Elementos Constitutivos de Las Sociedades
Elementos Constitutivos de Las Sociedades
Elementos Constitutivos de Las Sociedades
(Esenciales y Secundarios)
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DOSSIER DE SOCIEDADES COMERCIALES 2022.
no cuenten con la posibilidad de agredir el patrimonio personal por las obligaciones sociales,
es lógico que la Ley 19550 imponga para estas sociedades, que los aportes sólo puedan
consistir en dinero o en prestaciones de dar susceptibles de ejecución forzada. Bases de
organización Numerosas y diversas son las opiniones de la Doctrina Societaria sobre este tema.
Desde Nissen, Ricardo A. que sostiene que este aspecto no tiene mayor importancia práctica,
pasando por Villegas, Gilberto, que relativiza su importancia, ya que todas las acciones
humanas son organizadas y Farina, Juan, que haciendo un análisis de la Exposición de Motivos
de la vieja LSC concluye, que esta expresión es importante, ya que hace referencia a la
necesidad de que exista una regulación que determine el régimen de los diversos órganos
societarios (gobierno, administración, fiscalización), los derechos/obligaciones de los socios y
la necesidad de que las aportaciones se realicen para una explotación en común (idea
económica de empresa). Ahora bien, como ya dijéramos, sociedad es un concepto jurídico y
empresa un concepto económico, lo que ocurre es que comúnmente la sociedad es la forma
jurídica de la empresa económica y ambos conceptos presuponen el de “organización”.
Affectio societatis Resulta llamativo que la doctrina societaria haga referencia a este elemento
integrante de las sociedades, donde se supone que prevalece un espíritu material e
individualista. Lo cierto es que una sociedad, no deja de ser una forma compartida de hacer
algo en común, entre seres humanos que buscan satisfacer necesidades ajenas a ellos mismos.
En este contexto, el afecto (affectio), natural consecuencia de la sociabilidad del ser humano,
es el elemento unificador en las sociedades, que en numerosas ocasiones permite superar las
inevitables diferencias, que normalmente surgen en todos los grupos de personas que trabajan
en pos de un objetivo. Cuando las sociedades adquieren dimensiones significativas, las
necesarias acumulaciones de capital dividido entre numerosas personas, hace que este
elemento vaya perdiendo importancia relativa. Sin embargo, es claro que rara vez las
sociedades se inician siendo grandes y en consecuencia, en sus comienzos, este elemento debe
estar presente, indefectiblemente. Tipicidad La ley de sociedades en su Art. 1, impone el
criterio de la “tipicidad societaria”, con un doble alcance, tanto para atribuir a una sociedad el
carácter de “típica, formal o regular”, con independencia del objeto para el cual se constituye,
como para organizar las relaciones jurídicas internas de los sujetos, según determinadas
estructuras o esquemas de relación, previstos legalmente en forma taxativa, con fundamento
en la seguridad jurídica para los terceros. En virtud de este régimen se pre-establecen
esquemas normativos, como requisitos esenciales propios e inderogables y se impone a los
sujetos la adecuación a alguno de los “tipos” regulados, bajo sanción de no producir los
efectos propios de su tipo y quedar regida por lo dispuesto en la Sección IV (sociedades
informales o atípicas), de la Ley 19550 (Art. 17 LGS). A contrario de lo que se manifiesta en el
derecho penal, donde la tipificación tiene por objeto caracterizar conductas, a efectos de
imputar consecuencias jurídicas o aquellas que configuren delitos (lo que no está
expresamente prohibido está permitido), en materia societaria, se tipifica lo permitido (lo que
no está permitido o tipificado, es sancionado como una sociedad informal (o sociedad libre de
la mencionada Sección IV de la LGS). Es decir, la tipicidad societaria tiene carácter de orden
público para los sujetos que deseen enmarcar sus relaciones jurídicas bajo la forma societaria
regular-típica. Esto ha sido severamente criticado por importantes sectores de la doctrina, por
considerar este principio del derecho penal inaplicable al derecho privado, caracterizado por
su dinamismo y, además, por ser contrario al principio de libertad y de autonomía de la
voluntad, consagrado y defendido por Vélez Sarsfield en el siglo XIX. No obstante, los
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sociedad alcanza en el monto fijada al efecto (según momento, la cifra que establece el art.
299 inc 2 LGS. Puede ir cambiando). - Se deben inscribir en el registro respectivo. Sociedad
Anónima: - Su capital se representa en acciones de igual valor, expresados en moneda
argentina. - Integrada por tres órganos diferenciados en su constitución, funcionamiento y
competencia. la asamblea de accionistas, el directorio y la sindicatura o el consejo de vigilancia
cuando reemplaza a la sindicatura. - En algunos casos la ley permite prescindir de la sindicatura
art 284 LGS. - Estructura interna de los órganos (forma de ser convocados, forma en que deben
sesionar, derechos políticos de los socios). - Se deben inscribir en el registro respectivo.
Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria: - El Estado nacional, provincial, los
municipios legalmente autorizados por organismos estatales o las sociedades anónimas sujetas
a este régimen que representen por lo menos el 51 % de las acciones y posean los votos
suficientes para prevalecer en las asambleas ordinarias y extraordinarias de la sociedad, serán
parte de la misma. Sociedad en comandita por acciones: - Posee dos clases de accionistas: los
comanditados y comanditarios. - El capital comanditario debe representarse en acciones de
igual valor expresado en moneda argentina. - Está sujeta a las reglas de la sociedad anónima,
art 316 LGS. - Se deben inscribir en el registro respectivo. Participación en los beneficios y en
las pérdidas La última parte del Art. 1 de la LGS, habla de que los socios deberán participar en
los beneficios y soportar las pérdidas. Sin embargo el Art. 282 del derogado Código de
Comercio, cuando hablaba de las sociedades mercantiles las unía al “ánimo de lucro”, y el Art.
1648 del viejo Cód. Civil cuando se refería a la sociedad civil, establecía que estas entidades, se
constituían con el fin de obtener alguna “utilidad apreciable en dinero y que los socios
dividirán entre sí”. La doctrina ha considerado mejor la redacción actual de la Ley de
sociedades, ya que al hablar de “beneficios”, tiene un alcance mucho más amplio que “lucro” y
“reparto de utilidades” que utilizaban los anteriores Cód. de Comercio y el Cód. Civil
respectivamente. Caben ahora, según el ordenamiento legal argentino, dos clases de
sociedades comerciales, desde este punto de vista: a ) Las sociedades ordinarias, en las cuales
la causa consiste en la distribución del lucro derivado del ejercicio en común de una actividad
económica, y b) sociedades que tienen por objeto una actividad económica, de investigación,
científica, de información, etc., en beneficio de los socios, en cuyo caso no se puede hablar de
repartir un lucro, sino los beneficios que puedan obtenerse de tal actividad. Por su parte el Art.
11 inc. 7 LGS ordena que en el instrumento de constitución de la sociedad, se establezcan las
reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas y en caso de silencio, será en
proporción de los aportes. Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades, se aplicará
para soportar las pérdidas y viceversa.