Crata Repoa
Crata Repoa
Crata Repoa
El Crata Repoa tiene un especial interés desde el punto de vista masónico como representación
particular y dráctica de un contrapeso a las ensoñaciones de la Masonería Hermética, de la Escuela
de Aviñon de Pernety y del baron de Tschudy, para los que Egipto era un santuario de verdadero
conocimiento secreto.
Tambien ha resultado de interés en su época, para que muchos masones y arqueólogos alemanes
mirasen a Egipto, mas que a India y mucho más que a Grecia, en los días en que los Misterios
florecieron, y fuese considerado como el país de la iniciación. Actualmente hay testimonios en el
mismo sentido.
La explicación es para:
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Heroi “embalsamadores” su término griego ordinario, pero en este caso es taricenthj griega o
Pollinclor en latino.
Odos “umbral” o “aspirante a la vía”, “al viaje” o “ayuda en el camino”
Encontramos en el camino de los iniciados Pixon, palabra que no existe en griego
En lugar de Zacoris “tesorero” aparece Zaconis, palabra latina tardía equivalente a “diácono”.
Paneah es, según el ritual. “un hombre relacionado con los Misterios”, siendo la palabra griega más
cercana páneia que significa Panici terrores, curiosa analogía porque el término Paneah parece
significar “quien ha sobrevivido a los terrores de ver al dios Pan”. Con otra acentuación, significaría
“Lupercalia” que eran los sacrificios y obras de teatro en honor del dios Pan durante sus festivales.
OFICIOS Y OFICIALES
1º - Demiurgos, Gran Inspector de la Sociedad, vestía una toga en azul cielo, salpicada de estrellas
bordadas, y un ceinture amarillo (Montfaucon, Liv. 2, p. 102, fig. 1) Ungerus, De Singulis). Llevaba
en su cuello un zafiro rodeado de brillantes y suspendido de una cadena de oro.
Era también Supremo Juez de todo el país.
2º - Hierofante, vestido de manera similar, excepto que llevaba en su pecho una cruz.
3º - Stolista, estaba a cargo de la purificación por agua del Aspirante, vestía una toga de rayas
blancas y un calzado de forma peculiar. Estaba a cargo de la custodia del vestíbulo.
4º - Hierostolista (Secretario), tenía una pluma en su peinado, y tenía en su mano un vaso de forma
cilíndrica, llamado Canonicon, para la tinta.
5º - Thesmophores, encargado de la introducción de los Aspirantes.
6º - Zacoris cumplía las funciones del Tesorero.
7º – Komastis, tenía a cargo los Banquetes y controlaba a los Pastophores.
8º – Odos, era Orador y cantor.
Grados en el Rito
Cuando el aspirante deseaba entrar a esta Antigua Sociedad, tenía que ser recomendado por uno de
sus Iniciados. La proposición era hecha generalmente por el Rey mismo, quien escribía una
autorización a los Sacerdotes el gobierno del antiguo Egipto era teocrático. Aunque el faraón
parecía ser la cabeza del Estado, los sacerdotes eran los verdaderos gobernadores del imperio. El
rey era puesto en su trono por los sacerdotes, mantenido allí por la influencia sacerdotal, y
permanecía toda su vida bajo la tutela y protección del sacerdocio. Los templos eran los santuarios
de las Letras y las Ciencias, y el saber en todas sus ramas era cultivado exclusivamente por el
sacerdocio. En el Antiguo Egipto el conocimiento fue considerado como un alto privilegio, y la
educación estaba bajo la dirección de un pequeño número de individuos escogidos que estaban
organizados en las Escuelas de Misterios o en las instituciones sagradas del Estado. Los miembros
de estos grupos estaban unidos por vínculos, votos y juramentos de secreto.
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Lo obligaban a pasar varios meses encerrado en una cripta el Yoga Hindú obra de igual manera
para darle la oportunidad de adoptar costumbres de hibernación, y contribuir al resultado, donde
abandonado a sus reflexiones, se le permitia escribir sus pensamientos, de todo lo cual era
examinado estrictamente para determinar los límites de su inteligencia.
Llegado el momento de sacarlo de la cripta, lo conducían a una galería rodeada con las columnas de
Hermes que tenían grabadas las máximas que debía aprender de corazón (Jámblico y Pausanias,
afirman que estas columnas se encontraban en subterráneos cerca de Tebas). Si lo lograba, un
Iniciado llamado Thesmophores (Introductor) lo abordaba teniendo en su mano un gran azote para
mantener alejado de la puerta de entrada “Puerta del Profano” a los curiosos, e introducía al
Aspirante a la gruta, donde le vendaba sus ojos y le ponía ataduras elásticas a sus manos.
El Aprendiz era encargado de custodiar la entrada que conduce a la Puerta de los Hombres
El aspirante, habiendo sido preparado en la cripta aquella que es llamada en la Francmasonería del siglo
XVIII gabinete de reflexión, era conducido de la mano por los Thesmophores (Dispensador de las leyes
que rigen los Misterios) y presentado en la puerta de los Hombres (Apuleyo, Metamorfosis).
(Cicerón, De Legibus).
Ante esta Puerta, otro Thesmophores tocaban el hombro del Pastophoris (uno de los últimos
aprendices) que custodiaba el exterior, y lo invitaban a anunciar al Aspirante, lo que hacía
golpeando en la puerta de entrada (así representado en una de las Pirámides).
La puerta se entreabría y surgían las preguntas de la prueba, Habiendo dado respuesta satisfactoria
a las preguntas que se le formulaban, el Neófito era admitido, y se abria la Puerta de los Hombres,
tras las que se le deja vagar “en la oscuridad del Birantha” haciéndolo girar en medio de granizo,
lluvias, tempestades y truenos artificiales con el fulgor repentino de un relámpago, entre otras,
intentando atemorizarlo (Eusebio. Clemente de Alejandría).
Si mantenía su equilibrio y no se desanimaba, un Thesmophores o Menes le recitaba las
Constituciones de la Sociedad y se le requería su aprobación de que no ha sido engañado en
ninguna etapa del proceso, y su promesa de ajustarse a ellas. Tras ello, era conducido con la cabeza
descubierta frente al Hierofante, ante el que se arrollidaba, quien lo interrogaba nuevamente sobre
varios temas, y el Neófito había de responder categóricamente (Plutarco, en Lacon Apoph.
Lisandro).
Ellos le tomaban juramento de fidelidad y discreción al tiempo que dirigían la punta de una espada
a su garganta, invocando al sol, la luna y las estrellas para testimoniar su sinceridad (Alexander ab
Alexandro). Entonces se le retiraba la venda de sus ojos y situado entre dos columnas cuadradas
llamadas Betilies (Eusebio) entre las que se situaba una escalera de siete escalones, y otra figura
alegórica de ocho puertas de diferentes dimensiones (Orígenes).
El Hierofante no explicaba en este momento el sentido misterioso de los emblemas, sino que le
decía que esas puertas están prohibidas a los profanos, pero que se les abriría como a un niño en la
busqueda de la labor celestial y divina, al tiempo que le advertía de la necesidad de cuidarse de los
perjurios y las pasiones, aconsejándole fijar su mente en Dios, Fuente y Perservador de todo.
Esto le manifestaba:
“A ti que vienes a adquirir el derecho de escuchar, te digo: las puertas de este Templo están
firmemente cerradas para los profanos, ellos no pueden entrar aquí, pero tú, Menes, Museo,
Hijo de Celestiales trabajos e investigación, escucha mis palabras, pues he de revelarte
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grandes verdades. Guárdate de los prejuicios y pasiones que pueden apartarte del verdadero
camino de la felicidad, fija tus pensamientos sobre el Ser divino y consérvalo por siempre
ante tus ojos, a los fines de un mejor gobierno de tu corazón y tus sentidos. Si tu deseas de
corazón hollar el verdadero sendero a la felicidad, recuerda que estás siempre en presencia
del Todopoderoso ser que gobierna el universo. Este único ser ha producido todas las cosas,
a través de El existen Uno de los profundos secretos de las doctrinas metafísicas de la
antigüedad fue la creencia en un Dios perfecto, uno, único y eterno. Los sabios iniciados
reconocieron la unidad del divino principio y dejaron al pueblo ignorante y desinformado las
teologías politeístas. Los Griegos, como los Egipcios, reconocían un Dios, cuyos misterios
celebraban con apropiados rituales y ritos. Los menos informados entre los Griegos,
continuaban venerando un elaborado panteón de divinidades. El culto del Dios Uno era
celebrado por los grandes filósofos Griegos en el templo de Eleusis bajo pretexto de venerar
a Ceres. El las preserva; ningún mortal puede contemplarlo, y nada puede ser ocultado a Su
mirada” (Eusebio. Clemente de Alejandría).
Tras esta alocución le hacían ascender la escala y le decían que era un símbolo de la Metempsicosis.
A cada paso, le enseñaban que los nombres y atributos de los Dioses tenían una significación más
elevada que la conocida por la gente.
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Cuanto mayor fuera el coraje mostrado en la prueba, tanto más era confortado tras la recepción.
Entonces lo guiaban hacia dos altas columnas que indicaban el Este (oriente) y Oeste (Occidente),
entre las que se hallaba un grifo (como emblema del sol), que empujaba una rueda (cuyos cuatro
rayos indicaban las cuatro estaciones) lo vemos así representado en el Gran Gabinete Romano.
Lo instruían en el arte de interpretar el higrómetro (que media las inundaciones del Nilo), lo
instruían en geometría y arquitectura, y en los cálculos, las mediciones y grandes secretos,
revelados a aquellos cuyo conocimiento estaba muy por encima del común de las personas.
Su insignia era un Caduceo, bastón con una serpiente entrelazada, una de las interpretaciones el del
Caduceo de Mercurio es la del movimiento del sol alrededor de la eclíptica (representado por las
serpientes).
La palabra del grado era Eve (Eva), que significaba “vida” y “serpiente” , y le relataban la caída de
la raza humana Moisés, autor del Génesis , fue iniciado en los Misterios Egipcios, había hurgado
profundamente en los secretos del templo y obtenido la posesión del conocimiento secreto, y
alcanzó la maestría en los principios de la legislación religiosa con la que pudo convirtirse en líder
de su pueblo.
El Rey, que siempre asistía a esta ceremonia, lo recibía cortésmente, presentándole una corona de
oro para su aceptación, preguntándole si se consideraba con el coraje suficiente para afrontar las
pruebas por las que debía pasar. El aspirante, sabiendo que debía rechazar la corona, la arrojaba y la
pisoteaba en los Misterios de Mitra respondía, “Mitra es mi Corona” (Tertuliano). Entonces el Rey
exclamaba, “Ultraje! Clamando ¡Venganza! lo hería levemente en la cabeza con el hacha sacrificial
(El emperador Cómodo cumplió este cometido tan enérgicamente que se volvió trágico).
Los dos Tapixeytes derribaban al aspirante, y lo envolvían con vendas de momia; en medio de los
gemidos de los asistentes, y se lo llevaban a través de una puerta sobre la que estaba escrito
“Santuario de los Espíritus”, lugar donde l víctima de la muerte símbólica se encontraba rodeado de
llamas mientras resonaban truenos y relámpagos (Apuleyo, Metamorfosis).
Charon (Caronte) tomaba posesión de él como espíritu, descendiendo entre los jueces de las
sombras, donde Plutón estaba sentado en su trono, teniendo a Radamanthus y a Minos a su lado, y a
Alecton, Nicteus, Alaster, y Orfeo (Diodoro de Sicilia, Orfeo).
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Este temible tribunal le dirigía severas críticas en relación al curso de su vida, y finalmente lo
condenaba a vagar por las galerías subterráneas (regiones del inframundo).
Entonces le retiraban las vendas y los atavíos mortuorios, y recibía las instrucciones:
1 Nunca derramar sangre.
2 asistir a los miembros de la sociedad cuya vida estuviera en peligro.
3 Nunca dejar un cuerpo insepulto.
4 Buscar la resurrección de los muertos y el futuro error, atribuido a Platón, que habría
comprendido mal su instrucción Egipcia.
Al término del grado anterior, que era generalmente de dieciocho meses, el Tesmophores iba a ver
al Melanephoris, y lo preparaba para acceder al cuarto grado, lo saludaba y tras proporcionarle una
espada y un saludo, lo invitaba a seguirlo. Recorrían las sombrías galerías o “inframundo” en donde
eran asaltados abruptamente por hombres con máscaras de figuras horrendas, con llamas en sus
manos y serpientes alrededor, gritando – Panis! Ante ello, los Tesmophores lo incitaban a confrontar
todos los peligros y a sobreponerse a todos los obstáculos y aunque el se defendía con coraje,
acababa sucumbiendo al número y era sometido, entonces le vendaban los ojos y le pasaban una
cuerda alrededor de su cuello mediante la cual le arrastraban por el suelo hasta la sala de la
recepción, en donde las sombras huían precipitadamente profiriendo grandes gritos. Se le levantaba,
quitaba la venda de los ojos que quedaban deslumbrados por la brillante iluminación, ofreciendo la
sala un conjunto de magníficas imágenes. Su priemra visión era del Rey, sentado al lado del
Demiurgos, o Gran Inspector de la Sociedad. Por debajo de estos altos estaban sentados el Stolista
(Purificador por el Agua); el Hierostolista (Secretario), llevando una pluma en su peinado; el
Zacoris (Tesorero); y el Komastis (Maesto o Supervisor de Banquetes), portando todos la Alydee
(Aletheia) “Verdad” una decoración egipcia por su coraje y resolución
El Odos (orador o cantor) al recitar cosas sagradas se expresaban como en un canto, pues la poesía
es el lenguaje de los Dioses, y debe conferirse un cierto ritmo a la recitación de himnos y poemas
sagrados pronunciaba un discurso en el que elogiaba al nuevo Chistophoris, y le aconsejaba más
perseverancia dado que solo había completado la mitad de sus labores.
Se le presentaba una copa llena de una bebida muy amarga, que llamaban cice (la Kukeono Xuxeon
de los Antiguos Misterios) para que bebiese hasta los posos.
Se le entrega el escudo o hebilla de Isis o Minerva, los zapatos (borceguíes) de Anubis (Mercurio),
y el manto con capucha de Orci (Orcus), y entregándole una cimitarra que le ordenaban cortarle la
cabeza al ser que se hallaba al fondo de la profunda caverna, a cuya entrada se le conducía. Cuando
él entraba a la cueva todos gritaban – “Niobe, he aquí la caverna del enemigo!” Dentro, percibía la
figura hermosa, de piel muy fina, y en aparicencia viva probablemente conocían la epidermis que
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cubre el interior de la papada del buey con diversos usos en cirugía, aproximándose a ella y
tomándola de los cabellos, le cortaba la cabeza y se la presentaba seguidamente al Rey y al
Demiurgos.
Aplaudida por todos esta acción, se le informaba que la cabeza era de Gorgo (Gorgo, Gorgol,
Gorgona, nombres Egipcios de la Medusa), esposa de Typhon, y asesina de Osiris, inculcándole a
ser siempre el vengador del mal. Entonces se le revestía de nuevas prendas y su nombre era
registrado entre los Jueces de la tierra, entre los jueces de Egipto, teniendo, desde este momento ,
libre comunicación con el Rey, y derechi a recibir alimento diario del Tribunal en la Corte (Diodoro
de Sicilia).
Junto al código de la Ley, le daban una insignia que solo podía usar en la recepción de un
Chistophoris, o en la Ciudad de Sais; esta representaba a Isis, o Minerva, bajo la alegoría de un
búho cuya significación era “el hombre nace ciego como el búho, y recibe la luz -se convierte en
hombre- a través de la experiencia y la luz de la filosofía”, y le comunicaban la contraseña del
grado, que era el nombre del gran legislador Joa (Diodoro de Sicilia) Jehová expresa Joa. Palabra
sagrada del grado 88 de Misraim. escrita erróneamente como Zao en los libros de Ritos, y en el
Tuileur - Retejador de Todos los Ritos], no obstante la J o Dja de los Hindúes era expresada por Z
en algunos países.
El casco expresaba el más alto grado de sabiduría; la cabeza decapitada, la represión de las
pasiones; la hebilla, una defensa legítima contra la calumnia; la columna, firmeza; la vasija de agua
una sed de ciencia; el carcaj, adornado con flechas, el poder de la elocuencia; la pica, persuasión
llevada a sus límites, es decir, que por su reputación uno puede causar gran impresión a la distancia;
las ramas de palma y olivo, los símbolos de paz (Grand Cabinet Romain).
Este nombre era también el nombre de la Orden. Los miembros en ocasiones hacían reuniones,
donde los Chistophoris solamente podían ser admitidos.
Los Capítulos eran llamados Pixon (Fuente de Justicia); y la palabra en uso en esas tenidas era
Sasychis (un antiguo sacerdote de Egipto).
Un personaje llamado Orus acompañaba a varios Balahate que portaban antorchas llegaban a la
boca de la caverna donde había recibido el tercer grado, parecíendo estar buscando algo. Orus
desenfundó al llegar a la entrada de la caverna de la cual salían llamas; en la parte inferior de ella
estaba el asesino Typhon (Tifón) con ánimo decaído. Al acercarse Orus, Typhon se levantó,
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tomando una apariencia terrífica, con un centenar de cabezas sobre sus hombros, todo su cuerpo
cubierto de escamas, y sus brazos de enorme longitud. Orus avanzó hacia el monstruo, derribándolo
y aplastándolo, y le corta la cabeza, tira su cuerpo a la caverna que seguía vomitando llamas, y en
silenciola exhibe la cabeza a los presentes.
Esta ceremonia termina con la instrucción que explica esta alegórica escena: Typhon simbolizaba el
fuego, uno de los más terribles agentes, pero sin el cual nada puede ser hecho en el mundo. Orus
representaba la laboriosidad que (por medio de la cual el hombre) domina la violencia del fuego
(dirigiendo su poder y apropiándose de su fuerza).
Tras la recepción, conducían al Iniciado hacia la Puerta de los Dioses, y le presentaban su Pantheón,
contemplando a todos los Dioses representados a través de pinturas, recibiendo una explicación
detallada de sus historias.
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SÉPTIMO GRADO ADEPTO PROFETA O SAPHENATH PANCAH “conoce los Misterios”
En este último grado le daban la más completa y detallada explicación de todos los Misterios.
Para que el Astrónomo pudiera obtener este grado de aptitud en todas las funciones, públicas y
políticas, era imprescindible el asentimiento del Rey y del Demiurgo, y el consentimiento general
de los miembros internos de la Sociedad.
Se ofrecía al nuevo Profeta una bebida llamada Oimellas, (oinomeli, compuesto de vino y miel),
significando que habíendo llegado al final de sus formación podia disfrutar de la dulzura del
conocimiento alegóricamente la copa representa el conocimiento o sabiduría de la que los hombres
beben como de una fuente de agua viva. y que.
Se le investia con una cruz, símbolo de los cuatro puntos cardinales o ángulos del mundo. y solo
conocida a los Iniciados, que debía llevar continuamente. (Rufino), así como con una amplia toga o
Etangi, con rayas blancas
La palabra de orden era Adon significa Señor, raíz de Adonis, singular de Adonai. Recibía el título
de Pannglach “circuncisión de la lengua” indicando con ello que, habiendo adquirido todas lass
ciencias, su lengua se desataría, estando cualificado para hablar de todo.
Finalmente le rasuraban la cabeza de forma cuadrada. (Pierius).
El signo principal era llevar las manos cruzadas en las nachas mangas de la toga (Porfirio).
El Profeta tenía permiso para leer todos los libros misteriosos que estaban en la lengua Ammónica,
cuya clave Poutre Royale, le entregaban (Plutarco. Diodoro de Sicilia).
Su mayor prerrogativa era contribuir con su voto en la elección del Rey. (Synesus,).
El nuevo Profeta, tras un tiempo, podía acceder a los cargos de la Sociedad, y al de Demiurgos.
Ellos ponían a su disposición una lista de todos los Grandes Inspectores, en el orden cronológico en
el que habían vivido, y una lista de todos los miembros de la sociedad esparcidos sobre la tierra
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