Resumen EASI
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Resumen EASI
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Una revolución tecnológica no es simplemente un conjunto de nuevas técnicas, ni de nuevos productos y
procesos, por muy poderosos e impresionantes que parezcan. Se trata de una creciente constelación de
innovaciones interdependientes en lo técnico, lo organizativo, lo gerencial y lo social. Cada nueva
revolución y cada transición entre un paradigma y otro, abre “ventanas de oportunidad”, nichos con bajos
costos de entrada para los países de menor desarrollo. Sin embargo, el acceso a estas oportunidades solo
es posible si los países alcanzan un umbral mínimo de inversiones y capacidades.
Carlota identifica cinco revoluciones teconológicas: Revolución Industrial en Gran Bretaña; era del vapor y
ferrocarriles; acero, electricidad y la ingeniería; petróleo, automóviles y producción en masas; era de la
información y las telecomunicaciones.
Los desafíos de la sociedad del conocimiento.
Acumulación y destrucción creativa.
Por su magnitud, el tránsito a la sociedad de la información es un proceso global que abarca todos los
aspectos de la sociedad, y que modifica la forma de consumir, de producir, de trabajar y de interactuar.
Esto implica que la implementación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) no es
un problema meramente tecnológico: se trata, por el contrario del desarrollo de nuevas capacidades,
habilidades, destrezas y formas organizativas, lo que demanda, desde luego, esfuerzos deliberados para
ponerlas en práctica.
En términos del proceso capitalista, cada nuevo paradigma implica la desaparición de bienes y servicios y
la aparición de otros a partir de un proceso de mutación industrial que revoluciona toda la estructura de la
sociedad: nuevos tipos de empresas, nuevos mercados, nuevos trabajadores. En términos de Schumpeter
(1912), un proceso de destrucción creativa.
El avance de las TIC como de otras nuevas tecnologías transversales ha puesto de manifiesto dos
dimensiones de la cuestión:
La primera es que, efectivamente, el proceso de destrucción creativa permite el desarrollo de nuevos
productos y procesos y el crecimiento de las naciones: mayores niveles de productividad e ingresos,
inserción en mercados dinámicos, mejora en el acceso, calidad y cantidad de los bienes y servicios.
La segunda también acentúa las diferencias inter e intranacionales pero en la medida en que no
siempre el “mecanismo compensador” que sigue a la “destrucción” es suficiente para sostener variables
claves como el empleo y la distribución del ingreso. En otros términos, la fase destructora del ciclo puede
darse en un país o región y la fase compensadora en otro.
Lo que pone de manifiesto el avance de las TIC es el desafío de avanzar en un nuevo paradigma –el
digital– a partir de un esquema de mejora en los productos y procesos y la generación de encadenamientos
al interior de la estructura, de manera que el proceso de destrucción planteado por Schumpeter encuentre
un proceso de creación y acumulación proporcionalmente más extendido.
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científico y técnico ha impactado de forma notable en la velocidad de generación y comunicación de
nuevos conocimientos. Se trata de incorporar las nuevas herramientas a la dinámica de generación y
circulación de conocimiento.
Desde la óptica de los individuos, el incremento tanto de la información como de su capacidad de
procesarla lo convierte en un ciudadano más informado y consciente de su entorno y en un consumidor
que combina los gustos y preferencias de un mundo globalizado con las características de una ubicación
geográfica particular.
Para los gobernantes implica múltiples desafíos. En primer lugar las nuevas tecnologías tienen la
potencialidad de mejorar su eficiencia y eficacia, lo que combinado con ciudadanos más informados,
determina fuertes demandas por la mejora en la dinámica del sector público. En segundo lugar, porque así
como las tecnologías abren nuevas oportunidades, también constituyen nuevos elementos de exclusión y
desigualdad, lo que implica que se requieren políticas públicas capaces de incentivar, acompañar y
direccionar el cambio tecnológico.
Las nuevas tecnologías de información y comunicación.
Las TIC como una nueva tecnología.
Las tecnologías de información y comunicación (TIC) son el conjunto de herramientas que dan soporte a la
creación, almacenamiento y difusión de conocimiento. El conocimiento constituye el eje del nuevo
paradigma. Las TIC son la tecnología central de la sociedad de la información y su desarrollo es causa y
consecuencia del progreso tecnológico de la nueva sociedad.
Las TIC son herramientas a través de las cuales es posible trasmitir datos, convertirlos en información y
luego en conocimiento. Las TIC no generan nuevo conocimiento sino que almacenan información. Para que
los datos se transformen en información, y la información en conocimiento, se precisa de la interacción con
el ser humano, es decir, inteligencia.
La información surge de la combinación de datos y el conocimiento de su interpretación y análisis.
Las TIC son herramientas que permiten que la información se difunda, se almacene, y lo más importante,
se incremente. Por lo tanto una característica clave de las TIC es su bidireccionalidad.
Como herramientas de comunicación, las nuevas tecnologías constituyen herramientas de conectividad,
acortan distancias y reducen tiempos. Las nuevas tecnologías han permitido incrementar
exponencialmente el procesamiento de datos y el nivel de información al que puede acceder una persona.
Las TIC se conforman a partir de cuatro elementos: infraestructura, lenguaje, estructura y contenido:
La infraestructura es el soporte físico de la tecnología, usualmente denominado hardware, asociado
al almacenamiento y transmisión de información.
El lenguaje, e incluye tanto la forma en que se codifica la información (el idioma) como el conjunto
de símbolos que permiten la programación y gestión de las herramientas informáticas (software).
La estructura es la arquitectura de comunicación entre el hardware, incluyendo los mecanismos de
gestión y coordinación de la información que se almacena y trasmite.
Finalmente, el contenido es la información propiamente dicha.
El uso de las TIC es más que una cuestión tecnológica. Se trata de un proceso multidimensional y
sistémico, fuertemente dependiente del grado de competencias presentes en una sociedad. Se requiere de
la infraestructura específica. Si existe la infraestructura de telecomunicaciones en un sentido amplio la
comprensión de la información disponible, incluso la selección de información relevante, requiere de un
nivel mínimo de capacidades para buscarla, identificarla y procesarla. Por otro lado las TIC como
herramientas de procesamiento, almacenamiento y comunicación requieren de la existencia de
aplicaciones útiles y para ello, de un sector productor de TIC capaz de dar respuesta a las necesidades de
los usuarios. En una sociedad determinada, tanto la infraestructura de telecomunicaciones como el sector
productor de software y servicios informáticos determinan el uso potencial de las nuevas tecnologías.
Finalmente, se requiere de esfuerzos explícitos en pos del uso. Esto implica tanto el despliegue de
inversiones en infraestructura como de la creación de capacidades y la difusión de conocimiento.
El grado de penetración de la sociedad de la información en un entorno determinado estará dado por la
articulación entre la producción y el uso de TIC.
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Finalmente el desarrollo de capacidades y la realización de esfuerzos explícitos en el desarrollo e
implementación de TIC son espacios donde la interacción entre productores y usuarios genera sinergias
que maximizan el impacto de las inversiones realizadas.
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Los enfoques que postulan los “efectos sociales” de la tecnología pierden de vista que los cam bios
sociales tienen lugar dentro de un “enfoque dinámico que recupera a la sociedad como condicionante y
sustento de las transformaciones” (Albornoz)
Las metrópolis aparecen como el marco indicado para los procesos de innovación, dado que en ellas se
concentran los recursos necesarios. La proximidad espacial es una condición necesaria.
Como afirma Castells, la economía global se constituyó políticamente: las políticas de desregulación,
privatización y liberalización asumidas por gobiernos y entes internacionales fueron determinantes para
que la reestructuración y las nuevas tecnologías tuvieran el impacto que tuvieron. La interacción de
tecnología y sociedad “depende de la relación estocástica existente entre un número excesivo de variables
casi independientes”.
¿Por qué la sociedad red implica un cambio de paradigma? Principalmente, porque sus alcances
trascienden ampliamente sus áreas primarias de aplicación. Se trata de una nueva forma de concebir el
mundo.
La red es la organización menos estructurada de la que pueda decirse que tiene una estructura. De hecho
una pluralidad de componentes verdaderamente divergentes solo pueden guardar coherencia en una red.
El valor hoy en día está puesto en el conociemiento, la comunicación, el manejo de herramientas, los
servicios, la adaptabilidad.
Castells señala cinco características del paradigma de la tecnología de la información: la información es su
materia prima; los efectos de las nuevas tecnologías tienen una gran penetración; todo sistema o red tiene
una lógica de interconexión; la flexibilidad es un rasgo decisivo; y las tecnologías tienden a converger en un
sistema altamente integrado. La primera señala una diferencia cualitativa respecto a otros paradigmas: la
información siempre fue necesaria para actuar sobre la tecnología, pero hoy es la información la que
trabaja sobre sí misma. La segunda es un desprendimiento lógico de la primera: dado que la información
está presente en toda actividad humana, los alcances de las TIC tienden a cubrir todas las actividades. La
tercera permite que la red crezca exponencialmente al estructurar lo no estructurado; La cuarta indica que
cualquier configuración está preparada para ser reconfigurada de acuerdo con la necesidad de cambiar
constantemente y tener un funcionamiento fluido. La quinta hace referencia a la capacidad de integrar o
absorber funciones que anteriormente realizaban distintas tecnologías, incompatibles entre sí.
Respecto a la flexibilidad, Richard Sennett afirma que esta consiste básicamente en tres imperativos:
“reinvención discontinua de las instituciones, especialización flexible de la producción y concentración sin
centralización del poder”. El imperativo de especialización flexible de la producción es un signo del sistema
de producción posfordista: la capacidad de reconfiguración es clave en un mercado caracterizado por la
volatilidad y diversificación de la demanda. El tercer imperativo está vinculado con la desaparición de la
estructura piramidal que regía en las organizaciones, y con la aparición de un poder que se ejerce sin una
autoridad visible, porque el poder se manifiesta en lo que Castells denomina como “el espacio de los
flujos”.
La convergencia es posible gracias a la digitalización. Es decir, la producción, la circulación y el consumo
de productos culturales se potencian enormemente al converger en un sistema integrado.
Tecnología y sociedad interaccionan de manera compleja y, en cierta medida, de forma indeterminada.
Los desarrollos tecnológicos se potencian al producirse en un entorno abierto a la innovación, flexible y
colaborativo.
La nueva economía resultante transforma algunas nociones, tales como las de distribución, producción y
consumo, incluso tiende a desdibujar sus límites. También se desdibujan los límites entre tiempo laboral y
tiempo libre, esfera pública y esfera privada, el hogar y el trabajo.
Por sí misma la tecnología plasma la capacidad de las sociedades para transformarse, así como los usos a
los que esas sociedades, siempre en un proceso conflictivo, deciden dedicar su potencial tecnológico.
(castells)
Modos de desarrollo y de producción. Castells.
Las sociedades están organizadas en torno a proceso humanos estructurados por relaciones de
producción, experiencia y poder determinadas históricamente. La producción es la acción de la humanidad
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sobre la materia (naturaleza) para apropiársela y transformarla en su beneficio mediante la obtención de
un producto, el consumo (desigual) de parte de él y la acumulación del excedente para la inversión, según
una variedad de metas determinadas por la sociedad.
La comunicación simbólica entre los humanos, y la relación entre éstos y la naturaleza, basándose en la
producción, la experiencia y el poder, genera culturas e identidades colectivas.
La relación entre trabajo y materia en el proceso de trabajo supone el uso de los medios de producción
para actuar sobre la materia basándose en la energía, el conocimiento y la información. La tecnología es la
forma específica de tal relación.
Las estructuras sociales interactúan con los procesos de producción mediante la determinación de las
reglas para la apropiación, distribución y usos del excedente. Estas reglas constituyen modos de producción
y estos modos definen las relaciones sociales de producción.
Modos de producción. En el capitalismo, la separación entre productores y sus medios de producción, la
conversión del trabajo en un bien y la propiedad privada de los medios de producción como base del
control del capital (excedente convertido en un bien) determinan el principio básico de la apropiación y
distribución del excedente por los capitalistas. En el estatismo, el control del excedente es externo a la
esfera económica: se encuentra en las manos de quienes ostentan el poder en el Estado, llamémosles
apparatchiki o ling-dao. El capitalismo se orienta hacia la maximización del beneficio, es decir, hacia el
aumento de la cantidad de excedente apropiado por el capital en virtud del control privado de los medios
de producción y circulación. El estatismo se orienta a la maximización del poder, es decir, hacia el aumento
de la capacidad militar e ideológica del aparato político para imponer sus metas a un nro mayor de sujetos
y a niveles más profundos de su conciencia.
Los modos de desarrollo (industrialismo e informacionalismo) son los dispositivos tecnológicos mediante
los cuales el trabajo actúa sobre la materia para generar el producto determinado en definitiva, la cuantía y
la calidad del excedente. Cada modo de desarrollo se define por el elemento que es fundamental para
fomentar la productividad en el proceso de producción. Sin duda, el conocimiento y la información son
elementos decisivos en todos los modos de desarrollo, ya que el proceso de producción siempre se basa
sobre cierto grado de conocimiento y en el procesamiento de la información.
Aunque la tecnología y las relaciones de producción técnicas se organizan en paradigmas originados en las
esferas dominantes de la sociedad, se difunden por todo el conjunto de las relaciones y estructuras sociales
y, de este modo, penetran en el poder y la experiencias, y los modifican. Así pues, los modos de desarrollo
conforman todo el ámbito de la conducta social, incluida por supuesto la comunicación simbólica. Debido a
que el informacionalismo se basa en la tecnología del conocimiento y la información, en el modo de
desarrollo informacional existe una conexión especialmente estrecha entre cultura y fuerzas productivas,
entre espíritu y materia.
Las TIC en el hogar
Cambios domésticos, contexto social.
El reconocimiento de la diferencia y la diversidad está asociado a un mundo que se pretende tolerante y
multiculturalista, favorecido por la proliferación de visiones del mundo que reducirían las distancias entre
las culturas. El énfasis en el yo restringe el sentido de comunidad.
La tendencia a la personalización, la redefinición de lo público y lo privado, el cambio en la relación entre
padres e hijos, la proliferación de identidades y una mayor vinculación con imaginarios globales son algunos
de los aspectos contextuales que pueden observarse en el hogar conectado.
Nuevos desafíos.
Para Suárez, para aislar el proceso de desarrollo de estas tecnologías deben distinguirse cuatro
tendencias. La primera, una progresiva disminución de los costos de producción. La segunda consiste en la
simplificación y el mejoramiento tanto del hardware como del software, ofreciendo equipos y aplicaciones
con mayor potencia y más fáciles de utilizar por parte de los usuarios. Una tercera tendencia es la creciente
diversificación de los ámbitos de aplicación de estas tecnologías. La cuarta involucra el incremento
incesante de personas que se capacitan y/o dominan estas tecnologías.
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Es decir, en un breve lapso de tiempo, la tecnología dejó de ser cara y compleja, y se volvió barata,
manejable y poderosa.
Puede decirse que las primeras generaciones de usuarios de PC fueron autodidactas. El hogar ha sido un
espacio muy importante para la “alfabetización digital” masiva. Y, más importante aún, buena parte de
estos usuarios eran niños y jóvenes que se familiarizaron rápidamente con el entorno gráfico y la
funcionalidad de los sistemas operativos.
Los primeros usos domésticos de la PC tenían que ver con el uso de herramientas ofimáticas, los videojuegos y
algunos otros programas específicos. Con las primeras conexiones a Internet los usos se multiplicaron, e-mail y el
chat, portales y, el “descubrimiento” individual del ciberespacio. El rendimiento y la oferta de procesadores,
memorias y discos rígidos disponibles en el mercado fue mejorando y a precios accesibles.
Winocur sostiene que “cuando la computadora e Internet son incorporadas en el hogar, involucran a todos los
miembros de la familia aunque no todos sean usuarios”. Esto debido a dos cuestiones fundamentales: La
primera la PC llega al hogar como una demanda de los miembros más jóvenes de la familia, pero la decisión
sigue siendo de los adultos. La segunda es la diferencia que la computadora introduce en la comparación con la
domesticación de la radio o el televisor; para el uso de la PC es necesario contar con ciertas competencias
excluyendo a las personas analfabetas.
La PC constituye un recurso personalizado de comunicación, de alguna manera redefine los límites de lo
público y lo privado al crear vínculos virtuales. Para Catells, la conexión de Internet superpone el espacio de los
flujos con el espacio de los lugares.
Winocur propone la idea de domesticación que refiere al proceso de sometimiento de las tic para que se
vuelvan amigables y controlables en las coordenadas de la vida cotidiana familiar y hagan sentido en sus
marcos culturales, cognoscitivos y afectivos. Afirma que la necesidad de contar con habilidades específicas
y el hecho de que el uso de la PC sea predominantemente individual, generan conflictos de intereses y de
poder. Las nociones de autoridad y respeto cambian.
La noción de nativos digitales, según Prensky, designa a todos aquellos nacidos en las últimas dos o tres
décadas y que han crecido teniendo acceso a una computadora. El contacto desde temprana edad con la PC
facilitaría cierto conocimiento intuitivo para manejar las TIC y sus interfaces: “el nativo viene con el
ciberespacio incorporado”.
La idea de nativos digitales generó la idea de inmigrantes digitales, es decir, generaciones enteras que no
pertenecerían al mundo de las computadores y del ciberespacio. Por otro lado, al considerar solamente la
variable generacional, la noción deja todo un conjunto de variables fuera de análisis, tales como la
desigualdad económica y otras cuestiones generalmente asociadas. El ciberespacio también tiene
excluidos.
Albornoz señala que los procesos de innovación son fenómenos propios de los países desarrollados y que
ha sido muy limitada la participación de los países periféricos en el desarrollo de las nuevas tecnologías.
Para analizar las diferencias en el acceso a las TIC ha surgido la expresión ‘brecha digital’, que se define
como la diferencia que existe entre las personas o colectivos que utilizan las TIC como una parte rutinaria
de su vida diaria, y aquellas que no tienen acceso a las mismas o no saben cómo utilizarlas (Serrano y
Martínez). La necesidad de que los gobiernos intervengan con políticas públicas específicas se vuelve imperiosa
por acción del path dependency.
En la sociedad del conocimiento, el desarrollo de la economía y la sociedad requieren una mejora de los
sistemas de educación. La difusión de las TIC y la capacitación en su uso se vuelven, entonces, necesarias
para que los sujetos se puedan desempeñar en la educación, el empleo y para que puedan participar en la
sociedad con igualdad de oportunidades.
El hogar y la ciudad en la sociedad red.
Se puede pensar en una complementariedad cada vez mayor entre lo virtual y lo material.
Castells afirma que “la interacción de la nueva tecnología de la información y los procesos actuales de
cambio social tienen un impacto sustancial sobre las ciudades y el espacio”. Lo característico de las
ciudades es estar entre dos fuerzas: la conexión global y la desconexión local.
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La desconexión local es vista muchas veces como un distanciamiento de “la propia cultura”. La conexión
global se hace generalmente en condiciones no recíprocas, de tal manera que una de las partes se beneficia
más que el resto.
Los lugares enlazados por la contigüidad física pierden progresivamente aquellas cosas en común que les
permitían identificarse bajo los mismos símbolos.
La producción audiovisual y el tiempo libre.
La digitalización transforma al cine.
El cine es transformado por la tecnología digital y vuelve a modificar la experiencia del espectador.
Lorena Cancela (2012) sostiene que la tecnología digital promueve cambios en direcciones distintas. Por
un lado, ha multiplicado exponencialmente las posibilidades de trabajar sobre la imagen. Por otro lado, la
cámara digital favoreció la producción de películas en países emergentes y pobres. El mapa de producción
cinematográfica se ha descentralizado.
La exhibición está en pleno cambio a partir de la digitalización de las salas, lo cual permite una mayor
calidad de imagen y sonido, así como también la posibilidad de hacer más copias y más baratas que en
soporte fílmico, lo cual facilita el estreno en simultáneo en distintas salas. Tendencias: la primera, es ver
películas en el hogar, dando lugar al surgimiento de un nuevo tipo de cinéfilo; la segunda alcanza a la
situación de sala de cine: ha mutado no solo por cuestiones técnicas como el 3D y el sonido envolvente,
sino también por las prácticas que ahora se admiten.
La multiplicación de las pantallas y la participación de los usuarios.
La oferta de imágenes audiovisuales está, indudablemente, vinculada con el abaratamiento de sus medios
de producción. Esto ha dado lugar a prácticas como la producción de series de ficción exclusivas para
dispositivos móviles, la posibilidad de filmar cortometrajes con celulares, y hasta la aparición del
ciudadano-periodista.
La multiplicidad de pantallas y la disponibilidad de tecnologías móviles para grabar videos han
desdibujado los límites que separaban al consumidor del productor.
El found footage se muestra como una técnica y un género con mucho potencial y con finalidades muy
diversas. Otro desdibujamiento de los límites se ve en el sistema de producción crowdfunding (o
financiamiento colectivo). Este sistema permite que cualquier persona o colectivo presente un proyecto en
una plataforma web, junto con un presupuesto para llevarlo a cabo. También surge la figura de prosumidor,
consumidor y productor en una sola imagen.
El usuario contribuye activa y conscientemente, y tiene acceso a los eventuales resultados de su
contribución; por otro lado, el usuario contribuye –quizás sin saberlo– en un entorno cerrado, que no
puede ser modificado, y sin tener acceso a los resultados de su participación.
TIC y sector público: el gobierno electrónico.
El concepto de gobierno electrónico (o e-gobierno) ha ido evolucionando desde una definición de tipo
tecnológica, asociada a la mejora en la eficiencia y eficacia del sector gobierno a partir de la introducción de
TIC, hacia una concepción más amplia, dada por el planteo de un nuevo paradigma en la administración
pública (RICyT, 2009). La introducción de TIC en estas instituciones, como mecanismo para mejorar la gestión
de la cosa pública mientras que los estudios de e-gobierno avanzaron en la discusión sobre las implicancias de
las TIC en cuestiones como trasparencia, rendición de cuentas (accountability) y e-democracia.
Los gobernantes enfrentan nuevos desafíos dados por el incremento de la información a la que pueden
acceder los ciudadanos, como así también la posibilidad de estos últimos de hacer conocer su opinión.
Administración electrónica y e-gobierno son procesos complementarios que deberían darse en simultáneo
con la implantación de una nueva democracia.
Las dimensiones más difundidas del gobierno electrónico: los e-servicios. Una de las formas más corrientes de
análisis del gobierno electrónico se relaciona con la medición del grado de digitalización de los servicios
públicos. De acuerdo con las Naciones Unidas (2012), la prestación de servicios a través de canales
electrónicos puede darse en diferentes niveles de complejidad, asociados al nivel de “virtualidad” de la
interacción.
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La implementación de TIC en la administración pública puede darse a partir de la simple introducción de
herramientas de soporte para la interacción con los ciudadanos, sin cambios en las rutinas (burocracia e
informática); o puede hacerse en conjunto con cambios en los procesos y procedimientos, mejorando de
manera simultánea la eficiencia y la eficacia.
Peres y Hilbert sostienen que la implementación de una burocracia informática plena tiene que ver más
con la búsqueda de transparencia y calidad en la gestión. Mejorar su gestión tiene que ver con mejorar el
acceso igualitario de proveedores y el establecimiento de mecanismos de transparencia que eliminen las
prácticas corruptas; en materia de pago de impuestos, porque un mejor gobierno se relaciona con la
existencia de una estructura tributaria progresiva y el establecimiento de mecanismos de control, premios
y castigos que desalienten la elusión y evasión.
El tránsito al gobierno electrónico da cuenta de un nuevo paradigma en la administración pública. Se trata
del establecimiento de nuevas prácticas de interacción con los ciudadanos que solo pueden tener lugar a
partir de cambios en las instituciones. Las TIC representan una herramienta única para mejorar la eficiencia
y eficacia de estas instituciones y aunque son condiciones necesarias, son solo una de las dimensiones a
observar al momento de pensar en el gobierno electrónico.
Otras dimensiones claves: e-salud, e-educación.
Es novedoso la posibilidad de mantener un intercambio fluido entre docentes y estudiantes, incluso en
tiempo real, a través de las tecnologías de la información y la comunicación. La interactividad recrea, con
limitaciones, la situación de aula en la que todos los individuos participan de una misma situación al mismo
tiempo. Sin embargo, las principales virtudes de la e-educación son la eliminación de las barreras
geográficas y la flexibilidad de los horarios, lo cual permite que cada estudiante administre sus tiempos de
estudio en función de sus otras ocupaciones.
La e-educación consiste en una concepción de la educación. Supone la capacitación de los alumnos en el
uso de estas tecnologías; por otro lado una mayor calificación de los docentes que no solo deben dominar
los dispositivos sino saber dales un uso pedagógicamente eficiente con valor agregado.
En temas de salud, la telemedicina existe desde que existe el teléfono, ya que permite que dos
profesionales intercambien consultas telefónicamente. Sin embargo, la e-salud tiene un sentido mucho más
amplio, con implicancias tanto para médicos e instituciones de la salud como para los pacientes/usuarios.
Las TIC han facilitado algunas cuestiones como por ejemplo el acceso on line a la cartilla médica
actualizada de las obras sociales, la posibilidad de sacar turno en consultorios desde la PC, ver qué farma-
cias están de turno e, incluso, consultar el stock para determinados productos.
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requerimiento de capacidades asociadas más a las habilidades de lecto-comprensión y sistematización que
al uso de herramientas informáticas.
La siguiente etapa se inicia con la búsqueda de implementación de herramientas de las TIC para el análisis
de la información; consiste en que esa información se nutra de los datos de producción y alimente la
gestión de inventarios. Es decir, la segunda etapa consiste en la circulación (unidireccional) de la infor-
mación. Se deberá invertir en la provisión de infraestructura para las TIC tanto a quienes serán encargados
de proveer información, como a aquellos a cargo de la toma de decisiones. Esta etapa demandará mayores
inversiones en adaptación de los sistemas informáticos y en la creación de las capacidades necesarias para
operarlo.
Peirano y Suárez definen la tercera etapa como “de trabajo cooperativo” y la puesta en funcionamiento
de una red inteligente capaz de acompañar toda la operatoria de la empresa. Esta tercera etapa se asocia
con el establecimiento de canales virtuales de comunicación bidireccional y con la articulación completa de
la firma. Las inversiones serán mayores puesto que el equipamiento demanda ahora ordenadores
interconectados, demandará también de software específico e incluso de la formalización de un área de
sistemas. El impacto en las capacidades será doble: se requerirán nuevas competencias para administrar la
red y operar sobre ella y; la existencia de un circuito que se retroalimenta de manera automática, la sim -
plificación de procedimientos y una nueva rutinización de la operatoria diaria disminuirán los
requerimientos de formación entre los recursos humanos.
Peirano y Suárez desarrollan el concepto de economías de informatización para describir los canales a
partir de los cuales las TIC impactan en el desempeño de las empresas.
Las organizaciones logran un funcionamiento más eficiente cuando mediante el uso de las TIC
automatizan procesos internos, pueden acceder a información necesaria para la toma de decisiones,
reducen los costos de transacción con otros agentes y facilitan los procesos de aprendizaje mediante
mecanismos de prueba y error en espacios virtuales o simulados. Estos serían los cuatro canales por los
cuales las TIC impactarían en las actividades que desarrollan las empresas mejorando su desempeño
(Peirano y Suárez)
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TIC, innovación y productividad.
En cuanto a la firma, la innovación es definida como la introducción exitosa al mercado de un producto o
proceso nuevo o significativamente mejorado, o la implementación de prácticas organizacionales o de
comercialización, también nuevas o significativamente mejoradas (OECD, 2005).
Las TIC permiten mejorar las rutinas operativas (etapa 1), lo que implica una mejora en la gestión de la
información y por tanto, una mejora organizacional. También mejora la comunicación interna y externa.
En el plano de las rutinas operativas, pero directamente vinculado a las rutinas de decisión estratégica
(etapa 2), las TIC permiten realizar innovaciones en comercialización. El caso más evidente de innovación
en comercialización es el e-commerce. Las TIC también permiten mejoras en los procesos: permitirán
innovaciones más específicas, asociadas ahora a las prestaciones del bien en cuestión. El ejemplo más
complejo es, desde luego, la incorporación de las TIC al producto mismo.
Pensar las TIC como herramientas de innovación en productos se encuentra ligado a las rutinas
innovadoras (etapa 3) y a las decisiones estratégicas. El potencial de impacto en la productividad es
ilimitado y requiere de mayores inversiones iniciales y un horizonte mayor para capitalizar el impacto. La
existencia de una red interna con una lógica radial resulta un elemento fundamental para disparar procesos
innovadoras, los que alcanzarán su máximo impacto dependiendo del tipo de innovaciones
complementarias que la firma emprenda. En síntesis, las TIC representan una herramienta clave para la
realización de innovaciones que conlleven tanto a disminuciones en los costos como a un aumento del
valor agregado de los productos. La inversión en TIC debe ir acompañada de inversiones complementarias
que permitan tanto ajustar las rutinas como maximizar el uso de estas herramientas, y alcanzar economías
por informatización.
E-commerce.
Se define como la realización de actividades de compra y venta a través de medios digitales, que pueden
tener lugar a través de redes públicas como internet o a través de redes privadas, como las redes de
empresas o las plataformas de comercio electrónico propiamente dichas. También puede tener lugar entre
diferentes agentes del sistema económico, lo que ha dado lugar a una gran cantidad de siglas: B2B para el
comercio entre empresas, B2C para la relación entre empresas y consumidores, C2C cuando el comercio es
entre consumidores e incluso B2G para los sistemas de compras públicas, donde las relaciones se
establecen entre una empresa privada y un organismo gubernamental.
El e-commerce puede darse con diferentes niveles de interacción virtual. En su nivel menos complejo
incluye la recepción de pedidos de compra a través de canales digitales; en su nivel más complejo, la
realización íntegra de la transacción a través de ellos. Este último nivel implica que el cliente realiza la
selección del producto, el pago y las especificaciones de entrega a través de una red digital.
Podemos pensar el e-commerce como una de las posibles innovaciones que las TIC hacen viables, y cuya
implementación demanda de esfuerzos tanto en infraestructura de hardware y de sistemas como así
también en capacidades organizacionales, productivas y de comercialización. Se requerirán inversiones
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complementarias que permitan tanto prestar el servicio de acuerdo con los estándares básicos, como
ajustar las prácticas organizacionales a un nuevo conjunto de rutinas operativas. Así, la empresa deberá
invertir en la creación de diferentes tipos de capacidades: respecto de las TIC para operar la plataforma,
administrativas para gestionar los pagos e interactuar con los intermediarios financieros y logísticas para la
correcta distribución de los bienes, etc.
Las innovaciones TIC disparan complementariedades en el interior de la empresa que mejoran su
productividad y, con ella, el nivel de salarios.
Uso y difusión de TIC en el sector privado.
Los determinantes de la adopción de las TIC.
La implementación de las TIC es un fenómeno policausal que depende tanto de factores exógenos como
endógenos a la empresa. (Cepal).
El conjunto de factores endógenos está dado por las características de la firma en términos de las califica-
ciones de los recursos humanos, su estructura organizativa y las características de su cadena comercial.
Otro elemento endógeno es el dado por el tipo de actividad que desarrolla la empresa.
Los factores exógenos tienen que ver con el entorno donde opera la firma: el marco legal, la
infraestructura de telecomunicaciones, la oferta local de TIC y la disponibilidad de recursos humanos
calificados, son todos elementos que generan incentivos (o “desincentivos”) para la implementación de
estas tecnologías. Una empresa no podrá acceder a Internet si no existe la infraestructura mínima que
garantice el funcionamiento de la red. De la misma forma, el esquema de regulación de la actividad digital y
confidencialidad de la información son también elementos que hacen a la confianza de la firma en las TIC y
a la decisión de implementarlas.
Existen factores relacionados con la naturaleza de la tecnología en cuestión que impactan de manera
diferencial según sea la forma en que la empresa se enfrenta a la tecnología. La articulación de la oferta TIC
con las necesidades de la empresa y el costo asociado a su adquisición, puesta en funcionamiento y
mantenimiento. Aunque las TIC presentan menores limitaciones de escala que otras tecnologías
transversales, la relación entre el tamaño de la firma y el tipo de tecnología requerida no ha dejado de ser
un limitante. La realidad muestra que existe una relación directa entre el tamaño de la firma y el grado de
implementación de TIC y esto se debe a que son las firmas más grandes las que logran explotar las
complementariedades que ofrecen las TIC.
A pesar de los beneficios pronosticados, la implementación de las TIC depende de una multiplicidad de
factores, los que se combinan luego con las características propias de cada empresa y determinan senderos
de implementación diferenciales, aunque con pautas estructurales dadas por el sector y entorno de
pertenencia.
Desde el punto de vista de las iniciativas públicas, se necesita incluir las accio nes orientadas a la
incorporación de TIC en las políticas de desarrollo productivo, de modo que las primeras sean un eje
transversal de estrategias dirigidas a modificar la estructura productiva, a modernizar el modelo de
negocios de las empresas y a aumentar la competitividad de la economía (Cepal)
Uso e implementación de las TIC.
La capacidad real de medir el fenómeno ha sesgado los indicadores hacia aquellas tecnologías más
asociadas a la administración, finanzas y comercialización que hacia las áreas de producción.
El set de indicadores más usados para obtener una primera aproximación al uso de las TIC es el asociado a
la disponibilidad de Internet y, con ella, la página web y el correo de la empresa. En la actualidad,
prácticamente la totalidad del entramado manufacturero se encuentra conectado a Internet.
El segundo conjunto de indicadores se relaciona directamente con la explotación de Internet para
actividades comerciales. Al respecto, se observa que a medida que se avanza en el nivel de complejidad de
las operaciones, la tasa de uso desciende, incluso en actividades aparentemente sencillas como es la
atención al cliente.
El grado de penetración de las TIC desciende aún más cuando se avanza en el análisis del tipo de sistemas
informáticos con que cuentan las empresas. En un estudio realizado por el Observatorio de Empleo y
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Dinámica Empresarial, se observa una relación inversa entre el grado de compleji dad tecnológica de los
sistemas y la tasa de penetración.
A pesar del potencial de las TIC como herramientas de mejora en las rutinas de las empresas, su difusión
es aun limitada y se encuentra concentrada en la mejora en las rutinas operativas estándar, básicamente
asociadas a la administración y las ventas, siendo escaso el impacto en los procesos decisorios o la
búsqueda de mejoras tecnológicas y organizacionales.
Las TIC han abierto un nuevo abanico de oportunidades pero también un conjunto de desafíos dados por
la capacidad de cada firma de apropiarse de las ventajas que ofrecen.
La demanda de empleo en la sociedad de la información.
Existe una relación directa entre el grado de incorporación de TIC (a mayor incorporación, más compleja
la estructura informática) y el nivel de salarios, lo que estaría dando cuenta, además, de mayores niveles de
calificaciones y coincide con lo predicho por la literatura referida en las primeras secciones. Existe también,
una escasa incidencia del y una escasa sustitución de trabajadores por tecnologías. Es decir, la
implementación de las TIC modifica las características de la demanda de empleo pero ello no se asocia ni a
una menor cantidad demanda ni a cambios en la relación entre el trabajador y el lugar de trabajo.
Lo dicho pone de manifiesto dos cuestiones respecto de la demanda de empleo de la sociedad de la
información:
En primer lugar, que la demanda se complejiza en términos de capacidades, lo que eleva el mínimo
de capacidades requeridas. Para aquellos que ya se encuentran en el mercado de trabajo, es posible que
desde la empresa se ofrezcan actividades de capacitación. Aquellos que no tienen acceso a una buena
educación o quienes se han encuentran desempleados por un largo período de tiempo o quienes no
cuenten con acceso a estas tecnologías fuera de los ámbitos formales de aprendizaje se encontrarán en
desventaja y enfrentarán mayores desafíos a la hora de encontrar empleo.
La segunda cuestión se relaciona con el hecho que el nivel de calificaciones es un blanco móvil. El
avance de las tecnologías requieren de saberes cada vez más complejos, más articulados, es decir, más
“multimedia”.
Esto implica una formación permanente por parte de la fuerza de trabajo, formación que aunque puede
ser recibida dentro de la empresa, también requiere de procesos y aprendizajes realizados fuera de ella.
Algunos elementos del conocimiento demandado serán genéricos, otros más específicos. Mientras que las
tecnologías orientadas a la circulación de la información incrementan la autonomía de los trabajadores,
aquellas destinadas a la mejora en la comunicación fomentan la centralización de las decisiones y, con ello,
limitan la autonomía de los trabajadores de menor jerarquía.
En el primero de los casos, el acceso rápido y económico a la información otorga al trabajador la
posibilidad de contar con la información necesaria para la toma de decisiones y esto mejora sus niveles de
productividad en tanto cuenta con las herramientas necesarias para resolver problemas más o menos
rutinarios. Desde luego, esto también mejora sus competencias y su capacidad de reacción, lo que
incrementa en última instancia su nivel de productividad.
En el segundo de los casos, en cambio, la mejoras en la comunicación facilitan los procesos de monitoreo
y supervisión, como también la posibilidad de conocer en tiempo real los problemas que puedan surgir
durante las rutinas operativas. No se requiere de mayor autonomía en los trabajadores sino del
cumplimiento de las directivas emanadas desde una jerarquía superior.
El impacto de las TIC en la demanda de empleo puede tanto incrementar la complejidad de las
calificaciones requeridas como reducirla, con el consecuente impacto en términos de la cantidad y calidad
del empleo demandado. La demanda de empleo se convierte en un elemento clave de la política pública:
promover la complejización de las TIC entre las empresas contribuye simultáneamente a incrementar los
niveles de productividad privada y mejorar el nivel de ingreso de los trabajadores. Será preciso impulsar
procesos innovadores donde las TIC sean un elemento central de un proceso dinámico de complejidad
tecnológica y organizacional, donde las mejoras en la productividad están dadas por la realización de
inversiones complementarias en tecnología y conocimiento.
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El sector de las TIC.
El sector productor de TIC ha ocupado un lugar central en la agenda de políticas de promoción industrial.
El foco de atención se encuentra maás sobre la producción de software que de hardware.
La producción de software y servicios informáticos (SSI), en cambio, resulta un rubro que por naturaleza
requiere de recursos humanos calificados. Existen distintos niveles de formación, los que dan cuenta de
diferentes niveles de valor agregado. Alrededor del 20% del panel, está conformado por el grupo “de
competencias muy bajas”, dedicados a la prestación de servicios básicos, con reducido dominio de
herramientas y lenguajes informáticos. Se trata en promedio de personas de alrededor de cuarenta años,
con estudios universitarios pero no relacionados con las TIC. En el extremo opuesto, se ubica el grupo de
“competencias tecnológicas de nivel muy alto”, también conformado por el 20% del panel, los que se
caracterizan por el manejo de múltiples lenguajes, la realización de actividades de desarrollo y el uso
intensivo de redes virtuales. Este grupo está conformado por personas de edad media (entre 30 y 40 años),
con educación formal específica que alcanza el nivel de posgrado. Entre el grupo de competencias más
elevadas, la rotación del trabajo es menor y la evolución de las tareas realizadas muestra una tendencia
creciente de complejidad.
Los perfiles de trabajadores informáticos en función de sus competencias tecnológicas, los cuales estarían
determinados por las herramientas que dominan (tecnologías y lenguajes), las actividades que realizan (de
servicios y de desarrollo), la complejidad de los proyectos en que participan, el grado de utilización de redes
y el nivel de educación formal en informática. La conformación de los grupos de trabajadores informáticos
según su nivel de competencias estaría condicionada por la evolución del sector; y la evolución de las
competencias de los trabajadores informáticos estaría condicionada por el nivel inicial de esas
competencias, por el papel del sistema educativo en su formación y por el grado de complejidad de la
demanda.
El sector es heterogéneo y es preciso entender la heterogeneidad intrasectorial y la dinámica de
producción de software, de manera de promover aquellas actividades de mayor complejidad tecnológica,
capaces de impulsar una mejora generalizada en los niveles de capacidades.
Otra conclusión alcanzada se relaciona con la baja complejidad tecnológica de la demanda local que
conduce a bajos requerimientos de calificación entre el personal de las empresas proveedoras de SSI, lo
que a su vez explicaría gran parte de los grupos de menor complejidad en las competencias. Este es el
segundo elemento por el cual se coloca al sector de las TIC en el centro de la política industrial, aunque no
está tan clara la causalidad del fenómeno: si mayor complejidad tecnológica de la demanda dispara
mayores niveles de complejidad en la oferta o si, a la inversa, sin una oferta que preste servicios de mayor
complejidad tecnológica, la demanda reaccionará a partir de un upgrading productivo.
Es de suma importancia la interacción personal, colocalización y la consolidación de relaciones proveedor-
cliente con una historia, cultura y características comunes.
La producción de SSI, desde los inicios se planteó que debía desarrollarse una industria capaz de dar
respuestas a las necesidades de las firmas que la rodean, puesto que compartir elementos comunes del
entorno resulta un factor clave para desarrollar productos a medida, entender la lógica de funcionamiento
de las empresas y, especialmente, interactuar a través del proceso de implementación de TIC.
La evolución del sector SSI no puede darse de manera descoordinada de la evolución de la penetración de
las TIC en las empresas. Resulta antieconómico (y anticapitalista) pensar en el desarrollo de una oferta que
no posea demanda, pero también riesgoso esperar que la producción de SSI se adapte, sin mayores
miramientos, a las características de la demanda local, puesto que quedarían ambas partes en una
situación donde el retraso de uno retroalimenta el retraso del otro. La clave se encuentra en la coevolución
de las diferentes dimensiones que hacen al uso y penetración de TIC, en este caso, la coevolución de la
oferta y la demanda.
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Unidad 4: Redes, territorio y nuevas tecnologías.
Léxico básico para analizar la geografía de las TIC.
Las redes son conjuntos de elementos relacionados entre sí. Esos elementos ocupan un determinado
espacio y sus relaciones se extienden a través de una cierta distancia. Esto quiere decir que, sacando casos
verdaderamente excepcionales, toda red tiene una geografía.
No todos los elementos que se relacionan en una red son iguales. Las diferencias entre elementos pueden
medirse en tamaño, en poder o en capacidades, entre otras características.
Dentro de una red puede haber elementos que centralicen las relaciones. También puede haber redes en
las que los elementos tiendan a tener el mismo número de relaciones con los otros dentro de la red. Las
relaciones pueden materializarse en una red a través del intercambio de bienes y servicios y de
información.
Las TIC atraviesan dimensiones y compartimentos que antiguamente no se conectaban o se vinculaban de
un modo diferente.
Para los geógrafos, el territorio es el espacio geográfico organizado por la actividad humana y tiene tanto
un medio ambiente natural como uno construido (edificios, calles, rutas). La diferenciación que hacemos
entre TIC y territorio es meramente analítica ya que las TIC tienen una dimensión física, aunque,
crecientemente, estas tecnologías sean cada vez más difíciles de asir físicamente.
Para el análisis de cualquier territorio es necesario tener en cuenta su estructura. Esa distribución –la
distancia entre objetos o elementos– puede medirse en términos absolutos (por ejemplo, la distancia en
línea recta en el mapa) o relativo (la distancia real medida en tiempo de viaje entre puntos). Dicho de otro
modo, en cualquier punto del territorio los objetos (por ejemplo, una escuela, una fábrica, una ciudad)
tienen una ubicación absoluta (por ejemplo, en coordenadas de latitud y longitud) y una ubicación relativa
(es decir, respecto a otros objetos).
El cambio en las tecnologías de transporte puede resultar en la reducción de la distancia relativa, aunque
la absoluta puede permanecer igual.
Los analistas del territorio hablan de un espacio “rugoso” en el cual el movimiento en determinadas
direcciones es sencillo pero en otras es más difícil. También reconocen que ese territorio no es uniforme
cuando lo dividen en regiones que son partes del territorio con ciertas características que permiten
diferenciar ciertas partes del todo. Las rugosidades del territorio permiten definir escalas. Entre ellas hay
límites más o menos permeables de distinto tipo: administrativos, del medio ambiente construido o
definidos por los ámbitos de interacción frecuente.
Se habla de sitio para referirse a las características de la cuadra o del barrio en la cual se ubica un objeto y
de lugar cuando se hace referencia a un ámbito geográficamente más amplio en el cual hay una interacción
frecuente entre personas y organizaciones. Para denotar la ubicación se habla de localización.
Internet es una “red” de redes electrónicas, es decir, un conjunto de dos o más computadoras conectadas
entre sí, que comparten información. Existen tres tipos de redes relacionadas con internet (locales,
metropolitanas o de área extendida) que se diferencian según el modo de conexión y las distancias entre el
servidor y sus terminales. El servidor es una computadora que, por su estructura y componentes, centraliza
algunas funciones y se pone “a disposición” de las otras integrantes de la red, que se llaman terminales o
clientes, y pueden ser empresas, instituciones de gobierno, ciudadanos, etc.
Las TIC y sus geografías.
La geografía de las TIC está conformada por “los nuevos espacios de producción”; por una serie de
máquinas y redes; por una “geografía técnica” hecha de las líneas de telecomunicaciones y los routers que
permiten la conexión directa entre las computadoras; y por la distribución espacial de hogares y usuarios
comerciales.
En términos cualitativos, la incorporación efectiva de esas tecnologías en las organizaciones o en los
hogares varía en función de las capacidades. Esas capacidades no son estáticas y si bien están asociadas al
tamaño (para las firmas) y a los ingresos (para los hogares), los estudios que vinculan capacidades con
incorporación de TIC muestran que, con el mismo tamaño o con los mismos ingresos, algunas empresas y
algunos hogares tienen mayores capacidades que otros
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La geografía de las TIC está relacionada y es parte de otras geografías. Por un lado tenemos la “forma
urbana”: la geometría de barrios, pueblos y metrópolis, la distribución de poblados, la dinámica de
ciudades y regiones. Por otro lado, las TIC y particularmente Internet constituyen un nuevo espacio sin
espacio o más concretamente una serie de espacios virtuales que tienen una topología, pero no una
geografía física.
Internet ha creado eficazmente un espacio virtual donde pueden llevarse a cabo muchas actividades
humanas: las transacciones económicas, la investigación, las comunicaciones personales y los contactos
humanos. Los medios de comunicación han propuesto una serie de neologismos que describen estos
espacios de la virtualidad: el e-commerce, el e-government, las e-communities.
Las TIC habilitan intercambios globales, modificando el modo de relacionarse. Internet tiene un impacto
social, porque puede acercar a quienes participan de las redes, y a su vez ampliar la brecha digital con
quienes están excluidos en términos de uso, dominio y conocimiento de esas tecnologías.
El espacio económico y el espacio electrónico.
Internet hizo converger e integrar muchos otros aspectos que llevaron a la creación de un espacio
especial donde las personas pueden ir encontrarse y comunicarse. Este es conocido como “ciberespacio”.
(Hilbert)
Hilbert hace referencia a algunos de los rasgos de este nuevo espacio que, por un lado, segmenta los
dominios sociales existentes y, por el otro, reintegra esos fragmentos mediante nuevas conexiones.
El establecimiento del espacio electrónico ha hecho posible la manipulación de muchas de las
características topológicas que el espacio económico ya tenía, como el número de agentes, el tipo y la
dirección de las conexiones y el número de objetos. La manipulación del espacio económico virtual a través
de los medios electrónicos hace posible reacomodar la geografía (física) existente de diferentes maneras
(Li, Whalley y Williams, 2001).
El espacio económico, cada vez más, está tornándose en espacio electrónico, en el sentido de que un gran
número y volumen de transacciones e interacciones entre agentes económicos son realizadas a través de
computadoras.
Las TIC aún no pueden reemplazar el conjunto de interacciones que acompañan a la decodificación de los
mensajes y al desarrollo de la confianza.
Las TIC, el tiempo y el espacio.
En palabras de David Harvey (1998), las TIC generan una compresión espacio-temporal; esto es, una
reducción del espacio y una aceleración del tiempo. Su difusión puede provocar importantes
transformaciones en dos limitantes esenciales a las actividades de los individuos y de las organizaciones: el
tiempo y el espacio (Hägerstrand, 1970). Las dos limitantes identificadas pueden ser reducidas a través de
un nuevo espacio electrónico.
Las TIC tienen el potencial de generar una serie de cambios con un impacto territorial significativo, más
allá de que el espacio físico, la distancia y las características de los lugares siguen siendo de gran
importancia.
Los sistemas de información redefinen pero no eliminan la geografía. La emergencia de un espacio
electrónico ha incrementado significativamente la complejidad de la geografía de nuestra sociedad y
economía.
Las TIC, a partir de las lógicas propias de este paradigma introducen dinámicas nuevas, que Castells llama
“Tiempo atemporal” y “espacio de flujos”.
Tecnología y territorio.
La dificultad para separar los efectos de las TIC de otras cosas y, en particular, el peso de la inercia de las
estructuras y procesos existentes y de las prácticas de los actores sociales. Estamos frente a prácticas de
sincretismo tecnológico: esto es, la constitución de nuevas prácticas como una mezcla de prácticas antiguas
y nuevas.
Algunos de los aspectos de la relación entre TIC y territorio son: las que están asociadas a la esfera de la
producción de bienes y servicios, las vinculadas con la vida cotidiana y las que podemos observar en las
ciudades y en el territorio en general.
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TIC y geografía de la producción de bienes y servicios.
Las TIC inciden en la geografía de la producción de bienes y servicios de diversas maneras.
La transformación de los sitios de producción de bienes y servicios.
Las TIC han hecho una contribución sustancial a la miniaturización de máquinas y equipos y,
consiguientemente, al espacio físico que ocupan las fábricas y las actividades de servicios y del comercio.
La miniaturización se refleja no solo en sus componentes de insumos sino también en sus procesos. Los
procesos de producción se calcula se han reducido entre unos 30 y 50 por ciento con las implicaciones de
baja de costos directos, ahorro de desperdicios y corte de materiales. Esta miniaturización debida de la
automatización apenas ha comenzado.
También a la escala del sitio de producción de bienes y servicios, las TIC han facilitado tanto la ruptura
física de procesos y su traslado a otras localizaciones, como la subcontratación (de partes y de procesos) y
el teletrabajo, entre otros.
Las TIC facilitan la producción desconcentrada geográficamente y permiten explotar costos diferenciales
en distintas localizaciones.
Se pueden disminuir los costos de alquiler ya que el tamaño de los locales donde se proveen servicios de
cara al público puede reducirse. Esto lleva al offshoring, que es el tralado de ciertos servicios desde países
industrializados a otros países.
Las TIC han facilitado una mayor profundización en la división del trabajo y la externalización de tareas
haciendo más sencilla la objetivación o explicitación de ciertos procesos.
El involucramiento del propio cliente en el servicio, a su vez, ha llevado a los analistas empresarios a
preocuparse por la necesaria gestión de lo que hacen los usuarios (Frei, 2008) con el consiguiente impacto
geográfico al romper la anterior conexión física entre proveedor de servicios y cliente. Esto tiene
implicancias geográficas en términos de la vida cotidiana de la gente y del impacto general en las ciudades y
regiones.
Las TIC facilitan enormemente diversas formas de teletrabajo o de tareas a distancia si bien aún es
limitada la proporción del total de la fuerza de trabajo que se desempeña con esa modalidad. El teletrabajo
también tiene un impacto geográfico significativo.
Al menos para algunos bienes y servicios que pueden transformarse en productos digitales las TIC han
provocado una enorme transformación en la comercialización y en la distribución, con un impacto
geográfico visible.
En el caso argentino, podemos suponer que el impacto de estas tecnologías ha sido de particular
relevancia para las empresas multiplanta (firmas que son dueñas de más de una fábrica) y para los holdings
o grupos empresarios.
Por diversas razones, han sido y de algún modo siguen siendo, relativamente rudimentarios los
conocimientos empíricos que tenemos sobre la difusión de estas tecnologías en un sentido amplio. La
velocidad de los cambios se combina con la lentitud paquidérmica de los procesos de investigación en
ciencias sociales para que, en general, la investigación se quede bastante atrás de lo que realmente está
pasando, con lo cual se resiente la relevancia de las investigaciones respecto a su aplicación práctica.
Resultados de una encuesta.
Por un lado, los entrevistados opinan que las TIC tienen una serie de impactos sobre sus principales
actividades y sobre la geografía de la firma. Por el otro, hay una serie de elementos que muestran que otras
cosas más tradicionales, como la inercia de las inversiones realizadas, las relaciones previas y la
accesibilidad y cercanía física siguen siendo importantes.
Una proporción considerable de firmas revela que su mercado está en su propio partido o distrito o
lugares cercanos.
Una cosa que revela la encuesta y que viene a confirmar cosas ya sabidas es la relativa internalización de
diversas actividades y servicios al interior de las firmas. La provisión externa era superior al 45% solo en
seguridad y en asesoramiento profesional; mientras que la provisión mixta, esto es, con personal interno e
interno era baja en seguridad, registrándose los porcentajes más altos en mantenimiento y reparación de
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equipos, en capacitación y en distribución y logística. Las empresas no perciben cambios muy significativos
en ninguna de estas dos cosas.
La encuesta sugiere que la relación TIC-geografía de la firma es una relación de enorme complejidad que
no admite respuestas simples y categóricas.
PyMES, territorio y aprovechamiento de TIC.
Las PyMES han aplicado diferentes soluciones para utilizar las TIC.
En primer término, el uso de la Terminal de Punto de Venta. Mediante una pantalla táctil permite marcar
las ventas y gestionar los productos. En el caso de los dispositivos inalámbricos permite total movilidad. Su
uso ahorra costos y tiempo en la gestión del negocio. Además en todos los casos colabora en las tareas de
stock, mejora el conocimiento del rubro y de los clientes, agiliza los trámites y mejorar la imagen de la firma
porque genera una idea de modernidad ante el cliente.
Una segunda estrategia es la de utilizar una Tienda Virtual. De este modo, se genera un negocio paralelo
al local de venta físico a través un sitio web que presenta los productos y la información pertinente
disponible las 24 horas del día todos los días del año a través de internet. Con esta solución las compras y
ventas se pueden efectuar desde cualquier punto geográfico con acceso a internet. A partir de esta
herramienta habían aumentado el número de clientes y también sus ventas, competencia en nuevos
mercados, el aumento de la visibilidad de su negocio, la satisfacción de las necesidades de sus clientes en
cualquier momento y el posicionamiento como un negocio moderno.
Trabajo flexible,
El trabajo flexible otorga libertad al empleado para elegir el lugar y horario de labor, lo que posibilita
conciliar con sus ocupaciones personales. Genera mayor productividad porque sin la exigencia de traslados
en horas pico, permite elegir el momento del día de mayor rendimiento de cada uno, además de propiciar
la creatividad y la autorregulación por parte del empleado. Pero, entre sus mayores desventajas, se indica
la dificultad para coordinar reuniones en horarios fijos, dificultando a veces la comunicación. La adopción
dependerá del análisis de las características propias de la empresa.
Estas tendencias de trabajo flexible, que tienen como finalidad la búsqueda de equilibrio entre los
objetivos de la empresa y las necesidades de los empleados, se pueden ver en firmas internacionales
radicadas en nuestro país, como IBM.
TIC y geografía de la vida cotidiana.
Lo primero que debe mencionarse respecto a la relación TIC-vida cotidiana es la relativa falta de
investigaciones en esta temática si, por ejemplo, lo comparamos con las investigaciones disponibles acerca
de la relación TIC-actividad económica.
La reflexión política y académica acerca de la Sociedad de la Información y el Conocimiento no suele
incluir la preocupación por investigar la experiencia de apropiación práctica y simbólica de las nuevas
tecnologías en la vida cotidiana de diversos sectores socioculturales, y de cómo esta afecta los entornos so -
ciales, familiares, laborales y políticos. (Winocur, 2007)
Las actividades cotidianas pueden desarrollarse en el espacio físico y/o en el espacio virtual. Las relaciones
que se establecen entre las tareas realizadas en el espacio virtual y el espacio físico son complejas, en tanto
las TIC establecen cierta continuidad con prácticas que ya se hacían, generan nuevas posibilidades y su uso
está relacionado con las costumbres y rutinas de cada persona.
Existe una relación estrecha entre la difusión de las tecnologías y los ingresos. La edad es un elemento
que influye en el acceso a las mismas. En la incorporación de las tecnologías juegan los ingresos de manera
significativa pero hay otras cuestiones menos obvias en juego.
La frontera tecnológica y comercial no es estática, es decir, todo el tiempo se están creando nuevos
artefactos y modificando los existentes lo cual nos indica que, en realidad, lo problemático de la brecha
digital es que no está fija.
Yu y Shaw (2007) plantean que las actividades humanas son en este momento posibles en dos esferas: la
del espacio físico y la del espacio virtual y que los individuos hacen uso de ambas esferas para desarrollar
sus actividades. Identifican tres conjuntos de restricciones centrales a la realización de actividades en el
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espacio: de capacidades, de reglas o de autoridad y de acoplamiento. Identifican restricciones referidas
tanto al espacio físico como al virtual.
El espacio virtual al abrir nuevas posibilidades de acoplamiento va a multiplicar las interacciones sociales
de bajo involucramiento personal efectivo, como es el que permiten las redes sociales. Las nuevas
posibilidades de acoplamiento van a potenciar las posibilidades de conectar el ámbito laboral con el
familiar a través de diversas formas de telepresencia sincrónica y asincrónica. Y esto va a ser de particular
importancia para los trabajadores que operan sobre elementos abstractos que pueden digitalizarse.
TIC y cambios en las ciudades y regiones.
Del mismo modo que sucede con la producción de hardware, la producción de software tiende a estar
bastante concentrada dentro de cada país, en países como la Argentina puede hablarse de concentración y
al mismo tiempo de dispersión geográfica. Esto es, aunque en términos del empleo esta actividad está muy
concentrada en pocas jurisdicciones y, a su vez, en pocas localidades y barrios, hay pequeñas empresas
informáticas a lo ancho y a lo largo del país.
1ero: Tenemos una desconcentración de la actividad económica desde el centro de las ciudades hacia los
barrios y suburbios periféricos. Este es un proceso de larga data aunque ha sido estudiado en pocas
ciudades.
2do: Como parte del proceso anterior está la creación de lo que los urbanistas y planificadores llaman
nuevas centralidades, algo particularmente claro tanto en los suburbios más antiguos como en las zonas
más alejadas del centro. Aquí las nuevas tecnologías van a hacer más sencillo el manejo de redes de locales
comerciales y de servicios pertenecientes a empresas que van a ocupar los lugares de más fácil acceso
tanto en los centros comerciales cerrados (shopping centers) como en los centros a cielo abierto.
3ero: Tanto el proceso de desconcentración geográfica de la actividad económica como la consolidación
de nuevas centralidades van a llevar a la constitución de regiones metropolitanas de gran complejidad y
enorme fragmentación.
4to: La difusión de las computadoras como herramienta de trabajo de enorme complejidad y su
combinación con el celular y con otros dispositivos portátiles en los hogares tendrá dos impactos centrales
de enorme importancia en términos de la geografía de las ciudades y de las regiones. Por un lado,
trasladará parte de los servicios que antes se realizaban en el ámbito público a los hogares y a la vida
cotidiana. Por el otro, en un proceso que en su esencia nos retrotrae a la era de la producción artesanal,
volverá a reunir el trabajo y la vida cotidiana en el mismo ámbito físico.
5to: En combinación con otros procesos más amplios, las TIC ayudarán a la consolidación de una red
mucho más compleja de ciudades intermedias, y el caso argentino es, en ese sentido, de gran interés. Será
posible ahora llevar adelante una serie de actividades, como el turismo, pero también la pequeña
producción agroindustrial y artesanal.
Los cinco procesos ayudan a visualizar que hay otros procesos que operan al mismo tiempo y que deben
ser tenidos en cuenta. Hay modificaciones en las escalas de vinculación que implican la acentuación de
relaciones entre ciudades del mundo que no están mediadas por los límites nacionales, mientras que en
otras instancias las TIC favorecen la intensidad de las relaciones locales y la escala local. Las TIC tienden a
borrar los límites entre cada uno de estos pares pero resulta difícil hacer predicciones respecto a preguntas
tan fundamentales como: ¿cómo será el trabajo y cómo será la actividad económica en los próximos años?
Para Castells, la estructura de la sociedad red propone múltiples posibles futuros.
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una gran velocidad de tal forma que una innovación queda obsoleta en un espacio muy breve de tiempo."
(Angulo Martín y González Hortelano, 2008)
La segunda parte de la matriz está conformada por los actores y procesos entre los cuales tiene lugar el
uso y aprovechamiento de las TIC. Las columnas expresan las principales variables teóricas a evaluar, que
dan cuenta de los aspectos clave a la hora de entender el tránsito a la sociedad de la información. Como se
dice en RICyT (2009): “En otras palabras, los dos primeros ejes aportan información sobre lo que existe
mientras que los dos últimos permiten anticipar escenarios o identificar tendencias, por lo que, tratados en
conjunto, los cuatro ejes permiten un abordaje dinámico del proceso en estudio”.
Las filas son los actores propiamente dichos. Se trata de las personas, instituciones y organizaciones que
van a interactuar entre sí y con las tecnologías.
El enfoque original está basado en la aproximación desde los actores, lo que no atenta contra la
posibilidad de avanzar en la caracterización de la sociedad de la información desde una lógica de funciones.
La aplicación de esta matriz en cualquiera de sus abordajes constituye un recurso clave para futuros
análisis, por lo que esperamos que su aplicación práctica también contribuya a la discusión metodológica y
el análisis conceptual, y provea herramientas para posteriores mediciones.
Uso y difusión de TIC: los actores claves.
Hogares.
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La evidencia disponible sustenta, cada vez con mayor firmeza, la idea de que estamos ante un proceso
heterogéneo, determinado por la combinación entre las características previas de las distintas regiones y
poblaciones y los esfuerzos deliberados que estas realicen para aprovechar las ventajas y reducir las
aspectos negativos de la transformación en marcha. (RICyT, 2009)
En los países en desarrollo la medición permite conocer el grado en que la brecha digital está generando
situaciones de exclusión. Por un lado, por la existencia de barreras de tipo económicas y educativas; por el
otro, por cuestiones culturales, históricas y etarias.
Infraestructura.
El primer elemento por considerar es la relación entre los hogares y la infraestructura de las TIC. El primer
elemento que podemos observar es la relación directa entre el nivel de desarrollo relativo y el grado de
avance de las TIC.
En los países de mayor desarrollo relativo, la penetración de Internet alcanza a casi un tercio de la pobla -
ción. En los países de ingreso medio, como Argentina, Brasil y Uruguay, estos niveles descienden
significativamente (10 suscripciones c/100 habitantes). En los países de menores ingresos, el cociente no
alcanza la unidad.
En primer lugar, existe una relación evidente entre el grado de desarrollo y el despliegue de
infraestructura de TIC, con lo que el desarrollo social pregonado desde la teoría aún no se plasma en mayor
acceso, todo lo contrario, las nuevas tecnologías parecen reproducir viejos patrones de desarrollo y
subdesarrollo. Esto es un fenómeno que se reproducirá en todos los indicadores sobre TIC en los hogares y
que da cuenta de los principales desafíos que supone el tránsito a la sociedad de la información. En
segundo lugar, la conectividad universal, señalada como un objetivo prioritario en las declaraciones
regionales y mundiales, aún dista de ser una realidad.
“La brecha informática en Argentina es una de las menores de la región y sigue acortándose, según
revelaron ayer en el Indec durante la presentación de la primera Encuesta Nacional sobre Acceso y Uso de
Tecnologías de la Información y la Comunicación.” (Informe sobre Uso de TIC en el país.13/12/12)
Esfuerzos.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones publica información anual. Entre la información publicada
cada año se encuentra el indicador del precio de la canasta TIC, que da cuenta de los costos promedio que
debe afrontar un hogar al momento de acceder a estas tecnologías. El índice surge de estimar el promedio
de gasto en Internet, telefonía fija y telefonía celular por año, por individuo y en relación al ingreso bruto
nacional (IBN)(El IBN es la suma de todos los gastos realizados por las familias, el gobierno y las empresas,
más las exportaciones de bienes y servicios más los ingresos por remisión de ganancias o giro de remesas).
La suma de las tres estimaciones es igual a los esfuerzos anuales que los ciudadanos deben hacer para
acceder a las tecnologías en cuestión, lo que se asume da cuenta de los principales componentes del gasto
regular en TIC.
Existe una relación inversa entre el nivel de ingresos y el costo de acceso. Esto se explica por dos
cuestiones: los fenómenos de escala de las TIC y, evidentemente, el mayor denominador en los países
desarrollados. Esto implica que a mayor cantidad de usuarios, menor será el costo que cada uno de ellos
deba pagar.
Es así que en materia de esfuerzos, el acceso y uso de las TIC viene dado por un proceso que se
retroalimenta de manera positiva: a mayor ingreso medio del país, mayor el acceso y menor el costo.
Capacidades.
Las personas con computadoras e Internet en sus hogares serán usuarios más frecuentes de estas
tecnologías y la mayor frecuencia de uso disparará procesos de aprendizaje que mejorará sus capacidades.
Mientras más tiempo pasamos frente a la computadora, más es lo que aprendemos sobre cómo usarla.
La tasa de alfabetización es quizá el indicador más básico de capacidades, básicamente porque para
acceder a las TIC es preciso saber leer y escribir. Las diferencias se observan entre los países de menor
ingreso y el resto del mundo, mientras que la distancia entre los países latinoame ricanos y los países
europeos es baja. Por ejemplo, en las competencias requeridas para comprar on line. No basta con que una
persona sepa leer y escribir, debe tener capacidad para operar con el sistema de pagos, para manejar pagos
electrónicos y para gestionar procesos de validación de identidad.
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Aplicaciones.
Las “limitaciones” dadas por el idioma y las regulaciones respecto del uso de Internet podrían estar
afectando los niveles promedio más que las cuestiones estrechamente relacionadas con las TIC.
En los países de mayor desarrollo se observan frecuencias más altas para varios de los tipos de uso
presentados, esto indica no solo un uso más intensivo sino también más diversificado. La necesidad de que
los distintos actores de la sociedad avancen de manera coordinada hacia un uso más intensivo y extensivo
de las TIC. Desde luego, la contracara de estos porcentajes es la oferta de servicios de banca on line, la
oferta de bienes a través de sitios web, la existencia de portales educativos y el uso de herramientas
informáticas entre las instituciones gubernamentales, temas que retomaremos en las secciones siguientes.
El uso más intensivo de las TIC presenta una relación positiva con el grado de aprovechamiento de estas
tecnologías, en la medida en que los costos de acceso pueden ser más que compensados por las ganancias
en materia de ahorros por parte de las familias. Avanzar en un programa de “inclusión digital” demandará,
por tanto, esfuerzos explícitos tendientes a articular las distintas dimensiones que hacen al uso de TIC: de
nada servirá capacitar a los individuos si estos no pueden afrontar el costo de los servicios, de igual manera
subsidiar los servicios tendrá un impacto reducido si los individuos no cuentan con las capacidades
necesarias para operarlos.
Empresas.
La medición del tránsito a la sociedad de la información entre las empresas permite cuantificar el grado
en que las firmas se están apropiando de los beneficios prometidos por las TIC.
En el sector primario, persisten aún severos problemas de conectividad, en especial por la falta de
infraestructura básica. En un estudio para la región latinoamericana, la Cepal observó que las empresas
pequeñas del sector rural se encuentran en los primeros estadios de implementación, con severos
problemas para acceder a Internet. (Cepal, 2010a).
Infraestructura.
Los indicadores de infraestructura muestran elevados niveles de penetración de las TIC, con tasas de
acceso superiores al 90% de las firmas, independientemente se trate de países más o menos desarrollados.
En el extremo, se encuentra el uso de computadoras, que alcanza al 98% de las firmas, con excepción de
aquellas localizadas en Uruguay, donde la penetración es del 92%; Internet 97%.
El uso de herramientas relativamente más complejas, o al menos, que requieren de esfuerzos más
articulados y explícitos, muestra un menor nivel de difusión, aunque tanto las empresas de los países
europeos como los países latinoamericanos muestran similares niveles.
La difusión de la infraestructura básica entre las empresas muestra menores distancias entre los países de
mayores y menores ingresos. Aunque en parte es por cuestiones de tipo estadístico; parte se explica por el
diferencial de incentivos entre las empresas.
Esfuerzos.
Entre las limitaciones existentes para analizar el uso y penetración de TIC se encuentra la carencia de
información comparable, internacionalmente, sobre las inversiones que realizan las empresas en esta
cuestión.
Se presentan 3 indicadores: inversiones en telecomunicaciones del sector privado, inversiones totales en
telecomunicaciones y participación del sector TIC en el producto bruto. Ante mayores inversiones podemos
asumir que mayor es la demanda, y por tanto, también la inversión privada.
La comparación con los países de mayor desarrollo muestra un ritmo más intenso de inversión entre los
países latinoamericanos.
Capacidades.
Dos indicadores: la relación entre empleo total y empleados que utilizan TIC e Internet muestra similares
valores entre los países europeos y Brasil. Una de las principales limitaciones de estos indicadores es la
incidencia del tipo de tareas desempeñadas. Así, una empresa con un fuerte componente de tareas admi-
nistrativas tendrá más empleados utilizando TIC que una empresa dedicada a la manufactura mano de obra
intensiva.
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En su rol de trabajadores, las familias son, de hecho, los empleados cuyas capacidades determinarán el
grado de uso y aprovechamiento de las TIC. Si asumimos que las familias son la fuerza de trabajo y que
mayor uso conlleva a mayores capacidades, entonces, para mejorar el nivel de capacidades entre las
empresas se deben mejorar las capacidades de los individuos.
A partir de un mayor acceso, mayor uso y mayor aprovechamiento solo tiene lugar si los diferentes
actores avanzan de manera conjunta, más o menos coordinada, hacia una dinámica de producción,
distribución y consumo más intensiva en el uso de herramientas asociadas a las TIC.
Según la Cepal, la clave para el tránsito a la sociedad de la información entre las empresas radica en la
formación de capacidades, no solo para hacer uso de las TIC sino en términos de las competencias de los
trabajadores y de la firma en su conjunto para avanzar en un sendero de mejoras tecnológicas y
organizacionales.
Aplicaciones.
Se observa que mientras casi la totalidad de las firmas argentinas, brasileñas y uruguayas contaban con
una página web, menos de la mitad ha recibido pedidos a través de ella o de algún otro medio digital.
La difusión de las tecnologías más básicas, en sus aplicaciones más elementales alcanza a casi todas las
empresas, independientemente del nivel de desarrollo del país donde estén radicadas. Sin embargo, a
medida que se avanza a aplicaciones más complejas, la tasa de uso desciende notablemente. El tipo de
actividades realizadas a través de las TIC permite aproximarse al impacto, asumiendo que a mayor
complejidad de las herramientas, mayor será el impacto en la productividad y mayor será el impacto en
términos de la cantidad y calidad del empleo.
A pesar de las potencialidades de las TIC, su implementación aún se encuentra en estadios de baja
complejidad, lo que atenta contra los beneficios que las empresas obtienen y da cuenta de la necesidad de
continuar con la implementación de programas tendientes a su difusión.
Los desafíos por resolver son: el desconocimiento de las TIC, la falta de confianza o el costo de acceso, la
calificación del personal para seleccionar la tecnología y la organización de la empresa, que debe ser capaz
de garantizar la privacidad, confidencialidad y seguridad de la información.
Gobierno.
Las comparaciones internacionales respecto del tránsito a la sociedad de la información entre los
gobiernos encuentran una dificultad adicional: las distintas formas que asumen los gobiernos en los
distintos países.
A partir de la oferta de servicios en línea, se asume que existe una rela ción directa entre el grado de uso y
aprovechamiento de las TIC en la administración pública y la interacción con los ciudadanos y empresas a
partir de medios digitales.
Las Naciones unidas estima un índice de desarrollo del gobierno electrónico, el que surge de estimar el
valor promedio alcanzado por tres dimensiones: disponibilidad de servicios on line, infraestructura de
telecomunicaciones y capital humano. Nos concentramos en la primera dimensión.
A mayor grado de virtualidad en la interacción con los ciudadanos y empresas, mayor será la complejidad
tecnológica del servicio ofrecido.
El indicador de desarrollo de gobierno electrónico surge de estimar el promedio de niveles en los distintos
servicios relevados. Un mayor desarrollo entre los países de ingreso alto, un desarrollo medio entre los
países de ingreso medio y un bajo nivel de uso de las TIC por parte de los gobiernos pertenecientes a países
de bajos ingresos.
Este cálculo se basa en el estudio del grado de sofisticación del portal oficial de cada país, a partir del cual
se avanza luego hacia los portales ministeriales y, finalmente, se relevan sitios de participación ciudadana y
actividades claves. Sobre la base de esta información, se calcula un indicador ponderado y luego se estima
el valor final del índice, cuyo máximo es 100.
La relación entre el nivel de desarrollo de servicios en línea y el nivel de ingreso medio de cada país es la
misma que hemos observado anteriormente: a mayor desarrollo relativo, mayor es el nivel de complejidad
de los sitios web oficiales.
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El gobierno electrónico parece estar avanzando más rápido que las familias y las empresas. Desde luego,
esto podría traccionar al resto de la sociedad y mejorar los indicadores en el corto plazo. Sin embargo,
también podría ser un indicio de la desarticulación entre gobiernos y ciudadanos, donde la implementación
del e-government no alcanza a impulsar un mayor aprovechamiento de las TIC por fallas en cues tiones
básicas y claves: el acceso a Internet, el nivel de alfabetización y las capacidades mínimas para operar con
estas tecnologías.
La falta de mejoras en la organización de la administración pública genera duplicaciones de esfuerzos y
con ello, pérdidas de eficiencia.
Según la ONU, los Cinco Principios Rectores1 con respecto a los objetivos de la gobernanza electrónica
son:
1. Crear servicios relacionados con las decisiones de los ciudadanos.
2. Hacer que el gobierno y sus servicios sean más accesibles.
3. Promover la inclusión social.
4. Proporcionar información de manera responsable.
5. Emplear las TIC y los recursos humanos de manera efectiva y eficiente.
Desarrollo Sostenible Inclusivo.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de evaluar mediciones sobre inclusión de TIC en el
Gobierno es si se manifiesta una política de desarrollo sostenible inclusivo en las empresas a fin de contar
con la sinergia del sector privado para reducir la pobreza.
Entendemos por sostenibilidad el equilibrio entre los aspectos económico, social y ambiental de una
empresa. Que si bien tiene como principal objetivo hacer un negocio rentable, debe contemplar valores
como la responsabilidad, la equidad y la viabilidad de sus proyectos, teniendo en cuenta las necesidades de
la sociedad y el respeto por el medio ambiente.
Tendencias y proyecciones.
En el informe de la Cepal (2010a) se plantea la existencia de una nueva brecha entre los países
desarrollados y los países en desarrollo: la brecha digital.
Para nuestra región, el desafío se encuentra en avanzar no solo en la complejidad de las herramientas
sino también en la extensión de la infraestructura básica, capaz de dar soporte al avance de estas
tecnologías en el plano internacional.
Los resultados de la Matriz de indicadores de la sociedad de la información indican ciertas “Ventanas de
oportunidad”. Se entiende por ventanas de oportunidad a aquellos momentos en los que una marca,
empresa, producto o país puede salir beneficiado si realiza alguna acción rápida que aproveche
determinada circunstancia, por ejemplo para lanzar o impulsar un producto en un segmento determinado.
Para aprovechar una ventana de oportunidad es necesario estar atentos a esas oportunidades del mercado,
ser capaces de generar una respuesta creativa para la necesidad del momento y ejecutar de inmediato.
Algunas son: La implementación de las TIC para la mejora en la prestación de servicios de salud, la creación
de contenidos como una industria local con proyección internacional, la alfabetización digital como parte
integral del proceso de aprendizaje y la extensión de las redes de cooperación e interacción, las redes
sociales relacionadas con el entretenimiento y aquellas más formales relacionadas con la actividad
profesional.
Solo será posible si se realizan esfuerzos articulados entre actores y al interior de los sectores. El gobierno
electrónico es un esquema de gestión de la cosa pública y de regulación de las transacciones privadas que
asegure la transparencia, la seguridad y la privacidad.
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1) Desarrolle las características principales del proceso de análisis de la Sociedad de la Información
desde la perspectiva matricial (Matriz de Indicadores de la Sociedad de la Información).
2) Indique si la siguiente afirmación es Verdadera o Falsa. "La incorporación de las TICs en las
empresas siempre aumenta las calificaciones de los empleados".
3) Por qué puede afirmarse que la penetración de las TICs en los hogares modifica las relaciones de
poder y la dinámica de vinculación del hogar con el resto de la sociedad?
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