Mitología Incaica
Mitología Incaica
Mitología Incaica
La mitología incaica se nutría de una serie de leyendas y mitos propios, que sustentó la religión panteísta del
Imperio inca, centralizada en Cusco. A sus dioses, el pueblo inca les rendía culto, al igual que en otras
religiones. Algunos nombres de dioses se repetían o eran llamados de igual forma en distintas provincias del
pueblo inca. Más tarde, todos estos dioses se unificaron y formaron el que se denomina verdadero panteón
incaico de divinidades.
Lo aplicado por la cosmogonía inca en el ámbito de las creencias debe ser considerado como uno de los
instrumentos más importantes utilizados en el proceso de la formación del imperio a la par de las
transformaciones económicas, sociales y de la administración.
Creencias básicas
La investigación académica demuestra que los sistemas de creencias incas se integraron con su visión del
cosmos, especialmente en lo que respecta a la forma en que los incas observaban los movimientos de la Vía
Láctea y el sistema solar como se ve desde Cusco, la capital inca cuyo nombre significaba el centro de la
Tierra. Desde esta perspectiva, sus historias representan los movimientos de constelaciones, planetas y
formaciones planetarias, todos conectados a sus ciclos agrícolas. Esto fue especialmente importante para los
incas, ya que dependían de las temporadas agrícolas cíclicas, que no solo estaban conectadas a ciclos
anuales, sino a un ciclo de tiempo mucho más amplio (cada 800 años a la vez). Esta forma de medir el
tiempo se implementó para asegurar la transmisión cultural de información clave, a pesar de cambios de
régimen o catástrofes sociales.
Después de la conquista española del Perú por Francisco Pizarro, los funcionarios coloniales quemaron los
registros que llevaba el Inca. Actualmente existe una teoría propuesta por Gary Urton de que los quipus
podrían haber sido un sistema binario capaz de registrar datos fonológicos o logográficos. Aun así, hasta la
fecha, todo lo que se conoce se basa en lo registrado por los sacerdotes, en la iconografía de la cerámica y la
arquitectura inca, y en los mitos y leyendas que han sobrevivido entre los pueblos de los Andes.
También hubo muchos mitos sobre Manco Cápac y su llegada al poder. En un mito, Manco Cápac y su
hermano Pacha Kamaq eran hijos del dios sol Inti. A Manco Cápac se le adoraba como el dios del fuego y
el sol. En otro mito, Manco Cápac fue enviado con Mama Ocllo (otros incluso mencionan a numerosos
hermanos) al lago Titicaca donde resurgieron y se asentaron en la Isla del Sol. Según esta leyenda, Manco
Cápac y sus hermanos fueron enviados a la Tierra por el dios Sol y emergieron de la cueva de Puma Orco
en Paqariq Tampu llevando un bastón dorado llamado Topayauri. Se les pidió que crearan un Templo del
Sol en el lugar donde el bastón se hundía en la tierra para honrar al dios del Sol Inti, su padre. Durante el
viaje, uno de los hermanos de Manco (Ayar Cachi) fue engañado para que regresara a Puma Urqu y
encerrado en el interior o, alternativamente, se convirtió en hielo, porque su comportamiento imprudente y
cruel enfureció a las tribus que intentaban gobernar. (huaca).
Pedro Sarmiento de Gamboa escribió que había un cerro denominado Tambotoco, a unos 33 kilómetros de
Cuzco, donde ocho hombres y mujeres emergieron como los originales incas. Los hombres eran Manco
Capac, Ayar Auca, Ayar Cachi y Ayar Uchu. Las mujeres eran Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Ipacura
y Mama Raua.2
En otra versión de esta leyenda, en lugar de emerger de una cueva en Cuzco, los hermanos emergieron de
las aguas del lago Titicaca. Dado que este fue un mito de origen posterior al de Pacaritambo, puede haber
sido creado como una estratagema para atraer a las poderosas tribus aimaras al redil del Tawantinsuyo.
En la leyenda del Inca Viracocha, Manco Cápac era el hijo del Inca Viracocha de Paqariq Tampu, que se
encuentra a 25 km al sur de Cuzco. Él, sus hermanos (Ayar Auca, Ayar Cachi y Ayar Uchu) y hermanas
(Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Raua y Mama Cura) vivían cerca de Cusco en Paqariq Tampu,
uniendo a su gente y los diez ayllus que encontraron en sus viajes para conquistar las tribus del Valle del
Cusco. Esta leyenda también incorpora el bastón de oro, que se cree que fue entregado a Manco Cápac por
su padre. Los relatos varían, pero según algunas versiones de la leyenda, el joven Manco traicionó
celosamente a sus hermanos mayores, los mató y luego se convirtió en soberano del Cusco.
Cosmovisión
El espacio andino era concebido en dos niveles diferentes: horizontal y vertical. En el plano horizontal, los
incas veían el mundo de manera dual: Hanan y Hurin (arriba y abajo). Estas dos mitades eran divididas, a
su vez, en otras dos, dando origen a la cuatripartición. Esta división era entendida como
complementariedad, oposición y reciprocidad. Mientras que, a
nivel vertical, el espacio estaba dividido en tres Pachas:3
El medio ambiente y la geografía también fueron parte integral de la mitología Inca. Muchas características
naturales prominentes dentro del Imperio Inca estaban vinculadas a importantes mitos y leyendas entre los
incas.5 Por ejemplo, el lago Titicaca, un importante cuerpo de agua en el Altiplano, se incorporó a los mitos
incas, como el lago de origen a partir del cual comenzó el mundo.5 De manera similar, muchos de los picos
andinos prominentes desempeñaron papeles especiales dentro de la mitología de los incas. Esto se refleja en
los mitos sobre la montaña Paxil, de la cual se dice que las personas fueron creadas a partir de granos de
maíz que fueron esparcidos por los dioses.5 Los entornos terrestres no eran el único tipo de entorno
importante para la mitología. Los incas a menudo incorporaron las estrellas en leyendas y mitos.6 Por
ejemplo, muchas constelaciones recibieron nombres y se incorporaron a historias, como las formaciones
estelares de la Gran Llama y el Zorro.6 Aunque quizás no se relacione con una sola característica física per
se, el sonido ambiental fue extremadamente importante en la mitología inca. Por ejemplo, en el mito de la
creación de Viracocha, el sonido de la voz del dios es particularmente importante. Además, los mitos se
transmitían oralmente, por lo que la acústica y el sonido de un lugar eran importantes para la mitología
inca.7 Estos ejemplos demuestran el poder que tenía el medio ambiente para crear y experimentar los mitos
incas.
Deidades
La mitología andina prehispánica era animista, perfilaba a los astros y a los grandes hechos y fenómenos
geográficos como deidades en sí mismas. El único dios en sentido pleno de la palabra fue Viracocha, el dios
creador. Otros dioses importantes eran el sol (Inti), la luna (Mama Quilla) protectora de las mujeres, la tierra
(Pacha Mama) de la fertilidad agrícola, y el rayo (Illapa) trinidad del rayo, trueno y relámpago, y dios de la
guerra.
Al igual que los romanos, los incas permitieron que las culturas que integraban en su imperio mantuvieran
sus religiones individuales. A continuación, se muestran algunos de los diversos dioses adorados por los
pueblos del imperio inca, muchos de los cuales tienen responsabilidades y dominios superpuestos. A menos
que se indique lo contrario, se puede suponer con seguridad que estos fueron adorados por diferentes ayllus
o adorados en determinados estados anteriores.8
Huiracocha
Huiracocha (en ortografía quechua: Wiraqucha) era
considerado como el esplendor originario o El Señor,
Maestro del Mundo. En realidad, fue la primera divinidad de
los antiguos habitantes andinos, a saber, los habitantes de
Chavín, Huari y especialmente los tiahuanacos, que
provenían del lago Titicaca. El culto al dios creador supuso
un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba
destinado solo a la nobleza.
Viracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente estólicas (propulsalanzas) o
warak'as (hondas gigantes andinas).
Aparte del gran Viracocha y su corte terrenal de Amautas, o sabios y primeros sacerdotes y administradores,
el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo
movimiento por la ley del Inca, el pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que
probablemente le resultaba más sencillo y cercano dirigirse en busca de favores y soluciones.
En total, y según algunas tradiciones orales, Viracocha, el primer Sol del mundo antiguo (Ñawpa pacha), el
creador con su corte, tuvo cuatro hijos: Kon o Wakon, Mallko, Vichama y Pachacámac. También guardan
relación con los cuatro hermanos del mito de los hermanos Ayar, uno de los mitos de la creación del Imperio
inca.
Inti
De acuerdo con la mitología Inca, Inti es el dios Sol, así como una deidad patrona del Imperio Inca. Su
origen exacto se desconoce, la historia más común dice que él es hijo de Viracocha, dios de las Varas, dios
creador de la civilización.
El Sol es un factor importante de la vida, pues ofrece calor y luz, por eso el Dios Inti es también conocido
como el dador de la vida. Fue adorado por la mayoría de agricultores que confiaban en él para recibir
abundantes cosechas. Aunque era el dios más venerado después de Huiracocha, recibió el mayor número de
ofrendas. El Sapa Inca, como gobernante imperial, reivindicó su origen divino, al adjudicarse ser
descendiente del propio dios "Inti" o "Sol".
El dios Inti obtendría mayor protagonismo en el panteón divino del Imperio Inca luego de la victoria de
estos sobre los chancas durante el reinado del inca Pachacútec, adjudicándole este su victoria.
Illapa
Illapa (palabra en quechua para designar al rayo; también conocido como: Apu Illapa, Ilyap'a, Chuquiylla,
Katoylla, Intillapa o Libiac) era el dios del rayo, el trueno, el relámpago, la lluvia y la guerra.
De una forma generalizada, Illapa era el señor del clima. A pesar de que la principal facultad de la deidad
era el rayo y sus demás elementos, Illapa tenía el dominio total del tiempo atmosférico.
Debido a su facultad como dios del clima, Illapa era sumamente venerado, sobre todo en tiempos de
peregrinación y sequía.
Illapa, como dios de la guerra, jugaba un papel primordial en contextos bélicos. Illapa era el numen
protector de las campañas militares incas. Estas fueron bastante frecuentes durante la expansión del
Tahuantinsuyo.
A raíz de sus antedichas facultades, Illapa fue considerado el tercer dios más importante dentro del panteón
incaico. Solamente superado por Viracocha e Inti.
Se le representa como un imponente hombre de brillantes vestiduras de oro y piedras preciosas que habitaba
en el mundo superior. Asimismo, Illapa portaba una warak'a con la que producía las tormentas y una
makana de oro, la cual simboliza la trinidad del rayo, el trueno y el relámpago. Según el cronista Bernabé
Cobo, otra representación que los incas le daban a Illapa era la de un guerrero formado por estrellas en el
mundo celestial.
Sus ritos tomaban lugar en las más altas montañas, pues creían que Illapa habitaba en ellas. Sus ritos
consistían en danzas, cánticos, fiestas y sacrificio de animales (en periodos de suma necesidad, también se
efectuaban ofrendas humanas). Illapa se manifestaba en el mundo terrenal bajo la forma de un puma o
halcón.
Existe una leyenda que rezaba que Illapa guardaba agua que sacaba de la Vía Láctea en un urpu y se lo
entregaba a su hermana Mama Quilla para que la cuidase. Al llenarse dicho urpu, Illapa lanzaba un
proyectil de su huaraca al aribalo produciendo un estruendo que provocaría el trueno, el rayo vendría a ser
las chispas producidas por el impacto y finalmente la salida del agua sería la lluvia.
Se dice que los incas, para atraer la atención de la deidad para que esta produjera la lluvia, amarraban perros
negros y los dejaban sin comida ni bebida. Pasaría un tiempo en el que estos animales empezarían a sollozar
de dolor por hambre y sed. Esto hacía que el dios Illapa se apiadase de ellos y mandara la lluvia para evitar
sus muertes. También se menciona que si los perros llegasen a morir, esta deidad demostraba su furia
mandando un poderoso rayo que se encargase de fulminar sin dejar rastro de los culpables de la muerte de
dichos animales.
Illapa tenía lugar en el Coricancha así como el dios Inti y otros dioses adicionales. La iglesia de San Blas
(Cuzco) fue edificada sobre un templo en la que se rendía culto a este dios. Se cree que Sacsayhuamán
habría sido usado tanto como fortaleza militar como templo ceremonial, dedicado a varias divinidades entre
las que destacaba Illapa. Según el cronista Cristóbal de Molina, Illapa tenía su propio templo, el cual era
conocido como Pucamarca.
Mama Killa
Mama Killa (también como: Mama Quilla o simplemente Killa) se traduce del quechua como "Madre
Luna". Mama Killa era hermana y esposa de Inti; también era considerada madre del firmamento. De ella se
tenía una estatua en el Templo del Sol, en el que una orden de sacerdotisas le rendía culto.
Los incas celebraban en su honor una gran fiesta denominada Coya Raymi. Naturalmente, a la diosa Mama
Quilla estaba adscrito el fervor religioso de las mujeres, y ellas eran quienes formaban el núcleo de sus fieles
seguidoras, ya que nadie mejor que la diosa Mama Quilla podía comprender sus deseos y temores, y darles
el amparo buscado.
Pachamama
Pachamama (también conocida como: Mama Pacha) se traduce generalmente como "madre Tierra o madre
naturaleza", pero una traducción más literal vendría a ser "madre mundo". Pachamama era la diosa de la
Tierra y la fertilidad que preside de la siembra y la cosecha.
Ella era la esposa de Pachacámac, quien era considerado como el dios del cielo y las nubes, asociado
también al fuego y a los terremotos. La unión de la Pachamama junto a Pachacámac vendría a representar la
unión de la tierra y el cielo.
Pachamama también es una deidad omnipresente e independiente que tiene su propio poder creativo
autosuficiente para sostener la vida en la Tierra. Sus santuarios son piedras sagradas o troncos de árboles
legendarios. Pachamama era representada como una mujer adulta que lleva la cosecha de papas y hojas de
coca. Otra representación de esta diosa es la de un dragón. Asimismo, Pachamama era simbolizada con un
espiral.
Dentro de la cosmovisión andina, la Pachamama se consideraba un ser sagrado, la madre de los cerros y los
hombres ya que no solo cuida lo material sino también de lo espiritual; protectora de la naturaleza,
proveedora de agua y de alimentos favoreciendo la fertilidad de la Tierra y que cobija a los seres humanos a
cambio de ayuda y protección. Los incas promovían la mayor veneración hacia a ella y por lo tanto su culto
era importante, porque de ella dependían el éxito de las cosechas del imperio.
Si bien es considerada un espíritu bondadoso y colaborador de las actividades humanas, puede también
resultar hostil a quienes no respetan la naturaleza; su rencor se muestra a través de sequías, terremotos o
hacer que el clima sea poco propicio para el cultivo de alimentos.
Pachacámac
Pachacámac (también como: Pachakamaq) proviene del quechua y tiene por significado "alma de Tierra" o
"el que anima el mundo/universo". Al igual que otros dioses andinos, Pachacámac era un dios atribuido a
muchos elementos; no obstante, se lo establece comúnmente como un dios creador de carácter ctónico. Este
dios fue adorado por la Cultura Ichma, Wari, Lima, Chancay y Chincha.
Pachacámac era un dios asociado al fuego, al cielo, las nubes y los terremotos.
Comúnmente se le considera como una reedición del dios Huiracocha. El poder e influencia del dios
Pachacámac era tal, que los incas pensaron que, Pachacámac era el nombre que los habitantes de la costa le
daban a Huiracocha. Pese a estas semejanzas, se tratarían de dioses distintos.
Al parecer, Pachacámac estaría asociado a los canidos. Esto a raíz de diversas descripciones ofrecidas por
muchos cronistas. Ellos mencionan que, al llegar los españoles a su santuario, se encontraron con el ídolo
de un zorro hecho de oro. En dicho santuario también se han logrado encontrar múltiples enterramientos de
perros.
Los antiguos peruanos tenían el pensamiento de que bastaba un solo movimiento de su cabeza para
producir cataclismos masivos, y si se movía completamente, el mundo llegaría a su extinción. Esto se debe a
que Pachacámac era un dios oráculo capaz de predecir el futuro y controlar los movimientos de la Tierra.
Debido a esto, Pachacámac también es conocido como el "dios de los temblores".
Se le conoce como el dios creador de la segunda generación de humanos. Tras una encarnizada y larga
batalla entre Pachacámac y el dios Kon, batalla en la que Kon acabaría siendo derrotado y desterrado por el
victorioso Pachacámac.
Kon fue el responsable de crear a la primera generación de humanos. Tras su derrota, Pachacámac destruyó
todo lo que Kon había creado; esto con el propósito de crear una nueva generación de humanos. A los
humanos que el dios Kon creó, Pachacámac los terminaría convirtiendo en zorros, monos y aves. Este dios
los enviaría a poblar los diversos valles que yacen en la costa. Pachacámac entonces, crearía la nueva
generación de humanos, este les proveyó una cantidad mayor de agua y mejor capacidad de dominar las
tierras cultivándolas a placer. En agradecimiento, los humanos construyeron un templo cerca de la actual
ciudad de Lima, el templo de Pachacámac.
El dios Pachacámac era sumamente respetado; pues no se le podía mirar directamente a los ojos e incluso
sus sacerdotes entraban de espaldas a verlo. Debido a su potente influencia, los incas lo adoptaron en el
panteón como parte del mito de la creación de los incas. A los grandes templos solamente entraban los altos
dignatarios, pero los peregrinos del común podían observar y hacer sus propios sacrificios en las plazas.
Chasca Coillur
Chasca Coillur (en ortografía quechua: Ch'aska Quyllur) es la personificación del planeta Venus. Los incas
la establecieron como la diosa de la belleza, autora de las flores y protectora de las doncellas.
La diosa Chaska era descrita como una bella mujer celestial de extensa cabellera rizada. Fue el hecho de ser
la estrella más hermosa entre todas las demás lo que hizo que el Sol la considerase su paje.
De acuerdo con algunas crónicas, Chaska era la responsable de enviar el agua celeste a la Tierra cuando ella
sacudía su hermosa cabellera rizada. Otras fuentes afirman que ella es dueña de un cantarillo, el cual es
destruido por un hermano suyo; de esta forma, se forman diversos fenómenos atmosféricos además de la
lluvia.
Mama Cocha
Mama Cocha (también como: Mama Qucha) viene del quechua y se traduce como la "madre de las aguas"
o "madre de los mares". Mama Cocha es la diosa del mar y todo lo relacionado con las aguas. En algunas
leyendas, ella viene a ser la madre de Inti y Mama Quilla con Viracocha.
Se describe a Mama Cocha como una diosa de gran belleza, pálida y joven quien estaba casada con
Viracocha. Mama Cocha era la diosa que les enseñó a los incas sobre la agricultura y la creación de
caminos, templos y demás, viviendo en el Hanan Pacha.
Mama Cocha es considerada como una de las cuatro madres elementales; entre ellas, se encuentra a Mama
Nina (madre del fuego), Pachamama (Madre tierra) y Mama Wayra (Madre de los vientos). Teniendo como
dato curioso que ella junto a Pachamama y Mama Quilla formen las tres fases de la Luna.
Sus poderes se derivaban del agua, representando al mar y sus respectivas mareas, al igual que los lagos,
fuentes naturales y ríos. Se tenía la creencia de que sus hijos eran los manantiales.
Era considerada una diosa muy importante para los incas, pues esta tenía un rol muy fundamental para la
buena pesca, protegiendo a los pescadores de maremotos, entre otros desastres, y al hacer que las mareas
fueran buenas para la navegación. También cumplía el rol de producir la lluvia para abastecer los cultivos.
Kuychi
Kuychi (también como: K'uychi, Cuychi, Kuyuchi o Cuyuchi) es la personificación del arcoíris. Su figura
tenía múltiples interpretaciones; sin embargo, su presencia estaba mayormente considerada como un mal
presagio, pues estaba asociado con la muerte y las enfermedades.
Al igual que otros dioses andinos, Kuychi es descrito como una entidad ambivalente. La entidad multicolor
fue considerada un símbolo de prosperidad, así como también, fue vinculada con la aparición de
enfermedades y el mal augurio.
Supay
Supay era tanto el dios de la muerte como el gobernante del Uku
Pacha, así como una raza de demonios. Supay es colocado
comúnmente como la personificación de toda la maldad. Sin embargo,
Supay era un dios ambivalente, podía ser considerado tanto malo como
bueno.
Kon
Kon (también conocido como: Wakon) era el dios del viento y la lluvia. Se menciona que vino desde el
Norte, apareciendo por primera vez en el mar. Kon era originalmente una deidad de la costa peruana,
específicamente de la cultura Paracas y Nazca, los incas más tarde lo incluirían a su panteón.
Este dios era liviano, puesto que carecía de huesos y carne. Pese a lo anterior, tenía forma humana. Kon era
representado como un ser con rostro de felino, aunque se cree que usaba máscaras felínicas. Debido a estas
características, este dios es conocido como "el felino volador". En muchas de sus representaciones Kon
portaba cabezas trofeo y un báculo. Debido a sus prominentes ojos, también es conocido como el "dios
oculado". En algunos huacos y cerámicas, Kon era descrito también como un hombre con rasgos de ave.
Cuenta una leyenda que Kon era un dios creador y que habría creado la primera generación de humanos
que poblaron la Tierra. Sin embargo, estos se olvidarían pronto de él, esto desató la furia de Kon
castigándolos con la ausencia de la lluvia e hizo que las fértiles tierras se conviertan en extensos desiertos
costeros. Kon solo les proveyó de algunos ríos para que puedan con mucho esfuerzo trabajar honradamente
y subsistir.
Pasaría un tiempo en el que otro dios conocido como Pachacámac, cuyo nombre significa "alma de Tierra"
o "el que anima el mundo/universo" llega a la Tierra. Este se enfrentó a Kon en una batalla larga y
encarnizada, en la cual Kon acabaría siendo derrotado y desterrado por el victorioso Pachacámac.
Amaru era una deidad serpiente o dragón a menudo representada como una serpiente
alada, con ojos cristalinos, hocico rojizo, cabeza de llama, cuernos de taruka y cola de pez.
Dependiendo de las variaciones del Amaru, ya sea en las diversas características animales,
nombres o tonalidad de su piel según cuenta la leyenda, siempre estuvo presente la forma
ofídica del Amaru. En la mitología inca, el Amaru era símbolo de sabiduría, por lo que se
colocaba la imagen de dicho ser totémico en los niños de las Casas del Saber
“Yachaywasikuna”. El Amaru está asociado a la economía del agua, que riega las tierras
agrícolas, simbolizando la vitalidad del agua que permite la existencia del pueblo aimara.
Así la deidad Amaru simboliza el agua que corre por los canales de riego, ríos y
manantiales y que hace posible que las semillas del cultivo se transformen en hortalizas. El
Amaru es un ser mítico que también está relacionado con el inframundo, la tierra y los
terremotos. A pesar de que los Amarus son deidades benefactoras, los Amarus suelen tener
un comportamiento hostil hacia los humanos.
Apu era un dios o espíritu de las montañas. Todas las montañas importantes tienen su
propio Apu, y algunas de ellas reciben sacrificios para resaltar ciertos aspectos de su ser. A
algunas rocas y cuevas también se les atribuye el mérito de tener su propio Apu.12 Los
principales ‘Apus’ incas eran los de Salkantay y Ausangate.
Los Auquis asumían la vigilancia de cada poblado.
Axo Mama (también conocida como: Acsumama o Ajomama) su nombre proviene del
quechua y significa "madre de las papas". Axo Mama es la diosa de las papas en la
mitología incaica. Es una de las hijas de Pachamama, la madre Tierra. Las papas forman
una parte vital del suministro de alimentos de los incas, y la mayoría de las aldeas tendrían
una papa de forma particular para adorar y pedir una buena cosecha.
Cahuillaca era una diosa virgen mencionada en el manuscrito de Huarochirí. Se dice que
ella comió una fruta, que en realidad se encontraba con el simiente del dios Cuniraya. Esto
provocó que la diosa quedase encinta. Cuando Cahuillaca dio a luz, hizo una reunión con
los dioses de la región y exigió que el padre diera un paso al frente. Nadie lo hizo, así que
puso al bebé en el suelo y este se arrastró hacia Cuniraya. Cahuillaca despreciaba a
Cuniraya y, al enterarse de que él era el padre, se avergonzó tanto que corrió hacia las
costas del Perú. Más concretamente, Cahuillaca tenía al mar como lugar de destino. Ya en
dicho lugar, ella se transformó a sí misma y a su hijo en islas, que actualmente se conocen
como las Islas Pachacámac.
Catequil (también conocido como: Apocatequil o Apu Catequil) era el dios pre-inca del rayo,
el día y el bien. Su culto se extendió desde Quito hasta el Cusco. Variante regional del dios
Illapa.
Chaupiñamca (también como: Chawpi Ñamka) es una divinidad considerada la contraparte
femenina del dios Pariacaca. Al igual que este último, Chaupiñamca tenía cinco hermanas,
siendo ella la mayor de las hermanas Ñamca. Es representada como una piedra yerta de
cinco alas.
Chuquisuso y Capyama eran diosas guardianas de las bocatomas de las acequias que
regaban las tierras de cultivo, o como Manañamca vigilante de las lagunas.
Coyllur es una divinidad celeste, cuyo nombre proviene del quechua y significa literalmente
"estrella". Coyllur es la diosa de todas las estrellas dentro del panteón incaico.
Cuniraya Huiracocha (también conocido como: Cuniraya) era el fruto de la fusión o
sincretismo entre una huaca local y el dios creador Huiracocha. Al igual que otros dioses y/o
huacas, este dios se hallaba prendado de una hermosa diosa llamada Cahuillaca. En aquel
momento, Cahuillaca era una diosa virgen; no obstante, el sagaz Cuniraya insertó su
simiente en una fruta y la dejó caer cerca de la anhelada doncella. Al ver la apetitosa fruta,
Cahuillaca comió la fruta y quedó encinta.
Copacati (también conocida como: Kopacati o Kopakati) era la diosa pre-inca de los lagos y
la lluvia.
Ekeko era un dios del hogar y la riqueza. Los antiguos hacían muñecos que lo
representaban y colocaban una versión en miniatura de sus deseos en el muñeco; se creía
que esto hacía que el usuario recibiera lo que deseaba.
Huamancantac (también conocido como: Guamancantac) era el dios costero del guano. A
raíz de esto, él era comúnmente llamado como el "señor del guano". Estaba asociado a las
aves guaneras y, a su vez, era representado como un ídolo o huaca. Las poblaciones
costeras le rendían culto con el propósito de que la deidad les permitiese extraer el guano
para su uso en la agricultura y la pesca.
Huallallo Carhuincho (también conocido como: Wallallo, Wallallu Karwinchu o Qalalu
Karwancho) era el dios del fuego, los volcanes y la sequedad de los pueblos yungas, más
concretamente, de los Huancas. Huallallo es considerado el némesis y/o deidad antagónica
de Pariacaca, el dios del agua, los vientos y las lluvias torrenciales.
Huari (también conocido como: Guari) era el dios principal de la cultura chavín. Tiempo
después de la caída de los Chavín, la etnia Huari continuó rindiendo culto a esta deidad a
tal grado de establecerlo como su dios creador y principal. Para ellos, Huari fue el dios
gigante del Sol, el agua y la agricultura.
Huaytapallana era un dios que tuvo un rol importante durante las épocas de sequía. En
otras leyendas, Huaytapallana era una mujer de cautivadora belleza, ella era la hija de
Huallallo Carhuincho. Huaytapallana se enamoró del joven Amaru, el hijo de Pariacaca.
Ambos padres tenían una enemistad mutua antes de este evento, enemistad que le llevó a
Huallallo matar a Amaru. Pariacaca, entristecido por la muerte de su hijo, envió una
poderosa inundación que ahogó a Huaytapallana. Ambos dioses, ya muy encolerizados,
tuvieron un violento combate que arrasó con todo lo que había a su paso. Cuando la batalla
terminó, Pariacaca fue el vencedor. El derrotado Huallallo, muy enojado, se convirtió en
devorador de hombres, pues este culpa a estos de su miseria. Huiracocha, viendo estas
atrocidades, castigó a Huallallo y a Pariacaca por sus crueldades convirtiéndolos a ambos
en enormes nevados.
Hurkaway era una divinidad ctónica que representaba todo lo que estaba bajo la Tierra. Se
la representaba como una serpiente guardiana que asechaba en el Uku Pacha. Otra
representación que tiene Hurkaway es la de una mujer con características de serpiente. Se
cree que esta divinidad es en realidad Urcaguary, la divinidad inca de los metales y los
tesoros.
Kolash fue el dios de las aves y sus trinos. Kolash nació como un pájaro para después
convertirse en humano, similar al dios Pariacaca. Kolash expresa la esencia de todas las
cosas.
Mallko era conocido como el primer hijo del dios Sol (Huiracocha o Inti) en el mito de
Vichama. Esto establecía a Mallko como hermano de Vichama y medio hermano de
Pachacámac y Kon. Cuando Pachacámac despedaza su cuerpo para crear los alimentos,
de los restos del ombligo y cordón umbilical de Mallko, el dios Sol crea otro nuevo niño.
Este nuevo niño sería conocido como Vichama. En otras representaciones, Mallko era el
dios inca de la ley.
Mallku (espíritus de las montañas) era una deidad que representa el espíritu y la fuerza de
las montañas.
Mama Allpa era una diosa de la fertilidad representada con múltiples senos.
Mamacoca era la diosa de las hojas de coca, la felicidad y el bienestar.
Mama Nina (Madre del Fuego) era la diosa de la luz, el fuego, los volcanes.
Mama Quinoa era la diosa de los granos de quinoa.
Mama Rayhuana era diosa de la flora y fauna, fuente de energía y fecundidad. Asimismo,
bajo la protección de esta diosa se hallaban vastos territorios cultivados de papa, maíz,
ollucos, mashua y quinua.
Mama Sara (también como: Sara Mama) su nombre proviene del quechua y se traduce
como "madre del maíz". Mama Sara era la diosa del grano. Se la asociaba con el maíz que
crecía en múltiplos, los cuales son casos particulares. Estas peculiares plantas a veces iban
vestidas como muñecas de Mama Sara. También se la asoció con los sauces.
Kuka Manka (constelación de la copa de la coca) era una constelación que cuidaba de las
hierbas mágicas.
Sara Manka (constelación de la copa de maíz) era una constelación que cuidaba de los
alimentos vegetales.
Mama Wayra (Madre de los Vientos) era la diosa del aire y del viento, protectora de las
aves. Era considerada como una diosa purificadora.
Manañamca era una divinidad maligna femenina, consorte de Huallallo Carhuincho. Al igual
que su pareja, Manañamca se dispuso a enfrentar a Pariacaca; no obstante, este último la
derrota y la arroja hacia el mar.
Mirahuato y Llacsahuato eran diosas hermanas de la diosa Chaupiñamca. Al igual que las
otras, ambas diosas estaban asociadas a la fertilidad y la alimentación.
Pariacaca (en ortografía moderna quechua: Parya Qaqa) era el dios del agua en la mitología
preincaica, proveniente de la etnia de los Yauyos para ser más precisos. Era un dios de las
tormentas y considerado un dios creador. Nació halcón al igual que sus cinco hermanos
para luego convertirse en Kolash (humano proveniente del nido). Posteriormente, fue
adoptado por los incas a su panteón. Pariacaca es considerado variante regional del dios
Illapa.
Paricia era un dios que envió una inundación para matar a los humanos que no lo
respetaban adecuadamente. Posiblemente otro nombre para Pariacaca.
Pikiru (también conocido como: Piguerao) era el dios de la noche y el mal. Él, junto a su
hermano Catequil, fueron dioses gemelos tutelares.
Pusikaqcha (también como: Pusikajcha, Pusikakcha o Pusicakha) fue un antiguo dios
creador venerado por los diversos pueblos aimaras ubicados en el altiplano. Posiblemente,
el dios Pusikaqcha era un equivalente y/o nombre alterno de los dioses Huiracocha e Illapa.
Qhaxra-kamayuq fue una deidad guardiana que se esforzaba por evitar que los ladrones
entraran en la casa.
Qhoa (también conocido como: Chuqui Chinchay) era un dios cuya forma era la de un
colosal felino quimérico, es decir, reunía múltiples atributos de otros animales. Esta
divinidad encarna diversos astros y fenómenos atmosféricos.
Rímac y Chaclla fueron dos dioses hermanos quienes se inmolaron para acabar con una
sequía que azotaba la costa en la antigüedad. Rímac se convirtió en un río y Chaclla se
volvió la lluvia.
Rucanacoto (también conocido como: Runacoto) es una divinidad asociada a la virilidad
masculina, pues a él acudían las personas con el miembro viril corto con el propósito de que
la divinidad se los hiciera crecer.
Temenduare y Arikute fueron dioses hermanos que, con sus enfrentamientos, originaron un
diluvio. Esto a raíz de conjurar a un ser bestial provisto de cien patas de agua. Se piensa
que Temenduare y Arikute son otros nombres de los dioses Vichama y Mallko.
Tunupa era una deidad altiplánica. Según los mitos del Collasuyo, Tunupa puso orden en el
mundo y muchas veces se le confunde con Ticsi Huiracocha. Tunupa estaba acompañado
de Tarapacá y Taguapacá, quienes le ayudaban a ordenar el mundo, se le identificaba con
los volcanes y los rayos, a los cuales él gobernaba. También tenía poder sobre el agua y
ordenaba los aluviones.
Tulumanya (también conocido como: Turumanyay) fue el primer arcoíris (arcoíris de los
antiguos), de cuyo pecho nace el Amaru por orden del dios Huiracocha.
Urcaguary (también como: Urcaguari o Urkawari) era la divinidad ctónica de los metales, las
joyas y otros objetos subterráneos de gran valor. Su género es ambiguo, por lo que
Urcaguary puede ser tanto una divinidad femenina o masculina. Se cree que Urcaguary vive
debajo de las montañas, es decir, en lugares que componen al Uku Pacha. Son
precisamente estos lugares donde esta divinidad reside, protegiendo abundantes tesoros y
piedras preciosas de gente malvada y codiciosa que ose robárselos. Se le representaba
con cuerpo de serpiente y cabeza de taruka. Su cola de serpiente estaba provista de
cuantiosas cadenas de oro y piedras preciosas. Se cree que su cabeza de taruka se debe a
su forma de pensar.
Urpihuachac (también como: Urpayhuachac, Urpi Wachaq o Urpihuachay) era la diosa
creadora de los peces y las aves. Es descrita como una mujer con rasgos de ave y pez.
Originalmente pertenecía a la cultura chincha y más tarde, adoptada por los incas a su
panteón como la esposa del dios Pachacámac en algunas leyendas.
Urcuchillay era el dios inca del ganado y los animales. Era venerado principalmente por los
pastores incas. Esto a raíz de que, gracias a esta deidad, los animales eran resguardados y
se ampliaba la multiplicación de los mismos. Respecto a su representación, Urcuchillay
estaba identificado con la constelación de Lira. Asimismo, Urcuchillay también es
representado como una llama de múltiples colores.
Vichama (también conocido como: Wichama, Villama o Atipa) era el hijo del dios Sol
(Huiracocha o Inti) en el mito de Vichama. Esto establecía a Vichama como hermano de
Mallko y medio hermano de Pachacámac y Kon. Vichama fue creado por el dios Sol a partir
de los restos del ombligo y cordón umbilical de su hermano Mallko, el cual fue despedazado
por la furia de Pachacámac. En dicho mito, Vichama es una divinidad vinculada con la
muerte, la venganza, y en menor medida, con la guerra.
Wasikamayuq era el dios tutelar del hogar. Wasikamayuq era apoyado por otras deidades
como el Qhaxra-kamayuq, ambos aseguraban la seguridad en los hogares.
Yana Raman (también conocido como: Libiac Cancharco, Libiac Binac Vilca o simplemente
Libiac) era un dios pre-inca del rayo. Considerado el creador por la etnia de los Yaros o
Llacuaces. Una vez los Yaros fueron anexados por los Incas al Tahuantinsuyo, su divinidad
principal pasó a reconvertirse en el dios Illapa.
Yanañamca y Tutañamca son los dioses gemelos de la oscuridad y la noche. Reinaban el
mundo al principio de los tiempos, antes de que los dioses se ocuparan de la Tierra.
Huiracocha envía a Huallallo Carhuincho, dios del fuego, para que los venza y, a la vez,
ilumine la Tierra, aunque este último se quedara aprovechándose de ella y devorándose a
sus fieles.
Creencias importantes
Mama Ocllo era hermana y esposa de Manco Cápac. Se pensaba que les había enseñado
a los incas el arte de hilar.
Las mamaconas eran similares a las monjas y vivían en los santuarios de los templos
(Acllahuasi). Dedicaron su vida a Inti, sirvieron al Inca y a los sacerdotes. Las jóvenes de la
nobleza o de excepcional belleza eran formadas durante cuatro años como acllas y luego
tenían la opción de convertirse en mamaconas o casarse con nobles incas. Son
comparables a las vírgenes vestales romanas, aunque la sociedad inca no valoraba la
virginidad como una virtud como lo han hecho las sociedades occidentales a lo largo de la
historia.
Un Pachacuti es un evento que trae un nuevo orden al mundo y/o universo por medio del
caos. Este fenómeno también posee varias connotaciones, siendo el exponente más ilustre
el Unu Pachacútec. Este último reza de una gran inundación enviada por Viracocha para
destruir a los gigantes que construyeron Tiwanaku.
Un huaca era un objeto sagrado tal como una montaña o una momia.
El culto a los antepasados ha sido un elemento básico de la sociedad andina antes, durante
y después del Imperio inca.13 Las comunidades tradicionales de los Andes se conocen
como ayllu, que son clanes familiares que tienen sus orígenes en un ancestro común. Una
forma de culto a los antepasados practicada por los incas era la momificación y el respeto a
los restos de sus familiares fallecidos. A estas momias se les proporcionaba comida, bebida,
ropa y artículos de valor, se las consideraba vínculos con la familia y los dioses y se les
consultaba cuando la familia necesitaba un consejo espiritual.14 La panaca era una familia
formada por todos los descendientes del Sapa Inca quedando excluido de esta familia
únicamente el hijo y el heredero. La razón de esto es que el Auqui, príncipe heredero, forma
su propia panaca. Una de las principales funciones de la panaca era mantener la momia y
la memoria de los difuntos Sapa Incas.
Lugares sagrados
El templo más importante del Imperio inca fue conocido como Coricancha ("El Templo Dorado" en
quechua) el cual estaba ubicado en el corazón del Cusco inca y según la leyenda fue construido por Manco
Cápac como un lugar de culto para la deidad principal del Inca, el dios Inti. Durante el reinado de
Pachacútec, este templo albergó las riquezas del Imperio inca, tales como oro, importantes artefactos
religiosos y efigies doradas de importantes deidades incas.15 El Coricancha está en el corazón de Cusco y
es el punto de convergencia de los 41 caminos que salen de Cusco hacia el resto del imperio, con un
sistema llamado ceque, que cumplió una función política, religiosa y administrativa en el Imperio inca. El
Coricancha fue escenario de importantes ceremonias religiosas, como durante el Inti Raymi en el que luego
de una procesión por el Cusco, el Sapa Inca ingresaba al Coricancha. En el templo, espejos cóncavos
enfocaban los rayos del Sol para encender un fuego para el sacrificio de llamas y en determinadas
circunstancias niños, para complacer y rendir tributo a los dioses. El Coricancha también funcionó como
observatorio para los incas, ya que se alineaba con el Sol en días importantes del año como solsticios y
equinoccios, alineando los cielos y la tierra, tema importante en las creencias y religión de los incas. El uso
de Coricancha como observatorio también fue útil para comprender en qué momento del año estaban los
incas y qué alimentos estarían disponibles durante todo el año.16
Símbolos incaicos
Chakana (o Cruz Inca, Tsakana en quechua ancashino)
es, según algunos autores modernos, la cruz de tres
pasos equivalente simbólica de lo que se conoce en
otras mitologías como el Árbol de la vida, el Árbol del
mundo, etc. A través de un eje central, un chamán viaja
en trance al plano inferior o Inframundo y los niveles
superiores habitados por los dioses superiores para
indagar en las causas de la desgracia en el plano
terrestre. La serpiente, el puma y el cóndor son
representantes totémicos de los tres niveles. El
supuesto significado del símbolo chakana no está
respaldado por la literatura académica.
Inti es el dios Sol inca que se convirtió en la deidad Chakana.
principal del Imperio. El símbolo de Inti está
representado en la bandera de Argentina, el escudo de
armas del Ecuador, la bandera de Uruguay y la bandera histórica de Perú. El Sol tiene una
clara importancia para la civilización inca, puesto que incluso se puede ver en la
arquitectura del imperio. Los ushnus, eran edificios donde los principales soldados se
comprometían a ser leales al liderazgo de los incas, y estos edificios tienen una profunda
conexión con el Sol. La evidencia del simbolismo del dios Sol antes de la conquista inca se
puede encontrar representada en la Puerta del Sol construida por la cultura Tiwanaku.
Despliegue y expansión
La mitología sirvió para muchos propósitos dentro del Imperio
inca. La mitología podría utilizarse a menudo para explicar los
fenómenos naturales o para dar a los numerosos habitantes del
imperio una forma de pensar sobre el mundo. Por ejemplo, hay un
mito de origen bien conocido que describe cómo comenzó el
Imperio inca en su centro en Cusco. En este mito de origen, cuatro
hombres y mujeres emergieron de una cueva cerca de Cusco, y
comenzaron a asentarse dentro del Valle del Cusco, para gran
disgusto del pueblo Hualla que ya había estado habitando la
Durante el Gobierno Revolucionario de
tierra.17 Los Hualla se subsistían del cultivo de coca y ajíes, que
la Fuerza Armada, el gobierno hizo
referencia a los mitos incas sobre la los incas asociaban con los pueblos del Amazonas y que eran
Pachamama, figura de la Madre Tierra percibidos como inferiores y salvajes.17 Los Inca se enfrentó a la
Inca, para justificar los programas de batalla con los Hualla, luchando con bastante crueldad, y
distribución de tierras finalmente los incas salieron victoriosos. El mito alega que estos
primeros pueblos incas plantarían maíz, un pilar de la dieta inca, en
el lugar donde derrotaron brutalmente a los Hualla.17 Por lo tanto,
continúa el mito, el Inca llegó a gobernar todo el Valle del Cusco, antes de finalmente conquistar gran parte
del mundo andino.17
Al crear este mito, los incas reforzaron su autoridad sobre el imperio. En primer lugar, al asociar a los
Hualla con plantas de la selva, el mito del origen del Inca probablemente habría hecho que el oyente
pensara que los Hualla eran primitivos en comparación con los incas. Por lo tanto, la derrota de los Hualla
por parte de los incas y su supuesto desarrollo de la agricultura basada en el maíz, respaldaron la noción de
que los incas eran los administradores legítimos de la tierra, ya que podían hacer que la tierra fuera
productiva y dócil.17 Estos mitos se reforzaron en los numerosos festivales y ritos que se celebraron en
todo el Imperio inca. Por ejemplo, había festivales del maíz que se celebraban anualmente durante la
cosecha. Durante estas fiestas, la élite Inca se celebró junto con el maíz y la principal deidad del Inca,
Inti.17 Como tal, el mito de la siembra de maíz de los incas originales se utilizó para asociar a la élite inca
gobernante con los dioses, así como para representarlos como los portadores de la cosecha. De esta manera,
los mitos del origen de los incas se utilizaron para justificar la posición de élite de los incas dentro de su
vasto y multiétnico imperio. Dentro del Imperio inca, los incas tenían un estatus especial de "incas por
sangre", que les otorgaba importantes privilegios sobre los pueblos no incas.18 La capacidad de los incas
para mantener su posición de élite no fue poca cosa, dado que menos de cincuenta mil incas pudieron
gobernar a millones de pueblos no incas. La mitología fue una forma importante por la cual los incas
pudieron justificar tanto la legitimidad del estado inca como su posición privilegiada con el estado.
El despliegue estratégico de la mitología inca no terminó después de que el imperio inca fuera colonizado
por los españoles. De hecho, la mitología inca se utilizó para resistir y desafiar la autoridad de las
autoridades coloniales españolas. Se utilizaron muchos mitos incas para criticar la codicia desenfrenada del
imperialismo europeo. Hubo asesinatos y violaciones generalizados de mujeres y niños en América del Sur
por parte de los soldados europeos. Por ejemplo, existen mitos entre los indígenas del antiguo imperio inca
que cuentan las historias de extranjeros que llegan a los Andes y destruyen objetos valiosos.19 Uno de esos
mitos es el cuento de Atoqhuarco entre los quechuas, que describe cómo una mujer indígena es destruida en
un acto de rebelión contra un extranjero lascivo que, a su vez, finalmente se transforma en un zorro
depredador.19 Las poderosas instituciones coloniales también son criticadas en algunos de estos mitos, y la
Iglesia Católica es frecuentemente criticada. Por ejemplo, la historia del sacerdote y el sacristán destaca la
hipocresía y la naturaleza abusiva de un sacerdote católico y su trato insensible hacia sus feligreses
indígenas.19 Como tal, estos mitos muestran que la mitología inca fue estratégicamente desplegada para
subvertir y rebelarse contra el dominio español en el antiguo Imperio inca.
La mitología incaica sigue siendo una fuerza poderosa en las comunidades andinas contemporáneas.
Después de que las naciones que alguna vez fueron parte del Imperio inca obtuvieron su independencia de
España, muchas de estas naciones lucharon por encontrar un mito de origen adecuado para respaldar la
legitimidad de su estado.20 A principios del siglo xx, hubo un resurgimiento del interés por la herencia
indígena de estas nuevas naciones. Si bien estas referencias a la mitología inca pueden ser más evidentes,
como la presencia de Inti en la bandera argentina, otras referencias a la mitología inca pueden ser más
sutiles.21 Por ejemplo, a fines del siglo xx el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada hizo
referencia a los mitos incas sobre la Pachamama, figura de la Madre Tierra inca, para justificar sus
programas de distribución de tierras.20 Además, los gobiernos modernos continúan haciendo referencia al
antiguo Imperio inca para respaldar sus reclamos de legitimidad, hasta el punto de que existen celebraciones
de rituales financiados por el municipio que hacen referencia a la mitología inca, especialmente en Cusco y
sus alrededores.20 El poder de la mitología inca resuena en la política contemporánea, con políticos
haciendo referencias a la mitología e imágenes incas.22 Si bien el Imperio inca puede haber dejado de
existir hace cientos de años, su vibrante mitología continúa influyendo en la vida en toda América andina en
la actualidad.
Llamas
Las llamas fueron importantes para la economía del Imperio inca, podían usarse para lana, transporte de
mercancías y alimentos. También jugaron un papel importante en la vida religiosa de los incas, siendo un
valioso sacrificio para los dioses y utilizados en importantes ceremonias religiosas como ofrendas.23
Urcuchillay era un dios adorado por los incas, en particular por los pastores de llamas. Se creía que
Urcuchillay protegía y vigilaba a las llamas de la Tierra. Las obras de arte de llamas creadas por los incas
muestran una mayor reverencia hacia las llamas, un ejemplo de esto es una representación de una llama
construida con oro puro, un material extremadamente valioso para los incas debido a su significado
religioso, ya que se consideraba el sudor del Inti.24
Pumas
Para los incas, el puma era un animal de carácter sagrado y primordial en la vida religiosa. Los incas creían
que el puma representaba el poder y la fuerza, así como la paciencia y la sabiduría. La capital inca, Cusco,
tomó la forma de un puma, con la enorme ciudadela de Sacsayhuamán representando la cabeza del
puma.25 El sitio de Kenko al norte de Cusco contiene monolitos y estructuras alineadas astronómicamente,
que en ciertos días crean efectos de luz y sombra. En el amanecer del solsticio de junio, la luz pasa a través
de una fisura cuidadosamente diseñada alineada para iluminar primero a uno de los gnómones y luego al
otro, y ambos proyectan sombras que crean una imagen. El resultado se conoce como "el despertar del
puma".26 El puma también está asociado con la riqueza y la prosperidad. El Manuscrito de Huarochirí
menciona cómo era una práctica de los incas usar pieles de puma para mostrar su riqueza.27
Perros
Los incas criaban perros para cazar y hurgar en la basura,
pero rara vez con fines religiosos. No obstante, el pueblo
Huanca tenía una base mucho más religiosa para el consumo
de carne de perro. Dentro de la mitología incaica, Huallallo
Carhuincho, el antiguo dios principal del pueblo Huanca, se
representaba alimentándose únicamente de perro después de
que este fuese derrotado por otro dios, Pariacaca, en una
batalla que duró tres días y tres noches.28 En algunas partes
de América del Sur, a los Huanca se les conoce como "los
Huanca come perros". Este comportamiento de comer perro
fue menospreciado en otras partes del imperio.29 El perro en la mitología andina es
considerado capaz de ver el alma de los
También existe una ciudad llamada Alqullaqta, o "Pueblo de muertos, especialmente los perros negros.
A veces se creía que los perros podían moverse entre la vida y la muerte y también ver el alma de los
muertos. Además, el Inca creía que las almas muertas infelices podían visitar a las personas en forma de
perros negros. Se informó que el pueblo aimara de Bolivia creía que los perros estaban asociados con la
muerte y el incesto. Creían que los que mueren deben cruzar un océano hacia el más allá en el oído o en la
nariz de un perro negro. Además, algunas fuentes informan que las mujeres que duermen solas por la noche
pueden quedar embarazadas por fantasmas que producirían un bebé con patas de perro.29
Osos
A pesar de que solo hay una especie de oso en América del Sur (el oso de anteojos, Tremarctos ornatus), la
historia de la esposa y los hijos del oso es una historia destacada entre los incas.29 El pueblo andino creía
que los osos representaban los hábitos sexuales de hombres y mujeres y se advirtió a las niñas de la
“violación de los osos”. Esta historia detalla a un oso que se disfraza de hombre que somete a una niña y la
lleva a su cueva donde la alimenta y la cuida. Poco después, descubre a dos niños mitad oso mitad
humanos. Con la ayuda de los niños, los tres pueden escapar de la cueva y regresar a la sociedad humana.
Los niños oso se entregan al sacerdote de la ciudad que intenta matar a los cachorros varias veces
(arrojándolos de los edificios, enviándolos a la naturaleza, enviándolos a los oficiales de combate), pero solo
es capaz de hacer que maten al niño oso más joven.29 El oso mayor supera las pruebas y es enviado a
luchar contra un alma condenada, a la que derrota y salva de la condenación. El alma le da al oso su
propiedad y riqueza y el hombre oso ahora completamente desarrollado deja la sociedad humana como una
paloma blanca. Este cuento podría interpretarse como la difícil historia de un nativo americano contra la
sociedad hispana en la que se encuentran, lo que se vuelve más creíble a medida que este folclore se vuelve
más prominente después de la conquista española.29
Además de esta historia, se cree que los seres mitad oso mitad humanos llamados Ukuku son los únicos que
pueden traer hielo desde la cima de las montañas, ya que tienen la inteligencia de los hombres pero la fuerza
de los osos. Los payasos Ukuku se pueden ver en las celebraciones del Corpus Christi de Cuzco donde
peregrinan a un glaciar cercano y pasan la noche en el hielo como iniciación a la virilidad.30
Zorros
El zorro generalmente no tenía una buena reputación
entre los incas o la gente de los Andes y era visto como
un presagio. Los sacrificios a los dioses incluían una
variedad de bienes y animales, incluidos los humanos,
pero nunca se vio que incluyeran zorros. La mitología
inca contiene referencias a dioses engañados por
zorros. En un encuentro, la deidad Cuniraya Viracocha
se enfureció con un zorro y dijo: "En cuanto a ti,
incluso cuando te escondes y mantienes las distancias,
la gente te despreciará por completo y dirá "¡Ese zorro
es un ladrón!" Cuando te maten, te tirarán
En la mitología incaica el zorro es considerado un
descuidadamente a ti y a tu piel también”.31 En otras
animal ladrón y mentiroso. narraciones, se dice que el zorro trató de robar la Luna,
pero la Luna abrazó al zorro, lo que resultó en manchas
en la Luna. Finalmente, el zorro todavía juega un papel
en la sociedad andina actual donde el aullido de un zorro en el mes de agosto se percibe como un signo de
buena suerte.29
Los incas tenían nombres indígenas para constelaciones, así como nubes interestelares (nebulosas oscuras)
visibles desde el hemisferio sur. El zorro (Atuq en quechua) es el nombre de una nebulosa oscura en la Vía
Láctea, y las narrativas andinas, incluidas las incas, pueden referirse a las nebulosas oscuras en lugar del
animal.
Cuyes
Tradicionalmente considerado como una de las comidas preferidas de los dioses, el cuy (Cavia porcellus) se
sacrificaba en innumerables ocasiones y de diferentes maneras,32 se sacrificaban cuyes en la ceremonia del
primer corte de cabellos de los niños,33 también en los rituales relacionados con la limpieza de acequias,33
los ritos terapéuticos y los de adivinación.34 35 Los muros de casas recién construidas se rociaban con
sangre de cuyes antes de poner el techo, con el fin de garantizar su solidez.34 Ofrendas de cuyes a
Pachacamac se relatan, cuando un grupo yauyos viene a implorar a la divinidad que le devuelva a su hijo
Llocllayhuancupa, quitado como castigo por haber descuidado a su huaca.35 También se mencionan los
cuyes en el marco del culto a la diosa Mama (o Chaupiñamca), esposa de Pachacamac, y a otras huacas
como Chuquisuso o Macahuisa entre los yauyos.34 Se les sacrificaba abriéndolos con la uña del pulgar,
ahogándolos en un mate de agua mientras se dirigían a la huaca,
luego se les destripaba desde arriba hasta abajo. Se rociaban los
ídolos con su sangre, así como los campos en época de siembra;
parece que parte de los cuerpos luego se enterraban cerca.
Cóndor
El cóndor fue un ave sagrada para los incas quienes creían que
comunicaba el mundo celestial (Hanan Pacha) con el mundo
terrenal (Kay Pacha) y para la cosmovisión inca era el único animal
que podía comunicarse con el mundo de los dioses y las estrellas.36
Una de las figuras más importantes en las creencias andinas preincaicas es la deidad creadora Viracocha,
quien incluso durante la época incaica fue una de las deidades más importantes del panteón incaico y vista
como el creador de todas las cosas, o la sustancia de la cual todas las cosas son creados, e íntimamente
asociado con el mar.39 En la iconografía andina preincaica, Viracocha toma la forma de un Dios de los
báculos, caracterizado por figuras de frente que sostienen objetos verticales que se denominan dos
"báculos". Como deidad principal, Viracocha era el dios creador y sirvió como el ícono religioso principal
de todos los Andes peruanos, particularmente durante el Horizonte Temprano (900-200 a. C.) en
adelante.40
Véase también
Dios del Trueno Mito de la creación
Andes
Dios de los báculos Mitología de la Amazonía
Chacana del Perú
Diosa madre
Calendario inca Música incaica
Historia de Argentina
Civilización inca Pacha (cosmovisión)
Historia del Perú
Cultura inca Pishtaco
Imperio incaico
Dios creador Religión incaica
Inca
Dios solar Historia de Bolivia
Leyendas sobre el origen
Deidad lunar del Imperio inca Historia de Chile
Dios del clima Literatura inca Yanantin
Algunos dioses incas y preincas:
Huiracocha Huari
Inti Huallallo Carhuincho
Mama Quilla Hurkaway
Illapa Urcaguary
Mama Cocha Qhoa o Chuqui Chinchay
Mama Nina Amaru
Mama Wayra Apu
Mamacoca Axomama
Kuychi Kon
Pachamama Ka-Ata-Killa
Pachacámac Libiac
Pariacaca Mallku
Apocatequil Mama Allpa
Coyllur Mama Rayhuana
Cuniraya Huiracocha Mama Sara
Chaska Coillur Supay
Urcuchillay Tunupa
Yanañamca y Tutañamca Vichama
Enlaces externos
Los Incas (https://web.archive.org/web/20160205033402/http://jjeca.perublog.net/) por Juan
Candela.
Mitología Andina (http://www.diosesdelperu.blogspot.com) por Arturo Gómez.
Planos Andinos La Cosmovisión Andina aplicada a la arquitectura (https://web.archive.org/w
eb/20161105101708/http://saransig.s5.com/) por Julio Saransig Picuasi.
Mapas temáticos (https://web.archive.org/web/20080611051621/http://www.pais-global.com.
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Predicciones de la caída del Imperio incaico (http://losantiguosperuanos.blogspot.com/2008/
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