Guías Clinicas Uso Opioides
Guías Clinicas Uso Opioides
Guías Clinicas Uso Opioides
Redactores:
Esperanza Regueras: Doctora en farmacia por Universidad de Navarra.
Luis M Torres: Presidente de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor y jefe de
Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Puerta del Mar (Cádiz)
Ignacio Velázquez: Coordinador del Plan Andaluz de Atención a las Personas con Dolor
y Presidente de la Asociación Andaluza del dolor
ÍNDICE:
1. Resumen
2. Introducción
3. Metodología
4. Papel de los opioides en el tratamiento del dolor
5. Guías clínicas para el inicio y seguimiento del tratamiento con opioides
6. Conceptos erróneos sobre opioides frente a los hechos y la evidencia
7. Uso de opioides crónicos en pacientes con dependencia a drogas
8. Recomendaciones sobre cómo debe realizarse la prescripción, dispensación
y seguimiento del paciente con tratamiento opioide
9. Conclusiones
1
1. Resumen
y control del dolor. Por otra parte, no debemos olvidar que el control del dolor es,
Estados Unidos, ha llevado a un infra tratamiento de los pacientes, tal como declaran
siendo los médicos de Atención Primaria2 los que más prescriben estos fármacos ya sea
por decisión propia o por continuación de una prescripción del especialista. Por otro
lado, la incidencia y prevalencia del dolor se espera que siga creciendo en los próximos
pautas para la correcta utilización de los fármacos opioides por parte de los
prescriptores y dispensadores. Con este objetivo se presentan estas guías clínicas sobre
1
Meyer JS, Quenzer LF. Psychopharmacology, drugs, the brain and behavior. International second
edition. Oxford University Press, 2018.
2
Regueras E, López J. Prescripciones de opioides en España entre 2019 y 2020: qué especialidades
médicas lo están prescribiendo y en qué indicaciones. Multidisciplinary Pain Journal; 1, 2021
2
cómo realizar un buen uso médico de los fármacos opioides para tratar el dolor crónico
manejo de los fármacos opioides a nivel de los sistemas sanitarios para mejorar los
establecer medios rápidos y sencillos para comunicar las guías clínicas como la que aquí
se presenta.
Como advertencia especial, hay que destacar que la intención de estas guías no es la de
clínica con el objetivo de orientar a los médicos prescriptores hacia el buen uso médico
3
2. Introducción:
dolor, así como de conocimiento sobre las posibles alternativas terapéuticas que
(2).
3 4 5
Estados Unidos, considerado actualmente una auténtica “epidemia” que se ha
aumento de costes 7 8.
que son medicamentos asociados a un gran riesgo de adicción. Las medidas tomadas
por las agencias y el gobierno de Estados Unidos han generado una nueva era de
3
Roehr B. Trump declares opioid public health emergency but no extra money. BMJ. 2017;359.
4
Gostin LO, Hodge JG Jr, Noe SA. Reframing the Opioid Epidemic as a National Emergency. JAMA.
2017;318(16):1539-1540.
5
McCarthy M. US declares opioid epidemic a "national emergency”. BMJ. 2017;358(14).
6
Bonnie RJ, Kesselheim AS, Clark DJ. Both Urgency and Balance Needed in Addressing Opioid Epidemic: A
Report From the National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. JAMA. 2017;318(5):423-
424.
7
Kirson NY, Scarpati LM, Enloe CJ, Dincer AP, Birnbaum HG, Mayne TJ. The Economic Burden of Opioid
Abuse: Updated Findings. J Manag Care Spec Pharm. 2017;23(4):427-445.
8
Pollack HA. So Prescription Opioid Disorders are a $785 Billion Problem. Med Care. 2016;54(10):899-
900.
4
opiofobia que está generando un clima de “bloqueo al acceso al control del dolor,
y control del dolor. Por otra parte, no debemos olvidar que el control del dolor es,
Estados Unidos, ha llevado a un infra tratamiento de los pacientes, tal como declaran
su dolor10.
Por otro lado, en nuestro país se ha observado una creciente preocupación entre los
médicos prescriptores con respecto al uso de opioides para tratar el dolor siendo
algunos de ellos reacios o incluso contrarios a su uso, lo que puede suponer una
contrapone al riesgo de infra tratamiento del dolor por lo que se hace imprescindible
En este contexto, es de vital importancia aportar pautas para su correcta utilización por
parte de los prescriptores y dispensadores. Con este objetivo se presentan estas guías
clínicas sobre cómo realizar un buen uso médico de los fármacos opioides para tratar el
El tratamiento crónico con opioides se puede definir como aquel que dura más de 12
9
Rose ME. Are prescription opioids driving the opioid crisis? Assumptions vs Facts. Pain Medicine.
2018;19: 793-807.
10
Meyer JS, Quenzer LF. Psychopharmacology, drugs, the brain and behavior. International second
edition. Oxford University Press, 2018.
5
semanas11. Las últimas guías de la EPF (European Pain Federation) marcan los siguientes
Como advertencia especial, hay que destacar que la intención de estas guías no es la de
clínica con el objetivo de orientar a los médicos prescriptores hacia el buen uso médico
de los fármacos opioides. Estas guías son recomendaciones y como tales presentan a los
ningún caso, estas guías presentan una regulación por acción u omisión, que haya sido
acordada por una institución legalmente legítima, fijada por escrito y publicada. No es
vinculante para el área legal de una institución y no dará lugar a sanciones definidas, si
recomendación debe ser tomada por los médicos, teniendo en cuenta las circunstancias
11
Karmali, R. N., Bush, C., Raman, S. R., Campbell, C. I., Skinner, A. C., & Roberts, A. W. (2020). Long-
term opioid therapy definitions and predictors: A systematic review. Pharmacoepidemiology and Drug
Safety, 29, 252–269. https://doi.org/10.1002/pds.4929
12
Haüser W et al. European Clinical practice recommendations on opioids for chronic noncancer pain.
Part 1: Role of opioids in the management of chronic noncancer pain. Eur J Pain 2021; 25:949-968.
6
3. Metodología
de 201713 y 202114 15. Hemo realizado un análisis detallado de dichas guías para realizar
sus comentarios y adaptación. Una vez alcanzado el consenso, las guías fueron
sometidas a revisión y comentarios por parte de los miembros de las juntas directivas
de las sociedades científicas Asociación Andaluza del Dolor (AAD) y Sociedad Española
13
O’Brien T, Christrup LL, Drewes AM, Fallon MT, Kress HG, McQuay HJ, et al. European Pain Federation
position paper on appropriate opioid use in chronic pain management. Eur J Pain (United Kingdom).
2017;21(1):3–19
14
Haüser W et al. European Clinical practice recommendations on opioids for chronic noncancer pain.
Part 1: Role of opioids in the management of chronic noncancer pain. Eur J Pain 2021; 25:949-968.
15
Skavarc NK et al. European Clinical practice recommendations on opioids for chronic noncancer pain.
Part 2: Special situations. Eur J Pain 2021; 25:969-985
16
O’Brien T, Christrup LL, Drewes AM, Fallon MT, Kress HG, McQuay HJ, et al. European Pain Federation
position paper on appropriate opioid use in chronic pain management. Eur J Pain (United Kingdom).
2017;21(1):3–19.
17
Gilson AM, Maurer MA, Ryan KM, Skemp-Brown M, Husain A, Cleary J. Ensuring patient access to
essential medicines while minimising harmful use: A revised World Health Organization tool to improve
national drug control policy. J Pain Palliat Care Pharmacother 2011; 25: 246–251.
7
• Los opioides son analgésicos altamente efectivos y seguros y su uso apropiado
por parte de médicos competentes es crucial para el manejo moderno del dolor.
• Los opioides no son la panacea para cualquier tipo de dolor y sólo deben
utilizarse cuando sean estrictamente necesarios y de acuerdo con un análisis de
riesgo-beneficio.
Es evidente para la mayoría (por no decir totalidad) de los médicos clínicos que el control
del dolor es fundamental para el bienestar del paciente, así como para su recuperación.
Sin embargo, existen multitud de datos y estudios que reportan un alto porcentaje de
pacientes que no tienen el dolor adecuadamente controlado. Por tanto, se hace
evidente que el dolor es evitable en una gran mayoría de los casos, pero existen todavía
8
pacientes con un dolor poco o mal controlado. Esta situación indeseable puede deberse
a dos causas principalmente:
1. El dolor no está adecuadamente identificado y/o evaluado por parte del médico
y por tanto no ha sido abordado a nivel clínico-terapéutico.
• El uso crónico de opioides se debe considerar sólo cuando los intentos de control
del dolor han fallado previamente y el dolor sigue siendo un impedimento mayor
a nivel funcional
• Es necesario asociar terapias cognitivo-conductuales y físicas
• El compromiso de que un único médico evalúe el tratamiento del dolor junto a
posibles problemas psicológicos, es fundamental antes de iniciar el tratamiento
18
Portenoy RK, Foley KM. Chronic use of opioid analgesics in non-malignant pain: report of 38 cases. Pain.
1986;25(2):171-186.
9
• El médico debe evaluar la necesidad de parar el tratamiento en aquellos
pacientes que no consiguen un control adecuado o ningún control del dolor.
• Firmar el consentimiento informado
• Tras la titulación de dosis hay que ver al paciente una vez al mes, y
proporcionarle la medicación para un mes de tratamiento.
• La necesidad de dosis más altas debe ser escrutado para asegurar que el uso es
adecuado.
En relación al segundo punto, la EPF19 enumeró los factores que están impidiendo una
correcta identificación y evaluación del dolor en Europa, tanto a nivel del médico como
a nivel del paciente (figura 1):
• Los motivos principales por los que los médicos clínicos no están evaluando de
forma rutinaria el histórico de dolor del paciente son:
o Falta de entrenamiento y pericia
o Limitaciones de tiempo
o Excesivo foco en la enfermedad de base
o No forma parte de los protocolos de evaluación clínica estándar
19
O’Brien T, Christrup LL, Drewes AM, Fallon MT, Kress HG, McQuay HJ, et al. European Pain Federation
position paper on appropriate opioid use in chronic pain management. Eur J Pain (United Kingdom). 2017.
10
• Las razones por las que los pacientes no reportan siempre el dolor, incluso
cuando se les pregunta, son:
o Consideran que el dolor es algo inevitable
o Estiman que el dolor no es el principal síntoma.
o Discapacidad cognitiva
o Consideran que el dolor es una consecuencia ineludible de su patología o
de su tratamiento
o Quieren mantener una visión positiva
o No quieren retar la posición del médico
o Tienen miedo de las consecuencias que puedan derivarse:
Hospitalización; más investigación o pruebas o más terapias, incluyendo
opioides
Médico: no ha realizado
evaluación
No correctamente
evaluado
Paciente: no ha
reportado el dolor
Dolor mal
Se necesitan fármacos
controlado/no
diferentes
controlado
Tratamiento es
inadecuado
Se necesita añadir más
fármacos: estrategia
multimodal
No correctamente
tratado
Dosis
Tratamiento es
adecuado pero
insuficientemente
prescrito
Frecuencia
Figura 1: Motivos de dolor mal controlado/no controlado. Elaboración propia en base a EPF
11
4.3. Barreras al uso responsable de opioides en Europa
Las principales barreras a un uso apropiado de los opioides han sido identificadas por
la EPF, siendo semejantes a las detectadas en nuestro país20:
20
O’Brien T, Christrup LL, Drewes AM, Fallon MT, Kress HG, McQuay HJ, et al. European Pain Federation
position paper on appropriate opioid use in chronic pain management. Eur J Pain (United Kingdom).
2017.
12
Para aportar luz sobre este punto la EPF aporta unas guías para la evaluación del
dolor y el uso adecuado de los opioides.
Los siguientes esquemas basados en la EPF han sido complementados con comentarios
adicionales propios avalados por las sociedades científicas colaboradoras y muestran de
forma clara cuáles son los pasos críticos y recomendaciones a seguir en relación al uso
crónico de opioides.
13
a. Preferencias del médico y del paciente
b. Interacciones con medicamentos del paciente
c. Establecer siempre una fase de prueba
d. Iniciar el tratamiento del estreñimiento inducido por opioides
e. Establecer una fase de prueba a corto plazo siguiendo las siguientes
pautas durante unas semanas o pocos meses
f. Un único prescriptor, un único dispensador
g. Seguimiento cercano
h. Monitorización de efectos adversos y del dolor
i. Identificación de factores o comportamientos de mal-uso, abuso o
adicción
4. Empezar por la dosis más baja posible y tener en cuenta las siguientes pautas en
el momento de iniciar el opioide:
14
d. Revisar resultado de seguridad: efectos a nivel del SNC (sedación, efectos
psicomotores…), efectos a nivel función renal, etc.
21
Häuser W, Klose P, Welsch P, Petzke F, Nothacker M, Kopp I. Methodology of the development of the
updated LONTS guidelines for long-term administration of opioids in noncancer pain]. Schmerz 2015; 29:
8–34.
15
Segui-
Elegir Prueba a Iniciar miento y
Dolor Paciente Disconti-
opioide corto dosis más monito-
crónico elegible nuación
adecuado plazo baja rización
continua
Figura 2: Fases en el uso de opioides para dolor crónico. Tesis de Esperanza Reguera
Para entender con más detalle cada una de estas fases, se aportan las figuras 3 y 4 donde
se describen el algoritmo de evaluación clínica de un paciente candidato a tratamiento
opioide.
En la figura 3 se detallan las fases y criterios más relevantes en cuanto a la hora de decidir
si el paciente es elegible para tratamiento con opioides, a la hora de seleccionar el
opioide y aspectos relevantes para iniciar la prueba a corto plazo, así como aspectos
importantes en el inicio de tratamiento y el manejo de los efectos adversos asociados al
opioide.
16
Paso 1 - Evaluación clínica del paciente
Sí No
Considerar tratamientos
Paso 2 – Selección del opioide más adecuado alternativos
Criterios paso 2:
➔ Preferencias del medico y del paciente
➔ Perfil de interacciones
➔ Perfil farmacocinético
➔ Liberación inmediata ó liberación controlada
Criterios paso 3:
➔ Iniciar fase de prueba
➔ Empezar con la dosis más baja posible, preferiblemente oral y larga duración. Dosis máxima 120 mg equivalentes de morfina
Precauciones paso 3:
➔ Asegurar un único prescriptor-dispensador en la medida de lo possible
➔ Seguimiento y monitorización frecuente:
➔ Llamada telefónica la primera semana
➔ Consulta presencial el primer trimester
➔ Aspectos a monitorizar:
➔ Evolución del dolor
➔ Efectos adversos: estreñimiento, naúseas o efectos del SNC (sedación, efectos psicomotores)
➔ Iniciar tratamiento para estreñimiento inducido por opioides: todos los pacientes deben recibir laxantes y/o PAMORA desde el inicio
del tratamiento opioide.
➔ Nausea: prescriber antagonistas de receptors de dopaina
➔ Confirmar con el paciente el cumplimiento de la dosis y frecuencia
➔ Señales de alarma de abuso, mal-uso o comportamientos aberrantes
➔ Función renal
➔ Medicación concomitante:
➔ Evitar benzodiacepinas y estimulantes del SNC
➔ Co-morbilidades:
➔ Precaución en pacientes con insuficiencia renal o hepatica (seleccionar preferiblemente moléculas según tabla 1)
➔ Confirmar si existe dolor irruptor
➔ 4 As: Analgesia, efectos Adversos, Actividad y comportamiento Aberrante
Control adecuado de dolor Control adecuado de dolor Control NO adecuado de dolor Control NO adecuado de dolor
Sin efectos adversos relevantes Hay efectos adversos Sin efectos adversos relevantes Hay efectos adversos
Figura 3: Guía paso a paso para la iniciación de la analgesia con opioides en dolor crónico. Fuente: Elaboración propia en
base a SEMDOR y O,Brien T, Christrup LL, Drewes AM, Fallon MT, Kress HG, McQuay HJ, et al. European Pain Federation
position paper on appropriate opioid use in chronic pain management. Eur J Pain (United Kingdom). 2017.
17
Los criterios para incluir a pacientes en un protocolo de tratamiento con opioides son
los siguientes:
• Dolor leve
• No respondedores al tratamiento de prueba
• No sea debidamente controlado con opioides
• No estén indicados por la etiología del dolor
Los estudios clínicos a largo plazo han mostrado unas tasas de discontinuación por
efectos adversos relativamente bajas, en comparación con otros fármacos así en 3
estudios con oxicodona sola o acompañada de naloxona en dolor crónico no oncológico
18
en el que en conjunto se trataron 1.497 pacientes, la tasa de efectos adversos
relacionados con el tratamiento estuvo entre el 1% y el 4,2%22 23 24. En el estudio de
Friedmann et al25 a 12 meses en el que se incluyeron 828 pacientes con dolor moderado-
severo de origen reuma-traumatológico, procedentes de 59 centros en Estados Unidos,
sólo 5 pacientes presentaron efectos adversos serios. Un 10% de pacientes
discontinuaron el tratamiento por efectos adversos, un 8% por efectos de tipo gastro-
intestinal (náuseas, vómitos, estreñimiento), otro 5% por trastornos del sueño y un 2,7%
por somnolencia, entre otros. De forma similar, el estudio de Blagden26 reportó un 4,2%
de pacientes con efectos adversos severos en los que el investigador sospechó alguna
relación con la medicación, de nuevo la mayoría de ellos estuvieron relacionados con
eventos gastrointestinales. Finalmente, el estudio de 201727 mostró que 3,1% de
pacientes tuvieron efectos adversos severos relacionados con el tratamiento y un 8,2%
de pacientes discontinuaron el tratamiento por algún efecto adverso. Los estudios a
largo plazo con tapentadol también han mostrado tasas bajas de efectos adversos
severos y discontinuación. En el estudio Wild et al28 de 2010 se reportó una incidencia
de 5,5% de pacientes con efectos adversos serios con tapentadol y 4% con oxicodona.
La discontinuación fue más alta, con un 22% en tapentadol y un 37% con oxicodona
debido fundamentalmente a efectos gastrointestinales (8% y 21,5% respectivamente) o
efectos en el sistema nervioso central (somnolencia, mareos o dolor de cabeza). Estos
efectos adversos han de ser detectables y ajustar dosis en caso de ser posible evitar su
presentación. El estudio de extensión a 1 año de Buynak et29 al mostró una
discontinuación por efectos adversos a tapentadol de liberación retardada de un 13% la
mayor parte de ellos relacionados con eventos gastrointestinales. En este estudio hubo
también un 10,6% de discontinuación por elección del paciente. Así mismo se reportó
un 0,9% de efectos adversos serios relacionados con el fármaco. En este estudio a largo
plazo se midió de forma exhaustiva la incidencia del síndrome de abstinencia, medido
por el COWS (Clinical Opiate Withdrawal Scale) tanto al interrumpir el tratamiento de
forma abrupta como a la finalización del tratamiento de forma natural. La incidencia de
síndrome de abstinencia o dependencia física fue de un 12,2% en los que hicieron
interrupción abrupta del tapentadol y un 9,3% en los que discontinuaron de forma
natural el fármaco al finalizar. En ambos casos el 88% y el 91% de los casos fueron,
respectivamente, de carácter leve y el resto fueron moderados, no habiéndose
registrado ningún paciente con dependencia física severa tras la interrupción del
tratamiento. Basten estos datos para refrendar que el uso a largo plazo de estos
fármacos es seguro si bien es necesario prestar atención a los efectos adversos
22
Freidmann N, Klutzaritz V, Webster L. Pain medicine 2011, 12:755-760.
23
Blagden M, Hafer J, Duerr H, Hopp M, Bosse B. Long-term evaluation of combined prolonged-release
oxycodone and naloxone in patients with moderate-to-severe chronic pain: pooled analysis of extension
phases of two Phase III trials. Neurogastroenterol Motil (2014) 26, 1792–1801
24
D. Dupoiron, A. Stachowiak, O. Loewenstein, A. Ellery, W. Kremers, B. Bosse, M. Hopp. Eur J Pain 21
(2017) 1485--1494
25
Freidmann N, Klutzaritz V, Webster L. Pain medicine 2011, 12:755-760.
26
Blagden M, Hafer J, Duerr H, Hopp M, Bosse B. Long-term evaluation of combined prolonged-release
oxycodone and naloxone in patients with moderate-to-severe chronic pain: pooled analysis of extension
phases of two Phase III trials. Neurogastroenterol Motil (2014) 26, 1792–1801
27
D. Dupoiron, A. Stachowiak, O. Loewenstein, A. Ellery, W. Kremers, B. Bosse, M. Hopp. Eur J Pain 21
(2017) 1485--1494
28
Wild JE et al. Pain Pract. Sept-Oct 2010; 10 (5):416-27.
29
Buynak et al. Clinical Therapeutics/Volume 37, Number 11, 2015
19
gastrointetinales y del SNC de forma que se pueda pautar tratamiento para controlar
estos eventos o se ajuste la dosis de fármaco opioide en relación al riesgo-beneficio
óptimo de cada paciente, de forma personalizada.
20
Recomendaciones adicionales necesarias durante el tratamiento con opioides en pacientes que han sido adecuadamente
evaluados y supervisados:
1. Todos los pacientes con dolor deben de ser evaluados de forma adecuada por clínicos competentes
2. Los prescriptores deben de estar formados en dolor y conocer: las técnicas de evaluación del dolor, las guías de
tratamiento y la farmacología-farmacocinética de los fármacos opioides disponibles.
3. Los facultativos que no posean la formación suficiente deben de poder referir o consultar con especialistas en dolor en
un rango de tiempo aceptable.
4. La decisión de prescripción debe basarse solo en criterios de beneficio clínico
5. Los farmacéuticos que dispensen opioides deben estar formados y actualizados
6. Los pacientes y las familias deben de ser informados sobre:
➔ Efectos del fármaco opioide: eficacia y efectos adversos
➔ Importancia del cumplimento del tratamiento en dosis, frecuencia y duración
➔ Criterios para contactar al medico antes de lo programado
➔ Cómo almacenar y controlar el medicamento
De todo lo expuesto en este apartado se pueden identificar los puntos críticos sobre los
que sería necesario actuar en España de cara a mejorar el tratamiento con opioides
minimizando el riesgo:
• Diseñar unas guías claras y uniformes entre todas las especialidades médicas para
poner en valor el papel de los opioides al tiempo que ofrezca unas pautas claras
sobre las medidas de control y seguimiento a poner en marcha y que describa las
señales de alarma a tener en cuenta tanto en atención primaria como en farmacia.
21
• Médicos no-expertos en manejo de opioides
Los requerimientos educativos que se deben cumplir para prescribir opioides serían:
30
Briggs EV, Battelli D, Gordon D, et al. Current pain education within undergraduate medical studies
across Europe: Advancing the Provision of Pain Education and Learning (APPEAL) study. BMJ Open 2015;
5:e006984.
22
6. Conceptos erróneos sobre opioides frente a los hechos y la evidencia
La EPF aborda en profundidad todos los conceptos erróneos que se han asociado al
uso de opioides, fundamentalmente como respuesta a la alarma médica y social que se
ha despertado por la epidemia en Estados Unidos
Conceptos erróneos/falsos asociados a los fármacos opioides que deben desaparecer de la práctica clínica:
Figura 5: Conceptos erróneos a cerca de los opioides. Elaboración propia en base a EPF
ü Los fármacos opioides son indispensables en el tratamiento del dolor y no existen alternativas equivalentes en la actualidad
ü Los fármacos opioides son seguros y eficaces cuando se usan de forma adecuada, por medicos adecuadamente formados y como parte
de una estrategia multimodal en pacientes seleccionados y monitorizados adecuadamente.
ü Los fármacos opioids no tienen ningúna influencia en la duración de la vida del paciente
ü Retener o negar el tratamiento con fármacos opioides no alargará la vida del paciente pero puede tener un impacto negativo en su
nivel de confort y calidad de vida.
ü La dependencia física es un efecto normal que se observa de forma habitual en todos los pacientes por lo que los ajustes de dosis tanto
ascendentes como descendentes han de hacerse de forma gradual. La dependencia física NO debe confundirse con adicción
(dependencia psicológica).
ü En un context clínico la aparición de depression respiratoria o adicción son raros y no deben de ser barreras al uso legítimo de estos
fármacos.
ü La disfunción intestinal es el efecto más común y preocupante y debe ser tratado de forma proactive mediante el uso de laxantes y/o
agonistas opioids periféricos.
ü Existe una gran variación inter-individual en la respuesta a estos fármacos por lo que la selección de la molécula formulación han de
realizarse de forma personalizada.
ü No existe un fármaco preferable de forma generalizada y la selección debe realizarse en función del paciente y sus circunstancias
ü En el caso de que exista mal-uso o abuso, estos fármacos pueden causar un daño al paciente, incluso la muerte. En este sentido no son
diferentes de muchos otros fármacos que se prescriben habiutalmente.
Figura 6: Conceptos y hechos verdaderos a cerca de los opioides. Elaboración propia en base a EPF.
23
• Los opioides son una herramienta terapéutica indispensable y actualmente no
hay alternativas equivalentes
• Han demostrado eficacia y seguridad cuando se usan apropiadamente por los
médicos adecuados y dentro de una estrategia multimodal
• No afectan a la esperanza de vida del paciente, pero su no-uso puede impactar
muy negativamente en la calidad de vida y confort del paciente.
• Es básico diferenciar la dependencia física, que se producirá de forma habitual y
que requiere un ajuste de dosis de la adicción (dependencia psicológica)
• Problemas como la depresión respiratoria, tolerancia y adicción son raros en la
práctica clínica y no deben ser una barrera a un uso legítimo de los opioides
• La existencia de gran variedad de presentaciones, formulaciones y dosis tiene
gran valor considerando que existe una alta variabilidad inter-individual en la
respuesta.
• Un mal uso o abuso de los opioides produce un daño o incluso la muerte al igual
que ocurre con otros medicamentos prescritos habitualmente.
24
7. Uso de opioides crónicos en pacientes con dependencia a drogas
La EPF mantiene que los pacientes dependientes a drogas deben ser tratados con
opioides para aliviar su dolor, pero deja claro que son pacientes que requieren una
especial atención y seguimiento, y que son complejos por lo que deben ser derivados a
una unidad de dolor especializada. Por otra parte, aconseja además el uso de
herramientas de evaluación del riesgo como el SOAPR-R 31. La EPF no elude tampoco el
debate ético, ya que dice que los médicos no tratan el dolor en sí mismo, sino que tratan
pacientes, por lo que es vital que el médico dedique tiempo a conocer y entender al
paciente.
Con estas premisas se puede concluir afirmando que es admisible el uso de opioides en
pacientes con dependencia a drogas, con una especial atención y seguimiento y siendo,
en todo caso, una tarea de médicos especialistas en dolor.
Por otro lado, es importante señalar que hay una gran carencia de estudios clínicos y
evidencia científica sobre como abordar el tratamiento del dolor en pacientes que son
adictos a sustancias o que tienen OUD (opioid use disorder). En una extensa búsqueda
bibliográfica no se encontró nada más que un estudio clínico que hizo referencia al
manejo del dolor en pacientes, pero varias revisiones de las que podemos concluir lo
siguiente:
31
Chou R, Ballantyne JC, Fanciullo GJ, Fine PG, Miaskowski C. Research gaps on use of opioids for chronic
noncancer pain: findings from a review of the evidence for an American Pain Society and American
Academy of Pain Medicine clinical practice guideline. J Pain. 2009;10(2):147-159.
32
Vadivelu N, Mitra S, Kai AM, Kodumudi G, Gritsenko K. Review of perioperative pain management of
opioid-dependent patients. J Opioid Manag. 2016 Jul-Aug;12(4):289-301
25
• Tratar las comorbilidades como la ansiedad33. Más del 50% de pacientes
muestran psicopatologías particularmente ansiedad, desórdenes afectivos y
depresión34.
• Evitar la estigmatización, al mismo tiempo que tener una actitud empática35
• Revisar las medicaciones que está tomando el paciente junto con atención
primaria o los responsables del tratamiento de su adicción36. Es necesario
conocer la dosis equivalente de morfina que ha estado tomando el paciente37.
• Considerar que el control dolor agudo en pacientes con tolerancia a opioides
puede requerir dosis superiores a las habituales. Algunos estudios demuestran
que el mal control del dolor agudo puede resultar en una mayor auto-
medicación posterior por parte del paciente que resulta en recaída en la
adicción38.
• Vigilar la posible presencia de hiperalgesia inducida por opioides: fenómeno que
implica cambios neuroplásticos en NMDA (N-metil-D-aspartato) y en los
receptores opioides, resultando en un aumento de la sensibilidad a la
nocicepción (aumento del dolor) 39.
• Antes de dar el alta al paciente asegurar que tiene suficiente soporte para el
seguimiento del tratamiento analgésico40. El manejo de los pacientes crónicos
supone un reto para los médicos, pero no debe suponer, de entrada, la negación
del control de su dolor de forma efectiva ya que la falta de control del dolor es
en sí mismo un factor de riesgo de recaída en la adicción41.
33
Vadivelu N, Mitra S, Kai AM, Kodumudi G, Gritsenko K. Review of perioperative pain management of
opioid-dependent patients. J Opioid Manag. 2016 Jul-Aug;12(4):289-301
34
Quinlan J, Cox F, FRCNb. Acute pain management in patients with drug dependence syndrome. Pain
reports 2017; 2: e611.
35
Quinlan J, Cox F, FRCNb. Acute pain management in patients with drug dependence syndrome. Pain
reports 2017; 2: e611.
36
Quinlan J, Cox F, FRCNb. Acute pain management in patients with drug dependence syndrome. Pain
reports 2017; 2: e611.
37
Vadivelu N, Lumermann L, Zhu R, Kodumudi G, Elhassan AO, Kaye AD. Pain Control in the Presence of
Drug Addiction. Curr Pain Headache Rep 2016; 20: 35
38
Vadivelu N, Lumermann L, Zhu R, Kodumudi G, Elhassan AO, Kaye AD. Pain Control in the Presence of
Drug Addiction. Curr Pain Headache Rep 2016; 20: 35
39
Vadivelu N, Lumermann L, Zhu R, Kodumudi G, Elhassan AO, Kaye AD. Pain Control in the Presence of
Drug Addiction. Curr Pain Headache Rep 2016; 20: 35
40
Quinlan J, Cox F, FRCNb. Acute pain management in patients with drug dependence syndrome. Pain
reports 2017; 2: e611.
41
Vadivelu N, Lumermann L, Zhu R, Kodumudi G, Elhassan AO, Kaye AD. Pain Control in the Presence of
Drug Addiction. Curr Pain Headache Rep 2016; 20: 35
26
8. Recomendaciones sobre como debe realizarse la prescripción,
dispensación y seguimiento del paciente con tratamiento opioide
Este uso apropiado se concreta en varios aspectos que deben de cumplirse, tanto por
parte del médico, como por parte del paciente y del farmacéutico:
Las recomendaciones sobre como actuar antes y durante un tratamiento con opioides
se resumen aquí:
27
o Identificar otras posibles señales de alarma que afecten a la eficacia o
seguridad del tratamiento, incluyendo factores que puedan indicar
riesgo de abuso
• Realizar un inicio de tratamiento controlado
o Establecer fase de prueba a corto plazo (semanas o pocos meses)
o Empezar con mínima dosis posible
o Iniciar pauta de prevención del estreñimiento inducido por opioides
o Uso como parte de un tratamiento multimodal
o Preferentemente utilizar opioides de larga duración
o Reducir el dolor irruptor
o Prescripciones con tratamientos para 1 mes
• Revisiones y seguimiento
o Frecuentes, al menos mensualmente y más frecuentemente en la fase
de inicio de tratamiento
o Revisar eficacia y seguridad del tratamiento
o Confirmar adherencia y cumplimentación del tratamiento
o Confirmar que el paciente sigue las pautas prescritas de dosis, duración
y frecuencia
• Discontinuación del tratamiento
o Cuando se ha alcanzado el objetivo terapéutico, existen efectos
adversos o intolerancias, el paciente no responde o el paciente muestra
signos de abuso o adicción
o De forma progresiva haciendo una retirada paulatina
Del trabajo de esta tesis se recoge la necesidad de que los prescriptores tengan:
28
• Conocer en detalle las presentaciones, formulaciones y dosis.
• Conocimientos y medios para realizar identificar situaciones potenciales de
riesgo
• Tiempo suficiente para entender la situación global del paciente, como por
ejemplo características psicosociales.
• Acceso a los protocolos y guías médicas nacionales e internacionales donde se
establezcan de forma clara la utilidad clínica, el procedimiento de uso según el
tipo de dolor y tipo de paciente, medidas de control y seguimiento, señales de
alarma y cómo actuar ante ellas.
• Acceso a interconsultas con especialistas en dolor mediante teléfono o medios
telemáticas, especialmente en el caso de que sean necesarias dosis de 120 mg
de morfina o equivalente al día o más.
• Acceso a derivaciones rápidas a especialistas o unidad de dolor: sistemas de
derivación homogéneos y sencillos para médicos no especialistas de forma que
puedan resolver dudas de una forma rápida o inmediata.
• Acceso y coordinación de forma fácil y rápida con los farmacéuticos que
dispensan los medicamentos para tener conocimiento de cualquier situación de
riesgo (interacciones, duplicidades, etc.)
• Materiales y recursos para ofrecer a los pacientes donde se les den instrucciones
concretas sobre: la importancia de seguir las pautas prescritas, cómo almacenar
el medicamento de forma segura, cómo identificar signos de tolerancia y
dependencia que son normales y diferenciarlos de abuso o adicción, cuándo
acudir al médico si se detecta cualquier incidencia fuera de lo esperado.
• Datos y conocimiento para trasladar a los pacientes y reducir los miedos de los
pacientes en tratamiento con opioides: son herramienta indispensable, han
demostrado eficacia y seguridad cuando se usan de forma adecuada, no afectan
a la esperanza de vida, como diferenciar dependencia física de la psicológica,
como identificar depresión respiratoria, pero al mismo tiempo dar tranquilidad
de que es un efecto poco frecuente, como manejar el estreñimiento, etc…
• Facilitar medios y sistemas de monitorización del paciente con los que poder
hacer seguimiento inmediato y seguro de los pacientes con opioides de forma
que se puedan identificar las posibles desviaciones y prevenir situaciones de
riesgo.
Las responsabilidades del médico, así como los medios a ofrecerle se resumen en la
figura 7.
29
!
MEDICO
Responsabilidades
Segui-
Elegir miento y
Dolor Paciente Prueba a Iniciar dosis monito- Disconti-
opioide
crónico elegible adecuado corto plazo más baja rización nuación
continua
Medios a ofrecer:
ü Formación en mecanismos, protocolos, EA, dosificación, cambios dosis, cambios
opioide, discontinuación
ü Formación en dolor, rol del opioides, formatos y presentaciones Ø Post-grado dolor
ü Conocimiento y medios para diagnosticar paciente de riesgo Ø Guidelines y protocolos
ü Tiempo para entender al paciente y sus circunstancias psico-sociales Ø Sistema digital interconsulta
ü Guías médicas claras para cada tipo de dolor Ø Sistema digital coord. Fcia
ü Interconsultas AP-Unidad dolor Ø Material para pacientes
ü Derivaciones rápidas Ø App monitorización paciente
ü Coordinación Hospital-AP-Farmacia
ü Materiales para educar al paciente en todo lo relacionado con opioids
ü Sistemas de recogida de datos y monitorización integrados e inmediatos
Doctorado Esperanza Regueras, Universidad de Navarra Pamplona, 20 octubre 2021 107
Figura 7: Responsabilidades del médico en relación a los fármacos opioides y recursos necesarios a
facilitarle. Elaboración en base a tesis doctoral de E.Regueras
30
• Estar disponibles para los pacientes ante cualquier duda que surja respecto al
tratamiento con opioides proporcionando siempre una información actualizada
y fiable, coordinada con el medico, evitando el exceso de confianza o el miedo.
• Proporcionar al paciente toda la información y formación necesaria para que
cumpla adecuadamente con su tratamiento y le comunique cualquier incidencia
que pueda producirse.
• Identificar pacientes en situación de abuso y comunicarlo al médico prescriptor
y derivar al paciente lo antes posible.
Los siguientes recursos deben de ponerse a disposición de todos los farmacéuticos que
realizan dispensación de medicamentos opioides en cualquier ámbito de salud:
31
dependencia que son normales y diferenciarlos de abuso o adicción, cuándo
acudir al médico si se detecta cualquier incidencia fuera de lo esperado.
• Sistemas que permitan el control y registro de los opioides que son depositados
en el punto SIGRE para mejor control, anotación de estos depósitos en las fichas
del paciente.
• Sistemas de dispensación electrónica que permitan tener información completa
del paciente, sus tratamientos actuales, fechas de dispensación de medicaciones
anteriores y concomitantes, médicos que han prescrito dicha medicación.
• Receta electrónica transfronteriza que permita realizar control similar en
pacientes procedentes de otros países de la unión.
Las responsabilidades del farmacéutico, así como los medios a ofrecerle se resumen en
la figura 8.
32
!
FARMACÉUTICO
Responsabilidades
Medios a ofrecer:
ü Formación en mecanismos, protocolos, EA, dosificación, cambios dosis, cambios
opioide, discontinuación
ü Formación en dolor, rol del opioides, formatos y presentaciones
ü Conocimiento y medios para evaluar al paciente y monitorizarlo
Ø Post-grado dolor
ü Tiempo para entender al paciente y sus circunstancias psico-sociales
Ø Guía para farmacéuticos
ü Guías médicas claras para farmaceúticos para cada tipo de dolor
Ø Mejoras en receta electronica
ü Sistemas digitales para coordinación médicos
Ø Material para pacientes
ü Materiales para educar al paciente en todo lo relacionado con opioids
ü Digitallización e integración del máximo de información de cada paciente
ü Receta electronica unificada a nivel España y a nivel EU
Doctorado Esperanza Regueras, Universidad de Navarra Pamplona, 20 octubre 2021 108
Figura 8: Responsabilidades del farmacéutico en relación a los fármacos opioides y recursos necesarios a
facilitarle. Elaboración en base a tesis doctoral de E.Regueras
El paciente tiene derecho a recibir el mejor tratamiento posible para su dolor y tiene
derecho al alivio del dolor, que ha sido considerado un derecho humano como hemos
visto en este trabajo. Tiene derecho a conocer y ser informado y formado sobre los
medicamentos que le son administrados, así como a recibir información sobre como
debe proceder en determinadas situaciones o ante efectos adversos que puedan
producirse. Estos derechos llevan aparejada la obligación de seguir las recomendaciones
prescritas por el médico tanto en el uso del medicamento como en su almacenaje y
eliminación. Por lo tanto, podríamos resumir los siguientes puntos en relación a como
sería deseable que actuara un paciente en tratamiento con opioides:
• Seguir las indicaciones del médico
• Conocer los potenciales efectos de los opioides y las interacciones así como la
forma adecuada de tomar la medicación en relación a otros medicamentos o
alimentos
• Notificar al médico cualquier modificación de las pautas prescritas tanto por
exceso como por defecto
33
• Mantener un registro adecuado y fiable de la medicación tomada para poder
reportarla al médico, así como de cualquier efecto adverso o efecto en general
que se haya producido asociada potencialmente a estos medicamentos
• Notificar al médico y al farmacéutico toda la medicación que está tomando en
ese momento
• Asegurar un almacenaje y control adecuado en el domicilio
• Depositar la medicación sobrante en la farmacia para evitar que quede
remanente una vez terminado el tratamiento
• No proporcionar medicación opioide a ningún tercero, familiar o amigo con
intención de aliviar dolor o con cualquier otra intención
Para poder cumplir adecuadamente con lo expuesto en el punto anterior, los pacientes
deben recibir los siguientes recursos:
• Formación y educación sobre el tratamiento que están recibiendo, tanto a nivel
de su eficacia como a nivel de su seguridad y potenciales efectos adversos
• Educación sobre cómo los opioides puede interaccionar con otra medicación que
pueda comprometer su seguridad
• Educación sobre la relevancia de seguir las indicaciones del médico y de sus
consecuencias (tanto en exceso como en defecto)
• Información sobre cómo hacer un registro adecuado de la medicación que toma
y de los efectos que pueda estar percibiendo el paciente durante su tratamiento
• Información sobre cómo realizar un adecuado control y almacenaje en su
domicilio
• Formación sobre las posibles consecuencias de administrar medicación a una
persona ajena
Las responsabilidades del paciente, así como los medios a ofrecerle se resumen en la
figura 9.
!
PACIENTE
Responsabilidades
Notificar al Notificar
Conocer NO dar
médico médico y Almacenaje
Seguir px potenciales cualquier fco toda su SIGRE medicación
efectos seguro a 3º
cambio medicación
Medios a ofrecer:
ü Formación sobre su tratamiento
ü Posibles interacciones
ü Objetivos realistas
ü Relevancia de seguir indicaciones
ü Como registrar adecuadamente las tomas Ø Guía para pacientes
ü Como realizar control y almacenaje Seguro Ø Sistema monitorización digital
ü Donde y a quien notificar eventos o cambios: Sistema accesible rápido
ü Consecuencias de dar medicación a 3ª
ü No banalizar / No alarmar
Figura 9: Responsabilidades del paciente en tratamiento con fármacos opioides y recursos necesarios a
facilitarle. Elaboración en base a tesis doctoral de E.Regueras
En estos documentos existen una serie de carencias que se han intentado suplir en este
trabajo. El documento de 2015 centra la atención en el manejo clínico de los fármacos
haciendo incluso un apartado específico para cada molécula, pero no hablan de las
medidas de salud pública o los necesarios cambios de sistemática y coordinación ni de
programas de formación a prescriptores y dispensadores.
Mención especial merece la guía consenso de 2017, que es el más extenso, donde he
encontrado varios errores de análisis y diagnóstico de la situación en España:
42
Jara C et al. SEOM clinical guideline for treatment of cancer pain (2017). Clin Transl Oncol 2018;20:97–
107.
43
Grupo de trabajo de Opioides. Sociedad Española de Dolor. Decálogo en el manejo de opioides. Última
actualización12 de marzo de 2018. Accedido 10 abril 2021. Disponible en
https://www.sedolor.es/download/decalogo-correcto-manejo-opioides/
44
Grupo de trabajo de Opioides. Sociedad Española de Dolor. Conclusiones de la jornada del Grupo de
Opioides. Madrid 10 de marzo de 2018. Accedido 10 abril 2021. Disponible en:
https://www.sedolor.es/download/conclusiones-la-jornada-del-grupo-opioides-madrid-10-marzo-2018/
45
Guía consenso sobre el buen uso de analgésicos opioides. Gestión de riesgos y beneficios. SEMFyC,
FAECAP, SECPAL. Financiado por el Ministerio de Sanidad. Valencia, Junio de 2017. Accedido el 10 de abril
de 2021. Disponible en:
https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/publicaciones/catalogo/bibliotecaDigital/publicaciones/pdf/
2017_GUIA_Buen_uso_opioides_Socidrigalcohol.pdf
46
Prácticas seguras para el uso de opioides en pacientes con dolor crónico. Informe 2015. Documento de
consenso sobre prácticas para el manejo seguro de opioides en pacientes con dolor crónico. Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Madrid 2015. Accedido el 10 de abril de 2021. Disponible en:
https://www.mscbs.gob.es/gl/biblioPublic/publicaciones.do?metodo=detallePublicacion&publicacion=1
6593
47
Guía consenso sobre el buen uso de analgésicos opioides. Gestión de riesgos y beneficios. SEMFyC,
FAECAP, SECPAL. Financiado por el Ministerio de Sanidad. Valencia, Junio de 2017. Accedido el 10 de abril
de 2021. Disponible en:
https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/publicaciones/catalogo/bibliotecaDigital/publicaciones/pdf/
2017_GUIA_Buen_uso_opioides_Socidrigalcohol.pdf
36
Þ Expone que en las últimas dos décadas se ha pasado de una opiofobia a una opiofilia
y que esto ha impactado sobretodo en el aumento de uso de opioides en el
tratamiento de dolor crónico no oncológico y detalla que entre las causas de este
aumento se encuentra que la sociedad tolera menos el dolor y el sufrimiento, la
mayor sensibilización de los profesionales frente al dolor y la creación de unidades
específicas contra el dolor. Desde el punto de vista ético es más que discutible el
apuntar a la sociedad como culpable al no tolerar el dolor suficientemente ¿cuál es
el nivel adecuado de dolor que debe soportar la sociedad?, culpan también a los
profesionales sanitarios por ser sensibles al dolor ¿cuánta indiferencia debe tener
un médico ante el dolor de un paciente según estos autores? Y por último hablan
también de que las creaciones de las unidades de dolor han sido parte de los
culpables, cuando es más que reconocido que el papel de especialistas en dolor ha
ahorrado gran sufrimiento a los pacientes agudos, crónicos o terminales.
Þ El análisis que realizan de la situación en Estados Unidos es erróneo al tomar los
datos relacionados con opioides totales (prescripción o ilegales) en lugar de los datos
sólo debidos a prescripción, y de hecho hace alusión a opioides como heroína que
quedan fuera del medio sanitario.
Þ Se habla de alcanzar un equilibrio entre el uso de opioides en aquellos pacientes que
lo precisen mientras que consideran que se ha producido una excesiva prescripción
de opioides en pacientes con dolor crónico no oncológico que usan dosis elevadas a
largo plazo. Al mismo tiempo consideran que la carga económica de usar parches de
fentanilo es muy alta y recomiendan el uso de morfina oral, mucho más económica
a pesar de que la vía transdérmica ofrece una farmacocinética y una forma
farmacéutica de menor riesgo.
Respecto al inicio de tratamiento recomiendan una serie de formularios para
determinar el riesgo de adicción como el Opioid Risk Tool (ORT), Screener and Opioid
Assessment for Patients with Pain-revised versión (SOAPP-R), el Pain Assessment
and Documentation Tool (PDAT) o el Current Opioid Misuse Measure (COMM).
Todas estas herramientas provienen de Estados Unidos donde sabemos que la
situación, el sistema sanitario, la forma de prescripción y la dispensación de estos
medicamentos es diferente por lo que cabe la duda de que estas herramientas sean
adecuadas a nuestro entorno y en cualquier caso, antes de implementarse en
37
nuestro país deberían de ser validadas y testadas clínicamente. Mientras esta
validación se realiza, recomendamos utilizar el SOAPP-R o ORT cuando sea preciso
evaluar el riesgo del paciente.
Þ Respecto a la estratificación del riesgo de adicción a analgésicos opioides,
consideramos que es una clasificación demasiado generalista y poco implementable
a nivel de la práctica clínica, en especial en lo referente a aspectos como la
comorbilidad psiquiátrica, la dependencia física del paciente o los antecedentes
familiares o personales de adicción ya que estos grupos de pacientes serían
clasificados como de alto riesgo y recomiendan evitar o limitar el uso de opioides en
estos grupos.
Þ En otro punto del documento hablan de que los trastornos depresivos y de ansiedad
se asocian a mayor intensidad de dolor y “más quejas”. Dado que el dolor es definido
como una sensación subjetiva y desagradable, que no se han conseguido objetivar
hasta el momento, no parece adecuado puntualizar que las personas con estos
trastornos del humor puedan ser discriminados o que su dolor tenga que ser menos
creíble. De hecho, el documento habla de dolor emocional48 y de dolor psicogénico
o funcional49, términos que nos parecen difícilmente objetivables o diagnosticables.
Lo que sí es objetivable es que los pacientes con determinada medicación
concomitante (como benzodiacepinas) deben de ser monitorizados de forma muy
estrecha, no tanto por su patología sino por la interacción de estos con los opioides,
punto que sí queda adecuadamente reflejado en el documento.
Þ Respecto a la definición de uso indebido y conductas aberrantes, no se realiza en el
documento ninguna distinción de las posibles situaciones clínicas por lo que agrupa
en un mismo término a situaciones muy distintas en su causa y en las medidas de
corrección que se precisan. De hecho, en el término “uso indebido” agrupan tanto
la incorrecta comprensión de las pautas, como la automedicación o el uso de
medicamentos prescritos a terceras personas. Como consecuencia de lo anterior,
48
Definición de Dolor emocional según Guía consenso 2017. Término que hace referencia al com- ponente
psicológico del dolor (sufrimiento y emoción).
49
Definición de Dolor psicógeno o funcional según guía consenso 2017. Dolor que no es causado por una
estimulación nociceptiva ni por una alteración neuronal, sino que tiene una causa psíquica o está pro-
ducido por la intensificación psicógena de un dolor or- gánico. El problema central es la amplificación y la
dis- torsión que ocasiona este estado psicológico.
38
realizan una definición de abuso que es incorrecta a nuestro modo de ver, ya que
incluye el uso intencional no médico para lograr efecto físico o emocional. Nosotros
hemos diferenciado de forma más exhaustiva las posibles situaciones clínicas (figura
10) ya que el abordaje de cada una de ellas necesita poner en marcha medidas y
actividades diferentes. Según nuestra clasificación, un paciente que está realizando
un abuso de su propia prescripción es diferente de la persona (no paciente) que está
usando una medicación o receta que no es suya, en este caso hablamos de adicción.
Es evidente, que ambas situaciones tienen causas diferentes, en el primer caso
puede tratarse de un paciente que está tomando el opioide con más frecuencia de
la prescrita ¿puede ser que esté con dosis demasiado bajas y no tenga bien
controlado el dolor? En el segundo caso no existe una prescripción, ni un paciente
ni un médico que estén controlado ese consumo. El no diferenciar adecuadamente
estas situaciones fue también un grave error en el abordaje de la epidemia en
Estados Unidos y vemos que este error se repite en la mencionada guía consenso de
2017 donde hablan de pseudoadicción para referirse al paciente que busca opioides
con fines analgésicos, un término anticuado (de 1989) y que no resulta de ninguna
utilidad clínica y puede resultar confuso.
Þ Por último, mencionar que las estrategias preventivas que plantea el documento se
centran en las autoridades sanitarias y en los pacientes, pero no implican a los
médicos prescriptores ni a la dispensación, además, se centran en campañas de
formación, control de prescripción, grupos de trabajo o fomentar la investigación en
analgésicos no opioides, pero sin definir de forma concreta el cómo, cuándo y quien
debe realizar tales tareas.
39
Buen-uso médico: Tolerancia-
Dependencia
Prescrito correctamente
No prescrito correctamente
Uso, mal-uso, abuso de
Propio paciente
opioides
Figura 10: Clasificación de posibles situaciones asociadas al uso de opioides. Importancia de diferenciar: buen-
uso, mal-uso, abuso y uso no-médico. Fuente: tesis doctoral de E. Regueras.
50
Zenz M, Willweber-Strumpf A. Opiophobia and cancer pain in Europe. Lancet, 1993; 341(8852): 1075-
6.
51
Campbell JN. Presidential address. Pain Forum. APS. 1996; 1(5)(85-8).
52
TJC The Joint Commission. Joint Commission. [Online].; 2018 [cited 2019 Febrero. Available from:
https://www.jointcommission.org/facts_about_joint_commission_accreditation_standards_for_health_
care_organizations_pain_assessment_and_management/.
53
World Health Organization. Cancer pain relief. [Online].; 1986 [cited 2019 Enero. Available from:
http://www.who.int/iris/handle/10665/43944.
40
Como consecuencia de un deficiente de diagnóstico y cuantificación del problema, las
medidas implementadas por los Estados Unidos ante la epidemia de opioides fueron,
generalmente, dirigidas a las consecuencias en lugar de las causas.
Análisis erróneo de
la situación
Implementación
Medidas
tardía del
dirigidas a
sistema control
consecuencias
dispensación
no las causas
PDMP
Figura 11: principales errores cometidos en Estados Unidos ante la epidemia de opioides. Tesis doctoral de E. Regueras
De estos 3 errores fundamentales se han derivado el resto de errores que han hecho
que la epidemia de opioides en Estados Unidos haya tardado muchos años en ser
controlada y han generado, además, una corriente de opiofobia que podría haberse
evitado. De hecho, este trabajo parece indicar que algunos pacientes elegibles para un
tratamiento legítimo con opioides, han sido expulsados del sistema y obligados a buscar
un alivio del dolor en fuentes ilegales.
41
Medición
Control
Homogeneidad
dispensación
Guías
Coordinación
tratamiento y
multidisciplinar
seguimiento
Figura 12: Claves a implementar para evitar una situación de epidemia en España. Tesis doctoral de E. Regueras
Pasamos a comentar estos ejes, que deberían ser los que se apliquen en España o en
cualquier otro país antes incluso de que se presente la epidemia:
42
Þ Parámetros de elegibilidad al tratamiento opioide a nivel clínico, de
comorbilidades y a nivel psico-social.
Þ Indicación terapéutica
Þ Medicación concomitante
Þ Visitas de seguimiento realizadas por el médico
Þ Parámetros de abuso = ha tomado el medicamento de forma diferente a la
prescrita, es decir con más dosis, más tiempo o con más frecuencia.
43
Þ Análisis científico sobre la fisiopatología del dolor y diferencias, si existen,
entre dolor oncológico y no oncológico
Þ Guías de control y seguimiento del paciente en tratamiento con opioides, si
es posible generando un cuestionario validado que permita hacer
seguimiento remoto del paciente
Þ Guías de inicio y paciente elegible: cuestionario con criterios validados para
elegibilidad donde se incorporen los aspectos clínicos y psicosociales del
paciente, no con el objetivo de excluir a un paciente de alto riesgo, sino con
el objetivo de poner en marcha mecanismos de seguimiento más estrictos y
frecuentes.
Þ Guías de actuación ante un paciente con signos de abuso: cómo realizar la
retirada del medicamento de forma segura y progresiva, cómo y donde
realizar el tratamiento de deshabituación
Þ Guías para la rotación segura de opioides: en qué situaciones clínicas se
deber realizar, cómo hacer la conversión de dosis, como poner en marcha
mecanismos de control durante el proceso.
44
Þ Disponer de foros de coordinación y comunicación donde generar
documentos y guías consensuadas entre todas las áreas sanitarias de forma
que los criterios y medidas sean homogéneas.
Þ Ofrecer recursos digitales que permitan la coordinación fácil, inmediata de
los médicos, farmacéuticos que estén actuando sobre un mismo paciente.
Þ Establecer un sistema de consulta rápida entre los especialistas en dolor y
cualquier sanitario que precise ayuda ante un caso complejo, evitando la
necesidad de derivar al paciente y formando al prescriptor ante las dudas
que le puedan surgir.
45
9. Conclusiones
46
• Debe educarse al paciente para asegurar su vigilancia activa de síntomas o
eventos adversos, así como para conseguir una adecuada monitorización,
cumplimentación y control de la medicación.
• Las presentes guías presentan también las responsabilidades de médicos,
farmacéuticos y pacientes, así como los recursos que estos necesitan para
cumplir con ellas.
• Las autoridades sanitarias tienen la responsabilidad de proveer de estos recursos
y de asegurar que todos los pacientes tengan acceso al tratamiento opioide si así
lo determina el médico responsable de su tratamiento.
• El tratamiento con fármacos opioides no debe negarse a ningún paciente que
sufra dolor, incluyendo a pacientes con historia de abuso de sustancias o
pacientes con patología psicológica o psiquiátrica. Estos pacientes tienen
derecho al control del dolor, aunque supongan un reto más complejo para el
sistema.
• El objetivo de alcanzar un buen uso médico de los fármacos opioides para
controlar de forma óptima del dolor de los pacientes se debe conseguir
implementando nuevas medidas y recursos, nunca a limitando el acceso o el uso
de estos fármacos.
• Las medidas a implementar en los próximos años pasan por aumentar los
mecanismos de medición de prevalencia e incidencia, mejorar los sistemas de
control de dispensación homogéneos y conectados electrónicamente,
desarrollar de forma más exhaustiva guías como las que se presentan en este
documento, favoreciendo la coordinación multi-nivel y multi-disciplinar dentro
del sistema sanitario y actuando de forma homogénea en todos los niveles
asistenciales y regulatorios.
47