0717 6163 RMC 149 04 0570
0717 6163 RMC 149 04 0570
0717 6163 RMC 149 04 0570
1
Departamento de Ciencias de la Salud, Carrera Rol de la microbiota intestinal en
de Nutrición y Dietética, Facultad de Medicina,
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Santiago, Chile.
el desarrollo del hígado graso no
2
Programa de Farmacología Molecular y Clínica.
ICBM. Facultad de Medicina. Universidad de
alcohólico
Chile. Santiago, Chile.
3
Carrera de Nutrición y Dietética, Facultad de
Ciencias de la Salud. Universidad San Sebastián. MARÍA FERNANDA TUMANI1,a,c, GLADYS TAPIA2,b,d,
Concepción, Chile. CAROLINA AGUIRRE1,a,e, ANA MARÍA OBREGÓN3,a,e,f,
a
Nutricionista. PAULINA PETTINELLI1,a,e,f
b
Bióloga.
c
Magister en Nutrición, Pontificia Universidad
Católica de Chile.
d
Doctora en Ciencias Biomédicas. Universidad
e
de Chile.
Doctora en Nutrición y Alimentos. Universidad
The role of intestinal microbiota
de Chile. in the development of non-alcoholic
f
Magíster en Ciencias Biológicas Mención
Nutrición. Universidad de Chile. fatty liver disease
Los autores declaran no tener conflictos de
interés. Non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD) encompasses a wide
Fuente de financiamiento: La presente revisión spectrum of hepatic pathologies ranging from simple steatosis (SS) to
está financiada por el Fondo Nacional de
Desarrollo Científico y Tecnológico (Chile) –
hepatocellular carcinoma. Intestinal microbiota (IM) is composed of
FONDECYT Iniciación 11150685, asignada a PP. trillions of microorganisms existing in the gut. It has 150 times more
También fue apoyada por la Agencia Nacional genes than the host. Changes in the composition and function of the
de Investigación y Desarrollo – Programa
IM are associated with different diseases, including NAFLD. In this
de Becas – Magister Nacional 2020 – Folio
22200024, asignada a MFT. condition, IM could have a pathogenic role through different mecha-
nisms such as energy salvaging from food, an inflammatory stimulus,
Recibido el 2 de junio de 2020, aceptado el 10
de noviembre de 2020. a modulation of the innate immune system, regulation of bile acid
turnover, alteration of choline metabolism and increasing endogenous
Correspondencia a:
Paulina Pettinelli ethanol levels. This review is an update on the role of the intestinal
Departamento de Ciencias de la Salud, Carrera microbiota in NAFLD and the possible mechanisms involved.
de Nutrición y Dietética, Facultad de Medicina, (Rev Med Chile 2021; 149: 570-579)
Pontificia Universidad Católica de Chile.
[email protected]
Key words: Dysbiosis; Gastrointestinal Microbiome; Non-alco-
holic Fatty Liver Disease.
E
l hígado graso no-alcohólico (HGNA) es la 6,5%. La obesidad ha convertido al HGNA en la
causa más importante de enfermedad hepá- causa más común de enfermedad crónica hepática,
tica crónica asociada a obesidad, resistencia 75-90% de la población con obesidad tiene HGNA y
a la insulina (RI), diabetes mellitus tipo 2 y disli- hasta 20% puede tener EHNA. La ES, generalmente,
pidemia. El HGNA abarca un amplio espectro de sigue un curso clínico benigno, pero 59,1% puede
alteraciones hepáticas, no asociadas al consumo de progresar a EHNA. Entre los individuos con EHNA,
alcohol, que van desde la esteatosis simple (ES) o un tercio podría desarrollar cirrosis o alguna de sus
acumulación intracelular de triacilglicéridos (TAG) complicaciones, y 27% podría progresar a HCC1,2.
a esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), fibrosis, La EHNA tiene un mayor riesgo de progresión a
cirrosis y carcinoma hepatocelular (HCC). La ES HCC incluso en ausencia de cirrosis3.
se define como la presencia de ≥ 5% de esteatosis Distintos mecanismos buscan explicar la pro-
hepática, mientras que la EHNA es cuando ≥ 5% gresión de esta enfermedad, siendo de los más
del hígado presenta esteatosis con inflamación y recientes investigados, la microbiota intestinal
balonamiento, con o sin la presencia de fibrosis1. (MI). Esta revisión busca actualizar el papel de la
La prevalencia de ES en población general es de MI en la patología de HGNA y los mecanismos
30%, mientras que la de EHNA varía entre 1,5%- implicados.
570
ARTÍCULO DE REVISIÓN
Microbiota intestinal e hígado graso no alcohólico - M. F. Tumani et al
Figura 1. La teoría de los múltiples pasos o golpes en la patogénesis del HGNA. La teoría de los múltiples golpes (multiple-hit
hypothesis) propone que la hiperinsulinemia y la consecuente RI llevan a un aumento de la lipólisis del tejido adiposo (TA), y por
lo tanto, de los ácidos grasos libres (AGL) circulantes, los cuales son captados por los hepatocitos, iniciando una serie de rutas
metabólicas que conducen al HGNA. La ES ocurre cuando la cantidad de AGL que llegan al hígado, tanto por la dieta como por
la lipogenesis de novo, excede la capacidad de oxidación mitocondrial. Si los AGL captados por el hígado no son oxidados, se
almacenan en el hígado generando niveles altos de TAG, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar HGNA. El aumento de TAG a
nivel hepático lleva a un aumento en la susceptibilidad del hígado a las citoquinas/adipoquinas inflamatorias provenientes del
TA (ej. factor de necrosis tumoral [TNF]-α, interleukina [IL]-6), disfunción mitocondrial y estrés oxidativo, generando finalmente
EHNA y fibrosis. Estudios en humanos con HGNA apoyan el papel de la RI y lipoperoxidación en la enfermedad, lo cual induce
la producción de citoquinas, lo que contribuye aun más a la inflamación hepática y progresión de la enfermedad. De manera
paralela, una alteración de la microbiota intestinal favorece la activación de cascadas proinflamatorias, favoreciendo el desarro-
llo de EHNA y fibrosis. Finalmente, el estrés oxidativo puede, además, alterar la proliferación de progenitores de hepatocitos,
causando fibrosis/cirrosis. Sin embargo, factores genéticos o modificaciones epigenéticas pueden afectar al contenido de lípidos
en hepatocitos y alterar el estado inflamatorio, favoreciendo o no la progresión de ES a EHNA (Fuente: elaboración propia).
y modificaciones epigenéticas, junto con altera- posición a nivel taxonómico, pero no permite un
ciones en la composición de la MI, predisponen análisis funcional ni tampoco permite obtener
al desarrollo y progresión del HGNA4. Estudios información detallada a nivel taxonómico de
recientes han revelado una clara asociación entre especies; (ii) metagenómica, que corresponde al
la MI, obesidad e HGNA9. estudio de los genes presentes en la MI, indicando
la capacidad funcional y (iii) metabolómica, que
corresponde al estudio de los metabolitos produ-
Composición de la microbiota intestinal en el cidos por parte de la MI, permitiendo una mejor
humano comprensión de su funcionalidad. Respecto a la
clasificación taxonómica de la MI, y siguiendo un
Individuos adultos poseen una MI abundante orden jerárquico, se puede clasificar en dominios,
y compleja, con aproximadamente 1013 microor- filos, clases, órdenes, familias, géneros y especies.
ganismos. La MI es un ecosistema diverso de Al respecto, la MI comprende más de 1.000 tipos
comensales y mutualistas y que se propone que de filos, en donde las tres dominantes en el in-
interactúan con la mayoría, sino todos, de los testino, tanto de humanos como de ratones, son
órganos del huésped10. Diversos métodos han sido Firmicutes, Actinobacterias y Bacteroidetes las que
utilizados para estudiar la MI11, dentro de los que en su conjunto comprenden más del 90% de las
se destacan (i) secuenciación del gen ribosomal bacterias intestinales (Tabla 1). En sujetos sanos,
16S (16S rRNA), el cual permite estudiar la com- la presencia de estas bacterias cumple distintas
Figura 2. Posibles mecanismos de acción de la microbiota intestinal en el desarrollo de HGNA. Se postula que la microbiota
podría contribuir al desarrollo de HGNA mediante los siguientes mecanismos: i) aumento de la disponibilidad y absorción de
energía por la digestión de polisacáridos, formación y absorción de monosacáridos y ácidos grasos de cadena corta; ii) aumento
de la permeabilidad intestinal lo cual contribuye a la activación de una cascada proinflamatoria; iii) aumento de marcadores
de diferenciación del sistema inmune; iv) disminución de disponibilidad de ácidos biliares lo cual aumentaría la permeabilidad
intestinal; v) reducción de colina disponible, contribuyendo a una alteración en el metabolismo lipídico y vi) aumento de la
producción de etanol endógeno (Fuente: elaboración propia).
Cambios en el metabolismo de las sales biliares Se plantea que en humanos, el ácido propióni-
Los ácidos biliares se caracterizan por tener co disminuye los niveles de AG en hígado y plasma,
una acción antimicrobiana. Se ha visto que la MI reduce la ingesta de alimentos y ejerce efectos
de sujetos con HGNA desconjuga los ácidos bilia- inmunosupresivos, lo cual podría mejorar la sensi-
res primarios en secundarios, lo cual disminuye bilidad de los tejidos a la insulina, pudiendo tener
la señalización en los receptores FXR y TGR5, efectos antiobesogénicos42. La bacteria productora
alterando la producción de sales biliares y, por de butirato F. prausnitzii se asocia negativamente
consiguiente, disminuyendo la actividad antimi- con estados inflamatorios. En sujetos con HGNA
crobiana y favoreciendo una mayor permeabilidad se vio menor concentración de F. prasunitzzi y
intestinal35. mayor de 2-hidroxibutirato, lo cual podría deberse
Mouzaki y colaboradores observaron que en a un aumento de estrés oxidativo a nivel hepático9.
sujetos con EHNA existía una alteración en la ho- Si bien, los AGCC podrían relacionar la MI con el
meostasis de los ácidos biliares en comparación al HGNA, los datos disponibles aún son limitados.
grupo control y una correlación positiva entre C. El etanol es metabolizado en el hígado y oxi-
leptum y ácido litocólico e inversa con ácido cólico36. dado por la enzima alcohol deshidrogenasa43.
Además del aporte dietario, el etanol es un meta-
Reducción de la biodisponibilidad de colina bolito de algunas bacterias presentes en la MI44. El
La colina es un componente dietario esencial metabolismo hepático del etanol genera sustratos
para el funcionamiento celular normal. Su defi- para la síntesis de ácidos grasos (acetato) y también
ciencia altera la producción y secreción hepática acetaldehído que es un precursor de ROS, favore-
de lipoproteína de muy baja densidad (VLDL) y ciendo así la acumulación de TAG intrahepáticos
la composición de la membrana mitocondrial, y estrés oxidativo45.
alterando el metabolismo energético mitocondrial Particularmente, se ha visto aumento de la
y la b-oxidación de ácidos grasos. Lo anterior producción de etanol, determinado por la con-
aumenta la captación de AGL a nivel hepático, centración de etanol espirado, en pacientes con
pudiendo favorecer el desarrollo de HGNA y daño obesidad que no consumen alcohol46, como tam-
hepático debido a la inflamación, estrés oxidativo bién en niños con EHNA junto con un aumento
y apoptosis secundario a un aumento de acumu- de las enzimas metabolizadoras de alcohol47, lo que
lación lipídica37. Se ha observado que sujetos con podría explicar una relación de causalidad con el
HGNA presentan menor biodisponibilidad de desarrollo de EHNA. Además, el aumento de eta-
colina debido a un aumento de bacterias que me- nol podría aumentar la permeabilidad intestinal,
tabolizan este nutriente, disminuyendo así la ab- induciendo endotoxemia48.
sorción por parte del huésped38. La MI en HGNA
es capaz de convertir la colina en dimetilaminas Aplicaciones clínicas
y trimetilaminas, las cuales son transportadas al Si bien se ha logrado caracterizar la MI de
hígado, en donde se metabolizan a TMAO (óxido sujetos con HGNA, no se ha dilucidado si la com-
de trimetilamina), que, a su vez, es causante de posición característica es una causa o más bien una
inflamación hepática39. Es de considerar que solo consecuencia de la enfermedad. Algunos autores
el 10% de la población cumple con los requeri- han sugerido considerar los metabolitos produ-
mientos de colina40. cidos por la MI como marcadores de HGNA y su
eventual progresión, sin embargo, para ello se re-
Metabolitos de la MI y aumento de etanol queriría un conocimiento más avanzado respecto
endógeno a los mecanismos de acción de estos metabolitos49.
Como se mencionó anteriormente, los AGCC Por otra parte, también se ha propuesto la apli-
son productos de la fermentación de carbohidra- cación de los conocimientos sobre MI en HGNA
tos no digeribles generados por la MI27 contribu- con un fin terapéutico mediante el transplante
yendo así al desarrollo de HGNA. No obstante, el fecal50 y uso de probióticos. Respecto al segundo,
butirato puede ejercer efectos protectores frente a si bien probióticos como Lactobacillus, Bifidobac-
la esteatogénesis y la EHNA, ya que reduce el estrés terium, Streptococci y bacterias productoras de
oxidativo producido por las endotoxinas y mejora butirato50 poseen acciones terapéuticas, se debe
la función de la barrera colónica41. considerar que el uso de probióticos tienen una
acción limitada en el tiempo. Considerando que 6. Dowman JK, Tomlinson JW, Newsome PN. Pathoge-
los cambios en la alimentación modifica la MI en nesis of non-alcoholic fatty liver disease. QJM J Assoc
un corto período de tiempo16, adquiere especial physicians. 2010; 103 (supl. 2): 71-83.
relevancia la adquisición de estilos de vida salu- 7. Araya J, Rodrigo R, Videla LA, Thielemann L, Orellana
dables en el largo plazo, dando relieve al rol del M, Pettinelli P, et al. Increase in long-chain polyunsa-
tratamiento y educación nutricional, tanto como turated fatty acid n−6/n−3 ratio in relation to hepatic
para el manejo de comorbilidades y factores de steatosis in patients with non-alcoholic fatty liver disea-
riesgo asociados a la enfermedad52. se. Clin Sci. 2004; 106 (supl. 6): 635-43.
8. Videla LA, Rodrigo R, Orellana M, Fernández V, Tapia
G, Quiñones L, et al. Oxidative stress-related parameters
Conclusiones in the liver of non-alcoholic fatty liver disease patients.
Clin Sci. 2004; 106 (supl. 3): 261-8.
El HGNA se asocia a alteraciones en la com- 9. Da Silva HE, Teterina A, Comelli EM, Taibi A, Arendt
posición de la MI independientemente del estado BM, Fischer SE, et al. Nonalcoholic fatty liver disease
nutricional, particularmente la obesidad. La is associated with dysbiosis independent of body mass
interacción de microorganismos con el huésped index and insulin resistance. Sci Rep. 2018; 8 (supl. 1):
podría favorecer el desarrollo del HGNA y su 1-12.
progresión a EHNA, fibrosis o HCC a través de 10. Kundu P, Blacher E, Elinav E, Pettersson S. Our Gut Mi-
distintos mecanismos, como una mayor extrac- crobiome: The Evolving Inner Self. Cell. 2017;171(supl.
ción de energía desde los alimentos, aumento de 7):1481-93.
la permeabilidad intestinal y activación de señali- 11. Lynch SV, Pedersen O. The Human Intestinal Micro-
zaciones proinflamatorias, modulación del sistema biome in Health and Disease. N Engl J Med. 2016; 375
inmune, producción endógena de etanol y AGCC. (supl. 24): 2369-79.
Si bien se han propuesto distintas aplicaciones clí- 12. Yadav M, Verma MK, Chauhan NS. A review of me-
nicas respecto a MI e HGNA, aún se necesita más tabolic potential of human gut microbiome in human
investigación respecto al diagnóstico de HGNA nutrition. Arch Microbiol. 2018; 200 (supl. 2): 203-17.
mediante MI, y el tratamiento con trasplante fecal 13. Krych L, Hansen CHF, Hansen AK, van den Berg FWJ,
y uso de probióticos. Nielsen DS. Quantitatively Different, yet Qualitatively
Alike: A Meta-Analysis of the Mouse Core Gut Micro-
biome with a View towards the Human Gut Microbio-
Referencias me. PLoS One. 2013; 8 (supl. 5): e62578.
14. Derrien M, Álvarez AS, de Vos WM. The Gut Microbio-
1. Chalasani N, Younossi Z, Lavine JE, Charlton M, Cusi ta in the First Decade of Life. Trends Microbiol. 2019; 27
K, Rinella M, et al. The diagnosis and management of (supl. 12): 997-1010.
nonalcoholic fatty liver disease: Practice guidance from 15. Adak A, Khan MR. An insight into gut microbiota and
the American Association for the Study of Liver Disea- its functionalities. Cell Mol Life Sci. 2019; 76 (supl. 3):
ses. Hepatology. 2018; 67 (supl. 1): 328-57. 473-93.
2. Yu J, Shen J, Sun TT, Zhang X, Wong N. Obesity, in- 16. Wu G, Chen J, Hoffmann C, Bittinger K, Chen Y-Y,
sulin resistance, NASH and hepatocellular carcinoma. Keilbaugh S, et al. Linking Long-Term Dietary Patterns
Semin Cancer Biol 2013; 23 (supl. 6): 483-91. with Gut Microbial Enterotypes. Science. 2011; 334
3. Arendt BM, Teterina A, Pettinelli P, Comelli EM, Ma (supl. 6052): 105-8.
DWL, Fung SK, et al. Cancer-related gene expression is 17. De Filippo C, Cavalieri D, Di Paola M, Ramazzotti M,
associated with disease severity and modifiable lifestyle Poullet JB, Massart S, et al. Impact of diet in shaping gut
factors in non-alcoholic fatty liver disease. Nutrition. microbiota revealed by a comparative study in children
2019; 61 (supl. 5): 100-7. from Europe and rural Africa. Proc Natl Acad Sci. 2010;
4. Pappachan JM, Babu S, Krishnan B, Ravindran NC. 107 (supl. 33): 14691-6.
Non-alcoholic Fatty Liver Disease: A Clinical Update. J 18. Jones RB, Alderete TL, Kim JS, Millstein J, Gilliland
Clin Transl Hepatol. 2017; 5 (supl. 4): 384-93. FD, Goran MI. High intake of dietary fructose in
5. Buzzetti E, Pinzani M, Tsochatzis EA. The multiple-hit overweight/obese teenagers associated with depletion
pathogenesis of non-alcoholic fatty liver disease (NA- of Eubacterium and Streptococcus in gut microbiome.
FLD). Metab - Clin Exp. 2016; 65 (supl. 8): 1038-48. Gut Microbes. 2019; 10 (supl. 6): 712-9.
19. Mouzaki M, Comelli EM, Arendt BM, Bonengel J, Fung Int. 2010; 4 (supl. 4): 659-72.
SK, Fischer SE, et al. Intestinal microbiota in patients 32. Gadd VL, Skoien R, Powell EE, Fagan KJ, Winterford
with nonalcoholic fatty liver disease. Hepatology. 2013; C, Horsfall L, et al. The portal inflammatory infiltrate
58 (supl. 1): 120-7. and ductular reaction in human nonalcoholic fatty liver
20. Boursier J, Mueller O, Barret M, Machado M, Fizanne disease. Hepatology. 2014; 59 (supl. 4): 1393-405.
L, Araujo-Pérez F, et al. The severity of nonalcoholic 33. Schwenger KJP, Chen L, Chelliah AE, Da Silva HE,
fatty liver disease is associated with gut dysbiosis and Teterina A, Comelli EM, et al. Markers of activated in-
shift in the metabolic function of the gut microbiota. flammatory cells are associated with disease severity and
Hepatology. 2016; 63 (supl. 3): 764-75. intestinal microbiota in adults with non-alcoholic fatty
21. Backhed F, Ding H, Wang T, Hooper L, Koh G, Nagy liver disease. Int J Mol Med. 2018; 42 (supl. 4): 1857-64.
A, et al. The gut microbiota as an environmental factor 34. Wahlström A, Kovatcheva-Datchary P, Ståhlman M,
that regulates fat storage. Cell Physiol Biochem. 2004; Khan M-T, Bäckhed F, Marschall H-U. Induction of far-
101 (supl. 44): 15718-23. nesoid X receptor signaling in germ-free mice colonized
22. Manson JM, Rauch M, Gilmore MS. The commensal with a human microbiota. J Lipid Res. 2017; 58 (supl. 2):
microbiology of the gastrointestinal tract. Adv Exp Med 412-9.
Biol. 2008; 635: 15-28. 35. Jiang C, Xie C, Li F, Zhang L, Nichols RG, Krausz KW,
23. Zocco MA, Ainora ME, Gasbarrini G, Gasbarrini A. Bac- et al. Intestinal farnesoid X receptor signaling promotes
teroides thetaiotaomicron in the gut: Molecular aspects nonalcoholic fatty liver disease. J Clin Invest. 2014; 125
of their interaction. Digestive and Liver Disease. 2007; (supl. 1): 386-402.
39 (supl. 8): 707-12. 36. Mouzaki M, Wang AY, Bandsma R, Comelli EM, Arendt
24. Martens EC, Koropatkin NM, Smith TJ, Gordon JI. BM, Zhang L, et al. Bile acids and dysbiosis in non-al-
Complex glycan catabolism by the human gut micro- coholic fatty liver disease. PLoS One. 2016; 11 (supl. 5):
biota: The bacteroidetes sus-like paradigm. Journal of 1-13.
Biological Chemistry. 2009; 284 (supl. 37): 24673-7. 37. Corbin KD, Zeisel SH. Choline Metabolism Provides
25. Louis P, Scott KP, Duncan SH, Flint HJ. Understanding Novel Insights into Non-alcoholic Fatty Liver Disease
the effects of diet on bacterial metabolism in the large and its Progression. Curr Opin Gastroenterol. 2012; 28
intestine. J Appl Microbiol. 2007; 102 (supl. 5): 1197- (supl. 2): 159-65.
208. 38. Zeisel SHSH, Wishnok JSJS, Blusztajn JKJK. Formation
26. Elia M, Cummings JH. Physiological aspects of energy of methylamines from ingested choline and lecithin. J
metabolism and gastrointestinal effects of carbohydra- Pharmacol Exp Ther. 1983; 225 (supl. 2): 320-4.
tes. Eur J Clin Nutr. 2007; 61 (supl. 1): 40-74. 39. Wang Z, Klipfell E, Bennett BJ, Koeth R, Levison BS,
27. Duncan SH, Belenguer A, Holtrop G, Johnstone AM, Dugar B, et al. Gut flora metabolism of phosphatidyl-
Flint HJ, Lobley GE. Reduced dietary intake of carbo- choline promotes cardiovascular disease. Nature. 2011;
hydrates by obese subjects results in decreased concen- 472 (supl. 7341): 57-63.
trations of butyrate and butyrate-producing bacteria 40. Wallace TC, Blusztajn JK, Caudill MA, Klatt KC, Natker
in feces. Appl Environ Microbiol. 2007; 73 (supl. 4): E, Zeisel SH, et al. The underconsumed and undera-
1073-8. ppreciated essential nutrient. Nutr Today. 2018; 53
28. Cani PD, Possemiers S, Van De Wiele T, Guiot Y, (supl. 6): 240-53.
Everard A, Rottier O, et al. Changes in gut microbiota 41. Miyoshi M, Sakaki H, Usami M, Iizuka N, Shuno K,
control inflammation in obese mice through a me- Aoyama M, et al. Oral administration of tributyrin in-
chanism involving GLP-2-driven improvement of gut creases concentration of butyrate in the portal vein and
permeability. Gut. 2009; 58 (supl. 8): 1091-103. prevents lipopolysaccharide-induced liver injury in rats.
29. Ilan Y. Leaky gut and the liver: A role for bacterial Clin Nutr. 2011; 30 (supl. 2): 252-8.
translocation in nonalcoholic steatohepatitis. World J 42. Al-Lahham SH, Peppelenbosch MP, Roelofsen H, Vonk
Gastroenterol. 2012; 18 (supl. 21): 2609-18. RJ, Venema K. Biological effects of propionic acid in
30. Videla LA, Tapia G, Rodrigo R, Pettinelli P, Haim D, humans; metabolism, potential applications and underl-
Santibãez C, et al. Liver NF-κB and AP-1 DNA binding ying mechanisms. Biochim Biophys Acta - Mol Cell Biol
in obese patients. Obesity. 2009; 17(supl. 5): 973-9. Lipids 2010; 1801 (supl. 11): 1175-83.
31. Soares JB, Pimentel-Nunes P, Roncon-Albuquerque R, 43. Sarkola T, Peter Eriksson CJ. Effect of 4-methylpyrazole
Leite-Moreira A. The role of lipopolysaccharide/toll-like on endogenous plasma ethanol and methanol levels in
receptor 4 signaling in chronic liver diseases. Hepatol humans. Alcohol Clin Exp Res. 2001; 25 (4): 513-6.
44. Schnabl B, Brenner DA. Interactions between the intes- components and metabolites in the progression of
tinal microbiome and liver diseases. Gastroenterology. non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD). Nutrients.
2014; 146 (supl. 6): 1513-24. 2019; 11 (supl. 8): 1712.
45. Hartmann P, Chen WC, Schnabl B. The intestinal 50. Craven L, Rahman A, Nair Parvathy S, Beaton M,
microbiome and the leaky gut as therapeutic targets in Silverman J, Qumosani K, et al. Allogenic Fecal Micro-
alcoholic liver disease. Front Physiol. 2012; 3 (supl. 402): biota Transplantation in Patients with Nonalcoholic
1-10. Fatty Liver Disease Improves Abnormal Small Intestinal
46. Nair S, Cope K, Terence RH, Diehl AM. Obesity and Permeability: A Randomized Control Trial. Am J Gas-
female gender increase breath ethanol concentration: troenterol. 2020; 115 (supl. 7): 1055-65.
Potential implications for the pathogenesis of nonalco- 51. Koopman N, Molinaro A, Nieuwdorp M, Holleboom
holic steatohepatitis. Am J Gastroenterol. 2001; 96 (supl. AG. Review article: can bugs be drugs? The potential of
4): 1200-4. probiotics and prebiotics as treatment for non-alcoholic
47. Baker SS, Baker RD, Liu W, Nowak NJ, Zhu L. Role of fatty liver disease. Aliment Pharmacol Ther. 2019; 50
alcohol metabolism in non-alcoholic steatohepatitis. (supl. 6): 628-39.
PLoS One. 2010; 5 (supl. 3): e957. 52. Guevara-Cruz M, Flores-López AG, Aguilar-López
48. Volynets V, Küper MA, Strahl S, Maier IB, Spruss A, M, Sánchez-Tapia M, Medina-Vera I, Díaz D, et al.
Wagnerberger S, et al. Nutrition, intestinal permeabili- Improvement of Lipoprotein Profile and Metabolic
ty, and blood ethanol levels are altered in patients with Endotoxemia by a Lifestyle Intervention That Modi-
nonalcoholic fatty liver disease (NAFLD). Dig Dis Sci. fies the Gut Microbiota in Subjects With Metabolic
2012; 57 (supl. 7): 1932-41. Syndrome. J Am Heart Assoc. 2019; 8 (supl. 17):
49. Ji Y, Yin Y, Li Z, Zhang W. Gut microbiota-derived e012401.