Historia de La Arquitectura IA: Universidad Nacional de Córdoba Facultad de Arquitectura, Urbanismo Y Diseño

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

FACULTAD DE ARQUITECTURA, URBANISMO Y DISEÑO

HISTORIA DE LA
ARQUITECTURA
IA

Año 2024

DOCUMENTO DE CÁTEDRA

Profesor Titular:
Dr. Arq. Hugo Daniel Peschiutta
Profesor Adjunto:
Mgter. Arq. Antonio Eduardo Sabatté

Prof. Asistentes:
Mgter. Arq. Verónica Cuadrado
Mgter. Arq. Aníbal Manavella
Esp. Arq. Patricia Patti
Arq. Arístides Gómez Luque
Arq. Juan Sumbaino Fernández
Arq. Mariana Chicar
Esp. Arq. Diego Márquez Casas
Cátedra de Historia de la Arquitectura IA Presentación

Profesor Titular Dr. Arq. Hugo Daniel Peschiutta

Les damos la bienvenida a la Cátedra de Historia de la Arquitectura I A e


invitamos a participar activamente del proceso que iniciaremos recorriendo un
largo camino transitado por nuestra disciplina.
Se trata de una tarea conjunta en la que nuestro compromiso como docentes
necesita ser acompañado por el de ustedes, estudiantes, ya que sólo con la
sinergia de ambos podremos arribar a los objetivos ansiados.
Solo así alcanzaremos, para ambas partes, un logro importante y por sobre todo
favoreceremos nuestro crecimiento tanto profesional como humano. Ambos
sumamente destacables a la hora de comprender el producto arquitectónico, ya
que, si bien es un objeto físico, también y sobre todo es un producto cultural.
Consideramos a partir del enfoque de esta Cátedra que la arquitectura participa
del mundo de la cultura, es un artefacto cultural y es parte constitutiva de esa
urdimbre en la que se tejen los distintos usos que responden a las distintas caras
de la existencia y producción humana. En ese horizonte el arquitecto se
considera un sujeto ambientado, donde de alguna manera es portador de una
serie de deudas con su nido cultural.
Esto nos hace pensar la arquitectura como algo más que una simple
construcción, consideraremos la misma como un constructo mixto, donde se
establece una relación coherente entre forma, construcción, función y sentido.
El reto medio ambiental exige hoy, de los arquitectos, intervenir en pos de
objetivos de mayor trascendencia que posibiliten una calidad arquitectónica
ligada a los valores geográficos, paisajísticos, urbanos, artísticos y sobre todo a
la participación del usuario.
La enseñanza-aprendizaje de la historia de la arquitectura, entonces, encuentra
sentido en la consideración del momento propositivo del diseño como un proceso
fuertemente ligado al conocimiento y la experiencia.
Como afirma León Battista Alberti el proyecto está precedido por un tiempo de
precognición, tiempo donde se aborda el estudio y análisis de aquellos casos
que son significativos a la hora de entender lo que se pretende diseñar.
Al alejarse de una posición ligada al demiurgo creador, esta postura considera
la metodología del diseño como fundada en un proceso de estudio, de indagación
autorregulado a través del estudio de casos a fin de alcanzar la forma idónea.
A partir de esa mirada, la Historia de la Arquitectura en el horizonte de la
formación profesional, puede ser considerada como un espacio para la reflexión
para la incorporación y desarrollo de habilidades y aptitudes que favorezcan la
autonomía de criterios del diseñador.
Y en un momento donde los espacios de homologación del conocimiento se
reducen y globalizan, monopolizando las respuestas, anulando y poniendo en
peligro las identidades regionales, la posibilidad de contar con diseñadores
capaces de asumir sus propias decisiones y establecer criterios autónomos
augura tiempos de creatividad, pluralidad y respeto por aquellos rasgos que
hacen la diversidad de identidades culturales que caracterizan este mundo.

1
Entendido así, el estudio-aprendizaje de la Historia de la Arquitectura posibilita
la construcción de una herramienta capaz de favorecer la libertad creativa,
permitiendo al sujeto diseñador escapar a la mera repetición mecánica de
aquello aprendido.
Por lo tanto, entendemos como tarea del estudio histórico favorecer el desarrollo
de la capacidad crítica de nuestros estudiantes a fin de facilitar la independencia
y libertad de conciencia y de acción a la hora de asumir la tarea del diseño.
Para ello comenzaremos adentrándonos en el mundo clásico y nos asomaremos
a una racionalidad ligada al orden y la perfección derivados de una voluntad de
arte íntimamente relacionada a la naturaleza y su representación.
Hablamos de una arquitectura como aportación fenomenológica, donde orden y
perfección se complementan, potencian sus cualidades recíprocas y suman sus
sinergias.
Veremos cómo hasta la Edad Media predomina la relación maestro-aprendiz,
donde la arquitectura está más ligada a su carácter de oficio, posteriormente
avanzaremos a través del estudio del mundo moderno, a través del profundo
cambio que transforma esa relación, para establecer aquella de profesor-alumno
que ha perdurado hasta nuestros días.
Estos fenómenos ligados a una nueva racionalidad estrechamente relacionada a
los procesos de intelectualización y abstracción del pensamiento apuntan a la
profesionalización de la disciplina.
Lentamente pasaremos de la mímesis creativa, íntimamente unida a la
proporcionalidad obtenida por analogía y apoyo en la antropometría, aritmética
y música a la experimentación formal moderna, estrechamente ligada a la
caracterización tipológica, formal y funcional.

Objetivos
 Reconocer la producción arquitectónico más destacada de la cultura
occidental en los diferentes períodos de desarrollo.
 Comprender las lógicas de funcionamiento y diseño que operan en los
componentes que la constituyen y sus relaciones.
 Implementar criterios y fundamentos conceptuales que sustentan
metodologías y procedimientos de aproximación al estudio de la arquitectura.
 Desarrollar análisis de obras a partir de la interpretación de las relaciones
posibles entre los diversos elementos que promueven y condicionan la
producción arquitectónica.
 Ejercitar el pensamiento crítico ante la disciplina en su rol social y ambiental
dentro de nuestra cultura.
 Integrar los conocimientos sobre la historia de la arquitectura en la valoración
de bienes patrimoniales que active tanto pautas responsables como procesos
creativos de diseño.

2
Modelo didáctico

La propuesta concibe el modelo didáctico como una estructura sistémica con cuatro
elementos componentes que se interrelacionan y se modifican recíprocamente.
Ellos son: objetivos, contenidos, modos operativos y evaluación.

3
Contenidos
Los contenidos generales de la materia se reúnen en dos tipos:

 Contenidos Instrumentales:

o Enfoque de la Cátedra para abordar la Historia de la Arquitectura:


Tiempo – espacio; el ambiente humano | territorio | arquitectura
o Historia. Historicidad- memoria
o Cultura, bienes culturales, patrimonio
o La obra de arquitectura como constructo cultural dotado de sentido.
Bourdieu y las nociones de campo y habitus.
o Nociones de semántica como estudio de significado. Teorías del significado.
Clases de significado
o Consideraciones acerca de la Arquitectura a partir de las condiciones
materiales de producción.
Componentes de la arquitectura: Lenguaje. Tecnología. Tipología espacial
y funcional. Espacio. Sentido.

 Contenidos Específicos:
Son los contenidos de la Historia de la Arquitectura Occidental desde Grecia al Siglo
XIX, según plan vigente en la FAUD.

El Mundo Clásico:
Grecia
Sus manifestaciones arquitectónicas en los períodos arcaico, clásico y helenístico, en
el horizonte del campo de la arquitectura griega. Tipologías más importantes: el
santuario y el ágora. Sus orígenes, antecedentes y desarrollo. El templo griego.
Componentes: estructura resistente, lenguaje, tipología, espacio.
La construcción social de sentido en el mundo antiguo.
Roma
El mundo romano, y el campo de la arquitectura. República e Imperio. Instituciones
y sus sedes. Templos, basílicas, anfiteatros, termas, domus, insulae. Sus constantes,
persistencias y mutaciones. Los significados sociales de la arquitectura.

El Mundo cristiano:
Paleocristiano
Los cambios producidos por el mundo romano a partir de la presencia del
cristianismo. Basílicas, mausoleos y baptisterios. Análisis de constantes.
Bizantino
El Imperio Romano de Oriente. Bizancio y la arquitectura de los siglos VI y VII d.C.
Estudio de las constantes de la arquitectura, sus permanencias y mutaciones.
Románico
La estructura feudal y el cristianismo occidental. El monaquismo y las
peregrinaciones. Arquitectura románica, manifestaciones tipológicas, constantes o
componentes. Características regionales.
Gótico
La ciudad y la catedral gótica. Arquitectura civil. El gótico francés, italiano, inglés,
alemán y español. Estudio de los componentes de la arquitectura.

4
El despertar del Mundo Moderno:
Renacimiento
El mecenazgo y la nueva cultura. El humanismo. El Cuatrocientos florentino:
Brunelleschi, Alberti. La perspectiva. Los componentes de la arquitectura. El
Quinientos y la búsqueda de la centralidad, Bramante y Miguel Ángel.
Manierismo
El siglo XVI y el campo de la arquitectura en Italia. La Reforma y la crisis. La nueva
actitud, el manierismo. La obra y sus componentes. Giulio Romano, Palladio y Vignola.
Barroco
La iglesia y el poder del Papado. La Contrarreforma. El absolutismo monárquico. La
ciudad capital y la nueva actitud barroca, el espacio barroco. El monumento y sus
constantes. La Ópera y el “teatrum sacrum”. El palacio y la Iglesia. Bernini,
Borromini, Guarino Guarini, Juvarra. El barroco español. Los Churriguera y
Narciso Tomé. El barroco en Inglaterra. Wren, Vangbrugh e Iñigo Jones. Francia
y el cartesianismo. Versalles. El Barroco Alemán. Los Príncipes Obispos. La
arquitectura y sus componentes. La obra de Neumann, Fischer Von Erlach,
Zimmermann y los hermanos Asam.

El Mundo de las Revoluciones


Siglo XIX, historicista.
Revolución Francesa y Revolución industrial. La era de la Ilustración. Historicismo y
romanticismo. La Academia. Los utopistas y la “arquitectura parlante”: Ledoux,
Boullée y Lequeu. Eclecticismo. La arquitectura de la Revolución Norteamericana:
Jefferson. Revivals. Soane, Schinkel y Von Klenze

Formas operativas.

 Momento de Exposición Teórica


En el momento de exposición teórica, se construirán las herramientas teórico-
conceptuales que permitan estructurar el corpus de la disciplina en función del
enfoque adoptado por la Cátedra. Los enunciados en esta instancia acotada,
demostrados solo en casos paradigmáticos, serán presentados como hipótesis a
verificar en el trabajo extendido de taller. Uso de tecnologías digitales para
exposición y registro documental. Interacción sincrónica presencial.

 Trabajos en Taller
El trabajo de Taller constituirá un momento para la reflexión, discusión y
evaluación a fin de la construcción colectiva de los conocimientos. A partir de
temas clave, traducidos en preguntas detonantes por períodos, se comenzarán
los trabajos grupales donde se abordarán aproximaciones libres que se
expondrán en seminarios iniciales de discusión. La designación de obras y su
análisis metodológico en forma individual serán instrumentos para confrontar y
verificar las primeras hipótesis. Desde estos desarrollos se procederán al debate
y exposición de los resultados para la obtención de conclusiones que se volcarán
en cuadros síntesis.

Lo prácticos se dividirán en tres etapas:

1. Introductorio: especial hincapié en recuperar el capital propio de cada


estudiante y se procederá a través de la puesta en común en cada comisión de
la producción de un documento por período donde se sintetice el estado del
campo y el habitus correspondientes a los contenidos de la matera,
capitalizando lo aprendido en el primer año de la carrera.
5
2. Análisis progresivo de los componentes que participan en la construcción de la
obra de arquitectura. Para ello el trabajo se apoyará en el uso de cuadros
comparativos por componentes donde se recogerá la síntesis personal del
avance de los contenidos incorporados por estudiantes de forma gráfica-
conceptual. En esta etapa se realizarán dos ejercicios de carácter evaluatorio,
con modalidades diferenciales donde los estudiantes podrán en juego su capital
y presentará una síntesis personal manifestando de manera creativa y propia
las síntesis alcanzadas hasta el momento sobre los contenidos asignados.
3. Cierre integrador, mediante un trabajo inicial de investigación y reflexión crítica
donde estudiantes expresarán con las herramientas graficas que consideren
pertinente, una síntesis conceptual donde construya la cadena dialógica entre
los contenidos estudiados y la arquitectura de Córdoba del siglo XIX.
Se proveen guías diseñadas para la construcción de síntesis conceptuales, clases
interactivas, propuestas operacionales diversas como: maquetación,
performance, incorporación de la tecnología digital y actividades lúdicas que
promueven el anclaje de los conocimientos y motivan al estudiante, vinculando
la historia de la arquitectura con los procesos proyectuales creativos.
Se dispondrá de una recopilación de documentos bibliográficos y gráficos de
consulta para el desarrollo de los trabajos prácticos.

 Visitas a obras de arquitectura del Siglo XIX en Córdoba


Organizadas a partir de obras referentes de la arquitectura historicista cordobesa,
las visitas tienen como fin ejercitar la lectura de una obra real y su puesta en
relación con los conocimientos adquiridos en el desarrollo curricular. Como cierre
integrador se incorpora el trabajo de campo de relevamiento gráfico-espacial en
obras asignadas para el análisis crítico y estudio de las similitudes y diferencias
entre nuestras arquitecturas y aquellas europeas permitirán construir y
consolidar una actitud reflexiva.

 Evaluación
Requisitos para la regularización:80 % asistencia a taller, aprobación de
todas las instancias de evaluación.
Requisitos para la aprobación: aprobación de examen final.
Criterios de evaluación: la evaluación será una instancia de reflexión sobre los
resultados alcanzados en los procesos de enseñanza y de aprendizaje,
considerando la misma como otra instancia de tales procesos.
Durante el cursado regular se verificará el desarrollo seguido por estudiantes a
fin de relevar los logros y déficits. Se realizará a través de dos esquicios de cierre
parcial. Se complementará con la evaluación del cuadro gráfico síntesis a través
de los diferentes momentos planteados en la Unidad Temática II. El seguimiento
será mediante correcciones semanales, donde estudiantes presentarán el análisis
gráfico-conceptual del caso asignado, siguiendo la metodología propuesta. La
evaluación de cierre tendrá lugar al concluir el segundo semestre con la
presentación de un trabajo grupal que integre los contenidos y permita conocer
el manejo de la información, el dominio de los conceptos, la interpretación de
consignas, la actitud crítica y creativa de estudiantes, y por lo tanto, comprobar
los resultados del proceso de enseñanza y de aprendizaje obtenidos.
Modalidad de examen final: quienes hayan tenido un desempeño destacado
en el cursado de la materia accederán a un examen final de tipo coloquio oral.
Mientras que los que alcancen un nivel de aprobación menor deberán rendir un
examen escrito y gráfico. Quienes se presentan como libres en la instancia final
deberán rendir un cuestionario general en una primera instancia eliminatoria y
luego un examen escrito y gráfico. De ser necesario habrá una instancia oral.
6
UT1
Conceptos instrumentales
Prof. Arq. Hugo Daniel Peschiutta

La obra de arquitectura. Texto cultural no lingüístico.

Hipótesis: La obra de arquitectura se inscribe en el campo de los productos


culturales, en el horizonte de un determinado ambiente histórico, manifestando
una doble condición mixta: de texto portador de sentido y resultado técnico-
artístico.

La lectura de la obra, en el denominado “momento de producción”, exige —si


pretendemos fidelidad en la tarea—, la consideración atenta del campus de la
arquitectura en el momento de su creación.

Concepto Eje: La obra como texto

En 1923, E. Cassirer plantea que el arte es una forma simbólica y entiende "... la
cultura como un edificio de significado (...)". Esta aparece como un sistema
significativo donde cada elemento es un signo. Dice este autor:"...A partir de la
participación en el sistema general de las formas simbólicas que llamamos
cultura, es posible la participación en el sistema particular que llamamos arte,
el cual no es de hecho sino un sector de ésta. Por lo tanto, una teoría del arte
es al mismo tiempo una teoría de la cultura, y no una empresa autónoma
(...)”1.

Considerar el lenguaje artístico como un lenguaje de signos que sirve para


comunicarse, nos coloca ante un lugar donde se puede dar la articulación entre
lenguaje y arte. Y entonces, si aceptamos el texto como la puesta en
funcionamiento de la lengua, el texto aparece como el espacio de construcción
de subjetividades. En este caso podemos afirmar que discurso y arte son formas
simbólicas que permiten conformar mundos. En el mismo sentido N. Goodman
agrega "... puede considerarse que nuestros mundos son precisamente todas las
descripciones, las representaciones y las percepciones correctas del mundo, así
como las maneras-en-que-el-mundo-es, o simplemente las versiones en las que
nos aparece (...)”2.

Tanto I. Lotman como Humbold, a pesar de las diferencias que median entre
ellos, acuerdan en que la posibilidad de modelizar3 mundos es propia del texto
artístico. Cada texto es una cosmovisión, y que cada lengua implica un modo de
partición particular del mundo. Serán, entonces, las formas simbólicas las que
permitan superar la segmentación con que se manifiesta el mundo, vale decir
unificar la pluralidad.
Estos conceptos, consideramos, pueden ser aplicados a todas las artes,
cualquiera sea su materialidad. Dice Elíseo Verón: "...Cualquiera que fuere el
soporte material, lo que llamamos un discurso no es otra cosa que una
configuración espacio-temporal de sentido (...)"4.

1
GEERTZ, Clifford. Conocimiento Local. Ensayos sobre la interpretación de las culturas. Ediciones Paidós, Barcelona-
Buenos Aires-México, 1994.
2
GOODMAN, Nelson. Los lenguajes del arte. Aproximación a la teoría de los símbolos. Ed. Seix Barral S.A. Barcelona,
España.1976.
3
Modelizar: (de modelo, modelar). Dar forma. Configurar o conformar algo no material.
4
VERON, E. La semiosis social, Gedisa.Barcelona.1993
11
El sentido, de acuerdo con lo que plantea Verón, siempre se manifiesta como una
materia, bajo la forma de un producto, y remite a un trabajo social de producción.
Cuando se habla de texto nos referimos a él como práctica social, como
constructo capaz de manifestar las interacciones de un grupo humano. Se
considera al texto y al discurso como dos planos de un mismo objeto, y siguiendo
a este autor, aceptamos que más que el discurso actúa como un fragmento
semiótico5.

Leland Roth, afirma que "… la arquitectura es el arte inevitable. Estamos en


continuo contacto con ella (…); es una forma de arte en la que habitamos (...),
la arquitectura tiene el poder de condicionar y afectar el comportamiento
humano. La arquitectura actúa sobre nosotros (…)”. También conviene recordar
que la arquitectura, además de proporcionarnos cobijo, es una representación
simbólica. Como escribiera sir Herbert Read, el arte es “una forma de discurso
simbólico, y donde no hay símbolo, ni por lo tanto discurso, no hay arte”. Este
contenido simbólico se percibe con mayor facilidad en los edificios religiosos y
públicos, en los que el objetivo principal es hacer una proclamación clara y
enfática de los valores y creencias de la comunidad (…). La arquitectura es la
ciencia y el arte de la construcción. Para entender más claramente el arte de la
arquitectura y su discurso simbólico es preciso comprender primero la ciencia de
la construcción arquitectónica (…)”6.

Por sus características, la obra de arquitectura como texto artístico-


técnico, puede ser considerada como resultado de procedimientos técnicos
derivados de la construcción, y sobre todo como producto ideológico, por lo tanto,
poseedora de esta capacidad de ser convertida en signo ideológico. En este
sentido, es posible atribuirle según Voloshinov, un carácter significativo: "...todo
producto ideológico posee una significación: representa, reproduce, sustituye
algo que se encuentra fuera de él, esto aparece como signo (...)"7.

Lo expuesto conduce a la propuesta de abordar la obra de arquitectura en su


particularidad técnico-artística, sin tener que hacer prevalecer un aspecto sobre
el otro para encontrar la unidad del conjunto textual que la constituye.

Como afirma I. Lotman: “...Al ser re expuesto en el lenguaje de un arte dado, el


material multivocal adquiere una unidad complementaria (...)”8. Es decir, tras la
envoltura multiestructural del mensaje en el lenguaje del arte, se oculta una
controversia compleja y contradictoria de diferentes mundos semióticos.

Por lo tanto, toda referencia a la lectura, se hace considerando que existen


varias lecturas posibles de un mismo texto, donde cada tipo de lectura alude
a una conceptualización específica de las condiciones de producción.

Cualquier lectura que pretenda ser integral deberá acercarse a la obra, concebida
ésta como espacio donde interactúan varias voces y lenguas: "...en todo discurso
existe una multitud heterogénea de huellas de orígenes diversos (...)"9.

5
Semiótica: Teoría general de los signos en la vida social. Diccionario de la Real Academia Española
6
ROTH, Leland. Entender la Arquitectura, sus elementos, historia y significados, GG, Barcelona, 2005
7
VOLOSHINOV, en Op. Cit. 3 pg. 35
8
LOTMAN, Iuri. La Semiosfera I. Semiótica de la cultura y el texto. Universitat de Valéncia, Frónesis. Cátedra Madrid,
1996
9
VERON. Op. Cit. 3
11
Leer la obra, asumiendo los aportes de la teoría de la discursividad, obliga a
estudiar las condiciones sociales de producción, circulación y
reconocimiento, en el marco de una red intertextual, de una cadena
discursiva, que se despliega sobre un período temporal dado.

Tal es como lo plantea I. Verdugo: "...todo discurso se produce con resonancias


e influencias de otros anteriores o futuros, condicionado por ellos; a la vez,
condicionará discursos posteriores. La intuición o la conciencia de este hecho
actúa en su composición y desarrollo (...)"10.

Lo dicho conduce al cuestionamiento que formula Roger Chartier: “¿Cómo pensar


las relaciones que mantienen las producciones discursivas y las prácticas
sociales?”11. Se tratará, entonces, de articular la construcción discursiva del
mundo social con la construcción social de los discursos. Saussure habla de
"convenciones" cuando expone "...los significados de muchas acciones u objetos
pueden parecer naturales, pero siempre se fundan en presuposiciones o
convenciones compartidas (...)”12.

Tomando en cuenta el momento de la emisión del mensaje (del objeto


arquitectónico), se deberá analizar el conjunto de reglas que rigen por convención
el grupo donde se produce la obra; es decir, mostrar cómo se constituye
históricamente el campo de producción artística, que como tal produce la creencia
en el valor y en el poder creador del artista.

Iniciando la comprensión de la relación entre ambiente histórico y la arquitectura


a partir del aporte de la sociología que se propone en la Unidad Temática I, cabe
recordar que para esta ciencia la sociedad es un sistema relacional de diferencias
en el que se dan una serie de campos con sus reglas de juego particulares.

El espacio social, para Pierre-Félix Bourdieu ―Francia, 1930-2002, un teórico


relevante de la sociología de la alta modernidad―, es un espacio pluridimensional
de posiciones, donde toda posición actual puede ser definida en función de un
sistema pluridimensional de coordenadas, cada una de ellas ligada a la
distribución de una especie de capital diferente13. En este sistema los sujetos se
distribuyen en el espacio social en función de sus posiciones sociales, las que se
definen las unas en relación con las otras (autoridad/súbdito; jefe/subordinado;
hombre/mujer; rico/pobre; distinguido/popular, etc.), según dos principios de
diferenciación: capital económico y capital cultural14.

La posición de un agente en un espacio social se define por la posición que ocupa


en los diferentes campos, (la distribución de los poderes), y en un corte sincrónico
del campo de luchas de clases se obtiene un estado de las relaciones de clases.

En consecuencia, el “orden social” en el sistema de espacios sociales está


formado por conjuntos de posiciones, separadas por distancias. Si este orden
estructural es objetivo, también existe otro subjetivo, el que deviene de la
percepción, del lenguaje, de las luchas simbólicas. El espacio social es, en
definitiva, un campo de fuerzas y de luchas, donde los agentes se enfrentan con
medios y fines diferentes, según el valor de su posición en el orden social.

10
VERDUGO, Iber. Estrategias de Discurso. UNC, Córdoba, 1994
11
CHARTIER, Roger. (A) Escribir las prácticas. Edit. Manantial. Buenos Aires. 1996. (B) El mundo como
Representación. Gedisa. Barcelona. 1992.
12
CHARTIER, Roger. Op. Cit.
13
BOURDIEU, Pierre. Campo del poder y reproducción social. Elementos para un análisis de la dinámica de clases.
Córdoba: Ferreyra Editor, 2006. Pág. 18
14
GIMENEZ, Gilberto. La Sociología de Pierre Bourdieu
11
Se entiende el campo como “un espacio de conflictos y competición, en el que
los contendientes luchan por monopolizar el capital especifico que caracteriza al
campo”15. La noción de campo implica la existencia de poder.

Al sustituir la separación entre lo objetivo y lo subjetivo como teorías, Pierre


Bourdieu construye una relación entre dos modos de existencia de lo social:
 las estructuras sociales externas, lo social hecho cosas: “campos” de
posiciones sociales que se han construido en dinámicas históricas;

 las estructuras sociales internalizadas, incorporadas al agente en forma de


esquemas de percepción, pensamiento y acción: los “habitus”.

El habitus se define para P. Bourdieu como el conjunto de modos de ver, sentir


y actuar, es decir su visión del mundo o de su realidad por parte de los agentes,
que aunque parezcan naturales, son sociales; esquemas a partir de los cuales los
sujetos perciben el mundo y actúan en él16.

A partir de los habitus los sujetos promoverán sus prácticas en los campos. Es
decir, se comprende que las estructuras que llevan a un grupo a estructurar un
esquema de percepción les permiten definir categorías para mirar la realidad,
separar lo que les interesa de lo que no les preocupa, lo que quieren de lo que no
quieren, etc., a partir de lo cual los agentes sociales locales generarán sus
prácticas o elecciones de lo que deben o no deben hacer.

15
FLACHSLAND, Cecilia. Pierre Bourdieu y el capital simbólico. Madrid: Campo de Ideas S.L., 2003. Pág. 49.
16
Ibídem 13. Pág. 53
11

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