Recurso de Habeas Corpus - 200210

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(31 ocurrencias)

ACCIÓN DE HABEAS CORPUS INTERPUESTA POR LA


LICENCIADA MIREYA RODRÍGUEZ, A FAVOR DE ALI ALBERTO
CORREA CONTRA EL SEGUNDO TRIBUNAL SUPERIOR DE
JUSTICIA. MAGISTRADO PONENTE: ADÁN ARNULFO ARJONA
LÓPEZ. PANAMÁ, VEINTIDÓS (22) DE OCTUBRE DE DOS MIL
DOS (2002).
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. PLENO.
VISTOS:

La licenciada Mireya Rodríguez M. ha presentado ante esta Corporación de Justicia acción de habeas corpus a favor de Ali Alberto Correa.

Manifiesta la proponente que su representado fue detenido por el delito de homicidio en perjuicio de Ervin Palacios Guzmán desde el 2 de junio de 1997.

Desde entonces ya han transcurrido cinco años de su detención preventiva, por lo que se cumplen el supuesto consagrado en el artículo 2141 del Código Penal, es
decir el cumplimiento de la pena mínima fijada para el delito endilgado. En tales condiciones procede levantar la medida cautelar impuesta, sostiene la abogada.

Librado el mandamiento de habeas corpus, el Segundo Tribunal Superior de Justicia remitió a este tribunal el Oficio No. 300-A.C., de 18 de septiembre de 2002,
en el cual expuso lo siguiente:

AA) Mediante Resolución del 18 de mayo de 2000, este Tribunal decretó apertura de causa criminal contra el señor ALÍ ALBERTO CORREA
ORTEGA, como presunto infractor de las disposiciones contenidas en el Capítulo I, Título I del Libro Segundo del Código Penal, es decir, por el
delito de homicidio en perjuicio de Ervin Palacio Guzmán (A) Barril; y dispuso mantener la medida de detención preventiva decretada contra éste
(fs. 325-334), la que inicialmente fue ordenada por el Fiscal Auxiliar de la República, mediante providencia del 3 de junio de 1997 (fs. 130-134).
B) Como le reiteramos anteriormente, la detención del señor CORREA ORTEGA fue ordenada mediante providencia motivada, visible a fojas
130-134 y mantenida por este Despacho al emitirse el auto de proceder de fojas 325-334.
C) Es cierto que el señor CORREA ORTEGA se encuentra bajo nuestras órdenes en el Centro Penitenciario La Joyita, por el proceso que se le
sigue pro el delito de homicidio en perjuicio de Ervin Palacio Guzmán.
No esta demás informarle que mediante providencia del 17 de septiembre de 2002, se procedió, a solicitud de la defensa del prenombrado Correa
Ortega, a suspender, por segunda ocasión, la audiencia oral fijada para el día de hoy y se señaló como nueva fecha para realizar este acto el 27 de
noviembre del año en curso.@

Corresponde en esta etapa hacer una revisión de los hechos acontecidos y recogidos en el expediente de las sumarias.

La acción penal que nos ocupa se inicia el 2 de marzo de 1996 con el hallazgo del cadáver de Erwin Palacios Guzmán (a) Barril en Sinaí, sector 3, a un costado de
la Parrillada El Churrasco.

Edwin Palacios Guzmán falleció por impactos de arma de fuego. En el escenario del homicidio fueron encontrados 3 casquillos de arma 9 milímetros y un
fragmento de metal, según describe el Informe de Inspección Ocular y Recolección de Evidencias, legible a fojas 45 a 47.

Iniciadas las investigaciones preliminares para esclarecer la autoría de este homicidio, se recogieron las primeras impresiones de las personas vinculadas con el
difunto. En las declaraciones de LUIS CARLOS PALACIO GUZMÁN, HERMENIA GRACIELA y MARCELA BARTON se señala como el presunto autor del
homicidio a un sujeto apodado GATO LOCO o ALBERTITO (Cfr. fs. 14 a 21 y 26 a 29).

En las sumarias consta la declaración rendida por RAFAELA MARÍA ESPINOSA ALVARADO, quien vivía con el occiso. Ella declaró que el día de los hechos,
en horas de la tarde, JULIO (a) GORDO, ALBERTITO, CHELO y DANIELIN, quienes portaban armas de fuego, le preguntaron por el occiso. Agregó, que
después GORDO y ALBERTITO le reclamaron por haberlos acusado de la muerte de ERWIN PALACIO GUZMÁN, y amenazaron a su hija de 8 años (Cfr. 110 a
113).

Por su parte, ADRIÁN PÉREZ declaró que en la noche de los acontecimientos, cuando se encontraba por "el Churrasco" los mencionados sujetos, con dos
revólveres y una escuadra, excepto DANIELITO, le preguntaron que si había visto a BARRIL; él respondió que no, y transcurridos 3 minutos escuchó de 5 a 6
detonaciones, provenientes de armas de distinto calibre. Luego se enteró de la muerte de BARRIL. El testigo en su declaración, además de especificar el tipo de
arma que portaba cada uno de ellos, dio una descripción física de los posibles autores y explicó el posible móvil de la muerte (ver fojas 118-120).

Observa el Pleno, que los testimonios recabados coinciden en apuntar a MANUEL HIPOLITO JULIO PINEDA (a) MICA y JULIO; DANIEL GOMEZ DE
LEON (a) DANIELIN; ALI ALBERTO CORREA ORTEGA (a) ALBERTITO, GATO LOCO y DIABLO; y ARIELIN, como los posibles autores del crimen,
pues el día en que se suscitaron los hechos, estaban armados y buscando a ERWIN PALACIO GUZMÁN.

Llama la atención del Pleno que en el informe de la aprehensión de Alberto Correa Ortega, el día 2 de junio de 1997, quedó consignado que el sindicado
manifestó Aque los que tenian (sic) que ver en este Homicidio eran los sujetos DANIEL DE LEON GOMES alias DANIELIN el otro sujeto MICA O CORDO Y
CHELO los cuales se encuentra presento (sic) por el delito de ROBO A MANO ARMADA,...@ (fs. 122). Los sujetos citados por el hoy detenido son justamente
los nombres mencionados por los declarantes como las personas que lo acompañaban el funesto 2 de marzo de 1996 en su búsqueda de Erwin Palacio Guzmán.

En estas circunstancias, el Fiscal Auxiliar de la República ordenó el 3 de junio de 1997 la detención preventiva de DANIEL GÓMEZ DE LEÓN, ALí ALBERTO
CORREA ORTEGA y MANUEL HIPÓLITO PINEDA, por el homicidio de ERWIN PALACIOS GUZMÁN (fs. 130 a 134).

La detención preventiva fue mantenida por el funcionario de instrucción en la diligencia de 5 de junio de 1997, legible de fojas 155 a 160.

Esta Corporación de Justicia con anterioridad se pronunció sobre la legalidad de la medida cautelar adoptada. En fallo de 16 de octubre de 2000, este Pleno
expuso sus consideraciones en torno a este caso, en los términos que a continuación se reproducen:

APor otro lado, ALI ALBERTO CORREA ORTEGA rindió declaración y negó los cargos en su contra. Alegó que el 1 de marzo de 1996 se
encontraba en compañía de MANUEL HIPOLITO JULIO PINEDA, DANIEL GOMEZ DE LEON y CHELO, y que preguntó por el occiso, pero
para invitarlo a tomar unas cervezas en casa de ABELITO, pero no lo encontró. Que se quedó en la casa del prenombrado como hasta las ocho de
la noche y después se fue para su casa y durmió hasta el día siguiente (fs. 138-143).
También rindió indagatoria DANIEL GOMEZ DE LEON, la cual consta a fojas 144-148 de las sumarias, se indica que en la misma fecha él estuvo
limpiando un carro en compañía de ALBERTO CABALLERO hasta las ocho de la noche, luego se dirigió a su casa. Que no vio esa noche a
ALBERTITO, ni a CHELO ni a MICA.
Este Pleno advierte una contradicción en los descargos de los imputados, en cuanto al lugar en que se encontraban éstos al momento de ocurrir los
hechos según los testigos.
Por otro lado, en la declaración rendida por el ciudadano RIGOBERTO ZAPATEIRO expresó que fue testigo de los hechos ocurridos, ya que
presenció los disparos efectuados contra BARRIL. Señaló que ese día vio a los supuestos enemigos de BARRIL, estos eran GATO LOCO, primo
del occiso, MICA y a otros dos que los conocía solo de vista, ellos le preguntaron por ERWIN PALACIO GUZMAN (MEDIO DIA o BARRIL), y
estos sujetos andaban armados. Posterior a esto, le avisó a BARRIL pero éste le dijo que seguramente lo buscaban para entregarle una plata.
Continúa manifestando ZAPATEIRO, que fue a tomar unas cervezas en la bodega con BARRIL y KENELMA, luego llegó RAFAELITA. Se
quedaron en el lugar hasta las tres y veinte de la madrugada, cuando iban para la casa BARRIL siguió solo y como a los quince minutos escuchó
seis disparos de distintos calibres. Agrega que corrió al lugar y vio a varios sujetos disparándole a BARRIL los cuales no pudo reconocer debido a
que estaba oscuro y cargaban jackets y gorras. Estos sujetos le intentaron disparar, pero él salió corriendo hacia la casa de KENELMA (Cfrs. fs.
226-228).
Todos estos elementos condujeron al Fiscal Primero Superior del Primer Distrito Judicial a solicitar al Segundo Tribunal Superior de Justicia de la
causa que abriera causa criminal contra los imputados por el delito contra la vida e integridad personal, en perjuicio de ERWIN PALACIO
GUZMAN (a) BARRIL (Ver fojas 280 a 292).
Por último, consta en la foja 325 a 331 (sic), la resolución emitida por el Segundo Tribunal Superior de Justicia, en donde por considerar que
militan señalamientos directos y graves indicios contra los imputados ALI ALBERTO CORREA ORTEGA, DANIEL GOMEZ DE LEON y
MANUEL HIPOLITO JULIO PINEDA, según las sumarias seguidas en perjuicio de ERWIN PALACIOS GUZMAN, mantiene la detención
preventiva y abrio (sic) causa criminal contra los mismos.
DECISION DEL TRIBUNAL DE HABEAS CORPUS
Del examen del expediente, el Pleno ha podido constatar que con relación al delito que se le endilga a los imputados ALI ALBERTO CORREA
ORTEGA y DANIEL GOMEZ DE LEON, existen fuertes indicios que los vinculan con la comisión del delito de homicidio en perjuicio ERWIN
PALACIO GUZMAN (a) BARRIL.
De la investigación sumarial se desprenden declaraciones, que coinciden de manera racional en modo, tiempo y lugar, en la presencia de los
imputados en el escenario en que ocurrió el hecho punible.
Con relación a la pena fijada para el delito de homicidio, es de cinco años de prisión, razón por la cual la detención preventiva se ajusta a derecho.
Se destaca además, que fue decretada por autoridad competente, en resolución motivada, y conforme a lo establecido en los artículos 2148 y 2159
del Código Judicial.

Por todas estas consideraciones el Pleno de esta Corporación considera que en la detención de ALI ALBERTO CORREA ORTEGA y DANIEL GOMEZ DE
LEON no se ha infringido el debido proceso establecido en la Constitución Nacional y en las leyes de la República, ni tampoco las normas jurídicas que regulan
la detención preventiva, y, por lo tanto, es procedente declarar legal la detención.@

Tal como se advierte claramente, en aquella ocasión, el Pleno, con el fin de esclarecer la procedencia de la medida cautelar de detención preventiva, aludió a que
la pena mínima fijada por ley para el delito de homicidio es de 5 años, razón por la cual se cumplía el presupuesto primario para la viabilidad de la detención
preventiva, según el cual el delito debe tener como pena mínima dos años de reclusión.

No obstante este señalamiento, hecho con el único ánimo de examinar el cumplimiento mínimo de los postulados legales de la detención preventiva; en este caso
las circunstancias descritas de los acontecimientos inmediatamente anteriores al deceso violento de Erwin Palacio Guzmán denotan, según las explicaciones tanto
del Ministerio Público como del Tribunal de instancia, una planificación de este hecho criminal.

Como se aprecia la presente acción se sustenta en lo dispuesto en el artículo 2141 del Código Judicial. Esta norma establece que:

"La detención preventiva será revocada por el juez sin más trámites, de oficio o a petición de parte, cuando se exceda el mínimo de la pena que
señala la ley por el delito que se le imputa, de conformidad con las constancias procesales. En estos casos, la detención preventiva será sustituida
por otra medida cautelar personal de las señaladas en el artículo 2127 del Código Judicial.
Las resoluciones que dicte el Órgano Judicial con el objeto de cumplir lo dispuesto en este artículo, no admitirán recurso alguno."

Veamos la posición que ha exteriorizado esta Magistratura en las distintas ocasiones que se le ha formulado esta petición.

AEs comprobable, por tanto, que el señor CARLOS JAVIER MOSQUERA DURAN lleva detenido preventivamente, por la presente causa, más de
cinco (5) años. Acerca de esta materia la Corte en fallos de 18 de junio de 1998, de 30 de julio de 1999 y de 15 de mayo de 2001, ha dejado
sentado lo siguiente:
AA juicio de la Sala, la interpretación favorable al reo del artículo 2148-A del Código Judicial, inspirada en el principio favor libertatis, debe
atenderse el mínimo de la pena que la ley señala para el delito, en su modalidad simple. Resulta entonces que Carlucci excede la pena mínima que
el artículo 131 del Código Penal señala para el delito de homicidio simple, por lo que corresponde sustituir la medida de privación de libertad por
otra medida cautelar personal de las que establece el artículo 2147-B del Código Judicial@ (Sentencia de 18 de junio de 1998, Ponente Magistrado
Fabián A. Echevers).
ALa norma en comento ordena a sustitución de la detención preventivas por otra menos grave, de las contenidas en el artículo 2147-B de la misma
excerta, con el cumplimiento del solo requisito de que el imputado haya padecido detención preventiva por un tiempo mayor al m ínimo
establecido en la norma; la norma no establece otro requerimiento para conminar al juzgador a sustituir la medida, ya que no toma en cuenta ni el
tipo ni la gravedad del delito calificado@. (Sentencia de 30 de julio de 1999 Ponente Magistrado José A. Troyano).
AEs por las anteriores razones que, el Pleno, considera que se debe acoger la petición formulada por el señor Digno Osvaldo Herazo, en atención a
lo dispuesto por el artículo 2148-A del Código Judicial, adicionado por el artículo 1 de la Ley 43 de 24 de noviembre de 1997, en su artículo 1,
cuando señala que Ala detención preventiva será revocada por el juez sin más trámites, de oficio o a petición de parte, cuando se exceda el mínimo
de la pena que señala la ley por el delito que se le imputa, de conformidad con las constancias procesales@, pero el hecho de que se tengan que
revisar las constancias procesales, no da lugar a que éste Tribunal de Habeas Corpus, haga una calificación anticipada del delito por el cual se está
imputando al procesado, todo lo contrario, únicamente debe analizar todos aquellos argumentos objetivos que lo rodean para así entrar a
determinar de forma correcta la petición invocada@. (Sentencia de 15 de mayo de 2001.Ponente: Magistrado José Manuel Faúndes.)
Es por las anteriores razones que el Pleno considera que se debe acoger la petición formulada por el apoderado judicial de JAVIER MOSQUERA
DURAN, en atención a lo dispuesto por el artículo 2148-A del Código Judicial, adicionado por el artículo 1, de la Ley 43 de 24 de noviembre de
1997, en su artículo 1 cuando señala que "la detención preventiva será revocada por el juez sin más trámites, de oficio o a petición de parte, cuando
se exceda el mínimo de la pena que señala la Ley por el delito que se le imputa, de conformidad con las constancias procesales".(3 de octubre de
2001, Mag. Ponente: Eligio Salas).
AEl artículo 131 del Código Penal establece que la pena mínima por la comisión del delito de homicidio simple es de cinco años y la detención
preventiva de la cual es objeto SERGIO VÁSQUEZ MATEO (alias) TATA, excede los 5 años de prisión, toda vez que está recluido en un Centro
Penitenciario de esta ciudad desde el 7 de octubre de 1996 por la supuesta comisión del delito de homicidio en perjuicio de Juan Ricardo Lata
Martínez (Ver foja 328 del sumario).
Ante lo expuesto, esta Corporación de Justicia debe reiterar que como el citado texto legal no distingue en cuanto a que si la pena mínima cumplida
por el imputado es por un delito calificado en forma simple o agravada y, VÁSQUEZ MATEO (alias) TATA ha estado detenido por 5 años y
meses, lo procedente es que impere Ael principio de interpretación más favorable al reo@.
En consecuencia, este Tribunal Colegiado procede a sustituir la detención preventiva decretada contra VÁSQUEZ MATEO (alias) TATA por otra
de las medidas cautelares personales establecidas en el artículo 2127 del Código Judicial.@(28 de diciembre de 2001, Mag. Ponente: Mirtza
Angélica Franceschi de Aguilera).

Bajo este criterio de la interpretación más favorable al reo, prevalecen los fallos de 20 de diciembre de 1999, 14 de junio de 2000 y 15 de mayo de 2001.

También existen pronunciamientos de este cuerpo colegiado del siguiente tenor:

AOtro punto que nuevamente se aduce, es que a otro imputado involucrado en el homicidio del señor Pastor De La Torre, se le sustituyó la
detención preventiva por otra medida cautelar menos severa.
Ciertamente tal situación ocurrió. Sin embargo esta sustanciadora es del criterio que en el caso bajo examen, las pruebas hasta el momento son
demostrativas que se está en presencia de un homicidio calificado, en cuyo caso la pena mínima de prisión es de doce (12) años; y así lo
mantuvimos en el citado fallo de 30 de noviembre de 1999.@ (2 de junio de 2000, Mag. Ponente: Graciela Dixon).
AEn el presente caso, estamos en presencia de un homicidio acompañado del robo del reloj Rolex de la víctima, por lo que se puede señalar, al
menos provisionalmente y para los efectos de resolver este habeas corpus, que no estamos ante la posibilidad de un homicidio simple, sino ante un
homicidio calificado, en cuyo caso la pena mínima de prisión sería de doce (12) años.
En ese sentido, estaríamos, entonces, ante un homicidio regulado por el artículo 132 del Código Penal que fija la pena de doce (12) a veinte (20)
años de prisión, pudiendo tratarse de un delito cometido:... N15 para preparar, facilitar o consumar otro hecho punible aún cuando este último no se
realice - o N1 6 inmediatamente después de haberse cometido otro delito, para asegurar su ocultación, su ventaja o la impunidad para sí o para un
tercero o porque no se pudo alcanzar el fin propuesto.
Cabe recordar, que en la etapa en que se encuentra el proceso penal seguido a CARLOS BOYD SEVILLA y otros -pendiente de celebrar audiencia
ante jurado de conciencia-, a la Corte le es posible calificar provisionalmente el delito imputado, puesto que la calificación definitiva le
corresponde hacerla al Tribunal de derecho al momento de dictar sentencia y luego de pronunciado el veredicto de culpabilidad, de acuerdo con el
artículo 2362 parte final del Código Judicial.
Por las razones que se han expresado y dado que, conforme con las constancias procesales, el sindicado CARLOS BOYD SEVILLA no ha
cumplido con la pena mínima prevista por la ley a la acción que se le imputa, por lo tanto, su detención es legal y así debe declararse.@ (16 de
marzo de 2001, Mag. Ponente: Arturo Hoyos).
APor otra parte la detención preventiva del imputado JOAQUÍN MARTÍNEZ, la emite la Fiscalía Cuarta Superior del Primer Distrito Judicial de
Panamá, mediante resolución de 26 de febrero de 1996, y que se hizo efectiva el día 7 de marzo de 1996, por lo cual el sindicado JOAQUÍN
MARTÍNEZ PINZÓN, lleva detenido por esta causa cinco (5) años y nueve (9) meses de prisión preventiva; y de conformidad a los elementos de
prueba examinados, no se le puede conceder el derecho que señala el artículo 2141, puesto que no ha cumplido el mínimo de la pena a imponer,
por el delito que se le imputa, es decir, delito Contra la Vida y la Integridad Personal (Homicidio Agravado).
...
En consecuencia, luego de haber sido examinadas las constancias procesales que obran en autos, y a que se refiere el artículo 2141 del Código
Judicial, esta Sala considera, que el imputado JOAQUÍN MAHORA MARTÍNEZ PINZÓN, no ha cumplido con el mínimo de la posible pena a
imponer por uno de los delitos que se le imputa (Homicidio Agravado), por lo que procede mantener la medida cautelar de detención preventiva
impuesta en su contra. (28 de diciembre de 2001, Mag. Ponente: José Manuel Faundés).
AEl artículo 2148-A, permite que en los casos en que la persona haya cumplido con la pena mínima establecida para el delito que se le sigue, podrá
recibir el beneficio de una medida cautelar personal contemplada en el artículo 2147-B del Código Judicial, entendiéndose en el presente caso, que
lo que se pretende es la aplicación del mínimo de cinco años de prisión contemplado en el artículo 131 del Código Penal. No obstante ello, el
artículo 2148-A también señala que la misma será aplicada Ade conformidad con las constancias procesales@, y como ya indicáramos, las
constancias muestran que nos encontramos ante un homicidio agravado, el cual tiene como pena mínima de 12 años; (art. 132 del C.P.) y el
sindicado cuenta con Acinco (5) años, tres (3) meses y veinte (20) días@, como así lo expresa el defensor de oficio. (f.24)@(3 de abril de 2001,
Mag. Ponente: Rogelio Fábrega Zarak).

En igual sentido, son consultables los pronunciamientos de 8 de septiembre de 2000, 16 de marzo, 9 de octubre y 30 de noviembre, todos de 2001.

Dentro de este contexto, es notorio que no existe una línea claramente definida por el Pleno en cuanto al término aplicable, para computar si se ha cumplido o no
el mínimo de la sanción que el delito merece. Pese a ello, en esta ocasión el Pleno estima que debe llevarse a cabo una evaluación seria de las constancias
procesales, como lo dictamina la norma, que sujeta la pena mínima asignada al delito a las constancias procesales.

Tal como se puso de manifiesto párrafos atrás, los hechos revelados hasta el momento por la investigación parecen indicar que hubo premeditación en el
homicidio de Erwin Palacio Guzmán.

Otro de los implicados en el ilícito investigado solicitó al Segundo Tribunal Superior la sustitución de la detención preventiva, por otra medida cautelar menos
severa, amparado en el mismo artículo 2141 del Código de Procedimientos (fs. 409).

Al emitir concepto de esta solicitud, la Fiscalía Primera Superior se opuso, ya que a su juicio el ilícito cometido es homicidio agravado, consagrado en el numeral
2 del artículo 132 del Código Penal, por lo que no habría cumplido con el mínimo que fija esta norma para el delito de homicidio en tal modalidad (fs. 412 a 418).

Mediante Auto No. 211, de 25 de julio de 2002 (fs. 420), el Segundo Tribunal Superior de Justicia negó la petición del detenido, por incumplimiento de la pena
mínima fijada por ley al homicidio con premeditación, en los siguientes términos:

AAl revisar las constancias procesales incorporadas a la investigación, conceptúa la la (sic) Sala concuerda (sic) que se está ante el delito de
homicidio calificado, ya que de las deposiciones que fueron recabadas durante la etapa de instrucción sumarial se desprende que hubo
premeditación en la comisión de este hecho criminoso.
Siendo ello así, la pena que conlleva el delito que se le imputa a Gómez De León es de 12 a 20 años de prisión, por lo que resulta obvio que no se
ha cumplido el supuesto alegado por la defensa, es decir, que el prenombrado Gómez De León no ha cumplido el mínimo que contempla la norma
penal.@

De acuerdo con la calificación del Segundo Tribunal Superior de Justicia el homicidio de Erwin Palacio Guzmán, cuenta con el agravante de premeditación. Lo
que pareciera orientar a este tribunal hacia la posibilidad de que estemos ante un homicidio agravado. De ello se desprende entonces, que la norma a observar es el
artículo 132, que señala como sanción aplicable al delito de 12 a 20 años.

Lo anterior nos lleva a concluir que no sólo es aplicable la medida de detención preventiva, como atinadamente lo declaró la Corte el 16 de octubre de 2000, sino
que además, no se ha cumplido el mínimo de la pena asignada por ley para este ilícito.

Es oportuno reiterar conceptos de rango doctrinal que nos explican el porqué de la detención preventiva. Esta figura encuentra su fundamento en la defensa de los
intereses generales del conglomerado social, garantizando la seguridad de las personas y bienes, así como el orden público, evitando la posibilidad de que se
cometan nuevos hechos punibles o venganza de los familiares de la víctima, facilitando la instrucción del sumario y el descubrimiento de la verdad, impidiendo
que el encartado haga desaparecer los rastros de su delito, o impida con sus amenazas y coacciones que los que conocen aquella verdad puedan hacerla contar ante
el juez, y además, asegurar la ejecución del fallo condenatorio, evitando la fuga u ocultación del procesado (GARCÍA VALDÉZ, Rafael. Derecho Procesal
Criminal; Editorial Reus, Madrid, 1944, pág. 273).

Durante la investigación de este crimen se ha hecho constante alusión a amenazas por parte de los supuestos autores del asesinato de Erwin Palacio, sus
destinatarios han sido los testigos que han colaborado en la investigación.

Una de las razones, como claramente lo explica el autor citado, de que se utilice la detención preventiva como medida de salvaguarda, es evitar cualquier
entorpecimiento de la investigación y la protección de la vida y la integridad de los afectados. Este concepto lo tutela el artículo 2140 del Código de
Procedimientos.

Es relevante anotar que, según los documentos que conforman el sumario, para el 13 de marzo de 2002 a las 8:00 a. m., se fijó fecha para celebrar la audiencia
pública, con la participación de jurados de conciencia, y ésta no pudo llevarse a cabo dada la excusa enviada el 13 de marzo de 2002, por el abogado Carlos
Herrera Morán, representante de uno de los sindicados (ver fs. 382 y 383).

En atención a la nota enviada, el Magistrado Sustanciador programó nueva fecha para audiencia el 18 de septiembre de 2002, que tampoco se pudo llevar a cabo
debido a la excusa presentada por la defensora del favorecido con la presenta acción.

Este sucinto recuento cronológico patentiza que para el 13 de marzo de 2002, día originalmente fijado para la celebración de la audiencia oral, no se habían
cumplido ni siquiera los 5 años de pena mínima que dispone el Código Penal para este delito de homicidio en su modalidad simple que, como ya explicó el
Segundo Tribunal Superior, no es el caso.

Atendiendo a los circunstancias puestas de relieve, es por lo que esta Corporación de Justicia estima que no debe acceder a la petición formulada por la defensora
de Ali Alberto Correa, de conceder sustitución de la detención preventiva, con fundamento en el artículo 2141 del Código Judicial.

En consecuencia, la Corte Suprema de Justicia, PLENO, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, DECLARA LEGAL la
detención preventiva de ALÍ ALBERTO CORREA, y ORDENA que sea puesto nuevamente a órdenes del Segundo Tribunal Superior de Justicia.

Notifíquese,

(fdo.) ADÁN ARNULFO ARJONA L.

(fdo.) ALBERTO CIGARRUISTA C.

(fdo.) GRACIELA J. DIXON C.

(fdo.) ROGELIO A. FÁBREGA Z.

(fdo.) GABRIEL ELÍAS FERNÁNDEZ

(fdo.) ARTURO HOYOS

(fdo.) CÉSAR PEREIRA BURGOS

(fdo.) WINSTON SPADAFORA F.

(fdo.) JOSÉ A. TROYANO

(fdo.) CARLOS H. CUESTAS

Secretario General
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