ICA911 CE Control Estratégico 6p
ICA911 CE Control Estratégico 6p
ICA911 CE Control Estratégico 6p
En toda organización, una de las actividades más importantes a realizar por el directivo
es el control, existen diversos tipos y metodologías para realizarla. Una de ellas es el
control estratégico, este tipo de control se basa en reglas y puntos de referencia para
medir la eficacia, eficiencia y la efectividad que tienen los trabajadores para lograras las
metas que se le han propuesto. Además, de un panorama amplio sobre las crisis que
pueden ocurrir en la ejecución de los procesos.
1) Analizar los resultados que se vayan obteniendo en cada una de las unidades
estratégicas existentes, para compararlos con las correspondientes previsiones, al
objeto de poder detectar la existencia de posibles desviaciones (sistemas de
alerta).
2) Establecer un sistema de comunicaciones ágil, para poder introducir a tiempo las
medidas correctoras necesarias.
3) Evaluar el nivel de calidad de la gestión empresarial en la ejecución del plan
estratégico.
4) Medir la eficacia del plan estratégico en relación con los objetivos propuestos.
5) Determinar la existencia de posibles “cuellos de botella” en el sistema, que
pudieran dificultar el desarrollo armónico del proceso, con vistas a su posible
eliminación.
6) Asignar responsabilidades a nivel de departamentos o secciones de la empresa.
7) Proponer las adecuaciones en la estructura organizativa que se entiendan
necesarias para asegurar el éxito de las estrategias formuladas.
2) Establecer qué procedimientos se van a utilizar para obtener los datos de dichas
fuentes (métodos, instrumentos, etc.).
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Es más, los controles ofrecen los parámetros que servirán para aplicar las estrategias y
las medidas correctivas que se tomaran cuando se requieren ajustes relacionados con
su aplicación.
De utilidades
De recursos humanos
De producción
De mercados
En toda empresa, por lo general, se necesita realizar un monitoreo del entorno para
suministrar información a la compañía durante el trabajo diario. Existe la necesidad de
saber lo que ocurre dentro de la organización y en el entorno externo.
15 Control del entorno
Los datos que se obtienen en forma continua, deben ser proporcionados a toda la
empresa, acerca de lo que está sucediendo y la posibilidad de que ocurra algo que
afecte las operaciones normales de la empresa y su proceso de planeación.
17 Control de la producción
Función de dirigir y controlar el movimiento metódico de los materiales por todo el ciclo
de fabricación, desde la requisición de materias primas, hasta la entrega de producto
terminado, mediante la transmisión sistemática de instrucciones a los subordinados,
según el plan que se utiliza en las instalaciones de modo más económico.
18 Ingeniería de Métodos
19 Control de la producción
Para lograr el objetivo, la gerencia debe de estar al tanto del desarrollo de los trabajos a
realizar, el tiempo y La cantidad producida; así como modificar los planes establecidos,
respondiendo a situaciones cambiantes.
21 Control financiero
Ejemplo:
Productividad de mano de obra Se calcula a través de la relación entre el volumen de un
determinado producto terminado y la mano de obra empleada para producirla.
23 LA PRODUCTIVIDAD Y SU CÁLCULO
24 Elaboración de procedimientos
Diagrama Bimanual
Hay pruebas de que los controladores de la organización, si bien son críticos para el
éxito de la empresa, son imperfectos. Los controles que fallan tienen un efecto negativo
para la fama de la empresa y desvían la atención de los administradores de los actos
que se requieren para aplicar correctamente el proceso de la administración estratégica.
27 El marcador equilibrado
28 El marcador equilibrado
La premisa básica del marcador equilibrado es que las empresas ponen en peligro las
posibilidades de su desempeño futuro de la empresa. Por lo mismo un énfasis excesivo
en los controles financieros podría provocar un comportamiento organizacional que tiene
el efecto neto de sacrificar el potencial de la empresa para crear valor a largo plazo, a
cambio de las mejoras del desempeño a corto plazo.
32 Las empresas usan distintos criterios para medir su posición en relación con las
cuatro perspectivas del marcador. La empresa debe escoger la cantidad de criterios para
medir que le permitan entender la estrategia y las finanzas de su desempeño sin entrar
en excesivo detalle. Un adecuado equilibrio de los controles estratégicos y los
financieros, en lugar de un énfasis excesivo en uno de los dos, permite a las empresas
vigilar debidamente su desempeño.
Planeación Estratégica
Una planeación estratégica es un proceso que consiste en determinar cuáles son los objetivos de una
empresa o una institución y qué plan que se debe implementar para alcanzarlos. Es un tipo de
planificación que busca indicar cuál es el mejor camino para lograr las metas que una organización o
una persona se han propuesto.
Esto ocurre porque es un método que sirve para indicar claramente qué objetivo se pretende lograr a
largo plazo, y qué tareas y recursos son los más convenientes para ello. Además, permite mejorar la
toma de decisiones, prever posibles inconvenientes para intentar evitarlos y diseñar métodos para
resolver problemas.
Cuando se elabora una planeación confiable y criteriosa, se establecen las bases para otros procesos
administrativos que se realizan después, como la organización, la dirección y el control del trabajo
posterior. De este modo, todas las personas de una empresa o una institución realizan diversas tareas
siguiendo un único lineamiento.
La planeación estratégica es un proceso esencial para cualquier organización que busca alcanzar sus
objetivos a largo plazo. Según diversos autores, la planeación estratégica se puede definir de la
siguiente manera:
Como se puede ver en las definiciones de los autores, este proceso implica la selección de objetivos, la
asignación de recursos y la consideración del entorno y las contingencias futuras. Es importante que las
organizaciones realicen una planeación estratégica adecuada para poder adaptarse a los cambios del
mercado y lograr el éxito a largo plazo.
Misión. Es la razón de ser de una empresa o una institución, que se define por las características
de la organización, aquello a lo que se dedica y quiénes participan.
Visión. Es el conjunto de metas de una empresa o una institución, que están determinadas por
una versión ideal, es decir, aquello que la organización busca ser en un futuro o hacia dónde se
dirige.
Objetivos. Son los cambios o los resultados que se busca obtener.
Estrategias. Son el conjunto de actividades que se deben realizar para lograr los objetivos.
Presupuesto. Es la cantidad de dinero con la que se cuenta para llevar adelante la estrategia
planificada.
Recursos. Son los objetos, las personas, los lugares, los programas informáticos, entre otros, con
los que se cuenta para realizar el plan.
Programa. Es el plan en el que se detallan las estrategias, donde se indican su orden, su duración,
quién las realizará y con qué recursos.
Valores. Son los principios éticos que guían las acciones y el comportamiento de los integrantes
de la empresa o la institución.
Veamos a continuación cada una de las etapas que conforman el proceso de la planeación estratégica.
Muchas empresas suelen pasar por alto el desarrollo de estas declaraciones o, en todo caso, las
redactan solo por una cuestión de moda o porque otras empresas también lo hacen, en vez de hacerlo
como parte de un compromiso real.
Pero lo cierto es que las empresas que desarrollan claras declaraciones formales de su visión, su misión
y sus valores, las comunican de manera efectiva tanto a sus miembros como a clientes, proveedores y
público en general, y se las hacen recordar constantemente, suelen ser tener un mejor rendimiento que
las que no lo hacen.
La visión indica hacia dónde se dirige una empresa o qué es aquello en lo que pretende convertirse en
el largo plazo. Esta responde a la pregunta: «¿qué queremos llegar a ser?». Un ejemplo de una
declaración de visión es: «Ser la marca líder de automóviles en el mundo».
La misión indica el objeto, propósito o razón de ser de una empresa. Esta responde a la pregunta:
«¿cuál es nuestra razón de ser?». Un ejemplo de una declaración de misión es: «Deleitar a nuestros
clientes».
Mientras que los valores son cualidades, principios o creencias que una empresa posee. Algunos
ejemplos de valores que las empresas suelen declarar como propios son: innovación, honestidad,
desarrollo de los trabajadores, responsabilidad social, y trabajo en equipo.
Desarrollar las declaraciones de la visión, la misión y los valores permite establecer una base sobre la
cual establecer los objetivos y formular las estrategias ya que, por ejemplo, permite establecer objetivos
y formular estrategias que ayuden a alcanzar la visión, que sean congruentes con la misión, y que no
vayan en contra de los valores.
2. Análisis externo
Un análisis externo es un análisis de las diversas fuerzas o factores que existen en el entorno de una
empresa, y que de alguna manera la afectan o podrían afectarla.
fuerzas económicas: tasa de crecimiento del producto nacional bruto, tasa de inflación, tasa de
interés, etc.
fuerzas sociales: tasas de fecundidad, tasas de mortalidad, migraciones, etc.
fuerzas gubernamentales: regulaciones gubernamentales, leyes de patentes, leyes
antimonopolio, etc.
fuerzas tecnológicas: nuevas maquinarias, nuevos procesos productivos, nuevos sistemas de
comunicación, etc.
consumidores: necesidades, gustos, preferencias, deseos, hábitos de consumo,
comportamientos de compra, etc.
competencia: recursos, capacidades, estrategias, ventajas competitivas, fortalezas, debilidades,
etc.
Realizar un análisis externo permite detectar oportunidades que podrían beneficiar a la empresa, y
amenazas que podrían perjudicarla; y así poder establecer objetivos y posteriormente formular
estrategias que permitan aprovechar las oportunidades y/o hacer frente a las amenazas.
3. Análisis interno
Un análisis interno es un análisis de los diferentes factores o elementos que existen en una empresa, y
que pueden dar una idea de los recursos y capacidades con los que cuenta.
Realizar un análisis interno permite identificar las fortalezas y debilidades de la empresa, y así poder
establecer objetivos y posteriormente formular estrategias que permitan capitalizar las fortalezas y/o
superar las debilidades, y que a la vez tengan en cuenta los recursos y capacidades.
En esta etapa se establecen objetivos estratégicos que permitan aprovechar las oportunidades y/o hacer
frente a las amenazas, y capitalizar las fortalezas y/o superar las debilidades; y que a la vez ayuden a
alcanzar la visión de la empresa, y tengan en cuenta su misión y sus valores, así como la situación del
entorno y los recursos y capacidades con los que cuenta.
se evalúan los resultados del análisis externo (situación del entorno) y del análisis interno
(recursos y capacidades), el enunciado de la visión, la misión y los valores, los objetivos
estratégicos, y las estrategias utilizadas anteriormente, hayan tenido o no buenos resultados.
se formula un conjunto manejable de estrategias factibles, teniendo en cuenta la información
analizada en el punto anterior, especialmente en lo que respecta a los recursos y capacidades
con los que cuenta la empresa.
se evalúan las estrategias propuestas teniendo en cuenta las ventajas, desventajas, costos y
beneficios de cada una.
se seleccionan las estrategias a implementar o ejecutar, y se clasifican según su prioridad o
atractivo.
Algunos ejemplos de estrategias que se suelen formular en una planeación estratégica son:
adquirir uno de los distribuidores o minoristas con los que trabaja la empresa con el fin de lograr
un mayor control de la distribución o la venta del producto al consumidor final (estrategia de
integración hacia adelante).
adquirir uno de los proveedores de la empresa con el fin de encargarse del suministro de los
insumos que se necesitan (estrategia de integración hacia atrás).
adquirir una empresa competidora con el fin de obtener una ventaja competitiva ante otros
competidores (estrategia de integración horizontal).
incursionar en nuevos mercados geográficos (estrategia de desarrollo de mercado).
modificar o mejorar los productos actuales (estrategia de desarrollo del producto).
lanzar al mercado nuevos productos relacionados con los productos actuales (estrategia de
diversificación relacionada).
lanzar al mercado nuevos productos no relacionados con los productos actuales (estrategia de
diversificación no relacionada).
vender una de las divisiones de la empresa con el fin de enfocarse en la que mejor rendimiento
presenta (estrategia de desinversión).
declararse en quiebra o bancarrota, y vender todos los activos de la empresa (estrategia de
liquidación).
formar una sociedad con otra empresa con el fin de compartir recursos o aprovechar una
oportunidad de negocio (estrategia de empresa conjunta).
En general, se deben formular y seleccionar estrategias que permitan alcanzar de la mejor manera
posible la visión y los objetivos estratégicos y que, así como estos últimos, tengan en cuenta la situación
del entorno y los recursos y capacidades con los que cuenta la empresa.
objetivos tácticos y operacionales: los objetivos tácticos y operacionales son objetivos de corto y
mediano plazo (formulados para un periodo de hasta 3 años) más específicos que los objetivos
estratégicos. En este punto se señalan los objetivos tácticos y operacionales que van a permitir
alcanzar los estratégicos.
estrategias específicas o cursos de acción: las estrategias específicas o cursos de acción que se
van a realizar para poder alcanzar los objetivos tácticos y operacionales.
asignación de recursos: los recursos humanos, financieros, físicos y tecnológicos que se van a
utilizar, y cómo se van a distribuir.
responsables y encargados: los responsables y encargados de la implementación o ejecución de
las estrategias.
plazos de implementación o ejecución: la fecha en que se implementarán o ejecutarán las
estrategias, y el tiempo en que se obtendrán los resultados.
inversión o presupuesto: la inversión o el presupuesto destinado a la implementación o ejecución
de las estrategias.
En general, los planes estratégicos sirven de guía para la implementación o ejecución de las estrategias,
ayudan a tener una mejor coordinación de las tareas o actividades necesarias para esta, y permiten un
mejor control y evaluación de los resultados.
7. Implementación de estrategias
Una vez que se han diseñado los planes estratégicos la siguiente etapa consiste en la implementación o
ejecución de las estrategias elegidas.
La implementación de las estrategias implica poner en práctica los planes estratégicos previamente
diseñados; por ejemplo, distribuir los recursos, nombrar a los encargados y responsables de
implementar las estrategias, y realizar las tareas y actividades necesarias para la implementación.
Pero además de hacer efectivo los planes estratégicos, la implementación de las estrategias también
suele implicar la motivación de los trabajadores, el manejo de conflictos, y la reducción de la resistencia
al cambio.
Una forma de motivar a los trabajadores es haciéndolos participar en la mayor cantidad posible de
etapas que conforman el proceso de la planeación estratégica, y no solo en la etapa de implementación
de las estrategias.
Manejo de conflictos
La implementación de las estrategias suele generar conflictos debido, por ejemplo, a la disputa por
recursos que son limitados o por incongruencias entre los objetivos de dos áreas.
Una forma de manejar los conflictos es reuniendo a las partes involucradas y pidiéndoles que expongan
y discutan sus diferencias.
Reducción de la resistencia al cambio
Esta etapa suele implicar también un cambio, sobre todo cuando comprende estrategias que buscan
cambiar el rumbo de la empresa y, como todo cambio importante, suele generar ansiedad y, por tanto,
resistencia a este.
Una forma de reducir la resistencia al cambio es asegurándose de que los trabajadores sepan bien lo
que está sucediendo y las razones de ello.
Mientras que la evaluación de los resultados consiste en evaluar los resultados de la implementación de
las estrategias con el fin de asegurarse de que se estén cumpliendo los objetivos propuestos, al
comparar los resultados obtenidos con los resultados esperados.
Tanto el control como la evaluación implican también tomar las medidas o acciones correctivas que sean
necesarias cuando se detectan errores en la implementación o desviaciones con respecto a lo
planificado (en el caso del control), o cuando los resultados obtenidos no concuerdan con los resultados
esperados (en el caso de la evaluación).
Responde preguntas como: dónde estamos y hacia dónde queremos ir, qué somos y qué deberíamos
ser.
Ayuda a las organizaciones a analizar sus fortalezas y debilidades y a adaptarse al medio ambiente.
Se hace para todas las organizaciones, en todos los niveles. Sin embargo, involucra a los altos
ejecutivos, ya que visualizan el futuro mejor que otros.
Centra las fortalezas y los recursos de la organización en actividades importantes y de alta prioridad en
lugar de las actividades rutinarias y cotidianas.
Es un proceso continuo que permite a las organizaciones adaptarse al entorno dinámico y cambiante.
Coordina el entorno interno de las organizaciones con el entorno externo, los recursos financieros con
recursos no financieros y los planes a corto plazo con los planes a largo plazo.
Permite que la incertidumbre descienda al igual que los riesgos, al analizar la situación actual,
los posibles sucesos futuros, proponer objetivos y trazar cursos de acción.
Favorece la identificación de los miembros de la empresa con los objetivos y, por tanto, los
motiva en su consecución.
Sirve como base para las demás funciones administrativas (organización, coordinación y
control), para organizar recursos, coordinar tareas o actividades, y para controlar y evaluar
resultados (al permitir comparar los resultados obtenidos con los planificados).
Antes de ser realizada, considera los recursos y la verdadera capacidad de la empresa, y no
propone objetivos o estrategias que estén fuera del alcance de las posibilidades de la empresa.
No debe estar escrita en piedra, esto significa que debe ser lo suficientemente flexible como para
permitir cambios o correcciones cuando sean necesarios, por ejemplo, cuando sea necesario
adaptarla a los cambios repentinos del mercado
Es un proceso continuo, una vez cumplido los objetivos, los directivos deben proponer nuevas
metas.
Si quieres saber cómo crear o actualizar tu plan estratégico, estás en el lugar indicado. Existen muchos
modelos y marcos de planificación estratégica que podrías aplicar y, si bien a veces es muy útil
combinar algunos, no puedes (ni debes) usarlos todos.
Un plan estratégico es una herramienta excelente que te ayudará a cumplir tus objetivos de negocios.
Pero a veces, esta herramienta se debe actualizar para reflejar nuevas prioridades comerciales o el
cambio en las condiciones del mercado. Si decides usar un modelo que ya existe, puedes beneficiarte
de una hoja de ruta que ya se creó. El modelo que elijas puede mejorar tus conocimientos acerca de
qué es lo que funciona mejor en tu organización, revelar fortalezas y debilidades desconocidas o
ayudarte a descubrir cómo puedes superar a tus competidores.
En este artículo, cubriremos los modelos y marcos más comunes de planificación estratégica y
explicaremos cuándo usar cada uno. Además, recibirás consejos sobre cómo aplicarlos y qué modelos y
marcos puedes combinar.
Durante ese proceso, piensa en los marcos de planificación estratégica como tu caja de herramientas.
Muchos modelos sugieren empezar con un análisis FODA o definir tu declaración de misión y de visión
primero. Aunque, según tus objetivos, quizás quieras aplicar varios marcos diferentes a lo largo del
proceso.
Por ejemplo, si vas a aplicar un plan estratégico basado en el escenario, podrías empezar con un
análisis FODA y PESTAL para obtener una mejor visión general de tu posición actual. Si una de las
debilidades que identificas está relacionada con tu proceso de fabricación, podrías aplicar la teoría de
las restricciones para mejorar los cuellos de botella y mitigar los riesgos.
Ahora que conoces la diferencia entre ambos, obtén más información sobre los siete modelos de
planificación estratégica. Los mismos son los siguientes:
1. Modelo básico
El modelo básico de planificación estratégica es ideal para establecer la visión, la misión, los objetivos
comerciales y los valores de tu empresa. Este modelo te ayuda a delinear los pasos específicos que
debes seguir para alcanzar tus objetivos, supervisar el progreso para mantener a todos encaminados y
abordar los problemas a medida que surjan.
Si esta es tu primera sesión de planificación estratégica, el modelo básico es el camino a seguir. Más
adelante, puedes adornarlo con otros modelos para ajustar o reescribir tu estrategia de negocios, según
sea necesario. Echemos un vistazo a qué tipos de negocios pueden beneficiarse de este modelo y cómo
aplicarlo.
Ideal para:
Pasos:
1. Redactar una declaración de misión. Reúne a tu equipo de planificación para realizar una sesión
de lluvia de ideas. Cuantas más ideas puedas recopilar durante este paso, más entretenida y
gratificante será la fase de análisis.
2. Identificar los objetivos de la organización. Al establecer objetivos de negocios claros, aumentará
el rendimiento del equipo y habrá un impacto positivo en la motivación.
3. Definir estrategias que ayudarán a alcanzar los objetivos. Pregúntate qué pasos debes seguir para
alcanzar esos objetivos y divídelos en objetivos a corto plazo, a mediano plazo y a largo plazo.
4. Crear planes de acción para implementar cada una de las estrategias que se mencionaron
anteriormente. Los planes de acción son útiles para mantener a los equipos motivados y a tu
organización encaminada.
5. Supervisar y adaptar el plan sobre la marcha. Al igual que con cualquier plan estratégico, es
importante supervisar de cerca si tu empresa lo está implementando correctamente y cómo
puedes adaptarlo para obtener mejores resultados.
También conocido como modelo de planificación basado en los objetivos, es esencialmente una
extensión del modelo básico. Es un poco más dinámico y muy popular para las empresas que quieren
crear un modelo más integral.
Ideal para:
Pasos:
1. Realizar un análisis FODA. Evalúa las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de tu
organización mediante un análisis FODA para obtener una mejor visión general de los puntos en
que debería centrarse el plan estratégico. Explicaremos cómo realizar este tipo de análisis cuando
lleguemos a los marcos de planificación estratégica más adelante.
2. Identificar y priorizar los principales problemas y/u objetivos. Según el análisis FODA, identifica y
prioriza en qué debería centrarse el plan estratégico en este momento.
3. Desarrollar las estrategias principales que abordan estos problemas y/u objetivos. Trata de
desarrollar una estrategia general que aborde el problema y/u objetivo de mayor prioridad para
mantener este proceso lo más simple posible.
4. Actualizar o crear una declaración de visión y misión. Asegúrate de que las declaraciones de tu
empresa se alineen con tu estrategia nueva o actual. Si aún no lo has hecho, esta también es una
oportunidad de definir los valores de tu organización.
5. Crear planes de acción. Te serán útiles para abordar los objetivos, las necesidades de recursos,
los roles y las responsabilidades de tu organización.
6. Elaborar un documento con el plan operativo anual. Este modelo es ideal si tu empresa repite el
proceso de implementación del plan estratégico anualmente. Por lo tanto, usa
un plan operativo anual para registrar los objetivos, el progreso y las oportunidades para el futuro.
7. Asignar recursos para el plan operativo del primer año. Ya sea que necesites financiación o un
equipo especializado para implementar tu primer plan estratégico, este es el momento de asignar
todos los recursos que necesitarás.
8. Supervisar y adaptar el plan estratégico. Registra las lecciones aprendidas en el plan operativo
para que puedas revisarlo y mejorarlo para la próxima fase de planificación estratégica.
El plan basado en problemas puede repetirse anualmente (o con menor frecuencia una vez que hayas
resuelto los problemas). Es importante actualizar el plan cada vez que esté en acción, para garantizar
que siga siendo útil para tu organización.
No tienes que repetir el proceso completo cada año; en su lugar, céntrate en lo que es prioritario durante
este período.
3. Modelo de alineación
Este modelo, también conocido como modelo de alineación estratégica (SAM, por sus siglas en inglés),
es uno de los modelos de planificación estratégica más populares. Ayuda a alinear las estrategias
comerciales y de TI con los objetivos estratégicos de la organización.
Tendrás que considerar cuatro perspectivas diferentes, pero de igual importancia, al aplicar este tipo de
modelo:
Lo ideal es que tu estrategia cuente con todos los criterios que acabamos de mencionar. Sin embargo, lo
más probable es que tengas que ceder en algunas cosas.
A continuación, te mostramos cómo crear un plan estratégico mediante el modelo de alineación y qué
tipos de empresas pueden aprovechar sus beneficios.
Ideal para:
Pasos:
1. Definir la misión, los programas y los recursos de la organización y las áreas en las que necesita
apoyo. Antes de mejorar tus declaraciones y enfoques, debes definir exactamente cuáles son.
2. Identificar qué procesos internos están funcionando y cuáles no. Identifica qué procesos causan
problemas, crean cuellos de botella o podrían mejorar. Luego, prioriza qué procesos internos
tendrán el mayor impacto positivo en tu empresa.
3. Identificar soluciones. Trabaja con los respectivos equipos al crear una estrategia nueva para
aprovechar su experiencia y perspectiva acerca de la situación actual.
4. Actualizar el plan estratégico con las soluciones. Actualiza tu plan estratégico y controla si su
implementación está contribuyendo al crecimiento o a la mejora de tu empresa. Si no es así,
quizás tengas que reformular y actualizar tu plan estratégico con soluciones nuevas.
4. Modelo de escenario
El modelo de escenario es excelente si lo combinas con otros modelos, como el básico o el basado en
problemas. Este modelo es particularmente útil si también necesitas considerar factores externos, como
regulaciones gubernamentales, aspectos técnicos o cambios demográficos que puedan tener un
impacto en tu empresa.
Ideal para:
Pasos:
1. Identificar los factores externos que influyen en tu organización. Por ejemplo, deberías tener en
cuenta los factores demográficos, regulatorios o ambientales.
2. Revisar el peor escenario posible que los factores anteriores podrían provocar en tu
organización. Si sabes cuál es la peor situación posible para tu empresa, te resultará mucho más
sencillo estar preparado. Además, si realmente ocurre una situación similar a la que creaste, ya no
sentirás tanta presión ni te tomará por sorpresa.
3. Identificar y abordar dos escenarios organizativos hipotéticos más. Además del peor escenario
posible, también debes definir el mejor escenario posible y el escenario promedio. Ten en cuenta
que el peor escenario posible del paso anterior a menudo puede despertar una gran motivación
para mejorar tu organización. Sin embargo, abordar los otros dos te permitirá enfocarte en lo
positivo: las oportunidades que tu empresa puede tener en el futuro.
4. Identificar y sugerir posibles estrategias o soluciones. Todos los integrantes del equipo deben
aportar sus propias ideas sobre las diferentes formas en las que la empresa podría responder a
cada uno de los tres escenarios. Luego, analicen las estrategias propuestas como equipo.
5. Descubrir consideraciones o estrategias comunes para tu organización. Es muy probable que tus
compañeros de equipo propongan soluciones similares. Decidan cuáles prefieren como equipo o
creen una nueva solución juntos.
6. Identificar el escenario más probable y la estrategia más razonable. Por último, analiza cuál de los
tres escenarios es más probable que ocurra en los próximos tres a cinco años y cómo debería
responder la empresa a los posibles cambios.
5. Modelo de autoorganización
Este modelo de autoorganización, también conocido como modelo de planificación orgánica, es un poco
diferente a los enfoques lineales de los otros modelos. Tendrás que tener paciencia con este método.
Ideal para:
Pasos:
1. Definir y comunicar los valores culturales de la organización. Tu equipo solo puede pensar con
claridad y con las soluciones en mente cuando comprenden claramente los valores de la
organización.
2. Comunicar la visión grupal de la planificación para la organización. Define y comunica la visión con
todas las personas involucradas en el proceso de planificación estratégica. Esto alineará las ideas
de todos con la visión de la empresa.
3. Debatir periódicamente qué procesos ayudarán a hacer realidad la visión de la
organización. Reúnanse cada trimestre para debatir sobre las estrategias o tácticas que acercarán
a la organización a poner en práctica tu visión.
Este modelo fluido puede ayudar a las organizaciones que se enfrentan a cambios rápidos en su
entorno de trabajo. Existen tres niveles de éxito en el modelo en tiempo real:
Descubrir tu ventaja competitiva puede ser difícil, pero es absolutamente fundamental para garantizar el
éxito. Ya sea que se trate de un activo o una fortaleza únicos que tenga tu organización o de una
ejecución sobresaliente de los servicios o programas; es importante que puedas diferenciarte de las
demás empresas del sector para tener éxito.
Ideal para:
Pasos:
1. Definir la declaración de misión y de visión. Si alguna vez tienes dificultades para formular la
declaración de misión o de visión de tu empresa, observa las de otras empresas. Quizás
la declaración de visión de Asana te despierte un poco de inspiración.
2. Investigar, comprender y aprender de la estrategia de la competencia y de las tendencias del
mercado. Elige un puñado de competidores de tu sector e investiga cómo llegaron a tener éxito.
¿Cómo abordaron los contratiempos o desafíos? ¿A qué tipos de desafíos se enfrentaron? ¿Son
situaciones comunes en el mercado? Averigua todo lo que puedas sobre tus competidores para
aprender de ellos.
3. Analizar entornos externos. En este punto, puedes combinar el modelo en tiempo real con el
modelo de escenario para buscar soluciones a las amenazas y oportunidades que están fuera de
tu control.
4. Realizar un análisis FODA de los procesos, sistemas y recursos internos. Además de los factores
externos que tu equipo tiene que tener en cuenta, también es importante observar el entorno
interno de la empresa y su grado de preparación frente a diferentes escenarios.
5. Desarrollar una estrategia. Evalúa los resultados del análisis FODA para desarrollar una estrategia
de negocios que conduzca al éxito organizativo, programático y operativo.
6. Repetir. Supervisa qué tan bien está funcionando la nueva estrategia para tu organización y repite
el proceso de planificación, según sea necesario, para garantizar que estás en la cima o, tal vez,
por delante de tu competencia.
7. Modelo inspirador
Este último modelo de planificación estratégica es perfecto para inspirar y motivar a tu equipo a medida
que trabajan en pos de los objetivos de la organización. También es una manera excelente de presentar
o volver a conectar a tus empleados con tu estrategia de negocios después de una fusión o adquisición.
Ideal para:
Pasos:
1. Reunir al equipo para debatir sobre una visión inspiradora para la organización. Mientras más
personas reúnas para este proceso, más aportes recibirás.
2. Aportar ideas y objetivos grandes, complicados y audaces. Si animas a tu equipo a no guardarse
las ideas que pueden parecer ridículas, conseguirás dos cosas: por un lado, mitigará el miedo a
aportar ideas malas. Pero lo que es más importante, puede conducir a una idea o sugerencia
genial que no se les hubiera ocurrido si sintieran que tienen que pensar de manera tradicional.
3. Evaluar los recursos de la organización. Averigua si la empresa cuenta con los recursos
necesarios para implementar tus nuevas ideas. Si no es así, deberás ajustar tu estrategia o
asignar más recursos.
4. Desarrollar una estrategia que equilibre los recursos y las ideas que se aportaron . Las ideas
descabelladas pueden convertirse en oportunidades increíbles, pero también pueden conllevar un
gran riesgo. Asegúrate de equilibrar las ideas con tu dirección estratégica.