Ambitos Acción Tutorial175-179

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• Atención y observación de los acontecimientos que pueden ser

significativos para los estudiantes; e identificación oportuna de pro-


blemáticas que deben ser tratadas en el trabajo con el grupo; o bien, de
situaciones individuales que requieran atención especializada dentro o
fuera de la escuela.

Criterios para la selección del tutor


La selección del docente que trabajará semanalmente la Tutoría en cada grupo
escolar depende, en buena medida, de las características de la escuela y de la
plantilla docente, en relación con la cantidad de grupos de cada plantel. El tipo
de contratación y las horas disponibles desempeñan una función importante
en las decisiones que el personal directivo y docente tomen para la asignación
de los grupos.
Para el trabajo en el espacio curricular de Tutoría en las secundarias gene-
rales y técnicas, se contempla que cada docente atienda a un grupo escolar: con
el que trabaje su asignatura. Los docentes de las siguientes asignaturas pue-
den incorporarse a la Tutoría: Lengua Materna. Español, Matemáticas, Inglés,
Ciencia y Tecnología (Biología), Ciencia y Tecnología (Física), Ciencia y Tecnolo-
gía (Química), Geografía, Historia, Formación Cívica y Ética, Educación Física, y
Artes. Los tutores tendrán así la oportunidad de estar en contacto con un grupo
de estudiantes durante una hora más a la semana, lo que contribuirá a fortale-
cer su relación con el grupo.
En la modalidad de Telesecundaria es el docente del grupo quien asume
el trabajo semanal de Tutoría, el cual se verá enriquecido con el conocimiento
del desempeño de los estudiantes en las diferentes asignaturas.
Es evidente que cada escuela deberá resolver la atención de las sesiones
de Tutoría tomando en cuenta sus necesidades y condiciones, por lo cual los
criterios que aquí se presentan para designar a los tutores son flexibles.
En las escuelas que cuenten con orientadores o psicólogos educativos,
estos pueden contribuir con su experiencia a la Tutoría semanal. En estos casos,
deberán obtener información sobre el desempeño de los estudiantes en las
diferentes asignaturas.
Se recomienda que cuando las condiciones del personal y de infraestruc-
tura de la escuela lo permita, formen grupos más pequeños para las sesiones
de Tutoría (aproximadamente de 15 estudiantes por grupo), con el fin de facili-
tar el acercamiento y el trabajo del tutor con un número menor de estudiantes.

Los ámbitos de la acción tutorial


En el tiempo curricular destinado a la Tutoría, se sugiere que el tutor desarro-
lle actividades de grupo orientadas hacia cuatro ámbitos que se configuran
en torno a los asuntos, situaciones y problemas relacionados con el desarrollo
cognitivo, emocional y social de los estudiantes. Tales ámbitos se relacionan
unos con otros, pero es esencial distinguirlos para precisar el tipo de interven-
ción que el tutor requiere llevar a cabo. Los ámbitos de la acción tutorial son
los siguientes:

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1. Integración de los estudiantes a la dinámica de la escuela
2. Acompañamiento en el proceso académico de los estudiantes
3. Convivencia en el aula y la escuela
4. Orientación hacia un proyecto de vida

Las actividades que se definan para estos cuatro ámbitos deben partir del reco-
nocimiento del tutor acerca de las necesidades e intereses de los estudiantes
involucrados con las dimensiones del desarrollo socioemocional. Los indicado-
res de logro para las habilidades socioemocionales contribuyen a identificar el
nivel de profundidad y alcance en cada grado y grupo, de acuerdo con las carac-
terísticas del alumnado y con la dinámica grupal.
Como se ha señalado, los ámbitos de acción tutorial se presentan de mane-
ra separada únicamente con el propósito de no descuidar el trabajo de ninguno
de ellos, y de ofrecer sugerencias y estrategias para la formación de los adoles-
centes. En el trabajo de tutoría con los jóvenes el tutor podrá apreciar cómo al
atender ciertas problemáticas, necesidades o temas, no solo estará transitando
de uno a otro ámbito, sino impactando en la vida académica y socioemocional de
los adolescentes.

Integración de los estudiantes a la dinámica escolar


El propósito de este ámbito consiste en ayudar a los estudiantes a conocer la
dinámica de la escuela secundaria, particularmente sus tiempos, ritmos, diver-
sidad de profesores y sus correspondientes estilos de enseñanza.
Tanto el tránsito de primaria a secundaria como el cambio de grado en
el mismo nivel educativo, exigen a los estudiantes adaptarse a circunstancias
cuyas reglas necesitan conocer para lograr un desempeño aceptable y superar
situaciones de ansiedad que pueden obstaculizar su aprendizaje en las distintas
asignaturas.
Un reto permanente de la escuela secundaria es propiciar que los estu-
diantes organicen su tiempo personal, para atender las tareas que cada asigna-
tura plantea. Lo anterior les exige contar con un panorama del trabajo que les
demanda cada docente, con el fin de identificar las actividades que requieren

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una labor constante, frente a otras que les piden involucrar sus esfuerzos en un
momento determinado, como puede ser presentar un examen, o desarrollar y
exponer un proyecto.
Los adolescentes requieren comprender con claridad las formas de organi-
zación y las normas de la escuela y del aula, para darle un mejor uso a los espacios
y aprovechar el tiempo durante la jornada escolar.
El trabajo de este ámbito fomentará en los estudiantes una mayor auto-
nomía para actuar en el marco de las normas que rigen la organización de la
escuela secundaria y de las formas de organización que cada docente aplica en
su aula; y para participar en diversos grupos de compañeros y amigos.
También se contribuye a la autorregulación de los estudiantes al proveer-
les de los márgenes en que pueden vivir con bienestar la educación secundaria
y expresar sus emociones asociadas al logro de sus metas escolares, así como
al llevarles al descubrimiento de estrategias para afrontar los retos que a diario
les plantea la actividad escolar.
En el trabajo en este ámbito el tutor puede contribuir a que los estudian-
tes adquieran autonomía y que sean ellos quienes propongan iniciativas que
los beneficien, a ellos y al resto de sus compañeros.

Acompañamiento en el proceso académico de los estudiantes


El propósito de este ámbito es orientar a los estudiantes para que reconozcan
y analicen su desempeño en cada asignatura, a fin de identificar sus forta-
lezas y dificultades para desarrollar estrategias que los lleven a obtener los
aprendizajes esperados. Propiciar la motivación y el compromiso con el apren-
dizaje y el desempeño académico es la meta de este ámbito.
Mediante la revisión de los procesos de estudio y de aprendizaje, y de
los resultados que se obtienen, los estudiantes pueden reflexionar sobre los
factores que intervienen para que una asignatura les resulte fácil o difícil, inte-
resante o aburrida, retadora o no retadora. También es importante que ellos
reconozcan cómo influyen sus emociones en su desempeño de cada asignatu-
ra. Este análisis contribuye a la identificación y puesta en práctica de estrate-
gias para organizarse, estudiar, aprender y obtener buenos resultados.
La identificación oportuna de los casos en que los estudiantes se encuen-
tran en riesgo de reprobación plantea la necesidad de explorar las condiciones
asociadas a este hecho.
La información que el tutor obtenga de los estudiantes sobre las dificul-
tades que les plantea el trabajo en alguna asignatura debe ser comunicada al
docente involucrado, a fin de que realice las modificaciones en la enseñanza
que considere pertinentes para que los estudiantes aprendan. En caso nece-
sario, el tutor solicitará el apoyo de los especialistas con que cuente la escuela,
como el orientador educativo; o bien, de instancias externas que le asesoren
para ofrecer a los estudiantes la atención que requieran.
En relación con las dimensiones socioemocionales, este ámbito se
encuentra estrechamente vinculado con el autoconocimiento que los estudian-
tes tienen de sus características y capacidades para aprender. Asimismo, con-
tribuye al desarrollo de la autorregulación, la cual es indispensable para que

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ellos reconozcan que las emociones involucradas en el aprendizaje de cualquier
asignatura pueden regularse para obtener resultados satisfactorios, tolerar la
frustración y perseverar cuando tengan dificultades frente al aprendizaje.
En este ámbito se fomentará que los estudiantes adquieran cada vez
mayor autonomía, tanto en sus procesos de aprendizaje (al reconocer sus nece-
sidades y buscar soluciones), como en la toma de decisiones y el establecimiento
de compromisos con su desempeño académico.

Convivencia en el aula y en la escuela


La convivencia constituye el marco en el que se despliegan las tareas de apren-
dizaje y se desarrollan las relaciones interpersonales. Es decir, las formas de
convivencia que tienen lugar en el aula y en la escuela influyen en la manera
en que los estudiantes aprenden. En ocasiones se cree que atender los asuntos
relacionados con la convivencia en las escuelas consiste en resolver situacio-
nes que entorpecen la disciplina, con lo cual se desaprovecha el potencial for-
mativo de la convivencia escolar, al reducirlo a un instrumento para minimizar
los comportamientos disruptivos.
Sin embargo, se sabe y reconoce cada vez más que la convivencia con-
tribuye no solo a consolidar las relaciones entre los estudiantes y los docentes,
sino a desarrollar las habilidades socioemocionales necesarias para el apren-
dizaje en grupo y para la conformación de una visión compartida del trabajo
escolar. El sentido de pertenencia que los estudiantes generan hacia su grupo
de compañeros y hacia la secundaria se ve afectado o favorecido por la cali-
dad de convivencia que tiene lugar en la escuela.
Este ámbito de la tutoría está relacionado con las dimensiones de Empa-
tía y Colaboración, dado que es necesario tener habilidades para el lograr una
convivencia armónica, respetuosa, tolerante y solidaria, que les permita res-
ponder de manera no violenta ante los conflictos; rechazar prejuicios y prácti-
cas de exclusión y discriminación; favorecer la inclusión, el bienestar personal y
colectivo; y fortalecer el trabajo colaborativo.
La acción oportuna del tutor frente a los conflictos que surjan entre estu-
diantes, o entre estos y algún docente, o con personal de la escuela, debe orien-
tarse a proponer una solución respetuosa y a atender las necesidades de las
partes involucradas; condición necesaria para aprender y para relacionarse en
un contexto que priorice el diálogo y la convivencia armónica.
Reconocer a la escuela y al grupo como espacios cotidianos de desarrollo
personal y social, permite a los estudiantes valorar las diferencias en las relacio-
nes de convivencia con los otros, como vía para establecer la identidad propia y
colectiva, que se construye a partir del establecimiento de motivaciones, tareas
y metas comunes.

Orientación hacia un proyecto de vida


Este ámbito está relacionado con las dimensiones de “Autoconocimiento”, “Auto-
nomía” y “Autorregulación”, debido a que se trabaja en el reconocimiento de
intereses, capacidades y potencialidades personales, para trazarse un proyecto
de vida articulado en torno a elecciones y decisiones que tomen para su futuro.

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Los momentos en que el tutor puede intervenir para promover la reflexión
de los estudiantes sobre su proyecto de vida son varios a lo largo de la educación
secundaria y durante el ciclo escolar. En ocasiones, puede orientar a los estudiantes
en la reflexión de metas personales a corto, mediano y largo plazo, para que apre-
cien cómo el conjunto de decisiones tomadas sobre distintos aspectos y momen-
tos de su vida presente impactarán a futuro en el logro de proyectos y propósitos.
Considerando que un proyecto de vida se construye tras un proceso de
análisis, reflexión, decisión y acción, es preciso trabajar en este ámbito desde pri-
mer grado de secundaria. Por ejemplo, al momento de involucrar al estudiante
en la dinámica escolar, académica y social de la escuela, también contribuye a la
definición de los motivos por los cuales los estudiantes requieren perseverar y
avanzar satisfactoriamente en sus estudios.
El tutor puede contribuir al proceso de autoconocimiento de los adolescen-
tes en lo que respecta a sus habilidades y talentos, retos, aspiraciones y necesidades
de formación. Con ello propicia la reflexión sobre los aspectos que les parezcan
más interesantes, aquellos que les resultan difíciles o atractivos, así como los que
les demandan mayores niveles de esfuerzo. Con estas reflexiones, los estudiantes
pueden tener una idea más clara de sus habilidades y gustos hacia diversas áreas
de estudio, y realizar balances periódicos sobre los cambios que experimentan.
Con base en los resultados de este balance personal se hace un bosquejo
de posibles escenarios profesionales u ocupacionales, para iniciar la búsqueda de
información más precisa sobre los perfiles formativos de las diversas áreas por
las que siente mayor interés o agrado.
Este ámbito promueve el reconocimiento de las emociones que les pro-
duce el futuro, a fin de procurar escenarios de bienestar personal y colectivo.
Como parte del Autoconocimiento, el estudiante trabajará en torno a una visión
ajustada de sí mismo para tomar decisiones viables para el futuro.
Asimismo, este ámbito contribuye a desarrollar habilidades para la auto-
rregulación, con el propósito de que los estudiantes reconozcan los esfuerzos y
la perseverancia que requieren para alcanzar las metas y trazar un futuro con
bienestar individual y social.
La Autonomía es otra dimensión socioemocional que se trabajará des-
de este ámbito, ya que en la definición de un proyecto de vida cobra especial
importancia la iniciativa, la responsabilidad y el compromiso personal en las
decisiones que se toman para desenvolverse en distintos ámbitos: escuela,
familia, amigos, y sociedad.
Con estas acciones, el tutor transmite motivación y confianza a los estu-
diantes para fortalecer su autoconcepto y su capacidad de ser perseverantes y
resilientes en situaciones o circunstancias adversas o difíciles.

La Tutoría: una tarea compartida


En los apartados anteriores se han presentado lineamientos para el trabajo
que desarrollarán los docentes que tendrán a su cargo la hora semanal de
Tutoría y Educación Socioemocional.
Sin embargo, es necesario recordar que el trabajo que llevan a cabo los
tutores requiere del respaldo del cuerpo docente en su conjunto, del personal

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