Fernandez 2020 TG
Fernandez 2020 TG
Fernandez 2020 TG
años de edad.
Universidad de Pamplona
3 de noviembre de 2020
Pasantías 2020-II, Docente tutor: Luis Carlos Peña Cortés, MV, MSc, PhD, Docente
[email protected]
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 2
DEDICATORIA
A:
Dios por haberme permitido llegar hasta este punto y haberme dado salud para lograr
Colmenares por su apoyo, consejos, comprensión, amor y ayuda en los momentos difíciles. Ellos
me han dado todo lo que soy como persona, mis valores, mis principios, mi carácter, mi empeño,
A mi hermano Jesús Alejandro Fernández Andrade por estar conmigo a pesar de las
Tabla de contenido
1. Introducción .............................................................................................................. 7
4.1 Resumen............................................................................................................. 12
4.3.7 Tratamiento................................................................................................. 23
5. Referencias Bibliográficas....................................................................................... 49
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 5
Índice de tablas
Índice de figuras
..................................................................................................................................... .16
...................................................................................................................................... 23
1. Introducción
La Medicina Veterinaria surge como una necesidad prioritaria del ser humano para
desarrollar conocimientos de salud y cuidado para los animales, todo ello generó una relación
compacta entre la veterinaria y la domesticación; es por ello que hoy en día, ésta rama de la
mejoramiento de la calidad de vida de las especies domésticas y la sociedad colombiana que las
rodea.
habilidades teóricas y prácticas que complementen el saber académico individual, por ello, la
los conocimientos adquiridos en cualquiera de las áreas a trabajar y que, a su vez, obtenga el
profesional.
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 8
ubicada en la Av. 1 este #3-08 Barrio Ceiba, en la ciudad de Cúcuta en el departamento de Norte
de Santander y está bajo la dirección del Dr. Ramón Parada Médico Veterinario, especialista en
Asimismo, la clínica cuenta con un equipo médico veterinario integrado por el Dr. John Báez
quién es el encargado del área de nefrología y ecografía, la Dra. Carla González Medica
Veterinaria encargada del área de anestesiología y hospitalización, el Dr. Julián Parra Médico
Veterinario encargado del área consulta general y laboratorio Clínico, el Dr. Daniel Rangel y la
Dra. Luz Marina Montañez encargado del área de consulta general. Se cuenta con la asistencia
de médicos veterinarios ocasionalmente como los Doctores Andrés Porras y Rut Paola García al
igual que el servicio especializado de otros médicos veterinarios, como el Dr. Fernando Rojas
especialista en acupuntura, quien presta sus servicios profesionales con el fin de garantizar una
Figura 1.
La clínica ofrece servicio al cliente las 24 horas del día, con un portafolio amplio
tejidos blandos, hospitalización canina y felina, también se cuenta con servicios de recepción,
establecido con la Universidad de Pamplona, ofrece el apoyo para que los pasantes cuenten con
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 10
un lugar capacitado en el cual realicen sus prácticas profesionales, dando un seguimiento idóneo
y una supervisión de calidad durante la participación en cada una de las actividades diarias como
cirugía.
actividades diarias que incluyeron como punto de partida, la asistencia a los médicos veterinarios
en las labores de toma de muestras para PCR, cuadros hemáticos, coprológicos, bioquímicas
(TPT) y la ayuda durante la sujeción de pacientes para las tomas de radiografías y ecografías.
La clínica presenta diversidad de áreas en atención a los pacientes, una de ellas y la más
evolutivo del paciente en base a pruebas diagnósticas para evaluar la frecuencia respiratoria,
frecuencia cardíaca, grado de deshidratación, color de las mucosas, apetito e ingesta de líquidos,
pesaje, producción de orina, producción de materia fecal y toma de temperatura, para así
4.1 Resumen
irreversible en la que la función y/o estructura del riñón cambia y disminuye gradualmente,
siendo así una de las principales causas de pérdida de proteínas y nefropatía en perros. Ésta
recurrente que aqueja tanto a perros como a gatos, dando presencia de proteinuria la cual genera
una inducción de un proceso inflamatorio, evidenciando así, que pueden ser el causante de
generar apoptosis de las células de los túbulos produciendo un aumento de la presión sistémica y
glomerular. En el presente informe, se evidencia el caso clínico de un paciente canino con signos
claros de daño renal crónico, como presencia de hipertensión, perdida marcada de peso y
disminución del apetito; igualmente sintomatología asociada con vómitos, estados de letargia y
parcial de orina y ecografía, arrojando como resultado una enfermedad renal crónica. Por ello, se
4.2 Abstract
pathology in which the function and/or structure of the kidney changes and gradually decreases,
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 13
thus being one of the main causes of protein loss and nephropathy in dogs. This leads to the
continuous loss of functional nephrons and is described as a recurrent disease that affects both
dogs and cats, giving presence of proteinuria which generates an induction of an inflammatory
process, thus evidencing that can be the cause of generating apoptosis of tubule cells producing
an increase in systemic and glomerular pressure. In the present report, it is evidenced the clinical
case of a canine patient with clear signs of chronic renal damage, such as presence of
hypertension, marked weight loss, decrease of appetite and nausea; equally symptomatology
associated with vomiting, states of lethargy and dehydration pictures. In order to determine a
hematological and biochemical analysis and specific tests such as partial urine analysis and
ultrasound, resulting in a chronic renal disease. Therefore, it was determined the establishment of
a palliative treatment for symptom control, as the animal had no evolution, the owners opted for
perros y se considera una patología irreversible en la que la función y / o estructura del riñón
cambia y disminuye gradualmente (Perini, Del Ángel et al, 2018). Este cambio funcional se
puede encontrar en uno o ambos riñones y tiene una prevalencia a los tres meses (González y
funcionales, a la par que existen manifestaciones clínicas avanzadas que conducen a uremia y
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 14
posible muerte de los animales (Pinilla, Flórez y Da Silva, 2018). Por lo anterior, se considera
que la proteinuria inmersa en la glomerulopatía es una de las exposiciones clínicas más propias
no detiene o elimina el daño causado por la insuficiencia renal. Asimismo, éste proporciona a los
pacientes una mejor calidad de vida puesto que brinda un mejor tratamiento y manejo de los
del organismo, encontrándose involucrados en numerosas tareas que de verse alteradas resultaría
en un grave riesgo para la salud de los seres vivos, es debido a esto que se hace necesario
reconocida por Verlander (2003), quien manifiesta la importancia de los riñones en funciones
dichos órganos, hace posible eliminar sustancias de desecho que podrían resultar toxicas para el
organismo, entre las cuales pueden destacarse la urea, amoniaco, ácido úrico y la creatinina; por
De igual manera ,Pérez (2013), afirma que los riñones cumplen varias funciones
de desecho por medio de la filtración del plasma, regulación del equilibrio hídrico, siendo el
único órgano con la capacidad de regular la perdida de agua, mantenimiento del equilibrio
acido básico.
Ya que la nefrona unidad funcional de los riñones posee varios mecanismos exclusivos
hasta un 10% del glucógeno del organismo, contribuyendo con el hígado a mantener la glicemia,
por último los riñones también son acreedores de una función endocrina, al sinterizar:
que cumple el sistema renal, que se hace incuestionable la trascendencia y lo perjudicial que
Los riñones son órganos pareados, de color marrón rojizo, en forma de frijol, con una
superficie lisa, ubicados debajo de la parte superior de la cavidad abdominal, a ambos lados de la
El riñón derecho apunta en ubicación hacia la zona más craneal de la vértebra lumbar,
inmerso bajo la treceava hasta la tercera vertebra en donde se relaciona directamente en el polo
anterior del hígado con su fosa renal del lóbulo caudado, la rama derecha del páncreas y la
inmediación de la parte inferior de la segunda hasta la quinta vértebra lumbar, en una fracción
del estómago con su curvatura mayor continuo de la porción pancreática y la glándula adrenal
colon descendente y la pieza ascendente del duodeno (Dyce, Sack, y Wensing, s.f.).
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 16
Figura 2
menciona que el parénquima renal está constituido por una porción externa de color claro,
denominada corteza renal, la cual presenta un aspecto granuloso, mientras que su porción interna
más oscura es denominada medula renal, es en esta porción donde pueden distinguirse las
pirámides renales, estas se proyectan hacia la corteza por pequeñas formaciones que se van
ramificando de forma irregular para formar los lobulillos corticales, los cuales están formados en
una porción radiada catalogada como pirámides de Ferrerin, al igual que en otras especies su
unidad estructural es la nefrona, la cual está compuesta básicamente de: corpúsculos renales
formados por los glomérulos en la porción inicial de los túbulos renales, los cuales se conforman
de dos porciones de trayecto tortuoso, el proximal y el distal, junto con una porción rectilínea
nombrada túbulo renal recto o asa de Henle localizado en la porción medular, aparato
entre las arteriolas eferente y aferente del glomérulo, por último la macula densa en la porción
clínica diaria de pequeñas especies, siendo una enfermedad recurrente que aqueja tanto a perros
como a gatos, esto es corroborado por Browm (2007), quien afirma que la enfermedad renal
el gato y en el perro, siendo su prevalencia global para el gato entre 1 y 3% y para el perro entre
el 1 y el 1.5%, es aún más frecuente en pacientes geriátricos, ya que inclusive un 35% de los
gatos y un 10% de los perros considerados de edad avanzada, pueden manifestar dicha
Las causas iniciales que dan origen a esta enfermedad son numerosas y pueden ser muy
variables, según Cortadellas y Fernández (2012), muchas veces se hace imposible establecer cuál
variabilidad de las mismas, entre dichas causas se pueden mencionar a grandes rasgos:
neoplasias, obstrucciones del tracto urinario, fármacos, tóxicos como los metales pasados y
tratamiento de la enfermedad primera, resulta de gran ayuda para retrasar de una manera más
evidenciarse en las etapas finales de esta enfermedad renal es la azotemia, la cual es definida por
no proteicos en la sangre, elevando los valores de creatinina y urea, existen tres tipos diferentes
4.3.3 Fisiopatología
pasos y está compuesta por varios tipos. Adams (2004), manifiesta que la persistencia de una
meses o incluso años, a la larga generará una azotemia y baja densidad urinaria, esto ocurre
debido a que cuando se produce una reducción superior al 75% de la masa funcional del riñón,
Ware (2006), menciona que en un principio cuando ocurre un daño a nivel renal
consecuentemente a la reducción del número de nefronas funcionales, hace que las que no hayan
sufrido daño se hipertrofien de manera compensatoria, sin embargo, este proceso solo es
transitorio, en algún momento estas nefronas hipertrofiadas serán también incapaces de mantener
por si solas la función renal. Estos cambios compensatorios manifestados por las nefronas
glomerulares como de los tubulares, así como también con un aumento de la perfusión y la
depuración de sangre que circula por los riñones, posteriormente debido a la sobrecarga sufrida
por estas nefronas hipertrofiadas, parte de ellas dejaran de ser funcionales, recargando el trabajo
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 19
en cada vez un número más reducido de nefronas, llevando inevitablemente a una insuficiencia
renal.
Según Elliot Lefebvre (2006), los daños ocurridos en la nefrona una vez que se desarrolla
glomerular de los lípidos circulantes y la trombosis capilar; intensifican las lesiones estructurales
Entre otras consecuencias relacionadas con el daño que están sufriendo progresivamente
las nefronas, Tryggvason y Petterson (2003), mencionan que la proteinuria puede generar la
parénquima renal, ocasionando una fibrosis túbulo-intersticial, además existe evidencia de que
estas proteínas pueden ser las causantes de generar apoptosis en las células de los túbulos. Por
otra parte Lefebvre y Toutain (2004), argumentan que debido a alteraciones en el sistema renina
un elevado potencial de fibrosis, esto finalmente ocasionara glomérulo esclerosis, que al igual
que la proteinuria persistente, agrava considerablemente los daños túbulo-intersticiales que para
este punto serán irreversibles, todo esto en conjunto intensifica y empeora el cuadro de
4.3.4 Sintomatología
Los síntomas que pueden aquejar a un paciente con enfermedad renal crónica son
variados e inespecíficos, pudiendo afectar a diferentes sistemas o ser más o menos graves
dependiendo de la condición del paciente, así lo expresa Palender (2018), quien asegura que los
perros que sufren de enfermedad renal crónica, pueden incluso llegar a ser asintomáticos y esto
es consecuencia de la enorme capacidad de reserva que poseen los riñones, es debido a esta
situación que los síntomas clínicos no aparecerán hasta que gran parte de la masa renal se haya
efectué el diagnóstico. Sellarés (s.f.), afirma que según el progreso del daño a las nefronas
avanza, tiende a disminuirse la capacidad de concentración de los riñones, lo que genera que la
diuresis se vea aumentada con el objetivo de eliminar la carga de solutos, por consiguiente, el
primer síntoma en aparecer es la poliuria-polidipsia, una vez que el filtrado glomerular se ve más
reducido, aparece el síndrome urémico con síntomas característicos como: anorexia, náuseas y
vómitos. Muchos sistemas pueden ser afectados por esta patología y manifestar sintomatologías
en concordancia, este es el caso del sistema nervioso donde puede presentarse encefalopatía
congestiva; sistema digestivo con los típicos vómitos, anorexia e hiperinsulinemia; trastornos de
los electrolitos como hiperfosforemia, hipocalcemia entre otros, en conclusión a medida que se
agrava la condición del paciente, se van comprometiendo múltiples sistemas que generaran que
los síntomas sean aún más inespecíficos. Según Thangaraj et al. (2020), los síntomas clásicos
que pueden encontrarse en perros con enfermedad renal crónica son: pérdida del apetito,
también se debe tener en cuenta que los resultados obtenidos a partir del examen físico pueden
variar según la progresión que haya tenido la enfermedad, pudiendo presentarse mucosas pálidas,
ulceras urémicas y mal aliento, de igual forma otros síntomas que pueden ser observados son
4.3.5 Diagnóstico
paciente, pero para realizarlo se debe contar con ciertas ayudas diagnosticas que lo orienten
adecuadamente, Thagaraj et al. (2020), argumenta que para llevar a cabo un diagnóstico acertado
de las enfermedades renales se deben tener en cuenta la historia clínica, signos clínicos y un
minuciosos examen físico; para posteriormente confirmar las sospechas por medio de ayudas
prevalencia de la enfermedad renal crónica en animales geriátricos, su detección debería ser parte
de los exámenes estándar en los chequeos rutinarios, también menciona que un diagnóstico de
laboratorio, si se tiene en cuenta el historial del paciente, en donde se debe evidenciar que el
presentan los síntomas también resulta importante, ya que se si observan síntomas como
pequeños y anemia, resultaría en un fuerte antecedente que orientaría el diagnostico hacia esta
Langston (2011), afirma que las pruebas ideales para iniciar son un cuadro hemático, perfil
bioquímico y análisis de orina; el perfil bioquímico debe incluir mediciones del BUN y la
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 22
creatinina, ya que son los marcadores clásicos para la tasa de filtración glomerular, es también
recomendable realizar medición de los electrolitos, donde uno de los hallazgos más frecuentes es
la hiperfosfatemia, las medición de las presiones arteriales también juega un papel importante en
Según lo manifestado por Elliott & Watson (2008), una vez que ha sido evaluado el
Interés Renal (IRIS), para lo cual existe una tabla de clasificación (Figura 3) que tiene en cuenta
Figura 3
rangos establecidos en la tabla deben compararse con los valores del paciente y según su posición en la
tabla se determinará en que estadio de la enfermedad se encuentra, siendo el estadio 1 el más leve y el
4.3.7 Tratamiento.
lo que realmente busca es ralentizar el daño sufrido en los riñones y de esta forma mejorar las
condiciones de vida del paciente, para poder hacer esto posible la enfermedad debe ser tratada
desde diferentes ángulos y teniendo en cuenta varios factores, Browm et al., (2003) habla del uso
estos son utilizados cotidianamente en el manejo de la enfermedad renal crónica, ya que además
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 24
de controlar la presión arterial y disminuir la presión sobre el glomérulo, también reducen los
niveles de proteinuria. Además de estos existen otros fármacos que favorecen el control de las
presiones arteriales como los bloqueantes de los canales de calcio (amlodipino) y los ß-bloqueantes
(atenolol, metoprolol). Debido a que la anemia es uno de los principales inconvenientes de este
padecimiento y siendo uno de los principales responsables de la muerte del paciente, Kerl y
Langston (2008), indican que la mejor alternativa para su tratamiento es la eritropoyetina, que ha
resultado eficaz para el manejo de la enfermedad renal crónica tanto en caninos como en felinos.
renales, es por esto que Sackett, Straus y Richardson (2000), indican que los tratamientos más
utilizados para contrarrestar sus síntomas son combinaciones de antagonistas H2, inhibidores de
enfermedad renal crónica, Allen, Polzin & Adams (2000), mencionan que las dietas renales deben
contener una menor concentración proteica, menor contenido de fosforo y sodio, pero una mayor
cantidad fibra soluble, antioxidantes, ácidos grasos W-3 y vitaminas del complejo B; en la
actualidad existen gran cantidad de opciones en dietas comerciales renales para pacientes con
enfermedades renales crónicas, que cumplen con todos los requisitos para su tratamiento.
(Figura 4) con los protocolos establecidos para el tratamiento de la enfermedad renal crónica en
paciente.
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 25
Figura 4
Nota: Una vez establecido el estadio de la enfermedad renal crónica del paciente según los
parámetros establecidos por IRIS, puede seleccionarse en esta grafica el protocolo de tratamiento
Mascovet, un paciente canino macho entero que responde al nombre de Steven, de raza mestiza,
con cinco años de edad y un peso de 17,8 kg; el paciente trae historia de Insuficiencia Renal
Crónica(IRC).
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 26
4.5 Anamnesis.
Canino macho de raza mestiza de cinco años de edad, ingresa con evidente pérdida de
muscular.La historia clínica evidencia que hace un año estuvo en consulta por enfermedad renal
acompañada con hipertensión. Informa el propietario que hace aproximadamente nueve meses al
paciente no se le siguió medicando; últimamente ha venido ingiriendo pasto y hojas, pero sin
presencia de vómitos.
El día 25 de agosto de 2020 ingresa el paciente Steven al área de hospital para realizar el
examen clínico correspondiente; hecho éste, la inspección general arrojó que el paciente
presentaba un estado de decaimiento con una condición corporal de 2,5 (Escala 1 a 5), mucosas
auscultación una frecuencia cardiaca de ciento treinta y ocho (138) latidos por minuto y una
deshidratación (DHS%) del 6 % y con un peso de 17.8 kg; Asimismo, realizada la toma de
presenta en la Tabla 2.
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 27
Nota: SIST: presión sistólica 155- 135, Diast: presión diastólica 70-90, MAP: presión arterial
media 137, FC: frecuencia cardiaca 60- 180. Los valores resaltados en negrilla y subrayados, son datos
fuera del rango.
miembros, episodios de vómitos en las horas de la tarde, pérdida de masa muscular y por ende
pérdida de peso.
Hipertensión
Anorexia
Deshidratación 6%
Decaimiento
Inapetencia
Vomito
Pérdida de masa muscular
Mucosas pálidas
historial del paciente, la anamnesis y la sintomatología, con la ayuda de los cuales se logró llegar
a una conclusión, para este caso en particular el diagnóstico presuntivo fue enfermedad renal
clínico del paciente, en el cual se evidenciaba ya haber sido diagnosticado con enfermedad renal
crónica anteriormente, y contar con un tratamiento médico que debía de ser suministrado
meses, lo cual pudo haber sido un factor predisponente para el deterioro de la condición del
paciente concuerda con lo mencionado por Langston (2011), quien afirma que entre los primeros
síntomas que logran detectarse en la enfermedad renal crónica, son una disminución del apetito y
nauseas, que posteriormente vendrán acompañadas por vómitos, estados de letargia y cuadros de
deshidratación; en los exámenes físicos también es fácil encontrar pérdida de peso, junto con una
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 29
pérdida del tejido muscular. Roudebush, Polzin, y Shery (2009), argumentan que la anemia es
una condición relativamente común en la enfermedad renal crónica, pudiendo incluso contribuir
para la palidez de las mucosas observas en el paciente .De igual forma Stepien y Henik (2008),
Debido a la inespecificidad de los síntomas que pueden ser observados en el paciente, son
varias las enfermedades que pueden ser confundidas o tomadas como diagnósticos diferenciales,
enfermedad de Addison. Según Picazo (2003), esta patología también es conocida como “el gran
simulador” ya que los hallazgos clínicos son de un carácter muy inespecífico y comúnmente
encontrados en muchas otras enfermedades, entre ellas las patologías de índole renal, los
síntomas más comunes son: letargia, anorexia, vómitos, diarrea, debilidad, perdida ponderal,
escalofríos, dolor abdominal y deshidratación; todo esto puede ser acompañado con síndrome
Debido a que varios de los síntomas observados tienen una relación con la función
gastrointestinal, es posible orientar el diagnostico hacia patologías que involucren dicho sistema,
MacTavish (2002), menciona que los síntomas evidenciados en esta enfermedad son variables,
sin embargo, los más comúnmente encontrados son vómitos, diarreas, pérdida de peso y la
alteración del apetito; muchas veces también acompañados de dolor abdominal, síntomas que
pueden presentarse tanto de manera conjunta como individual. Según García et al. (2006), para
células plasmáticas en la mucosa del intestino delgado, no obstante, esto no fue necesario para
este caso, ya que esta patología no explica de manera satisfactoria varios de los síntomas
manifestados por el paciente, como lo es la hipertensión, así como tampoco concuerda con el
disimiles tipos de patologías, siendo este el caso de la pancreatitis canina. Gascón y Aceña
(2001), mencionan que los síntomas que principalmente pueden encontrarse en esta enfermedad
son: fiebre, vomito, náuseas, diarrea y anorexia; en muchos casos el único síntoma o el motivo
de consulta es un dolor abdominal. Según Uribe (2015), para realizar el diagnostico de esta
enfermedad, uno de los métodos que muestran una mayor especificidad es la medición de la
lipasa pancreática especifica canina, la cual ayudaría a confirmar o descartar este padecimiento,
sin embargo, esta prueba no fue necesaria para este caso en particular, ya que a pesar de que el
paciente presentaba varios de los síntomas que se pueden encontrar en esta patología, carecía de
algunos muy representativos como lo es el dolor abdominal, de la misma forma, este diagnóstico
no era compatible con otros síntomas evidenciados en este caso clínico, como la hipertensión.
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 31
hemático. Para la evaluación de ítems como glóbulos blancos, glóbulos rojos, proteínas
plasmáticas y recuento de plaquetas (Tabla 3); parcial de orina y test de héller (Tabla 4);
bioquímica sanguínea para valorar urea, creatinina, proteínas totales, albúminas, nitrógeno ureico
mencionándose una anemia marcada, leucocitosis leve por neutrofilia e hiperproteinemia, así
que se encuentra el paciente. Según Browm (2007), en los pacientes diagnosticados con
reducción de la capacidad para sinterizar eritropoyetina, siendo esto una consecuencia directa de
evaluación de los niveles de glucosa dio como resultado 97 mg/dl, lo cual según Cook (2012), se
encuentra dentro de los rangos normales para caninos, siendo 60-100 mg/dl.
El análisis químico de la orina se realiza con una tira reactiva Combi Screen® VET 11
PLUS, donde dicha tira se introduce a un tubo de ensayo que contiene la orina y se deja allí 60
seguimiento al estado del paciente, en total se hicieron 3 análisis los días 25, 29 de agosto y 1 de
exámenes, se hallaron entre los parámetros normales. En todos los exámenes realizados se
observaron resultados positivos para la presencia de proteínas en orina, sin una variación notable
de su proporción expresada en el test durante ninguno de los análisis. Según Elliot Y Grauer
como tal cuando se detecta dos veces o más a lo largo de un periodo entre 2 a 4 semanas, siendo
cursar típicamente con hematuria y proteinuria, que tienden a ir progresando una vez que el daño
ha sido instaurado. Por último, la densidad urinaria auménto proporcionalmente a lo largo del
seguimiento en base a los test de orina, arrojando como resultado del primer análisis una
densidad de 1012, del segundo 1015 y finalmente de 1020 para el ultimo test. Según Cortadellas
y Fernández (2012), en animales que presenten densidades por debajo de 1030 de manera
persistente, siempre debe sospecharse de enfermedad renal, ya que la densidad urinaria normal
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 34
en un perro debe ser mayor a 1030, y cuando se encuentra en valores entre 1012 y 1030 puede
denominarse como una orina mínimamente concentrada, lo cual indica que la función tubular
esta por lo menos parcialmente conservada, pudiéndose encontrar tales valores tanto en animales
sanos como en pacientes con enfermedad renal crónica, especialmente en aquellos que tienen
animales con enfermedad renal crónica se producirá una pérdida progresiva de la capacidad para
concentrar eficazmente la orina, esto tiende a presentarse cuando 2/3 de la masa renal funcional
azotemia.
resultados positivos similares en todos los test efectuados. Para su realización se introdujo
adiciono 1 ml de orina dejando que se deslice por las paredes del tubo inclinado, en caso de
ácido nítrico, la espesura del anillo dio una idea subjetiva de la cantidad de proteínas presentes
Nota: Resultados obtenidos a partir de la bioquímica sanguínea y medición de los electrolitos. Los valores resaltados en negrilla y
bioquímica sanguínea teniendo en cuenta los valores de BUN y creatinina, a su vez se efectuó
una medición de los principales electrolitos para establecer el estado en que se encontraba el
diariamente a lo largo de una semana, el primer día los valores fueron de 9,06 mg/dl, valor que
descendió progresivamente hasta el quinto día de hospitalización llegando a 7,69 mg/dc, sin
embargo, al sexto día los valores se vieron drásticamente elevados hasta alcanzar los 16,57
mg/dl, según Craig et al (2006), los rangos de los valores de creatinina en los perros pueden estar
entre los 0,48 a 1,82 mg/dl dependiendo del tamaño del paciente, estando los ejemplares menores
de 10 kilos en un rango entre 0,48 a 1,02 mg/dl, mientras que los perros superiores a los 45 kg
están en un rango entre los 0,88 a 1,82 mg/dl. Adicionalmente Braun, Lefebvre y Watson (2003),
aseguran que los valores de creatinina pueden verse incrementados en casos donde el paciente
presente una deshidratación mayor del 5%, pero este aumento no tiene por qué ser proporcional
al grado de deshidratación. Debido a su gran importancia en este tipo de patologías los niveles de
la creatinina pueden ser utilizados como base para la estatificación de la enfermedad renal
crónica puede ser determinada en base a de los criterios establecidos por Sociedad Internacional
concentración de creatinina, para este caso en particular se atribuirá un estadio IV, siendo este el
estadio de mayor gravedad de la escala y que está reservado para los pacientes que manifiesten
reflejan azotemia severa, signos clínicos en relación con la perdida de la función renal, así como
primera medición se realizó el primer día de hospitalización cuyo valor fue de 119,4 mg/dl,
posterior a esto se realizaron tres mediciones más los últimos 3 días de hospitalización, los
valores en el primero de estos tres días manifestaron una mejoría descendiendo a 140 mg/dl. Sin
embargo, los dos días siguientes los valores aumentaron progresivamente hasta llegar a 255,4
mg/dl. Según Cortadellas et al (2012), algunas de las posibles razones de que los niveles de urea
la tasa de filtración glomerular, es imperativo que se determine junto con los valores de
midiéndose los niveles de calcio, potasio, sodio y cloro, respectivamente. Los resultados
obtenidos fueron normales a excepción del calcio y el cloro, que manifestaron niveles levemente
altos, según Gerber, Hassig y Reusch (2003), el calcitriol ejerce una retroalimentación negativa
sobre la secreción de PTH, sin embargo, en pacientes de enfermedad renal crónica al presentarse
una retención patológica del fosforo, se disminuye en consecuencia la actividad de la enzima 1ª-
estas condiciones son muy prolongadas aparecerán células paratiroideas monoclonales que dan
lugar a una hiperplasia nodular, en donde se presentara una marcada reducción de los receptores
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 38
Fernández et al. (2019), argumenta que la acidosis metabólica que generalmente acompaña a la
enfermedad renal crónica, presenta niveles de cloro normales, pero existen pacientes que en los
algunos permanecen en esta condición hasta estadios avanzados de la enfermedad renal crónica.
Como última prueba diagnóstica se realizó una ecografía abdominal (Figura 7), dicho
procedimiento resulta de vital importancia para el diagnóstico de las enfermedades renales. Los
izquierdo: tamaño adecuado; diámetro longitudinal aproximado de 6.78 cm, relación cortico
medular alterada 1: 2 (0.79: 0.39) aumento en tejido cortical y la ecogenicidad cortical, bordes
levemente irregulares. Relación nefro aortica 6.7., normo irrigado. Al Doopler color, no se
evidencian signos de hidronefrosis. Riñón Derecho: aproximado de longitud renal 7.2 cm,
Suarez et al. (2015), argumentan que ecográficamente en la enfermedad renal crónica, resulta
frecuente observar los riñones con tamaños pequeños o irregulares, junto con un
Figura 5.
Nota. Ecografía riñón izquierdo (A), Ecografía riñón derecho (B), visualización de Glomérulo (GM),
arteria renal (AR) y arteria aortica (AO) (C), visualización de arteria renal derecha (ARD) y arteria aortica
(AOD) (D).
diagnosticado con enfermedad renal crónica anteriormente y contar con un tratamiento previo,
sin embargo, entre los datos obtenidos durante la anamnesis se menciona que el propietario
admite haber dejado de suministrar el tratamiento al paciente, lo que pudo propiciar un deterior
crónica.
descartar otras posibles afecciones, el cuadro hemático arrojo como resultado una anemia
marcada, la cual corroboraba el diagnostico presuntivo, de igual forma entre los hallazgos más
crónica, especialmente en la glomerulonefritis. Los resultados del perfil bioquímico del paciente
mostro cambios leves en sus concentraciones, por último, los resultados obtenidos a base de una
ecografía abdominal, demostraban anomalías en la estructura de los riñones. Gracias a los datos
y resultados alcanzados en las todas pruebas diagnósticas, se logró concluir con el diagnóstico
brindar así la pronta recuperación del paciente, el tratamiento instaurado se observa en la Tabla
6.
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 41
Cloruro de
2ml Intravenoso 24 horas durante 1 día
potasio
Nota. *Ondansetron se administra vía intravenosa con una frecuencia de 12 horas por presencia de
episodios de vómitos.
El día 31 de agosto de 2020 se da salida voluntaria del paciente Steven a petición del
Administrar vía oral ¼ de tableta cada 24 horas, hasta nueva indicación medica
2. Prednisolona tabletas de 20 mg, usado como corticoide por el proceso inflamatorio que
se produce en el glomérulo
Administrar vía oral 1 capsula cada 24 horas por 10 días inicialmente, administrar
después de comida.
eutanasia.
4.12 Discusión
macho llamado Steven, de raza mestiza con 5 años de edad y con un historial clínico de
enfermedad renal crónica. El paciente fue llevado a consulta debido a que había perdido mucho
peso y presentaba inapetencia. Se efectuó el examen físico, con el cual se obtuvieron ciertos
hallazgos clínicos presentados por el paciente, entre los cuales se mencionan: postración,
masa muscular, mucosas pálidas e hipertensión; todo esto acompañado con episodios de vómitos
registrados el mismo día que ingreso a consulta. Todos los síntomas concuerdan con lo
expresado por Langston (2011), quien argumenta que los primeros síntomas en presentarse en la
enfermedad renal crónica son la disminución del apetito y las náuseas, seguido de vómitos,
letargia, deshidratación, perdidas de peso y de tejido muscular, sin embargo, está en contra de lo
anunciado por Sellares (s.f.), quien asegura que el primer síntoma en aparecer es el síndrome de
haya sido pasado por alto por los propietarios en los estados menos avanzados de la enfermedad.
que es uno de las consecuencias principales de la enfermedad renal crónica, esto es corroborado
por Stepien y Henik (2008), quienes mencionan que la hipertensión arterial sistémica está
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 43
ampliamente referenciada en cuanto a enfermedades renales en perros, y por Sellares (s. f.),
quien afirma que entre los muchos sistemas que pueden verse afectados por esta enfermedad está
también sostiene que los síntomas clásicos de la enfermedad renal crónica son los anteriormente
los exámenes físicos puede variar según la progresión que haya tenido la enfermedad.
Teniendo en cuenta el historial, la anamnesis y el examen físico del paciente, se optó por
Thagaraj et al. (2020), quien argumenta que estos son los tres factores que se deben tener en
cuenta para obtener un diagnóstico rápido y acertado de esta enfermedad, que luego se
confirmára con las pruebas diagnósticas; Ross (2008), también apoya la importancia de un
diagnóstico temprano y asegura que dicha enfermedad puede ser presumiblemente diagnosticada
basándose en los hallazgos físicos cuando en el historial del paciente se evidencia que ha
diagnósticas, las cuales fueron seleccionadas de acuerdo a las conclusiones obtenidas a partir del
examen físico y el historial clínico del paciente, dichas pruebas fueron: cuadro hemático,
bioquímica sanguínea, parcial de orina, medición de electrolitos y ecografía, esto concuerda con
lo anunciado por Thagaraj et al. (2020) y Langston (2011), quienes afirman que la
implementación de estas cinco pruebas son la base para consolidar el diagnóstico de enfermedad
renal crónica. Los resultaros observados en el cuadro hemático evidenciaron una anemia
marcada, lo cual afianzo el diagnostico presuntivo, ya que esto armoniza con lo comunicado por
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 44
Browm (2007), Ross (2008) y Roudebush, Polzin, y Shery (2009), quienes coinciden en
establecer a la anemia como uno de los síntomas característicos de la enfermedad renal crónica
en estados avanzados.
propuesto, siendo: proteinuria, baja densidad urinaria y hematuria. Elliot y Grauer (2007),
(2010), coincide con esto y además añade que junto con la hematuria son signos que cursan
típicamente con las glomérulonefritis crónicas, armonizando finalmente con lo dicho por Equinas
(2020), quien sostiene que la proteinuria es una de las exposiciones clínicas más propias del fallo
en el proceso de filtración glomerular. La baja densidad urinaria fue otro hallazgo importante que
acrecentaba las bases del diagnóstico definitivo, ya que según Adams (2004), es una
consecuencia de una enfermedad renal primaria persistente, una vez que el riñón ha perdido el
comulgan con esta afirmación mencionando que las densidades bajas siempre deben traer
sospechas de enfermedades renales, ya que pueden presentarse tanto en animales sanos, como en
animales con enfermedades renales crónicas. Heine y Lefebvre (2007), también mencionan que
normalmente las bajas densidades urinarias anteceden a la azotemia, condición que se vió
primero tendieron a bajar y luego aumentaron drásticamente, sin embargo, siempre estuvieron
muy por encima de los estándares normales; estos son los marcadores más típicamente usados
para el diagnóstico de las enfermedades renales y sus valores elevados son una prueba decisiva
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 45
en su dictamen, coincidiendo con lo manifestado por Langston (2011), quien argumenta que el
BUN y la creatinina son los marcadores clásicos para evaluar la tasa de filtración glomerular,
concordando con esto Elliott yWatson (2008), indican que la gravedad de la enfermedad renal
crónica puede ser determinada según los valores de creatinina de acuerdo con criterios
también menciona que los niveles de urea posiblemente aumenten por la disminución de la tasa
de filtración glomerular y que al estar aumentados tanto el valor de creatinina como de BUN,
probablemente implica que se ha perdido un mínimo del 75% de la masa renal funcional.
mencionado por Cunningham, Locatelli y Rodriguez (2011), quienes sostienen que las
enfermedades renales crónicas pueden cursar con hipercalcemias, sin embargo, también
mencionan que junto con esto habrá hiperfosforemia, electrolito que no fue evaluado en este
caso, en relación con el leve aumento del cloro Fernández et al. (2019), dice que en algunos
casos los pacientes pueden presentar hipercloremia en estados avanzados de esta enfermedad.
Los principales hallazgos encontrados en la ecografía para ambos riñones fueron: bordes
irregulares relación cortico medular alterada, aumento del tejido cortical y de la ecogenicidad
sustentándose en lo mencionado por Suarez et al. (2015), quien menciona que, en las
enfermedades renales crónicas, con frecuencia se ven riñones con bordes irregulares,
Debido a la crítica condición del paciente, este debió ser ingresado y ser tratado de
lactato de Ringer, lo que coincide con Polzin, Osborne y Ross (2005), quienes argumentan que
Roudebush et al. (2010), también confirma que una buena opción es el lactato de Ringer, pero
advierte que un uso muy prolongado, podría causar hipernatrmia. Para el manejo de los síntomas
con lo dicho por Sackett, Straus y Richardson (2000), quienes indican que las combinaciones de
asegura que los antioxidantes tienen efectos renoprotectores. Para el control de la hipertensión se
manejó telmisartán, Cortadellas & Fernández (2012), están de acuerdo con que los animales con
presión arterial sistólica superior o igual a 160 mmHg y presión arterial diastólica superior o
igual a 100 mmHg, como es el caso de este paciente, deben ser tratados con antihipertensivos.
Por ultimo como suplemento electrolítico se aplicó potasio, esto puede resultar controversial, ya
que estudios realizados por Segev et al. (2010), indican que hasta un 47% de los perros con
enfermedad renal crónica, pueden sufrir de episodios de hiperpotasemia, por otro lado, Polzin,
Osborne y Ross (2008), aseguran que en las enfermedades renales crónicas es importante
4.13 Conclusiones
anamnesis adquieren una especial importancia, ya que al combinarse con el historial clínico, en
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 47
muchas ocasiones permite al profesional hacer un diagnóstico rápido y certero sobre el tipo de
enfermedad renal crónica, ya que entre más pronto se instaure un tratamiento adecuado, más
posibilidades tiene el paciente de recuperación, al no buscarse tanto la corrección del daño renal,
como si su ralentización.
Seleccionar las pruebas diagnósticas adecuadas según los resultados de los exámenes
generales, es una pieza fundamental que pone a prueba los criterios del profesional para
confirmar un diagnóstico correcto con el menor número de pruebas, pero que resultan más
significativas, En el caso de la enfermedad renal crónica, se deben tener muy en cuenta los
valores de creatinina y BUN, así como los resultados obtenidos en el parcial de orina, los cuales
una gran cantidad de factores, ya que debido a esta enfermedad muchos sistemas pueden verse
gastrointestinales y circulatorios. Sin embargo, la estabilización del paciente es solo una parte de
dicho tratamiento, también hay que tener en cuenta el proceso patológico que están sufriendo los
riñones, que en la mayoría de las ocasiones es irreversible, es por esto que, para mantener la
calidad de vida del paciente, se buscar prolongar lo mayor posible la funcionalidad renal.
Como conclusión final puede afirmarse que a pesar de tener un diagnóstico correcto e
que en ocasiones los pacientes presentan un estado tan avanzado, que es muy poco lo que se
puede hacer para mejorar su calidad de vida, terminándose sus opciones de tratamiento. Resulta
Enfermedad renal crónica (glomerulonefritis) 48
fundamental que los propietarios estén comprometidos con el tratamiento y cuidado del paciente,
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