El Derecho Procesal Resumen

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 47

El derecho procesal es una rama del derecho pú blico

Concepto: Conjunto de normas jurídicas que rigen la organizació n del poder


judicial, su estructura y funciones, las instancias o etapas del juicio o proceso y las
actuaciones de las partes y sus letrados en dicho procedimiento.

Fuentes: Pueden ser invocados por los jueces para esclarecer el sentido jurídico de
las conductas que deben juzgar durante el desarrollo del proceso. (En escala
decreciente de obligatoriedad)

La ley, la costumbre y la jurisprudencia obligatoria

La jurisprudencia no obligatoria

La doctrina

La ley y la costumbre son fuentes primarias, la jurisprudencia y la doctrina son


secundarias.

El derecho procesal se caracteriza también por su unidad. No hay un derecho


procesal por cada derecho sustantivo sino que hay un ú nico derecho procesal.

Esta unidad no significa que sigan los mismos procedimientos, por ejemplo, en un
divorcio que en otro que se condene al cumplimiento de un contrato.

Jurisdicción:
En primer lugar se utiliza para delimitar los límites territoriales dentro de los
cuales ejercen sus funciones específicas los ó rganos del estado.

Las leyes suelen emplear este vocablo a fin de señ alar la aptitud o capacidad
reconocida a un juez o tribunal para conocer en una determinada categoría de
pretensiones o de peticiones, confundiendo la jurisdicció n con la competencia, que
es la medida en la que aquella de ejerce.

La funció n jurisdiccional se traduce en la creació n de normas individuales, rasgo


que también es comú n a la funció n administrativa. La funció n legislativa tiene por
objeto crear normal abstractas y generales.

Acto jurisdiccional y acto administrativo:


Ambos representan la individualizació n y concreció n de normas generales

Su autor es siempre un ó rgano del estado

Ambos tienen la aptitud para imponerse eventualmente a cualquier miembro de la


comunidad cuya conducta o cuyas relaciones pueden encontrarse comprendidas
en el á mbito de competencia asignado a algú n ó rgano estatal.
Cognición y ejecución forzada. El ejercicio de la jurisdicció n judicial
comprende dos aspectos, la cognició n y la ejecució n forzada.

Cognició n: supone el conocimiento del juez para declarar el derecho que ponga fin
al conflicto suscitado para llegar a declarar el derecho aplicable, el juez desarrolla
distintas actividades que se resumen de la siguiente forma:

Determina las cuestiones a resolver

Busca la o las normas jurídicas que contemplan cada una de esas cuestiones

EL juzgador separa los presupuestos del hecho de ellas

Verifica que los presupuestos hayan sido debidamente afirmados

Comprueba si los hechos afirmados fueron probados

Si algú n hecho no fue probado, el juez establecerá quien tenía la carga de la prueba
y por lo tanto a quien perjudica su falta

En la fase de la cognició n predomina el razonamiento, la valoració n y el juicio del


juez para declarar el derecho.

Ejecución: Existen supuestos en que el conflicto originado se soluciona con la


mera declaració n del derecho y en otros casos la declaració n deja subsistente el
conflicto. El juez debe contar con los medios necesarios para obligar al perdedor a
cumplir las sentencias firmes de la condena,

Competencia:
Es la medida o el alcance de la jurisdicció n. Es el límite que la ley señ ala para el
ejercicio. Es la aptitud otorgada a los jueces por la ley para conocer en causas
determinadas segú n la materia, el grado, el valor o el territorio.

Para establecer en un caso concreto a que juez o tribunal corresponde el


conocimiento del asunto se debe examinar si es competencia de la justicia federal o
de la justicia ordinaria. Luego es preciso determinar la circunscripció n territorial
en la que ha de radicarse y, dentro de ella, la competencia por razó n de la materia y
del valor.

Competencia federal: Facultad reconocida a los ó rganos que integran el poder


judicial de la nació n para ejercer sus funciones en los casos, respecto de las
personas, en los lugares especialmente determinados por la constitució n Nacional.
La constitució n nacional, determina en sus artículos 116 y 117 los asuntos cuyo
conocimiento incumbe a la justicia federal.

La competencia federal reviste los siguientes caracteres:


1º Es limitada, no puede ejercerse fuera de los casos expresamente enumerados en
las disposiciones constitucionales antes transcriptas.

2º Es privativa y, por lo tanto, excluyente de la de los tribunales de provincia. De


allí que, tratá ndose de causas constitucionalmente asignadas al conocimiento de
los jueces federales, aquéllos deban declarar su incompetencia, incluso de oficio, en
cualquier estado del pleito.

También es de excepció n, restrictiva e inalterable.

3º Es improrrogable en el supuesto de ser procedente por razó n de la materia.


Pero "siempre que en pleito civil un extranjero demande a una provincia, o a un
ciudadano, o bien el vecino de una provincia demande al vecino de otra ante un
juez o tribunal de provincia, o cuando siendo demandados el extranjero o el vecino
de otra provincia, contesten a la demanda, sin oponer la excepció n de declinatoria,
se entenderá que la jurisdicció n (competencia) ha sido prorrogada, la causa se
sustanciará y decidirá por los tribunales provinciales; y no podrá ser traída a la
jurisdicció n (competencia) nacional por recurso alguno, salvo en los casos
especificados en el artículo 14". Es por lo tanto prorrogable la competencia federal
por razó n de las personas.

CARACTER
Art. 1° - La competencia atribuida a los tribunales nacionales es improrrogable.

Sin perjuicio de lo dispuesto por los tratados internacionales y por el artículo 12,
inciso 4, de la Ley 48, exceptuase la competencia territorial en asuntos
exclusivamente patrimoniales, que podrá ser prorrogada de conformidad de
partes. Si estos asuntos son de índole internacional, la pró rroga podrá admitirse
aú n a favor de jueces extranjeros o de á rbitros que actú en fuera de la Repú blica,
salvo en los casos en que los tribunales argentinos tienen jurisdicció n exclusiva o
cuando la pró rroga está prohibida por Ley.

PRORROGA EXPRESA O TACITA

Art. 2° - La pró rroga se operará si surgiere de convenio escrito mediante el cual los
interesados manifiesten explícitamente su decisió n de someterse a la competencia
del juez a quien acuden. Asimismo, para el actor, por el hecho de entablar la
demanda; y respecto del demandado, cuando la contestare, dejare de hacerlo u
opusiere excepciones previas sin articular la declinatoria.

INDELEGABILIDAD

Art. 3° - La competencia tampoco podrá ser delegada, pero está permitido


encomendar a los jueces de otras localidades la realizació n de diligencias
determinadas.
Los jueces nacionales podrá n cometer directamente dichas diligencias, si fuere el
caso, a los jueces de paz o alcaldes de provincias.

DECLARACION DE INCOMPETENCIA

Art. 4° - Toda demanda deberá interponerse ante juez competente, y siempre que
de la exposició n de los hechos resultare no ser de la competencia del juez ante
quien se deduce, deberá dicho juez inhibirse de oficio.

Consentida o ejecutoriada la respectiva resolució n, se remitirá la causa al juez


tenido por competente.

En los asuntos exclusivamente patrimoniales no procederá la declaració n de


incompetencia de oficio, fundada en razó n del territorio.

REGLAS GENERALES

Art. 5° - La competencia se determinará por la naturaleza de las pretensiones


deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas por el demandado. Con
excepció n de los casos de pró rroga expresa o tá cita, cuando procediere, y sin
perjuicio de las reglas especiales contenidas en este Có digo y en otras leyes, será
juez competente:

1) Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes inmuebles, el del lugar donde
esté situada la cosa litigiosa. Si éstas fuesen varias, o una sola pero situada en
diferentes jurisdicciones judiciales, será el del lugar de cualquiera de ellas o de
alguna de sus partes, siempre que allí tenga su domicilio el demandado. No
concurriendo tal circunstancia, será el del lugar en que esté situada cualquiera de
ellas, a elecció n del actor.

La misma regla regirá respecto de las acciones posesorias, interdictos, restricció n y


límites del dominio, medianería, declarativa de la prescripció n adquisitiva,
mensura y deslinde y divisió n de condominio.

2) Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes muebles, el del lugar en que se
encuentren o el del domicilio del demandado, a elecció n del actor. Si la acció n
versare sobre bienes muebles e inmuebles conjuntamente, el del lugar donde
estuvieran situados estos ú ltimos.

3) Cuando se ejerciten acciones personales, el del lugar en que deba cumplirse la


obligació n expresa o implícitamente establecido conforme a los elementos
aportados en el juicio y, en su defecto, a elecció n del actor, el del domicilio del
demandado o el del lugar del contrato, siempre que el demandado se encuentre en
él, aunque sea accidentalmente, en el momento de la notificació n.

El que no tuviere domicilio fijo podrá ser demandado en el lugar en que se


encuentre o en el de su ú ltima residencia.
4) En las acciones personales derivadas de delitos o cuasidelitos, el lugar del hecho
o el del domicilio del demandado, a elecció n del actor.

5) En las acciones personales, cuando sean varios los demandados y se trate de


obligaciones indivisibles o solidarias, el del domicilio de cualquiera de ellos, a
elecció n del actor.

6) En las acciones sobre rendició n de cuentas, el del lugar donde éstas deban
presentarse, y no estando determinado, a elecció n del actor, el del domicilio de la
administració n o el del lugar en que se hubiere administrado el principal de los
bienes. En la demanda por aprobació n de cuentas regirá la misma regla, pero si no
estuviere especificado el lugar donde éstas deban presentarse, podrá serlo también
el del domicilio del acreedor de las cuentas, a elecció n del actor.

7) En las acciones fiscales por cobro de impuestos, tasas o multas y salvo


disposició n en contrario, el del lugar del bien o actividad gravados o sometidos a
inspecció n, inscripció n o fiscalizació n, el del lugar en que deban pagarse o el del
domicilio del deudor, a elecció n del actor. La conexidad no modificará esta regla.

8) En las acciones de separació n personal, divorcio vincular y nulidad de


matrimonio así como las que versaren sobre los efectos del matrimonio, el del
ú ltimo domicilio conyugal efectivo o el del domicilio del có nyuge demandado a
elecció n del có nyuge actor. Si uno de los có nyuges no tuviera su domicilio en la
Repú blica, la acció n podrá ser intentada ante el juez del ú ltimo domicilio que
hubiera tenido en ella, si el matrimonio se hubiere celebrado en la Repú blica. No
probado dó nde estuvo radicado el ú ltimo domicilio conyugal, se aplicará n las
reglas comunes sobre competencia.

En los procesos por declaració n de incapacidad por demencia o sordomudez, y en


los derivados de los supuestos previstos en el artículo 152 bis del Có digo Civil, el
del domicilio del presunto incapaz o inhabilitado; en su defecto, el de su residencia.
En los de rehabilitació n, el que declaró la interdicció n.

9) En los pedidos de segunda copia o de rectificació n de errores de escrituras


pú blicas, el del lugar donde se otorgaron o protocolizaron.

10) En la protocolizació n de testamentos, el del lugar donde debe iniciarse la


sucesió n.

11) En las acciones que derivan de las relaciones societarias, el del lugar del
domicilio social inscripto. Si la sociedad no requiere inscripció n, el del lugar del
domicilio fijado en el contrato; en su defecto o tratá ndose de sociedad irregular o
de hecho, el del lugar de la sede social.

12) En los procesos voluntarios, el del domicilio de la persona en cuyo interés se


promueven, salvo en el proceso sucesorio o disposició n en contrario.
13) Cuando se ejercite la acció n por cobro de expensas comunes de inmuebles
sujetos al régimen de propiedad horizontal o cualquier otra acció n derivada de la
aplicació n de ese régimen, el del lugar de la unidad funcional de que se trate.

Existe cuestión de competencia cuando se desconoce a un juez, sea por


alguna de las partes, o por otro juez, la facultad de conocer en determinado
proceso

Dichas cuestiones pueden originarse mediante el uso de dos vías procesales


denominadas declinatoria e inhibitoria, aunque también cabe la posibilidad de que
ellas sean planteadas de oficio por los jueces.

b) Mediante la declinatoria el demandado se presenta ante el juez que lo citó y le


pide un pronunciamiento negativo acerca de su competencia, en tanto que por la
inhibitoria, en cambio, aquél se presenta ante el juez que cree competente,
pidiéndole que así lo declare y remita un oficio o exhorto inhibitorio al juez que
está conociendo en la causa a fin de que se abstenga de continuar conociendo de
ella.

Art. 7° - Las cuestiones de competencia só lo podrá n promoverse por vía de


declinatoria, con excepció n de las que se susciten entre jueces de distintas
circunscripciones judiciales, en las que también procederá la inhibitoria.

En uno y otro caso, la cuestió n só lo podrá promoverse antes de haberse consentido


la competencia de que se reclama.

Elegida una vía no podrá en lo sucesivo usarse de otra.

DECLINATORIA E INHIBITORIA
Art. 8° - La declinatoria se sustanciará como las demá s excepciones previas y,
declarada procedente, se remitirá la causa al juez tenido por competente.

La inhibitoria podrá plantearse hasta el momento de oponer excepciones o de


contestar la demanda si aquel trá mite no se hallare establecido como previo en el
proceso de que se trata.

PLANTEAMIENTO Y DECISION DE LA INHIBITORIA

Art. 9° - Si entablada la inhibitoria el juez se declarase competente, librará oficio o


exhorto acompañ ando testimonio del escrito en que se hubiere planteado la
cuestió n, de la resolució n recaída y demá s recaudos que estime necesarios para
fundar su competencia.

Solicitará , asimismo, la remisió n del expediente o, en su defecto, su elevació n al


tribunal competente para dirimir la contienda.
La resolució n só lo será apelable si se declarase incompetente.

TRAMITE DE LA INHIBITORIA ANTE EL JUEZ REQUERIDO

Art. 10. - Recibido el oficio o exhorto, el juez requerido se pronunciará aceptando o


no la inhibició n.

Só lo en el primer caso su resolució n será apelable. Una vez consentida o


ejecutoriada, remitirá la causa al tribunal requirente, emplazando a las partes para
que comparezcan ante él a usar de su derecho.

Si mantuviese su competencia, enviará sin otra sustanciació n las actuaciones al


tribunal competente para dirimir la contienda y lo comunicará sin demora al
tribunal requirente para qué remita las suyas.

TRAMITE DE LA INHIBITORIA ANTE EL TRIBUNAL SUPERIOR

Art. 11. - Dentro de los cinco (5) días de recibidas las actuaciones de ambos jueces,
el tribunal superior resolverá la contienda sin má s sustanciació n y las devolverá al
que declare competente, informando al otro por oficio o exhorto.

Si el juez que requirió la inhibitoria no remitiere las actuaciones dentro de un plazo


prudencial a juicio del tribunal superior, éste lo intimará para que lo haga en un
plazo de DIEZ (10) a QUINCE (15) días, segú n la distancia, bajo apercibimiento de
tenerlo por desistido de su pretensió n.

Competencia en razón de la materia: Dentro de una misma


circunscripció n judicial existen jueces de distintos fueros; las leyes sobre
organizació n de los tribunales indican en cada caso que juez deberá entender en
razó n de la materia del litigio

Competencia en razón del grado: En general, la organizació n judicial


argentina prevé una doble instancia, es decir que el proceso tenga sentencia en una
primera instancia y luego, por vía de apelació n, pueda ser revisada por tribunales
superiores.

Competencia en razón del valor: Esta dada por la cuantía del monto
reclamado en la demanda. Se estima conveniente la creació n de juzgados
especiales para asuntos de menor cuantía, con un procedimiento simplificado

Competencia en razón del turno: Mera divisió n del trabajo dentro de


tribunales o juzgados que ejercen la misma competencia.

Nuestra Constitució n creó un doble orden judicial. De acuerdo con ese régimen
existen en el país, por un lado, una justicia nacional que ejerce sus atribuciones en
todo el territorio de la Repú blica con respecto al conocimiento de los asuntos
mencionados por el art. 116 de la Constitució n (competencia federal) y sin esa
limitació n en los lugares sometidos a la potestad del Gobierno Nacional; y, por otro
lado, una justicia ordinaria o comú n que ejerce sus funciones a través de los
ó rganos judiciales que cada provincia debe crear y organizar con prescindencia del
gobierno central (CN, arts. 5º, 121, 123 y 126) y cuya competencia abarca el
conocimiento de todos los asuntos regidos por el derecho comú n y local, con las
limitaciones establecidas por el art. 75, inc. 12 de la Constitució n Nacional.

DEBERES
Art. 34. - Deberes. Son deberes de los jueces:

Asistir a la audiencia preliminar y realizar personalmente las demá s diligencias


que este Có digo u otras leyes ponen a su cargo, con excepció n de aquellas en las
que la delegació n estuviere autorizada.

En el acto de la audiencia, o cuando lo considere pertinente, si las circunstancias lo


justifican, podrá derivar a las partes a mediació n. Los términos del expediente
judicial quedará n suspendidos por treinta (30) días contados a partir de la
notificació n del mediador a impulso de cualquiera de las partes y se reanudará una
vez vencido. Este plazo podrá prorrogarse por acuerdo expreso de las partes.

En los juicios de divorcio, separació n personal y nulidad de matrimonio, en la


providencia que ordena el traslado de la demanda, se fijará una audiencia en la que
deberá n comparecer personalmente las partes y el representante del Ministerio
Pú blico, en su caso. En ella el juez tratará de reconciliar a las partes y de avenirlas
sobre cuestiones relacionadas con la tenencia de hijos, régimen de visitas y
atribució n del hogar conyugal.

Decidir las causas, en lo posible, de acuerdo con el orden en que hayan quedado en
estado, salvo las preferencias establecidas en el Reglamento para la Justicia
Nacional.

Dictar las resoluciones con sujeció n a los siguientes plazos:

a) Las providencias simples, dentro de los tres (3) días de presentadas las
peticiones por las partes o del vencimiento del plazo conforme a lo prescripto en el
artículo 36, inciso 1) e inmediatamente, si debieran ser dictadas en una audiencia o
revistieran cará cter urgente;

b) Las sentencias interlocutorias y las sentencias homologatorias, salvo disposició n


en contrario, dentro de los diez (10) o quince (15) días de quedar el expediente a
despacho, segú n se trate de juez unipersonal o de tribunal colegiado;

c) Las sentencias definitivas en juicio ordinario salvo disposició n en contrario,


dentro de los cuarenta (40) o sesenta (60) días, segú n se trate de juez unipersonal
o de tribunal colegiado. El plazo se computará , en el primer caso, desde que el
llamamiento de autos para sentencia, dictado en el plazo de las providencias
simples, quede firme; en el segundo, desde la fecha de sorteo del expediente, que
se debe realizar dentro del plazo de quince (15) días de quedar en estado;
d) Las sentencias definitivas en el juicio sumarísimo, dentro de los veinte (20) o
treinta (30) días de quedar el expediente a despacho, segú n se trate de juez
unipersonal o tribunal colegiado. Cuando se tratare de procesos de amparo el plazo
será de diez (10) y quince (15) días, respectivamente.

En todos los supuestos, si se ordenase prueba de oficio, no se computará n los días


que requiera su cumplimiento.

Fundar toda sentencia definitiva o interlocutoria, bajo pena de nulidad, respetando


la jerarquía de las normas vigentes y el principio de congruencia.

Dirigir el procedimiento, debiendo, dentro de los límites expresamente


establecidos en este Có digo:

Concentrar en lo posible, en un mismo acto o audiencia, todas las diligencias que


sea menester realizar.

Señ alar, antes de dar trá mite a cualquier petició n, los defectos u omisiones de que
adolezca, ordenando que se subsanen dentro del plazo que fije, y disponer de oficio
toda diligencia que fuere necesaria para evitar o sanear nulidades.

III. Mantener la igualdad de las partes en el proceso.

Prevenir y sancionar todo acto contrario al deber de lealtad, probidad y buena fe.

Vigilar para que en la tramitació n de la causa se procure la mayor economía


procesal.

Declarar, en oportunidad de dictar las sentencias definitivas, la temeridad o


malicia en que hubieran incurrido los litigantes o profesionales intervinientes.

DEBERES Y FACULTADES ORDENATORIAS E INSTRUCTORIAS

Art. 36. - Aú n sin requerimiento de parte, los jueces y tribunales deberá n:

1) Tomar medidas tendientes a evitar la paralizació n del proceso. A tal efecto,


vencido un plazo, se haya ejercido o no la facultad que corresponda, se pasará a la
etapa siguiente en el desarrollo procesal, disponiendo de oficio las medidas
necesarias.

2) Intentar una conciliació n total o parcial del conflicto o incidente procesal,


pudiendo proponer y promover que las partes deriven el litigio a otros medios
alternativos de resolució n de conflictos.

En cualquier momento podrá disponer la comparecencia personal de las partes


para intentar una conciliació n.
3) Proponer a las partes fó rmulas para simplificar y disminuir las cuestiones
litigiosas surgidas en el proceso o respecto de la actividad probatoria. En todos los
casos la mera proposició n de fó rmulas conciliatorias no importará prejuzgamiento.

4) Ordenar las diligencias necesarias para esclarecer la verdad de los hechos


controvertidos, respetando el derecho de defensa de las partes. A ese efecto,
podrá n:

a) Disponer, en cualquier momento, la comparecencia personal de las partes para


requerir las explicaciones que estimen necesarias al objeto del pleito;

b) Decidir en cualquier estado de la causa la comparecencia de testigos con arreglo


a lo que dispone el artículo 452, peritos y consultores técnicos, para interrogarlos
acerca de lo que creyeren necesario;

c) Mandar, con las formalidades prescriptas en este Có digo, que se agreguen


documentos existentes en poder de las partes o de terceros, en los términos de los
artículos 387 a 389.

5) Impulsar de oficio el trá mite, cuando existan fondos inactivos de menores o


incapaces, a fin de que los representantes legales de éstos o, en su caso, el Asesor
de Menores, efectú en las propuestas que estimen má s convenientes en interés del
menor o incapaz, sin perjuicio de los deberes propios de dicho funcionario con
igual objeto.

6) Corregir, en la oportunidad establecida en el artículo 166, inciso 1) y 2), errores


materiales, aclarar conceptos oscuros, o suplir cualquier omisió n de la sentencia
acerca de las pretensiones discutidas en el litigio, siempre que la enmienda,
aclaració n o agregado no altere lo sustancial de la decisió n.

SANCIONES CONMINATORIAS

Dispone el art. 329 en su pá rrafo final, que "si correspondiere, por la naturaleza de
la medida preparatoria y la conducta observada por el requerido, los jueces y
tribunales podrá n imponer sanciones conminatorias, en los términos del artículo
37".

Art. 37. - Los jueces y tribunales podrá n imponer sanciones pecuniarias


compulsivas y progresivas tendientes a que las partes cumplan sus mandatos, cuyo
importe será a favor del litigante perjudicado por el incumplimiento.

Podrá n aplicarse sanciones conminatorias a terceros, en los casos en que la ley lo


establece.

Las condenas se graduará n en proporció n al caudal econó mico de quien deba


satisfacerlas y podrá n ser dejadas sin efecto, o ser objeto de reajuste, si aquél
desiste de su resistencia y justifica total o parcialmente su proceder.

POTESTADES DISCIPLINARIAS
Art. 35. - Para mantener el buen orden y decoro en los juicios, los jueces y
tribunales deberá n:

1) Mandar que se teste toda frase injuriosa o redactada en términos indecorosos u


ofensivos, salvo que alguna de las partes o tercero interesado solicite que no se lo
haga.

2) Excluir de las audiencias a quienes perturben indebidamente su curso.

3) Aplicar las correcciones disciplinarias autorizadas por este Có digo, la ley


orgá nica, el Reglamento para la Justicia Nacional, o las normas que dicte el Consejo
de la Magistratura. El importe de las multas que no tuviesen destino especial
establecido en este Có digo, se aplicará al que le fije la Corte Suprema de Justicia de
la Nació n. Hasta tanto dicho tribunal determine quiénes será n los funcionarios que
deberá n promover la ejecució n de multas, esa atribució n corresponde a los
representantes del Ministerio Pú blico Fiscal ante las respectivas jurisdicciones. La
falta de ejecució n dentro de los treinta días de quedar firme la resolució n que las
impuso, el retardo en el trá mite o el abandono injustificado de éste, será
considerada falta grave.

RECUSACIÓN Y EXCUSACIÓN

Llá mese recusació n al remedio legal de que los litigantes pueden valerse para
excluir al juez del conocimiento de la causa, en el supuesto de que las relaciones o
actitudes de aquél con alguna de las partes o con la materia del proceso sean
susceptibles de poner en duda la imparcialidad de sus decisiones. La excusació n
tiene lugar, en cambio, cuando concurriendo las mencionadas circunstancias, el
juez se inhibe espontá neamente de conocer en el juicio.

El Có digo procesal civil y comercial admite, sin embargo, la facultad de recusar a


los jueces sin expresarse causa alguna para ello, consagrando de tal manera un
principio que si bien puede afectar en cierta medida la celeridad de los juicios,
representa muchas veces una verdadera garantía para el litigante, particularmente
cuando, pese a mediar una causa legal de recusació n, la prueba de los hechos
pertinentes resulta dificultosa o imposible. No obstante, el có digo excluye la
posibilidad de plantear esta clase de recusació n en el proceso sumarísimo y en las
tercerías, en el juicio de desalojo y en los procesos de ejecució n.

La facultad de recusar sin expresió n de causa debe ejercerse, por el actor, al


entablar la demanda o en su primera presentació n; y por el demandado en su
primera presentació n antes o al tiempo de contestar la demanda, o de oponer
excepciones en el juicio ejecutivo, o de comparecer a la audiencia señ alada como
primer acto procesal (art. 14).

Aunque la ley se refiere al actor y al demandado, también pueden recusar sin causa
quienes lleguen a adquirir el cará cter de partes en el proceso.
Las partes pierden la facultad de recusar sin causa cuando no hacen uso de ella al
cumplir cualquier acto procesal anterior a la presentació n de la demanda o de la
contestació n.

Art14 CPN, si el demandado pierde la oportunidad de contestar la demanda, de


oponer excepciones en el juicio, o de comparecer a la audiencia preliminar del
proceso (como es, por ejemplo, la prevista en el art. 630 CPN respecto del juicio de
alimentos), no podrá ejercer en adelante la facultad de recusar sin causa.

Con excepció n de los procesos sumarísimos y de las tercerías, esta clase de


recusació n es admisible en cualquier clase de procesos, sean contenciosos o
voluntarios. En el juicio sucesorio, pueden recusar sin causa los herederos que han
acreditado el vínculo.

De acuerdo con lo dispuesto en el art. 15 CPN la facultad de recusar sin causa


puede usarse una vez en cada caso. La norma agrega, consagrando la solució n
establecida por numerosos precedentes judiciales anteriores a su vigencia, que
cuando son varios los actores o los demandados (litisconsorcio), só lo uno de ellos
puede ejercerla.

Deducida la recusació n sin expresió n de causa, el juez recusado debe inhibirse y


pasar las actuaciones, dentro del primer día há bil siguiente, al juez que le sigue en
el orden del turno, sin que por ello se suspenda el trá mite, los plazos, ni el
cumplimiento de las diligencias ya ordenadas (CPN, art. 16). La recusació n sin
causa, por lo tanto, determina el inmediato desprendimiento de los autos por parte
del juez recusado y su envío al juez que sigue en orden del turno, sin que el
primero pueda, bajo pena de nulidad, producir actuació n alguna en el expediente,
como no sea proveer sobre la recusació n. .

RECUSACION SIN EXPRESION DE CAUSA

Art. 14. - Los jueces de primera instancia podrá n ser recusados sin expresió n de
causa.

El actor podrá ejercer esta facultad al entablar la demanda o en su primera


presentació n; el demandado, en su primera presentació n, antes o al tiempo de
contestarla, o de oponer excepciones en el juicio ejecutivo, o de comparecer a la
audiencia señ alada como primer acto procesal.

Si el demandado no cumpliere esos actos, no podrá ejercer en adelante la facultad


que le confiere este artículo.

También podrá ser recusado sin expresió n de causa un juez de las cá maras de
apelaciones, al día siguiente de la notificació n de la primera providencia que se
dicte.

No procede la recusació n sin expresió n de causa en el proceso sumarísimo ni en las


tercerías, en el juicio de desalojo y en los procesos de ejecució n.
LIMITES

Art. 15. - La facultad de recusar sin expresió n de causa podrá usarse UNA (1) vez
en cada caso. Cuando sean varios los actores o los demandados, só lo UNO (1) de
ellos podrá ejercerla.

CONSECUENCIAS

Art. 16. - Deducida la recusació n sin expresió n de causa, el juez recusado se


inhibirá pasando las actuaciones, dentro del primer día há bil siguiente, al que le
sigue en el orden del turno, sin que por ello se suspendan el trá mite, los plazos, ni
el cumplimiento de las diligencias ya ordenadas.

Si la primera presentació n del demandado fuere posterior a los actos indicados en


el segundo pá rrafo del artículo 14, y en ella promoviere la nulidad de los
procedimientos recusando sin expresió n de causa, dicha nulidad será resuelta por
el juez recusado.

RECUSACION CON EXPRESION DE CAUSA

Art. 17. - Será n causas legales de recusació n:

1) El parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado y segundo de


afinidad con alguna de las partes, sus mandatarios o letrados.

2) Tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro del grado expresado en el


inciso anterior, interés en el pleito o en otro semejante, o sociedad o comunidad
con alguno de los litigantes, procuradores o abogados, salvo que la sociedad fuese
anó nima.

3) Tener el juez pleito pendiente con el recusante.

4) Ser el juez acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes, con excepció n de
los bancos oficiales.

5) Ser o haber sido el juez autor de denuncia o querella contra el recusante, o


denunciado o querellado por éste con anterioridad a la iniciació n del pleito.

6) Ser o haber sido el juez denunciado por el recusante en los términos de la ley de
enjuiciamiento de magistrados, siempre que la Corte Suprema hubiere dispuesto
dar curso a la denuncia.

7) Haber sido el juez defensor de alguno de los litigantes o emitido opinió n o


dictamen o dado recomendaciones acerca del pleito, antes o después de
comenzado.

8) Haber recibido el juez beneficios de importancia de alguna de las partes.


9) Tener el juez con alguno de los litigantes amistad que se manifieste por gran
familiaridad o frecuencia en el trato.

10) Tener contra el recusante enemistad, odio o resentimiento que se manifieste


por hechos conocidos. En ningú n caso procederá la recusació n por ataques u
ofensa inferidas al juez después que hubiere comenzado a conocer del asunto.

FORMA DE DEDUCIRLA

Art. 20. - La recusació n se deducirá ante el juez recusado y ante la Corte Suprema o
cá mara de apelaciones, cuando lo fuese de UNO (1) de sus miembros.

En el escrito correspondiente, se expresará n las causas de la recusació n, y se


propondrá y acompañ ará , en su caso, toda la prueba de que el recusante intentare
valerse.

EXCUSACION

Art. 30. - Todo juez que se hallare comprendido en alguna de las causas de
recusació n mencionadas en el artículo 17 deberá excusarse. Asimismo podrá
hacerlo cuando existan otras causas que le impongan abstenerse de conocer en el
juicio, fundadas en motivos graves de decoro o delicadeza.

No será nunca motivo de excusació n el parentesco con otros funcionarios que


intervengan en cumplimiento de sus deberes.

ACCION

Se vincula con el Artículo 18.- Ningú n habitante de la Nació n puede ser penado sin
juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por
comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho
de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino
en virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en
juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la
correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué
casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupació n.
Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie
de tormento y los azotes. Las cá rceles de la Nació n será n sanas y limpias, para
seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a
pretexto de precaució n conduzca a mortificarlos má s allá de lo que aquélla exija,
hará responsable al juez que la autorice.

Las doctrinas elaboradas en torno de la naturaleza jurídica de la acció n se agrupan


en dos grandes concepciones —la tradicional y la moderna— que responden a
puntos de vista fundamentalmente distintos.
Dentro de la concepció n tradicional (hasta mediados del siglo XIX) se advierten a
su vez dos posiciones: la que considera a la acció n como el mismo derecho
subjetivo material alegado ante los tribunales de justicia, y la que la concibe como
un elemento o una funció n del derecho material. Ninguna de ellas, como se puede
observar, reconoce la autonomía de la acció n.

Para la concepció n moderna, en cambio, que surge a mediados del siglo pasado, la
acció n y el derecho subjetivo material constituyen dos entidades jurídicas
independientes.

Un grupo de teorías considera a la acció n como un derecho concreto dirigido a la


obtenció n de una sentencia favorable, y que só lo corresponde, por lo tanto, a
quienes son los efectivos titulares de un derecho subjetivo sustancial o de un
interés jurídico tutelable. Esta línea conceptual se escinde, a su vez, en dos
tendencias: la que define la acció n como un derecho pú blico subjetivo a la tutela
jurídica, deducido frente al Estado en la persona de sus ó rganos jurisdiccionales,
sobre los cuales pesa el deber de impartir la tutela jurídica reclamada por el titular
del derecho (MUTHER, WACH), y la que le atribuye el cará cter de un derecho
potestativo que se ejerce frente al adversario, encaminado a que éste soporte "el
efecto jurídico de la actuació n de la ley" (CHIOVENDA).

El segundo grupo de teorías, dentro de la concepció n moderna, concibe a la acció n


como un derecho abstracto a la tutela jurídica.

BILATERALIDAD DE LA ACCION:

Excepció n: una de las finalidades esenciales del estado es la de administrar justicia,


dirimiendo los conflictos que pueden enfrentar a distintos sujetos, es llevada a
cabo mediante los ó rganos de la jurisdicció n que habrá n de resolver tales
controversias de un modo definitivo ofreciendo a los contendientes recorrer bajo
su direcció n un camino comú n: El proceso. Quien reclama ante la jurisdicció n algo
contra otra persona, tiene el mismo derecho al proceso que su contenedor.

PRETENSION Y DEMANDA

La acció n no puede confundirse con la pretensió n, aquélla no es otra cosa que el


derecho en cuya virtud la pretensió n puede ser llevada a la consideració n de un
ó rgano judicial. Tampoco puede ser identificada con la demanda, en tanto ésta no
só lo no constituye el objeto del proceso sino que es só lo un medio de promoverlo.

CARACTERES DE LA PRETENSIÓ N

1º) No constituye un derecho, como la acció n, sino un acto que puede


caracterizarse como una declaració n de voluntad petitoria. Se diferencia
fundamentalmente de la pretensió n sustancial en que, mientras la primera
constituye un acto que tiene por destinatario a un ó rgano decisor, la segunda es la
facultad o derecho de exigir el cumplimiento de una prestació n y só lo puede
actuarse contra el sujeto pasivo de la correspondiente relació n jurídica material.
2º) Debe necesariamente deducirse frente a una persona distinta del autor de la
reclamació n, pues en su base se encuentra siempre un conflicto que enfrenta, por
lo menos, a dos protagonistas.

3º) Finalmente, la configuració n jurídica de la pretensió n procesal só lo requiere


que ésta contenga una afirmació n de derecho o de consecuencia jurídica derivada
de determinada situació n de hecho, con prescindencia de que tal afirmació n
coincida o no con el ordenamiento normativo vigente. La pretensió n, en otras
palabras, puede ser fundada o infundada.

PARTE

Es parte —dice CHIOVENDA— el que demanda en nombre propio (o en cuyo


nombre se demanda) una actuació n de ley, y aquel contra el cual esa actuació n de
ley es demandada. En un orden de ideas sustancialmente similar, GUASP expresa
que parte es quien pretende y frente a quien se pretende, o, má s ampliamente,
quien reclama y frente a quien se reclama la satisfacció n de una pretensió n

Es persona todo ente susceptible de adquirir derechos o contraer obligaciones


(Có d. Civ., art. 30) se infiere que toda persona, por el solo hecho de serlo, goza de
capacidad para ser parte. La adquisició n y pérdida de esta clase de capacidad, en
consecuencia, ha de coincidir necesariamente con la adquisició n y pérdida de la
personalidad.

No todas las personas que tienen capacidad para ser partes se hallan dotadas de
capacidad procesal, o sea de la aptitud necesaria para ejecutar personalmente
actos procesales vá lidos.

La capacidad procesal supone, la aptitud legal de ejercer los derechos y de cumplir


los deberes y cargas inherentes a la calidad de parte. De allí que coincida con la
capacidad de hecho reglamentada en el Có digo Civil, cuyas normas sobre el tema
resultan aplicables a ella.

De acuerdo con las reglas contenidas en dicho ordenamiento, son incapaces


procesales absolutos:

1º) Las personas por nacer;

2º) Los menores impú beres, o sea "los que aú n no tuviesen edad de catorce añ os
cumplidos" (art. 127);

3º) Los dementes, siempre que la demencia sea previamente verificada y


declarada por juez competente (art. 140);

4º) Los sordomudos que no saben darse a entender por escrito, siempre que
también medie declaració n judicial en ese sentido (art. 154).
DISTINTOS TIPOS DE REPRESENTACION:

REPRESENTACION LEGAL: las personas que no pueden actuar por sí mismas en el


proceso, es decir, quienes carecen de capacidad procesal lo deben hacer por
intermedio de su representante legal.

SON REPRESENTANTES DE LOS INCAPACES: de las personas por nacer sus


padres y a falta o incapacidad de estos los curadores, de los menores no
emancipados sus padres o tutores, de los dementes o sordomudos los curadores
que se les nombre,

EL MINISTERIO PUBLICO de menores es representante promiscuo de los


incapaces y será parte legítima y esencial en todo asunto judicial o extrajudicial.

REPRESENTACION CONVENCIONAL: las personas que gozan de capacidad


procesal pueden intervenir personalmente en el proceso pero también lo pueden
hacer por intermedio de un representante en este caso, esa representació n es
convencional, pues ella surge de un contrato de mandato y no de la ley.

Se hallan eximidos de de la inscripció n en cambio; los que ejerzan una


representació n legal, las personas de familia dentro del 2do grado de
consanguinidad; los mandatarios generales con facultades de administrar respecto
de los actos de administració n y quienes han de representar a las oficinas pú blicas
de la Nació n.

"la persona que se presente en juicio por un derecho que no sea propio, aunque le
competa ejercerlo en virtud de una representació n legal, deberá acompañ ar con su
primer escrito los documentos que acrediten el cará cter que inviste"

Una vez admitida su personería, el apoderado asume todas las


responsabilidades que las leyes le imponen, y sus actos obligan al poderdante o
mandante como si él personalmente los practicare. Los apoderados está n
obligados a seguir el juicio mientras no hayan cesado legalmente en el cargo. El
mandatario deberá abogar a su poderdante las costas causadas por su exclusiva
culpa o negligencia, cuando estas fueran declaradas judicialmente. El poder
conferido para un pleito determinado comprende la facultad de interponer los
recursos legales y seguir todas las instancias del pleito.

CESACIÓN DEL MANDATO

Termina el mandato judicial:

1º) Por revocació n expresa del mandato en el expediente. No es aplicable, en


materia procesal, la revocació n tá cita del mandato, razó n por la cual aquélla só lo
puede tenerse por configurada sea mediante la constitució n de un nuevo
apoderado para el mismo asunto, o mediante la presentació n directa del mandante
acompañ ado de la expresa manifestació n de revocar el poder (CPN, art. 53, inc. 1º).
2º) Por renuncia. Esta debe notificarse al mandante por cédula, en su domicilio
real, y el apoderado deberá continuar sus gestiones hasta que haya vencido el
plazo señ alado al apoderado para reemplazarlo o comparecer por sí, bajo pena de
dañ os y perjuicios. Si al vencimiento del plazo señ alado no compareciese el
poderdante, por sí o por medio de otro apoderado, el juicio continuará en su
rebeldía, previa notificació n por cédula en el domicilio real del primero (id., art. 53,
inc. 2º).

3º) Por haber cesado la personalidad con que litigaba el poderdante (id., art. 53,
inc. 3º). Tal lo que ocurre, por ejemplo, cuando por haber llegado a la mayoría de
edad el pupilo, cesa la personalidad del tutor y, por consiguiente, los poderes que
en tal calidad hubiese conferido este ú ltimo.

4º) Por haber concluido la causa para la cual se le otorgó el poder.

5º) Por muerte o incapacidad del poderdante. En estos casos el apoderado debe
continuar ejerciendo su personería hasta que los herederos o el representante
legal tomen la intervenció n que les corresponda en el proceso o venza el plazo que
se les fije. Mientras tanto, comprobado el deceso o la incapacidad, el juez debe
señ alar un plazo para que los interesados concurran a estar a derecho, citá ndolos
directamente si se conocieren sus domicilios, o por edictos, durante dos días
consecutivos, si no fuesen conocidos, bajo apercibimiento de continuar el juicio en
rebeldía en el primer caso y de nombrarles defensor en el segundo. Cuando el
deceso o la incapacidad hubiesen llegado a conocimiento del mandatario, éste
deberá hacerlo presente al juez o tribunal dentro del plazo de diez días, bajo pena
de perder el derecho a cobrar los honorarios que se devengaren con posterioridad.
En la misma sanció n incurrirá el mandatario que omita denunciar el nombre y
domicilio de los herederos, o del representante, si los conociere (CPN, art. 53, inc.
5º).

6º) Por muerte o inhabilidad del apoderado. Producido el caso, debe suspenderse
la tramitació n del juicio y el juez fijar al mandante un plazo para que comparezca
por sí o por nuevo apoderado, citá ndolo en la forma ya descripta para el caso de
fallecimiento del poderdante. Vencido el plazo sin que el mandante satisfaga el
requerimiento, se continuará el juicio en rebeldía (CPN, art. 53, inc. 6º).

LITISCONSORCIO

CONCEPTO Y CLASIFICACIÓ N

Existe litisconsorcio cuando, por mediar cotitularidad activa o pasiva con respecto
a una pretensió n ú nica, o un vínculo de conexió n entre distintas pretensiones, el
proceso se desarrolla con la participació n (efectiva o posible) de má s de una
persona en la misma posició n de parte.

El litisconsorcio es facultativo cuando su formació n obedece a la libre y


espontá nea voluntad de las partes, y es necesario cuando lo impone la ley o la
misma naturaleza de la relació n o situació n jurídica que constituye la causa de la
pretensió n.
Puede también ser el litisconsorcio originario o sucesivo, segú n que la pluralidad
de litigantes aparezca desde el comienzo del proceso (acumulació n subjetiva de
pretensiones) o se verifique durante su desarrollo posterior (integració n de la litis,
intervenció n adhesiva litisconsorcial, etc.).

EL LITISCONSORCIO NECESARIO

El litisconsorcio es necesario cuando la sentencia só lo puede dictarse ú tilmente


frente a todos los partícipes de la relació n jurídica sustancial controvertida en el
proceso, de modo tal que la eficacia de éste se halla subordinada a la citació n de
esas personas.

Como principio, ante el silencio de la ley sobre la cuestió n, puede decirse que el
litisconsorcio necesario procede cuando por discutirse una relació n o estado
jurídico que es comú n e indivisible con respecto a varias personas, su modificació n,
constitució n o extinció n só lo puede obtenerse a través de un pronunciamiento
judicial ú nico.

A diferencia de lo que ocurre en el caso de litisconsorcio facultativo, en el


litisconsorcio necesario existe siempre una pretensió n ú nica, cuya característica
esencial reside en la circunstancia de que só lo puede ser interpuesta por o contra
varios legitimados, y no por o contra alguno de ellos solamente, por cuanto la
legitimació n, activa o pasiva, corresponde en forma conjunta a un grupo de
personas y no independientemente a cada una de ellas.

El litisconsorcio necesario produce los siguientes efectos:

1º) Los actos de disposició n realizados por uno de los litisconsortes (desistimiento,
allanamiento, transacció n), no producen sus efectos normales hasta tanto los
restantes litisconsortes adopten igual actitud, pues en razó n de la indivisibilidad
que caracteriza a la relació n jurídica controvertida, tales actos só lo producen la
consecuencia de liberar a su autor de las cargas inherentes al ulterior desarrollo
del proceso, pero no lo excluyen de los efectos de la sentencia, cuyo contenido debe
ser el mismo para todos los litisconsortes;

2º) Las defensas opuestas por uno o alguno de los litisconsortes, sea que se funden
en hechos comunes o individuales, favorecen a los demá s;

3º) Las alegaciones y las pruebas aportadas por los litisconsortes deben valorarse
en su conjunto, aunque resulten contradictorias, pero la confesió n o admisió n de
hechos formuladas por uno o por alguno de los litisconsortes no pueden invocarse
contra los restantes sin perjuicio de que tales actos valgan, eventualmente, como
prueba indiciaria;

4º) Los recursos deducidos por uno de ellos aprovechan o perjudican a todos;

5º) La existencia de litisconsorcio necesario comporta una derogació n de las reglas


de competencia. Corresponde tener en cuenta, por ú ltimo, que en virtud del
principio general contenido en el art.
312 CPN cualquiera que sea el tipo de litisconsorcio de que se trate, el impulso del
procedimiento por uno de los litisconsortes beneficia a los restantes.

EL LITISCONSORCIO FACULTATIVO

Depende, de la libre y espontá nea voluntad de las partes, y su formació n puede


obedecer:

1º) A la existencia de un vínculo de conexió n entre distintas pretensiones;

2º) A la adhesió n que un tercero puede formular respecto de una pretensió n ya


deducida, o de la oposició n a ella, en el supuesto de que, segú n las normas de
derecho sustancial, hubiese estado legitimado para demandar o ser demandado en
el juicio en el que la pretensió n se hizo valer.

Ya sea que existan varias pretensiones conexas, o una sola pretensió n a la que
posteriormente adhiera un tercero, la característica de este tipo de litisconsorcio
reside en la circunstancia de que cada uno de los litisconsortes goza de
legitimació n procesal independiente, razó n por la cual tanto el resultado del
proceso como el contenido de la sentencia pueden ser distintos con respecto a cada
uno de ellos.

El litisconsorcio facultativo produce los siguientes efectos:

1º) El proceso puede concluir para uno o algunos de los litisconsortes y continuar
en relació n con los restantes.

2º) En relació n con la prueba es menester distinguir entre los hechos comunes y
los hechos individuales a cada litisconsorte.

3º) Los recursos interpuestos por un litisconsorte no benefician a los restantes,


salvo que la aplicació n de esa regla conduzca al pronunciamiento de sentencias
contradictorias respecto de un hecho comú n a todos los litisconsortes;

4º) En ciertas hipó tesis, el litisconsorcio facultativo trae aparejada una derogació n
de las reglas de competencia (supra, nº 58).

INTERVENCIÓN DE TERCEROS

La intervenció n de terceros tiene lugar cuando, durante el desarrollo del proceso,


y sea en forma espontá nea o provocada, se incorporan a él personas distintas a las
partes originarias a fin de hacer valer derechos o intereses propios, pero
vinculados con la causa o el objeto de la pretensió n.

Segú n que la intervenció n responda a la libre y espontá nea determinació n del


tercero, o a una citació n judicial dispuesta de oficio o a petició n de alguna de las
partes originarias, se la denomina voluntaria o coactiva.

INTERVENCIÓ N VOLUNTARIA
La doctrina, así como la legislació n que reglamenta el tema, contemplan
generalmente tres categorías de este tipo de intervenció n: 1º) principal o
excluyente; 2º) adhesiva autó noma o litisconsorcial; 3º) adhesiva simple.

1) En la intervenció n principal el tercero hace valer un derecho propio y una


pretensió n incompatible con la interpuesta por el actor. En la intervenció n
excluyente, en cambio, el tercero asume la calidad de parte.

c) En Intervenció n adhesiva autó noma o litisconsorcial, la participació n del tercero


en el proceso tiene por objeto hacer valer un derecho propio frente a alguna de las
partes originarias, adhiriendo a la calidad asumida por el otro litigante. La
característica primordial de esta forma de intervenció n está dada por la
circunstancia de que el tercero habría gozado de legitimació n propia para
demandar o ser demandado en el proceso, a título individual o juntamente con el
litigante a quien adhiere.

d) La intervenció n adhesiva simple, llamada también coadyuvante, tiene lugar


cuando el tercero, en razó n de ser titular de un derecho conexo o dependiente
respecto de las pretensiones articuladas en el proceso, participa en éste a fin de
colaborar en la gestió n procesal de alguna de las partes.

El art. 92 CPN dispone que "el pedido de intervenció n se formulará por escrito, con
los requisitos de la demanda, en lo pertinente. Con aquél se presentará n los
documentos y se ofrecerá n las demá s pruebas de los hechos en que se fundare la
solicitud. Se conferirá traslado a las partes y, si hubiese oposició n, se la sustanciará
en una sola audiencia. La resolució n se dictará dentro de los diez días".

El interviniente voluntario debe aceptar la causa en el estado en que se encuentre


en oportunidad de ingresar a ella. "En ningú n caso —dice el art. 93 CPN— la
intervenció n del tercero retrogradará el juicio ni suspenderá su curso".

Mientras la resolució n que admite la intervenció n es inapelable, la que la deniega


es apelable en efecto devolutivo (CPN, art. 96, pá rr. 1º).

La sentencia dictada después de la intervenció n, finalmente, afecta al tercero de la


misma manera que a las partes principales (art. 96, pá rr. 2º).

INTERVENCIÓ N OBLIGADA O COACTIVA

Tiene lugar este tipo de intervenció n cuando el juez, de oficio o a petició n de


alguna de las partes, dispone que se cite a un tercero para participar en el proceso
a fin de que la sentencia que en él se dicte pueda serle eventualmente opuesta.

El llamado del tercero pretendiente tiene lugar en el caso de que, denunciada por
alguna de las partes la existencia de un tercero que pretende un derecho sobre la
cosa que es objeto del proceso, se lo cita a éste a fin de que haga valer su
pretensió n.
Al comparecer al proceso al cual ha sido citado, el tercero asume calidad departe.
Pero a diferencia de lo que ocurre con el interviniente voluntario, no puede ser
obligado a aceptar el proceso in statu et terminis, pues ello podría configurar un
injusto menoscabo de su derecho de defensa, susceptible de haberse ejercido con
toda amplitud en un proceso independiente. Por ello el art. 95 CPN dispone que la
citació n del tercero (que debe hacerse en la misma forma que al demandado),
"suspenderá el procedimiento hasta su comparecencia o hasta el vencimiento del
plazo que se le hubiese señ alado para comparecer".

En lo que respecta al alcance de la sentencia, y a la apelabilidad de la resolució n,


son aplicables las normas enunciadas al examinar a la intervenció n voluntaria.

COMO ACTUA UN ABOGADO EN EL PROCESO

Las actitudes que deben asumir los contradictores en un proceso son de un


tecnicismo tal que, si no lo hicieran con el asesoramiento de un experto, sus
eventuales derechos se verían, desde un principio, frustrados.

Es por eso que para salvaguardar el debido proceso y la garantía de defensa en


juicio el CPCCN impone el patrocinio obligatorio en los ARTS 56 Y 57 estableciendo
que no se atenderá ninguna demanda, excepció n, contestació n o cualquier otro
escrito en el que se sustente o controvierta un derecho si no está firmado por un
abogado.

La actividad de dicho profesional no se reduce a firmar juntamente con la parte lo


que esta haya escrito o asentir lo que por su cuenta exprese durante el transcurso
de una audiencia. Al abogado le incumbe, en 1er lugar, y previa selecció n de los
hechos que su patrocinado o representado le refiere presentarlos en forma ló gica y
estructurada ya sea por escrito u oralmente.

Hará luego la fundamentació n jurídica y expresará que es lo que concretamente se


pretende dentro de las diversas opciones que puede brindar el derecho.

La labor del abogado no se circunscribe a la realizació n de un acto aislado sino que


se desarrolla a lo largo del proceso, guiando a la parte que asiste en todos los actos
que esta deba realizar.

Estas circunstancias son las que convierten al abogado, no solo en el auxiliar de la


parte, sino también del tribunal y el có d. ART 58 lo hace merecedor durante el
desempeñ o de su profesió n, del respeto y consideració n que corresponde a los
magistrados.

MODOS DE ACTUACION: el abogado puede actuar en el proceso como:

Patrocinante: la funció n que cumple recibe el nombre de patrocinio letrado. Para


poder actuar como letrado patrocinante es menester no solo tener el título de
abogado sino también encontrarse inscripto en la matricula que, a tal fin, llevan los
colegios pú blicos de abogados de los distintos á mbitos judiciales. El vinculo que
une al letrado patrocinante con la parte a la que asiste es de cará cter contractual y
de el emergen derechos y obligaciones. Al derecho a percibir una compensació n
monetaria denominada honorario que salvo convenció n en contrario es
establecida por el juez ante el cual tramita el juicio, le corresponde la
responsabilidad por los dañ os y perjuicios que haya causado por el
incumplimiento del compromiso asumido.

PATROCINIO OBLIGATORIO

Art. 56. - Los jueces no proveerá n ningú n escrito de demanda o excepciones y sus
contestaciones, a legados o expresiones de agravios, ni aquéllos en que se
promuevan incidentes o se pida nulidad de actuaciones y, en general, los que
sustenten o controviertan derechos, ya sea en procesos de jurisdicció n voluntaria o
contenciosa, si no llevan firma de letrado.

No se admitirá tampoco la presentació n de pliegos de posiciones ni de


interrogatorios que no lleven firma de letrado, ni la promoció n de cuestiones, de
cualquier naturaleza, en las audiencias, ni su contestació n, si la parte que las
promueve o contesta no está acompañ ada de letrado patrocinante.

FALTA DE FIRMA DEL LETRADO

Art. 57. - Se tendrá por no presentado y se devolverá al firmante, sin má s trá mite ni
recursos, todo escrito que debiendo llevar firma de letrado no la tuviese, si dentro
del segundo día de notificada por ministerio de la ley la providencia que exige el
cumplimiento de ese requisito no fuese suplida la omisió n.

Ello tendrá lugar suscribiendo un abogado el mismo escrito ante el secretario o el


oficial primero, quien certificará en el expediente esa circunstancia, o por la
ratificació n que por separado se hiciere con firma de letrado.

MINISTERIO PÚBLICO, FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES


ADMINISTRATIVAS:

Este organismo está compuesto por un fiscal gral quien reviste la misma categoría
jerá rquica del procurador gral de la nació n y su designació n depende del poder
ejecutivo. Con el trabajan 5 fiscales adjuntos, 2 secretarios grales, 5 secretarios
letrados y 2 contadores auditores.

Corresponde al fiscal general:

promover la investigació n de la conducta administrativa de los agentes integrantes


de la Adm. Nacional, empresas del estado, municipalidad de la ciudad de bs as y sus
organismos y dependencias.

Investigar toda institució n o asociació n cuya principal fuente de recursos provenga


del aporte estatal para determinar la correcta inversió n de dichos recursos.
Denunciar ante la justicia competente los hechos que como consecuencia de las
investigaciones practicadas sean considerados como delitos.

Si bien la acció n publica queda en manos de los fiscales de 1ra instancia.

Auxiliares de los jueces: podemos dividirlos en 2 grupos: a) quienes actú an dentro


del á mbito del juzgado:

Secretario: se lo puede considerar el principal colaborador del juez. Su designació n


depende de la cá mara de apelaciones del fuero correspondiente y se efectú a por
medio de un concurso. Deberá ser ciudadano argentino, abogado y no tener
vinculo de parentesco dentro del 4to grado de consanguinidad o 2do de afinidad
con el juez.

ART 38 DEBERES FUNDAMENTALES: sus funciones se relacionan con la


organizació n de expedientes y su mantenimiento, redacció n de actas comunicar a
las partes y 3ros las decisiones judiciales mediante oficios, cedulas, mandamientos
o edictos firmados por el, extender certificados, testimonios, copias de actas.

Los secretarios de cá mara deben concurrir a los acuerdos de los jueces de la sala y
dejar constancia de ellos en los libros respectivos, formular los proyectos de
sentencia que se tratan en los acuerdos, dar cuenta sin demora de los escritos,
peticiones, oficios, y demá s despachos al presidente de la sala, autorizar las
actuaciones, providencias y sentencias que ante ellos pasen, custodiar expedientes
y documentos q estuvieran a su cargo, siendo directamente responsables de su
pérdida o deterioro, llevar en buen orden los libros.

Secretario administrativo: entre sus funciones podemos destacar las siguientes:


firmar las providencias simples relativas al agregado de documentació n y las que
dispongan la remisió n de las actuaciones al ministerio pú blico, representantes del
fisco, etc. y devolver escritos presentados sin copias.

Oficiales y auxiliares: colaboran con el juez y con el secretario. Cumplen funciones


eminentemente administrativas. Los que actú an fuera de la sede del tribunal:

1) oficina de mandamientos: está integrada por funcionarios denominados


oficiales de justicia. Dependen de la CSJN y tienen como principal funció n la de
diligenciar los mandamientos expedidos por los tribunales.

2) oficina de notificaciones: la componen los oficiales notificadores. Dependen de


la CSJN.

3) asesores técnicos (perito y consultor técnico)

CONCEPTO Y OBJETO DEL PROCESO


a) El vocablo proceso (processus, de procedere) significa avanzar, marchar hasta
un fin determinado, no de una sola vez, sino a través de sucesivos momentos.

Proceso como el conjunto de actos recíprocamente coordinados entre sí de


acuerdo con reglas preestablecidas, que conducen a la creació n de una norma
individual destinada a regir un determinado aspecto de la conducta del sujeto o
sujetos, ajenos al ó rgano, que han requerido la intervenció n de éste en un caso
concreto, así como la conducta del sujeto o sujetos, también extrañ os al ó rgano,
frente a quienes se ha requerido esa intervenció n.

EL PROCES ES UNA ACTIVIDAD COMPLEJA porque en el intervienen diferentes


personas que realizan tareas diferentes y tienen intereses
distintos. PROGRESIVA porque el conocimiento se obtiene
gradualmente. METODICA porque para instruir debidamente al juez el proceso se
lleva a cabo siguiendo un método prescripto por el ordenamiento jurídico procesal.

PRESUPUESTOS PROCESALES: Presupuestos procesales: son aquellos que


permiten al juez dictar una sentencia de merito, esto es, una sentencia que se
pronuncie sobre el fondo del asunto, es decir, sobre el derecho sustancial invocado
por las partes.

a) juez competente

b) capacidad de las partes

c) demanda valida

d) inexistencia de un proceso igual en trá mite.

En casos de aspectos negativos de estos presupuestos el juez no se pronuncia


sobre el fondo de la cuestió n y por ello, su decisió n no hace cosa juzgada material y
a la pretensió n puede deducirse nuevamente, sea subsanando el impedimento en
el mismo expediente o mediante el ejercicio de la acció n en un proceso valido.

a) Cuando el juez es incompetenteel expediente se remite al juez competente


para su tramitació n.

B) capacidad de las partesse refiere a la de los sujetos para estar en juicio. El


concepto de demanda valida como supuesto procesal esta tomado en sentido
amplio, comprendiendo todo acto que indique el ejercicio de la acció n.
Los principios procesales:

Segú n algunos autores de puede clasificar en:

Principios meta jurídicos (ley natural) o principios normativos (ley, costumbre)

Principios procesales (contradicció n e igualdad y principios del procedimiento


(oral u escrito)

Principios naturales y juridico tecnicos

Segú n la realidad sociopolítica

Segú n la forma, el modo y la disciplina de la legalidad de formas.

El CPCCN enuncia en la parte especial distintos tipos de procesos.

a) proceso de conocimiento:en ellos se agota el examen de la cuestió n sometida a la


decisió n del juez, culminando con una sentencia que pasa en autoridad de
cosa juzgada material, esto es, que no puede ser revisada en el mismo proceso
cuando se utilizaron todos los recursos. (Ordinarios – sumarios – sumarísimos)

b) los procesos de ejecuciónson aquellos en los que el acto pide el cumplimiento


de una sentencia de condena o el pago de una deuda de dinero liquida y exigible,
instrumentada en un documento que segú n la enunciació n que hace la ley trae
aparejada ejecució n.

c) Procesos especiales:tramitan por procedimientos propios →→ interdictos y


acciones posesorias, denuncia de dañ o temido que tienden a proteger, mediante un
trá mite rá pido la posesió n y la tenencia sobre las cosas.

ESTRUCTURA DE LOS PROCESOS DE CONOCIMIENTO: los procesos de este tipo


constan fundamentalmente de cuatro etapas:

1) Postulación: comienza con la interposició n de la demanda, aunque debemos


aclarar que el proceso puede prepararse mediante el pedido de ciertas diligencias
preliminares. Si se declara la cuestió n de puro derecho porque actor y demandado
está n de acuerdo con los hechos y solo disienten en la aplicació n del derecho,
queda conclusa la causa para la definitiva: se prescinde de la etapa probatoria.

2) Probatoria: comienza con la apertura de la causa a prueba. En el proceso


ordinario, el plazo de prueba será fijado por el juez y no excederá los 40 días, la
prueba documental que estuviese en poder de las partes se debe acompañ ar con la
demanda y su contestació n en los procesos sumarios y sumarísimos la totalidad de
la prueba debe ser ofrecida con estos escritos. El juez declara que pruebas son
admisibles y señ ala las audiencias para la recepció n de la confesional y la testifical.
Presentados los alegatos o vencido el plazo el juez llama a autos para sentencia.
3) Decisoria: comienza con el llamamiento de autos para sentencia. En esta etapa
no hay discusió n, no se presentan escritos ni se produce prueba. Consentido el
llamamiento de autos para sentencia, el juez tiene 40 días para dictarla en el juicio
ordinario, 30 en el sumario, 15 en los procesos sumarísimos de menor cuantía, 10
en los demá s supuestos. ART 321 INC 1 CPCCN

4) Impugnativa: contra la sentencia definitiva procede la declaratoria ante el


propio juez y los recursos de apelació n y nulidad ante la cá mara de apelaciones. Si
la sentencia se apela se pasa a una segunda instancia de conocimiento. El
procedimiento en ella constará de una etapa introductoria que comienza con la
presentació n de la expresió n de agravios y su contestació n. Finaliza el
procedimiento con la sentencia de cá mara. Las sentencias definitivas de las salas
de la cá mara son susceptibles de aclaratoria y de apelació n ordinaria o de recurso
extraordinario.

ESTRUCTURA DE LOS PROCESOS DE EJECUCION: en este tipo de procesos, el


conocimiento de los hechos esta suplido por el título.

1) proceso ejecutivo: el que se iniciará sobre la base de un titulo extrajudicial al


que la ley le otorga fuerza ejecutiva. Consta de tres etapas:

a) demanda, intimació n de pago, embargo y citació n para oponer excepciones.


Actú a solo el acreedor.

b) Oposició n de excepciones. Contestació n de ellas y prueba. Sentencia de trance y


remate. Recursos contra la sentencia. Se da intervenció n al deudor para que haga
valer sus derechos.

c) Ejecució n de la sentencia de remate. En esta etapa se inicia la verdadera


ejecució n, procediéndose a la subasta de los bienes embargados, en su caso, o al
pago directo al acreedor del capital, intereses y costas si lo embargado fuese
dinero.

2) ejecución de sentencia: es el procedimiento tendiente al cumplimiento de una


sentencia de condena.

El juicio ejecutivo admite un eventual juicio de conocimiento posterior. En el juicio


de conocimiento posterior al ejecutivo no pueden discutirse los temas que
pudieron ser tratados en este. El juicio de conocimiento está limitado a resolver las
cuestiones que se encuentran vedadas en el ejecutivo.

Mediante esta institució n legislada en los ARTS 188 A 194 CPCCN dos o má s
procesos que han sido iniciados separadamente pasan a formar parte de un solo
expediente que se tramita ante el mismo juez o tribunal a fin de que se dicte una
sentencia ú nica.
Requisitos de admisibilidad: que los procesos se encuentren en la misma
instancia - que el juez a quien corresponda entender sea competente en razó n de la
materia – que los procesos puedan sustanciarse por los mismos tramites – que el
estado de las causas permita su sustanciació n conjunta.

La acumulació n debe ser hecha sobre el expediente en el que primero se hubiese


notificado la demanda. La acumulació n configura un caso de excepció n, por lo
tanto debe apreciarse con criterio restrictivo.

Los procesos acumulados se sustanciaran y fallaran conjuntamente pero si el


trá mite resultase dificultoso por la naturaleza de las cuestiones planteadas, el juez
podrá disponer, sin recurso, que cada proceso sustancie por separado, dictando
una sola sentencia.

La prueba producida en cualquiera de los procesos acumulados aunque hayan


tramitado por separado, tiene plena eficacia en los otros.

PRINCIPIOS PROCESALES:

Reglas bá sicas sin las cuales no existe un debido proceso y por sistemas procesales
a las directivas grales en las que se inspira un ordenamiento procesal. El legislador
podrá optar por uno u otro sistema pero no podrá ignorar los principios
procesales: estos no admiten elecció n alguna, si no se representan no hay debido
proceso.

Funciones: los principios y sistemas procesales cumplen tres funciones:

> sirven de al legislador para la regulació n de los procedimientos, sea que se


traduzcan explícitamente en el texto de los có digos, sea que se desprendan má s
que de la expresió n normativa, de la precisa forma en que aquellos son aplicados
en la prá ctica por los tribunales.

En otras palabras los principios y procesos procesales no necesariamente han de


verse expuestos explícitamente en las leyes procesales.

> Operan como elementos de interpretació n de las normas procesales en


situaciones dudosas o conflictivas, de tal suerte que si en un caso concreto la ley no
prevé el traslado a la parte contraria de una petició n, el juez, igualmente, lo
otorgará antes de resolver por aplicació n del principio de contradicció n que está
ínsito en todo proceso judicial.

> Permiten encarar el estudio histó rico y comparativo de distintas legislaciones


procesales de esta forma pueden entenderse leyes procesales del pasado en
funció n de los principios y sistemas que les eran comunes y su evolució n hasta
nuestros días.
Principios procesales: la aplicació n de los principios procesales resulta
indispensable para que exista un debido proceso de acuerdo con la orientació n
liberal de nuestra CN a cuyo fin son exigibles los sigs. requisitos: que el juez que
resuelva el conflicto sea imparcial e independiente – que el juez resuelva el
conflicto sea imparcial e independiente – que se asegure ampliamente el derecho
de defensa de las partes.

Las leyes procesales prevén instituciones tales como la recusació n o excusació n de


los magistrados con la misma finalidad.

* Principio de igualdad: la igualdad ante la ley que constituye una garantía


constitucional (ART 16 C) consiste en no establecer excepciones que excluyan a
unos de lo que se concede a otros en paridad de circunstancias y condiciones.

* Principio de congruencia: la sentencia debe contener la decisió n expresa,


positiva y precisa de conformidad con las pretensiones deducidas en el juicio. Este
principio impide que se omita resolver cuestiones debidamente propuestas o que
se resuelva sobre temas n sometidos a la decisió n jurisdiccional. La congruencia es
la necesaria conformidad que debe existir entre la sentencia y las pretensiones
deducidas en juicio.

La incongruencia constituye una falta de adecuació n ló gica entre las pretensiones y


defensas de los litigantes y la parte positiva de la sentencia.

* Principio de contradicción: exige que las partes sean oídas antes de que el juez
dicte alguna resolució n. Este principio responde a una exigencia constitucional
dirigida a asegurar la inviolabilidad de la defensa de las personas y de sus derechos
(ART 18 CN).

Este principio determina que la demanda deba ser notificada al demandado y que a
este se le acuerde un plazo razonable para contestarla pero en manera alguna que
deba contestarla dado que el proceso podrá continuar sin su presencia.

SISTEMA DISPOSITIVO: Deriva del cará cter disponible de los derechos


sustanciales cuya tutela se pretende a través del proceso. Así un derecho sustancial
será disponible cuando su titular puede decidir libremente sobre él. Por el
contrario se habla de derechos indisponibles cuando su titular carece de tal poder
de decisió n. El sistema procesal dispositivo como aquel en virtud del cual se confía
a las partes la iniciació n y desarrollo del proceso, la delimitació n del contenido de
la tutela y la aportació n de los hechos y de las pruebas que constituirá n el
fundamento de las sentencias.

Sistema inquisitivo: deriva del cará cter indisponible de los derechos que
constituyen el objeto del proceso y es una consecuencia casi absoluta de
predominio del interés pú blico, por oposició n al privado, propio del dispositivo. En
este sistema el juez cuenta con amplísimos poderes que le permiten iniciar de
oficio un proceso, superar el marco de lo pedido por las partes, considerar para su
decisió n hechos no afirmados por aquellas, ordenar pruebas no ofrecidas por los
litigantes sin limitació n de ningú n genero, decretar las medidas necesarias para
continuar el trá mite de la causa, sea que las partes permanezcan inactivas o no. El
sistema inquisitivo es la cara opuesta del dispositivo que en cuanto es aplicado
dentro de los procedimientos civiles que en cuanto es aplicado dentro de los
procedimientos civiles, los penaliza, unifica procesos civiles y penales.

MANIFESTACIONES:

a) demanda privada: significa que el juez no puede promover de oficio un


proceso. Es necesario que quien pretenda la tutela de un derecho provoque la
intervenció n del ó rgano mediante la demanda, acto procesal de iniciació n del
proceso, pues el poder judicial nunca procede de oficio y solo ejerce jurisdicció n en
los casos contenciosos en que es requerida a instancia de parte.

b) Aportación de los hechos por las partes:incumbe a las partes la carga de


suministrar los hechos en que funden sus pretensiones y defensas y el juez el
deber de considerar para su decisió n aquellos expresamente admitidos por ellas,
así como la prohibició n de tomar en cuenta derechos no afirmados oportunamente
en el proceso. El hecho no afirmado no existe para el proceso y no existe para el
juez.

c) Aportación de las pruebas por las partes: la vigencia de esta manifestació n


supone que el juez podría fallar sobre la base de la prueba ofrecía y producida por
las partes en apoyo de sus respectivas posturas, esto es, que aquel no podría
ordenar pruebas no ofrecidas por ellas o perdidas por su negligencia.

d)Impulso de parte: no tiene cará cter absoluto dentro del có d. Procesal. Si bien
las partes siguen sujetas a cara de impulsar los procedimientos, el juez puede
ordenar de oficia las medidas necesarias tendientes a evitar la paralizació n del
proceso para lo cual vencido un plazo, se haya ejercido o no la facultad que
corresponda, se pasará a la etapa siguiente en el desarrollo procesal.

e) Disposición privada del proceso: así como el proceso se inicia como


consecuencia de la promoció n de la demanda, puede concluir por propia decisió n
de las partes antes del dictado de la sentencia definitiva que la admita o la rechace.

PRECLUSION · determina que los diversos actos del proceso para poder ser
validos o eficaces, deben cumplirse dentro de los plazos que señ ala la ley. En un
proceso de tipo preclusió n los hechos deberá n ser aportados por las partes en sus
escritos de demanda y contestació n. La preclusió n opera en 3 casos:

a) por no haberse observado los plazos que la ley indica para el ejercicio de la
facultad, si el demandado no contesta la demanda dentro del plazo recluye su
derecho a contestarla ulteriormente.
b) Por haberse realizado un acto incompatible con el ejercicio de la facultad que
posteriormente se intenta ejercer.

c) Por haberse ya ejercido la facultad procesió n en cuestió n, aun antes del


vencimiento del plazo respectivo, en los casos en que el proceso ya haya avanzado
a otra etapa ya que no puede retrogradar.

ADQUISICION PROCESAL: · Sistema de adquisició n procesal: implica este sistema


que los efectos de los actos procesal y los resultados de dicha actividad no son
divisibles sino que benefician a una u otra parte.

LA INMEDIACION: · Sistema de adquisició n procesal: implica este sistema que los


efectos de los actos procesal y los resultados de dicha actividad no son divisibles
sino que benefician a una u otra parte.

ECONOMIA PROCESAL: · Sistema de economía procesal: por intermedio de este


sistema se simplifica, abrevia y abarata los procedimientos, de modo que la
sentencia justa venga también a ser oportuna y en lo posible sin dispendios
innecesarios.

RESOLUCIONES JUDICIALES

PROVIDENCIAS SIMPLES

Art. 160. - Las providencias simples só lo tienden, sin sustanciació n, al desarrollo


del proceso u ordenan actos de mera ejecució n. No requieren otras formalidades
que su expresió n escrito, indicació n de fecha y lugar, y la firma del juez o
presidente del tribunal, o del secretario, en su caso.

SENTENCIAS INTERLOCUTORIAS

Art. 161. - Las sentencias interlocutorias resuelven cuestiones que requieren


sustanciació n, planteadas durante el curso del proceso. Ademá s de los requisitos
enunciados en el artículo anterior, deberá n contener:

1) Los fundamentos.

2) La decisió n expresa, positiva y precisa de las cuestiones planteadas.

3) El pronunciamiento sobre costas.

SENTENCIAS HOMOLOGATORIAS

Art. 162. - Las sentencias que recayesen en los supuestos de los artículos 305, 308,
y 309, se dictará n en la forma establecida en los artículos 160 o 161, segú n que,
respectivamente, homologuen o no el desistimiento, la transacció n o la
conciliació n.
SENTENCIA DEFINITIVA DE PRIMERA INSTANCIA

Art. 163. - La sentencia definitiva de primera instancia deberá contener:

1) La menció n del lugar y fecha.

2) El nombre y apellido de las partes.

3) La relació n sucinta de las cuestiones que constituyen el objeto del juicio.

4) La consideració n, por separado, de las cuestiones a que se refiere el inciso


anterior.

5) Los fundamentos y la aplicació n de la Ley.

Las presunciones no establecidas por ley constituirá n prueba cuando se funden en


hechos reales y probados y cuando por su nú mero, precisió n, gravedad y
concordancia, produjeren convicció n segú n la naturaleza del juicio, de
conformidad con las reglas de la sana crítica.

La conducta observada por las partes durante la sustanciació n del proceso podrá
constituir un elemento de convicció n corroborante de las pruebas, para juzgar la
procedencia de las respectivas pretensiones.

6) La decisió n expresa, positiva y precisa, de conformidad con las pretensiones


deducidas en el juicio, calificadas segú n correspondiere por ley, declarando el
derecho de los litigantes y condenando o absolviendo de la demanda y
reconvenció n, en su caso, en todo o en parte.

La sentencia podrá hacer mérito de los hechos constitutivos, modificativos o


extintivos, producidos durante la sustanciació n del juicio y debidamente probados,
aunque no hubiesen sido invocados oportunamente como hechos nuevos.

7) El plazo que se otorgase para su cumplimiento, si fuere susceptible de ejecució n.

8) El pronunciamiento sobre costas y la regulació n de honorarios y, en su caso, la


declaració n de temeridad o malicia en los términos del artículo 34, inciso 6.

9) La firma del juez.

SENTENCIA DEFINITIVA DE SEGUNDA O ULTERIOR INSTANCIA

Art. 164. - La sentencia definitiva de segunda o ulterior instancia deberá contener,


en lo pertinente, las enunciaciones y requisitos establecidos en el artículo anterior
y se ajustará a lo dispuesto en los artículos 272 y 281, segú n el caso.

Las sentencias de cualquier instancia podrá n ser dadas a publicidad salvo que, por
la naturaleza del juicio, razones de decoro aconsejaren su reserva,
en cuyo caso así se declarará . Si afectare la intimidad de las partes o de terceros,
los nombres de éstos será n eliminados de las copias para la publicidad

La mediación, comienza con la intervenció n de un tercero, ajeno al ó rgano judicial,


que a través de la aplicació n de técnicas especiales de comunicació n procura que
se produzca el entendimiento entre las partes, y concluye, eventualmente, con la
celebració n, por éstas, de un acuerdo que compone el conflicto y reviste eficacia
equivalente a la de una sentencia firme.

El proceso de mediación no será de aplicación en los siguientes


supuestos: causas penales, acciones de separació n persona y de divorcio, amparo,
habeas corpus, etc. Las actuaciones referidas a la mediació n son confidenciales,
debiendo ocurrir las partes personalmente con asistencia letrada obligatoria.

Son actos procesales los hechos voluntarios que tienen por efecto directo e
inmediato la constitució n, el desenvolvimiento o la extinció n del proceso, sea que
procedan de las partes (o peticionarios) o de sus auxiliares, del ó rgano judicial (o
arbitral) o de sus auxiliares, o de terceros vinculados a aquél con motivo de una
designació n, citació n o requerimiento destinados al cumplimiento de una funció n
determinada.

Como todos los actos jurídicos, los actos procesales constituyen manifestaciones
voluntarias de quienes los cumplen. En tal circunstancia reside su diferencia
respecto de los hechos procesales, que se encuentran, frente a aquéllos, en relació n
de género a especie, y a los que cabe definir como todos los sucesos o
acontecimientos susceptibles de producir sobre el PROCESO los efectos antes
mencionados (fallecimiento o incapacidad de alguna de las partes; transcurso del
tiempo; pérdida o destrucció n de documentos; etc.).

No encuadran en el concepto de acto procesal, por lo pronto, aquellas actividades


cumplidas fuera del á mbito del proceso, aunque eventualmente puedan producir
efectos en él.

Art. 115. - En todos los actos del proceso se utilizará el idioma nacional. Cuando
éste no fuere conocido por la persona que deba prestar declaració n, el juez o
tribunal designará por sorteo UN (1) traductor pú blico. Se nombrará intérprete
cuando deba interrogarse a sordos, mudos o sordomudos que só lo puedan darse a
entender por lenguaje especializado.

INFORME O CERTIFICADO PREVIO

Art. 116. - Cuando para dictar resolució n se requiriese informe o certificado previo
del secretario, el juez los ordenará verbalmente.

ANOTACION DE PETICIONES
Art. 117. - Podrá solicitarse la reiteració n de oficios o exhortos, desglose de
poderes o documentos, agregació n de pruebas, entrega de edictos, y, en general,
que se dicten providencias de mero trá mite, mediante simple anotació n en el
expediente, firmada por el solicitante.

LA FORMA DE LOS ACTOS PROCESALES

La forma es la disposició n mediante la cual el acto procesal se exterioriza, saliendo


del dominio puramente intelectual de quien lo cumple para penetrar en el á mbito
de la realidad objetiva. Al respecto es menester distinguir entre el modo de
expresió n y el modo de recepció n de la actividad procesal.

A) Modo de expresió n. Impone, a su vez, el aná lisis del lenguaje y del idioma de los
actos procesales.

a) En lo que atañ e al lenguaje que ha de utilizarse en el cumplimiento de los actos


procesales, el ordenamiento procesal vigente adhiere, a la forma escrita. Só lo
constituye excepció n a esa regla el informe in voce que autoriza el art. 264 CPN., y,
naturalmente, la emisió n de declaraciones verbales que deben recibirse en
audiencias, aunque en ese ú ltimo caso no cabe hablar de oralidad en sentido
estricto, sino de oralidad actuada.

b) En la realizació n de los actos procesales debe utilizarse el idioma nacional.


Cuando éste no fuere conocido por la persona que deba prestar declaració n, el juez
o tribunal designará por sorteo un traductor pú blico; correspondiendo la
designació n de intérprete cuando deba interrogarse a sordos, mudos o
sordomudos que só lo puedan darse a entender por lenguaje especializado (CPN,
art. 115).

Tratá ndose de documentos en idioma extranjero, debe acompañ arse su traducció n


realizada por traductor pú blico nacional (CPN, art. 123).

c) Con respecto a la redacció n de los escritos, en todos ellos debe emplearse


exclusivamente tinta negra, encabezá ndose con la expresió n de su objeto (suma),
el nombre de quien lo presenta, su domicilio constituido y la enunciació n precisa
de la cará tula del expediente. Las personas que actú en por terceros deberá n
expresar, ademá s, en cada escrito, el nombre completo de todos sus representados
y del letrado patrocinante si lo hubiere. Los abogados y procuradores deben
indicar el tomo y folio o el nú mero de la matrícula de su inscripció n.

Cuando un escrito o diligencia fuere firmado a ruego del interesado, el secretario o


el prosecretario administrativo deberá n certificar que el firmante, cuyo nombre
expresará n, ha sido autorizado para ello en su presencia o que la autorizació n ha
sido ratificada ante él.

COPIAS

Art. 120. - De todo escrito de que deba darse traslado y de sus contestaciones, de
los que tengan por objeto ofrecer prueba, promover incidentes o constituir nuevo
domicilio y de los documentos con ellos agregados, deberá n acompañ arse tantas
copias firmadas como partes intervengan, salvo que hayan unificado la
representació n.

Se tendrá por no presentado el escrito o el documento, segú n el caso, y se


devolverá al presentante, sin má s trá mite ni recurso, salvo la petició n ante el juez
que autoriza el artículo 38, si dentro de los DOS (2) días siguientes a los de la
notificació n, por ministerio de la ley, de la providencia que exige el cumplimiento
del requisito establecido en el pá rrafo anterior, no fuere suplida la omisió n.

Las copias podrá n ser firmadas, indistintamente, por las partes, sus apoderados o
letrados que intervengan en el juicio. Deberá n glosarse al expediente, salvo que
por su volumen, formato u otras características resultare dificultoso o
inconveniente, en cuyo caso se conservará n ordenadamente en la secretaría. Só lo
será n entregadas a la parte interesada, su apoderado o letrado que intervengan en
el juicio, con nota de recibo.

Cuando deban agregarse a cédulas, oficios o exhortos, las copias se desglosará n


dejando constancia de esa circunstancia.

La reglamentació n de superintendencia establecerá los plazos durante los cuales


deben conservarse las copias glosadas al expediente o reservadas en la secretaría.

COPIAS DE DOCUMENTOS DE REPRODUCCION DIFICULTOSA

Art. 121. - No será obligatorio acompañ ar la copia de documentos cuya


reproducció n fuese dificultosa por su nú mero, extensió n, o cualquier otra razó n
atendible, siempre que así lo resolviere el juez, a pedido formulado en el mismo
escrito. En tal caso el juez arbitrará las medidas necesarias para obviar a la otra u
otras partes los inconvenientes derivados de la falta de copias.

Cuando con una cuenta se acompañ aren libros, recibos o comprobantes, bastará
que éstos se presenten numerados y se depositen en la secretaría para que la parte
o partes interesadas puedan consultarlos.

CARGO

Art. 124. - El cargo puesto al pie de los escritos será autorizado por el oficial
primero.

Si la Corte Suprema o las cá maras hubieren dispuesto que la fecha y hora de


presentació n de los escritos se registre con fechador mecá nico, el cargo quedará
integrado con la firma del oficial primero, a continuació n de la constancia del
fechador.
El escrito no presentado dentro del horario judicial del día en que venciere un
plazo, só lo podrá ser entregado vá lidamente en la secretaría que corresponda, el
día há bil inmediato y dentro de las DOS (2) primeras horas del despacho.

QUE ES EL CARGO: es el sello que se le pone al escrito que es llevado al juzgado el


cual deja impresa la fecha, hora, y lugar en que se presento

SU CONTENIDO: fecha, lugar, tinta negra (118) firma (119 no puede haber escrito
sin firma)

CLASIFICACION DE LOS PLAZOS PROCESALES

Segú n quien sea el que establezca los plazos se pueden clasificar en:

PERENTORIOS:

> Legales: establecidos por el legislador.

> Judiciales: fijados por el juez en el ejercicio de sus facultades.

> Convencionales: establecidos en comú n acuerdo por las partes.

INDIVIDUAL: corre para la parte que debe cumplir

COMUN: corre para todos los que intervienen en el proceso y computa desde el
momento en que fue la ú ltima notificació n.

Art. 155. - Los plazos legales o judiciales son perentorios; podrá n ser prorrogados
por acuerdo de partes manifestado con relació n a actos procesales determinados.

Cuando este Có digo no fijare expresamente el plazo que corresponda para la


realizació n de un acto, lo señ alará el juez de conformidad con la naturaleza del
proceso y la importancia de la diligencia.

COMIENZO

Art. 156. - Los plazos empezará n a correr desde la notificació n y si fuesen comunes,
desde la ú ltima.

No se contará el día en que se practique esa diligencia, ni los días inhá biles.

SUSPENSION Y ABREVIACION CONVENCIONAL. DECLARACION DE


INTERRUPCION Y SUSPENSION

Art. 157. - Los apoderados no podrá n acordar una suspensió n mayor de VEINTE
(20) días sin acreditar ante el juez o tribunal la conformidad de sus mandantes.

Las partes podrá n acordar la abreviació n de un plazo mediante una manifestació n


expresa por escrito.
Los jueces y tribunales deberá n declarar la interrupció n o suspensió n de los plazos
cuando circunstancias de fuerza mayor o causas graves hicieren imposible la
realizació n del acto pendiente.

AMPLIACION

Art. 158. - Para toda diligencia que deba practicarse dentro de la Repú blica y fuera
del lugar del asiento del juzgado o tribunal, quedará n ampliados los plazos fijados
por este Có digo a razó n de UN (1) día por cada DOSCIENTOS (200) kiló metros o
fracció n que no baje de CIEN (100).

PLAZO DE GRACIA: el plazo de gracia es admitido en los escritos judiciales o


administrativos, y significa que es vá lido un escrito presentado en las dos horas
siguientes del día há bil posterior al vencimiento del plazo de presentació n. Si bien
el artículo 155 del Có digo Procesal Civil y Comercial de la Nació n establece que los
plazos procesales son perentorios, salvo que hubiera acuerdo de partes para actos
procesales específicos, la ley 17.454 (1981) en su artículo 124, estableció este
plazo de gracia. La jurisprudencia decidió que por ningú n motivo ese plazo de dos
horas puede extenderse má s, aú n en el caso de que en esas dos horas de gracia
hubiera existido una fuerza mayor que impidiera la presentació n.

EN LA PROVINCIA DE BS.AS fue extendido a cuatro horas del día há bil siguiente a
su vencimiento por la ley 13.708 del añ o 2007.

LUGAR DONDE SE REALIZAN LOS ACTOS PROCESALES: El lugar del acto resulta
implícitamente de la ley. En principio todos los actos procesales deben realizarse
en la sede del tribunal de la causa.

DOMICILIO

Art. 40. - Toda persona que litigue por su propio derecho o en representació n de
tercero deberá constituir domicilio legal dentro del perímetro de la ciudad que sea
asiento del respectivo juzgado o tribunal.

Ese requisito se cumplirá en el primer escrito que presente, o audiencia a que


concurra, si es ésta la primera diligencia en que interviene. En las mismas
oportunidades deberá denunciarse el domicilio real de la persona representada.

Se diligenciará n en el domicilio legal todas las notificaciones por cédula, que no


deban serlo en el real.

El domicilio contractual constituido en el de la parte contraria no es eficaz para las


notificaciones que deben ser realizadas en el domicilio del constituyente.

FALTA DE CONSTITUCION Y DE DENUNCIA DE DOMICILIO

Art. 41. - Si no se cumpliere con lo establecido en la primera parte del artículo


anterior, las sucesivas resoluciones se tendrá n por notificadas en la forma y
oportunidad fijadas por el artículo 133, salvo la notificació n de la audiencia para
absolver posiciones y la sentencia.

Si la parte no denunciare su domicilio real, o su cambio, las resoluciones que deban


notificarse en dicho domicilio se cumplirá n en el lugar en que se hubiere
constituido, y en defecto también de éste, se observará lo dispuesto en el primer
pá rrafo.

SUBSISTENCIA DE LOS DOMICILIOS

Art. 42. - Los domicilios a que se refieren los artículos anteriores subsistirá n para
los efectos legales hasta la terminació n del juicio o su archivo, mientras no se
constituyan o denuncien otros.

Cuando no existieren los edificios, quedaren deshabitados o desaparecieren, o se


alterare o suprimiere su numeració n, y no se hubiese constituido o denunciado un
nuevo domicilio, con el informe del notificador se observará lo dispuesto en la
primera o segunda parte del artículo anterior, segú n se trate, respectivamente, del
domicilio legal o del real.

Todo cambio de domicilio deberá notificarse por cédula a la otra parte. Mientras
esta diligencia no se hubiese cumplido, se tendrá por subsistente el anterior.

PRINCIPIO GENERAL

Art. 133. - Salvo los casos en que procede la notificació n por cédula y sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo siguiente, las resoluciones judiciales quedará n
notificadas en todas las instancias los días martes y viernes. Si uno de ellos fuere
feriado, la notificació n tendrá lugar el siguiente día de nota.

No se considerará cumplida tal notificació n:

1) Si el expediente no se encontrare en el tribunal.

2) Si hallá ndose en él, no se exhibiere a quien lo solicita y se hiciera constar tal


circunstancia en el libro de asistencia por las personas indicadas en el artículo
siguiente, que deberá llevarse a ese efecto.

Incurrirá en falta grave el prosecretario administrativo que no mantenga a


disposició n de los litigantes o profesionales el libro mencionado.

NOTIFICACION TACITA

Art. 134. - El retiro del expediente, conforme al artículo 127, importará la


notificació n de todas las resoluciones.
El retiro de las copias de escritos por la parte, o su apoderado, o su letrado o
persona autorizada en el expediente, implica notificació n personal del traslado que
respecto del contenido de aquellos se hubiere conferido.

NOTIFICACION PERSONAL O POR CEDULA

Art. 135. - Só lo será n notificadas personalmente o por cédula las siguientes


resoluciones:

1) La que dispone el traslado de la demanda, de la reconvenció n y de los


documentos que se acompañ en con sus contestaciones.

2) La que dispone correr traslado de las excepciones y la que las resuelva.

3) La que ordena la apertura a prueba y designa audiencia preliminar conforme al


artículo 360.

4) La que declare la cuestió n de puro derecho, salvo que ello ocurra en la audiencia
preliminar.

5) Las que se dicten entre el llamamiento para la sentencia y ésta.

6) Las que ordenan intimaciones, o apercibimientos no establecidos directamente


por la ley, hacen saber medidas cautelares o su modificació n o levantamiento, o
disponen la reanudació n de plazos suspendidos por tiempo indeterminado, o
aplican correcciones disciplinarias.

7) La providencia que hace saber la devolució n del expediente, cuando no haya


habido notificació n de la resolució n de alzada o cuando tenga por objeto reanudar
plazos suspendidos por tiempo indeterminado.

8) La primera providencia que se dicte después que un expediente haya vuelto del
archivo de los tribunales, o haya estado paralizado o fuera de secretaría má s de
tres meses.

9) Las que disponen vista de liquidaciones.

10) La que ordena el traslado del pedido de levantamiento de embargo sin tercería.

11) La que dispone la citació n de personas extrañ as al proceso.

12) Las que se dicten como consecuencia de un acto procesal realizado antes de la
oportunidad que la ley señ ala para su cumplimiento.

13) Las sentencias definitivas y las interlocutorias con fuerza de tales y sus
aclaratorias con excepció n de las que resuelvan caducidad de la prueba por
negligencia.

14) La providencia que deniega los recursos extraordinarios.


15) La providencia que hace saber el juez o tribunal que va a conocer en caso de
recusació n, excusació n o admisió n de la excepció n de incompetencia.

16) La que dispone el traslado del pedido de caducidad de la instancia.

17) La que dispone el traslado de la prescripció n en los supuestos del artículo 346,
pá rrafos segundo y tercero.

18) Las demá s resoluciones de que se haga menció n expresa en la ley o determine
el Tribunal excepcionalmente, por resolució n fundada.

No se notificará n mediante cédula las decisiones dictadas en la audiencia


preliminar a quienes se hallaren presentes o debieron encontrarse en ella.

Los funcionarios judiciales quedará n notificados el día de la recepció n del


expediente en su despacho. Deberá n devolverlo dentro del tercer día, bajo
apercibimiento de las medidas disciplinarias a que hubiere lugar.

No son aplicables las disposiciones contenidas en el pá rrafo precedente al


Procurador General de la Nació n, al Defensor General de la Nació n, a los
Procuradores Fiscales de la Corte Suprema, a los Procuradores Fiscales de Cá mara,
y a los Defensores Generales de Cá mara, quienes será n notificados personalmente
en su despacho.

MEDIOS DE NOTIFICACION

Art. 136. - En los casos en que este Có digo u otras leyes establezcan la notificació n
por cédula, ella también podrá realizarse por los siguientes medios:

1) Acta notarial.

2) Telegrama con copia certificada y aviso de entrega.

3) Carta documento con aviso de entrega.

La notificació n de los traslados de demanda, reconvenció n, citació n de personas


extrañ as al juicio, la sentencia definitiva y todas aquellas que deban efectuarse con
entrega de copias, se efectuará n ú nicamente por cédula o acta notarial, sin
perjuicio de la facultad reglamentaria concedida a la Corte Suprema de Justicia.

Se tendrá por cumplimentada la entrega de copias si se transcribe su contenido en


la carta documento o telegrama.

La elecció n del medio de notificació n se realizará por los letrados, sin necesidad de
manifestació n alguna en las actuaciones.

Los gastos que arrojen las notificaciones integrará n la condena en costas.


Ante el fracaso de una diligencia de notificació n no será necesaria la reiteració n de
la solicitud del libramiento de una nueva, la que incluso podrá ser intentada por
otra vía.

CONTENIDO Y FIRMA DE LA CEDULA

Art. 137. - La cédula y los demá s medios previstos en el artículo precedente


contendrá n:

1) Nombre y apellido de la persona a notificar o designació n que corresponda y su


domicilio, con indicació n del cará cter de éste.

2) Juicio en que se practica.

3) Juzgado y secretaría en que tramita el juicio.

4) Transcripció n de la parte pertinente de la resolució n.

5) Objeto, claramente expresado, si no resultare de la resolució n transcripta. En


caso de acompañ arse copias de escritos o documentos, la pieza deberá contener
detalle preciso de aquéllas.

El documento mediante el cual se notifique será suscripto por el letrado


patrocinante de la parte que tenga interés en la notificació n o por el síndico, tutor o
curador ad litem notario, secretario o prosecretario en su caso, quienes deberá n
aclarar su firma con el sello correspondiente.

La presentació n del documento a que se refiere esta norma en la Secretaría del


Tribunal, oficina de Correos o el requerimiento al notario, importará la notificació n
de la parte patrocinada o representada.

Deberá n estar firmados por el secretario o prosecretario los instrumentos que


notifiquen medidas cautelares o entrega de bienes y aquellos en que no intervenga
letrado, síndico, tutor o curador ad litem, salvo notificació n notarial.

El juez puede ordenar que el secretario suscriba los instrumentos de notificació n


cuando fuere conveniente por razones de urgencia o por el objeto de la
providencia.

DILIGENCIAMIENTO

Art. 138. - Las cédulas se enviará n directamente a la oficina de notificaciones,


dentro de las veinticuatro horas, debiendo ser diligenciadas y devueltas en la
forma y en los plazos que disponga la reglamentació n de superintendencia.

La demora en la agregació n de las cédulas se considerará falta grave del


prosecretario administrativo.
Cuando la diligencia deba cumplirse fuera de la ciudad asiento del tribunal, una vez
selladas, se devolverá n en el acto y previa constancia en el expediente, al letrado o
apoderado.

NOTIFICACION POR EDICTOS

Art. 145. - Ademá s de los casos determinados por este Có digo, procederá la
notificació n por edictos cuando se tratare de personas inciertas o cuyo domicilio se
ignore. En este ú ltimo caso, la parte deberá manifestar bajo juramento que ha
realizado sin éxito las gestiones tendientes a conocer el domicilio de la persona a
quien se deba notificar.

Si resultare falsa la afirmació n de la parte que dijo ignorar el domicilio, o que pudo
conocerlo empleando la debida diligencia, se anulará a su costa todo lo actuado con
posterioridad, y será condenada a pagar una multa de PESOS CINCUENTA ($ 50) a
PESOS QUINCE MIL ($ 15.000).

Art. 149. - Será nula la notificació n que se hiciere en contravenció n a lo dispuesto


en los artículos anteriores siempre que la irregularidad fuere grave e impidiere al
interesado cumplir oportunamente los actos procesales vinculados a la resolució n
que se notifica. Cuando del expediente resultare que la parte ha tenido
conocimiento de la resolució n, la notificació n surtirá sus efectos desde entonces.

El pedido de nulidad tramitará por incidente, aplicá ndose la norma de los artículos
172 y 173. El funcionario o empleado que hubiese practicado la notificació n
declarada nula, incurrirá en falta grave cuando la irregularidad le sea imputable.

Caracterización: los vicios de los actos del proceso pueden ser extrínsecos o
intrínsecos; los 1ros derivan de las formalidades establecidas por las leyes
procesales.; los segundos son consecuencia de la falta de los requisitos
determinados por las leyes sustanciales para todos los actos jurídicos. La finalidad
de las nulidades es evitar el incumplimiento de las formas establecidas con el
objeto de preservar el derecho de defensa de las partes y el principio de
bilateralidad.

La nulidad puede oponerse:

> Como incidente ante el mismo juez donde se produjeron los vicios y tiene el
efecto de retrotraer el proceso a la etapa anterior al acto viciado.

> Como recurso se interpone contra una sentencia que adolece de defectos
formales.

> Como excepción: procede en el juicio ejecutivo cundo no se hubieran cumplido


las normas establecidas para la preparació n de la vía ejecutiva.

PRUEBA ANTICIPADA
Art. 326. - Los que sean o vayan a ser parte en un proceso de conocimiento y
tuvieren motivos justificados para temer que la producció n de sus pruebas pudiera
resultar imposible o muy dificultosa en el período de prueba, podrá n solicitar que
se produzcan anticipadamente las siguientes:

1) Declaració n de algú n testigo de muy avanzada edad, o que esté gravemente


enfermo o pró ximo a ausentarse del país.

2) Reconocimiento judicial o dictamen pericial para hacer constar la existencia de


documentos, o el estado, calidad o condició n de cosas o de lugares.

3) Pedido de informes.

4) La exhibició n, resguardo o secuestro de documentos concernientes al objeto de


la pretensió n, conforme lo dispuesto por el artículo 325.

La absolució n de posiciones podrá pedirse ú nicamente en proceso ya iniciado.

MEDIDAS PREPARATORIAS: persiguen la individualizació n de los sujetos del


proceso, su capacidad y legitimació n, así como la determinació n de datos sobre el
objeto o sobre el tipo de proceso a iniciar.

Caracteres: las medidas preparatorias pueden solicitarse en cualquier tipo de


proceso. ART 323 En él la enumeració n no es taxativa y puede ser requerida
cualquier otra medida no enumerada. A pesar de que en gral quien pide la medida
es el que pretende demandar, se autoriza también a que lo haga quien con
fundamente prevea que será demandado.

El ART 323 enuncia las sig. Medidas preparatorias.

Art. 323. - El proceso de conocimiento podrá prepararse pidiendo el que pretenda


demandar, o quien, con fundamento prevea que será demandado:

1) Que la persona contra quien se proponga dirigir la demanda preste declaració n


jurada, por escrito y dentro del plazo que fije el juez, sobre algú n hecho relativo a
su personalidad, sin cuya comprobació n no pueda entrarse en juicio.

2) Que se exhiba la cosa mueble que haya de pedirse por acció n real, sin perjuicio
de su depó sito o de la medida precautoria que corresponda.

3) Que se exhiba un testamento cuando el solicitante se crea heredero, coheredero


o legatario, si no puede obtenerlo sin recurrir a la justicia.

4) Que en caso de evicció n, el enajenante o adquirente exhiba los títulos u otros


instrumentos referentes a la cosa vendida.
5) Que el socio o comunero o quien tenga en su poder los documentos de la
sociedad o comunidad, los presente o exhiba.

6) Que la persona que haya de ser demandada por reivindicació n u otra acció n que
exija conocer el cará cter en cuya virtud ocupa la cosa objeto del juicio a promover,
exprese a qué título la tiene.

7) Que se nombre tutor o curador para el juicio de que se trate.

8) Que si el eventual demandado tuviere que ausentarse del país, constituya


domicilio dentro de los CINCO (5) días de notificado, bajo apercibimiento de lo
dispuesto en el artículo 41.

9) Que se practique una mensura judicial.

10) Que se cite para el reconocimiento de la obligació n de rendir cuentas.

11) Que se practique reconocimiento de mercaderías, en los términos del artículo


782.

Salvo en los casos de los incisos 9, 10 y 11, y del artículo 326, no podrá n invocarse
las diligencias decretadas a pedido de quien pretende demandar, si no se dedujere
la demanda dentro de los TREINTA (30) días de su realizació n. Si el
reconocimiento a que se refieren el inciso 1 y el artículo 324 fuere ficto, el plazo
correrá desde que la resolució n que lo declare hubiere quedado firme.

Al caracterizar oportunamente a la demanda como un mero acto de iniciació n


procesal quedó esbozada la idea de que aquélla, a diferencia de la pretensió n, no
implica necesariamente el planteamiento de un conflicto entre partes y el
consiguiente reclamo de una sentencia de fondo que lo dirima, sino que se
configura, simplemente, con motivo de la petició n formulada ante un ó rgano
judicial, por una persona distinta de éste, en el sentido de que se disponga la
iniciació n y el ulterior trá mite de un determinado proceso.

Al contenido de la demanda se refiere el art. 330 CPN en los siguientes términos:

"La demanda será deducida por escrito y contendrá :

1º) El nombre y domicilio del demandante.

La indicació n del nombre del actor o demandante constituye un re- quisito que
hace a la esencia misma de la demanda, pues su omisió n impediría determinar
quién es la persona que deduce la pretensió n e imposibilitaría la defensa del
demandado.
Si el actor es una persona física debe expresar su nombre y apellido. Tratá ndose de
una persona de existencia ideal, debe indicar con precisió n el nombre o razó n
social con que actú a.

En el caso de que el actor actú e por medio de representante legal o convencional,


éste deberá expresar su nombre y acompañ ar los documentos que acrediten su
personalidad

2º) El nombre y domicilio del demandado. El domicilio a que alude la norma


transcripta es el domicilio real del actor, que no debe confundirse con el domicilio
"procesal" o ad litem. A este ú ltimo se refiere el art. 40, en tanto dispone que "toda
persona que litigue por su propio derecho o en representació n de tercero, deberá
constituir domicilio legal (procesal) dentro del perímetro de la ciudad que sea
asiento del respectivo tribunal". En él deben practicarse las notificaciones por
cédula, y su constitució n no excusa la denuncia del domicilio real. Cuando el actor
se presente por medio de apoderado, éste deberá , ademá s de constituir domicilio
procesal, denunciar el domicilio real de su mandante (CPN, art. 40, pá rr. 2º), donde
deben notificarse diversas resoluciones de cará cter personalísimo como la que
ordena la absolució n de posiciones (art. 409), o la que dispone la citació n de la
persona a quien se le atribuya la letra para que forme un cuerpo de escritura al
dictado y a requerimiento de los peritos, bajo apercibimiento de tener por
reconocido el documento

3º) La cosa demandada, designá ndola con toda exactitud.

La "cosa demandada" a que se refiere el inc. 3º del art. 330 constituye el objeto
mediato de la pretensió n deducida en la demanda.

El inciso examinado requiere que la designació n de la "cosa demandada" sea


exacta: si, por ejemplo, se reclama el pago de una indemnizació n, debe indicarse
con precisió n la suma de dinero en que se estiman los dañ os; si la demanda versa
sobre un bien inmueble, el actor debe indicar concretamente su superficie,
ubicació n, linderos; etcétera.

4º) Los hechos en que se funde, explicados claramente.

La exposició n de los hechos (inc. 4º) tiene por finalidad la determinació n de la


causa, o sea la razó n o fundamento en cuya virtud la pretensió n se deduce.

5º) El derecho expuesto sucintamente, evitando repeticiones innecesarias.

En la sentencia, el juez só lo debe atenerse a las alegaciones de hecho y a las


peticiones formuladas por las partes y no a las normas jurídicas que éstas hayan
invocado en apoyo de sus pretensiones o defensas.

6º) La petició n en términos claros y positivos".

El actor concreta el objeto inmediato de la pretensió n contenida en la demanda.


Ella debe plantearse "en términos claros y positivos" a fin de que pueda
establecerse, con precisió n, cuá l es la clase de pronunciamiento judicial que se
persigue. En la prá ctica, la petició n se formula al comienzo del respectivo escrito y
se reitera en la parte final, a modo de síntesis de las manifestaciones expuestas en
la demanda.

Modificación de la demanda: efectos.

El art. 331 dice: el actor podrá modificar la demanda antes de que esta sea
notificada. Podrá ampliar la cuantía de lo reclamado si antes de la sentencia
vencieren nuevos plazos o cuotas de la misma obligació n.

Si la ampliació n expresa o implícitamente se fundare en hechos nuevos, se


aplicaran las reglas establecidas en el ART 365.

La transformació n de la demanda es un acto procesal unitario que sobre la base de


conservar, inmutables alguno o algunos de los elementos esenciales de la anterior
o modifica otro u otros.

La demanda se modifica cuando se alteran los fundamentos sin cambiar la causa


ni el objeto del litigio. La demanda modificada conserva todos los efectos
materiales y procesales producidos por su interposició n.

Cambio de demanda: habrá cambio de demanda cuando se sustituyan los sujetos


la causa o el objeto del litigio.

Sujetos: la incorporació n de nuevos sujetos a la relació n procesal o la modificació n


de la situació n jurídica de los que actú en como partes originan un cambio de
demanda.

Causa: la afirmació n de hechos nuevos o distintos que se agregan a los anteriores o


los modifican constituye una transformació n de la demanda. Salvo cuando la nueva
fundamentació n importe sustituir la causa.

Objeto: el cambio de la cosa o bien que se pide importa una nueva demanda.

Ampliación de la demanda: la ley contempla la posibilidad de ampliar la suma


reclamada cuando se originan nuevos incumplimientos del demandado en las
obligaciones de tracto sucesivo.

RECHAZO "IN LIMINE"

Art. 337. - Los jueces podrá n rechazar de oficio las demandas que no se ajusten a
las reglas establecidas, expresando el defecto que contengan.

Si no resultare claramente de ellas que son de su competencia, mandará n que el


actor exprese lo necesario a ese respecto.
TRASLADO DE LA DEMANDA

Art. 338. - Presentada la demanda en la forma prescripta, el juez dará traslado de


ella al demandado para que comparezca y la conteste dentro de QUINCE (15) días.

Cuando la parte demandada fuere la Nación, UNA (1) provincia o UNA (1) municipalidad, el
plazo para comparecer y contestar la demanda será de SESENTA (60) días.

También podría gustarte