversar desde sus propios medios y canales de comunicación, allí
donde la emergencia de las nuevas derechas y sectores más radicalizados supieron ver desde
el principio.
53
Concebir la participación juvenil a partir de las experiencias de las y los jóvenes en la
actualidad es una tarea insoslayable: interrogar sobre las diferentes performances
participativas que tienen, corriéndose de los esquemas tradicionales para sumergirse en las
nuevas formas vigentes y utilizadas por ellos en el presente. En este sentido es clave promover
desde el Estado el fomento de espacios participativos desde una mirada no adultocéntrica, sino
desde una perspectiva inter-generacional que construya las políticas “con” las juventudes y no
únicamente “para” las juventudes.
54
Anexo: recomendaciones de política pública
55
Considerar las valoraciones por parte de los jóvenes de las diferentes modalidades de
trabajo y pensar estrategias de fortalecimiento de las actividades que valoran y ya
vienen haciendo.
Fomentar políticas de vivienda específicas para juventudes. Políticas de complejos
habitacionales para estudiantes, políticas de acompañamiento para el primer alquiler,
fomento de alquileres en co-vivienda destinados a jóvenes, residencias estudiantiles,
etc.
Fortalecer las áreas de salud mental, incentivar la motivación, el encuentro entre pares,
propiciar espacios de formación mutua en el uso de nuevas tecnologías, ejercicio
democrático
56
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