Elementos Constitutivos de Las Sociedades

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DOSSIER DE SOCIEDADES COMERCIALES 2022.

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LAS SOCIEDADES

(Esenciales y Secundarios)

Existencia de “organización empresa”. - Pluralidad de personas (salvo la sociedad anónima


unipersonal). - Obligación de realizar aportes para la formación del capital social. - Bases de
organización. - Affectio societatis. - Tipicidad. - Participación en los beneficios y en las
pérdidas. Existencia de la “organización empresa” Una importante novedad introducida por el
nuevo Código Civil y Comercial de la Nación ha sido la de reservar el instituto de la sociedad
para aquellas organizaciones en las cuales exista una empresa subyacente, de modo de
descartar la posibilidad de que, bajo la figura societaria, se puedan cobijar proyectos que solo
persigan obtener una utilidad apreciable en dinero a distribuirse entre los partícipes del
mismo, con origen en el empleo de lo que cada uno hubiera aportado, y en las cuales no exista
una verdadera empresa. Para estas últimas iniciativas se han reservado los contratos
asociativos (tipología contractual asociativa regulada por los arts. 1442 a 1478 del CCC). Ahora
bien, sociedad es un concepto jurídico, empresa un concepto económico. Lo que ocurre es que
comúnmente la sociedad es la forma jurídica de la empresa económica. Es la forma a la que
recurren los socios, empresarios, para actuar unidos, para la realización de un objeto común.
Ambos conceptos presuponen el de “organización”. Porque “la empresa es la organización del
capital y trabajo -hoy cabría agregar tecnología- para la producción de bienes y servicios”.
Pluralidad de personas. Conforme al nuevo texto de la Ley 19550 surgido luego de la reforma
introducida por la modificación del Código Civil y Comercial de la Nación, subsisten como
sociedad: a) Una asociación de dos o más personas -necesaria pluralidad para la generación del
concepto de grupo social-, que en forma organizada conforme a uno de los tipos previstos por
la ley se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes y
servicios… b) Una organización creada por un único sujeto bajo la estructura de una sociedad
anónima, a partir de una declaración unilateral de voluntad, quien se obliga a realizar aportes,
para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes y servicios -propósito restringido-
recibiendo los beneficios y soportado las pérdidas. Es decir la primera novedad que introduce
la reforma a la ley de sociedades es la posibilidad de que las sociedades puedan nacer sin la
existencia de un contrato plurilateral de organización, ya que se admite que pueda existir
sociedad sin asociación, y con origen - exclusivamente- en una declaración unilateral de
voluntad. En consecuencia, podrá generarse una sociedad, mediante la conformación de una
estructura típica sin relaciones contractuales societarias internas, por resultar de titularidad de
un único sujeto, propietario del 100% del capital social, ya sea que ocurra esto desde el inicio
(art. 1) o por vía derivativa (nuevo art. 94 bis). Obligación de realizar aportes para la formación
del capital social. La realización de los aportes constituye requisito de existencia misma del
contrato de sociedad, de modo tal que sin aportes no puede haber socios y, por ende,
tampoco sociedad, pues ésta es onerosa por naturaleza. El aporte es la contribución de cada
socio al fondo común que debe constituirse para el desarrollo del objeto social, y el conjunto
de los aportes, en dinero o en especie, estimados en una cifra 10, VITOLO, Daniel Roque,
2015. “Reformas a la Ley General de Sociedades 19550” T.I. Rubinzal - Culzoni Edit. Bs. As.
VILLEGAS, Carlos G. Op. Citada. 12 NISSEN, Ricardo A., 2005, “Curso de Derecho Societario”,
pág. 200, Ad Hod Edic. Bs. As. Determinada, forman el capital social. Los aportes pueden
transferirse a la sociedad en propiedad, o en uso y goce según se convenga, pero tratándose
de sociedades en donde los socios limiten su responsabilidad al aporte efectuado y los terceros

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no cuenten con la posibilidad de agredir el patrimonio personal por las obligaciones sociales,
es lógico que la Ley 19550 imponga para estas sociedades, que los aportes sólo puedan
consistir en dinero o en prestaciones de dar susceptibles de ejecución forzada. Bases de
organización Numerosas y diversas son las opiniones de la Doctrina Societaria sobre este tema.
Desde Nissen, Ricardo A. que sostiene que este aspecto no tiene mayor importancia práctica,
pasando por Villegas, Gilberto, que relativiza su importancia, ya que todas las acciones
humanas son organizadas y Farina, Juan, que haciendo un análisis de la Exposición de Motivos
de la vieja LSC concluye, que esta expresión es importante, ya que hace referencia a la
necesidad de que exista una regulación que determine el régimen de los diversos órganos
societarios (gobierno, administración, fiscalización), los derechos/obligaciones de los socios y
la necesidad de que las aportaciones se realicen para una explotación en común (idea
económica de empresa). Ahora bien, como ya dijéramos, sociedad es un concepto jurídico y
empresa un concepto económico, lo que ocurre es que comúnmente la sociedad es la forma
jurídica de la empresa económica y ambos conceptos presuponen el de “organización”.
Affectio societatis Resulta llamativo que la doctrina societaria haga referencia a este elemento
integrante de las sociedades, donde se supone que prevalece un espíritu material e
individualista. Lo cierto es que una sociedad, no deja de ser una forma compartida de hacer
algo en común, entre seres humanos que buscan satisfacer necesidades ajenas a ellos mismos.
En este contexto, el afecto (affectio), natural consecuencia de la sociabilidad del ser humano,
es el elemento unificador en las sociedades, que en numerosas ocasiones permite superar las
inevitables diferencias, que normalmente surgen en todos los grupos de personas que trabajan
en pos de un objetivo. Cuando las sociedades adquieren dimensiones significativas, las
necesarias acumulaciones de capital dividido entre numerosas personas, hace que este
elemento vaya perdiendo importancia relativa. Sin embargo, es claro que rara vez las
sociedades se inician siendo grandes y en consecuencia, en sus comienzos, este elemento debe
estar presente, indefectiblemente. Tipicidad La ley de sociedades en su Art. 1, impone el
criterio de la “tipicidad societaria”, con un doble alcance, tanto para atribuir a una sociedad el
carácter de “típica, formal o regular”, con independencia del objeto para el cual se constituye,
como para organizar las relaciones jurídicas internas de los sujetos, según determinadas
estructuras o esquemas de relación, previstos legalmente en forma taxativa, con fundamento
en la seguridad jurídica para los terceros. En virtud de este régimen se pre-establecen
esquemas normativos, como requisitos esenciales propios e inderogables y se impone a los
sujetos la adecuación a alguno de los “tipos” regulados, bajo sanción de no producir los
efectos propios de su tipo y quedar regida por lo dispuesto en la Sección IV (sociedades
informales o atípicas), de la Ley 19550 (Art. 17 LGS). A contrario de lo que se manifiesta en el
derecho penal, donde la tipificación tiene por objeto caracterizar conductas, a efectos de
imputar consecuencias jurídicas o aquellas que configuren delitos (lo que no está
expresamente prohibido está permitido), en materia societaria, se tipifica lo permitido (lo que
no está permitido o tipificado, es sancionado como una sociedad informal (o sociedad libre de
la mencionada Sección IV de la LGS). Es decir, la tipicidad societaria tiene carácter de orden
público para los sujetos que deseen enmarcar sus relaciones jurídicas bajo la forma societaria
regular-típica. Esto ha sido severamente criticado por importantes sectores de la doctrina, por
considerar este principio del derecho penal inaplicable al derecho privado, caracterizado por
su dinamismo y, además, por ser contrario al principio de libertad y de autonomía de la
voluntad, consagrado y defendido por Vélez Sarsfield en el siglo XIX. No obstante, los

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integrantes de la comisión redactora de la ley 19550 prefirieron, en 1973, hacer prevalecer en


materia societaria comercial, el principio de la seguridad jurídica de los terceros contratantes
(con la sociedades), por encima de la libertad contractual. Ahora bien, la reforma introducida
por el nuevo Código Civil y Comercial, se inclinó por una flexibilización del principio de la
tipicidad societaria creando un nuevo régimen de nulidades societarias. Es así que, como
principio general, se han mantenido las normas originarias de la ley 19550 respecto de la
nulidad o anulación en la constitución de sociedades: en aquellos casos en que los institutos de
la nulidad o anulación afecten al vínculo de alguno de los socios, ello no producirá la nulidad,
anulación o resolución del contrato, salvo que el vínculo afectado corresponda a aquel socio
que tiene a su cargo una prestación esencial para la sociedad (ej. aquellas que permiten que la
sociedad pueda cumplir con su objeto social o que, al existir solamente dos socios, el vínculo
de alguno de ellos resulte viciado de nulidad). Sin embargo, en razón de que mediante la
reforma al art. 1 se admite bajo el nuevo régimen legal la constitución de sociedades anónimas
unipersonales -no ya con origen contractual, sino como consecuencia de una declaración
unilateral de voluntad-, el legislador ha agregado la previsión de que también se producirá la
nulidad de la sociedad si el vicio afecta a la relación del socio único, cuando se trate de
sociedades anónimas unipersonales. A modo de síntesis cabe aclarar que en el nuevo régimen
societario, desaparecen: la nulidad de la sociedad atípica y la anulabilidad por ausencia de
requisitos esenciales no tipificantes (Art. 17). La omisión de requisitos esenciales tipificantes o
no tipificantes, o la inclusión de elementos incompatibles con el tipo social, priva a la sociedad
de los efectos del tipo y la sociedad queda sujeta a la Sección IV (sociedades informales, libres,
residuales o atípicas). Cabe recordar que los requisitos esenciales tipificantes, son aquellos que
ante la ausencia de ellos, tornaban - en viejo régimen- en nula a la sociedad, mientras que los
no tipificantes, son aquellos que ante su ausencia tornaban en anulable a la sociedad. A modo
de ejemplo se enuncian a continuación los elementos tipificantes según el tipo societario.
Elementos Tipificantes (según el tipo societario) Sociedad Colectiva: - Responsabilidad: es
personal o subsidiaria, solidaria e ilimitada. - Participaciones de los socios: partes de interés, es
decir, que la participación se dividirá en porciones iguales o desiguales, según sea el aporte,
correspondiéndole a cada socio una proporción en el capital social, que se calcula en
porcentajes. - Se deben inscribir en el registro respectivo. Sociedad en comandita por acciones:
- Existencia de dos clases de accionistas. los comanditados, que responden por las deudas
sociales en forma personal o subsidiaria, solidaria e ilimitadamente con sus bienes particulares
y los comanditarios, que quedan obligados a integrar sus aportes mediante una prestación que
consista en una obligación de dar, siendo su responsabilidad limitada al aporte. - Se deben
inscribir en el registro respectivo. VÍTOLO, Daniel Roque, 2015. “Reformas a la Ley General de
Sociedades”. Op. Citada. Sociedad de Capital e Industria: - Existencia de dos clases de socios;
los capitalistas, que responden por las obligaciones sociales en forma personal, solidaria e
ilimitadamente y los llamados socios industriales, que aportan exclusivamente su trabajo y no
responden con sus bienes personales por las deudas sociales. - Se debe inscribir en el registro
respectivo. Sociedad de Responsabilidad Limitada: - Su capital aparece dividido en cuotas
(porciones iguales a diez pesos o sus múltiplos). - Cada cuota da lugar a un voto. - Sus socios no
podrán ser más de 50. - La administración es ejercida por un órgano denominado gerencia,
organizada en el contrato desde la constitución de la sociedad aunque quienes la integren
puedan ser designados posteriormente. - La fiscalización interna (síndico o consejo de
vigilancia) puede ser optativa, peo se convierte en un elemento tipificante si el capital de la

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sociedad alcanza en el monto fijada al efecto (según momento, la cifra que establece el art.
299 inc 2 LGS. Puede ir cambiando). - Se deben inscribir en el registro respectivo. Sociedad
Anónima: - Su capital se representa en acciones de igual valor, expresados en moneda
argentina. - Integrada por tres órganos diferenciados en su constitución, funcionamiento y
competencia. la asamblea de accionistas, el directorio y la sindicatura o el consejo de vigilancia
cuando reemplaza a la sindicatura. - En algunos casos la ley permite prescindir de la sindicatura
art 284 LGS. - Estructura interna de los órganos (forma de ser convocados, forma en que deben
sesionar, derechos políticos de los socios). - Se deben inscribir en el registro respectivo.
Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria: - El Estado nacional, provincial, los
municipios legalmente autorizados por organismos estatales o las sociedades anónimas sujetas
a este régimen que representen por lo menos el 51 % de las acciones y posean los votos
suficientes para prevalecer en las asambleas ordinarias y extraordinarias de la sociedad, serán
parte de la misma. Sociedad en comandita por acciones: - Posee dos clases de accionistas: los
comanditados y comanditarios. - El capital comanditario debe representarse en acciones de
igual valor expresado en moneda argentina. - Está sujeta a las reglas de la sociedad anónima,
art 316 LGS. - Se deben inscribir en el registro respectivo. Participación en los beneficios y en
las pérdidas La última parte del Art. 1 de la LGS, habla de que los socios deberán participar en
los beneficios y soportar las pérdidas. Sin embargo el Art. 282 del derogado Código de
Comercio, cuando hablaba de las sociedades mercantiles las unía al “ánimo de lucro”, y el Art.
1648 del viejo Cód. Civil cuando se refería a la sociedad civil, establecía que estas entidades, se
constituían con el fin de obtener alguna “utilidad apreciable en dinero y que los socios
dividirán entre sí”. La doctrina ha considerado mejor la redacción actual de la Ley de
sociedades, ya que al hablar de “beneficios”, tiene un alcance mucho más amplio que “lucro” y
“reparto de utilidades” que utilizaban los anteriores Cód. de Comercio y el Cód. Civil
respectivamente. Caben ahora, según el ordenamiento legal argentino, dos clases de
sociedades comerciales, desde este punto de vista: a ) Las sociedades ordinarias, en las cuales
la causa consiste en la distribución del lucro derivado del ejercicio en común de una actividad
económica, y b) sociedades que tienen por objeto una actividad económica, de investigación,
científica, de información, etc., en beneficio de los socios, en cuyo caso no se puede hablar de
repartir un lucro, sino los beneficios que puedan obtenerse de tal actividad. Por su parte el Art.
11 inc. 7 LGS ordena que en el instrumento de constitución de la sociedad, se establezcan las
reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas y en caso de silencio, será en
proporción de los aportes. Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades, se aplicará
para soportar las pérdidas y viceversa.

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