Tarea 3 Personalidad y Estado

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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica

Materia: Técnicas Legales

Actividad Fundamental #3

Maestro: Julio Alfonso Martínez Escamilla

Alumno: Angel Adrian Espiricueta Garcia


Matricula: 1860340
Grupo: 004
Hora: Martes N1 a N3

Fecha de entrega: 04/Marzo /2024


Persona
Cuando se habla de una persona, por lo general, nos referimos a un individuo, es decir, a un ser
humano cualquiera, del que normalmente se ignoran datos singulares como su nombre, su identidad
o su historia. Decir “una persona” es decir “un cualquiera” o “alguien”, en oposición al conjunto
global de la especie

En el lenguaje jurídico existen dos tipos de personas: las naturales (equivalentes a los seres
humanos) y las jurídicas (equivalentes a sus construcciones legales: empresas, organizaciones, etc.).
Esto apunta a un uso del término “persona” más parecido al original de la antigüedad, pues una
persona es un sujeto portador de derechos y obligaciones, es decir, una persona es un ente capaz de
accionar jurídicamente, y no necesariamente un individuo de la especie. Es, digamos, una suerte de
personaje jurídico.

De hecho, diversos movimientos de protección animal, que defienden la existencia de derechos


animales, proponen el término “persona no humana” para referirse a los seres vivientes no
humanos, es decir, a los animales (al menos los superiores): estos serían portadores de derechos,
pero no por ello pasarían a ser seres humanos, obviamente.

Especies de persona
Personas físicas y morales

Las personas pueden ser de dos tipos: jurídicas individuales y jurídicas colectivas, denominadas
personas físicas y personas morales, respectivamente.

La persona física es aquel individuo que es sujeto de derechos y obligaciones. Al respecto, el


artículo 20 del Código Civil para el Estado de Guanajuato señala: “Son personas físicas los
individuos de la especie humana, desde que nacen hasta que mueren. Se reputa nacido el feto que,
desprendido enteramente del seno materno, vive veinticuatro horas o es presentado vivo al Registro
Civil”.

La capacidad jurídica de las personas físicas, como señalan los artículos inmediatos posteriores del
mismo ordenamiento, se adquiere por el nacimiento y se extingue por la muerte. Además, tiene
ciertas restricciones en caso de que la persona sea menor de edad, se encuentre en estado de
interdicción o se encuentre en cualquier otro supuesto de incapacidad establecido en la ley. Esta
capacidad jurídica significa que el sujeto, en este caso la persona física mayor de edad, puede actuar
en el campo del Derecho.

Así, las personas morales son aquellos entes dotados de personalidad jurídica que también pueden
designarse como persona colectiva o persona moral. Éstas cuentan con la capacidad de ejercitar los
derechos para cumplir con el fin de la institución y se rigen por las leyes correspondientes, por sus
estatutos y por su escritura constitutiva; por ejemplo, los requisitos para cada tipo de asociación o
sociedad señalados en la Ley General de Sociedades Mercantiles.
“Aunque no son personas, son conjuntos organizados de seres humanos o de bienes destinados a un
fin lícito, y en razón de dicha finalidad reconocida como lícita, el Derecho objetivo les ha atribuido
personalidad mediante una construcción estrictamente jurídica o mejor, mediante la creación
normativa de la personalidad

Personalidad
Por personalidad se entiende el conjunto de dinámicas psíquicas que son características de una
misma persona, es decir, a su organización mental interior, que determina el modo en que dicha
persona responderá ante una situación determinada.

Dicho de otro modo, la personalidad es un patrón de actitudes, pensamientos y sentimientos


recurrentes, que son más o menos estables a lo largo de la vida de un individuo y que permiten
cierto grado de predictibilidad respecto a su modo de ser.

Este término, tomado de la psicología, es de uso corriente en el lenguaje cotidiano, pero su origen se
encuentra en el término latino «persona», que era la máscara empleada por los actores del teatro de
la antigüedad, a la hora de representar personajes reconocibles.

Atributos de la Personalidad
Los atributos de la personalidad son aquellos inherentes a la persona, por el
hecho de ser tal.

Son atributos de la personalidad: el nombre, la capacidad de goce, la


nacionalidad, el domicilio, el estado civil (este atributo por regla general considera
solamente a las personas naturales) y, finalmente, la doctrina clásica agrega como
atributo de la personalidad el patrimonio.

Los atributos de la personalidad son aquellos inherentes a la persona, por el


hecho de ser tal. En este sentido, el abogado y autor chileno Don Carlos Ducci
Claro señala que son “ciertos elementos, propiedades, características que son
inherentes o que integran el concepto de personalidad”. Por su parte, los autores
Somarriva, Alessandri y Vodanovic lo definen en el mismo sentido: “Son las
propiedades inherentes a toda persona y que como tales, siempre lo acompañan”.

Estos son los atributos de la personalidad:

El Nombre

Se define como la o las palabras que sirven legalmente para distinguir a una
persona de las demás. Conviene destacar que el nombre se compone de dos
partes: Nombre de pila o nombre propiamente tal: es aquel que nos permite
identificar a la persona en el grupo social Nombre patronímico o apellido: es aquel
que nos permite verificar a qué familia pertenece.

Capacidad de Goce

También conocida como capacidad adquisitiva, se define como la aptitud de una


persona para adquirir derechos. De acuerdo al artículo 1446 del Código Civil:
“Toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara
incapaces”. Conforme al artículo 1447, se distinguen entre incapacidad absoluta y
relativa.

Por un lado, son absolutamente incapaces los impúberes, los dementes y sordos
o sordomudos que no pueden darse a entender claramente.

Nacionalidad

Se define como el vínculo jurídico que une o liga a una persona a un Estado
determinado.

La nacionalidad crea ciertos derechos y obligaciones para ambas partes, por ser
un vínculo jurídico involucra a las personas y al Estado en una relación recíproca.

Respecto del Estado, éste debe garantizar el respeto de las garantías


constitucionales consagradas en el artículo 19 de la Constitución Política. Dentro
de ellas se encuentra: el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la
persona, el derecho a la salud, el respeto y protección a la vida privada y pública y
a la honra de la persona y de su familia, el derecho a la libertad personal y a la
seguridad nacional, entre otras.

Domicilio

El artículo 59 del Código Civil define al domicilio como aquella “residencia,


acompañada o real o presuntivamente, del ánimo de permanecer en ella”.

De acuerdo a esta definición, el domicilio consta de dos elementos:

Elemento físico o material: consiste en la residencia, es decir, la relación de hecho


que existe entre una persona con un lugar determinado con carácter de más o
menos estable.

Estado Civil

De acuerdo al artículo 304 del Código Civil “el estado civil es la calidad de un
individuo, en cuanto le habilita para ejercer ciertos derechos o contraer ciertas
obligaciones civiles”.
Sin embargo, esta definición es poco afortunada ya que guarda estrecha relación
con la capacidad y/o la nacionalidad.

Doctrinariamente se ha definido el estado civil como “la condición permanente o


calidad jurídica determinada por las leyes que un individuo ocupa en la sociedad
en orden a sus relaciones de familia y de cual derivan ciertos derechos y
obligaciones”.

Nacimiento y extinción de las personas


Artículo 29.

El nacimiento determina la personalidad; pero el concebido se tiene por nacido


para todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con las
condiciones que expresa el artículo siguiente.

Artículo 30.
Redactado por disp. final tercera de la Ley 20/2011, de 21 de julio.

La personalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez


producido el entero desprendimiento del seno materno.

Artículo 31.

La prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al primer nacido los


derechos que la Ley reconozca al primogénito.

Artículo 32.
Párrafo segundo suprimido por art. segundo.uno de la Ley 13/1983, de 24 de
octubre.

La personalidad civil se extingue por la muerte de las personas.

Artículo 33.

Si se duda, entre dos o más personas llamadas a sucederse, quién de ellas ha


muerto primero, el que sostenga la muerte anterior de una o de otra debe probarla;
a falta de prueba, se presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la
transmisión de derechos de uno a otro.

Artículo 34.

Respecto a la presunción de muerte del ausente y sus efectos, se estará a lo


dispuesto en el Título VIII de este Libro.

CAPÍTULO II
De las personas jurídicas

Artículo 35.

Son personas jurídicas:

1.º Las corporaciones, asociaciones y fundaciones de interés público reconocidas


por la Ley.
Su personalidad empieza desde el instante mismo en que, con arreglo a Derecho,
hubiesen quedado válidamente constituidas.
2.º Las asociaciones de interés particular, sean civiles, mercantiles o industriales,
a las que la Ley conceda personalidad propia, independiente de la de cada uno de
los asociados.

Artículo 36.

Las asociaciones a que se refiere el número 2.º del artículo anterior se regirán por
las disposiciones relativas al contrato de sociedad, según la naturaleza de éste.

Artículo 37.

La capacidad civil de las corporaciones se regulará por las Leyes que las hayan
creado o reconocido; la de las asociaciones por sus estatutos; y la de las
fundaciones por las reglas de su institución, debidamente aprobadas por
disposición administrativa, cuando este requisito fuere necesario.

Artículo 38.

Las personas jurídicas pueden adquirir y poseer bienes de todas clases, así como
contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales, conforme a las
Leyes y reglas de su constitución.
La Iglesia se regirá en este punto por lo concordado entre ambas potestades, y los
establecimientos de instrucción y beneficencia por lo que dispongan las Leyes
especiales.

Artículo 39.

Si por haber expirado el plazo durante el cual funcionaban legalmente, o por haber
realizado el fin para el cual se constituyeron, o por ser ya imposible aplicar a éste
la actividad y los medios de que disponían, dejasen de funcionar las
corporaciones, asociaciones y fundaciones, se dará a sus bienes la aplicación que
las Leyes, o los estatutos, o las cláusulas fundacionales, les hubiesen en esta
previsión asignado. Si nada se hubiere establecido previamente, se aplicarán esos
bienes a la realización de fines análogos, en interés de la región, provincia o
municipio que principalmente debieran recoger los beneficios de las instituciones
extinguidas.

Estado
Se entiende por Estado (usualmente con mayúsculas) la organización humana
que abarca la totalidad de la población de un país, estructurada social, política y
económicamente mediante un conjunto de instituciones independientes y
soberanas que regulan la vida en sociedad.

Dicho de otro modo, un Estado equivale al conjunto de atribuciones y órganos


públicos que constituyen el gobierno soberano de una nación, y en ocasiones el
término es usado también para referirse a la nación como un todo: el Estado
argentino, el Estado palestino, etc. Para que un colectivo humano organizado sea
reconocido como un Estado, deberá contar con ciertas condiciones, pero también
con el reconocimiento internacional de sus pares.

Población
Una población es un conjunto de individuos de la misma especie que viven en una
zona concreta y coinciden en el tiempo. Es un nivel de organización superior al de
individuo.

Entre los individuos de una población se establecen relaciones intraespecíficas


para facilitar la reproducción, protección, búsqueda de alimento, división de
trabajo, emigración.

Territorio
Cuando hablamos de territorio, generalmente nos referimos a una porción de la
superficie terrestre que pertenece a algún tipo de jurisdicción o administración,
como una nación, una provincia, etc

Cuando hablamos de territorio, generalmente nos referimos a una porción de la


superficie terrestre que pertenece a algún tipo de jurisdicción o administración,
como una nación, una provincia, etc

Soberanía
En ciencias políticas y derecho internacional, se entiende por soberanía a la suma
del poder político, supremo e ilimitado, que posee un Estado independiente y que
le confiere la autoridad necesaria para tomar autónomamente sus propias
decisiones a todo nivel. Dicha autoridad reside tradicionalmente en la nación, el
pueblo o el Estado mismo, y se encuentra contenido en la Constitución Nacional.

El término soberanía proviene de la voz latina superanus, y de la voz francesa


souveraineté, originalmente concebidos como “poder supremo”. Fue un término
útil en la transición del feudalismo al nacionalismo, en el siglo XVI, para justificar la
imposición del poder del rey francés sobre los señores feudales rebeldes.

Su significado contemporáneo proviene del filósofo inglés Thomas Hobbes (1588-


679), en cuya obra se afirma que alguna persona o conjunto de personas debían,
en el interior de cada Estado, sostener el poder absoluto para declarar la ley.
Dividir dicho poder, según el filósofo, equivaldría a dividir el Estado.

Esto no debe interpretarse hoy en día como un alegato a favor del autoritarismo o
del absolutismo típico del Antiguo Régimen monárquico. Por el contrario, como
explicó el filósofo francés Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) al hablar del
contrato social, toda forma de Estado consiste en la transferencia del poder de
autodeterminación de los pueblos a su gobierno.

Poder
La palabra poder es un de las más empleadas en diferentes ámbitos de la
sociedad y a menudo con diferentes significados. Proviene del verbo latino potere,
cuyo origen se encuentra en la expresión pote est (“puede ser” o “es posible”), de
donde viene nuestro verbo hispano poder, o sea, ser capaz de algo. De modo que,
en principio, el sustantivo poder es la capacidad de algo o alguien de hacer otra
cosa posible.

De este modo, tener poder, comúnmente, significa tener la capacidad de hacer


que determinadas cosas ocurran. Los poderosos (o sea, los que tienen poder) son
quienes hacen posibles las cosas, quienes determinan si algo ocurre o no. Ello
implica tener las capacidades necesarias para ello, sean del tipo que sean:
sociales, legales, militares, económicas, etc.

En nuestras sociedades, la idea de poder está asociada también a la de autoridad.


De hecho, llamamos “autoridades” a quienes, mediante diversas instituciones
sociales y políticas, otorgamos (idealmente) el poder o la conducción de nuestras
sociedades, para que en nombre de todos se tomen las decisiones más
complejas.

Tipos de poder

Según los psicólogos sociales John R. French y Bertram Raven, en 1959, el poder
puede clasificarse de acuerdo a seis “formas” distintas, que son:
 El poder coercitivo. Aquel que emplea una amenaza o la intimidación para
lograr que el otro acate una autoridad. Esto puede incluir medios físicos,
sociales, emocionales o económicos, y la coacción no necesariamente
debe ser evidente, ni debe estar al tanto de ella quien es sometido al poder.

 El poder de recompensa. Aquel que por el contrario ofrece un premio o


una remuneración a quien acate sus designios. Dichas recompensas
pueden ser tangibles o intangibles, y positivas (premios) o negativas
(castigos).

 El poder legítimo. Aquel que emanan las instituciones, o sea, que proviene
de un puesto de autoridad elegido o designado conforme a la ley, y no
usurpado mediante la fuerza. Es un poder formal, que ocupa un peldaño en
la jerarquía de la sociedad.

 El poder de referencia. También conocido como influencia, es un tipo de


poder que depende de las afiliaciones o los grupos a los que pertenecemos,
y se accede a él de manera indirecta, o sea, por cercanía respecto de un
poder de otro tipo. Es el caso, por ejemplo, de quienes son amigos o
cercanos a un político poderoso, pudiendo influir en sus decisiones u
obtener trato preferencial del Estado.

 El poder experto. Aquel que construye una autoridad basada en


el conocimiento acumulado, en los saberes especializados o profesionales,
o en los talentos y capacidades especiales. Se manifiesta mediante las
credenciales, la reputación y otras formas de dejar en evidencia la
experiencia.

 El poder informativo. Aquel que se desprende del control o del manejo


que un actor social tiene sobre la información que el público consume, es
decir, el poder de manipular o administrar la información y con ella la
opinión pública. Sin embargo, no sólo lo poseen los medios de
comunicación, sino también las personas: los padres, por ejemplo, poseen
este tipo de poder sobre sus hijos.

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