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EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES Págs.

121-132
El proceso de nacimiento, vigencia y extinción de las obligaciones tributarias, tanto
sustantivas como formales. Se destaca que las obligaciones, como fenómenos
jurídicos, no pueden permanecer estáticas y deben seguir un curso definido en la
esfera jurídica de los particulares. Se establece el principio general de la extinción
de las obligaciones, que ocurre una vez que se ha cumplido la conducta debida,
ya sea dar, hacer, no hacer o tolerar. En el caso de las obligaciones formales, su
extinción se produce al realizar la conducta señalada por la norma como
consecuencia de cumplir con la hipótesis establecida. Se mencionan ejemplos
como la presentación de declaraciones, la comprobación de hechos o la
aceptación de inspecciones.
El pago
Se abarca diversos aspectos relacionados con el pago de obligaciones fiscales.
Se destaca que el simple entero del dinero o bienes adeudados no siempre
cumple completamente con la obligación fiscal, ya que existen diversas formas de
pago con efectos jurídicos y económicos distintos en el ámbito del Derecho Fiscal.
Se menciona que el Código Fiscal de la Federación no especifica actualmente la
posibilidad de efectuar pagos en especie, pero las leyes impositivas pueden
permitirlo. Se exploran diferentes formas de pago, como liso y llano, en garantía,
bajo protesta, provisional, definitivo, de anticipos, extemporáneo, entre otros.
Se destaca la importancia del concepto de exigibilidad de la obligación fiscal, que
permite hacerla efectiva incluso contra la voluntad del obligado si no se ha cubierto
el crédito dentro del plazo establecido por la ley. Se mencionan los procedimientos
administrativos de ejecución para el cobro de créditos no pagados o garantizados
a tiempo.
El artículo 6º del Código Fiscal establece plazos y formas de pago, indicando que
las contribuciones deben realizarse en la fecha o plazo establecido, ya sea
mediante declaración o en moneda nacional. Se detallan plazos específicos para
diferentes situaciones, como periodos establecidos en la ley, retenciones o
recaudaciones.
El texto también aborda la aplicación de pagos a los créditos más antiguos, así
como el orden de aplicación a los accesorios, como gastos de ejecución, recargos,
multas e indemnizaciones por devolución de cheques sin fondos.
Se discute la posibilidad de realizar pagos fuera del plazo establecido, ya sea con
autorización expresa de la autoridad fiscal para diferirlos o fraccionarlos, con la
generación de recargos sobre saldos insolutos. Se menciona la posibilidad de
prorrogar la fecha de pago de la obligación fiscal con autorización de la autoridad
fiscal, estableciendo condiciones y garantías.
La compensación
El concepto y los requisitos de la compensación en el ámbito tributario según el
Código Fiscal de la Federación. Se destaca que la compensación es un medio por
el cual dos sujetos, que son recíprocamente deudores y acreedores, extinguen sus
obligaciones hasta el límite del adeudo inferior. El principio básico es liquidar dos
adeudos que se neutralizan directamente.
Los supuestos para realizar la compensación en materia tributaria son que la
obligación de pago se realice mediante la presentación de una declaración y que
el crédito en favor del particular y el pago que se va a realizar deriven de
impuestos federales. Estos supuestos facilitan la identificación de los créditos y
responden a las necesidades de la autoridad en la administración de las
contribuciones.
Se menciona que la naturaleza del crédito fiscal, ya sea a favor o en contra del
fisco, está sujeta al principio de igualdad, lo que justifica la posibilidad de la
compensación cuando ambos son líquidos y exigibles. Se enfatiza que limitar la
compensación sería un trámite ocioso e injusto.
Se explica que la Secretaría de Hacienda ha emitido formatos especiales para
realizar el procedimiento de compensación, evitando confusiones o deficiencias de
datos. Se destaca que la compensación también puede realizarse de oficio incluso
cuando el crédito a cargo del particular ha quedado firme.
Se introduce un aspecto nuevo en la compensación relacionado con la utilización
de estímulos fiscales a los que tienen derecho los contribuyentes. El artículo 25
del Código Fiscal establece la posibilidad de pagar mediante el acreditamiento de
estímulos fiscales, constituyendo un tipo de compensación de un crédito a cargo
del contribuyente contra un crédito a su favor derivado de un estímulo fiscal. Este
acreditamiento está sujeto a formalidades, como la obligación de comunicarlo a las
autoridades administradoras de los estímulos y presentar documentos específicos.
Prescripción y caducidad
Se explora las figuras de la caducidad y la prescripción en el ámbito fiscal,
destacando sus diferencias. La caducidad se refiere a la pérdida de facultades de
las autoridades fiscales para comprobar el cumplimiento de las disposiciones
fiscales, determinar créditos fiscales e imponer sanciones. El plazo de caducidad
es de cinco años a partir de la fecha del supuesto de la obligación o la infracción,
con excepciones para casos específicos.
La prescripción, por otro lado, es la extinción del crédito fiscal por el transcurso del
tiempo. En el contexto fiscal, se refiere específicamente a la extinción de la
obligación de pagar tributos o contribuciones, o de devolver cantidades pagadas
indebidamente. El plazo de prescripción es de cinco años a partir de la fecha en
que el pago pudo ser legalmente exigido, requiriendo una resolución firme y
debidamente notificada que determine un crédito fiscal a cargo del contribuyente.
Se destaca que la prescripción y la caducidad, a pesar de sus similitudes, son
distintas. Mientras que la prescripción se enfoca en la extinción del crédito fiscal, la
caducidad se centra en la pérdida de facultades de la autoridad para determinar el
crédito. Además, se menciona la necesidad de una gestión de cobro o cualquier
acto de reconocimiento del adeudo para interrumpir el plazo de prescripción.
El texto cita la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación para clarificar la diferencia entre caducidad y prescripción. Se
enfatiza que la prescripción inicia a partir de la fecha en que el pago del crédito
pudo ser legalmente exigido, siendo necesario que exista una resolución firme y
notificada que determine el crédito fiscal a cargo del contribuyente. Además, se
subraya que la prescripción no comienza con la no presentación de la declaración,
ya que, en ese caso, lo que opera es la caducidad de las facultades de la
autoridad para determinar el crédito y la multa correspondiente.
La condonación
Se aborda la figura de la condonación como una forma de extinguir obligaciones
fiscales mediante el perdón o remisión de la deuda. Se destaca que esta
institución se basa en la autonomía de la voluntad y el respeto a los derechos
individuales, siempre y cuando no lesionen otros intereses protegidos por el
derecho.
Se reconoce que la condonación está sujeta a una regulación especial en el
ámbito del Derecho Fiscal, considerando el interés público y los derechos y
obligaciones que regula. Se menciona que, a pesar de la aplicación del principio
"Dura lex sed lex", la ley puede contemplar excepciones para atemperar los
efectos de las disposiciones legales en situaciones concretas, siempre que estén
expresamente previstas por ley.
El Código Fiscal de la Federación establece un régimen diferente para la
condonación de créditos derivados de la obligación principal y de multas por
infracción a las disposiciones fiscales. En el caso de las contribuciones y sus
accesorios, la condonación puede ser total o parcial y debe ser de carácter
general, referida a alguna región, rama de actividad, producción o venta de
productos, o actividad específica. Sin embargo, se señala que en algunos casos
se ha hecho un uso irracional de esta facultad, extendiéndola a contribuyentes
incumplidos.
La condonación de multas tiene un contenido, procedimiento y tratamiento
diferente, y se establece en el Código Fiscal que la Secretaría de Hacienda puede
condonar multas examinando cada caso individualmente, de manera discrecional.
Se destaca que las resoluciones de condonación no pueden ser impugnadas, ya
que se emiten con base en una facultad discrecional y, por lo tanto, es potestativo
concederla. Se subraya la importancia de que la multa haya quedado firme y que
ningún acto conexo a ella esté en proceso de impugnación para que proceda la
condonación.

La cancelación
El concepto de cancelación en materia tributaria no implica la extinción del crédito
fiscal, ya que, según las disposiciones fiscales, la cancelación en las cuentas
públicas es una operación contable y no implica la extinción del crédito en sí. La
autoridad fiscal puede exigir el pago en cualquier momento, siempre y cuando no
haya operado la prescripción. La cancelación se considera más bien como un
paso hacia la extinción del crédito por prescripción, ya que no se considera un
elemento de suspensión o interrupción del término de prescripción.
El artículo 146-A establece que la cancelación procede por incosteabilidad en el
cobro o por insolvencia del deudor, siendo estos los únicos casos en que se
contempla esta figura. Sin embargo, la Ley de Ingresos de la Federación para el
Ejercicio Fiscal 2006 autoriza a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para
cancelar los créditos por imposibilidad práctica de cobro. Se considera que esta
condición se da cuando los deudores no tienen bienes embargables, el deudor ha
fallecido o desaparecido sin dejar bienes a su nombre, o cuando por sentencia
firme ha sido declarado en quiebra por falta de activo.
Amnistía fiscal
La administración actual busca aumentar la recaudación y promueve una
"amnistía fiscal" mediante reformas fiscales. Publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 31 de diciembre de 2000, el decreto establece disposiciones
transitorias en el Código Fiscal de la Federación, definiendo modalidades para la
"amnistía fiscal". Si se cometen irregularidades, las autoridades fiscales pueden
determinar contribuciones omitidas, incluso de ejercicios anteriores, excepto si
inician facultades de comprobación después del 31 de marzo de 2005. La amnistía
implica que las autoridades no pueden determinar créditos fiscales para ejercicios
previos al 2000, a menos que ya hayan determinado créditos para ejercicios
posteriores. Se destaca la importancia de llevar un control estricto de la
contabilidad desde el 2000 para limitar las facultades de comprobación de las
autoridades fiscales sobre ejercicios anteriores. Sin embargo, hay excepciones si
el contribuyente incurre en ciertas irregularidades, lo que permite a las autoridades
revisar ejercicios anteriores.
LA EXENCIÓN TRIBUTARIA
La exención tributaria es un mecanismo legal que libera a una persona de la
obligación de pagar ciertas contribuciones, establecido como un privilegio por
razones de equidad o conveniencia. Sus características incluyen la eliminación de
la obligación de pago, su establecimiento por ley y la concesión por motivos de
equidad o conveniencia. El objetivo principal es suprimir las obligaciones de pago,
centrado en la obligación sustantiva. El principio de aplicación estricta de las
normas tributarias, según el artículo 5º del Código Fiscal de la Federación,
requiere una regulación precisa de las exenciones.
Se pueden clasificar las exenciones de diversas maneras en la doctrina, y algunos
tipos significativos incluyen:
1. Objetivas y subjetivas: según se refieran a los hechos o situaciones
jurídicas comprendidas en el hecho imponible o a los sujetos de la
obligación.
2. Permanentes y temporales: en función de si se establecen por un tiempo
determinado o sin limitación.
3. Totales o parciales: de acuerdo con la liberación que se haga de la
obligación.
4. Absolutas y relativas: según se apliquen a todas las obligaciones o solo a
las sustantivas.
No sujeción y no causación
La exención tributaria debe diferenciarse de otras figuras como la no causación,
no sujeción y condonación. En la no causación, no se genera el pago de la
contribución porque no se realiza el hecho imponible, ya que la situación o hecho
en cuestión no está contemplado en los supuestos del presupuesto normativo, por
lo que no hay obligación tributaria que eximir.
En la no sujeción, el hecho generador sí ocurre, pero la ley excluye a ciertos
sujetos del cumplimiento de la obligación. Aunque se realiza la situación jurídica o
de hecho prevista en el hecho imponible, la obligación no nace para esos sujetos
al no quedar sujetos a la disposición legal. No se trata de una liberación de
obligaciones, ya que estas deben nacer previamente, lo cual no sucede en este
caso debido a la exclusión de ciertos sujetos del ámbito de aplicación de la norma.
La no causación se refiere a la no generación del pago al no realizarse el hecho
imponible, la no sujeción implica que, aunque se realice el hecho imponible,
ciertos sujetos quedan excluidos de la obligación, y la exención se caracteriza
porque el hecho imponible se realiza, la obligación nace, pero no se hace exigible
porque, por disposición de la ley, el sujeto queda liberado del cumplimiento de la
obligación.

La condonación
La exención y la condonación, aunque similares, presentan diferencias clave. La
exención ocurre de manera inmediata tras la realización del hecho generador de
las contribuciones. Por disposición legal, el crédito fiscal no se cuantifica, ya que la
liberación de la obligación impide continuar con el procedimiento de
determinación. En cambio, la condonación implica la determinación del crédito
fiscal y la especificación del monto que se remite o perdona. En términos estrictos,
la exención se relaciona con las obligaciones sustantivas sin llegar a referirse al
crédito, mientras que la condonación involucra una deuda cuantificada
denominada crédito fiscal.
Constitucionalidad
En el pasado, la interpretación del artículo 28 constitucional sobre la prohibición de
exenciones de impuestos en México fue objeto de debate. La prohibición
inicialmente se entendió como absoluta, pero con el tiempo, la interpretación
evolucionó hacia la idea de que solo aplicaba a exenciones particulares. La Ley
Orgánica del artículo 28 Constitucional en materia de Monopolios, promulgada en
1934, estableció criterios restrictivos para considerar una exención de impuestos.
Esta interpretación se mantuvo hasta las reformas de 1982, cuando se permitió al
legislador ordinario determinar qué exenciones quedaban prohibidas. El texto
actual del artículo 28 constitucional prohíbe monopolios, prácticas monopólicas,
estancos y exenciones de impuestos según las leyes. El Código Fiscal regula la
exención, pero a veces de manera confusa. Se sugiere que el legislador debe
estructurar claramente el hecho imponible y precisar las exclusiones para evitar
confusiones entre exención, no sujeción y no causación. Se destaca la inmunidad
diplomática como un caso claro de no sujeción, donde los bienes y personas de un
gobierno extranjero operan con extraterritorialidad y no pueden ser gravados.
Los estímulos fiscales
En la historia tributaria de México, la concepción tradicional consideraba que el
propósito principal de la tributación era obtener ingresos para cubrir los gastos
públicos, según los artículos 31, fracción IV, 73, fracción VII, y 74, fracción IV, de la
Constitución Federal. En el siglo XIX, los ingresos tributarios, especialmente los
aduanales, fueron la principal fuente de ingresos para el país.
Con el tiempo, la política tributaria evolucionó hacia otros objetivos, como la
redistribución del ingreso y el fomento de actividades o regiones específicas,
dando lugar a los llamados fines extrafiscales de la tributación. Se destaca la
modificación del artículo 131 constitucional en 1951, que permitió la regulación del
comercio exterior y otros propósitos beneficiosos para el país.
En las décadas posteriores, se promulgaron diversas leyes, como la Ley de
Protección y Control Industrial en 1934, la Ley de Industrias de Transformación en
1941, y leyes de fomento de industrias en años sucesivos. Estas leyes otorgaban
exenciones y subsidios para estimular el desarrollo de diversas actividades
industriales.
A partir de 1971, se implementaron acuerdos y decretos presidenciales que, en
lugar de utilizar exenciones, crearon instrumentos de crédito, como los certificados
de devolución de impuestos (CEDIS) y certificados de promoción fiscal
(CEPROFIS). Estos documentos permitían a los contribuyentes acreditar créditos
fiscales contra cualquier impuesto federal a su cargo, salvo aquellos destinados a
un fin específico. Estos mecanismos tenían como condición que el contribuyente
demostrara ciertos resultados que coadyuvaran a los propósitos del gobierno para
el bien común.
En diciembre de 1982, se reformó el artículo 28 constitucional para establecer la
posibilidad de exenciones en términos de leyes secundarias y el otorgamiento de
subsidios para actividades prioritarias, siempre que fueran generales, temporales y
no afectaran sustancialmente las finanzas de la Nación.
Además, se introdujeron "estímulos interconstruidos" en cada ley de impuestos,
como la depreciación acelerada y reducciones especiales en la Ley del Impuesto
Sobre la Renta, que permiten a los contribuyentes aprovechar beneficios
específicos según los supuestos establecidos en la ley.

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