FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO: Derecho Procesal Penal 1

DOCENTE: Saul Alexander Villegas Salazar

ESTUDIANTES:

 Javier Palco Herrera N00336810

 Lily Concesa Silva Dávila N00300117
 Nelson Jhoan Vásquez Mendoza N00275228
 Gemma Marisol Sangay Jara N00034200

CAJAMARCA – PERÚ 2024

JURISDICCIÓN DE LAS COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS

El artículo 149° de la Constitución Política establece que “Las autoridades de las

Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo de las Rondas Campesinas, pueden ejercer las
funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el derecho
consuetudinario, siempre que no violen los derechos fundamentales de la persona. La ley establece
las formas de coordinación de dicha jurisdicción especial con los Juzgados de Paz y con las demás
instancias del Poder Judicial”.
El artículo 85° de la Ley N° 27972, Ley Orgánica de Municipalidades, sostiene en su inciso 1.1
que las municipalidades provinciales tienen como función: “Establecer un sistema de seguridad
ciudadana con participación de la sociedad civil y de la Policía Nacional, y normar el establecimiento
de los servicios de serenazgo, vigilancia ciudadana, rondas urbanas, campesinas o similares de nivel
distrital o del de centros poblados en la jurisdicción provincial, de acuerdo a ley”. Tengamos en cuenta
que Las “Rondas Urbanas”, en Cajamarca nacieron a inicios del año 2000 para enfrentar a la
inseguridad que se había incrementado con el auge minero y la llegada cada vez mayor de forasteros
a la ciudad; pero, en un primer momento, se dedicaron a combatir la delincuencia urbana.
El 20 de noviembre del año 2008, cuando las “Rondas Urbanas” se habían convertido en una
organización fuerte que castigaba públicamente a delincuentes, la Municipalidad Provincial de
Cajamarca emitió la Ordenanza Municipal N° 229-CMPC, denominada “Ordenanza de Reconocimiento
de las Rondas Urbanas de la Provincia de Cajamarca”. En el artículo primero de este dispositivo edil
se estableció lo siguiente; que reconocer a las Rondas Urbanas de la Provincia de Cajamarca como
organización autónoma, cuya función primordial es el resguardo de la seguridad ciudadana y la
solución de conflictos de acuerdo a la normatividad nacional vigente y al Reglamento Único de
Organizaciones Sociales de esta Municipalidad (Provincial de Cajamarca) para lo cual se les otorga la
facultad de administrar justicia”.
La Ley General de Comunidades Campesinas Nº 24656 las define así: Artículo 2. Las
Comunidades Campesinas son organizaciones de interés público, con existencia legal y personería
jurídica, integrados por familias que habitan y controlan determinados territorios, ligadas por vínculos
ancestrales, sociales, económicos y culturales, expresados en la propiedad comunal de la tierra, el
trabajo comunal, la ayuda mutua, el gobierno democrático y el desarrollo de actividades
multisectoriales, cuyos fines se orientan a la realización plena de sus miembros y del país. Las
Comunidades Campesinas son una forma de organización de la población campesina principalmente
en los Andes de nuestro país “Regionalmente la mayor parte de las Comunidades Campesinas están
en la Sierra (98%), un cálculo aproximado indicaría que hay de 4000 a 4500 Comunidades” (Beteta,
1993, p.333). El idioma predominante es el quechua, luego siguen el aimara y otras lenguas nativas.
Hay una proporción creciente de población bilingüe. (Beteta, 1993, p.335) Sobre su importancia
cuantitativa, solo en las comunidades reconocidas oficialmente, tienen 4.5 millones de habitantes.
Sobre su extensión, las comunidades campesinas reconocidas hasta 1986, cubrían una superficie
estimada en 20’300,000 has, que equivale aproximadamente a 15.5% del territorio nacional. (Beteta,
1993, p.337).

LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA DE LAS RONDAS CAMPESINAS

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 Las Rondas Campesinas pertenecen a la estructura orgánica de la comunidad, su Junta
Directiva es uno de los comités especializados que conforman la Junta Directiva Comunal y sus
autoridades son elegidas como parte de ella, por un periodo de dos años. De la misma manera que en
todas las comunidades del país, las comunidades de estas provincias venían aplicando su justicia
ancestral de modo desordenado y disperso, sufriendo también la corrupción y el abuso del Poder
Judicial oficial. En estas circunstancias y ante el incremento de la delincuencia, especialmente del
abigeato 10 decidieron crear sus Rondas Campesinas para ejercer la justicia por su cuenta. Esto
sucedió independientemente de la existencia de la norma constitucional obedeciendo a las
necesidades reales de los comuneros de contar con una justicia efectiva. Mucho antes de la
promulgación de la nueva Constitución en estas provincias ya existían rondas campesinas.

COMPETENCIA MATERIAL Y TERRITORIAL

Si bien las rondas fueron creadas con la finalidad de enfrentar a la delincuencia no solamente
se resuelven problemas de robos. El Encuentro tiene competencia para juzgar y sancionar cualquier
acto u omisión de parte de un comunero o tercero, que se considere que afecte a la vida de la
comunidad. Reciben denuncias de acciones consideradas dentro del ámbito del derecho penal como
los robos, agresiones, estafas, también se llevan al Encuentro problemas del derecho de familia, como
los de violencia familiar, abandono de hijos, adulterio, etc. Asimismo, se denuncia a los comuneros que
han infringido las normas y costumbres comunales, incumpliendo sus obligaciones, desacatando
decisiones de las autoridades, etc.
Actualmente se están denunciando los problemas de alcoholismo y vagancia que se considera
afectan gravemente no solo a la familia sino a toda la comunidad de la que es, miembro el denunciado.
Estas conductas en el derecho occidental serían consideradas como inherentes al ámbito de la vida
privada de la persona y no podrían ser sancionadas. Pero debido a la mentalidad colectivista de las
comunidades campesinas, en la que se considera que la vida de todos esta interrelacionada, la
conducta de cada uno de ellos afecta a los demás, y por eso intervienen para corregirla.
Afirmamos, que la competencia por razón de la materia de los Encuentros es bastante amplia
y casi ilimitada, dependiendo de lo que la Asamblea considera que debe ser juzgado, sin embargo, en
casos considerados más graves como un asesinato, se prefiere recurrir a las autoridades oficiales.
Respecto al territorio las Rondas asumen competencia de todos los casos ocurridos dentro de su
territorio lo que coincide con lo dispuesto por el art. 149 de la Constitución.
COMPETENCIA EN CUANTO A LA PERSONA
La disposición constitucional no especifica cuál será la competencia de la jurisdicción especial
en cuanto a la persona. Por lo que este tema deberá ser regulado por la Ley de Coordinación. En
nuestra investigación hemos apreciado que en cuanto a comuneros de cualquier comunidad de la
provincia (incluso del departamento), los comuneros consideran esta competencia dentro de límites de
su competencia territorial, es decir se consideran competentes si el hecho ocurrió dentro de su
territorio.

NORMATIVIDAD APLICADA

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 La justicia administrada por las Rondas se realiza basándose en el derecho consuetudinario
de las comunidades que participan en la organización. Adicionalmente se aplican lo regulado en los
Estatutos y Reglamentos elaborados por los propios dirigentes comunales con la asesoría de las
Federaciones y algunas instituciones privadas. Suplementariamente se rigen por lo dispuesto en la Ley
General de Comunidades Campesinas, Ley 24656 y en la Ley de Rondas Campesinas, Ley 24571, así
como en la Constitución Política del Perú.
INSTANCIAS Y PROCEDIMIENTOS:
Generalmente los casos denunciados en el Encuentro han sido ya vistos por las instancias
inferiores dentro de la organización de la Ronda. La primera instancia para cualquier conflicto es la
propia comunidad. Tal como menciona Peña en las comunidades se presentan dos tipos de conflictos:
Familiares y Comunales. Se considera que cada grupo tiene sus propios órganos de resolución.
Órganos familiares o tradicionales, en primera instancia en conflictos familiares compuesto por
las propias partes y sus familiares, en otros casos se recurre a los comuneros más ancianos. Órganos
políticos comunales o formales; lo constituyen las autoridades comunales. (Peña, 1991, p.233-287.)

JURISDICCIÓN PENAL ORDINARIA

Cabe precisar, los problemas más decisivos y una fuente de tensiones entre los dos pilares
(jurisdicción constitucional y jurisdicción ordinaria.)
La primera está encargada de un de un órgano jurisdicción propio, que es completamente
diferenciado de poder judicial. Por un lado, se refiere al papel de la jurisprudencia a su posición en el
ordenamiento jurídico.
La sola mención de la existencia y de la inconstitucionalidad de un tribunal constitucional, de
configuración kelseniana central el control de la constitucionalidad y garantiza la supremacía de la
constitución.
La jurisdicción penal ordinaria (límites de la jurisdicción penal ordinaria artículo 18 de CPP,
no es competente para conocer puntos como son:
1. Los delitos previstos en el artículo 173° de la constitución, relacionados a los miembros de las fuerzas
armadas y de la policía nacional del Perú que están sometidos al fuero respectivo y al código de
justicia militar.
2. Los hechos punibles cometidos por los adolescentes (conocidos también como infractores de la ley.

3. Hechos punibles en los casos previstos en el artículo 149 de la constitución (relacionadas a las
autoridades campesinas y nativas que pueden “ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito
territorial, de conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos
fundamentales de la persona”.)

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 Función y jurisprudencia del tribunal constitucional. Relaciones con la jurisdicción ordinaria
Desde una óptica el TC, es el guardián de la constitución cuya función básica es obtener la
aplicación efectiva de la constitución a los casos concretos asegurando su interpretación uniforme,
asimismo, el TC, puede ser conceptuado como el más alto órgano jurisdiccional. Por otro lado, es
aquel que crea la única doctrina legal constitucional, que vincula a todos los órganos del PJ, En esa
misma línea de efectos generales, la primera disposición general de la citada LOTC prescribe que, los
Jueces y Tribunales interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y los reglamentos
según los preceptos y principios constitucionales, conforme la interpretación de los mismos que resulte
de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional en todo tipo de procesos. Ello significa que
el ordenamiento jurídico peruano se afilia al efecto vinculante de la jurisprudencia emanada del
Tribunal Constitucional, normativamente impuesto en las fuentes germana y española, así como en la
legislación de Costa Rica y Venezuela, y, jurisprudencialmente, en la Argentina. El modelo italiano,
tanto de la Corte Constitucional como de la Corte de Casación, se afilia, sin embargo, al valor
persuasivo de su jurisprudencia. Aceptar el valor vinculante de la jurisprudencia constitucional importa,
por lo menos, dos consecuencias jurídicas generales, de amplia irradiación en el funcionamiento de la
jurisdicción ordinaria. La primera tiene que ver con el concepto de doctrina constitucional, que, por
cierto, es bastante amplio en los términos de la ley. Se refiere, en puridad, al conjunto de resoluciones,
de todo tipo, dictadas por el Tribunal Constitucional en toda clase de procesos constitucionales bajo su
competencia y cuyo objeto está radicado en la interpretación de preceptos y principios
constitucionales, de suerte que para su debida aplicación habrá que acudir no al fallo o parte resolutiva
sino a la ratio decidendi contenida en los fundamentos jurídicos de las resoluciones. La segunda se
circunscribe a la fuerza de tal doctrina constitucional. Se trata de una vinculación obligatoria, de
carácter vertical, a toda la jurisdicción ordinaria, de modo tal que la jurisprudencia que habrá podido
configurar, con anterioridad al fallo constitucional, debe corregirse a la luz de lo interpretado por el
Tribunal Constitucional (San Martín, 2004, pp. 401-410).

ANALISIS

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Dichas autoridades de las comunidades campesinas y nativas, son amparados por las rondas urbanas
para poder ejercer ¨jurisdicción¨, dentro del ámbito territorial, con relación al Derecho Consuetudinario;
que amerita el artículo 149 de la Constitución política del Perú, donde claramente afirma que siempre
que no violen los derechos fundamentales (como derechos fundamentales sostenemos el artículo 2 de
la carta magna). Recordemos que el Estado no puede de dejar de administrar justicia y aquellos
lugares más alejados donde no hay presencia estatal, se les otorga facultades a las rondas
campesinas.
Así mismo, distinguimos diferencias entre rondas campesinas y rondas urbanas
Rondas campesinas: tienen un sustento, fundamento constitucional, pero esta facultad o especie de
administración de justicia tiene límites
Rondas urbanas: conjunto de personas que conforman una asociación civil, que se viene auto
delegando función jurisdiccional. No tienen reconocimiento constitucional. Por un lado, las rondas
urbanas sostienen que la ordenanza municipal les da la potestad de administrar justicia, que lo tanto
ellos se han inscritos en registros públicos como una asociación civil.
Por otro lado, es fundamental tener claro el concepto de Jurisdicción; la jurisdicción es una potestad
del estado que solamente le atribuye al poder judicial, los cuales a través de los jueces van a resolver
algún conflicto de interés o relevancia jurídica, dentro de un proceso judicial. En el que van a tener que
aplicar el derecho, para luego resolver dicho conflicto emitiendo una sentencia, que una vez que este
consentida tiene calidad de cosa juzgada.
No obstante, haciendo mención al artículo 139 de la CPP; la jurisdicción es única y exclusiva del poder
judicial. Además, hay que tener en cuenta el rango que se encuentra una ordenanza municipal, no
puede crear organismos que administren justicia, se sabe que las ordenanzas municipales tienen
rango de ley su límite es el espacio geográfico es decir dentro de su territorio.
En otro sentido, las rondas urbanas cobran una compensación económica a cambio de resolver tu
conflicto. En el ámbito judicial se aplica la ley se aplica el derecho, las rondas urbanas no lo hacen.
Las rondas urbanas actúan de acuerdo a su criterio, donde aplican ciertos actos inconstitucionales
como son los latigazos, ejercicios deportivos extremos, el acceso a tu vivienda entre otros actos con
carácter imprudente donde en nuestro sistema jurídico no lo permiten ciertos actos mencionados.

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CONCLUSIONES
En síntesis, la postura como grupo es que las autoridades campesinas y nativas son
reconocidas por nuestra constitución para que se administre justicia, en los lugares donde el
Estado no llega es decir lugares muy lejanos (zonas rurales) contemplado en el artículo 149
CPP. Asimismo, dichas autoridades campesinas, reciben apoyo de las rondas campesinas con
la finalidad de Administrar justicia donde la cual hacen abuso de sus facultades. Tengamos en
cuenta que las rondas campesinas son una Asociación civil, que solo cuentan con registros
públicos y no tienen poder. En ese sentido, se puede alegar, que las rondas campesinas no
tienen jurisdicción para administrar justicia de forma imparcial.
Las ordenanzas municipales no tienen rango mayor que nuestra constitución por lo tanto ellos
no pueden emitir a organizaciones para poder ejercer jurisdicción.
Una ordenanza municipal vulnera la CPP, es inconstitucional y no debe otorgar facultades
que la primera no reconoce. El único que tiene jurisdicción y jerarquía mayor es el poder
judicial para poder Administrar Justicia artículo 139 de la constitución política del Perú.

BIBLIOGRAFIA
Peña, A. (2013). Las Comunidades Campesinas y nativas en la Constitución Política del Perú: Un
Análisis Exegético del Artículo 89º de la Constitución. Derecho & Sociedad, (40), 195 - 197.
https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoysociedad/article/view/12800/13357
San Martín, C.E., Jurisdicción constitucional y justicia penal: problemas y perspectivas. Derecho
PUCP, (57), 401 410. https://doi.org/10.18800/derechopucp.200401.019