REGALADO FRANCISCO Ensayo Sobre

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Francisco jose

Regalado Jimenez
ID
A00148004

Ensayo sobre la Ley 8-90 sobre Fomento de Zonas Francas en la República Dominicana

La Ley 8-90, promulgada el 15 de enero de 1990 en la República Dominicana, establece


el marco legal para la creación y el fomento de Zonas Francas de Exportación en el país.
Esta ley ha sido un pilar fundamental en la estrategia de desarrollo económico
dominicano, contribuyendo significativamente a la generación de empleo, el incremento
de las exportaciones y la atracción de inversión extranjera. En este ensayo, analizaremos
los aspectos más relevantes de la Ley 8-90, evaluando su impacto y sus mecanismos de
funcionamiento.
La Ley 8-90 surge en un contexto en el que la República Dominicana buscaba diversificar
su economía y reducir la dependencia de las exportaciones tradicionales como el azúcar,
el café y el tabaco. En las décadas previas, el país había experimentado una serie de
desafíos económicos, incluyendo inestabilidad política y económica, que limitaron el
crecimiento sostenido. En respuesta a estos desafíos, la Ley 8-90 fue diseñada con el
objetivo de fomentar la inversión en sectores no tradicionales, promover el desarrollo
industrial y mejorar la competitividad del país en el mercado global.
Uno de los pilares de la Ley 8-90 es la provisión de incentivos fiscales a las empresas que operan
dentro de las Zonas Francas. Estos incentivos incluyen exenciones de impuestos sobre la renta,
impuestos de importación y exportación, impuestos sobre las ventas y otros tributos nacionales y
municipales. Estos beneficios fiscales están diseñados para reducir los costos operativos de las
empresas y hacer de la República Dominicana un destino atractivo para la inversión extranjera.
La administración de las Zonas Francas está a cargo del Consejo Nacional de Zonas Francas de
Exportación (CNZFE), que es el organismo encargado de supervisar el cumplimiento de la Ley
8-90 y de promover el desarrollo de estas zonas. El CNZFE tiene la responsabilidad de evaluar y
aprobar los proyectos que desean establecerse en las Zonas Francas, asegurando que cumplan
con los requisitos legales y contribuyan al desarrollo económico del país.
Desde su implementación, la Ley 8-90 ha tenido un impacto significativo en la economía
dominicana. Las Zonas Francas se han convertido en un motor crucial de crecimiento
económico, generando cientos de miles de empleos directos e indirectos. Además, han
contribuido al desarrollo de habilidades y capacidades en la fuerza laboral dominicana,
especialmente en sectores como el textil, la manufactura electrónica, la agroindustria y
los servicios.
El impacto social también ha sido notable. Las Zonas Francas han promovido el
desarrollo de infraestructura en áreas previamente subdesarrolladas, mejorando las
condiciones de vida de las comunidades locales. Asimismo, han proporcionado
oportunidades de empleo formal, que suelen ofrecer mejores condiciones laborales y
salarios más altos que el sector informal.
A pesar de sus éxitos, la Ley 8-90 y el sistema de Zonas Francas no están exentos de
críticas y desafíos. Uno de los principales problemas es la dependencia excesiva de
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incentivos fiscales, lo que puede llevar a una erosión de la base tributaria del país.
Además, existe preocupación por la sostenibilidad a largo plazo de este modelo,
especialmente si los costos laborales y otros factores de producción aumentan,
reduciendo la competitividad de la República Dominicana frente a otros países.

Otra crítica frecuente es la calidad de los empleos generados. Aunque las Zonas Francas
han creado una gran cantidad de empleos, muchos de estos son de baja cualificación y
salarios relativamente bajos. Esto plantea interrogantes sobre la capacidad de estas
zonas para promover un desarrollo económico inclusivo y sostenible a largo plazo.

Reconociendo estos desafíos, el gobierno dominicano ha estado trabajando en reformas


para mejorar el marco legal y operativo de las Zonas Francas. Estas reformas buscan
diversificar las actividades económicas dentro de las Zonas Francas, promoviendo
sectores de mayor valor añadido y tecnología avanzada. Además, se están
implementando políticas para mejorar la formación y la cualificación de la fuerza laboral,
con el fin de aumentar la productividad y los salarios en el sector.

El futuro de las Zonas Francas en la República Dominicana dependerá en gran medida


de la capacidad del país para adaptarse a los cambios en el entorno económico global.
La innovación, la sostenibilidad y la diversificación serán claves para mantener la
competitividad y continuar atrayendo inversiones. Asimismo, será fundamental
encontrar un equilibrio entre los incentivos fiscales y la necesidad de mantener una base
tributaria sólida que apoye el desarrollo nacional.

La Ley 8-90 sobre Fomento de Zonas Francas ha sido una herramienta crucial en la
estrategia de desarrollo económico de la República Dominicana. Sus incentivos fiscales y
su marco regulatorio han permitido la creación de un entorno atractivo para la inversión,
generando empleo y aumentando las exportaciones. Sin embargo, es esencial que el
país continúe adaptándose y mejorando este modelo para enfrentar los desafíos futuros
y asegurar un desarrollo económico sostenible e inclusivo. Las reformas en curso y la
capacidad de innovación serán determinantes para el éxito continuado de las Zonas
Francas en la República Dominicana.

Ahora, ¿qué es la ley 8-90 de zonas francas? Es una legislación creada para promover el
desarrollo y crecimiento de las zonas francas en la República Dominicana. Fue
promulgada en Santo Domingo el 29 de enero de 1990, durante el mandato del
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expresidente Joaquín Balaguer. Esta ley es significativa porque las zonas francas de
exportación proporcionaban numerosos empleos e ingresos a la población dominicana.
Además, estas zonas podían establecerse en cualquier parte del país, incluso en áreas
donde otras fuentes de empleo no eran viables, facilitando un rápido desarrollo
económico.
Conociendo el propósito de esta ley, es importante destacar que consta de 52 artículos,
de los cuales se abordarán los más relevantes desde mi perspectiva.
El artículo 1 destaca la necesidad de fomentar el desarrollo de las zonas francas,
subrayando que estas deben estar reguladas y sujetas a ciertas normas.
El artículo 2 define qué se considera una zona franca y la delimita geográficamente
como un conjunto de fábricas destinadas al comercio. Los productos fabricados en estas
zonas se consideran exportaciones, mientras que los productos vendidos a ellas se
consideran importaciones, funcionando como si fuera comercio internacional.
Los artículos 3 y 4 establecen que las zonas francas deben estar claramente delimitadas
y supervisadas por personal de aduanas, y que cualquier persona o entidad financiera
puede acogerse a estas leyes siempre que contribuyan al desarrollo del país mediante la
creación de empleo y generación de divisas.
El artículo 6, al igual que el artículo 2, es muy representativo, ya que establece dónde
pueden ubicarse las zonas francas y en qué condiciones. Este artículo permite la
creación de zonas francas en cualquier parte del territorio nacional para la manufactura
de bienes y prestación de servicios. Además, define las zonas francas fronterizas, que
deben estar ubicadas entre 3 y 25 kilómetros de la frontera con Haití, y las zonas francas
especiales, que se ubican cerca de fuentes naturales esenciales para la producción

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