INTRODUCCION
INTRODUCCION
INTRODUCCION
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tal que esta última juega en los procesos educativos de las
nuevas generaciones y el crecimiento masivo que alcanza
en casi todos los países, a partir de esas fechas,
Comparando las nociones actuales más difundidas entre
quienes trabajan en educación, o analizando las políticas
que guían las acciones en el país, no es difícil descubrir que
algunas .de las concepciones propuestas por los autores
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individuos con una fuerza irresistible; “es vano creer que
podemos educar como queremos...”
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vas) —añade— es la de la ideología dominante; cada sector
masivo que se incorpora a la ruta (de la escuela) queda en
la práctica provisto de la ideología que conviene al papel
que debe cumplir en la sociedad de clases. Encontramos
aquí nociones que ya planteaban Durkheim, Weber y
Parsons pero vistas ahora con un enfoque que toma en
cuenta a la sociedad dividida en clases, en la que la clase
dominante impondrá a las demás su pauta educativa, El
mito de la neutralidad de una ciencia “objetiva” que se
autodenomina “humanista y desinteresada” y que ofrece, a
través de la escuela, una formación igual para todos, es
denunciada por Rossana Rossanda: “bajo el disfraz de una
educación igual, que se aplica de la misma manera a los
desiguales, se llega evidentemente a un resultado desigual”.
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PECES
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El texto de Henry A. Giroux, con el que termina esta
antología, ejemplifica las nociones de distintos autores de
la corriente más reciente, que se denominó “nueva socio-
logía de la educación”. A lo largo de su escrito, este autor
rescata la noción, expresada por Marx hace más de un
siglo, de que los hombres hacen la historia, incluyendo sus
condicionantes, señalando que “los mecanismos de repro-
ducción social y cultural nunca son completos y que
siempre se enfrentan con elementos parcialmente realiza-
dos de oposición”. Las escuelas, para este autor, represen-
tan espacios de contestación, marcados por las contradic-
ciones ideológicas y estructurales de los distintos grupos
sociales que acceden a ellas. Los enfoques propuestos por
esta nueva visión, también denominada teoría de la resis-
tencia, restauran un grado de innovación y de acción
posible para los grupos dominados; las culturas dominadas
también se autoproducen.
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EMILE DURKHEIM
Francia.
Estado. .
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EL CARACTER Y
LAS FUNCIONES SOCIALES DE LA EDUCACION
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por sobre todo, cristiana; en el Renacimiento toma un
carácter más laico y más literario; hoy la ciencia tiende a
ocupar en ella el lugar que antaño ocupara el arte, ¿Se dirá
que el hecho no es el ideal; que si la educación ha variado
es porque los hombres se han engañado con respecto a lo
que ella debería ser? Pero si la educación romana hubiera
estado marcada por un individualismo comparable al nues-
tro, la ciudad romana no hubiera podido sostenerse, la
civilización latina no hubiera podido constituirse ni, en
consecuencia, tampoco nuestra civilización moderna que,
En parte, desciende de ella. Las sociedades cristianas de la
Edad Media no hubieran podido vivir si hubieran conce-
dido al libre examen el lugar que le damos hoy. Hay, pues,
necesidades ineluctables de las que es imposible hacer
abstracción. ¿De qué puede servir imaginar una educación
que sería mortal para la sociedad que la pusiera en prác-
tica?
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los organismos superiores llevan en sí como un eco de toda
la evolución biológica cuya culminación constituyen.
Cuando se estudia históricamente la manera como se han
formado y desarrollado los sistemas de educación, se ve
que ellos dependen de la religión, de la organización
política, del grado de desarrollo de las ciencias, del estado
de la industria, etc. Si se les separa de todas esas causas
históricas, se vuelven incomprensibles. ¿Cómo puede el
individuo, por lo tanto, pretender reconstruir, por el solo
esfuerzo de su reflexión privada, lo que no es obra del
pensamiento individual? No se encuentra frente a una tabla
rasa sobre la que puede edificar lo que quiere sino a reali-
dades existentes que no puede crear ni desunir ni transfor-
mar a voluntad. Sólo puede actuar sobre ellas en la medida
en que ha aprendido a conocerlas, en que sabe cuáles son
su naturaleza y las condiciones de que dependen; y sólo
puede llegar a saberlo si entra en su escuela, si comienza
por observarlas, como el físico observa la materia bruta y
el biólogo los cuerpos vivos. [...]
2. Definición de la educación
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momento, sobre injustas desigualdades; pero no es menor.
Para encontrar una educación absolutamente homogénea e
igualitaria, habría que remontarse hasta las sociedades pre-
históricas en el seno de las cuales no existe ninguna dife-
renciación; e, incluso, esa clase de sociedades no repre-
senta más que un momento lógico en la historia de la
humanidad.
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especial de la educación humana. Muy otra es la que reci-
ben los animales, si se puede llamar por ese nombre al
entrenamiento progresivo a que son sometidos por sus
padres. Aquél puede muy bien apresurar el desarrollo de
ciertos instintos que dormitaban en el animal pero no lo
inicia en una nueva vida. Facilita el juego de las funciones
naturales, pero no crea nada. Instruido por su madre, el
pequeño sabe más pronto volar o hacer su nido; pero no
aprende casi nada que no hubiera podido descubrir por su
experiencia personal. Es que los animales o viven fuera de
todo estado social o forman sociedades bastante simples
que funcionan gracias a mecanismos instintivos que cada
individuo lleva en sí, totalmente constituido, desde su
nacimiento. La educación no puede agregar nada esencial
a la naturaleza, puesto que ésta satisface todo, tanto la vida
del hombre como la del grupo. Por el contrario, en el
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“
ue ella es cada vez menos discutida. Y, además, no es
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ción de todos los sabios no sólo de una misma Época sin
de todas las sucesivas épocas de la historia, Antes que fuer:
constituida la ciencia, la religión cumplía el mismo papel
pues toda la mitología consiste en una representación, y:
muy elaborada, del hombre y del universo. La ciencia, poi
lo demás, ha sido heredera de la religión. Pues bien, la reli
gión es una institución social. Al aprender una lengua
aprendemos todo un sistema de ideas, distinguidas y clasi
ficadas, y heredamos todo el trabajo de donde han salidc
esas clasificaciones que resumen siglos de experiencias. Hay
más: sin el lenguaje no tendríamos, por así decirlo, ideas
generales; pues es la palabra la que, al fijarlas, da a los
conceptos una consistencia suficiente para que puedan ser
cómodamente manejados por el espíritu. Es, pues, el len-
guaje, lo que nos permite elevarnos más allá de la pura
sensación; y no es necesario demostrar que el lenguaje es
una cosa social.
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juez. Sin duda, los límites en que su intervención debe
enmarcarse pueden ser difíciles de determinar de una vez
por todas, pero el principio de intervención no podría ser
discutido. No hay ninguna escuela que pueda reclamar el
derecho de dar con toda libertad una educación antisocial.
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MAX WEBER
3
LA RACIONALIZACION DE LA EDUCACION
Y EL ENTRENAMIENTO ESPECIALIZADO
. Extractos del texto del mismo título en: Ensayos de sociología contempo-
ranea, Selección e introducción de H.H. Gerth y C.W. Mills. Ediciones Martí-
nez Roca, España, 1972, pp. 293-296.
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sobre todos los fenómenos de la burocracia —pese a que la
propia democracia promueve estos procesos. Por una parte,
los exámenes especiales suponen, o parecen suponer, una
“selección” de las personas calificadas procedentes de
todos los estratos seciales en vez de un gobierno de nota-
bles. Por otra parte, la democracia teme que un sistema de
mérito y certificados educacionales produzca una “casta”
privilegiada. En consecuencia, la democracia combate el
sistema de exámenes especiales.
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“intelectuales” de los certificados educacionales siempre
son reducidos, y éstos no aumentan al ir creciendo el
volumen de estos certificados, sino que más bien tienden
a disminuir,
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[...]
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|
ANTONIO GRAMSCI
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escuela en particular.
L Introducción
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IL La begemonía como relación educativa
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de hegemonía política y cultural puede verse en una carta
que a propósito de un problema planteado por la educa-
ción de sus hijos, le envía a su esposa.el 27 de julio de
1931: *... tú (en tanto madre) comprendes bien intelec-
rualmente, teóricamente, que eres un elemento del Estado
y que, como tal, tienes el deber de representar y ejercer el
poder de coerción, en determinadas esferas, para modificar
molecularmente a la sociedad y, en especial, para preparar
a la generación naciente para la nueva vida (es decir, el
deber de realizar, en determinadas esferas, la acción que
el Estado realiza en forma concentrada sobre toda el área
social y el esfuerzo molecular no puede liberarse en teoría
del esfuerzo concentrado y centralizado)”.
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política real de las clases subalternas en cuanto política de
masas y no simple aventura de grupos que se limitan a
apelar a las masas”.
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1. La educación como proceso formativo
del “conformismo social”
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una síntesis de lo que ha sido propuesto como carácter
nacional: el ingeniero americano, el filósofo alemán, el
político francés; recreando, por así decirlo, al hombre
italiano del Renacimiento, el tipo moderno de Leonardo
Da Vinci, convertido en hombre masa o en hombre colec-
tivo, pero manteniendo su fuerte personalidad y su origina-
lidad individual”.
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LA HEGEMONIA
COMO RELACION EDUCATIVA
ANTONIO GRAMSCI*
Pedagogía y política
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nen, sino en todo el campo internacional y mundial, entre
conjuntos de civilizaciones nacionales y continentales.
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carían, en su desarrollo, los primeros contactos entre los
mercaderes ingleses y los negros de Africa: se daban
artículos de pacotilla por pepitas de oro, Por otra parte,
la organicidad de pensamiento y la solidez cultural sólo
podían tenerse si entre los intelectuales y los simples
hubiera habido la misma unidad que debe haber entre
teoría y práctica, es decir, si los intelectuales hubieran
sido orgánicamente los intelectuales de aquellas masas,
esto es, si hubieran elaborado y dado coherencia a los
principios y problemas que planteaban aquellas masas con
su actividad práctica, constituyendo así un bloque cultural
y social. Se representaba la misma cuestión a que ya hemos
aludido: ¿un movimiento filosófico es sólo tal en cuanto se
aplica a desarrollar una cultura especializada para grupos
restringidos de intelectuales 0, en cambio, tan sólo en
cuanto, en el trabajo de elaboración de un pensamiento
superior al sentido común y científicamente coherente, no
se olvida nunca de permanecer en contacto con los “sim-
ples” e incluso encuentra en este contacto la fuente de los
problemas que han de estudiarse y resolverse? Sólo por
este contacto una filosofía deviene “histórica”, se depura
de los elementos intelectuales de naturaleza individual y se
hace “vida”!
no puede ocurrir si deja de sentirse la exigencia del contacto cultural con los
“simples”.
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con una disciplina de hierro sobre los intelectuales para
que no rebasen ciertos límites en la distinción y no la
hagan catastrófica e irreparable. En el pasado, estas “rup-
turas” en la comunidad de los fieles eran subsanadas por
fuertes movimientos de masa, que determinaban la forma-
ción de nuevas órdenes religiosas —o eran resumidos en las
mismas— en torno a fuertes personalidades (Domingo,
Francisco).?
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modos de ver, fragmentos de concepciones del mundo, etc.,
que resultaban de las combinaciones “espontáneas” de un
ambiente dado de producción marerial, con la “casual”
aglomeración en ellos de elementos sociales discrepantes.
Este elemento de “espontaneidad” no fue pasado por alto
ni mucho menos despreciado: fue educado, orientado, pu-
rificado de todos los elementos extraños que pudieran con-
taminario, para hacerlo homogéneo —pero de un modo
viviente, históricamente eficiente con la teoría moderna.
Los mismos dirigentes hablaban de la “espontancidad” del
movimiento; era justo: esta afirmación era un estimulante,
un energético, un elemento de unificación en profundidad,
era más que nada la negación de que se trataba de algo
arbitrario, aventurado, artificial y no de algo históricamen-
te necesario. Daba a la masa una conciencia “teorética”, de
creadora de valores históricos e institucionales, de funda-
dora de Estados. Esta unidad de la “espontaneidad” y de
la “dirección consciente”, o sea de la “disciplina”, es
precisamente la acción política real de las clases subatrer-
nas, en cuanto política de masa y no simple aventura de
grupos que reclaman a la masa,
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indeleble durante roda la vida. Ignoro si querrás darle a
esta fiesta de Delio un carácter especial, que deje en su
memoria una huella más profunda y duradera que las
demás fiestas de cumpleaños. Si Giuliano no tuviese tan
sólo 5 años y si fuera posible, al menos dentro de ciertos
límites, distinguir entre Delio y Giuliano, pensaría que
éste sería el momento de explicar a Delio que yo estoy
en la cárcel, Creo que tal explicación, unida al hecho de
que ahora ya se le considera capaz de un cierto sentido
de responsabilidad, causaría en él una gran impresión y
señalaría sin duda una fecha en su desarrollo. No sé exac-
tamente lo que tú piensas al respecto, A veces me parece
que pensamos idénticamente sobre este punto; otras veces
me parece que en tu conciencia hay una cierta disensión
todavía inmadura es decir, que tú (por lo que me parece a
veces), comprendes bien intelectualmente, teóricamente,
que eres un elemento del Estado y que tienes el deber,
como tal, de representar y ejercer el poder de coerción, en
determinadas esferas, para modificar molecularmente la
sociedad y especialmente para preparar a la generación que
nace para la nueva vida (es decir, de cumplir en determina-
das esferas la acción que el Estado realiza de forma concen-
treda sobre toda el área social) —y el esfuerzo molecular no
puede ser teóricamente distinto del esfuerzo concentrado y
universalizado—; pero me parece que prácticamente no
llegas a liberarte de ciertos hábitos tradicionales vinculados
a las concepciones espontaneístas y libertarias en la expli-
cación del surgimiento y desarrollo de los nuevos tipos de
humanidad que sean capaces de representar las diversas
fases del proceso histórico. Así al menos me parece, aun-
que puedo equivocarme. De todos modos quiero que me
sientas cerca de ti y de nuestros niños en los días en que
se les recuerde que han crecido un año más, que cada vez
son menos niños y más hombres.
Te abraza tiernamente,
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KARL MANNHEIM
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LA EDUCACION COMO TECNICA SOCIAL
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resolver los problemas con que la sociedad se enfrenta, no
es cosa que puede ser vista desde la experiencia de un
individuo aislado. Para este individuo tienen que mostrarse
como decretos absolutos e inalterables y sin esta creencia
en su estabilidad no podrían funcionar. Su verdadera na-
turaleza y su función en la sociedad, como formas de adap-
tación colectiva, sólo se muestra si seguimos su historia a
lo largo de muchas generaciones, poniéndolas continua-
mente en relación con su trasfondo social en permanente
cambio.
Ó4
.*
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vertir todo elemento en un absoluto, por eso se considera-
ban ranto los propósitos como las técnicas de la educación
como entidades buenas o malas por sí mismas, sin tener en
cuenta su medio social. Pero tan pronto como las masas se
hacen políticamente activas, son necesarias nuevas formas
de educación, y de la selección y mantenimiento de los
patrones normativos en extremo individualizados de la
élite se transforman en asuntos que interesan a todo el
público. En esta fase ya no es posible limitar el problema
de la educación a la escuela. No se puede seguir conside-
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THEODORE SCHULTZ
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VALOR ECONOMICO DE LA EDUCACION.
FORMACION DEL CAPITAL HUMANO,
INVERSION Y DESARROLLO
1 Comencé este estudio cuando era miembro del Centro para el Estudio
Superior de las Ciencias de la Conducta. Recibí la ayuda de Marto Ballesteros
y Jacob Meerman, quienes verificaron mis cálculos y examinaron algunas de
las suposiciones en que se basan mis tablas, cuando las preparé por primera
vez. Me he aprovechado de las críticas hechas a un primer borrador de este
Ensayo por Gary S. Becker, Zvi Griliches y Albert Rees,
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puede ser atribuida a la formación de este tipo de capiral. 2
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4 Irving Fisher, The Nature of Capital and Income (Nueva York: Mac-
Millan, Co., 1906).
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Muchas personas sostienen que es degradante para el
hombre y moralmente incorrecto considerar su educación
como un medio de producir capital. Para quienes sostienen
este punto de vista, la idea misma del capital humano
resulta repugnante, ya que para ellos la educación tiene
una finalidad básicamente cultural y no económica, porque
la educación sirve para ayudar a los individuos a convertir-
se en ciudadanos competentes y responsables, proporcio-
nando a hombres y mujeres una oportunidad de adquirir
una comprensión absoluta de los valores que mantienen
y una apreciación de lo que significan para la vida. Mi
respuesta a los que creen en esto es la siguiente: que un
analisis que considera a la educación como una de las
actividades que pueden aumentar el acopio de capital
humano no desconoce de ninguna manera la validez de su
posición; mi criterio no se propone demostrar que la
educación no debe servir, o no lo está haciendo, estos pro-
pósitos culturales; lo que trato de decir es que, además de
alcanzar estas metas culturales, algunos tipos de educación
pueden mejorar las capacidades de un pueblo mientras
trabaja y dirige sus asuntos, y que estas mejoras pueden
incrementar el ingreso nacional. Por lo mismo, estos efec-
tos culturales y económicos pueden ser consecuencias
conjuntas de la educación. Mi manera de considerar la
educación no menospreciará ni quitará de ninguna manera
méritos a sus contribuciones culturales. Da por sentadas
estas contribuciones y procede a la tarea de determinar
si existen rambién algunos beneficios económicos de la
educación que puedan considerarse adecuadamente como
capital identificable y calculable. [...]
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6 Zvi Griliches, “Research Costs and Social Returns: Hybrid Corn and
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estudiantes maduros no pueden conocerse nunca hasta
haberlas descubierto y cultivado. Eckaus expone breve-
mente la base de esta cuestión: “Simplemente no parece
cierto que el talento humano brote siempre, a pesar de lo
desalentador del medio ambiente y de lo inadecuadamente
que se le cultive. Una de las funciones del sistema educati-
vo es la de obrar como un mecanismo para descubrir y
seleccionar el talento potencial”. La analogía con los
gastos para exploración es realmente grande. Todos sabe-
mos lo provechoso de invertir en la exploración de petró-
leo y en la mejora de las técnicas de extracción. De manera
similar, resulta “provechoso” contar con un sistema educa-
tivo organizado para descubrir el talento humano y que
trate de mejorar sus técnicas para alcanzar este objetivo.
Reisman observa esta función de la educación en lo pro-
fundo y, también, en lo sutil que es el proceso.
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75
5. El informe de una comisión sobre Nigeria, Invest-
ment in Education, adopta la posición de que forma parte
de la obligación de un sistema educativo de un país hacer
frente a las necesidades venideras de gente que posea des-
trezas y conocimientos especiales. El informe procede a
establecer cálculos de la futura demanda de técnicos de
alto nivel en la economía rápidamente creciente de Nigeria,
y contando con las recomendaciones de Frederick Harbi-
son. Harbison llama la atención al papel clave que desem-
peña un “potencial humano de alto nivel” en el desarrollo
económico, especialmente en países de bajos ingresos.
Emplea una técnica para calcular estas demandas probables
basándose en una combinación de las tendencias observa-
bles y los proyectos sencillos. Tales cálculos del futuro
potencial humano de alto nivel requerido pueden ser con-
siderados como metas para el sistema educativo, —
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TALCOTT PARSONS
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