Ansiedad y Estrés Udon Perez

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE SALUD PÚBLICA INTEGRAL
CÁTEDRA: PRÁCTICA PROFESIONAL III

ANSIEDAD Y ESTRÉS EN ADOLESCENTES DEL COLEGIO U.E.P “UDÓN


PEREZ”. MUNICIPIO MARACAIBO, ESTADO ZULIA

Autores:
Dalia Agelvis 22.452.948
Diana Martinez 25.346.335
Yusneiry Montero 26.784.958
Edglennis Morales 21.212.355
José Luis Valero 26.091.059

Tutora: Dr. Diego Muñoz

Maracaibo, febrero 2024


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INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022) define la salud mental


como «un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial
puede afrontar las tensiones de la vida, trabajar de forma productiva y
fructífera, y puede aportar algo a su comunidad. Con respecto a la
adolescencia, es una etapa crucial del desarrollo humano, se define según la
Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022), como el período que abarca
las edades comprendidas entre los 10 y los 19 años de edad. Ésta a su vez se
clasifica en Adolescencia temprana, comprende entre los 10 y 13 años.
Adolescencia media, entre 14 y 16 años y adolescencia tardía que va desde los
17 años y se puede extender hasta los 21 años.

Dicha etapa es caracterizada por importantes cambios físicos,


psicológicos y sociales, donde experimentan una serie de desafíos que pueden
impactar significativamente en su salud mental. Según P.J. Rodríguez
Hernández (2020) explica que, “Existen factores de riesgo y vulnerabilidad que
interfieren en el desarrollo y pueden contribuir a la aparición de un trastorno
mental, aunque estas características no son predictoras del desarrollo presente
o futuro de un trastorno mental, la acumulación de factores incrementa la
probabilidad”.

La cantidad de tiempo que pasan los estudiantes dentro de las


instituciones, es sin duda alguna, un tiempo amplio para desarrollarse, mucho
más allá de solo lo académico, siendo este un referendo muy grande para los
estudiantes, ya que se desarrollan en los aspectos psico-sociales-emocionales
que marcaran un punto clave para sus relaciones interpersonales actuales y
futuras (Márquez 2020)

Es justamente durante la etapa de la adolescencia donde los individuos


se sienten en una constante crisis debido a la cantidad de cambios físicos y
psicológicos que le generan una gran inestabilidad, ya que deben aprender a
identificar, reconocer y manejar sus acciones y sentimientos (Iglesias 2020)
3

Además, las escuelas, como institución fundamental en la vida de los


adolescentes, también representan un ambiente donde se desarrollan
relaciones interpersonales, se establecen expectativas sociales y se enfrentan
presiones para alcanzar estándares académicos. Estos factores pueden influir
de manera significativa en la salud mental de los estudiantes, contribuyendo al
surgimiento y la exacerbación de trastornos psicológicos, al respecto P.J.
Rodríguez Hernández (2020).

El adolescente suele tener una afectividad muy rica pero inestable;


extremista en sus estados de ánimo (grandes alegrías y tristezas) lo mismo que
ocurre en el mundo intelectual, las situaciones no son entendidas por los
padres y los maestros. La insuficiente información para controlar actitudes,
emociones y sentimientos que brindan las familias, como también las
instituciones educativas y, el medio social, son factores que promueven
situaciones desequilibrantes, la ansiedad, angustia y desesperación que viven
algunos adolescentes (Rosario et al 2021)

Aunque en el mundo, según se calcula, uno de cada siete adolescentes


de 10 a 19 años (14%) padece algún trastorno mental, estas enfermedades
siguen en gran medida sin recibir el reconocimiento y el tratamiento debidos.
Los adolescentes con trastornos mentales son particularmente vulnerables a
sufrir exclusión social, discriminación, problemas de estigmatización (que
afectan a la disposición a buscar ayuda), dificultades educativas,
comportamientos de riesgo, mala salud física y violaciones de derechos
humanos (OMS 2022).

Adicionalmente, La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022)


afirma que el 3,6% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 4,6% de los
adolescentes de 15 a 19 años padece de al menos un trastorno de ansiedad.
Mientras que, la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2017) señala
que, un 11% de las personas sufren ansiedad, siendo más frecuentes en
mujeres, con un 7,7% mientras que en los hombres su frecuencia es de un
3,6%
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Los adolescentes no están exentos de presentar ansiedad. Esta se


encuentra relacionada con el futuro, mientras que el estrés, está acoplado
generalmente a una situación que causa angustia o algún apartado del pasado.
Todo trastorno se manifiesta de alguna manera, esta es la forma en la que el
cuerpo se prepara ante un peligro, que pueda irreal o imaginario y, que solo
existe en la mente de la persona que padece la condición (Rosario et al 2021)

Asimismo, cabe destacar que la salud mental de los adolescentes es un


tema de crucial relevancia, debido a la carga general de la enfermedad mental
y porque tiene el potencial de afectar sus vidas actuales y adultas. Los
problemas que enfrentan los adolescentes interfieren con sus formas de
pensar, sentir y actuar, causan angustia, limitan sus logros académicos y su
capacidad de ser económicamente productivos. También pueden provocar
conflictos familiares, abuso de sustancias, violencia, trastornos alimentarios y, a
veces, suicidio (Peralta et al 2021)

El estrés, la ansiedad y la depresión modifican la arquitectura cerebral


del niño y del adolescente por las reconfiguraciones sociales. El sistema
límbico se encarga de regular la capacidad de motivación, expresión de
emociones, atención, aprendizaje, memoria y control afectivo. Estas respuestas
fisiológicas sufren alteraciones ocasionadas por la violencia intrafamiliar, así
como la presión de los padres y de la escuela. Diversos autores recomiendan
una intervención psicológica para evitar este tipo de afecciones. Es importante
identificar oportunamente los síntomas para no causar alteraciones en el
desarrollo (Ochoa et al 2022).

Se puede definir la ansiedad como un sistema complejo de respuestas


cognitivas, afectivas y conductuales las cuales se activan a través de eventos o
circunstancias que se consideran aversivas y que son percibidas por el sujeto
como algo incontrolable e incluso como una amenaza a los intereses vitales de
una persona (Pereira y Rocha 2020).

La ansiedad es un fenómeno que se encuentra asociado a factores


biológicos, sociales o psicológicos y puede afectar a cada individuo de
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diferentes maneras. Por otra parte, los síntomas de ansiedad debido no solo al
grupo de edad sino también en relación al género, estos pueden presentar
como sensación de ahogo o peligro inminente que escapan del control
voluntario, estando los adolescentes propensos a padecer estos trastornos
emocionales frecuentemente debido a los factores de riesgos asociados a los
mismos. Por lo tanto, es necesario prevenir y realizar un manejo adecuado los
problemas de salud mental sobre todo en la adolescencia ya que puede traer
beneficios para la vida futura del individuo y la sociedad (Pereira y Rocha 2020)

Por otro lado, es necesario diferenciarlo de los trastornos de ansiedad


que son condiciones frecuentes, las cuales generan complicaciones del
desarrollo psicosocial y psicopatológico. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) informó que más de 260 millones de personas padecen un trastorno de
ansiedad, asimismo reporta un incremento de la angustia en diferentes países:
se reportó en China, los niveles de angustia aumentaron en un 35%, un 60%
en Irán y un 40% en Estados Unidos. Esta misma entidad en 2020 informa
según cifras globales, que el 90% de los adolescentes experimentaron
ansiedad (Chacon y col 2021). Los trastornos de ansiedad, se encuentran entre
los trastornos psiquiátricos más comunes en adolescentes con una prevalencia
del 30 al 10% (Pereira y Rocha 2020)

Cabe resaltar que la pandemia de la COVID-19 generó en los


estudiantes impactos psicológicos como depresión, ansiedad y estrés, esto
debido a que pasaron de tener espacios de aprendizajes con vínculos sociales,
a ser un estudiante frente a la pantalla de una computadora o celular, lo que
derivó en diversas sensaciones tales como aburrimiento, desorden alimenticio,
sensación de sentirse atrapado, pautas del ámbito académico virtual confusos,
esto se vio reflejado en el aspecto cognitivo, emocional y físico (Venegas 2022)

Para el manejo de la ansiedad en adolescentes estudiantes de


secundaria se ha aplicado la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) con el fin de
reducir los síntomas de la misma y ayudarlos a superar situaciones
angiogénicas inherentes a la adolescencia y el contexto escolar. Al contribuir a
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la reducción de la ansiedad se contribuye al bienestar de la salud mental y a su


vez a la formación de un ser humano integral (Pereira y Rocha 2020)

Al igual que la ansiedad, el estrés es un mecanismo de defensa natural


para afrontar peligros de su ambiente externo (López 2020). El estrés se
enfoca en la interrelación entre un individuo y su entorno. Las manifestaciones
del estrés se darían cuando un individuo presenta una valoración de sus
fortalezas como escasos e insuficientes como para poder responder de manera
correcta a las demandas de su entorno. La conceptualización del estrés es muy
variada, puesto que dependerá del resultado de aquellas incongruencias que
son percibidas entre las demandas del medio y los recursos para enfrentarlas
(Huilca y Salinas 2021)

Existen acontecimientos vitales estresantes y estos pueden presentarse


en los adolescentes. Además, la elaboración cognitiva que haga el adolescente
de una experiencia atemorizante, influirá en que éste pueda desarrollar un
trastorno de ansiedad en el futuro (Huilca y Salinas 2021).

Asimismo, la comprensión detallada de estos factores permitirá no solo


una mejor identificación de los adolescentes en riesgo, sino también el diseño
de intervenciones y estrategias de prevención efectivas en el ámbito escolar. El
presente proyecto aspira a contribuir al desarrollo de políticas educativas y de
salud mental que aborden de manera integral la problemática de la estrés y
ansiedad en adolescentes escolarizados, promoviendo entornos educativos
más saludables y propicios para el bienestar psicológico de esta población
vulnerable.

Cabe destacar que, esta investigación es factible porque se ha obtenido


la aprobación de la institución educativa objeto de estudio y se alinea con las
necesidades y preocupaciones de dicha comunidad. Además, se cuenta con
los recursos técnicos, como el acceso a encuestas y herramientas de análisis
estadístico. De esta forma, la viabilidad económica está respaldada por un
presupuesto que contempla los costos asociados con la recolección de datos y
el material de investigación, contando con la posibilidad de financiamiento y
recursos internos. En cuanto a la ejecución del proyecto, la planificación y el
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cronograma son realistas y se ajustan a la gestión del tiempo y la utilización de


los recursos humanos disponibles. Así como también, se destaca la disposición
del equipo investigador que cuenta con la competencia necesaria para abordar
los aspectos teóricos y prácticos de la investigación, asegurando así la calidad
y pertinencia de los resultados obtenidos.

Adicionalmente, a nivel internacional, diversos estudios han abordado la


problemática de la depresión y la ansiedad en adolescentes. Entre ellos,
destaca la investigación llevada a cabo por Castillo, M. et al (2022), titulada
"Ansiedad y Depresión en Estudiantes de 12 a 18 años en un Colegio de la
Ciudad de Quito – Ecuador". Dicho estudio tuvo como objetivo principal
identificar los niveles de ansiedad y depresión en estudiantes de un colegio en
Quito, Ecuador. Con respecto al instrumento utilizado para la investigación fue
el Inventario de Ansiedad y Depresión de Beck. Posteriormente, los resultados
revelaron que el 20% de los estudiantes de 16 años presentaron ansiedad
moderada, mientras que este porcentaje osciló entre el 17% y el 16% para los
estudiantes de 14 y 15 años.

En este estudio, es importante destacar que el análisis diferencial según


el género reveló que el sexo femenino presentó el porcentaje más alto de
estudiantes afectados por ansiedad y depresión, este fenómeno puede
atribuirse a factores de riesgo inherentes a la mujer, tales como factores
hormonales, químicos y condiciones sociales que las exponen a eventos más
estresantes (Castillo et atl 2022).

De igual manera, Wuthrich, V. et al (2021) en su estudio: "Seguimiento


del estrés, la depresión y la ansiedad durante el último año de la escuela
secundaria: un estudio longitudinal", tiene como objetivo principal investigar la
trayectoria de la ansiedad y depresión entre los estudiantes en su último año de
escolaridad e investigar factores individuales y ambientales asociadas con la
ansiedad y depresión de estos. Para dicho estudio la muestra incluyó 638
estudiantes de 15 a 18 años de siete escuelas en el área metropolitana de
Sydney, Australia, en los que se aplicó un diseño de encuesta longitudinal para
evaluar trimestralmente los niveles de estrés, ansiedad y depresión en cuatro
momentos diferentes. Luego, los resultados indicaron un aumento significativo
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de los síntomas de ansiedad con el tiempo, especialmente antes de los


exámenes finales, donde más del 30% reportó ansiedad severa a
extremadamente severa. Aunque no se observó un aumento significativo en los
síntomas depresivos a lo largo del año, aproximadamente el 20% informó
síntomas depresivos graves a extremadamente graves en cada trimestre.
Además, se identificaron factores de riesgo significativos, como el género
femenino, la propensión a la ansiedad, la baja autoeficacia emocional y la
reducción de la conexión con los compañeros, que contribuyen al agravamiento
de los síntomas ansiosos o depresivos durante los exámenes finales.

En otras investigaciones, como: "Ansiedad y Depresión en Adolescentes


Víctimas del Bullying después del Confinamiento por COVID-19: Estudio
Longitudinal" llevada a cabo por Gómez-León, M. (2023), se buscó analizar los
efectos de los eventos relacionados con la pandemia de COVID-19 en el
estado emocional de adolescentes víctimas y no víctimas de bullying. En este,
la muestra incluyó a 276 estudiantes de cuarto año de educación secundaria,
en edades entre 14 y 16 años, de cuatro institutos públicos en la zona sur de
Madrid. En los cuales se empleó un cuestionario que los alumnos completaron
en tres periodos distintos: antes, durante y después del confinamiento por la
pandemia, abarcando los años académicos 2019-2022.

Siendo los resultados entre los adolescentes no víctimas de bullying, los


niveles de ansiedad descendieron durante el confinamiento. Contrariamente,
los efectos negativos fueron más notorios en el grupo de adolescentes víctimas
de bullying, donde los síntomas de ansiedad aumentaron durante el
confinamiento, y los de depresión aumentaron tanto durante el confinamiento
como antes de la pandemia. Después del confinamiento y al inicio del primer
curso escolar presencial, se observó una disminución en la ansiedad y
depresión en el grupo de no víctimas y un aumento significativo en el grupo de
víctimas, lo cual estaba asociado a pensamientos negativos sobre el presente y
futuro. Por lo que, se concluyó que los estudiantes víctimas de bullying tienden
a experimentar pensamientos intrusivos sobre sí mismos y la sociedad,
intensificando el miedo y la desesperanza, factores cruciales para el desarrollo
de la ansiedad y la depresión, lo que promueve el aislamiento social y la falta
de comunicación con sus compañeros.
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Es por ello que, es crucial identificar los niveles de ansiedad y depresión


en adolescentes escolarizados, a fin de mejorar los enfoques de abordaje de
los trastornos mentales que muchos podrían estar experimentando o tener
mayores probabilidades de enfrentar en el futuro. A pesar de ello, los estudios
sobre adolescentes escolarizados son limitados tanto a nivel nacional como
regional. No obstante, su escasez no reduce su importancia.

Asimismo, a nivel nacional, en la Gaceta Oficial Médica de Caracas se


encuentra un estudio titulado "Trastornos mentales comunes en estudiantes de
una institución de formación inicial docente," realizado por Estrada-Araoz, E., et
al (2023). Este estudio, que empleó un enfoque cuantitativo descriptivo
transversal, evaluó los trastornos mentales comunes en 157 estudiantes a
través del Self Reporting Questionnaire - SRQ 20. Los resultados revelaron una
prevalencia general del 33,5% de trastornos mentales comunes, resaltando la
necesidad de implementar estrategias de evaluación, prevención y promoción
de la salud mental entre los futuros docentes para mejorar su desempeño y
bienestar personal.

Por tal motivo, se justifica la realización de esta investigación debido que


la ansiedad y el estrés pueden influir de manera significativa en el desarrollo
psicosocial del adolescente lo cual a su vez interfiera con su formación como
ser humano productivo para la sociedad.
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OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

OBJETIVO GENERAL

Determinar el nivel de estrés y ansiedad en los adolescentes de la U.E.


“Udón Perez”, en el Municipio Maracaibo, Estado Zulia.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

● Evaluar el nivel de estrés en los adolescentes de la U.E. “Udón

Pérez”, en el Municipio Maracaibo, Estado Zulia.

● Identificar el nivel de ansiedad en los adolescentes de la U.E.

“Udón Pérez”, en el Municipio Maracaibo, Estado Zulia


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MATERIALES Y MÉTODOS

Para lograr los objetivos establecidos en este informe, se llevó a cabo


una investigación bajo un enfoque cuantitativo, de tipo descriptivo y diseño
transversal, no experimental. La población de estudio estuvo conformada por
608 estudiantes matriculados en el Liceo Nacional Dr. Rafael Antonio Belloso
Chacín en el año escolar 2023-2024. Mientras que, la muestra fue
seleccionada por conveniencia y estuvo constituida por los estudiantes de 4to y
5to año, con una matrícula total de 64 estudiantes. Sin embargo, se aplicaron
criterios de exclusión a estudiantes de otros años académicos, primaria y
preescolar.

Para llevar a cabo la investigación, se empleó el cuestionario DASS 21,


el cual consta de dos partes. La primera parte se encargó de recopilar datos
sociodemográficos de cada estudiante, incluyendo género, edad y año de
curso. La segunda parte, estuvo compuesta por 21 ítems, la cual fue sometida
a una validación de contenido. A través de este cuestionario, se evaluaron los
niveles de ansiedad, depresión y estrés utilizando una escala de Likert que
asigna una puntuación de 0 a 3 puntos por cada ítem. En esta escala, 0
significa "No me ha ocurrido", 1 significa "Me ha ocurrido un poco, o durante
parte del tiempo", 2 significa "Me ha ocurrido bastante, o durante una buena
parte del tiempo" y 3 significa "Me ha ocurrido mucho, o la mayor parte del
tiempo". Para medir los niveles de depresión se tomaron los ítems 3, 5, 10, 13,
16, 17 y 21, por el contrario, para medir los niveles de ansiedad se utilizaron los
ítems 2, 4, 7, 9, 15, 19 y 20, y, por último, para la medición de los niveles de
estrés se utilizaron los ítems 1, 6, 8, 11, 12, 14 y 18.

Asimismo, se realizó la suma de las puntuaciones obtenidas en cada


patología según la escala de Likert, y el total de cada una se multiplicó por 2.
Este resultado final permitió clasificar a los estudiantes en términos de límites
normales o la presencia de algún nivel de severidad en estrés, ansiedad o
depresión, ya sea leve, moderado, severo o extremadamente severo.
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Clasificación de los niveles de Depresión, Ansiedad y Estrés. DASS 21

Depresión Ansiedad Estrés

Normal 0-9 0-7 0-14

Leve 10-13 8-9 15-18

Moderado 14-20 10-14 19-25

Severo 21-27 15-19 26-33

Extremadamente severo +28 +20 +34

Para el análisis de la información recolectada se utilizó en primer lugar el programa


Excel 2019, en el cual se programó una hoja donde se descargaron todas las respuestas
de los encuestados. La misma, permitió construir la base de datos de las respuestas de
cada pregunta y la clasificación según el baremo para las variables, conocimiento,
actitud y práctica. Para la elaboración de las tablas, cuadros y gráficos se utilizó el
programa Microsoft Excel 2019.
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RESULTADOS

Tabla 1.
Descripción demográfica de la muestra
colegio U.E. “Udón Pérez”

N %
Sexo
Masculino 26 40,63
Femenino 38 59,38
Total 64 100,00
Grupo etario
14-15 años 16 25,00
16-18 años 48 75,00
Año en curso
Cuarto año 30 46,88
Quinto año 34 53,13
Fuente: Diseño propio

En la tabla 1 se observan los datos sociodemográficos de 64


adolescentes pertenecientes a la unidad educativa, de los cuales el sexo
masculino representa el 40,63% (N=26), y el 59,38% restante corresponde al
sexo femenino (N=38). Con respecto a la edad, el promedio fue de 15,93 años,
siendo el grupo etario mayoritario el de 16-18 años con un 75% (N=48),
seguido del grupo de 14-15 años que representan el 25% restante (N=16).
Curso escolar de 4to a 5to año de educación media diversificada, donde el
46,88% (N=30) está en 4to año, y el 53,13% (N=34) restante cursa el 5to año.

Tabla 2.
Nivel de estrés

ESTRÉS
N %
SI 38 59.38
NO 26 40.63
Total 64 100
Fuente: DASS21
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Tabla 3.
Nivel de ansiedad

ANSIEDAD
N %
SI 55 85.94
NO 9 14.06
Total 64 100
Fuente: DASS21

Siguiendo este orden de ideas, en la tabla 2 se observa el nivel de


estrés encontrado en los adolescentes encuestados, donde el 59,38% (N=38)
siente algún grado de estrés, mientras que el remanente fue negativo,
correspondiendo a un 40,63% (N=26). Por otro lado, en la tabla 3 se indica el
nivel de ansiedad, donde el 85.94% (N=55) presenta sintomatología de
ansiedad. Por lo tanto, un 14.06% (N=9) no indicó ansiedad en el test.

Tabla 4.
Nivel de estrés según sexo

ESTRÉS SEGÚN SEXO


Extremadamente
SEXO Leve Moderado Severo Total
severo
n % n % n % n % n %
Masculino 2 40,00 2 33,33 3 50,00 2 9,52 9 23,68
Femenino 3 60,00 4 66,67 3 50,00 19 90,48 29 76,32
Total 5 100 6 100 6 100 21 100 38 100
Fuente: Diseño propio

Tabla 5.
Nivel de ansiedad según sexo

ANSIEDAD SEGÚN SEXO


Extremadamente
SEXO Leve Moderado Severo Total
severo
n % n % n % n % n %
Masculin
2 40,00 3 33,33 2 25,00 10 30,30 17 30,91
o
Femenin
3 60,00 6 66,67 6 75,00 23 69,70 38 69,09
o
Total 5 100 9 100 7 100 33 100 55 100
15

Fuente: Diseño propio

Por su parte, en la tabla 4 se exhibió la relación entre estrés y el sexo,


presentando el sexo femenino el mayor porcentaje de frecuencia con el 76,32%
(N=29), mientras que el sexo masculino indicó un 23,68% (N=9). Dentro de
estas cifras, 21 individuos mostraron estrés extremadamente severo, de los
cuales un 90,40% (N=19) correspondió al sexo femenino y el 9,52% (N=2)
restante al masculino. En un similar orden de ideas, en la tabla 5 se observó el
nivel de ansiedad según sexo, preteneciendo el 69.09% (N=38) al sexo
femenino, y el restante 30,91% (N=17) al sexo masculino.

Tabla 6.
Nivel de estrés según edad

ESTRÉS SEGÚN EDAD


Extremadament
SEXO Leve Moderado Severo Total
e severo
n % n % n % n % n %
14 a 15 0 0,00 0 0,00 2 28,57 9 37,50 11 28,95
100,0
16 a 18 3 100,00 4 5 71,43 15 62,50 27 71,05
0
Total 3 100 4 100 7 100 24 100 38 100
Fuente: Diseño propio

Tabla 7.
Nivel de ansiedad según edad

ANSIEDAD SEGÚN EDAD


Extremadament
EDAD Leve Moderado Severo Total
e severo
n % n % n % n % n %
14 a
0 0,00 1 7,69 0 0,00 11 33,33 12 21,82
15
16 a 100,0
5 100,00 12 92,31 4 22 66,67 43 78,18
18 0
Total 5 100 13 100 4 100 33 100 55 100
Fuente: Diseño propio

Seguidamente, en la tabla 6 se observa el estrés según edad, donde el


grupo de 14 a 15 años presentó una frecuencia de 28,95% (N=11), siendo el
grupo restante de 16 a 18 años el mayoritario con 6,25% (N=2).
Adicionalmente, en la tabla 10 se evidencia la ansiedad según edad, donde el
grupo de 15 a 15 años presentó un 21,82% de frecuencia (N=12), el restante
78,18% (N=43) corresponde al grupo de 16 a 18 años.

Tabla 8.
16

Nivel de estrés según grado

ESTRÉS SEGÚN GRADO

Extremadamente
GRADO Leve Moderado Severo Total
severo

n % n % n % n % n %

4TO 0 0,00 1 25,00 3 42,86 13 54,2 17 44,74

5TO 3 100,00 3 75,00 4 57,14 11 45,8 21 55,26

Total 3 100 4 100 7 100 24 100 38 100

Fuente: Diseño propio


Tabla 9.
Nivel de ansiedad según grado

ANSIEDAD SEGÚN GRADO


GRA Extremadame
Leve Moderado Severo Total
DO nte severo
n % n % n % n % N %
46.15
4TO 2 40.00% 6 0 0.00% 16 48.5% 24 43.64
%
53.85 100.00
5TO 3 60.00% 7 4 17 51.5% 31 56.36
% %
Total 5 100 13 100 4 100 33 100 55 100
Fuente: Diseño propio

Finalmente, en la tabla 8 se indica el estrés según grado en curso,


donde el 44,74% (N=17) pertenece al grupo de 4to año, el restante 55,26%
(N=21) es del grupo de 5to año. Asimismo, en la tabla 9 se evidencia la
ansiedad según el grado en curso, donde el 56,36% (N= 31) pertenece al grupo
de 5to año, el restante 43,64% (N=23) pertenece al grupo de 4to año.
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DISCUSIÓN

El estrés y la ansiedad son considerados trastornos mentales comunes


por ser hoy en día muy frecuentes en la población mundial. Según la OPS
(2017), aproximadamente 17 millones de niños sufren de algún trastorno
psiquiátrico en América Latina y el Caribe. La adolescencia al ser la etapa
transicional por excelencia entre la niñez y la adultez, es altamente susceptible
de alteraciones emocionales y labilidad que pueden constituir un trastorno
mental tales como la ansiedad y el estrés

Los resultados obtenidos en esta investigación han podido constatar


que el nivel de ansiedad y estrés en adolescentes escolarizados como en la
U.E.P Udón Pérez es estadísticamente considerable, ya que más de la mitad
de los alumnos estudiados presentó algún nivel de ansiedad y estrés según los
criterios de la encuesta DASS-21, siendo aún mas prevalente la ansiedad,
llegando a presentarse en un 85% de los adolescentes en algún grado.

Asimismo, este estudio respalda los hallazgos encontrados nacional e


internacionalmente en investigaciones de naturaleza afìn y que utilizaran el
DASS-21 como instrumento de recolección de datos. A nivel nacional, fortalece
los resultados de la investigación realizada por Guevara (2021) en
adolescentes cursantes del segundo año de bachillerato en el municipio San
Felipe, Yaracuy, en el cual la ansiedad fue el síndrome prevalente (95%),
llegando la presencia de ansiedad severa a un 76% en contraste con un 86% y
60% encontrados en este estudio, respectivamente. Las cifras más altas
podrían ser explicadas debido a le recolección de datos realizada durante la
tercera etapa de la pandemia por SARS-CoV-2, y también es menéster tener
en cuenta las diferencias en grupo etario y grado de instrucción de las
muestras.

En cuanto a los datos recolectados por sexo, se evidenció que las


adolescentes femeninas son más susceptibles de padecer ansiedad y estrés
con respecto al sexo masculino, siendo la sintomatología severa más
prevalentes que la leve y moderada en ambos sexos, por lo que son cifras
18

alarmantes que merecen mayor atención desde un punto de vista de salud


pública. Estos resultados se relacionan a los obtenidos por Zuñiga y Soto
(2021) quienes en su trabajo enfocado en adultos universitarios peruanos
encontraron mayores niveles de ansiedad y depresión en mujeres.

Al mismo tiempo, se evidenció que la ansiedad y estrés son patologías


que generalmente no existen de forma independiente o aislada, ya que casi
siempre presenta comorbilidad, ya sea con depresión u otros trastornos de
salud mental. En esta investigación particular, se halló que la gran mayoría de
los adolescentes que presentaron ansiedad, también tenían algún nivel de
estres, mientras que aquellos que presentaron estrés tenían menor
concomitancia de ansiedad. En contraste, no se encontró una variabilidad
significativa entre los niveles de ansiedad y estrés de alumnos de 4to y 5to
años de educación media diversificada del plantel

Teniendo en cuenta el hallazgo anterior, es importante acotar que la


prueba DASS-21 es de origen australiano, por lo que una potencial limitante es
que no refleje fielmente las características de poblaciones venezolanas y
latinoamericanas. Sin embargo, los resultados obtenidos por Contreras-
Mendoza et al. (2021) con adolescentes peruanos concluyeron que la prueba
es equivalente según edad y sexo, encontrando evidencias estadísticas de
validez y fiabilidad para dicha población, teniendo como limitante que todos los
participantes pertenecieran a un mismo distrito y nivel socioeconómico, por lo
que requiere de futuras investigaciones que solidifiquen su validez en
poblaciones adolescentes latinoamericanas.

Por otro lado, es importante tener en cuenta la reducida muestra


utilizada para la esta investigación, asì como la exclusión de otros grados
académicos que podrían informar de la variación entre los diferentes estadíos
del desarrollo del adolescente con respecto a ansiedad y estrés.
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CONCLUSIONES

● Se determinó que los niveles de ansiedad y estrés en la población


adolescente escolarizada de la U.E.P. Udón Pérez fueron de 85.94% y
59.38%, respectivamente. En ambas variables fue más frecuente el sexo
femenino.
● Hubo poca variabilidad entre los niveles de ansiedad y estrés de 4to y
5to Año, y entre categorías etarias. Sin embargo, esta observación no es
concluyente debido al volumen reducido de la muestra.
● Se observó con frecuencia de ansiedad concomitante con estrés,
mientras que el estrés fue encontrado de forma independiente, además
de hallarse en niveles más bajos que la ansiedad, por lo que se deduce
que el estrés no tiene mayor importancia que la ansiedad como factor de
riesgo para el desarrollo de trastornos mentales comórbidos.
● Entre los adolescentes identificados con ansiedad y estrés, más de la
mitad fueron catalogados en nivel extremadamente severo, una cifra
preocupante que amerita la toma de decisiones oportunas como
problemática de salud pública.
● Se requieren de investigaciones subsecuentes que amplíen y
diversifiquen la composición de la muestra para obtener resultados más
integrales y disminuir probables sesgos de medida al no estar reducido a
pequeños y selectos grupos dentro de la población.
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RECOMENDACIONES

● Corroborar la fiabilidad, equidad y validez del DASS-21 como


instrumento para valorar ansiedad, depresión y estrés en la población
adolescente venezolana.
● Realizar estudios con mayor volumen de muestra que solidifiquen el
comportamiento y tendencias en adolescentes con respecto a ansiedad
y estrés.
● Tomar en cuenta otros factores psicosociales para la evaluación de
adolescentes con la prueba DASS-21, tales como estatus laboral, nivel
social, rendimiento académico, etc.
● Extender los grados académicos a utilizar como muestra para tener una
visión más amplia de la variabilidad de niveles de ansiedad y estrés
entre grados académicos y las diferentes etapas del desarrollo del
adolescente
● Llevar a cabo investigaciones de carácter longitudinal que empleen la
encuesta DASS-21 para diagnosticar ansiedad y estrés en adolescentes.
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ANEXOS

Gráfica 1. Encuesta DASS-1


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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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