Prehistoria en La Comunidad Valenciana

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Prehistoria en la Comunidad Valenciana

La prehistoria en la Comunidad Valenciana hace referencia al


período que comprende desde el Paleolítico (en torno al 350.000
a. C.), con la aparición de los primeros pobladores, hasta la
ocupación de los pueblos colonizadores (griegos, fenicios y
cartagineses; alrededor del 500 a. C.), en el actual territorio de la
Comunidad Valenciana (España).

En torno al año 350.000 a. C. se documenta la presencia de los


primeros pobladores en el actual territorio de la Comunidad
Valenciana, en la Cueva de Bolomor. Sobre el 50.000 a. C. los
neandertales ocuparon la región, llevando una vida completamente
nómada. La Cova Negra representa bien este período. En torno al
Pintura rupestre en el barranco de la
30.000 a. C. los neandertales se extinguieron, siendo la región
Valltorta, Castellón.
levantina uno de los últimos territorios que ocuparon, dando paso
al ser humano anatómicamente moderno. Este cambio supuso una
mejora en la economía y en la tecnología empleada, y el arte hizo sus primeras apariciones. Al contrario que
en otras regiones de la península ibérica, como en la cornisa Cantábrica, donde el arte parietal fue
predominante, en el territorio valenciano el arte paleolítico más común fue el arte mueble, siendo la Cueva
del Parpalló un referente a nivel mundial.

Con la llegada de la agricultura y la ganadería comenzó el Neolítico (5.500 a. C. aprox.), siendo la


Comunidad Valenciana uno de sus primeros testigos. Se introdujo la cerámica, destacando la cerámica
cardial en el Mediterráneo, y se poblaron asentamientos importantes como la Cova de l'Or o el Mas d'Is.
También el arte rupestre se encuentra bien representado, siendo abundante en regiones como la Valltorta o
Pla de Petracos, este último Patrimonio de la Humanidad.

Con el inicio de la Edad de los Metales, el número de asentamientos en el territorio aumentó, y surgieron las
cuevas de enterramiento. Con el inicio de la Edad del Bronce (en torno al 2.000 a. C.) se diferenció una
cultura llamada "Bronce Valenciano", independiente de la cultura argárica proveniente del sur, aunque la
provincia alicantina tomó influencias de ambas. Aunque escasa, surgió la metalurgia, siendo su mayor
exponente el Tesoro de Villena, el segundo conjunto de orfebrería más grande de Europa. Los
asentamientos presentaban amurallamientos, y estaban situados en zonas de difícil acceso. Algunos
asentamientos importantes son los poblados de Cabezo Redondo o Muntanya Asolada.

A finales de la Edad del Bronce, los asentamientos comenzaron a despoblarse progresivamente, aunque
muchos de ellos resurgieron en la Edad del Hierro, período en el que los íberos y las culturas prerromanas
se desarrollaron en el territorio.

Paleolítico

Paleolítico Inferior
Los primeros vestigios de poblamiento humano encontrados en la actual Comunidad Valenciana datan del
Paleolítico Inferior, siendo los más antiguos encontrados hasta ahora los de la Cueva de Bolomor (Tabernes
de Valldigna, Valencia). Se trata de herramientas y huesos de presas datados en torno al 350.000 a. C.
Aunque no sean directamente fósiles humanos, se asocian estrechamente con la actividad de homínidos
anteneandertales.1 ​

Las primeras evidencias de fuego controlado en la Comunidad Valenciana también se documentan en la


Cueva de Bolomor, y datan en torno al 250.000 a. C. Sin embargo, es posible que la presencia humana en
la región date de más tiempo, pues los primeros restos de homínidos en otros lugares de la península ibérica
tienen una antigüedad de 800.000 años, y las primeras evidencias de fuego en Centroeuropa tienen
aproximadamente medio millón de años.2 ​

Paleolítico medio
Se han recuperado restos del hombre de Neandertal
pertenecientes al Paleolítico medio datados entre el 60.000 y el
30.000 a. C. Las evidencias encontradas en los yacimientos
sugieren que eran nómadas, vivían en cavernas, se dedicaban a
la caza y la recolección, y realizaban cultos funerarios
sencillos. Entre las presas que cazaban se encuentran jabalíes,
ciervos, cabras montesas, gamos, o caballos, compitiendo con
otros depredadores como el leopardo, el oso pardo o el lobo,
cuyos restos también se han encontrado en los yacimientos
valencianos.3 ​

Se han hallado multitud de herramientas de piedra de técnica


musteriense. Estos utensilios líticos apenas sufrieron
variaciones en sus características durante el Paleolítico Medio e
Inferior, se cree que no evolucionaron durante 200.000 años.
Sin embargo, los neandertales también utilizaban elementos
orgánicos como lanzas de madera, de los que apenas se tiene
constancia en los yacimientos. No obstante, se cree que estas
herramientas pudieron desempeñar un papel muy importante
para la supervivencia de estos grupos.4 ​

Durante este período el número de yacimientos aumenta a lo Localización de algunos de los


largo de la región, destacando especialmente la Cova Negra yacimientos más importantes del
5
(Játiva), el más importante de este período. ​ ​ Otros6 Paleolítico y Epipaleolítico en la
Comunidad Valenciana.
yacimientos de interés son El Salt (Alcoy), la Cova de Beneito
(Muro de Alcoy) y la Cueva del Cochino7 ​ (Villena),
concentrándose éstos en el sur de la Comunidad.8 ​ En septiembre de 2009 se localizaron en el yacimiento
de la Solana de las Pilillas (Requena) importantes restos de útiles neandertales entre los que se encuentran
raederas, denticulados y perforadores, restos de talla y fragmentos de carbones, en buen estado de
conservación, datados del 50.000 a. C. Este yacimiento es uno de los pocos de este período situados al aire
libre en la Comunidad Valenciana.9 ​
A finales del Paleolítico Medio, alrededor del año 40.000 a. C., se inicia la expansión del hombre de
cromañón (Homo sapiens) por toda Europa, y durante un período aproximado de 10 000 años las dos
especies de homínidos, los neandertales y los cromañones, coexistieron en las mismas regiones. Esta
expansión provocó la extinción de los neandertales en torno al 30.000 a. C., cuya última presencia se
documenta en las regiones sureñas de la península ibérica, incluyendo el territorio valenciano. Al ser la
última región ocupada por los cromañones, el final del Paleolítico Medio se retrasó en comparación con el
norte de la península, debido a la aparición más tardía de la industria ligada a los mismos. Además, en el
territorio valenciano este cambio se produce de forma rápida y radical.10 ​

Paleolítico Superior
Con la llegada de los cromañones (humanos anatómicamente modernos) se inicia el Paleolítico Superior.
Hubo cambios significativos con respecto a los neandertales, como una tecnología y caza más
especializada, poblaciones menos nómadas, la optimización en la gestión de recursos o el desarrollo del
arte. Las condiciones climáticas durante este período fueron muy severas para los pobladores, pues el
planeta atravesó dos glaciaciones, denominadas Würm II y Würm III.11 ​

En primer lugar, la tecnología neandertal fue sustituida por un sistema de talla laminar. Este sistema consistía
en la extracción de láminas a partir de núcleos líticos expresamente preparados para ello. Se tallaba
generalmente sílex, y se confeccionaban útiles como agujas, azagayas, o punzones, además de elementos
decorativos como colgantes a partir de dientes o conchas a los que se les practicaban perforaciones.12 ​

Del mismo modo la caza se especializó. En las llanuras se dedicaban a cazar ciervos, mientras que en las
regiones montañosas cazaban cabras montesas. Esta explotación selectiva para cada tipo de regiones y la
búsqueda de recursos de carácter fijo implicó una movilidad más reducida a nivel grupal. También cazaban
presas de menor tamaño, principalmente el conejo en el territorio valenciano. Esto no significa que los
neandertales no tuvieran la destreza suficiente para cazarlos, pues en los yacimientos se han hallado restos
de conejo con evidentes señas de consumo humano; la principal diferencia radica en la cantidad, pues los
neandertales sólo lo consumían de manera ocasional, mientras que existen yacimientos de asentamientos de
cromañones donde el conejo sobrepasa el 80% de los restos identificados.13 ​

Los yacimientos valencianos hasta el Paleolítico Superior son escasos y están concentrados en el sur de la
comunidad, sobre todo en la región próxima a la actual frontera entre las provincias de Valencia y Alicante.
Entre los yacimientos más importantes de este período se pueden mencionar las cuevas de Parpalló y
Meravelles en Gandía y la Cova de les Rates Penades en Rótova.8 ​

Arte del Paleolítico Superior


Véase también: Arte paleolítico
Durante este período se desarrolla el arte paleolítico en la región levantina. En el Paleolítico Superior, el arte
más conocido y que cuenta con mayor representación en la península ibérica es el arte parietal o rupestre
(pintado en las paredes de las cuevas, como en la cueva de Altamira). En la Comunidad Valenciana existen
varias cuevas donde se puede observar este tipo de arte paleolítico, como lo son la Cova Fosca (Vall de
Ebo), Cova de Reinós (Famorca), Abric d'En Melia (Castellón), y las cuevas de Parpalló y Meravelles
(Gandía).12 ​
Sin embargo, el arte paleolítico predominante en el territorio
valenciano es el arte mueble, es decir, objetos artísticos móviles que se
pueden transportar. La Cova del Parpalló, en Gandía, es un referente a
nivel mundial en este tipo de arte, destacando la gran cantidad de
plaquetas decoradas, y en las que con bastante frecuencia se
encuentran marcas y motivos decorativos en azagayas, punzones o
arpones.14 12
​ ​

Este desarrollo del arte está asociado al aumento de la complejidad de


las sociedades y al crecimiento demográfico, actuando como símbolo Ciervo grabado en un bastón
de identidad, tanto grupal como individual.12 ​ perforado. Ejemplo de arte
mueble.

Epipaleolítico
Durante el Epipaleolítico, o Mesolítico, las condiciones climáticas se suavizaron. Los períodos glaciales del
Paleolítico Superior concluyeron y el planeta entró en la época geológica actual, el Holoceno. Esto provocó
que los bosques comenzaran a expandirse, y que los polos retrocedieran, causando un aumento del nivel del
mar hasta cotas similares a las actuales.15 ​

La mejora en la situación climática aumentó la disponibilidad de recursos, tanto animales como


vegetales.15 ​ Entre los recursos consumidos se encuentran de montaña (cabra montesa, jabalí, conejo),
vegetales (frutas, bayas, raíces), y marinos (pescado, caracoles, bivalvos).16 ​

En este período los asentamientos son de menor duración, debido sobre todo a movimientos estacionales.16
Aumentan los asentamientos cerca de las costas y alrededor de los ríos, así como en marjales y albuferas,
con economías dependientes de los recursos acuáticos. Además, los yacimientos al aire libre son más
frecuentes que en períodos anteriores. Ejemplos de este tipo de asentamiento son la Casa de Lara (Villena)
y Estany Gran (Almenara).17 ​

El utillaje desempeña un papel importante, de hecho, el Epipaleolítico en el territorio valenciano se puede


dividir en dos períodos (denominados complejos), según el tipo de talla predominante.15 ​ El primero de
ellos destaca por la utilización de la talla microlaminar, que sustituyó al hueso en la fabricación de armas.
Sin embargo, en torno al 6.500 a. C. este tipo de talla es sustituida, y comienzan a predominar los elementos
geométricos en las herramientas.16 ​ Sobre la base de los trabajos de Francisco Javier Fortea, este último
complejo se puede subdividir a su vez en tres fases, diferenciándose según la figura geométrica dominante.
La primera fase se caracteriza por la abundancia de trapecios, la segunda por los triángulos, y finalmente la
tercera por elementos geométricos de doble bisel.18 19​ ​

Durante el Epipaleolítico se produjo una expansión importante de asentamientos en la Comunidad


Valenciana, aumentando en gran medida su número (se conocen alrededor de treinta) e incluso surgiendo
algunos dispersos por la provincia de Castellón, donde apenas se registran yacimientos en períodos
anteriores.8 ​ Entre los más importantes se encuentran la Cueva de la Cocina (en Dos Aguas, suroeste de la
provincia de Valencia) y la Cova Fosca (Maestrazgo), aunque también destacan la Cova de Santa Maira
(Castell de Castells), el Tossal de la Roca (Valle de Alcalá), el Abric de les Malladetes (Barx), la Cova dels
Balus (Vall de Uxó) o la Cova Matutano (Villafamés).16 ​ La Cueva de la Cocina destaca por los
numerosos instrumentos de sílex, sobre todo flechas, y por las placas de piedra con dibujos geométricos, y
la Cova Fosca por sus numerosas pinturas rupestres con figuras de pequeño tamaño y de colores oscuros,
que muestran escenas de caza y lucha, mostrando siempre a un grupo de individuos y nunca a uno de ellos
aislado.8 ​

Neolítico
El Neolítico llegó al Levante peninsular en torno al
5.550 a. C., tratándose de uno de los primeros testimonios en la
península ibérica.20 21​ ​ Durante este período se desarrollan
nuevos sistemas de producción y materiales tales como la
cerámica y la piedra pulida. Además, debido a la introducción
de la agricultura y la ganadería suceden cambios en el modo de
alimentación, en el poblamiento y en la organización
territorial.22 ​ En la región situada entre las provincias de
Valencia y Alicante se documentan algunos de los yacimientos Mapa de la difusión de la cerámica cardial
en el Neolítico. Especial importancia en
más importantes de todo el Mediterráneo occidental.23 ​
todo el mediterráneo, incluyendo la
Comunidad Valenciana.
El sistema económico supuso un cambio importante con
respecto al período anterior. Las sociedades cazadoras y
recolectoras son cada vez más escasas en favor de las sociedades sedentarias, debido a la introducción de la
agricultura. Este hecho queda patente con la construcción de grandes cerámicas y silos con el objetivo de
almacenar los excedentes de grano. Las evidencias indican que la agricultura se basaba sobre todo en la
producción de trigo, cebada y leguminosas. Con el Neolítico también surge la ganadería, destacando la
oveja, la cabra y el cerdo como principales especies.24 ​

La característica más destacada de comienzos del Neolítico en toda la


región mediterránea es la aparición de la cerámica, en concreto de la
llamada cerámica cardial. En este tipo de cerámica son características
las decoraciones mediante impresión de conchas de berberecho
(Cardium edule). En la Cova de la Sarsa se han hallado restos
humanos que indican rituales funerarios, cuyos enterramientos vienen
acompañados por cerámicas decoradas de este tipo.25 ​

Sin embargo, esta característica no perduró durante todo el Neolítico.


De hecho, el período se puede dividir en cuatro fases según el tipo de
Cuenco de cerámica cardial cerámica fabricado: entre el 5.600 y el 5.200 a. C. predomina la
hallado en la cueva de La Sarsa, cerámica cardial, siendo la cerámica no cardial la dominante hasta el
en Bocairente. 5.000 a. C.; desde el 5.000 hasta el 4.500 a. C. son características las
cerámicas peinadas, y desde entonces hasta el 3.200 a. C. las cerámicas
lisas.25 ​

Otros materiales de importancia son los fabricados a partir de piedra pulida, como azuelas y hachas, además
de enormes láminas de sílex. La introducción de la agricultura también influyó en la fabricación de
materiales, pues se han hallado cucharas, espátulas, y otros útiles relacionados con esta actividad.24 ​

Los primeros pobladores de este período se asentaron en regiones donde aparentemente no existen
yacimientos epipaleolíticos. La mayoría de los asentamientos conocidos son en cueva, aunque existen
algunos al aire libre de gran importancia, como el Mas d'Is. Los asentamientos se distribuyen en tres focos
principales; uno cerca de la costa, como la Cova del Llop (Gandía), Cova de la Cendra (Teulada), o la Cova
Ampla del Montgó (Jávea); otro más al interior, como la Cova de l'Or, la Cova de la Sarsa, o el Mas d'Is; y
otro en la provincia de Castellón, como la Cova Fosca, la Cova de les Bruixes (Rosell), y las covachas de
Can Ballester (Vall de Uxó), entre otros.25 ​ La Cova de l'Or, en Beniarrés, es un referente del Neolítico
mediterráneo. En ella se han hallado numerosas cerámicas, que mediante la prueba del carbono-14 en restos
de cereales carbonizados, se han datado entre el 5.750 y el 5.050 a. C.17 26
​ ​

Arte rupestre
Véase también: Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica
Véase también: Museo de la Valltorta
En las primeras etapas del Neolítico el arte rupestre, también denominado arte parietal, comenzó a adquirir
una mayor relevancia en todo el territorio levantino.27 ​

Este tipo de arte se puede dividir en tres horizontes. El más antiguo, denominado arte Macroesquemático,
está estrechamente asociado a las primeras poblaciones neolíticas.28 ​ Le sigue el arte Levantino, un tipo de
arte naturalista y narrativo, caracterizado por multitud de escenas de caza. Por último, el arte Esquemático,
que se inicia a finales del Neolítico pero perdura hasta la Edad de los Metales, en el que destaca la
caracterización de humanos y animales mediante líneas muy básicas.27 ​

El arte Macroesquemático se concentra sobre todo en la región comprendida por las sierras de Aitana,
Mariola y Benicadell. Uno de los conjuntos más relevantes, no solo en este tipo de arte, sino del arte
rupestre en general en la península ibérica, es Pla de Petracos, próximo a la localidad de Castell de Castells,
Alicante. Este conjunto es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1998, junto con otros abrigos
importantes de la región levantina. Pla de Petracos posee un gran número de cavidades, cuyas pinturas se
encuentran en buen estado de conservación. Estas representan el modo de vida y las creencias de los
pobladores del Neolítico, caracterizando la agricultura, la ganadería y la utilización del complejo como
santuario religioso, a menudo relacionado con mitos acerca de la fertilidad de las tierras.27 29
​ ​

El arte Levantino se encuentra ampliamente representado, principalmente en los núcleos de Valltorta-


Gasulla y Bicorp.27 ​
Pintura rupestre en Valltorta, Dibujo esquemático de Hugo
próximo a la localidad Obermaier en el que se representa
castellonense de Albocácer. La la Cacería de ciervos de la Cueva
figura representa a un arquero. de los Caballos (Valltorta). Ejemplo
de arte Levantino.30 ​

Dibujo que muestra un combate Cuevas de la Araña, Arte Rupestre


entre arqueros. Morella la Vella, Levantino de Bicorp
Castellón.31 ​

Calcolítico
El Calcolítico/Eneolítico (o Edad del Cobre) valenciano comienza con la llegada de los primeros metales,
tratándose de un período de transición a la Edad del Bronce. En función de los estilos cerámicos puede
dividirse en dos períodos: Eneolítico, desde el 3.900 a. C. hasta el 2.600 a. C., y Calcolítico Campaniforme,
del 2.600 a. C. al 2.100 a. C.33 ​

La caza es una actividad cada vez menos ejercida, aunque todavía existen indicios de su práctica en algunos
yacimientos de este período. Es más común, sin embargo, el cultivo de cereales y legumbres, así como el
aprovechamiento del ganado y de los productos derivados del mismo, como la leche o la lana. Evidencias
de esta expansión agraria son los grandes silos de Niuet y Les Jovades, ambos próximos a la localidad de
Alquería de Aznar.27 ​
La cerámica campaniforme comienza a prosperar. Este tipo de
cerámica se caracteriza por presentar vasos acampanados de
profundidad considerable. Puede observarse la evolución que
presentan las técnicas de decoración de estas cerámicas, desde un estilo
de cerámica cordada (clavando cuerdas o tejidos) y puntillada
(alineaciones geométricas), hasta una cerámica de incisión (realizada
con herramientas punzantes). Otros materiales presentes en este
período son las armas de cobre, tales como puñales de lengüeta y
puntas de Palmela, las cuales son una evidencia de la transición a la
Edad del Bronce.34 ​

El número de poblados se incrementa en gran medida, imperando los


asentamientos al aire libre y a menudo próximos a los ríos. Las casas
de los poblados comienzan a adquirir robustez y consistencia,
habitualmente construidas de barro en combinación con vegetales, y en
ocasiones junto a un zócalo de piedra como base. Estas estructuras
pueden presentar dos formas predominantes: rectangulares o circulares
(u ovaladas). En la Ereta del Pedregal (Navarrés) se pueden observar
multitud de casas rectangulares, mientras que en el asentamiento de Les Yacimientos donde, hasta 1974,
Moreres (Crevillente) abundan las estructuras circulares y ovaladas. se hallaron objetos de la cultura
Este último asentamiento se encuentra además rodeado por una muralla campaniforme.32 ,​ p.69
con baluartes, lo que, junto al aumento de asentamientos en zonas
elevadas (como la Rambla Castellarda, en Liria), evidencia la
preocupación defensiva que comenzaba a prosperar durante este período y que se intensificará durante la
Edad del Bronce.33 ​

Cuevas de enterramiento
Mientras que en el resto de la península ibérica comienza a difundirse el megalitismo, durante en el
Calcolítico valenciano surgen las cuevas de enterramiento. Por lo general, en estas cavidades o grietas
naturales se enterraban colectivamente a los fallecidos, junto con un gran número de enseres y objetos de
adorno. En ocasiones se empleaban para este fin las fosas o los silos utilizados para almacenar grano dentro
del poblado.34 ​

Entre los objetos hallados en las cuevas de enterramiento se encuentran puntas de flecha de sílex, hachas,
azuelas, cerámicas campaniformes (tanto peinadas como lisas), y gran variedad de elementos de adorno,
como colgantes, colmillos, collares o conchas. Además, los objetos de cobre son cada vez más diversos; de
este material se han encontrado cuchillos, puñales, cinceles, o punzones, entre otros elementos.34 ​

En cuanto a los yacimientos, quizá el hallazgo más importante en este tipo de cuevas corresponda a Les
Llometes, en el término municipal de Alcoy.35 ​ En 1884, el arqueólogo y naturalista valenciano Juan
Vilanova i Piera y el ingeniero Enrique Vilaplana Juliá exploraron esta cavidad por vez primera.36 ​Remigio
Vicedo recoge las memorias originales tomadas por los dos exploradores, cuyo trabajo comienza con el
descubrimiento casual de la cavidad por parte de unos trabajadores que se encontraban en la zona:

A primeros de octubre de 1884 y al arrancar una piedra de la superficie en la loma


denominada "Les Llometes", fue descubierta una concavidad que llamó la atención de los que
allí trabajaban por la circunstancia de encontrar en su superficie interior seis esqueletos
humanos, reposando cada cráneo en una olla de barro tan flojo que se deshizo en pedazos al
poco esfuerzo a que se la sometió. Al no encontrar dinero ni medallas, revolvieron el terreno y
se pudo recoger entre tierra y huesos algunas herramientas de cobre puro...
J. Vilanova i Piera, E. Vilaplana Juliá. La gruta de 'Les Llometes' en Alcoy. 1884.36 35
​ ,​ p.41

Durante esta primera exploración se encontraron sobre todo útiles de


piedra (puntas de flecha, cuchillos de sílex, buriles, hachas y azuelas), así
como cráneos de humanos enterrados y materiales de hueso y de cobre, en
menor proporción. Una parte de estos materiales se encuentra en el Museo
Arqueológico Municipal de Alcoy. En 1958 la cueva vuelve a ser
explorada y estudiada, hallándose múltiples enseres (como cuchillos,
hachas, espátulas o puntas de flecha), cerámicas y elementos de adorno
(colgantes y collares), además de 24 cuerpos humanos enterrados.35 34​ ​ El prehistoriador valenciano
Juan Vilanova i Piera.
En algunas cuevas levantinas se han encontrado los llamados "ídolos
oculados". Se trata de representaciones humanas sencillas practicadas en
los huesos de los individuos enterrados, con dos patrones circulares que simbolizan los ojos.37 ​El caso más
significativo es el de la Cova de la Pastora, también en Alcoy, donde se encontró uno de los conjuntos más
amplios de estos elementos, además de setenta y cinco cuerpos inhumados.34 ​

Otros yacimientos de importancia son la Cova Santa (Vallada), donde se hallaron nueve cuerpos
inhumados, o la Cova dels Gats (Alcira), ambos con abundantes cerámicas y objetos de adorno.34 ​

Edad del Bronce


Con la introducción del bronce para la fabricación de herramientas se inicia la Edad homónima. La
agricultura se desarrolla, los asentamientos son cada vez más complejos, y las sociedades comienzan a
jerarquizarse. La cerámica es el material más abundante, aunque también son significativos los útiles de
piedra y hueso. Surge la metalurgia, siendo el rasgo distintivo principal de este período, y se inicia
tímidamente la producción textil. Los asentamientos se localizan por lo general en zonas elevadas y
presentan murallas de piedra.

Su datación es objeto de discusión, aunque por lo general todos los autores aceptan que su duración es de
un milenio. En cambio, según qué autores su inicio puede oscilar, siendo lo más aceptado su comienzo en
torno al 2.200 a. C. y su finalización alrededor del 1.000 a. C.38 ​ Dentro de este período se ha definido el
Bronce Valenciano (2.200 a. C. - 1.500 a. C.)39 ​ y el Bronce Tardío (1.500 a. C. - 1.000 a. C.).40 38 ​ ​
Además, como las fronteras entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro se muestran en cierto modo
difuminadas, se ha definido el Bronce Final (1.000 a. C. - 800 a. C. aproximadamente) como una etapa de
transición.41 ​

Bronce Valenciano
Miquel Tarradell identificó el Bronce Valenciano en la década de 1960
como una cultura propia de la región valenciana, e independiente de la «Estamos ante una
civilización que tendió al
cultura argárica proveniente de Almería.43 42
​ ​ Las características que estancamiento, que no se
diferencian al Bronce Valenciano son principalmente la ausencia de renovó, que vivió durante
siglos bajo módulos
parecidos.»
enterramientos bajo las casas, la escasez de elementos metálicos, y la —Miquel Tarradell. La
Cultura del Bronce
inexistencia de algunos objetos cerámicos, tales como copas o
Valenciano, 1969, p.26.42
elementos carenados.

Este concepto continúa vigente en la actualidad, aunque con algunos matices que otros prehistoriadores han
introducido.44 45
​ 46
​ ​ No obstante, aunque el norte y el centro de la Comunidad presenten objetos de la
cultura del Bronce Valenciano, la provincia de Alicante recibe fuertes influencias de la cultura argárica,
hasta el punto de que ciertos materiales son considerados pertenecientes a la misma, como sucede en las
comarcas del Bajo Vinalopó y la Vega Baja del Segura.47 48 ​ ​Del Bronce Tardío se tiene poca información
en la Comunidad Valenciana debido al uso de materiales blandos y poco duraderos, aunque se ha
documentado la existencia de actividad social y comercial.49 ​

La agricultura y la ganadería son las actividades económicas principales. Los cultivos aumentaron su
rendimiento y producción, debido sobre todo a la inclusión de nuevas especies y a la alternancia entre
cereales y legumbres. La introducción del arado permitió una agricultura extensiva de secano. En cuanto a
la ganadería, esta se basaba en la cría de cabras y ovejas, ya que de ellas se puede aprovechar la leche y sus
derivados (queso y yogures), así como la carne y la lana. También se criaban, aunque en menor proporción,
cerdos, caballos, o bueyes, este último también utilizado como animal de tracción para el arado.
Ocasionalmente se cazaban jabalíes y conejos, tanto para aprovechar su carne como para proteger los
cultivos.50 ​

La búsqueda de terrenos para el cultivo y el ganado, junto con el aumento de la población, condujo a una
marcada explotación del territorio. La principal consecuencia de esto fue una deforestación acentuada, ya
que los bosques próximos a las poblaciones eran aprovechados para la construcción y la obtención de leña,
entre otras actividades.51 ​

La cerámica se caracteriza por ser de escasa calidad y por poseer poca o nula decoración. Entre estos
elementos se encuentran cuencos, jarras o queseras. Los rasgos de las cerámicas han permitido identificar
diferencias comarcales, las cuales podrían ser debidas a las adaptaciones al medio que tuvieron que llevar a
cabo los pobladores, así como a las influencias externas de las diferentes culturas.45 ​ Las hachas de piedra
pulida continúan fabricándose, al contrario que los elementos de sílex, que dejan prácticamente de
producirse. Otros materiales de piedra son los morteros, mazas, martillos o dientes de hoz.52 ​ También, se
han hallado algunos punzones, espátulas o anillos hechos de hueso,53 54 ​ ​ aunque este material se utilizará
45
cada vez con menos frecuencia en el territorio. ​ Algunos yacimientos en los que se han encontrado
fusayolas y pesas de telar, así como fibra de lino, evidencian el inicio de las actividades textiles.55 50
​ ​

Metalurgia y minería
La aparición y el desarrollo de la metalurgia conforman la característica
principal del período, aunque esta no explica por sí misma todos los «Las transformaciones
socioeconómicas que
cambios socioeconómicos que acontecieron.56 ​ tenemos que asociar al
Bronce Valenciano creemos
La producción de bronce en la Comunidad Valenciana fue muy que están unidas al
reducida, debido a la escasez minera en general del territorio, y en desarrollo agrícola-
ganadero mucho más que
particular de las materias primas necesarias para la fabricación de la al metalúrgico.»
aleación (cobre y estaño). Así pues, la región valenciana tuvo que —Milagro Gil-Mascarell, La
abastecerse casi exclusivamente de extracciones mineras externas, sobre agricultura y la ganadería
como vectores económicos
todo de zonas más meridionales como Almería y Murcia, donde, del desarrollo del Bronce
además de abundar los afloramientos de cobre, también destaca la Valenciano, 1992.56
facilidad de acceso a los mismos. La excepción es la sierra de Orihuela,
una zona rica en recursos mineros, hasta el punto de que se han hallado más objetos metálicos en San Antón
(Orihuela) que en la mayoría de los yacimientos argáricos.57 45 ​ ​ Existen otras zonas mineras de menor
importancia, como las proximidades del río Palancia, entre las provincias de Valencia y Castellón, aunque
su aprovechamiento no se inició hasta finales de la Edad del Bronce.48 ​

En cuanto a las actividades metalúrgicas, las zonas que recibieron influencias de la cultura argárica
presentan más cantidad de objetos metálicos, mientras que en las regiones del norte y del centro de la
Comunidad (cultura del Bronce Valenciano) la actividad metalúrgica es significativamente menor,58 ​ tanto
en volumen como en número. Esto se debe en parte, además de a las dificultades para la obtención de
materia prima, a la falta de demanda social. Además, las herramientas de bronce se podían fundir y volver a
producir, reutilizando el material. Al contrario que en otras culturas, como la argárica, donde la metalurgia
producía generalmente objetos metálicos de adorno, en el Bronce Valenciano los materiales desempeñaban
una función más práctica.59 ​ Entre los objetos relacionados con la actividad metalúrgica se documentan
crisoles, moldes o escorias, con los que se fabricaban útiles como punzones, puntas de flecha, cinceles,
puñales y algunos objetos de adorno (brazaletes, aretes o anillos). Además, en la sierra de Orihuela se han
hallado picos próximos a las minas de cobre.58 ​ También se desarrolla la orfebrería, siendo el Tesoro de
Villena y el Tesorillo del Cabezo Redondo (Villena) los hallazgos más destacados.60 ​

El Tesoro de Villena
El Tesoro de Villena es un conjunto de elementos de orfebrería
compuesto por 66 piezas de oro, plata, hierro y ámbar que en
total pesan casi 10 kilogramos. Se trata, después de las Tumbas
Reales de Micenas (Grecia), del mayor tesoro áureo de toda
Europa.61 ​

El conjunto contiene elementos de vajilla (cuencos y frascos),


armas y adornos varios (sobre todo brazaletes). Los brazaletes
están desgastados por el uso, pero no se sabe si la vajilla fue de
Tesoro de Villena, el conjunto de
uso cotidiano, ritual o votivo. Todas las piezas pertenecen a la
orfebrería prehistórica más grande e
Edad del Bronce y fueron ocultadas en torno al año 1000 a. C. importante de la península ibérica, y el
en una vasija cerámica del tipo del Bronce Valenciano o segundo de Europa.
argárico.62 ​ Poseen un gran interés los dos objetos de hierro,
ya que se trata de los objetos de este material más antiguos
aparecidos en la península ibérica y corresponden a un estadio arcaico del uso de este metal, en el que se le
considera un metal noble y, por tanto, se emplea en elementos de orfebrería ornamental.61 ​

Fue hallado en 1963 por el arqueólogo José María Soler García, durante unos trabajos de extracción en la
Rambla del Panadero, próxima a Villena.63 62 ​ ​ En la actualidad se encuentra depositado en el Museo
Arqueológico de Villena y constituye su pieza más importante. Se cree que el autor o autores del tesoro
pudieron ser locales, dado su parecido con el Tesorillo del Cabezo Redondo, que con bastante probabilidad
se realizó en el poblado prehistórico de Cabezo Redondo, lo cual indicaría un importante foco cultural en
esta región. Otros autores, sin embargo, lo relacionan con diferentes culturas peninsulares y europeas, sin
que se haya alcanzado un consenso claro en cuanto a su origen.61 ​

Asentamientos del Bronce Valenciano


A partir del Bronce Valenciano ya se pueden encontrar asentamientos prácticamente por todo el territorio y
de todos los tipos, aunque son escasos los habitados durante todo el período.64 ​ Generalmente se
encontraban al aire libre en terrenos elevados y de difícil acceso, y presentaban elementos defensivos, desde
pequeños muros hasta grandes murallas con fosos y torres. En ocasiones, al lado de los poblados se
localizan cuevas donde enterraban a los difuntos, siendo característico del Bronce Valenciano. Las casas
eran cuadradas o rectangulares, estaban construidas de barro con un zócalo de piedra como base, poseían
suelos de tierra batida, y se sostenían con vigas y postes de madera. Además, dentro del mismo poblado
surgen áreas diferenciadas según la actividad; zonas de trabajo, de almacenamiento, de fabricación o de
descanso.38 65
​ ​

Los asentamientos del Bronce Valenciano se han clasificado en función de su tamaño y de su arquitectura
en (de menor a mayor tamaño):66 ​

Campamentos.
Atalayas: Torrelló (Onda).
Caseríos: Llometa del Tio Figuetes (Benaguacil), la Lloma de Betxí (Paterna), Caramoro
(Elche).
Aldeas: Terlinques (Villena).
Poblados: Cabezo Redondo (Villena), Muntanya Asolada (Alcira).
Algunos de estos asentamientos, como Terlinques o la Muntanya Asolada, estuvieron ocupados durante
buena parte del período, característica también compartida por la Mola d'Agres (Agres) o el Pic dels Corbs
(Sagunto), por citar algunos ejemplos significativos.66 ​ Los asentamientos de Tossal Redó (Bellús) y El
Puntal de Cambra (Villar del Arzobispo) constituyen buenos ejemplos de amurallamiento de la época.67 ​
En general, los poblados no presentan ninguna estructura urbanística particular, con excepción del Mas de
Menente (Alcoy).45 ​

Bronce Final
Durante el Bronce Final la variedad agrícola en los cultivos adquiere una mayor importancia,
introduciéndose especies como el lino, en el yacimiento de Cabezo Redondo (Villena), o el mijo,
documentado en Mola d'Agres (Agres, Alicante). Además, surgen grupos ganaderos de elevada movilidad,
los cuales ocupan temporalmente algunos asentamientos nuevos.68 ​

La cerámica característica de este período es una cerámica carenada (la carena es el ángulo o curva que
presenta en su superficie) hecha a mano y con base plana, con diferentes tipos de decoración (incisa, excisa,
o acanalada).69 ​

La región valenciana ejercía de red intercomunicadora entre las diferentes culturas existentes durante este
período. La Comunidad se vio influenciada en gran medida por la cultura de los campos de urnas,
proveniente de Centroeuropa, así como por la cultura de Cogotas I originaria de la meseta peninsular.70 ​
De alrededor del 1.100 a. C. está documentada la primera influencia de la cultura de los campos de urnas,
en la provincia de Castellón, hallándose objetos de esta cultura de hasta el 650 a. C. Entre estos objetos
cabe destacar las cerámicas (excisas, incisas o acanaladas), y entre las costumbres inculcan nuevos rituales
de enterramiento. El área de influencia de esta cultura se extiende hasta el Vinalopó, en la provincia de
Alicante, donde aparecen fragmentos de manera esporádica.71 ​ En el yacimiento de la Mola d'Agres se ha
hallado una fíbula de codo ad occhio perfectamente conservada, datada entre el 1.000 a. C. y el 750 a. C.,
junto con otros elementos como moldes de fundición.72 ​

Está documentada una crisis en los asentamientos, que fueron abandonados de forma progresiva a finales
del Bronce Tardío. Este abandono fue más acentuado en las provincias de Alicante y Valencia. Como
consecuencia de esto, en el Bronce Final surgieron nuevos asentamientos en ubicaciones diferentes, algunos
de los cuales formarían importantes centros urbanos durante la Edad del Hierro.49 ​ Sin embargo, la mayor
parte de estos nuevos asentamientos fueron refugios donde algunos grupos de pobladores practicaban
explotaciones ganaderas, con viviendas construidas con materiales poco duraderos.73 ​

En las comarcas de la Ribera Alta y Ribera Baja se documentan nuevos poblados, como Escola Pies y
Cases de Montcada (Alcira), y l'Alteret de la Vintihuitena (Albalat de la Ribera), todos ellos situados en
zonas de llanura, abandonándose los asentamientos en regiones montañosas y de difícil acceso.68 ​

En la provincia de Castellón se documentan algunos yacimientos nuevos, como Vinarragell (Burriana) y


Torrelló del Boverot (Almazora), influenciados en gran medida por la cultura de los campos de urnas.

Incineración de cadáveres
La cultura de los campos de urnas proveniente de Centroeuropa trajo consigo la práctica de la cremación de
cadáveres, la cual consistía en incinerar a los difuntos y depositar sus cenizas bajo tierra en una urna
cerámica.

Destacan tres tipos de rituales de enterramiento:

Incineración, para posteriormente depositar los restos en urnas cerámicas: la necrópolis


más conocida de la Comunidad Valenciana es la de Torrelló del Boverot, en Almazora,
donde se practicaba este tipo de ritual. También se ha documentado en Cabanes,
Salsadella y La Montalbana (Ares del Maestre).
Inhumación en cueva: característicos en la zona de la Hoya de Alcoy y el Condado de
Cocentaina.
Incineración, para después depositar las cenizas en estructuras tumulares: proveniente del
noroeste (río Segre y Bajo Aragón), influenció una parte de la provincia castellonense.74 ​

Edad del Hierro


La Edad del Hierro comprende el período entre en torno al 800 a. C. y la conquista romana en el
218 a. C.41 ​ Se divide en Hierro Antiguo o Primera Edad del Hierro (800 a. C. - 500 a. C. aprox.) y
Segunda Edad del Hierro (aprox. 500 a. C. - 218 a. C.), aunque durante este período las culturas
prerromanas imperan y se desarrollan en la región, dentro de lo que ya puede considerarse protohistoria.

Inicios de la Edad del Hierro


Las características principales son la expansión de este metal, el aumento demográfico y la urbanización de
los poblados, dando lugar a importantes núcleos de población.

En lo referente a la agricultura, se introducen nuevas especies como el olivo o la vid, que consolidan el
sedentarismo. En cuanto a la ganadería, aparte de un pequeño aumento en el tamaño del ganado no se
identifican grandes cambios respecto al período anterior.74 ​

Si bien es cierto que la cantidad de objetos de hierro aumenta, este metal ya se introdujo con anterioridad en
la Comunidad Valenciana, apareciendo esporádicamente, por ejemplo en el Tesoro de Villena, donde se
documenta la pieza de hierro más antigua de toda la península ibérica (en torno al 1.000 a. C.). Así, los
rasgos materiales que definen con mayor claridad el período son las fíbulas, la diversificación de los útiles
de bronce, o la utilización del torno para la producción cerámica.75 ​

El aumento demográfico y la urbanización provocan la aparición de importantes centros urbanos, algunos


de ellos sobre antiguos centros del Bronce Final. Además, las viviendas comienzan a ser más sólidas al
construirse de piedra, y la estructura del poblado comienza a planificarse, identificándose calles bien
definidas.73 ​

Durante este período, los fenicios comerciaron sobre todo con la región próxima a la desembocadura del
Vinalopó, donde existía una gran concentración de población, y fundaron el único asentamiento fenicio en
la Comunidad Valenciana, La Fonteta, en Guardamar del Segura.76 ​

Véase también
Prehistoria en la península ibérica
Prehistoria en Cantabria
Museo de Prehistoria de Valencia

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nómadas a ciudadanos, p. 98. nómadas a ciudadanos, p. 99.
69. Pablo García, «El tránsito del Bronce final a 74. Pablo García, «El tránsito del Bronce final a
la Edad del Hierro», en La Gran Historia de la Edad del Hierro», en La Gran Historia de
la Comunitat Valenciana. Tomo I: De la Comunitat Valenciana. Tomo I: De
nómadas a ciudadanos, p. 102. nómadas a ciudadanos, p. 106.
70. Pablo García, «El tránsito del Bronce final a 75. Pablo García, «El tránsito del Bronce final a
la Edad del Hierro», en La Gran Historia de la Edad del Hierro», en La Gran Historia de
la Comunitat Valenciana. Tomo I: De la Comunitat Valenciana. Tomo I: De
nómadas a ciudadanos, p. 95. nómadas a ciudadanos, p. 104.
71. Pablo García, «El tránsito del Bronce final a 76. Pablo García, «El tránsito del Bronce final a
la Edad del Hierro», en La Gran Historia de la Edad del Hierro», en La Gran Historia de
la Comunitat Valenciana. Tomo I: De la Comunitat Valenciana. Tomo I: De
nómadas a ciudadanos, p. 103. nómadas a ciudadanos, p. 105.

Bibliografía utilizada
De Pedro Michó, M.J. y Martí Oliver, B. (2004). «Los poblados de la cultura del Bronce
valenciano» (http://books.google.com/books?id=aIpdLXUMoekC&lpg=PP1&pg=PA299#v=o
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Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha. pp. 299-333. ISBN 978-84-8427-301-1.
Simón García, José Luis (2007). «Minería y metalurgia en el Levante peninsular durante la
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Varios autores (1985). Arqueología del País Valenciano: panorama y perspectivas.
Universidad de Alicante, Servicio de Publicaciones. ISBN 978-84-600-3906-8.
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Laguna, Antonio, ed. La Gran Historia de la Comunitat Valenciana. Valencia: Editorial
Prensa Valenciana, S.A. ISBN 978-84-87502-90-3.

Bibliografía adicional
Aparicio Pérez, J. (1976). Estudio económico y social de la Edad del Bronce valenciano.
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Diputación Provincial de Valencia. ISBN 978-84-500-3871-2.
Casabó i Bernard, J.A. (2004). Paleolítico superior final y epipaleolítico en la Comunidad
Valenciana. Diputación Provincial de Alicante. ISBN 978-84-96206-32-8.
Fernández Vega, Ana María (1987). La edad del bronce en el País Valenciano. Universidad
Nacional de Educación a Distancia. ISBN 978-84-362-2132-9.
González Díez, G.F. (2008). Prehistoria levantina: hace seis mil años. Editorial Club
Universitario. ISBN 978-84-8454-708-2.
Jover Maestre, F.J. (1999). Una nueva lectura del "Bronce Valenciano". Universidad de
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Juan Cabanilles, J. (2009). El utillaje lítico de talla en la prehistoria reciente valenciana:
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Martí Oliver, B. (1983). El nacimiento de la agricultura en el País Valenciano. Universidad de
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Simón García, J. L. (1998). La Metalurgia Prehistórica Valenciana. Servicio de Investigación
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Simón García, J. L. (2000). «Metalurgia prehistórica en el País Valenciano: grandes puñales
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Soler Díaz, Jorge A. (1993). Prehistoria en Alicante. Diputación Provincial de Alicante,
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Villaverde Bonilla, V.; Hernández Pérez, M.S.; Martínez Valle, R. (2005). Arte rupestre en la
Comunidad Valenciana. Valencia (Comunidad Autónoma). Generalidad. ISBN 978-84-482-4244-
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Enlaces externos
Museo de Prehistoria de Valencia (http://www.museuprehistoriavalencia.es/).
Arte rupestre en el arco mediterráneo (http://www.arterupestre.es/) Archivado (https://web.arc
hive.org/web/20081207000209/http://www.arterupestre.es/) el 7 de diciembre de 2008 en
Wayback Machine..
Tesoro de Villena (http://www.museovillena.com/noticia.asp?idnoticia=59079), en la página
del Museo Arqueológico José Mª Soler, su descubridor.
Historia de la cerámica valenciana (https://web.archive.org/web/20091103085946/http://ww
w.avec.com/pageID_8726831.html).

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