ESTAFILACOCOS
ESTAFILACOCOS
ESTAFILACOCOS
ESTAFILACOCOS:
Introducción:
Introducción
Descripción y conceptos
estafilococos
microbiología general y aplicada
Estas bacterias están presentes en la piel y las mucosas del ser humano. En la
actualidad, el género comprende 35 especies y 17 subespecies, muchas de las cuales se
encuentran en el ser humano. Algunas especies se desarrollan en nichos muy específicos en los
que se encuentran habitualmente.
Desarrollo:
Existe una amplia variedad de alimentos capaces de albergar al estafilococo, pero cabe
destacar que los más susceptibles son aquellos que tienen contacto con la piel del animal, tal
es el caso de la leche, el huevo, los productos cárnicos como el jamón e, incluso, la carne de
pollo; este último es muy susceptible a la contaminación bacteriana, porque tiene
características fisicoquímicas que permiten que su superficie se contamine fácilmente.
Este tipo de bacterias son muy resistente a las condiciones ambientales normales, es
por ello que son capaces de sobrevivir hasta tres meses en un cultivo a temperatura ambiente.
Sin embargo, mueren si se encuentran expuestas a temperaturas mayores de 60 °C por una
hora. En cuanto a los agentes químicos, son sensibles a la mayoría de los desinfectantes y
antisépticos, que las matan en pocos minutos.
Patogenia e inmunidad
Epidemiología
Diagnóstico de laboratorio
Los estafilococos son cocos grampositivos que forman racimos cuando crecen en un
medio de agar, pero que generalmente se observan en las muestras clínicas en forma de
células únicas o en pequeños grupos de microorganismos. El éxito de la detección de estos
microorganismos en las muestras clínicas depende del tipo de infección (p. ej., absceso,
bacteriemia, impétigo) y de la calidad del material remitido para el análisis. Las muestras
obtenidas a partir de la base del absceso con un hisopo o un raspado presentan un gran
número de microorganismos en la tinción de Gram. El aspirado con pus contiene
fundamentalmente material necrótico con un número relativamente bajo de microorganismos,
por lo que estas muestras carecen de utilidad. Por lo general, hay pocos microorganismos
presentes en la sangre de los pacientes bacteriémicos (una media de menos de 1
microorganismo por mililitro de sangre), por lo que las muestras de sangre se deben cultivar,
pero no se deben teñir. El diagnóstico de estas enfermedades se basa en las manifestaciones
clínicas del paciente y se confirma con el aislamiento de S. aureus en el cultivo. Se sospecha la
implicación de los estafilococos en una intoxicación alimentaria por las manifestaciones
clínicas del paciente (p. ej., inicio rápido de los vómitos y los espasmos abdominales) y por los
antecedentes de ingestión de un tipo de alimento determinado (p. ej., el jamón salado).
Generalmente no está indicada la tinción con Gram de la comida ni de las muestras de los
pacientes.
Cultivo
Los estafilococos crecen rápidamente en los medios no selectivos, tanto aerobia
como anaerobiamente, y se pueden apreciar colonias lisas de gran tamaño en el
plazo de 24 horas como se muestra en la figura N°5. Como se ha mencionado
anteriormente, las colonias
de S. aureus adquieren gradualmente una coloración dorada, en especial cuando
los cultivos se incuban a temperatura ambiente.
Identificación
Se pueden utilizar pruebas bioquímicas relativamente sencillas para
diferenciar S. aureus y otros estafilococos. La identificación de los estafilococos
coagulasa-negativos resulta más complicada y exige el uso de sistemas
comerciales diseñados para ello. No se pueden emplear estos métodos para
identificar de forma directa los estafilococos presentes en muestras clínicas o
detectados en un hemocultivo. Recientemente, lo mencionado anteriormente
dejo de estar limitado, debido a la utilización de un nuevo método de
hibridación ín situ fluorescente (FISH). Este método consiste en aplicar sondas
artificiales marcadas con moléculas fluorescentes y específicas para S. aureus
con el fin de diferenciar esta especie de los estafilococos coagulasa-negativos.
Los antibiogramas y los biotipos se llevan a cabo en la mayor parte de los
laboratorios para la identificación habitual de una cepa. Sin embargo, estas
pruebas no tienen una gran capacidad de discriminación y tan sólo son útiles
cuando dos cepas poseen un patrón de sensibilidad antibiótica o un perfil
bioquímico diferente. El análisis del ácido desoxirribonucleico (ADN) genómico
mediante electroforesis en gel de campo pulsado (PFGE) u otras técnicas
similares se han desarrollado rápidamente hasta convertirse en la forma más
sensible de caracterización de las cepas a nivel de especie y de subespecie.
Estos métodos se utilizan en la actualidad en muchos laboratorios clínicos y de
investigación.
Enfermedades clínicas
Conclusión
Por ultimo, cabe destacar que la susceptibilidad del huésped al patógeno no solo
depende de la cantidad de toxina que se ha ingerido o con la cual se ha tenido contacto, sino
también del tipo de cepa que se ha adquirido, ya que diversas especies presentan resistencia
contra antibióticos (cepa MRSA). Ante este panorama, solo queda como alternativa la
prevención y la aplicación de prácticas de higiene personal a la hora de cocinar los alimentos,
así como para manejar los instrumentos hospitalarios importantes, entre otras cosas; todo
esto para evitar futuras infecciones y enfermedades provocadas por este patógeno.