Hora Santa Por Los Niños Abandonados 2022

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HORA SANTA POR LOS NIÑOS ABANDONADOS

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO


MONICIÓN INICIAL
Cada vez que lo hiciste con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo
hiciste, estas palabras de Jesús hablando del juicio final son una exhortación a cada
cristiano a no aislarse en sí mismo y una invitación a salir al encuentro del necesitado,
del pobre, del marginado, del excluido, del débil… El Dios de la Revelación cristiana
es un Dios defensor de los pobres, de las viudas y de los niños… Él derriba del trono
a los poderosos y enaltece a los humildes, él da pan a los hambrientos y despide
vacíos a los ricos … Es más, nuestro Dios es el Dios que se hace débil e indefenso,
pobre, para mostrarnos su amor, para estar cercano a nosotros, para darnos ejemplo de
vida… Tan pobre, tan débil, tan indefenso, que ha querido hacerse Eucaristía para
alimento de nuestras almas.
Padre bueno, hoy estamos de fiesta, porque Tú has querido que nos reunamos delante
de ti, junto con tu Hijo Jesús, que también está con nosotros, en la Hostia Santa. Te
adoramos, y te pedimos por todos los niños de la tierra, especialmente por aquellos
que han sido abandonados, con las dos oraciones que el Ángel les enseño a los niños
de Fátima:
MI DIOS, YO CREO, ADORO, ESPERO Y TE AMO. TE PIDO PERDÓN POR
LOS QUE NO CREEN, NO ADORAN, NO ESPERAN Y NO TE AMAN. (TRES
VECES)

ORACIÓN POR LOS NIÑOS ABANDONADOS

Amado Jesús, tú que dijiste “Dejen que los niños vengan a mí, y no los detengan,
porque el reino de Dios pertenece a personas como ellos”, hoy vengo a pedirte por
todos los niños que fueron abandonados por sus padres y demás familiares, y que no
cuentan con el calor de un hogar, para que seas tú, con tu infinito amor su protector y
su guía. Padre Santo, vuelve tus ojos hacia todos los niños abandonados, esos que
caminan por las calles o se encuentra en cualquier lugar solos, sin amor, sin afecto,
sin compañía, sin alimento, sin cuidado ni protección, y muéstrales tu misericordia.
Querido Jesús, te imploro que protejas la inocencia de esos niños, y permite que
sientan que nunca estarán solos, porque a donde quiera que vayan tu siempre los
acompañaras. Permite Señor que puedan encontrar el cariño que necesitan en una
familia buena, que pueda cuidar de ellos. Te pedimos Señor por todos los niños
abandonados, bendícelos, protégelos y acompáñalos siempre. Amén.

ESTACION MENOR
En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado.
Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
Padre bendito en el poderoso nombre de Jesús glorifícate sanando visitando a esos
niños y niñas que ahora mismo lloran a aquellos que ahora mismo están durmiendo en
las calles por el desprecio y el desamor de sus padres, padre mío dígnate a socorrerlos
a bendecirlos a ayudarlos a darles el amor que tanto ansían., en el poderoso nombre de
Jesús te lo pedimos todos.
PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA, JACULATORIA Y CANTO

Dios de infinito amor a ti clamamos para suplicarte vallas en auxilio de todos los
niños que están siendo golpeados, humillados ,explotados y maltratados por
hombres ,mujeres e inclusive por otros niños, sé tú mi Dios quien detenga este
maltrato, que prevalezca tu justicia, amor y bondad por siempre. Envía tus ángeles y
resguarda cada vida, cada corazón de los niños.
PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA, JACULATORIA Y CANTO

Señor mi Dios y Padre nuestro, te pedimos, te suplicamos tengas misericordia de tus


hijitos, de esos niños que por diversos motivos han sido abandonados por sus padres y
en este instante pasan frio, hambre y desesperación. Tú Dios de Amor y bondad eres
infinitamente misericordioso, acuérdate de ellos, toma el control de sus vidas y detén
su dolor y angustia.
PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA, JACULATORIA Y CANTO

En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado.(tres veces)


Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
En memoria, Señor de tu pasión, de tu muerte en la cruz, de tu agonía, porque tanto se
aflige el alma mía; yo te ofrezco, Señor esta estación. ¡Ojala que me guíe a la
salvación! Pues todos mis sentidos a porfía, con respeto, contento y alegría se
enajenan en tu contemplación. De un pecador contrito y humillado, dígnate recibir
aquí esta ofrenda; Concédeme tus gracias, Dios amado y tu misericordia a mi
descienda, pues te adoro, Señor, con fe sincera y con fervor mi alma te venera. ¡Viva
Jesús Sacramentado, Viva y de todos seas amado! Amen.

LECTURA DEL LIBRO DE PROVERBIOS (Prov 6, 12-20)

El pillo, el marrullero, anda con risitas; guiña un ojo, arrastra los pies, hace sonar los
dedos. Está siempre preparando alguna trampa, anda buscando peleas en todo
momento. Pero también, sin que lo advierta, caerá sobre él la desgracia, será
derribado de un golpe y no se repondrá. Hay seis cosas que detesta el Señor, y hasta
siete que le causan horror: la mirada despreciativa, la lengua mentirosa, las manos que
derraman sangre inocente, el corazón que medita intenciones culpables, los pies que
corren impacientes a hacer el mal, el testigo falso que habla para mentir, y el hombre
que provoca la discordia entre hermanos. Hijo mío, observa los consejos de tu padre,
no rechaces la enseñanza de tu madre. Palabra de Dios
Todos: Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL: SALMO 138

R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces;


me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Tú has creado mis entrañas,


me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras.
R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Sondéame, Señor, y penetra mi interior;


examíname y conoce lo que pienso;
observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno.
R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN MATEO (Mt 18,1-6)


En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el
más grande en el Reino de los Cielos?. Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de
los discípulos, y declaró: «En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como
niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos. El que se haga pequeño como este
niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos. Y el que recibe en mi nombre
a un niño como éste, a mí me recibe. El que hiciera caer a uno de estos pequeños que
creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que
lo hundieran en lo más profundo del mar. Palabra del Señor
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXION

En el Reino de Cristo, ser grande es ser pequeño

Para entrar en el Reino de los cielos, hace falta un pasaporte: ser como un pequeño.
Ésta es la identidad que nos distingue delante de Dios; la virtud que más nos acerca a
Él. Una canción dice: “¿Qué tendrá lo pequeño, que a Dios tanto le agrada?” Cristo
nos enseña en este Evangelio que ser pequeño significa volver a ser niño. Implica un
cambio, recuperar cada día aquel tesoro que se va desgastando con los años…

Un niño tiene las manos pequeñas. Todo le queda grande, todo le sobrepasa, en todas
las sillas sus pies quedan colgando. Pero es feliz aunque no tenga el control de todo.
Más aún: su felicidad consiste en que no quiere controlarlo todo. El niño vive para
recibir, para descubrir, para sorprenderse. La grandeza de un niño no está en su poder
sobre cosas y personas; más bien él es libre de este deseo de gobernar su mundo. Y
así como él encuentra su seguridad en papá y mamá, cada uno de nosotros cuenta con
un Padre maravilloso, quien de verdad lo gobierna todo para nuestro bien. Cuando
sentimos que nuestras manos son pequeñas, que no podemos agarrarlo todo y dirigir
las circunstancias…ésta es la oportunidad para ser niños de nuevo, poniendo nuestra
confianza en Dios.

Un niño está apenas entrando al mundo. Le falta experiencia. Cada día aprende algo
nuevo. Y si cae al dar los primeros pasos, pronto su mamá lo levanta para que siga
aprendiendo a caminar. Esto también es ser pequeño. No somos perfectos ni lo
sabemos todo. ¡Cuántas veces cometemos errores, nos caemos, o nos perdemos! Pero
esta realidad no es un motivo para desanimarnos. Todo lo contrario: saber que nos
hemos perdido nos abre las puertas para descubrir que Dios nos busca. Cuando
admitimos la caída con sencillez de niño, podemos alegrarnos con mayor gratitud
hacia Dios que nos levanta. Al reconocer los propios límites nos damos cuenta que
tenemos un Padre de Amor y misericordia sin límites.

María, madre nuestra, enséñanos a ser como niños. Cambia nuestro corazón y hazlo
como el de tu Hijo Jesús. Que aprendamos, como Él, a vivir siempre en las manos del
Padre.

«Pidamos hoy al Señor que todos los papás y los educadores del mundo, como
también la sociedad entera, sean instrumentos de aquella acogida, de aquel amor con
el cual Jesús abraza a los más pequeños. Él mira en sus corazones la ternura y la
solicitud de un padre y al mismo tiempo de una madre.»
CANTO
PRECES
El Señor, nuestro Dios, protege a los inocentes y levanta a los que han sido sepultados
en la muerte. Hagamos oración por niños abandonados, por aquellos que aún no nacen
y por sus mamás, y por los pequeños que han nacido con limitaciones. Que el Dios de
la vida, el único que tiene poder sobre la vida y la muerte, escuche nuestras súplicas y
atienda nuestra oración. A cada oración diremos “Señor, salva a tu pueblo”.
1. Pidamos al Espíritu Santo que guie a los líderes de la Iglesia a medida que promuevan
la justicia y curación para víctimas y sobrevivientes de maltrato. Oremos al Señor.

2. Pidamos por nuestro Santo Padre el Papa Francisco, para que cumpla su papel de
buen pastor, y proteja a los más vulnerables en su rebaño. Oremos al Señor.

3. Pidamos por todos los que trabajan con niños y jóvenes que estén siempre atentos
para protegerlos del daño. Oremos al Señor.

4. Pidamos que todas las familias se esfuercen por proporcionar entornos seguros y de
apoyo para niños y jóvenes. Oremos al Señor.

5. Pidamos por todos aquellos que han sido maltratados, que experimenten el profundo
amor de Cristo por ellos y la gracia sanadora de Dios. Oremos al Señor.

6. Pidamos por todos los que brindan ayuda a los niños abandonados, para que actuen
con sabiduría y compasión en sus ministerios. Oremos al Señor.

7. Pidamos por todos los sacerdotes y religiosos, para que a través de su enseñanza y
testimonio, guíen a los niños y los jóvenes a la santidad. Oremos al Señor.

Sabemos Señor, que existen muchas otras fallas entre la familia humana. No podemos
mencionarlas todas. Hoy hemos venido a orar especialmente por todas las intenciones en
favor de los niños abandonados y ante ti depositamos nuestras inquietudes. Confiamos en
que guiarás y fortalecerás a tu pueblo desorientado a fin de que tu obra salvadora se realice
plenamente en todos los hombres en estos momentos de la historia. Por Jesucristo Nuestro
Señor. Amén.

CANTO
ORACIÓN FINAL
Padre Bueno, muestra tu ternura y tu misericordia a todos los niños abandonados que
caminan por las calles, sin cariño, cuidado y protección, muchos niños carecen de
pan, de vestido y de amor, protégelos, Señor, para que sientan que tú eres Padre y
Madre para ellos, que encuentren, Señor, personas generosas que los acojan y les
ofrezcan lo necesario, para que vivan su dignidad de hijos de Dios Te suplicamos por
todos los niños y las niñas abandonados Jesús amigo de los niños, bendícelos y
acompáñalos en su soledad. Amén.
CANTO
BENDICIÓN
RESERVA

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