Marco Teórico 2024 N
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“La educación Inicial tiene en sus manos la inclusión en el mundo de la escolaridad; los educadores del Nivel Inicial pueden
enseñarles que el aprendizaje es más potente cuando va de la mano del afecto, que se puede aprender con placer, que los vínculos
respetuosos y bien establecidos permiten avanzar con más fortalezas en el camino , que los maestros son el sostén y el sustento de
muchos de los procesos, que debemos alejarnos de las falsas oposiciones para buscar la complementariedad en las acciones y en las
propuestas , que podemos enriquecernos cada día , mutuamente, como docentes, como alumnos, como seres humanos. Es, en
definitiva, la construcción de la humanidad la que le da sentido a la escuela” (Pitluk, 2013)
Concepto de Infancia
Nos inscribimos en una concepción de infancia como construcción histórica y social que
se constituyen en determinados y diversos contextos.
Entendemos a la infancia como una categoría social de carácter histórico que no define
una naturaleza inmutable y universal, sino que se configura, define y legitima desde el
conjunto de significados, sentidos y representaciones sociales asignados, atribuidos y
construidas por y en cada cultura, contextos y coyuntura socio históricas.
El reconocimiento del carácter social y natural de la infancia es herramienta para
superar y desnaturalizar una frecuente y única visión hegemónica abstracta e histórica
de la concepción de la infancia.
Niños y niñas como seres sociales tienen una historia viven en una geografía,
pertenecen a un determinado sector social, son portadores y portadoras de una cultura
propia y de un lenguaje pertinente a las relaciones sociales y culturales de pertenencia.
La categoría infancias convoca a interrogar, analizar y comprender el conjunto de
representaciones sociales que contribuyen y construyen las diversas miradas sobre la
infancia y la niñez en protección de su horizonte común como sujeto de derecho. Por tal
razón nombramos a la infancia como colectivo de derechos en la escuela infantil.
Propósitos de Infancia:
Favorecer el desarrollo progresivo de las identidades personales, culturales y
sociales de las Infancias, junto al desarrollo de la autonomía personal desde su
reconocimiento como sujetos de derecho.
Propiciar experiencias escolares que acompañen los procesos de constitución
subjetiva de niños/ad, en torno a la construcción de espacios de creciente
autonomía y participación en contextos sociales y culturales cada vez más
amplios y significativos, considerando las tensiones propias del convivir.
El aprendizaje es:
Apropiarse, hacer suyo algo que se desconoce o no se sabe.
Es un proceso en el que se ponen en juego los conocimientos previos.
Proceso que exige la resolución de un problema, dudas, la formulación de
hipótesis, y la confrontación
Sobre el derecho a la identidad
El derecho a la identidad comprende tanto la identidad personal como social y cultural.
La identidad personal se relaciona con los sentimientos subjetivos de los niños/as
respecto de sus peculiaridades o diferencias con los demás, atendiendo el sentimiento
de ser único. La identidad social y cultural, por su parte, hace referencia a cuán iguales
se sienten a los demás o cuanto se identifican con su grupo social y cultural, clave del
sentido de pertenencia (Brooker y Woodhead, 2008)
El derecho al juego
Partimos de la firme convicción de que el juego es el eje central de todos los procesos
de enseñanza aprendizaje desde el nacimiento. Es un medio de práctica sociocultural
que se enseña y se aprende, es revalorizado como propuesta central en la educación
inicial, cumple un papel fundamental de desenvolvimiento infantil integral gratificante y
pleno.
A través de él, los/las niños/as exploran, desarrollan su creatividad, se comunican,
comienzan a establecer vínculos, resolver conflictos, reproducir situaciones, etc. Y lo
más importante es que permite sentir placer y disfrutar.
“En la educación inicial, el juego aparece originariamente como uno de los aspectos que
se necesitan tener en cuenta para asegurar la calidad de la enseñanza dado que es el
camino, la forma y el modo que permite sistematizar la propuesta educativa centrada
en el niño” (Patricia Sarlé, 2010)
Desde esta perspectiva, se sitúa al juego como contenido a enseñar (Ley Nacional de
Educación 2006) (Ley Orgánica de Educación Provincial 2014)
La educación inicial confiere al juego un papel organizador, contenido y estrategia
central, de enseñanzas y aprendizajes.
Así mismo nuestro Marco Pedagógico del Diseño Curricular define el Derecho al Juego
como el Derecho de las Infancias, medio fundamental para el desarrollo y aprendizaje
de estos. En este sentido, comprender la multiplicidad de modalidades y formas de
concreción que contiene el juego constituye una tarea intelectual ineludible para
docentes de Nivel Inicial.
Enseñanza y afectividad
En todo proceso de aprendizaje interviene factores afectivos, intelectuales y sociales
que son inseparables, complementarios e irreductibles. En este sentido, la afectividad
constituye el motor de las conductas que, independientemente de sus niveles de
complejidad, siempre son movilizadas por factores afectivos. La representación
significativa está en íntima relación con la presencia de la afectividad (Marco didáctico
de NI Neuquén 1995)
Todo proceso de enseñanza contiene un conjunto de interacciones significativas que
inician y desarrollan el complejo de relaciones sociales y vinculares con otros niños y
otras niñas, con adultos y adultas, más allá de los límites familiares y desde múltiples y
variadas experiencias de constitución de sus subjetividades. Por ende, establecer una
contención afectiva que posibilite conformar lazos de sostén caracterizados por la
confianza y el respeto; que ofrezcan seguridad, posibilidad de autonomía,
disponibilidad, ternura, calidez, escuchas y miradas atentas, remite a una dimensión
particular de la enseñanza en el Nivel Inicial que implica a un y una docente, como
referente afectivo y como mediador, mediadora cultural colaborativa.
La afectividad siempre provoca, promueve y construye el interés de quienes aprenden.
Los estados afectivos se constituyen en objeto de la acción pedagógica, siempre que la
percepción y comprensión de los mismos permita que operen como movilizadores del
proceso de enseñanza. El acto pedagógico, entendido como acto de apertura de acceso
al conocimiento, de apropiación y de creación cultural, pone en juego relaciones
afectivas en los constantes encuentros entre generaciones y entre niños y niñas, entre
sí.
Rol pareja pedagógica
La tarea docente nunca se realiza en soledad, por ello la dupla o pareja pedagógica
permite que el/la docente esté acompañado/a. Este trabajo en conjunto favorece la
socialización y la reflexión sobre las prácticas diarias, ayuda a enfrentar diferentes
situaciones y emociones.
Bibliografía
Diseño curricular pcia del Neuquén
Jardín maternal y de infanntes, Neuquén, diciembre 2020