Teoria Examen Filosofia
Teoria Examen Filosofia
Teoria Examen Filosofia
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
1. EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
1.1. Introducción
1.2. Características del conocimiento científico
1.3. La clasificación de las ciencias
1.4. El método científico
1.5. La estructura de la ciencia
2. FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
2.1. El inductivismo
2.2. El falsacionismo
2.3. La teoría de los paradigmas
1. EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
1.1. Introducción
En función del tema y del método que emplean podemos distinguir entre:
Los éxitos científicos que se sucedieron desde el siglo XVII se explican, en buena medida,
a partir de la utilización de un nuevo método que se reveló enormemente eficaz en el
ámbito de las ciencias naturales. Mediante el método científico, el investigador aspira a
encontrar una ley matemática que permita explicar causalmente el comportamiento (los
fenómenos) de la naturaleza.
Este método, que fue originalmente propuesto por Galileo, se basa en la elaboración de
hipótesis que deben ser experimentalmente contrastadas a fin de comprobar su verdad o
falsedad. También se lo conoce como método hipotético-deductivo. Su aplicación
comprende cuatro fases o momentos:
Las ciencias de la naturaleza nos ofrecen modelos explicativos integrados por leyes,
teorías y paradigmas:
2.1. El inductivismo
Los inductivistas, al igual que los empiristas, creen que la ciencia comienza con la
experiencia. La observación experimental nos permite elaborar enunciados particulares
sobre los hechos que percibimos.
EJEMPLO
CRÍTICAS
¿Es el inductivismo una descripción satisfactoria del modo en que funciona la ciencia?
Muchos filósofos creen que no. Aunque su planteamiento básico resulta fácil de
comprender, resulta muy difícil justificar adecuadamente el proceso de generalización.
¿Cuántas veces habría que repetir el experimento para que las conclusiones sean
verdaderamente universales? ¿Diez? ¿Cien? ¿Mil? Desde luego, no podemos repetirlo
infinitamente, en algún momento debemos detener el proceso. ¿Pero podemos estar
seguros de que no nos hemos olvidado justamente del caso que es la excepción a la regla?
En esto consiste lo que se conoce como “el problema de la inducción”.
2.2. El falsacionismo
El falsacionismo es una teoría epistemológica propuesta por Karl Popper a mediados del
siglo XX. Con anterioridad a Popper, se pensaba que la ciencia avanzaba cuando lograba
verificar alguna afirmación que se convertía, así, en una ley. Popper, sin embargo, se
opuso a esta interpretación inductivista del desarrollo de la ciencia.
Según el filósofo vienés, nunca podemos estar seguros de que una generalización es
absolutamente cierta en la medida en que abarca un número infinito de casos.
Durante muchos años se creyó que los cisnes solo podían ser blancos, porque todos los
cisnes que se habían observado a lo largo de la historia tenían ese color. La afirmación
"todos los cisnes son blancos" parecía claramente verificada. Sin embargo, a finales del
siglo XVII, una expedición holandesa descubrió que en Australia existían cisnes negros.
Esto demostraría, según Popper, que las afirmaciones de la ciencia jamás pueden
verificarse por completo.
De acuerdo con Popper, los experimentos no pueden nunca verificar completamente una
afirmación, pero sí que la pueden falsar demostrando que no es cierta. Las ciencias más
fiables serían aquellas que contienen muchas afirmaciones que todavía no han podido ser
falsadas a pesar de haberlas sometido a prueba en diversas ocasiones.
2.3. La teoría de los paradigmas
Aunque el falsacionismo resuelve muchos de los problemas del inductivismo, sus críticos
afirman que la ciencia en realidad no funciona según el modelo de Popper. En este
sentido, se pueden encontrar ejemplos históricos de afirmaciones científicas que siguen
siendo aceptadas tras haber sido falsadas experimentalmente.
Por ejemplo, al realizar mediciones precisas sobre el movimiento de los planetas, los
astrónomos comprobaron a finales del XIX que había discrepancias entre las predicciones
de la física newtoniana y los datos observacionales. Al parecer, el planeta Mercurio no se
comportaba como indicaban las leyes de la física clásica que eran generalmente aceptadas
en esa época.
De acuerdo con el falsacionismo, este hecho debería haber obligado a los físicos a revisar
las leyes de Newton. Sin embargo, los grandes éxitos de la ciencia newtoniana resultaban
difíciles de cuestionar, así que los científicos no prestaron demasiada atención a tales
anomalías. Por esta razón, parece que la interpretación popperaniana de la ciencia no se
ajusta a la realidad histórica. De hecho, las anomalías del movimiento de Mercurio solo
pudieron ser explicadas tiempo después, en el marco de una cosmovisión nueva y con la
ayuda de la teoría de la relatividad.
De acuerdo con Kuhn, la mayor parte del tiempo los científicos se dedican a producir
conocimiento mientras trabajan en un paradigma compartido. Estas son las etapas de la
ciencia normal. No obstante, a veces, surgen anomalías cuya solución no es fácil de
encontrar dentro del marco teórico del paradigma establecido. En tales casos pueden
aparecer científicos originales y atrevidos que intentan vencer las dificultades saliéndose
del paradigma tradicional. Esos son los momentos de la ciencia revolucionaria, en los que
las antiguas teorías son rechazadas porque aparecen ideas nuevas que desafían las
creencias anteriores.
Según Kuhn, la ciencia revolucionaria aparece cuando algunos científicos se separan del
paradigma establecido y proponen una visión diferente, novedosa e incompatible con la
cosmovisión anterior. La diferencia que existe entre el paradigma antiguo y el nuevo hace
que ambas visiones de la realidad se excluyan mutuamente. La mayoría de los partidarios
del viejo paradigma son incapaces de entender las propuestas del nuevo, porque estas dos
interpretaciones del mundo son inconmensurables.
EJEMPLO
Con el paso del tiempo el paradigma geocéntrico empezó a tener problemas. Los cálculos
para determinar la posición de los planetas mostraban errores. Las predicciones
astronómicas no eran precisas. La invención del telescopio mostró que el universo no era
como Aristóteles había imaginado.