El Ingeniero Jorge Alejandro Newbery
El Ingeniero Jorge Alejandro Newbery
El Ingeniero Jorge Alejandro Newbery
CONTENIDO
I) INTRODUCCIÓN Pág. 2
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EL INGENIERO JORGE ALEJANDRO NEWBERY
SEMBLANZAS BASADAS EN LA RECOPILACIÓN DE RELATOS Y
PUBLICACIONES DE LA PRIMERA MITAD DEL S XX
INTRODUCCIÓN
2
Al atardecer de ese día, en pleno carnaval, un accidente de aviación, le costó la
vida.
Al enterarse, la gente dejó de festejar, y una tristeza general de la que no se
tenía memoria, envolvió a todo un pueblo. Desesperación en las personas, que,
pegadas a la radio querían saber qué había pasado.
“En un accidente de aviación ocurrido en Mendoza, murió el ingeniero Jorge
Newbery. Su acompañante, Benjamín Jiménez Lastra presenta heridas de carácter
reservado que obligaron a su inmediata internación” se escuchaba en los informativos
de la radio.
Ese día murió el ídolo y nació el mito; mito que no tardó mucho para que el
pueblo, los escritores y los artistas de la época lo elevasen a la categoría de leyenda.
El cadáver de Newbery, luego de ser embalsamado, fue velado en las
instalaciones del Jockey Club de Mendoza, que estaba ubicado en la intersección de
las calles Espejo y 9 de Julio.
Antigua fachada del Jockey Club de Mendoza “Caras y caretas” N° 805 del 07.03.1914
Desde allí, a las 10 de la mañana del día siguiente (lunes 2 de marzo), fue
trasladado -a pie- por miembros del Jockey Club y del Club Gimnasia y Esgrima, hasta
la estación del Ferro-carril Buenos Aires al Pacífico, oportunidad en que el ministro de
hacienda de la provincia, Dr. Joaquín Sayanca1, en representación del gobernador
improvisó una alocución en los siguientes términos:
1
Joaquín Sayanca (1868-1938): doctor en Jurisprudencia nacido en Mendoza; donde cumplió las
funciones de fiscal general, juez del crimen y juez en lo civil y presidente de la Suprema Corte de Justicia
de Mendoza. Durante la gobernación de Rufino Ortega (hijo) estuvo al frente de la cartera de Hacienda
(desde abril de 1912 hasta marzo de 1914) Desde esa fecha fue vocal de la Suprema Corte de Justicia
de Mendoza y en 1924 fue designado en la Cámara Civil Primera de Apelaciones de la Capital Federal.
3
“En nombre del Excelentísimo gobierno vengo a despedir los despojos gloriosos
de Jorge Newbery, tan grato al alma nacional, que tanto esperaba aún de su valor, de
su ciencia, de su abnegación y patriotismo. Mendoza, que le vio llegar con tanto cariño
y justificado orgullo, no debió ser su lecho de muerte, como no sea porque, cuna de
tantos héroes, ha servido también de mortaja a tantos mártires. Haciéndome superior
a toda emoción, hago votos patrióticos por que la fibra argentina no se sienta deprimida
por tanta injusticia, por tanta desgracia”.
Por su parte, el Dr. Alberto Guiñazú, en nombre del Jockey Club de Mendoza lo
despidió con el siguiente discurso:
"Señores: como presidente del Jockey Club; de esta ciudad; y a nombre de todos
mis consocios, cumplo con la triste misión de dar la despedida eterna a estos despojos
queridos de Jorge Newbery, que todos el contemplamos desconcertados.
La personalidad del ingeniero Newbery es por demás conocida en toda la
república, que pierde con su desaparición una de las figuras descollantes, y uno de sus
hijos que se preparaba a sacrificarse en su holocausto, aportándole un galardón más
de gloria en el concierto intelectual de la humanidad.
Su solo nombre era el símbolo más perfecto de la popularidad y simpatía a que
se puede aspirar; nombrar a Newbery, es significar caballerosidad, hidalguía.
inteligencia y modestia; existen en su vida innumerables anécdotas que ponen de
relieve ese conjunto de virtudes que pocas veces marcan una armonía más perfecta.
Él fue el fundador del Aéreo de Club de Buenos Aires, era actualmente su digno
presidente, y debido a su talento y perseverancia alcanzó aquel centro el alto grado de
adelanto y prosperidad en que se encuentra.
Era un sportsman consumado, en el concepto más amplio de la palabra y por
mucho tiempo fue el niño mimado de la alta sociedad y del pueblo porteño. Intrépido,
arrojado, luchado infatigable, reunía en su carácter toda la mansedumbre de un cordero
y toda la valentía de un león, y parecía que hasta la misma naturaleza se había
encargado de completar esas condiciones superiores uniéndolas a un cuerpo escultural
y de atleta.
En su faz bondadosa se dibujaba siempre una amable sonrisa que descubría su
alma de niño y que parcela contrastara con su carácter esencialmente noble y varonil.
Dedicado de lleno en estos últimos años al difícil e ingrato arte de la aviación,
hace apenas unos días que acababa de batir el record mundial de altura, y se preparaba
en estos momentos a realizar la hazaña más atrevida y grandiosa que puede registrarse
en los anales de la aviación; atravesar la cordillera de Los Andes, aventajar al cóndor,
4
quebrar aquellas alturas inaccesibles, era su sueño dorado; había estudiado
concienzudamente todas las circunstancias y elementos que acompañan a esa
epopeya, cuando en la tarde de ayer le sorprende la muerte en plena labor
ensayándose para la jornada.
De Newbery, señores, bien puede afirmarse sin temor alguno, que ha sido el
primer aviador del país; puede decirse que ha muerto para conseguir la gloria que para
su patria se había propuesto, llevado por su modestia ingénita y empeñado en
demostrar en el mundo intelectual, que, en este pedazo de América, también hay
hombres capaces de realizar grandes hazañas, y que la Argentina marcha en la
avanzada de la civilización.
Nada quería para él, todo para su Patria. Pero, desgraciadamente, el destino
parece que no ha querido coronar esos nobles esfuerzos, y ya que le había llegado el
fin supremo, era justo de desear que la catástrofe su hubiera producido allá en las
alturas, ante el enemigo, entre los picos arrogantes de la cordillera, para que ésta, con
su inmutable silencio, le rindiera también homenaje al rey del espacio, al gigante que
había de dominarla.
Señores, derramemos una lágrima ante estos despojos sagrados para los
argentinos".
Simultáneamente, por decreto del ejecutivo provincial, se dispusieron honras
fúnebres a la memoria Jorge Newbery:
EN HOMENAJE A NEWBERY
DECRETO 0FICIAL
2
Félix Rufino Ortega (1872-1933): Gobernador de Mendoza durante el período 1910-1914. Gobernó con
una impronta progresista y de importantes obras públicas. En 1912 inauguró el servicio de tranvías
eléctricos en la ciudad de Mendoza, y el 12 de febrero de 1914, aniversario de la batalla de Chacabuco,
inauguró el Monumento al Ejército de Los Andes en el Cerro de la Gloria de la ciudad de Mendoza.
3
Luciano Peltier (1889-1950): Abogado mendocino, que cumplió diferentes cargos legislativos, se
desempeñaba a la sazón como subsecretario de gobierno de la provincia.
6
CRÓNICAS Y ARTÍCULOS RECOPILADOS DE REVISTAS Y LIBROS DE
DIVULGACION ALUSIVOS AL INGENIERO Y AVIADOR
JORGE ALEJANDRO NEWBERY
“La silueta que debe trazar el cronista, familiar a todo el público metropolitano,
es la del ingeniero Jorge Newbery, el fuerte y distinguido sportsman, que hiere
4
Ítalo Eduardo Perotti (1883-1972) Renombrado periodista y diplomático uruguayo radicado en Buenos
Aires durante 1910-1913. Fue corresponsal del diario “La Nación”, piloto aeronauta y miembro del Aero
Club Argentino, y, como tal, tuvo a cargo el “Boletín Mensual” del mismo, cuyo primer número apareció
el 1 de junio de 1911. A partir de 1913 se dedicó plenamente a la actividad diplomática.
7
constantemente nuestra retina con la sorpresa de sus hazañas. Jorge Newbery, muy
popular, es quizá poco o mal conocido; y como resulta, según ya lo hemos dicho, de
tanta facilidad retratarle, confiamos en que a poco que se nos lea se tendrá de él un
concepto superior al que puede haberse formado por el simple conocimiento de sus
proezas (de atleta y sus performances de sportsman) Newbery es un representativo y
si no querernos dar a la expresión el alcance heroico que le imprimiera Carlyle,
declararnos que va por lo menos hasta donde es imaginable la superioridad corno
producto de un conjunto de condiciones que no son comunes a todos los hombres.”
“Dotado de cualidades personales que lo distinguen y lo individualizan, poseedor
de energías que exceden la medida ordinaria, con un espíritu movedizo y claro vidente,
Newbery está armado para luchar con ventaja hasta en las situaciones más adversas
y este es el secreto de muchos de sus triunfos, que para el común de la gente resultan
de explicación difícil. También revela en otro sentido el por qué Newbery lleva siempre
la aplicación de sus medios hasta los límites, porque no ceja hasta obtener resultados,
que muchas veces exceden de los que lógicamente podían preverse.”
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“Si a los sportsmen cuadrara la aplicación de alias y apodos, correspondería a
Jorge Newbery, detentor de records y vencedor de trofeos, el de “El campeón”. Porque,
y acaso no hagamos ninguna revelación a los lectores, ha de saberse que Jorge
Newbery es campeón de todos los Sports conocidos; pues, como hemos dicho ya, su
técnica y su energía no han podido limitarse a darle una figuración más o menos
descollante, sino que lo han llevado siempre y necesariamente a los primeros puestos.”
“La vida de Newbery sportsman es una serie continuada de triunfos que se inicia
en la época ya algo distante de su residencia estudiantil en Norte América.”
“Por ello, desde su primera ascensión, Newbery fue piloto... y después, cuando
ya el número de aeronautas se hizo importante y comenzaron las emulaciones, fue
recordman. Su viaje de Buenos Aires á Bagé, solo, a bordo de la barquilla de su globo,
fue una demostración o por mejor decir una confirmación de su energía. Más tarde la
aviación le atrajo violentamente y lo vimos el primero obtener su título de piloto en el
aeródromo naciente de Villa Lugano, pero las condiciones precarias en que se iniciaba
el vuelo mecánico entre nosotros le impusieron un aplazamiento fortuito. Sin embargo,
tan pronto como pudo reanudar los vuelos, con motivo de la creación de la Escuela
Militar de Aviación en el Palomar, que es también obra suya, nos maravilló con sus
proezas lo mismo en biplano Farman como en monoplano Blériot, proezas a las que
sólo nos tenían acostumbrados algunos contados profesionales.”
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“Recientemente, con motivo de un descenso en vol piqué realizado por Newbery,
los diarios metropolitanos recordaron a Garros, el admirable volatinero del aire, y este
es el comentario más elocuente que pueda haberse hecho de la hazaña de nuestro
sportsman. Newbery acaba de agregar ahora a la lista interminable de sus records otros
dos, ambos de altura, en aeroplano y en globo. Como estos acontecimientos son de
reciente fecha, me parece superfluo recordarlos aquí. No serán las últimas
performances de Newbery a buen seguro, pues, quién sabe todavía qué sorpresas nos
reserva este fuerte, para quien las empresas más difíciles se reducen tan sólo a un acto
simple de la voluntad.”
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“Newbery, que tiene la vida agitada y compleja que todos conocemos, que ha
actuado en las situaciones más diversas y en los momentos más extraordinarios, que
ha frecuentado los tipos más singulares, no es un personaje anecdótico. Sus íntimos,
aquellos que están en contacto directo y diario con él, no conocen hecho alguno,
ignoran detalles de casos que puedan agregar nada pintoresco a la vida de este
sportsman. De Newbery no se conocen sino episodios singulares, sucesos nada
ordinarios, actuaciones impresionantes. Es que su acción está orientada en una senda
en la que no se conciben incidentes simplistas. ¿Quiere esto decir que sea Newbery un
tipo de excepción, para quien la existencia no presenta sino un aspecto severo y
uniforme? No. Newbery es un hombre de su tiempo, -y tanto-, por lo que se halla
perfecta-mente encentrado, si se me permite decirlo así. No lleva una vida árida en la
tortura permanente de las energías en juego. La sociedad le tiene como uno de sus
exponentes prestigiosos. Pero, volvemos a decirlo, no es un personaje anecdótico.”
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“Un aspecto desconocido para la gran mayoría, que este vencedor muestra sólo
a los que le tratan de cerca, es su carácter. Para una parte del público, los actos
salientes de Newbery son hijos del arrojo impremeditado que se resuelve felizmente
con buena fortuna. Es este otro engaño de los muchos que se padecen con respecto a
Newbery. “
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derechos, expuso razones, pero Newbery inflexible se opuso, dando como explicación
muy sensata, que nadie debía subir como pasajero en una prueba de examen, porque
ello equivalía a exponerse torpemente a una muerte segura.”
“Incredulidad de parte del amigo que continuaba enfurruñado. Ínterin, había
salido Passebon a efectuar las pruebas reglamentarias, y al cabo de pocos minutos de
hallarse en vuelo, se desequilibró la máquina cayendo desde cuarenta metros de altura.
Sufrió, el aviador, heridas graves. Al encontrarse Newbery con su amigo de marras, lo
miró fijamente, concretando toda una interrogación aleccionadora, y el amigo,
conmovido, llegó hasta él estrechándolo entre sus brazos. Había vuelto a nacer.”
“Conozco otros exponentes del carácter disciplinado de Newbery, pero no creo
del caso publicarlos. Bastará afirmar, y espero que se me crea, para desvanecer la
leyenda de su imprudencia, forjada por adversarios y por ignorantes, que todo en él es
examen y reflexión y que los únicos impulsos incontrarrestables que acusa, son los muy
justificados del entusiasmo, al que no puede ser ajeno un espíritu como el suyo, abierto
a todas las grandes aspiraciones.”
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2) Apostilla publicada el 15 de noviembre de 1913 por la revista “P.B.T.” (edición N°
468) comentando la actividad que estaba llevando a cabo en esos momentos Newbery
en Europa (no se menciona al cronista)
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Tal como se puede apreciar, en la fotografía que antecede, Jorge Newbery está
acompañado, además de los dos reconocidos pintores Sorolla5 (de barba canosa,
ubicado a la derecha de Newbery) y Fernández6 ((a la izquierda de Newbery, de barba
oscura), de una atractiva dama (no podría ser de otra manera…) española llamada Lola
Requena, una joven bailarina, de gran belleza, que se había hecho famosa porque en
enero de 1904, cuando tenía tan sólo 19 años, había “desaparecido misteriosamente”
en París, a donde había viajado para encontrarse allí con un profesor de baile, español,
pero residente en la capital francesa, llamado Alejandro Aragón.
El capitán Echagüe era el pionero de la aviación española José Ortiz Echagüe
(1886-1980), ingeniero militar y fotógrafo, que en 1923 fundó la fábrica de aeroplanos
Construcciones Aeronáuticas Sociedad Anónima (CASA)
Es considerado como el mejor fotógrafo español del siglo XX, y el ingeniero que
mayor impulso dio a la aviación y a la motorización de España.
Tanto la fotografía como la nota muestran las cualidades de Newbery: su
actividad como piloto y como persona vinculada al ambiente de la cultura.
A la semana siguiente, con algunas variantes, la revista “Caras y caretas” N°
790 del 22 de noviembre, publicó -sin comentarios- la misma fotografía:
5
Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) Prolífico y famoso pintor español de estilo impresionista, ha
dejado más de 2.200 cuadros catalogados.
6
Néstor Martín-Fernández de la Torre (1887-1938): pintor español que participó ampliamente de las
corrientes simbolista y modernista europea.
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3) Semblanza publicada por el diario madrileño “El Heraldo” del 24 de noviembre de
1913.
“El Sr. Newbery, que fue el primero que se elevó en globo desde Buenos Aires,
es hijo de yanqui y española; su apellido materno es Macías.7 “
“Entusiasta de la aerostación, a su esfuerzo so debe la creación de la aviación
militar en la, Argentina. Él ha adiestrado a los pilotos, y por su esfuerzo y el de sus
amigos tiene la. República del Plata aeroplanos militares, que no pagó el Estado, sino
sus donantes.”
“Newbery, ingeniero civil,8 tenía propósito de venir a Madrid para visitar nuestra
Escuela militar; pero los que esperábamos su grata visita, nos vemos privados de ella
por culpa de los proyectos que tiene elaborados el simpático aviador y de que ha dado
cuenta en su reciente entrevista a un redactor de “L'Aero” de Paris.”
“Propónese Newbery atravesar la cordillera de Los Andes, y aunque la empresa.
está cuajada de dificultades insuperables para hombres de otro temple que el de éste,
no hay duda de que el éxito corone esta audaz iniciativa.”
“Por dos veces, ha sido recordman de la altura en América del Sur, primero con
4.075 metros y luego con 4.113, y su itinerario pera esta travesía es el siguiente: Saldrá
da Mendoza, situado a 800 metros sobre el nivel del mar y en la vertiente oriental de
7
Se han cometido dos errores en el texto de la nota que publica El Heraldo: 1) La madre de Newbery,
doña Dolores Celina Malagarie Ramos era argentina, nacida el 4 de enero de 1849 en Buenos Aires; en
tanto que su padre, Pascual Malagarie era francés y su madre, María Dolores Leona Ramos Salvañal,
también era argentina. 2) Obviamente, el apellido materno no era Macías, sino Malagarie.
8
He aquí otro error, ya que Newbery era ingeniero electricista y no ingeniero civil.
16
Los Andes, siguiendo el Valle del rio Mendoza se llega al paso de Las Cuevas a 3.998
metros sobre el nivel del mar. Ésta es la frontera argentino chilena, y su línea exacta
está marcada por un cristo monumental, el cristo de los Andes, bajo el cual pasa la vía
férrea. Este punto, el más elevado de la travesía se encuentra a 180 kilómetros de
Mendoza. Un vuelo de 60 kilómetros sobre el rio Aconcagua, y se llega a los Andes, a
816 metros de altura, en cuya ciudad se propone Newbery hacer escala, siguiendo si
no hay obstáculo, hacia Santiago de chile, a 70 kilómetros al sur de Los Andes.”
“Newbery ha estudiado las condiciones atmosféricas y meteorológicas de las
Sierras de Los Andes, yendo a las cimas para hacer sus observaciones, y, por lo tanto,
se puede augurar que el proyecto, realizable en febrero o marzo, será un éxito cuando
Newbery lo ponga en práctica; lo cual no quita, naturalmente, ninguna importancia a
una hazaña que nada tiene que envidiar a la travesía de los Alpes.”
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4) Entrevista publicada el 20 de febrero de 1914 -a menos de 10 días antes de su fatal
accidente- por el semanario “Fray Mocho”, edición N° 95. Fue la última entrevista
efectuada a Jorge Newbery en Buenos Aires y publicada estando en vida.
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“Emplearé en mi viaje desde Mendoza a Santiago, tres horas y 30 minutos.
Saldré de Mendoza, en ayunas, a las 5 de la madrugada para desayunarme en
Santiago, a las 8 y 30 de la mañana de ese mismo día.”
“Newbery realizará, sin duda, su ilusión. ¡Los sueños de los poetas siempre se
realizan! ¡Siempre! Aunque el Diablo no quiera... Y Newbery, remontándose como lo
hizo no hace mucho, a más de seis mil metros de la tierra, se igualó a los poetas...”
“Es un poeta del espacio. Pero, su más bella poesía, será la hazaña de volar por
encima del Cristo de los Andes. Allá arriba, como una venganza contra la naturaleza
que ha vencido a tantos aviadores, se elevará triunfante. Y aproximará más con su
vuelo la gloria de los dos grandes países…”
Juan José Soiza Reilly
Juan José Soiza Reilly (1880-1959) Fue un reportero ingenioso, brillante, que
supo destacar lo fundamental en lo que se mostraba como anecdótico, además de un
destacado cronista y escritor, famoso por sus entrevistas, las que narraba con aire de
novela.
Fue corresponsal de “Caras y caretas” y del diario “La Nación” en Europa durante
los años 1910-1914. Cubrió con sus despachos los sucesos de la conflagración, como
en el caso de la batalla de Verdun, desde el mismo frente durante la Primera Guerra
Mundial.
Entrevistó a Newbery en varias oportunidades, la última poco antes de su fatal
accidente.
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5) Nota editorial publicada por “Fray Mocho” N° 97, del 6 de marzo de 1914 (no
menciona autor)
“Pocos, corno ellos, han conseguido tan pronto y tantas veces superar a sus
maestros. Pocos, sobre todo, arriesgaron su vida tan desinteresadamente, no
consintiendo inmolarla por otro precio que la gratitud nacional. Hombres de este
corazón son dignos del cariño que nuestro pueblo les profesa y del homenaje que a
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cada paso lea tributa. Newbery era el más digno de todos. y acabamos de contraer con
él la deuda más grande de aquellos afectos.”
En una sesión del Aero-Club, con los señores teniente coronel M. Arenales Uriburu, teniente
coronel E. Mosconi, teniente coronel J. López, ingeniero Duclout, Anasagasti y M. Ramos Vivot.
“La aerostación y la aviación argentina eran su obra, la escuela del Palomar era
su obra, el grupo selecto de nuestros aviadores militares era su obra, si más no se
quiere, la obra de su ejemplo. Era entre nosotros el portaestandarte de la conquista del
aíre. La visión de su hermano Eduardo, muriendo en quién sabe qu9é soledades
oceánicas, durante una empresa del mismo atrevimiento de las suyas, no fue suficiente
causa para destemplar sus nervios ni para abatir su espíritu; y llevando su luto todavía,
siguió adelante por la heroica senda.”
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“La aviación y la aerostación militares
quedarían aquí abajo, implantadas en su patria,
y tuvo la fortuna de haberlas dejado. Ojalá este
pensamiento haya ido en el instante supremo a
cruzar por su cabeza, entibiando el frío horror
de la catástrofe, dilatando de noble orgullo en
corazón contraído por la angustia. El lunes por
la mañana existían grandes esperanzas de que
otro apreciable aviador, víctima de la catástrofe,
el señor Benjamín Jiménez Lastra, lograse
sobrevivir a sus heridas.”
“A última hora comunican de Mendoza que Jiménez Lastra ha experimentado
una mejoría.”
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6) Reportaje póstumo publicado por la revista argentina y editada en Francia, “Mundial
Magazine” N° 36 de abril de 1914
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Dedicatoria de Jorge Newbery a la revista “Mundial Magazine” con motivo del reportaje que el
cronista le realizó en Buenos Aires el 10 de febrero de 1914. El comentario en el recuadro inferior
izquierdo enuncia: “Newbery nos dedicó este recuerdo, días antes de su trágica caída. El correo
nos lo trae, cuando ya el telégrafo nos había anticipado la noticia de la muerte del gran aviador,
amigo de “Mundial”
“El audaz aviador no puede disimular su emoción, por mucho que quiera restar
importancia a su hazaña, atribuyendo modestamente a la casualidad el triunfo obtenido.
-Yo no pensaba- me dijo cuando fui a verle- llegar a esa altura: no lo creí nunca, no me
lo imaginé jamás. Mi vuelo fue de simple ensayo, para probar el motor de mi nuevo
aparato que acabo de adquirir en Francia. Newbery nos hace sentar y, ofreciéndonos
un cigarrillo turco, sigue hablando: -Con este aparato me propongo cruzar los Andes,
atravesando el continente Sud-americano, para llevar por los aires al pueblo chileno el
fraternal saludo de mi patria.”
“Como la altura máxima para esa difícil travesía es de 4.500 metros, fue mi única
intención, al hacer este vuelo que tan gran triunfo me ha proporcionado, llegar a esa al-
tura, y probar la resistencia del motor y las condiciones de estabilidad, etc., de mi nueva
máquina. Pero como alcancé sin dificultad los 4.500 metros, decidí remontarme a los
5.000, para probar las ventajas que en esa latitud tendría la travesía de la Cordillera.
Muerto casi, sin respiración, alcancé 6.225 metros.”
“De llevar oxígeno, hubiera llegado a los 7.000. Volvió Newbery a encender otro
turco, y a la pregunta de que cuándo calculaba atravesar la Cordillera, y si encontraba
para la travesía muchas dificultades, contestó sonriente: -Tengo mucha fe en mi
máquina. Estas esperanzas, las he confirmado ampliamente en mi último vuelo.”
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“Después de hablar largo rato sobre la travesía de los Andes, que en
competencia con el aviador chileno Figueroa proyecta realizar, el aviador Newbery nos
enseñó un cuadro interesantísimo, en el que, gráficamente, se ven los ‘records’ de
altura batidos por los grandes aviadores del mundo, y a cuya cabeza se ha colocado el
piloto argentino con su última hazaña. Contemplando el curioso cuadro, no puede uno
menos de meditar, que en 1908 batió el “record” de altura Farman, elevándose a 25
metros, y que veinte años después, un piloto argentino confunde los colores de su
bandera con el azul purísimo del cielo, remontándose con su gigantesco pájaro
mecánico a 6.200 metros más. ¿Llegará el día en que un piloto audaz se remonte a la
Luna? ¿Por qué no? ¿Acaso no se han convertido en realidad otros sueños fantásticos
de Julio Verne?”
Emilio Dupuy de Lôme
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7) Artículo publicado por “Caras y caretas” N° 805 del 7 de marzo de 1914
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triunfo. La muerte, tantas vetes desafiada y vencida por Newbery, tomó su desquite.
Traidoramente y ron una crueldad desesperante, Newbery cayó cuando parecía que en
el terrible duelo había vencido definitivamente.”
“¡Cómo la pena de ver desvanecida la última gloria, suya y de su patria, habrá amargado
los últimos brevísimos instantes de su valiente vida! Pero el mundo sabe que esa gloria
la habría conquistado, que habría pasado los Andes.”
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8) Glosa basada en una entrevista que Soiza Reilly le efectuó a Newbery, relacionada
con sus supersticiones o creencias, publicada el 13 de marzo de 1914, en la revista
“Fray Mocho” (edición N° 98)
“LAS SUPERSICIONES DE NEWBERY”
“- ¿Dios existe? -, pregunté siendo niño.
En respuesta me dieron una Biblia. Leí. Leí.
Leí... Pero fue inútil.”
“Los ignorantes somos unos bárbaros. Rabiamos ante las cosas irreales con
sonrisas de mofa. Llamamos; superstición a lo que puede ter inspiración divina. Dios
está a nuestro lado. Está en nosotros mismos... Entonces, nada más lógico que él nos
inspire nuestros pensamientos. Pensamientos que de pronto nos muerden y que son
presagios--de sucesos que malos y buenos llegan a ocurrir, Y si no es Dios quien nos
trasmite tales pensamientos, serán las almas de aquellos que nos quieren mucho y, tal
vez, de aquellos que nos odian más. Mientras unas almas nos anuncian lo bueno, las
otras nos pronostican lo contrario. Hagamos un experimento... ¿A cuál de vosotros se
le ha muerto la madre? Ese, que suba al escenario. Yo le preguntaré:”
“—¿Se acuerda usted, caballero, de su pobre viejecita? Usted la quería mucho,
¿de verdad?”
“—Si Mucho. ¡Muchísimo!”
“—Pues bien. En la soledad de su habitación obscura y triste, cuando alguna
terrible pena le comió el corazón: cuando se ha sentido usted desdichado y solo y con
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su madre muerta: ¿no ha creído usted que el alma de la viejecita se acercaba a la suya
y le volcaba sobre su corazón una frescura tibia y el perfume exquisito de un ramo ole
jazmines? ¿Y no ha oído usted que el alma de su madre, ¡tan buena!, ¿le decía sin
hablar, frases que nadie dice y que tanto consuelan? Y después de aquel instante
dulcísimo y espantoso, ¿no ha mirado usted el retrato de su viejecita con más cariño
que antes? ¿No ha comprendido usted que, dentro de aquel retrato de cartón viejo y
vulgar, el alma santa de su madre vive? A todas partes donde usted lleve el retrato de
la viejecita, llevará también el alma de ella— Y Ella, siempre radiante, lo protegerá en
alma y en imagen ante los peligros secretos. Y ante Dios.”
“Los hombres que más estudian y los hombres más fuertes, están obligados a
creer en lo imposible y en lo misterioso. Y hacen bien. La esperanza del "más allá"
consuela al afligido. Ver lo invisible es la aspiración de cualquier sabio. Adivinar los
designios secretos del futuro en las apariencias del presente, es cosa natural en
hombres que sufrieron y experimentaron placeres y dolores. La experiencia de la vida
nos prueba que la "buena suerte" existe lo mismo que la "mala". Hay sucesos
imposibles, que suceden. En cambio. los hechos más lógicos no se realizan nunca.”
“La superstición es el encanto de los soñadores, como lo fue para Lord Byron,
—y es el grato consuelo de los espíritus sabios y prudentes —como fue para Franklin
el físico de Boston, que nunca sentóse en mesa donde los comensales fueran trece, y
que jamás dejó de creer –Según Cabanis-, en lo que Dios le anunciaba en sus sueños
mecánicos de yanqui…”
“¿Qué de extraño, pues, que Jorge Newbery, ese Lord Byron de las nubes y ese
enérgico Franklin de la fuerza de la voluntad, haya prestado a los fantasmas la atención
que merecen? Su cerebro sólido y su alma dulce de muchacho bueno, se
complementaban para observar, sonriendo, las sorpresas del destino. Hasta en eso,
Jorge Newbery fue un hombre origina. SI él viviera, no se avergonzaría al leer lo que
estoy escribiendo. Más de una vez, confesó a sus amigos íntimos, sus creencias
superiores. Pero era hábil. Tenía el talento de medir a los hombres. Se dominaba a si
mismo. Conocía el límite de las cosas que al vulgo le parecen ridículas. Por eso, cuando
hablaba de sus presagios y de su horóscopo, siempre lo hacía riendo. Riéndose
dulcemente. Se burlaba de sus apreciaciones. Ridiculizaba la sombra para disiparla
enseguida con su risa. No hace un mes todavía, que fui a ver a Newbery para
entrevistarlo con motivo de su proyectada excursión a Chile. Entonces, me narró entre
sonrisas y burlas, algo que no publiqué en aquel reportaje porque yo también conozco
cuáles son las fronteras del ridículo con que el vulgo separa nuestras sabias locuras...
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En su viaje último ¡el último! a París le dieron a Newbery un banquete. Se lo daba un
grupo de amigos muy íntimos. Había bellas damas. Jóvenes felices. Y champagne... La
tiesta tuvo lugar en casa de la célebre y hermosa artista Gilda Darty, su admiradora
más ferviente.”
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“En efecto, últimamente, cuando estuvo en Mendoza, no lo llevó. Lo dejó dentro
de su "Morane", en El Palomar... No pensaba volar en Mendoza. Y allá, en los
Tamarindos, se produjo la catástrofe. El pobrecito estaba lejos del retrato materno. La
efigie no pudo salvarlo. En el bolsillo alto del chaleco, sobre el corazón, Newbery llevaba
una fosforera de oro, con un zafiro, recuerdo de su padre, dentro de la cual conservaba
varios cabellos blancos de la madre. A menudo, se le oyó decir:”
“—Siempre temo morir del corazón... Pero tenga el presentimiento de que, si
conservo los cabellos de mi madre sobre mi corazón, moriré de otra cosa.”
“Y en realidad fue así. Murió ‘de otra cosa’…: ¡De muerte horrible! Cuando
recogieron su cadáver, le encontraron en el chaleco, la fosforera con los cabellos
blancos. A pesar de ser maciza, hallábase torcida y casi quebrada por la violencia del
choque del cuerpo, al hundírsele y rompérsele la caja torácica, contra los hierros del
monoplano.”
“Se sabe ya, pues ‘La Nación’ del 2 del corriente publicó un hermoso articulo al
respecto, la mala impresión que le produjo a Newbery un presagio que él titulaba de
‘jettatura’, hecho por medio de un aviso de unos cigarrillos y publicado en ciertos
periódicos de la capital. En una de las alas de un aeroplano, diseñado al parecer por
un dibujante novel, se leían varios nombres: Origone, Eusebione, Arzeno, Newbery,
Fels, Mascías… Guardaba la lista, un orden cronológico funesto. Origone, murió
primero; luego Eusebione; más tarde, Arzeno... En seguida se leía: Newbery.”
“—Podían haber separado con una raya los nombres de los muertos-dijo
Newbery, según "La Nación”, - porque así, leída de corrido esa que en su comienzo es
una lista necrológica, diríase que resultaba una sentencia de muerte para mí, para Fels,
para Mascías... ¿Me tocará el turno ahora?”
“Y para quitar la impresión del presagio, se rió, burlándose de sí mismo. Pero,
en su casa, hizo algo más. Su secretario, el íntimo y fiel compañero que lo llorará toda
la vida, el señor Manuel Ramos Vivot, me ha suministrado copia de algunos de los
párrafos de la carta con que Newbery protestó enérgicamente ante la fábrica de
cigarrillos que presagió su muerte... Es justo decir, que los causantes del hecho se
disculparon, enviando una nota y varios miles para su monumento...”
“Hoy el alma buena de Jorge se reirá de todos esos vaticinios. Ya no puede
‘pensar en los muertos’, ahora pensará en la patria. Y desde arriba acompañará a
nuestros aviadores en sus vuelos, infundiéndoles el valor y la voluntad que a él lo
transfiguraron en un héroe...”
36
9) Nota editorial publicada en “Mundo Argentino” N° 166 del 11 de marzo de 1914
37
10) Semblanza publicada por “Fray Mocho” N° 99 del 20 de marzo de 1914
“LAS ALAS DE ÍCARO”
38
aves cordilleranas la hacen perfectamente cuando descuelgan de lo alto la presa viva
y caen con toda densidad sobre la tierra.”
- “A todo esto hemos de llegar. — respondía el valiente piloto — esto marcha
vertiginosamente… Figúrense ustedes que acabo de leer en un diario francés, en
‘servicio Pedido’ el aviso de una dama de la aristocracia, que dice: "Se necesita un
piloto aviador; se pagará un buen sueldo". Es posiblemente, el primer pedido
profesional que se formula. Pero, esto anticipa que la cosa se divulga, que el mundo
comienza a propagar la aviación como una necesidad y no corno un deporte. Se pide
el servicio de los aeronautas como pudiera pedirse el de un chauffeur.”
“Newbery hablaba con cierta tristeza. Se diría que una gota de escepticismo
había caído en el fondo de su alma. Sus ojos azules, de una belleza límpida, tenían una
pena, indiscutiblemente. Era, gran batalla, la misteriosa batalla interna entre la
temeridad probada y la fuerza desconocida; entre el valor dinámico acostumbrado a
dominar y el misterio ignoto acostumbrado a sorprender. El Newbery de aquel día no
era el mismo Newbery del día de la catástrofe.
“Cinco horas en su compañía. -las cinco últimas de su existencia nos dieron
material eficiente para nuestra observación. Había un arco de tristeza circundando su
frente de gladiador romano. Una de las niñas del dueño de casa, Elva, puso en manos
del aviador un diario de la tarde que saludaba en términos conceptuosos la llegada de
Newbery, pero por error tipográfico no le llamaba "Jorge", sino 'Eduardo". Esta
casualidad, que traía a su mente la remembranza de su hermano, víctima de las
traiciones de Eolo, en su globo "Pampero", marcó en su frente una sombra fugaz, y se
diría que su voz apagada, tuvo la tremulación de una lágrima.”
“- Este error — nos dijo — hace doblemente simpática a mi espíritu la expresión
del suelto.”
“Pero, quedó en su ser una gota de acíbar.”
“Newbery era supersticioso, de una superstición napoleónica, tal vez augural...
Luchaba contra todo. Dominaba los obstáculos como un atleta, pero tenía la sencillez
cabalística de acudir a la quiromancia para prevenir los signos de la mano.”
“Fue así que la buenaventura le vaticinó una muerte temprana y violenta.”
-----------------------------------------------
“A las cinco menos cuarto, nos poníamos sobre la carretera en automóvil
vertiginoso y en marcha a la ciudad. En treinta minutos teníamos que salvar las seis
leguas que separan a Fray Luis Beltrán de Mendoza. Junto al chauffeur ocupó su
39
asiento Fels, al respaldo del coche, Giménez Lastra y Antonio Pimenter, gerente del
Banco Hipotecario. En los asientos interiores, Newbery y yo.”
“El infortunado piloto tenía que hacer una diligencia urgente en la ciudad. Nada
dijo sobre el particular. Sin embargo, sospecho que tuviera atingencia con el vuelo fatal,
en el propósito de que presenciaran la ascensión algunas damas porteñas, a quienes
había invitado dos días antes.”
“Al pasar por Rodeo de la Cruz, una ráfaga de viento arrastró en sus alas el
sombrero de paja de Fels. Nos detuvimos. Parecía un anticipo prediccional.
¡Después!... la catástrofe, la escena terrible! Ícaro, cerniéndose sobre los aires, se
había elevado, tanto, que el fuego del Sol derritió la cera de sus alas, cayendo sobre
las olas encrespadas del Egeo. Pero éste nuevo Ícaro, Newbery, con el secreto del
pájaro, iba a violar la entraña virgen de los montes y a indagar el secreto de las cimas.”
"-No retarás mi abismo- había dicho la montaña; y el volador, herido como el ave,
cayó en la misteriosa vorágine, sin vientos adversos, en el jadear de su máquina, como
un corazón ansioso de vivir.”
“Sobre el cadáver de este león de la fuerza, en un relicario, brillaban los cabellos
maternales. Es cosa de llorar.”
W. Jaime Mollins
Wenceslao Jaime Molins (1882 –1965) Periodista y escritor argentino. Estuvo ligado a varios
medios impresos de la Argentina, tales como “La Nación” y “La Razón”, como así también de
Bolivia, país en el que residió entre los años 1920 y 1930.
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11) Semblanza publicada por “Caras y caretas” N° 1811 del 17 de junio de 1933 por
uno de sus comentaristas, que firmaba sus escritos con el seudónimo de “ICARO”, y
cuyo verdadero nombre no se ha podido –hasta el momento- determinar:
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12) Extracto de un artículo publicado por la revista “El Hogar” N° 1.674 del 14 de
noviembre de 1941, titulado:
9
Sobre este autor no ha sido posible obtener referencia alguna.
45
13) Semblanza publicada por el semanario “P.B.T.” N° 861 del 20 de marzo de 1953.
46
14) Anécdota publicada por el semanario “P.B.T.” N° 885 del 4 de setiembre de 1953.
47
15) Semblanza – Dramatización publicada en la revista “El Hogar” N° 2.301 del 18 de
diciembre de 1953 (Número extraordinario 1904/1954)
48
—He de dártelas otro día, prefiero ahora hablarte de él, para que puedas formarte
una idea cabal de su personalidad tan completa
—¿Completa en qué sentido?...
—En él se aunaban los atributos de un hombre de mundo y de un deportista in-
vencible... En el club y en los salones triunfaba por sus maneras distinguidas y suaves;
en el deporte era al propio tiempo caballeresco y recio.
—¿Y en el campo sentimental, abuela?
—Tenía todas las cualidades para agradar y pudo elegir a su antojo cuando llegó el
momento... Casó con la muchacha más hermosa de entonces: Sara Escalante,
perteneciente a una antigua y prestigiosa familia tucumana, hija del ministro de
agricultura doctor Wenceslao Escalante y de doña Javiera Reto.
—¿De ese matrimonio nació un hijo, verdad?
—Veo que estás enterada... Falleció, sin embargo, a temprana edad.
—Tal vez hubiera sido la gran pasión de su vida...
—Posiblemente. pero la verdadera pasión fue el deporte. Fue esgrimista
insuperable, boxeador imbatible, campeón de natación y atleta que se destacaba en
todas las manifestaciones del deporte. Naturalmente, cuando en el mundo se
registraron los primeros intentos del vuelo mecánico, con el "más pesado que el aire",
se interesó por alistarse en esa falange de precursores.
Había conocido en París a Santos Dumont, figura histórica en los anales de la
conquista del aire, que había salido del Brasil, su patria, para realizar su sueño en
Francia, donde se trabajaba con afán en el propósito de dominar el espacio. Santos
Dumont. que se había remontado en un pequeño dirigible, girando sobre la Torre Miel,
debió ser para Jorge Newbery como el primer despertar de sus inquietudes más
secretas.
A su regreso en Buenos Aires, realizó las primeras ascensiones en globo libre,
llevando en cada oportunidad a amigo diferente, para ir formando así un núcleo de
entusiastas cultores de este deporte tan lleno de riesgos...
—¿Demoraron mucho en llegar los primeros aeroplanos?...
—Casi en seguida de haberse difundido en el país las ascensiones en globo libre...
Naturalmente, en primera línea -ya en parte formada la conciencia aeronáutica-, Jorge
Newbery, por derecho propio, asumió el comando de ese grupo.
—Fundó la primera Escuela de Aviación en el Palomar, ¿no es así?...
—¡Ah! ¡Si te fuera a contar toda su biografía, no me alcanzarla el tiempo!...
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—¿No hay nada escrito sobre su vida tan
intensamente vivida?
—¡Ya lo creo! Tienes, en primer término, un
opúsculo muy completo de Raúl Alejandro
Apold, actual subsecretario de informaciones
de la presidencia de la Nación y que fue, en sus
mocedades, un cronista de aviación tan
entusiasta, que siguió de cerca -no desde las
redacciones, sino en los propios campos de
experimentación- el desarrollo de esta
actividad. También Julio A. Quesada, en
conferencia pronunciada en el Círculo de
Aeronáutica, bajo el título de "Jorge Newbery,
gloria nacional", presentó matices de fuerte
colorido...
—¿Y con los primeros aeroplanos también demostró su extraordinario espíritu de
deportista?
—¡Imagínate que llegó un momento en que batió todos los "records" de altura
registrados en el mundo!… ¡Ya en 1914 logró alcanzar el de 6.375 metros'
—¡Maravilloso!
—Pero nunca estaba satisfecho... Siempre pensaba en superar la hazaña que
acababa de cumplir. Aquella proeza la llevó a cabo el 10 de febrero de 1911, en un
monoplano francés, marca "Morane Saulnier"... Tres horas y doce minutos se mantuvo
en el aire, soportando temperaturas que llegaban a los 15° bajo cero... Con esa misma
máquina, pocas semanas después, pagaba con su vida el temerario intento de cruzar
los Andes...
—¡Cuente, abuela, si ello no fatiga!...
—Como ya te dije, Jorge nunca estaba satisfecho con sus hazañas... Cuando logró
el "record" de altura, debió pensar que era posible mirar el Aconcagua desde arriba y
sin vacilar decidió organizar esa magna hazaña. que fue para su destino una sentencia
de muerte…
—¿Murió al pretender el cruce de la cordillera?
—Hacia Mendoza fue con todo; los elementos para intentar la travesía. Realizó sobre
el terreno los estudios necesarios, recorriendo a lomo de mula los diversos lugares por
los cuales habría de sobrevolar. Anotó con paciencia el régimen de los vientos a
50
distintas alturas, hizo vuelos de ensayo para someter su frágil máquina a las pruebas
de resistencia... Hasta que una mañana -el 19 de marzo de 1919- en el deseo de
satisfacer la curiosidad de algunas lindas chicas mendocinas, llegó al campo de
aviación "Los Tamarindos' y en compañía de su íntimo amigo Benjamín Giménez
Lastra, remontó vuelo. Tal vez, en un alarde de destreza y de confianza, hizo un viraje
algo inclinado, y tomado el avión por una de esas violentas rachas naturales en la región
cordillerana, perdió el equilibrio, cuando aún se hallaba a poco más de treinta metros
del suelo, y, sin que el piloto pudiera impedirlo, se precipitó a tierra.
—¡Qué horror!
—Cuando quienes presenciaron la catástrofe acudieron en su auxilio, Jorge Newbery
habla dejado de existir, mientras que su acompañante, aún con vida. presentaba graves
heridas…
—¿Murió también?
—¡Pudo ser salvado! Más tarde... tal era el temple que Jorge infundía a sus
discípulos, Giménez Lastra fue un habilísimo piloto y el primer argentino que hizo el
"looping”
—Me imagino que la muerte de Newbery fue un duelo nacional...
—Así es, hijita... Su entierro alcanzó proporciones nunca vistas hasta entonces.
Entre las oraciones fúnebres se destacó la de Belisario Roldán, que dijo con aquella su
elocuencia musical con que exornaba su oratoria brillante, al evocar el nombre de Jorge
Newbery, que al pretender sobrepasar los picachos más altos de la cordillera era:
"Lo mismo que si quisiera
robarse el disco del sol
Para izarlo en su bandera"
Y terminó diciendo:
..."mientras pasa ante nuestros ojos como una pesadilla trágica
la visión de un ave que cae, el ala rota, para retornar en esencia
y en llamarada el camino de la luz y de la gloria."
—¿Y después?...
—Después, hijita... Jorge Newbery nació para la inmortalidad... Su nombre y su
recuerdo viven en las generaciones presentes y vivirán en las venideras, porque
escribió para la patria una página de su historia.
—¡Hermosa lección de carácter la suya!...
—Para apreciarlo en toda su grandeza habrá que admirarlo corno a esas altas
montañas que él quiso atravesar... La perspectiva del tiempo y la distancia será la
manera de contemplar su figura...
51
—¿Y hoy, abuela?...
—Hoy, nieta querida, cada avión gigantesco que cruza la inmensa mole de los Andes
en asombrosa proporción numérica, traza sobre las cumbres de la más alta cordillera
la parábola del valor y del sacrificio de Jorge Newbery, en aras de un ideal inmarcesible
y eterno...
(Sobre la mejilla de la abuela se desliza una lágrima, que la nieta amorosa enjuga
con un beso.)
52
JORGE NEWBERY EN LA POESÍA
10
Barón Antonio Oscar Demarchi Crohare (1875-1934): Noble de origen italiano, nacido en Milán y
radicado en la Argentina desde fines del S XIX. Yerno del general Julio A. Roca, boxeador y deportista
calificado.
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2) Tres semanas después de su muerte, la revista “Caras y caretas” N° 807, del
21.03.1914, publicó una página completa –ilustrada con un monoplano en vuelo en un
paisaje cordillerano -confeccionado por el pintor Eugenio Álvarez Dumont- en su
homenaje, encabezada “IN MEMORIAM”, con cuatro sonetos de sendos poetas o
escritores reconocidos de la época: Antonino Lamberti; Salvador María Boucau; Antonio
Pérez-Pintor y Julio A. Costa.
54
Antonino Lamberti (1845-1926) Reconocido poeta uruguayo radicado en la
Argentina, falleció en Tucumán, el 23 de setiembre de 1926, a consecuencia de un ACV
mientras conversaba animadamente con un grupo de tucumanos en el hall del hotel
Savoy donde se hospedaba.
El soneto “Jorge Newbery” fue nuevamente publicado por la revista “La Nota”,
edición N° 302 del 27 de mayo de 1921, junto con un “Himno Aviación Argentina” del
mismo autor, en una página intitulada “POESÍAS OPORTUNAS”, con el siguiente
comentario: “Por eso publicamos hoy un bravo y entusiasta himno a la aviación y un
soneto a Jorge Newbery, brotados de la fuente inagotable del exquisito poeta DON
ANTONINO LAMBERTI…”
Atento al innegable vínculo de dicho himno con la vida, obra y gloria de Jorge
Newbery, se lo transcribe a continuación:
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"HIMNO AVIACION ARGENTINA"
¡Arriba! a las alturas! ¿Que muchos sucumbieron?
Que vuele el ala fuerte, No importa, ¡a las alturas!
Que sienta el joven nauta Jalones luminosos
Desafiando la muerte Serán de las bravuras
De cara al infinito Que marcan el camino
Latir el corazón: Del ansia de volar.
Que el águila y el cóndor No basta la montaña,
Llorosos en la sierra, Ni el rayo, ni el océano,
Contemplan el prodigio El reino de los aires,
Del dueño de la tierra. El hombre soberano,
El vuelo gigantesco Al carro de su marcha
Que tiende la aviación. Lo quiere sujetar.
56
3) En una fecha no determinada de 1914 y con el título de “OTOÑAL…” el poeta y
escritor Gustavo Garibotto11 publicó un libro de poesías en el que incluyó un soneto
dedicado a Jorge Newbery.
11
Gustavo Garibotto fue un prolífico narrador, poeta y letrista de canciones folklóricas, pero
lamentablemente no se han podido recabar otros datos sobre su biografía.
12
Se han respetado las terminaciones en “es” de los verbos tal cual figuran en el original transcripto.
57
4) También en 1914, Pedro F. Ponce de León publicó un libro titulado “Lagrimas”,
dedicado íntegramente a Jorge Newbery, que incluyó, además del prólogo –una carta
del autor a Ernesto Newbery, hermano del malogrado Jorge, cinco poemas (tres
poesías y dos sonetos) y dos prosas, que a continuación se reproducen.
PRÓLOGO
(Carta de Ponce de León a Ernesto Newbery, hermano de Jorge Newbery)
Señor Ernesto Newbery
Buenos Aires
Muy Señor mío:
Cuando los pueblos festejan los grandes triunfos conquistados por la
inteligencia, el patriotismo, o el esfuerzo titánico de alguno de sus hijos, los bardos
pulsan sus liras, y, entonan sus himnos en honor del vencedor. ¿Qué grato es en este
caso a esos bardos, elevar desde el santuario de sus almas, sus mejores cánticos en
58
obsequio del que ha vencido; y que tiene la satisfacción de oír el aplauso, que sus
conciudadanos y admiradores, han llegado con justicia a tributarle?...
¡Más!... ¡Cuán amargo es, a estos mismos bardos, ligar a las notas funerarias,
de sus enlutadas liras, los sollozos de sus almas, en las horas en que la Patria llora,
por haber sido herida, en lo más alto de sus íntimas afecciones!...
¡Sí, mi distinguido señor! Vuestro muy glorioso y malogrado hermano, supo
inspirar, al par que la admiración y cariñoso respeto del pueblo de su patria, y de todos
aquellos que lo trataron y de los que les fue dado conocer sus descollantes méritos,
supo inspirar, repito, a los bardos, en su muy gloriosa cruzada, quienes, en honor de
sus inmortales triunfos, entonaron himnos, dignos de su preclara grandeza…
Y, cuando la fatalidad ¡cruel ironía del destino! Hiciera libar a un mundo el néctar
del más amargo sinsabor; y que la enseña de la patria fuera cubierta por negros
crespones, por el fin trágico del glorioso mártir, vuelven esos bardos, que momentos
antes habían entonado alegres himnos, vuelven, repito, a entonar estrofas del más
sincero duelo y a regar con su amargo llanto, los crespones de sus liras…
¡Paz y gloria en la tumba del caído!
Pedro F. Ponce de León
V. Urquiza.
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Prosa publicada en “LÁGRIMAS” de autor anónimo
Anónimo
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POEMAS
“¡TÚ!”
Homenaje de admiración y respeto a la memoria del malogrado aviador
argentino Jorge Newbery.
¡Tú!, que si siempre habías vencido ¡Tú! que ha poco habías logrado
Y, por tanto, descollado. Las águilas derrotar;
Caes ¡crueldad! fulminado, Y, nuestra enseña llevar
Al pie del Ande aterido. A las regiones del cielo...
Y conseguir en tal vuelo
¡Tú! Que te habías conseguido Record mundial alcanzar
Rozar la bóveda azul,
Y entre el vaporoso tul ¡Tú! que, de tu pueblo, al hombro,
Tener las nubes, por galas … Te sentiste aclamado.
¡Y hacer triunfar en tus alas Por el Record alcanzado
¡La enseña blanca y azul!.. El cual del mundo fue asombro.
61
“HOMENAJE”
Al titán de la aviación Jorge Newbery
J. A. Pulido
62
“EL VOLADOR Y LA MONTAÑA”
Homenaje de admiración y amistad en la muerte de Jorge Newbery.
J. López de Gomara
63
SONETOS
“HOMENAJE”
A la memoria del malogrado aviador argentino Jorge Newbery
Ángel Marino.
Ángel Marino (¿? – 1947) Payador y letrista de tangos, entre ellos “El Caburé”
64
En 1917 la revista “P.B.T.”; edición N° 653 del 2 de junio de ese año, una página titulada
“COLABORACIÓN ESPONTÁNEA” con diez poesías -en su mayoría sonetos- sobre
distintos temas; uno de ellos dedicado a Jorge Newbery, escrito por Juan B. Avendaño,
sobre quién no ha sido posible obtener información alguna, por lo que debemos
suponer se trató de la colaboración de un aficionado.
“A JORGE NEWBERY”
Bajo el seguro impulso de tu mano,
cortando el aire en un sereno vuelo
cual negra golondrina, tu aeroplano
se fue esfumando en el azul del cielo.
Juan B. Avendaño
65
DISCURSOS EN SUS EXEQUIAS
Newbery, expresándola
Newbery, expresándola en
en la
la reedición
reedición de los discursos que fueron pronunciados en
su tumba, vibrantes y dolientes juicios que, juntos, constituyen la biografía del extinto.
66
No fue Newbery un espíritu de aventura como acaso lo sean los muy esforzados que
en este cuarto de llora se disputan en todas las latitudes la conquista del aire; genuina
expresión de cultura y demostrado exponente del valor real, adornábanlo además una
perenne gracia y una tal plenitud de vida, que su pérdida es la de múltiples méritos y
la de muy fundadas esperanzas con relación a la nación misma, que entreveía en él
una gloria positiva.”
“Salvamos del olvido las piezas oratorias pronunciadas en la ceremonia de su
entierro, incorporándolas a la forma más duradera del libro con un sincero sentimiento
de dolor tan grande corno nuestra admiración.”
68
vislumbrado apenas por discípulos del alemán Lilienthal y del americano Chanute. La
aerostación era más bien sport y no ciencia.
Jorge Newbery trajo a este club su mente altamente caballeresca, su frío
atrevimiento; efectuó hazañas, fundó escuela; mas, el destino dramático vigilaba en la
sombra y una fecha cruel enlutó al Aero Club: en las tinieblas insondables de la noche
y del océano desapareció su querido hermano Eduardo, a quien acompañaba el
sargento Romero. Jorge Newbery mandó estrechar filas al grito de Sursum korda.
El Aero Club no desapareció; bien al contrario, la palabra convincente del
apóstol supo ganarle nuevos adherentes: no retrocedió ante el crimen inconsciente de
la suerte. No, señores, adelantó, rodeado de valiente falange, a combatir esa fatalidad,
a derrotarla y a conquistar el dominio de los aires. La aviación vino más tarde y lo contó
entre sus fervientes adeptos; fue uno de los primeros pilotos aviadores patentados en
Sud América, y durante las fiestas del centenario supo ganar premios en cortés lucha
con avezados aviadores europeos.
Un bello día primaveral se lanzó a través del Río de la Plata, yendo a la Colonia
para volver de inmediato, y este vuelo, junto con el de Fels a Montevideo, despertaron
grandísimo entusiasmo en el país entero. Aprovechó ese estado de los ánimos, y en
unión del digno presidente de la Sociedad Sportiva Argentina, barón Antonio de Marchi,
crearon aquella gran Comisión Pro-aviación Militar. Los clubs, industriales,
comerciantes, el pueblo entero, contestaron al llamamiento, y de esta cooperación,
cuya alma fue Newbery, resultó nuestra escuela de aviación militar, para provecho y
gloria del ejército y de la patria. Fundada, le dedicó lo mejor de su inteligencia y de su
energía; enseñando se hizo maestro y se perfeccionó a tal punto que, no quedando ya
hazaña por hacer en esta ciencia tan rápidamente desarrollada, soñó dar a su patria y
al mundo entero una gran gloria: ¡soñó que un hombre podría atravesar volando el
inmenso macizo de los Andes! ¡Y fue el ensueño de los dos últimos años de su vida!
Se ejercitó en hacer altura. En 1912 subió a 4.300 metros; ya el problema era
maduro, y en marzo de 1913, época propicia, según prolijos estudios de la
meteorología de los Andes, iba a tentarlo. Pero en la obscuridad del acaso lo esperaba
el fatal adverso: un vulgar accidente de automóvil malogró el gran vuelo. Impertérrito,
Jorge Newbery siguió adelante; su espíritu científico habla descubierto unos puntos
dudosos en la solución del problema, y escudriñando hizo su teoría del vuelo a grande
altura. Se trasladó a Europa, la discutió, la expuso en notables conferencias, hizo
construir un motor especial, voló a 4.000 metros de altura en una hora y conquistó, en
69
París, la amistad y admiración de todo cuanto tiene de más distinguido en aviación
aquella capital.
Luego, con este desprendimiento caballeresco, tan característico de Jorge,
abandonó el resultado de sus estudios al dominio público, cual han hecho los grandes
sabios, los Pastear, los Hertz... Volvió a esta tierra querida, y a los pocos días
estableció el record mundial de altura con más de 6.300 metros, que inútilmente se le
discute; estaba vencido el cóndor, y ¡Jorge estaba listo! Había de pasar la cordillera de
los Andes, sin duda alguna, y sin mayores dificultades.
¡Pobre Jorge! ¡No veía en la obscuridad del futuro aquel mismo destino traidor
y criminal, que lo esperaba al pie de los Andes; como los malvados genios de los
cuentos se disfrazó poniéndose la careta de la sonrisa mujeril; lo llevó a la trampa y lo
mató sin piedad!
¡Y nos devuelve un cadáver cuando esperábamos un triunfador... un triunfador
de la civilización universal; cuando esperábamos ver a este hombre cruzando de un
vuelo el mayor macizo montañoso del globo! ¡Disculpen, señores, la emoción que me
domina al hacer el esbozo del grande y eterno drama! ¡El genio del progreso, en lucha
contra el genio del mal! ¡El genio humano en lucha contra la montaña inaccesible! ¡Y
no fue la montaña quien venció, sino aquel mismo destino trágico y fatal que hace un
año impidió la hazaña!
¡Pero de qué sirve maldecir! ¡Adiós pobre y caballeresco amigo; adiós, tú, el leal
y bueno entre todos; no oiremos más tus tan interesantes disertaciones; no veremos
más tu sonrisa dulce y penetrante! ¡El destino te ha vencido! Pero vosotros, jóvenes
aviadores, que rodeáis el féretro de vuestro primer maestro, escuchad la palabra que
os hubiera dicho Jorge Newbery: Sursum korda. ¡Recoged el guante, y que pronto la
bandera celeste y blanca llamee bien arriba de esos macizos andinos!
Será la venganza de Jorge Newbery.
¡Descansa en paz, querido amigo!
70
propios y de extraños, dolor que salva lindes y fronteras, dolor que enluta a humildes
y a poderosos, dolor al que nadie escapa, acaso porque cuando se cae de tan alto no
quedan pupilas que no hayan visto ni corazones que no hayan sentido como sobre sí
mismos la angustiosa rudeza del derrumbe...
Era un héroe intensamente nuestro, ya besado por la gloria y ungido por las
almas, éste que acaba de írsenos para siempre y a quien una ironía del destino ha
fulminado en una maniobra de esparcimiento, apenas si días después de haber hecho
relampaguear los diez y ocho quilates de su denuedo en alturas no visitadas hasta
entonces ni por hombres ni por águilas... Aun suenan las vibraciones de aquel gesto
supremo que universalizó su nombre. Fue de pronto, sin anuncios previos, como para
no engendrar estos estados de expectativa que tienen tanto y tanto de amargo.
Una visión plena de la gloria: un espíritu de ciencia servido por un corazón de
acero... y allá fue el universitario argentino, a 6.000 metros de altura, desplegando
sobre el mundo entero el pabellón de la república, sin otro ideal que ella misma ni otro
impulso que su amor a la patria, a la ciencia y a la madre; allá fue el patriota, a 6.000
metros, jadeando y jadeando, lo mismo que si quisiera — tolérense versos míos —
¡lo mismo que si quisiera
robarse el disco del sol
para usarlo en la bandera!
Allá fue... Y al escalar la altura soñada, bajo la cumbre del firmamento inmediato,
debió suceder que más rítmico y seguro sonaba el pecho del héroe que el motor de la
máquina; y he aquí que las dos alas se tiñeron súbitamente de un azul intenso; y la
estela blanca del pájaro en marcha, fue poniendo entre ellas dos la franja ineludible; y
para que el símil se integrara, el sol hubo de posarse en el propio sitio que ocupaba el
nauta... y ved, señores, corno la enseña nacional flotó sobre el mundo entero, quince
días atrás, enarbolada por el puño férreo de este gran paladín a quien lloramos...
Hubiérase dicho que la gloria, como el agua, busca su nivel, y que un hijo de las
generaciones actuales hubiera debido cernirse a la misma altura que frecuentó el
abuelo de la epopeya, con la sola divergencia de que este último sorprendió a los
cóndores en sus nidos y plugo al otro cruzarse con ellos en el piélago sin fin donde
revuelan...
Y ha caído esa gloria, toda nuestra; ha caído para siempre el héroe de la sonrisa
eterna; ha caído con el ala rota, como el ave fastuosa de la leyenda antigua... Ha caído
el atleta manso, el de la hermosa cara plácida y núbil, el que hacía contrastar su alma
ruda con la juvenil belleza de su tipo, haciendo pensar todo él en una armadura de
71
hierro recubierta de armiños impecables...; ha caído con el alma puesta en la patria y
la pupila fija en los Andes, cuyos picachos estaban destinados a verle duplicar su
silueta en el espejo virgen de las nieves eternas, magnifico y erguido, dejando absortas
a las cumbres con la primera mirada venida de más alto que ellas mismas... Ha caído
para siempre el que tenía el corazón abierto a todas las emociones puras y la mano
lista para todas las lealtades; el que no necesitó dejar de ser bueno para ser glorioso,
y a quien la Providencia nos arrebata en las vísperas precisas de su hazaña meridiana,
como si hubiera querido ella misma conducirlo de una vez a las alturas mayores de
donde no se vuelve, pero donde no se sufre...
……………………………………………………………………………………………
Señoras: señoras que habéis querido poner en este cortejo la desusada nota de
vuestra presencia, como para comprobar una vez más que en la tumba de los
paladines no faltaron nunca, ni las flores que perfuman el aire, ni esas otras que
purifican el alma...
Señores: señores que me estáis escuchando con el párpado cansado de
contener la lágrima que asoma; hombres de todos los núcleos y de todas las clases;
obreros; ancianos; niños; mujeres: madres -madres para quienes el viajero había
asumido ya simbólicas semblanzas de hijo-: es verdad que las almas vuelan al
desprenderse de su mísera envoltura terrenal, ciérnase la suya en la más augusta y
plácida de las elevaciones; las aves, sus hermanas, escollen al espíritu que asciende;
la paz intacta de los espacios que cruzara en vida reine por siempre en su postrer
refugio; y pliéguese la bandera de la patria en la media asta de los duelos nacionales,
porque el país acaba de perder una de sus glorias y porque en el fondo del total
corazón de la república sangra en esta hora la herida de un desgarramiento verdadero,
mientras pasa ante nuestros ojos, como en una pesadilla trágica, la visión de un ave
que cae, el ala rota, para retomar en esencia y en llamarada el camino de la luz y de
la gloria...
72
4) Del Sr. E. Rodríguez Mendoza, en representación del Aero Club de Chile
He recibido del presidente del Aero Club de Chite, el ex ministro de guerra don
Jorge Matte, el honroso encargo de dar el adiós, venido de más allá de las cumbres
andinas, a los restos del que aún ayer surcaba el espacio como una potente
encarnación de la fuerza y de la audacia. Al aceptar esta misión, estoy cierto de
interpretar también los votos de todos mis compatriotas, que nunca han escatimado ni
las flores de nuestros valles ni los homenajes de nuestros corazones a los que como
el ingeniero Newbery, caen encarnando la pujanza de todo su pueblo.
Es Chile, pues, el que se asocia entristecido al clamor doliente que de un
extremo a otro de la Argentina llega basta estos restos gloriosos, que desde hoy
constituyen una incitación a todo lo noble y valeroso, porque puede afirmarse que el
ingeniero Newbery se había impuesto una “razón heroica y desinteresada de vivir”. En
efecto, desde que el infinito quedó abierto a todos los audaces que se atrevieron a
explorarlo, se lanzó a él con esa pasión absorbente y única que constituye a los héroes.
Newbery era ya una hermosa encarnación del “sportsman” moderno: pero este amor
por los ejercicios físicos, que el clasicismo helénico esculpió en los frisos de su
Partenón, le abrió un campo nuevo é inexplorado el día en que empezó la conquista
científica del espacio. Desde ese día el “sportsman” que con bizarría había destacado
en el stadium su musculatura de atleta, empezó a alejarse una y otra vez de la tierra
en demanda del infinito y sus secretos científicos.
Y Newbery, como si hubiera hallado al fin un ejercicio en que reiterar a diario su
ausencia de todo temor, hizo de la aviación un apostolado y empezó a irradiar sus
vuelos como una magnífica alegoría de la altura asaltada por el hombre, sobre todos
los horizontes de la pampa inmensa que nutre al mundo. Bajo su inalterable sonrisa,
que ahora nos parece una ironía anticipada a las veleidades de la vida y de la altura,
ardía. la llama de las pasiones nobilísimas y que sólo puede extinguir la muerte cuando
las apaga con la sangre caliente de la tragedia. Y sonriéndose, en efecto, se lanzaba
una y otra vez, como si a diario quisiera contemplar muy alto el enorme porvenir de su
país y de su raza.
Connaturalizado con el peligro, su temeridad cotidiana había llegado a mantener
afectuosamente preocupado a todo su pueblo, atento a los vuelos de su audacia,
victoriosa sin jactancias. No era, sin embargo, un lírico a pesar de estas constantes
exploraciones en pleno éter. Era, más bien, un impasible, que nada anticipaba de sus
hazañas, a no ser esa sonrisa con que parecía desconfiar a veces de los medios
73
materiales do su arte, que es la más desconcertante de las conquistas hechas por el
hombre. A lo lejos, la cordillera, vestida con la clámide blanca que cubre sus picachos,
lo tienta y lo llama, recordando que también ella, a pesar de su severidad anonadante,
abrió hace un siglo un camino de gloria y de triunfo al gran capitán de la emancipación
americana.
El ingeniero Newbery se prepara a responder a ese llamamiento pertinaz que a
todos los valientes hacen las empresas temerariamente varoniles. Y preparándose ya
para la empresa, de repercusión universal, se eleva un día, una tarde de azul y de sol,
y se eleva tanto, que parece sorbido por el infinito, donde, tal vez, escuchó alguna
suprema y última confidencia. Y, en efecto, la altura por nadie sobrepasada, a que
Newbery acababa de llevar los colores de su bandera, se entregaba a él, el héroe,
diciéndole que había llegado el momento de que siguiera a través del aire sobre los
picachos coronados de cóndores, la misma ruta que hace un siglo siguieron los
emancipadores. Iba a tentar una empresa ante la cual no son gran cosa en materia de
altitud los Alpes de Aníbal y Bonaparte, y el ingeniero Newbery avanzó hacia la
realización de la fantástica empresa con la misma sonrisa escéptica con que había
desafiado tantas veces la muerte. Medía y calculaba una última vez, enfrentando ya el
formidable paredón de nieve y rocas, cuando el Destino, como única manera de
detener al audaz, lo estrelló en la Tierra, sin lograr arrancarlo de la máquina que
acababa de traicionarlo y cuyos girones quedaban salpicados con la sangre del héroe.
Es un águila fulminada antes de dominar de nuevo la altura tantas veces
frecuentada por ella; pero su nombre es acreedor a quedar incorporado a la historia
argentina y su fama y su vida se extenderán más y más en la leyenda y en el alma
emocional de las multitudes.
Señores: que la gloria, conquistada con pujanza tan heroica y serena, vele
siempre cerca de esta tumba, de la cual surgirá en todo momento la lección vigorizante
del sacrificio y de la audacia.
74
Fuiste amigo como pocos, como ninguno tal vez queda aún en la triste comedia
de la vida, amigo hasta la abnegación, hasta el sacrificio, hasta el desprecio del peligro,
de la envidia, de la calumnia con que, a veces, han pagado tu amistad.
Fuiste señor a pesar de tu pobreza, un gran señor a quien el oro de los ricos
nunca pudo empañar la innata hidalguía.
Fuiste el innovador, el sostenedor de la cultura física en este país, sin que jamás
tus entusiasmos cedieran ante la crítica perversa de los profesionales del mal.
Fuiste estudioso por la patria y por ti; te levantaste sólo de la mediocridad de los
demás y sobresaliste porque así lo quiso tu voluntad soberana y tu elevada inteligencia.
Por esa bondad tuya — Jorge — por tu noble corazón, por tu hidalguía, por tu
mente superior, por todo lo que fuiste, por lodo lo que eres y siempre serás, yo te
prometo que tu muerte es para nosotros como una ascensión en día de gloria, tu figura
como un dios y tu tumba como un altar ante el cual, de rodillas, en los días de júbilo o
en los días nebulosos de la duda y de la pena, invocaremos con fe serena y tranquila
el ejemplo inmortal de tus virtudes para que nos guíe triunfantes en el áspero sendero
de la vida.
Y tú, que en este momento me estás escuchando desde las regiones del Bien,
tú que nos conoces y sabes con cuánta sinceridad retribuíamos tu cariño, tú que
sientes nuestro dolor, tú que asistes en espíritu a esta demostración magnífica de todo
un pueblo que llora ante tu cadáver, danos el valor para sobrellevar con resignación
esta prueba inaudita, y bendícenos, Jorge, como nosotros desde lo más íntimo de
nuestras almas bendecimos tu santa memoria.
Adiós, Jorge.
75
angustia, de vuestra inquietud, ya que argentinos y uruguayos nos sentimos una vez
más unidos en esta inmensa fraternidad del dolor.
No vengo a revelaros la esencia de ese gran espíritu de Jorge Newbery,
ingenuo y afectuoso, infantil y penetrante, comunicativo y melancólico, que tenía toda
la dureza resplandeciente del acero y toda la sutil transparencia del cristal; no vengo a
haceros resaltar lo que era en él un luminoso evangelio del esfuerzo, de la energía
física conscientemente disciplinada para alcanzar uno de los ideales más alto de la
perfección humana.
Es que Jorge Newbery era moralmente superior a la concepción estrecha de las
fuerzas naturales del mundo, creadas para ser instrumento dócil de nuestra voluntad.
Él era más que todo eso, puesto que constituía el tipo más representativo de esta
vigorosa raza argentina en todo lo que tiene de noble, de grande y desinteresado.
Estaba Newbery tan identificado con el espíritu del país que hoy sufre el trágico
desgarramiento de su pérdida irreparable, que, de él, como del águila romana, podría
decirse que en su corazón palpitaba el corazón dt todo un pueblo, y que, por sus ojos,
llenos del azul misterioso de las alturas, miraban los ojos de esta potente nacionalidad.
Nada más penoso, nada más desconcertante para una nación que había
plasmado en Jorge Newbery el ideal de su actividad victoriosa, que estos paréntesis
de angustia que detienen en el vacío las pulsaciones de una máquina forjada
tenazmente para afrontar lo desconocido, para desafiar las iras salvajes del planeta.
Nada más terrible que esa derrota final del hombre en su lucha contra los
elementos desencadenados. Pero existe dentro del drama sofocante de la melancolía
contemporánea la dulce compensación de la muerte, soberana, imperiosa y muda,
cuyos secretos inviolables apenas ha podido sospechar el genio intuitivo y brumoso de
Maeterlink, divinidad que odiamos y amamos en sus misterios y en sus caprichos
porque tiene, como el arte, todas las formas complejas de la humana expresión.
¡Ah, cuando esa forma vaga se precisa, como en estos momentos, en la caída
mortal y sublime de un aviador famoso arrebatado por el vértigo entre desgarrones de
niebla y de sol, entonces es cuando se siente en toda su plenitud el veneno corrosivo
de la impotencia, esa rabia atroz y punzante de ver despeñarse en el abismo sin color
y sin fondo, de donde irradiará hacia nosotros la luz apacible de su espíritu, a este
moderno Prometeo, cuyo sacrificio admirable en toda la explosión de su vida parece
el tributo doloroso al ídolo sanguinario e implacable que se empeña en cerrarnos el
camino del porvenir!
76
Permitidme que al invocar los lazos indestructibles que nos unían a Jorge
Newbery, tal vez el primer impulsor de la aviación en mi país, haga una ardiente
invocación a esa amistad que es eterna como la humanidad y fugaz como el hombre;
permitidme que aproveche este respetuoso homenaje al dolor para hacer votos por la
grandeza de la aviación argentina, que pierde uno de sus más brillantes campeones
de renombre universal.
Todo lo podemos. El rayo que fulmina, gime esclavizado en nuestras dínamos,
y la peste que aniquila generaciones enteras, duerme su sueño inofensivo en un rincón
olvidado de los laboratorios; pero hay algo que escapa a todo análisis, que rehúye a
nuestras matemáticas, que se substrae a nuestros instrumentos, que no se sujeta a
nuestra mecánica, y ese algo lo constituyen los sentimientos de pureza recíproca que
unen a los seres, estallidos de solidaridad en los grandes momentos del dolor humano,
potencia misteriosa como el amor que, al decir de Maupassant, es más fuerte que el
aniquilamiento final, atributo magnífico que tiene todas las serenidades del
pensamiento y todas las violencias de la pasión, energía silenciosa que mata, que
hiere, que desgarra, que dignifica y que se sobrepone a todo, porque lleva en sí misma,
juntamente con el alivio a la congoja, el secreto de la redención espiritual.
8) Del ingeniero Carlos E. Álvarez Velarde, delegado del Aero Club del Perú
También la liga peruana de aviación ha querido estar representada en esta
imponente ceremonia. La patria de Jorge Chaves, que rindió la vida después de
trasmontar los Alpes en majestuoso vuelo, no podía ser indiferente a la catástrofe que
enluta a su hermana predilecta, la gran nación argentina.
Allá han seguido con el más grande interés los preparativos del insigne Jorge
Newbery, para trasponer los Andes en su gallarda máquina alada, porque sabían que
esta proeza sería precursora do una época de comunicaciones rápidas a través de la
gigantesca barrera que se opone al desarrollo e intercambio de estos países de
América. Pero la buena nueva que todos esperaban ha venido a trocarse en la
desconsoladora relación de cómo el destino, misterioso e implacable, quiso postergar
la magna prueba y no encontró más medio que derribar al hombre, que sin duda alguna
habla de llevarla a cabo.
Ante la clamorosa realidad que congrega en este recinto á argentinos y
extranjeros en un solo e inmenso dolor, las palabras parece que perdieran su habitual
significado y resignadas se apartaran dejando abierto paso a las imprecaciones y a las
lágrimas que brotan de todos los labios, que rebosan en todos los corazones.
Bien hacéis, señores directores de la opinión argentina, en querer honrar con
un monumento la memoria del inteligente ingeniero y sobresaliente sportsman, del
joven de corazón y músculo que en la flor de la existencia ya había legado páginas de
gloria para su patria y para la América; del intrépido aviador que en este mismo suelo
americano y a manera de despedida acaba de batir el record mundial de altura, como
símbolo de la pujanza de esta raza nueva, que en su asombroso avance llega a superar
a sus viejos maestros.
78
En esta noble empresa os acompañará toda la América con su simpatía, con su
aliento y con su más entusiasta cooperación.
13
Por repentina indisposición, el señor Bartolomé Cattaneo no pudo pronunciar el presente discurso.
80
Los otros quedan pequeños y pobres por el ideal de Jorge Newbery. Ideal noble
y grande, por el cual dedicó su vida y su inteligencia, por el triunfo de la más grande
aspiración humana: la conquista del espacio. Ideal noble y grande porque bien sabía
cuántos jóvenes erguidos han manchado de sangre la historia de la aviación.
Y se lanza en las grandes vías de la civilización, trazadas en la milenaria leyenda
do Ícaro, iluminada por el grande Leonardo da Vinci. Inclinado hacia adelante, con las
manos aferradas al volante de la máquina alada en un esfuerzo continuo de batalla, el
continuaba remontando aquella vía, virgen de todo contacto humano. Vigoroso, su
motor rugía, rítmico y salvaje y derecho hacia el sol, el gran pájaro ascendía. Subía
allá, donde reina la soledad absoluta, completa; donde no late corazón alguno ni palpita
la vida. Y allá cantaba un himno a su patria amada, por maravillosa victoria del hombre
sobre lo infinito.
Pero no era la gloria lo que Newbery buscaba. ¡Se remontó a lo azul, descendió
a los abismos, escaló toda cima hasta que cansado de volar, comenzó a descender
sin sobresalto, como si por invisibles senderos bajara veloz del cielo a la tierra!
Mas la tierra lo venció y la Argentina pagó al progreso otro doloroso tributo. Una
hoja de laurel roja de sangre mojada en llanto se agregó a la inmortal corona de
aquellos que han caído por lo bueno y por lo bello... Y has muerto, querido Newbery...
Has muerto como un héroe, como que has muerto en la batalla. En la batalla
preliminar que creíste necesaria para fortificar las alas con que debías cruzar los
Andes. Si es verdad que se muere por un ideal, tú, Jorge, has dado tu vida en
holocausto al monstruo que debías cubrir con la sombra de tu máquina alada. Pero si
por un ideal pueden cerrarse los ojos con la sonrisa en los labios, tú, amado Jorge, no
has pensado, ni imaginado, que aquí, a tu rededor, millares de seres te miran y no
hablan, lloran y no se mueven.
Esta multitud te ama porque has sabido hacerte amar, llora porque no volverá
más a verte. Pero tus ideas y tus bellas acciones servirán de incentivo para las futuras
luchas. Y nosotros, aviadores, cuando nos encontremos en lo alto escrutaremos el
lejano horizonte y anudados, buscaremos la sombra gigantesca de tus alas mecánicas.
Y a la impresión de saberte allí, en lo alto, de hallar las trazas de tu glorioso pasado,
lucharemos unidos para defender el ideal por ti trazado; y cuando hayamos vengado
tu muerte, de gloria y de flores se cubrirá tu tumba...
Adiós, Jorge. Descansa en paz.
81
NEWBERY EN LA MÚSICA POPULAR (TANGOS)
Jorge Alejandro Newbery, como un auténtico dandi, desarrolló una vida de gran
intensidad. Era socio y habitué de los salones del “Club Gimnasia y Esgrima” y del
“Club del Progreso”; como así también del cabaret “Armenonville”, del “Café de
Hansen”, del “Palais de Glace” y del restaurante “El Globo”, entre otros; y muy pronto
ganó una enorme popularidad en todos los niveles sociales.
“Jockey Club” – Fachada y salón interior – Calle Florida, entre Lavalle y Tucumán
“Café de Hansen”. Estaba ubicado en el parque Tres de febrero (Figueroa Alcorta y Sarmiento)
82
A la izquierda: el “Club del Progreso”, ubicado en
Avenida de Mayo 633
83
“De pura cepa” – 1913
Música: Roberto Firpo14
Extracto del aviso publicado por “Caras y caretas” (Nº 808) del 28 de marzo de1914.
14
Roberto Firpo (1884-1969) Pianista, director de orquesta y prolífico compositor de la música típica
argentina.
84
En el aviso aparecen: el retrato de Firpo, y la primera página de la partitura del
tango dedicado a Newbery, al igual que una constancia autografiada en la que expresa
“… Por ser la primera grabación que llega para la República Argentina de mis
composiciones, la de los discos Odeón, …”
Un hecho insólito se produjo hacia 1915, con relación a un suceso delictivo, y
que conmocionó a la población porteña, conocido como “el crimen de los lagos de
Palermo”. Un empleado de la empresa telefónica “Unión Telefónica del Río de la Plata”,
llamado Francisco Difrieri, aficionado a escribir versos e historias noveladas necrófilas
o de humor negro, publicó una serie cuadernillos o folletos basados en esos sucesos
con los que tuvo un éxito bastante resonante, aunque fugaz.
En uno de ellos titulado “EL LAGO MISTERIOSO - HISTORIA DEL
DESCUARTIZADO” publicó una página en el que figura la letra para el tango “De pura
cepa” de Firpo, confeccionada por un ignoto Humberto C. Piro; letra que para nada se
condice con Jorge Newbery, y que se transcribe simplemente como una curiosidad.
13
La expresión “estilo” se usaba en la época para referirse a los ritmos camperos y rurales
85
“A la memoria de Jorge Newbery” - 1915
Música y letra: Carlos Gardel16 / José Razzano17
16
Carlos Gardel: (1890-1935) cantante, compositor y actor de cine nacido en Toulouse, Francia y
nacionalizado argentino en 1923. Es el más conocido representante en la historia del tango
17
José Razzano (1887- 1960) cantante y compositor nacido en el Uruguay. Formó en 1911 con
Carlos Gardel el dúo Gardel-Razzano; que duró hasta 1925.
86
“Estilo a Newbery”
Tango criollo para piano, dedicado “Al Presidente del Aero-Club, Señor JORGE
NEWBERY”
87
"Un recuerdo a Newbery” - 1915
18
José A. Severino (1892-1934): músico bandoneonista y guitarrista, compositor y director de orquestas
típicas.
19
Una “elegía” es una composición poética que pertenece al género lírico, y que está asociada
al lamento por la muerte de un ser querido o a cualquier acontecimiento que provoca dolor y tristeza.
88
“El Aeroplano” – (1913-1917)
El aeroplano es un vals compuesto por Pedro Datta en 1913 que fue grabado
por Francisco Canaro en 1915 y, más adelante, por otros músicos, entre ellos
Francisco Branda. Originalmente el título de esta obra estaba vinculado a la época en
que nacía la aeronáutica en el mundo y en la que en la Argentina se asistía a la llegada
de los primeros aviones con los que se realizaban vuelos de gran importancia y
popularidad. Inicialmente fue concebida como un vals, pero posteriormente se le
adaptó el ritmo de tango y en 1917 Francisco Bianco plasmó la letra en memoria de
Jorge Newbery.
20
Pedro Domingo Datta (1887-1934): notorio pianista y compositor de tangos, aunque nunca se
presentó a tocar en público
21
Francisco Nicolás Bianco (1994-1960) Guitarrista, cantor y compositor de tangos, usaba el
seudónimo de Pancho Cueva.
89
“Corrientes y Esmeralda” - 193422
Música y letra: Francisco Pracánico23 y Celedonio Flores24
Amainaron guapos junto a tus ochavas gambeteando el lente que tira el botón.
cuando un cajetilla los calzó de cross
y te dieron lustre las patotas bravas En tu esquina un día, Milonguita, aquella
allá por el año… novecientos dos… papirusa criolla que Linnig mentó,
llevando un atado de ropa plebeya
Esquina porteña, tu rante canguela al hombre tragedia tal vez encontró…
se hace una melange de caña, gin fitz,
pase inglés y monte, bacará y quiniela, Te glosa en poemas Carlos de la Púa
curdelas de grappa y locas de pris. y el pobre Contursi fue tu amigo fiel…
En tu esquina rea, cualquier cacatúa
El Odeón se manda la Real Academia sueña con la pinta de Carlos Gardel.
rebotando en tangos el viejo Pigall,
y se juega el resto la doliente anemia Esquina porteña, este milonguero
que espera el tranvía para su arrabal. te ofrece su afecto más hondo y cordial.
Cuando con la vida esté cero a cero
De Esmeralda al norte, del lao de Retiro, te prometo el verso más rante y canero
franchutas papusas caen en la oración para hacer el tango que te haga
a ligarse un viaje, si se pone a tiro, inmortal.
En rigor a la verdad, este tango no fue expresamente dedicado a Jorge Newbery, sino
que se inspiró en una anécdota protagonizada por él, narrada en la primera cuarteta, y que no
22
La letra de este tango rememora las características de la primitiva calle “Corrientes angosta”, cuyo
ensanche comenzó en 1931 y finalizó en 1936.
23
Francisco Nicolás Pracánico (1898 - 1971) Pianista, director de orquesta y compositor argentino,
considerado una de las más importantes figuras del tango.
24
Celedonio Esteban Flores (1896 - 947) Poeta argentino, de gran sensibilidad, muy popular letrista de
tangos, frecuentador de la bohemia porteña.
90
ocurrió en dicha esquina, sino frente al cabaret Armenonville, en febrero de 1914, poco
después de haber batido el récord mundial de altura.
En esa oportunidad, en la que, acompañado de una dama, se disponía a
ingresar al cabaret -del cual era habitué- un malevo o patotero, conocido como el
“Turco Záncano” -uno de esos “Guapos del 900”- y que, aparentemente había perdido
protagonismo entre el malevaje, le hizo una zancadilla; y, cuando Newbery cayó al
suelo, se burló de él diciéndole: “Así que el niño Jorgito tiene el récord de altura?
Bueno…, y bueno… ahora el niño Jorgito ha batido el récord de bajura.”
Newbery se levantó tranquilamente, le pidió a la dama que le sostuviese el
sombrero y el bastón, y luego de sacudirse la ropa, enfrentó al patotero, y con una
serie de golpes de puño, al más puro estilo pugilista, lo mandó al hospital.
Desde luego, que el resto de los “guapos” de la pandilla, al ver lo sucedido, se
desbandó…
Digamos que, en esa esquina, Corrientes y Esmeralda, estaba ubicado el
cabaret “Royal Pigalle” (frente al legendario “Teatro Odeón”), edificio que alojaba en
sus pisos superiores al “Royal Hotel” – el que luego se llamó “Gran Hotel Roi”- y en el
local de la ochava, al restaurante “Royal Keller”. Ambos, cabaret y restaurante, eran
frecuentados por Newbery.
Corrientes y Esmeralda. El edificio, que incluía al teatro Odeón (cuya entrada estaba sobre la
calle Esmeralda), fue construiido hacia finales del S XIX por el industrial cervecero Emilio
Bieckert. Luego pasó a ser el “Royal Hotel” y más tarde el “Hotel Roi”
91
Corrientes y Esmeralda hacia 1893 Teatro Odeón
"El Pampero”
Existen dos versiones homónimas –diferentes- con este título, que se refieren
al globo aerostático (y no al personaje) en el que Jorge Newbery navegó varias veces
y a cuyo bordo encontró la muerte su hermano Eduardo: una pertenece a José De
Caro y la otra a Luis San Martino.
25
José De Caro (1910-1979): Músico violinista y compositor de tangos
26
Luis Sanmartino o San Martino: músico y compositor de tangos.
92
“El Shusheta” – 1920/1944
27
Enrique Domingo Cadícamo (1900 - 1999) Poeta, compositor y escritor argentino, autor de más de
800 temas entre tangos, valses, milongas, candombes y otros ritmos.
28
Juan Carlos Cobián (1896 - 1953) fue un compositor, director de orquesta, pianista y letrista de tango.
29
www.todotango.com/historias/cronica. “Shusheta - Las letras del tango Shusheta y su inspiración”
93
MISCELÁNEA – ANÉCDOTAS
95
2. Newbery al desnudo
30
www.elgrafico.com.ar/articulo/1056/31200/1910-jorge-newbery-al-desnudo
31
Víctor F. Lupo: Destacado referente y dirigente contemporáneo del deporte argentino.
96
segunda en los comienzos del capítulo “Tortugas”, en estos términos: “…Newbery
marcó el camino. Fue uno de los primeros en dejar de usar bigote, y eso lo hacía
aparecer más joven. Incluso fue precursor del sinsombrerismo en la Argentina. Y hasta
tuvo la osadía de posar desnudo para un grupo de estudiantes de dibujo…”
Como es cierto que la fotografía existe, lo cual, sin duda alguna, da veracidad
al comentario, solamente restaría ubicar con precisión la fecha y oportunidad.
Por otra parte, si tenemos en cuenta que el 24 de noviembre de 1908 Jorge
Newbery había contraído matrimonio con Sarah Escalante, una joven de 19 años de
edad, hija del Dr. Wenceslao Escalante32, destacado hombre público, funcionario de
los gobiernos de Luis Sáenz Peña, de Uriburu y de Roca, es fácil deducir el tremendo
escándalo que tal actitud provocó en los círculos sociales y políticos de Buenos Aires.
Mujeres estudiantes de la Academia Nacional de Bellas Artes hacia 1901 (Fotografía AGN)
Las estrictas normas ético-morales de la época les vedaban absolutamente la observación de
hombres desnudos, debiendo utilizar como modelos a estatuas o fotografías de estatuas.
32
Wenceslao Escalante (1852-1912) Abogado y profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad
de Buenos Aires. Fundador del Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria, incorporado luego a
la Universidad de Buenos Aires como facultad. Fue además Diputado Nacional, ministro de Hacienda
y ministro de Agricultura de la Nación.
97
3. La travesía del 27 de diciembre de 1909 y el club "Huracán"
El 27 de diciembre de 1909, con el globo “Huracán”, Newbery llevó a cabo otra
hazaña: batió el récord sudamericano de duración y distancia en globo al recorrer 550
kilómetros en 13 horas; uniendo la Argentina, Uruguay y Brasil.
Este vuelo motivó a las autoridades del club de fútbol "Huracán", que había sido
fundado en 1903 con el nombre de “Los chiquitos de Pompeya”; y refundado en 1908;
99
con el nombre de “Huracán”, a que en 1910 le solicitara permiso para usar como
distintivo el globo que Newbery había utilizado.
Éste les contestó en una conceptuosa carta en la que decía: "... Al dar
contestación a su expresiva y atenta carta, en la cual me solicitan mi conformidad para
que vuestro Club pueda usar el distintivo del globo Huracán, doy mi más completa
conformidad esperando que el Team' que lo lleve sobre el pecho, sabrá hacerle el
honor correspondiente al esférico que de un solo vuelo cruzó tres repúblicas..."
El Club Atlético Huracán adoptó entonces el globo como distintivo en la
camiseta y después de lograr dos ascensos consecutivos, pasando de tercera a
segunda y de ésta a primera, la comisión directiva envió una carta a Newbery
diciéndole: "... Huracán ha cumplido. Logró tres categorías, como su globo cruzó tres
repúblicas y así satisfacemos su deseo”.
33
El “Tigre Hotel” fue un hotel de gran categoría ubicado a orillas del Río Luján, en la localidad de Tigre.
Fue inaugurado en 1890 y a su lado se construyó el Tigre Club inaugurado en 1912. En 1934 el Tigre
Hotel cerró sus puertas definitivamente.
101
duelo, éste se reanudó sufriendo Hosch una estocada que le produjo una segunda
herida en la tetilla izquierda, a la altura del corazón.
Los médicos y los padrinos declararon en condiciones
de Inferioridad al señor Hosch, pero éste insistió, diciendo que
continuar el lance; así se hizo, pero al quinto asalto la espada
de Newbery alcanzó el antebrazo de Hosch, recibiendo una
tercera herida de alguna gravedad.
Reunidos nuevamente los médicos y padrinos, se
constituyeron en tribunal, declarando por terminado el duelo y
reconocieron el comportamiento caballeresco de los comba-
tientes.
A invitación del barón De Marchi los duelistas se
reconciliaron. El señor Hosch fue curado en seguida,
Llevándosele a su domicilio.
Las heridas que ha recibido. aun cuando ellas son de
consideración, no revisten, por el momento, mayor gravedad.”
34
Sobre este contendiente de Newbery el único dato que se ha podido obtener es que 2 de diciembre
de 1922 contrajo enlace con una señorita llamada Teresa Garron.
102
Existe otro antecedente, del año 1907, donde Jorge Newbery participó también
en un duelo, pero en esta oportunidad como padrino, en un lance que se libró el jueves
5 de diciembre de ese año, en Belgrano, en la quinta del Dr. Carlos Delcasse 35, quien,
por su parte, ofició de director del combate.
El hecho fue narrado por “Caras y caretas” N° 480 del 14 de diciembre de 1907,
bajo el encabezado “El duelo de la semana”.
Los contendientes eran dos experimentados maestros de esgrima: lo señores
Enrique Pini –apadrinado en la ocasión por el coronel Juan F. Moscarda y el ingeniero
Jorge A. Newbery- y Nicolás Revello –cuyos padrinos eran el señor Rodolfo M.
Jentschik y el capitán Félix Etchepare. El lance duró media hora y finalizó cuando el
Pini hirió a Revello en la mano derecha.
35
Dr. Carlos Delcasse (1872-1941) Prestigioso abogado, político y jurisconsulto nacido en Francia y
nacionalizado argentino. Fanático deportista, experto esgrimista y luchador de “savate”.
103
5. Newbery y sus automóviles de carreras
A su regreso de un viaje que hizo a Europa en 1908, Jorge Newbery trajo
consigo un automóvil “Brasier”36 de carrera, el que estaba accionado por un motor
Hispano-Suiza de 120 HP.
Con este automóvil participó en una competencia, disputada en 1911, a su
amigo –y ocasional rival- Ignacio del Carril (sobre este amigo de Jorge Newbery no se
ha podido obtener dato alguno), en la que desarrolló una velocidad de más de 133
Km/h.
36
Charles-Henry Brasier (1864-1941) Afamado industrial francés, cofundador en 1897 con Georges
Richard de la empresa de automóviles “Richard-Brasier”
104
Este término se para designar a los automóviles abiertos con dos filas de
asientos. Otras características de los automóviles de este tipo eran la capota plegable,
los laterales abatibles y el parabrisas que podía abatirse sobre el capó.
37
No es sólo la historia de Jorge, sino también la de su padre, su tío y sus hermanos, en parte olvidada
y desconocida.
105
periodista Susana Pereyra Iraola38 publicó una serie de interesantes anécdotas de la
familia de Jorge Newbery, basadas algunas de ellas en los recuerdos que le aportó
una de las sobrinas de Jorge, Adela Dolores Parker Newbery.
Decía Lola: “El único recuerdo
que tengo de él es verlo sentado en
su automóvil de carrera con su bul-
dog King en el asiento contiguo, una
mañana de sol, frente a nuestra casa
en Belgrano, cuando yo tenía seis
años.”
El automóvil en cuestión era un
“Anasagasti”, y en el Archivo General
de la Nación se conserva la fotografía
que aquí se muestra. Jorge Newbery y su perro King en el “Anasagasti”
38
Susana Pereira Iraola Mitre (1942-2015) Destacada editora y periodista del Diario “La Nación”,
tataranieta del general Bartolomé Mitre, fundador del mismo.
106
6. Una medalla en su memoria:
Un par de meses después de su fatal accidente, la firma “J. F. Planas y Cía.”,
de la Capital Federal acuñó una medalla “En memoria al héroe, Jorge Newbery” que
ofrecía en venta para ser usadas con el reloj, ampliando la oferta a un cuadro
alegórico.
39
Enrique Munné (1880-1949) Pintor catalán que se radicó en Argentina, donde se desempeñó como
profesor de la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires.
107
LAS ETAPAS DE SU VIDA A TRAVÉS DE RETRATOS Y FOTOGRAFÍAS
1908 - Vestido con chaqué, en ocasión 1910-Presidente del Aero Club Argentino
de su casamiento
108
Retratos (presumiblemente al óleo) de Jorge Newbery, de autoría y fecha no determindas,
pero que lo muestran hacia 1914.
La familia Newbery-Escalante
109
Sara Escalante
1908
1916 – Cuadro al óleo del pintor Boni - “P.B.T.” N° 625 del 18 de noviembre de 1916
110
1921 – Sarah Escalante de Maura – Retrato al óleo del pintor Sigall
“Plus Ultra” N° 67 de junio de 1921
Joseph Sigall (1891-1952) Famoso pintor de origen ucraniano, célebre por sus
retratos de personajes famosos: del rey George VI de Inglaterra, del Kaiser Wilhelm II
de Alemania y del presidente Coolidge de los EE UU, entre otros.
111
1926 – Sara Escalante de Maura y su hijita 40 – Óleo de José Pinazo
“Plus Ultra” N° 125 del 10 de setiembre de 1926
40
Javiera María Inés Lucía Maura Escalante (1919-2014)
112
Jorge Wenceslao Newbery Escalante
La nota, proveniente de una publicación española no identificada, fue publicada hacia 1917,
poco antes del casamiento, en segundas nupcias, de la Sra. Escalante con el Sr. Maura.
113
CARICATURAS
115
Publicada en “Caras y caretas” N° 804 – 28 de febrero de 1914
116
Publicada en “PBT” N° 702 del 3 de marzo de 1950
117