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José M. Pacheco
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
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All content following this page was uploaded by José M. Pacheco on 19 November 2019.
Resumen / Abstract
La presente contribución explora las relaciones entre Matemáticas, matemáticos y regímenes
dictatoriales en la península ibérica, sobre todo en los oscuros años 1940, teniendo en cuenta los
aspectos simbólicos que las caracterizaron. A pesar de la importancia de la disciplina matemática,
se muestra que, aunque ambos regímenes olvidaron por lo general tanto a las Matemáticas
como a sus practicantes, la evolución de los correspondientes colectivos bajo las correspondientes
dictaduras fué muy diferente en ambos países.
The aim of the present contribution is an exploration of how the totalitarian regimes in Por-
tugal and Spain considered Mathematics and mathematicians –mainly during the dark 1940s–,
stressing symbolic aspects characterising them. It will be shown that from the official viewpoint,
both regimes practically ignored Mathematics and its practitioners, but nevertheless the rela-
tionship of these collectives with the current authorities evolved quite differently in both Iberian
countries.
1 Introducción
1.1 En primera persona
Para quienes éramos niños en los primeros años 1950, los días en la escuela pública comenzaban con
una sesión de cánticos patrióticos y a veces con una pequeña tabla de ejercicios gimnásticos. Los
cantos incluían el himno nacional, en aquel tiempo dotado de letra –escrita por José Mª Pemán–,
el Cara al Sol y alguno más, entre los que recuerdo uno dedicado a la reivindicación española sobre
Gibraltar, con una estrofa que decía: Gibraltar, Gibraltar, tierra amada de todo español... Ese ritual
cotidiano era parte, y no pequeña, de un proceso de educación que además incluía por las tardes el
rezo colectivo del rosario, antes de dar por terminado el día. Por supuesto, los textos de los cantos,
así como las letanías del rosario, se aprendían de memoria sin explicación alguna ¿dónde quedaría
eso de Gibraltar? ¿por qué era tan amada esa tierra? ¿qué significaría Kyrie eleison?
∗
Contribución al Simposio Internacional: Ciencia y cultura como recursos simbólicos del nacionalismo en la España
del siglo XX. Barcelona, Diciembre de 2017. Trabajo parcialmente subvencionado por el Proyecto HAR2016-75559.
Con el paso al Bachillerato, a los 10 años de edad, y durante seis cursos, desaparecieron
los cánticos, no tanto los rosarios, complementados con una misa semanal. Sin embargo se nos
suministraban, ahora en forma de asignaturas, una llamada Formación de Espíritu Nacional (o
simplemente “política”) y otra, Educación Física (“gimnasia”). Ambas solían estar en manos de
personas ligadas al Movimiento Nacional, en el mejor de los casos procedentes de la Escuela de
Mandos “José Antonio”. El proceso educativo / formativo se completaba con seis años de Religión,
asunto no siempre fácil que incluía dominar el Catecismo de la Doctrina Cristiana. En nuestra
zona era la versión del Padre Astete, en otras, la del Padre Ripalda, pero no se nos dijo nunca
que aquellos textos, salvo tal vez alguna corrección ortográfica mínima, ya estaban en uso en el
Siglo XVIII. También se nos hacía participar anualmente en una semana de ejercicios espirituales,
durante los cuales, por supuesto, se nos liberaba de las clases. Muchos años más tarde, en 2002, el
profesor Francisco Bobillo publicó un magnífico libro donde, con el pretexto de estudiar los himnos
autonómicos españoles, analizaba el poder hipnótico de músicas y letras, y su papel como formas
simbólicas de afianzamiento identitario.1 En el estupendo prólogo que lo acompaña, debido a Luis
González Seara, tuvo el autor de estas líneas por primera vez noticia del mundo mítico y simbólico
según Ernst Cassirer, acabando por entender el objetivo de tantísima repetición durante los años
infantiles. 2
Todavía, y hasta finales de los años 60, los planes de las carreras universitarias contenían como
materias objeto de examen durante tres años la Formación de Espíritu Nacional, la Educación Física,
y por descontado, la Religión. Es cierto que se solían considerar sin importancia, tanto por alumnos
como por quienes las tenían a su cargo, pero más de un estudiante se encontró con la desagradable
sorpresa de no tener la carrera terminada a tiempo por haberse “olvidado” de la Religión de 3º o
la Educación Física de 2º. Analizar en detalle los contenidos y métodos de tales asignaturas queda
fuera del alcance de esta presentación, y ya ha sido estudiado, a veces con visos humorísticos, por
más de un autor. Y de humorístico todo ello tenía poco, desde luego. Pero como suele ocurrir, aquel
esquema educativo del régimen franquista para los futuros súbditos del país ya se había colapsado
a mediados de los 1960, preludiando el final o al menos una transformación del régimen. Tal vez
el ejemplo más espectacular consista en que aunque existía desde 1943 la Facultad de Políticas en
Madrid, pensada en sus inicios como vivero de cuadros del régimen, su evolución posterior fue tan
impensada como inevitable. No entraremos aquí en historias recientes que son de sobra conocidas.
Grupo 1º
Grupo 2º
Grupo 3º
En el primer grupo se halla el caso británico, pionero entre las sociedades matemáticas, que
responde a las peculiaridades de la vida académica inglesa tan aficionada a las agrupaciones de
todo tipo, que acaban transformándose en círculos de influencia ciudadana y política; lo mismo
puede decirse de los norteamericanos. Las sociedades francesa y alemana se fundaron, tal vez como
símbolos de paz, en los años de recuperación tras la guerra franco-prusiana de 1870-71. Todas ellas
se mantienen y gozan de buena salud.
El grupo segundo, las sociedades fundadas en el entorno de la 1ª guerra mundial, contiene a los
españoles con sus intentos regeneracionistas, y ha sobrevivido hasta nuestros días bajo los diferentes
regímenes, con cambios de nombre y algunos años de escasa relevancia durante la etapa final del
franquismo. Hoy día existe, renovada, bajo el nombre de Real Sociedad Matemática Española. En
Italia, la Unione se creó en 1922, coincidiendo con el acceso al poder de Mussolini en 1922-23: Su
carácter simbólico resulta evidente.
Ya en el tercer grupo, al otro lado de la frontera peninsular, la Sociedade Portuguesa de
Matemática se creó con una clara vocación anti-Salazar, su propósito entre político y simbólico era
promover y modernizar las Matemáticas en Portugal, consideradas anticuadas por sus promotores,
lo cual era cierto en comparación incluso con España. El régimen de Salazar clausuró la Sociedade
tras la ola de represión de los años 1946-1948, y tardaría décadas en volver a ser autorizada. La
Unión argentina y la sociedad mexicana son deudoras del modelo español, y merecerían un estudio
más detallado, sobre todo del papel representado en sus orígenes por emigrantes y exiliados no sólo
españoles, sino europeos huídos de las varias dictaduras.
Todas las sociedades promovieron de inmediato sus correspondientes revistas y / o boletines.
En los años previos a internet, mucho antes de que los grandes holdings del negocio editorial se
hicieran con el control de la mayoría de ellas, el intercambio de revistas entre sociedades y bibliotecas
universitarias –admitidas como socios institucionales– proveía información acerca del estado de cosas
en otros países y de los progresos en los temas más avanzados. Así, los afiliados podían mantenerse
al día con un coste no demasiado elevado. También es típico que las sociedades editen dos o más
revistas, una de ellas de carácter científico y otra de tipo elemental y didáctico. Por supuesto, así
ocurrió en España y Portugal.
La Sociedad Española inició de inmediato en 1911 la publicación de su órgano, la Revista
de la Sociedad Matemática Española, refundada en 1918 como Revista Matemática Hispano Ameri-
cana con la idea de extenderse hacia Hispanoamérica –pero con escaso éxito inicial al otro lado del
Atlántico– que se publicó con ese nombre hasta el año 1988, incluso durante la guerra civil en la
zona republicana. A finales de los 1980 una profunda remodelación cambió los formatos y títulos las
revistas. La compañera de la Revista Matemática Hispano Americana para cuestiones elementales
fue Matemática Elemental, que ofrecía lecciones elaboradas, propuestas y soluciones de problemas.
También sobrevivió a la guerra civil, cambiando su nombre en 1949 a Gaceta Matemática, aunque
desapareció en 1988. Desde entonces las revistas son Revista Matemática Iberoamericana y una reno-
vada Gaceta Matemática, mientras que la vida social se halla representada por un boletín electrónico
semanal.
En Portugal, la revista, Portugaliae Mathematica, se fundó en 1937 –unos años antes que la
propia Sociedade– durante una de las épocas más duras del régimen salazarista. La creación de la
Sociedade en 1940 vino anticipada por la publicación de la revista elemental, Gazeta de Matemática,
en 1939. El carnet de socio nº1 de la Sociedade le correspondió a Maria do Pilar Ribeiro, persona muy
activa tanto política como matemáticamente, que perteneció al grupo fundacional de Gazeta. En
1942 viajó a Zürich acompañando a su marido Hugo Ribeiro, trasladándose ambos después a Estados
Unidos desde Suiza, y sólo regresaron a Portugal tras la revolución del 1974. Ambas revistas siguen
existiendo en la actualidad, aunque Portugaliae, al igual que su homóloga española la Iberoamericana,
se publique ahora bajo los auspicios de la entidad supranacional European Mathematical Society.
Fig. 3. Francisco Gomes Teixeira y Zoel García de Galdeano, matemáticos portugués y español, respectivamente.
Son los representantes más conocidos de la generación anterior a la 1ª Guerra Mundial
La aparición de sociedades ilustradas, como las vistas más arriba, y de otras entidades cívicas
como las de Amigos del País (aún existentes en su mayoría en las provincias españolas), así como
la importancia que iban adquiriendo los Ministerios de Educación, propiciaron en muchos países
la aparición de otras organizaciones de carácter más general para la financiación de actividades
científicas. En principio se trató de una mezcla de iniciativas privadas y públicas, condenadas a
funcionar en un delicado equilibrio con los diferentes escenarios políticos. Desde luego, el dinero
como tal es sólo un símbolo, pero la financiación –basada en la posibilidad de manejarlo– es todo
menos simbólica.
Fig. 4. Calles dedicadas a dos matemáticos españoles, becarios de la JAE: Carmen Martínez Sancho, en Sevilla;
Guillermo Sáez Muñoz, en Salamanca. Sería difícil encontrar a alguien que los recordase hoy día.
Hay un caso especial, el de Carmen Martínez Sancho: fué la primera mujer de España en
obtener un doctorado en Matemáticas, y también una cátedra de enseñanza media de Matemáticas,
ambos en 1928. Pero el mal trato personal por parte de sus colegas de la enseñanza media determinó
que fuera pensionada para Alemania en 1931 durante año y medio. La otra mujer pensionada por
la JAE en 1931 para Matemáticas fue María Capdevila d’Oriola, quien estudió en París con Gaston
Julia, pero no terminó nunca su doctorado. Después de la guerra civil y las “depuraciones” Carmen
Martínez se estableció como catedrática de instituto en Sevilla, donde existe una calle con su nombre;
María Capdevila se jubiló en un Instituto de Barcelona.
Por parte de Portugal, la JEN prefirió un modelo de estancias largas y renovables consecu-
tivamente, y con carácter formativo. El caso de António Aniceto Monteiro lo ilustra bien: Pasó
unos cinco años en París entre 1931 y 1936, donde finalmente elaboró su tesis doctoral con Maurice
Fréchet.8 También coincidió en París con Manuel Zaluar Nunes, becado para el periodo 1933-1938.
El sistema de la JEN estaba más pensado para la importación y transferencia de conocimientos a
Portugal que el de la JAE en el caso español, al menos en Matemáticas. La divergencia posterior
entre ambos países durante los años 1940, a pesar de hallarse ambos bajo sus dictaduras respectivas,
lo muestra claramente. Por poner otros ejemplos portugueses, José Sebastião e Silva, fue becado en
Roma entre 1942 y 1946 tras haberlo sido en Portugal durante dos años, y Hugo Ribeiro en Zürich
esos mismos años. Y ninguno de los dos era demasiado afín al régimen. Sin embargo, a Hugo Ribeiro
le fue retirada la beca y él y su esposa, Pilar Ribeiro –ya citada más arriba– hubieron de subsistir
del trabajo de ésta en el circuito de las clases particulares hasta la finalización de los estudios de
Hugo Ribeiro en Suiza.
Salvo el caso de Pilar Ribeiro no se dispone de noticias acerca de la presencia de mujeres en
las Matemáticas portuguesas de los años analizados, lo que no quiere decir que no las hubiera, espe-
cialmente en colegios e institutos. Sí es conocido que la primera mujer en licenciarse en Matemáticas
fue Domitila Carvalho, primera mujer en ser admitida por la universidad de Coimbra. Allí estudió
Matemáticas hasta 1894, Filosofía hasta 1985, y finalmente Medicina. Obtuvo un doctorado en esta
última materia en 1904.
1936: El Seminário da Análise Geral (Análisis Funcional) para trasladar al país las últimas
novedades en investigación.
1937: Creación de la revista Portugaliae Mathematica. Su primer volumen consistió en la tesis
de Monteiro, como una especie de aviso de los nuevos tiempos en Matemáticas.
1938: Seminário Matemático de Lisboa, Centro de Estudos de Matemáticas Aplicadas à Econo-
mia.
1939: Gazeta de Matemática inicia su andadura.
1940: Se funda la Sociedade Portuguesa de Matemática (SPM) y junto con ella un número
de estructuras muy descentralizadas en los varios niveles educativos, p.ej los lamados Núcleos de
Matemática.10 También, el Centro de Estudos Matemáticos de Lisboa.
1942: Ruy Luís Gomes pone en marcha el Centro de Estudos Matemáticos do Porto .
1943: Se crea la Junta de Investigações Matemáticas (hasta 1947)...
En España, los matemáticos siguieron con sus temas habituales ya trabajados antes de la
guerra civil; los discípulos más antiguos de Rey que habían podido mantenerse en España, fueron
incorporados al sistema junto con los jóvenes recién reclutados a través del CSIC y Bachiller. El
grueso de la generación más joven de colaboradores de Rey ya había abandonado España a finales
de la guerra, y su formación se perdió para el país. La preocupación por la mejora de la enseñanza,
que había ocupado –y gastado– parte de la actividad durante los años de la JAE, fue prácticamente
abandonada cuando una parte sustancial de la enseñanza, epecialmente la Media, fue puesta en
manos de instituciones eclesiásticas de diversas órdenes. Sin embargo, textos y traducciones fueron
muy corrientes en esos años: los sueldos eran bajos, y la actividad editorial proveía unos ingresos
complementarios.
Ancochea G (1942) Sur quelques théoremes de la théorie algébrique des corps, Port. Math. 3(2), 115-119.
Ancochea G (1945) Corps hyperelliptiques abstraits de caractéristique deux, Port. Math. 4(3), 119-128.
Balanzat M (1942) Sur quelques formules de la Géometrie intégrale des ensembles dans un espace à n dimensions,
Port. Math. 3(2), 87-94.
Ríos S (1942) Sobre las singularidades de la integral de Laplace, Port. Math. 3(2), 110-14.
San Juan R (1941) Caractérisation de la transformation de Laplace par la loi de composition appelée règle de la
“Faltung”, Port. Math. 2, 91-92.
Vidal E (1945) Sobre una representación equivalente de una porción de superficie curva sobre un plano, Port. Math.
4(4), 199-202.
A veces las revistas españolas ofrecían alguna nota sobre el desarrollo matemático portugués.
Se encuentra la recensión del texto Aritmética Racional, de Monteiro y Silva Paulo, así como una
traducción del informe de Monteiro sobre los Clubes de Matemática, uno de los elementos más
interesantes de su red.
El episodio más importante para ambas comunidades fue la visita de Maurice Fréchet a España
y Portugal a principios de 1942, durante la cual pronunció varias conferencias sobre diferentes temas.
Los medios informativos se hicieron eco de la visita del ilustre matemático francés, y la Hispano
Americana dedicó un número especial a ella, incluyendo una fotografía a página entera y los apuntes
de las conferencias. Pero sin duda alguna las oportunidades más importantes de intercambios fueron
ofrecidas por las reuniones conjuntas de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias
(desde 1908) y la Associação Portuguesa para o Progresso das Ciências (desde 1917), ocurridas en
Porto –1942– y Lisboa en 1950. Ambas sociedades celebrababan por separado sus sesiones bianuales,
y solían cursar invitaciones puntuales a su homóloga, hasta que comenzaron a organizarse reuniones
conjuntas, la primera en Porto ya en 1921 y, en la época del presente estudio, Lisboa en 1932 y los
dos citados. La última tuvo lugar en 1979.
A modo de conclusión
Durante sus primeros años, la dictadura de Franco prestó escasa o nula atención a Matemáticas
y matemáticos, que contribuían poco a la mejora de la imagen pública del régimen. La disciplina
se vió afectada por el mantenimiento del legado de Rey Pastor y su carácter de grupo de presión.
No se desarrollaron nuevos campos matemáticos en aquellos años, donde la pura supervivencia re-
sultaba más acuciante que la producción científica, pero se aprovechó la oportunidad ofrecida por
la segunda guerra mundial para establecer una incipiente industria aeronáutica, cuyas Matemáticas
fueron también adjudicadas, en principio, al grupo reypastoriano. También apareció la Estadística,
de la mano del economista y matemático Olegario Fernández Baños. Posteriormente, y hasta el final
de la dictadura, la evolución de las Matemáticas en España se vió muy influida por los becarios envi-
ados sobre todo a Estados Unido y Francia, para formarse y preparar sus tesis, al estilo implantado
en los años 1930 en el país vecino.
En Portugal, sin embargo, se desarrolló un vigoroso movimiento matemático impulsado por
António Aniceto Monteiro, más o menos tolerado por el Estado Novo, para el cual la adscripción
política de gran parte de sus integrantes no era la correcta. El momento álgido de ese movimiento
portugués, muy activo entre 1936 y 1945, tuvo lugar entre 1940 y1942. Es muy interesante señalar
que aunque las Matemáticas de este grupo eran decididamente formalistas, muy al estilo del grupo
Bourbaki, la preocupación por los niveles elementales fue una de sus prioridades, redactándose
excelentes textos, tal vez el más conocido sea Conceitos Fundamentais de Matemática, por Bento
Caraça, publicado en 1942 por la Biblioteca Cosmos.13 Así se expresaba su autor en plena dictadura
salazarista: uno de sus objetivos era “a criação de uma mentalidade livre e de tonalidade científica
entre os cidadãos.”
Agradecimientos
El autor agradece la ayuda de los bibliotecarios de la Fundação Mário Soares (Lisboa) y de la
Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna (Tenerife) por su ayuda y
consejos en la búsqueda de documentos. También fueron de mucha inspiración varias de las ponencias
13
Puede encontrarse en: https://es.slideshare.net/vancrecci/livro-conceitos-fundamentais-da-matematica-bento-
caraça
del Simposio “Mathematical Sciences and 20th Century Dictatorships (Western Europe, Portugal
and its Atlantic Connections)” celebrado en Lisboa en Diciembre de 2015.
Índice onomástico
Albareda Herrera, José Mª (1902-1966)
Alves Caetano, Marcelo (1906-1980)
Aniceto Monteiro, António (1907-1980)
Arendt, Hannah (1906-1975)
Bayolo Pacheco de Amorim, José (1918-2013)
Baptista Ribeiro, Hugo (1910-1988)
Bobillo de la Peña, Francisco (1946-2017)
Bolívar Urrutia, Ignacio (1850-1944)
Capdevila d’Oriola, María (1905-1993)
Castillejo Duarte, José (177-1945)
Cassirer, Ernst (1874-1945)
Colares Viera, Eurico (1920-?)
de Carvalho, Domitila Hormizinda Miranda (1871-1966)
de Borbón, Alfonso (rey Alfonso XIII) (1896-1941)
de Jesús Caraça, Bento (1901-1948)
de Oliveira Salazar, António (1899-1970)
Fernández Baños, Olegario (1886-1946)
Fichte, Johann Gottlieb (1762-1814)
Franco Bahamonde, Francisco (1892-1975)
Fréchet, Maurice (1878-1973)
Gago Coutinho, Carlos (1869-1959)
Gallego Díaz, José (1913-1965)
García de Galdeano, Zoel (1846-1924)
Gomes Teixeira, Francisco (1851-1933)
González Seara, Luis (1936-2016)
Julia, Gaston (1893-1978)
Martínez Sancho, María del Carmen (1901-1995)
Pemán y Pemartín, José Mª (1897-1981)
Primo de Rivera Orbaneja, Miguel (1870-1930)
Ramón y Cajal, Santiago (1852-1934
Rey Pastor, Julio (1888-1962)
Ribeiro, Maria do Pilar (1911-2011)
Rodríguez Bachiller, Tomás (1899-1980)
Santaló Sors, Luis (1911-2001)
Sebastião e Silva, José (1914-1972)
Silva Paulo, José (¿?)
Volterra, Vito (1860-1940)
Zaluar Nunes, Manuel (1907-1967)