1 Velandia

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HACIA UNA ECOTEOLOGÍA PASTORAL

Monografía para optar por el título de Magister en Teología

Sonia Esperanza Velandia Heredia

Director: Alirio Cáceres Aguirre


Segundo lector: Víctor Martínez Morales, S.J.

Fecha de sustentación: 9 de febrero de 2012


Sonia Esperanza Velandia Heredia
Licenciada en Ciencias Religiosas, Pontificia Universidad Javeriana,
Bogotá; Especialista en Docencia Universitaria, Universidad Santo
To­más, Bogotá. Acompañante de procesos pastorales.
Correo electrónico: [email protected]

Alirio Cáceres Aguirre


Magister en Teología, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá; Inge­
niero Químico, Universidad de América, Bogotá; Especialista en Pro­
yectos Educativos, Universidad Cooperativa de Colombia, Bogotá.
Diácono Permanente, Arquidiócesis de Bogotá; profesor tiempo com­
pleto, Facultad de Teología, Pontificia Universidad Javeriana.
Correo electrónico: [email protected]

Víctor Martínez Morales, S.J.


Doctor en Teología, Pontificia Universidad Gregoriana, Roma; Li­
cen­ciado en Filosofía y en Teología, Pontificia Universidad Jave­
riana, Bogotá. Profesor de tiempo completo, Facultad de Teología,
Pon­tificia Universidad Javeriana.
Correo electrónico: [email protected]
RESUMEN DE LA MONOGRAFÍA
La experiencia de pastoral desde una perspectiva ecoteológica llama
a una nueva forma de concebir a Dios y al mundo como la manera
de relación con ambos. La identificación e inclusión de valores eco­
ló­gicos como horizonte de formación integral es un aporte para que
la pastoral educativa se fortalezca en la dimensión espiritual con
base en la reflexión ecoteológica. Esto significa que las relaciones e
inter­relaciones que se dan en la dinámica de la comunidad educativa
llevarán a impulsar procesos de formación en los que “todo” esté en
relación con Dios.
En consecuencia, una lectura ecoteológica desde un contexto
es­colar implica integrar la koinonia (comunidad) y un oikos (lugar
habitable) como capacidad de estar juntos, trabajar juntos, buscar siner­
gias, tejer redes en este “metro cuadrado” del universo, de ma­nera que
los estudiantes aprendan a convivir entre sí, valorando la crea­ción,
entrando en comunión con ella e integrándose místicamente al Creador.
Tal perspectiva contiene un carácter epistemológico que en­fa­
tiza en la vida comunitaria que es la manera como está ínti­ma­mente
relacionada con la interacción economía-ecología-ecume­nismo-co­
mu­nidad-comunión.
Esta perspectiva ecoteológica, inspirada en una teología latinoa­
me­ricana, plantea una relación interdisciplinaria que implementa
una propuesta pastoral trasversal para acompañar el proyecto de for­
ma­ción integral, al articular el quehacer de las áreas de formación,
di­namizar el currículo y enriqueccer la identidad institucional con la
vivencia de valores ecológicos.
CONTENIDO
Introducción

Objetivos

Capítulo 1
Contexto vital del colegio San Bartolomé la Merced
1. Contexto ecológico
1.1 Algunos datos estadísticos
1.2 Características biofísicas
1.2.1 Suelo
1.2.2 Agua
1.2.3 Aire
1.2.4 Vegetación
1.2.5 Fauna
1.2.6 Energía y contaminación electromagnética
1.2.7 Arquitectura
1.2.8 Residuos sólidos
1.2.9 Niveles de ruido
2. Contexto educativo
2.1 Descripción de la formación curricular
2.2 Plataforma curricular por áreas
3. Contexto pastoral
3.1 Descripción de la labor pastoral
3.2 Práctica pastoral
4. Huella ecológica en pespectiva pastoral
4.1 Formación integral ambiental
4.2 Pastoral educativa y ecología
hacia una ecoteología pastoral 11

Capítulo 2
Interpretación ecoteológica
1. Perspectiva ecoambiental en el currículo del San Bartolomé
la Merced
1.1 El Proyecto ambiental PRAE en el San Bartolomé
la Merced
1.2 El PRAE en la pastoral de San Bartolomé la Merced
1.3 Interacciones entre la pastoral y el proyecto ambiental
1.4 Significación del contexto pastoral educativo
2. Fundamentos ecoteológicos de la labor pastoral en el
San Bartolomé la Merced
3. Fundamentación bíblica en clave de creación
4. Fundamentación a partir del magisterio de la Iglesia
5. Fundamentación desde la teología contextual
6. Fundamentación ecoambiental interdisciplinaria
7. Comprensiones ecoteológicas

Capítulo 3
Lineamientos ecoteológico-pastorales para
el colegio San Bartolomé la Merced
1. Un nuevo paradigma: la koinonia
2. El oikos para la ecoteología
2.1 Manera de aplicar la ecoteología en la pastoral
del colegio San Bartolomé
3. Un modo de proceder ecoteológico
3.1 La comunidad de investigación sociocultural
ecoteológica
3.2 La vida en koinonia-comunitaria ecoteológica
4. Programa de formación ecoteológica pastoral
4.1 Desarrollo de la propuesta ecoteológica pastoral
4.1.1 Campamento ecoteológico
4.1.2 Catequesis presacramental ecoteológica
4.1.3 Encuentro con Cristo
4.1.4 Formación de Acción Social, FAS
4.1.5 Grupos apostólicos
4.1.6 Acompañamiento espiritual
5. Consolidado ecoteológico para la formación
12 sonia esperanza velandia heredia

Conclusiones

Bibliografía

Anexos
1. Sistema de gestión de calidad, San Bartolomé la Merced
2. Cuadro de registro experiencia pastoral FAS
3. Matriz de registro
PRESENTACIÓN DEL EXTRACTO
La ecoteología, por ser cultural y social, se remite a asuntos de po­lí­
tica, teología y mística, y se ha convertido en la ciencia y el arte de
las relaciones, en las que supera el saber por separado, con com­pren­
sión interdisciplinaria, exigiendo actitudes de relacionar todo hacia
atrás (historia) y de ver las cosas en nuevo horizonte (hacia de­lante,
futuro). Con ello crea una preocupación por la solidaridad, no en
la suma de las partes, sino en la interdependencia orgánica de todo
con todo, para buscar más allá de lo integral, en lo holístico, es­pa­cio
donde se da una interrelación en perspectiva de infinito.1
La perspectiva hermenéutica de la realidad, en el Colegio San
Bartolomé la Merced, constituye el punto de partida para ex­plorar la
posibilidad de una ecoteología pastoral que fortalezca la for­­mación
integral. Se recurre a la mediación del método teológico latinoame­
ricano (la teología de la liberación), en una perspectiva pas­toral
centrada en la acción evangelizadora; así mismo, a los datos que
caracterizan el colegio, a un acercamiento al diagnóstico am­biental
(mediante la lectura del plan educativo curricular) y a una mirada
crítica a la situación actual del trabajo evangelizador de la pastoral.
De este modo, se integran el saber propio de la teología con los
aportes de la ecología en un contexto de pastoral escolar, al aplicar
los elementos conceptuales y las estrategias investigativas para la pro­
moción de una ecoteología pastoral en dicho plantel educativo.

1
Así mismo, la tarea de hombres y mujeres, debe guiar a una metanoia (Hch 3,19) o
conversión del corazón, al cambio de paradigma cultural de consumo y al uso racional de
los recursos renovables y no renovables, como punto de partida para responder a la cri­sis
presente en el planeta, “la casa común”.
14 sonia esperanza velandia heredia

Para responder a las necesidades ambientales de la institución,


se presenta una propuesta sistemática, por medio de lineamientos
pas­­torales, que incentive la vida comunitaria a partir del diálogo in­
ter­­dis­ci­plinario y que aporte a la acción pastoral del San Bartolomé,
to­mando como eje central una fundamentación ecoteológica.
Por tanto, una ecoteología pastoral se fundamenta en clave de
creación en cuanto se entiende a partir del sentido de comunión y de
la manera de relacionar lo social con el entorno biofísico en una her­
me­néutica de la realidad, en las relaciones Creador-criatura- Crea­dor-
creación- creación Creador- criatura creación.
EXTRACTO
Capítulo 3
Lineamientos ecoteológicos-pastorales para
el colegio san bartolomé la merced

Al abordar los momentos del método latinoamericano, a partir de


la mediación socioanalítica, éste arroja un diagnóstico del contexto
vital con la huella ecológica y la labor educativa del colegio San
Bar­to­lomé la Merced; luego de la posterior mediación hermenéutica
se posibilita la identificación de los fundamentos ecoteológicos, y
se plantean unos lineamientos para fortalecer la acción pastoral que
acom­paña la formación integral en este colegio. Así, se cumple el pro­
pósito: plantear un itinerario formativo que oriente la ges­tión eco­teo­
lógica pastoral.
Por tal razón, al desarrollar dichos referentes, se articulan los
elementos del diagnóstico que ha arrojado la huella ecológica y la
fun­damentación de la acción pastoral del San Bartolomé desde una
propuesta ecoteológica en fraterna koinonia puesta en práctica y en­
carnada en un oikos.
Es así como la koinonia, vida de comunidad, se desarrolla con
ca­rácter colectivo en un lugar. El oikos biofísico2 será el lineamiento
de lo que tiene que ser el nuevo pueblo, la Iglesia de Dios.
Solo por el hecho de ser hombre o mujer, se puede constituir por los
de­más y para los demás; en efecto, el ser humano como ser comunitario
debe unirse a los otros en comunión de fines y metas, aportar sus cua­

2
Kasper (ed.), Diccionario enciclopédico de exégesis y teología bíblica.
16 sonia esperanza velandia heredia

lidades para alcanzar unas comunes; de ahí que el proyecto deba rea­
lizarse en solidaridad.3

Al hacer referencia al fundamento de la comunidad, además, el


pa­dre Gustavo Baena, S.J., afirma: “Jesús anuncia el Reino de Dios
crean­do comunidad, como el acontecer real del Reino de Dios.”4 Por
tal motivo, será un gran desafío pasar a ser un grupo pastoral que
tiene un fin común de vivir un estilo de vida diferente donde las per­
so­nas buscan el bien común, y en él, a Dios.
La evangelización a partir de la ecoteología supone una on­to­
logía de la persona, sujeto colectivo capaz de apertura histórica y li­
be­radora imagen del misterio de Dios. Donde “Dios se hace hom­bre
para que el hombre se hiciera Dios”5.
Se reconoce que la misión del colegio San Bartolomé es
“formar hombres y mujeres con los demás y para los demás”. Su
bús­­queda es vivir como comunidad educativa que desea crecer en
libertad y autonomía para relacionarse mejor con Dios, consigo mis­
ma, con los otros y con los ecosistemas que sustentan la vida de la
ins­­titución. Ellos, en cierta forma, le dan identidad cultural y cor­po­
ra­tiva al territorio que acoge al Colegio.
En los lineamientos curriculares y planteamientos educativos,
indicadores de procesos, aportes de los estándares y competencias ciu­
da­­dana propios del Ministerio de Educación Nacional se presentan
cri­terios para una formación integral en las instituciones educativas.
Estos lineamientos en la formación pastoral del colegio San
Bar­tolomé la Merced, fortalecidos, se convertirán en insumos que
po­­ten­cialicen el desarrollo de la investigación interdisciplinaria en
favor de la planta física de la institución con experiencias signi­fi­
cativas en la recuperación de espacios biofísicos. Ellos habrán de
de­terminar, en la institución, la manera de enseñar como elemento
cons­titutivo del proceso de aprendizaje colaborativo, colectivo, en el
cual el diálogo entre las ciencias “lleve a ampliar los horizontes de

3
Baena, “Síntesis de apuntes para clase”.
4
Ibid.
5
Iglesia Católica, Catecismo de la Iglesia Católica, No. 464.
hacia una ecoteología pastoral 17

los es­tudiantes hacia preocupaciones globales y temas tales como la


diversidad, la responsabilidad ambiental y la justicia social”.6
Una educación integral propia de los colegios de la Compañía
de Jesús es entendida como proceso continuo, permanente y par­ti­
ci­­pa­tivo que busca desarrollar armónica y coherentemente todas y
cada una de las dimensiones del ser humano (ética, espiritual, cog­
nitiva, afectiva, comunicativa, estética, corporal, sociopolítica) a fin
de desarrollar su realización plena en la sociedad.7
Por eso, y con la necesidad de orientar la acción corporativa
del colegio San Bartolomé como ser consciente de sí mismo y del en­
torno, así como del cuidado de la creación como propuesta en­mar­ca­da
en la sabiduría del cristianismo, se presenta la propuesta de una eco­
teológica pastoral a partir de unos lineamientos, modos de pro­ceder
y orientaciones estratégicas.
La forma de llevar a una acción pastoral en el cumplimiento
del objetivo de investigación es plantear lineamientos acordes a la
pro­puesta pedagógica y dar respuestas en la gestión ecológica de la
labor educativa pastoral del colegio San Bartolomé la Merced. Ello
da sentido a la nueva manera de anunciar el Evangelio en escenarios
pas­torales escolares, haciendo uso de herramientas pedagógicas que
son aporte de la institución y aplicación del avance de otros equipos
de investigación.8
Los lineamientos ecoteológicos pastorales tienen como in­ten­
ción acercarse, con un lenguaje sencillo, al contexto del San Barto­lomé,
que asume el paradigma pedagógico ignaciano (PPI)9 como modo ex­

6
Asociación de Colegios Jesuitas de Colombia, La formación integral. Propuesta
educativa de la Compañía de Jesús.
7
Ibid.
8
En especial, el equipo de investigación Ecoteología de la Facultad de Teología de la
Pon­tificia Universidad Javeriana (htpp://www.ecoteologiapuj.blogspot.com).
9
El “paradigma pedagógico ignaciano”, PPI, es un modelo de interpretación a partir del
cual se torna posible entender y explicar una realidad en su globalidad, y se consigue
pe­netrar en los diferentes aspectos del fenómeno, hasta hacerlo comprensible y poder
actuar sobre él. Nace de la experiencia de los Ejercicios Espirituales como dinámica
fun­damental del encuentro de la persona con la verdad de Dios, para reflexionar sobre
la propia vida y discernir sobre la validez de la experiencia, y de tal manera, proceder
correc­tamente (Provincia Centroamericana. “Pedagogía ignaciana. Una propuesta
prác­tica – Paradigma pedagógico ignaciano”).
18 sonia esperanza velandia heredia

plí­cito para que los valores y principios ignacianos se integren en los


procesos de enseñanza y aprendizaje propios de esta institución edu­
ca­tiva. Por tanto, es necesario ubicar un modo de proceder ignaciano
me­diante la profundización de la dimensión espiritual desplegada en
di­men­siones pastorales para ser desarrolladas en una epistemología
para la evangelización.
El padre Alejandro Londoño, S.J., experto en asuntos de for­
ma­ción ecopastorales, hace referencia a cuatro dimensiones para
una pastoral ecológica como metodología para evangelizar ecoteoló­
gicamente10. Estos son:
− Dimensión contemplativa (capacidad de desarrollar la sen­si­bili­
dad en el contacto con la naturaleza, caminatas o campa­mentos
ecológicos).
− Dimensión práctica (capacidad de brindar campos de acción
apos­tólica y actividades al servicio de los más necesitados).
− Dimensión científica (capacidad de investigar problemas eco­
ló­gicos de forma rigurosa).
− Dimensión religiosa (capacidad de reconocer desde la ex­pe­
rien­cia de fe la presencia de Dios que acompaña en la realidad
histórica).
Así, para situar la propuesta ecoteológica pastoral se debe te­ner
presente un lenguaje común pastoral que plantee, a partir de obje­tivos
reales y alcanzables, lineamientos que comprenden los pro­gramas,
proyectos, actividades y líneas de acción.
Para poder reconocer la forma como la institución comprende
di­chos términos, se describen así:
− Los lineamientos son los criterios de acción, orientaciones
para realizar los proyectos y los programas desde un perfil de­
ter­­­minado; deben ser coherentes con la situación planteada en
la realidad y la fundamentación de la teología pastoral.
− Los programas son el conjunto orgánico de metas y actividades
elaboradas a partir de un objetivo. Son más concretos e indican
las partes y condiciones del plan en un tiempo dado. Hacen re­
fe­ren­cia al conjunto de proyectos coordinados entre sí.

10
Londoño, “Apuntes de Talleres para el Diplomado de Pastoral Juvenil Pastoral Eco­
lógica”.
hacia una ecoteología pastoral 19

− Los proyectos son la disposición detallada para la ejecución


del programa en cada parte y con un tiempo fijo. Se refieren al
conjunto de actividades o acciones conectadas, que constituyen
la unidad más pequeña de un programa (por ejemplo, la cons­
trucción de un camino que puede ser ejecutado con inde­
pendencia de otros proyectos).
− Las actividades son las acciones por las cuales se realiza
un programa. Cada actividad (¿qué?) tiene un responsable
(¿quién?), un tiempo en el que se realiza (¿cuándo?), un lugar
(¿dónde?), la metodología que se va utilizar (¿cómo?), y unos
re­cursos determinados (¿con qué?). Estos recursos se deben es­
tablecer en forma detallada.
− Los objetivos son los propósitos o límites para alcanzar en un
periodo determinado mediante acciones organizadas. Han de ser
variables y operativos, y dar lugar a acciones concretas cuyo
cumplimiento sea posible.
− Las líneas de acción son un modo de concretar, de buscar uni­
versales éticos y políticos mínimos, planteados para la cul­tura
actual; para ello es necesario reconocer la Constitución Po­lí­
tica Nacional de 1991, en tanto que explícita los principios,
de­rechos y fundamentos para el ejercicio en la vida pública.
Dichos principios no solo se han de defender, sino que incluso
se han de ahondar y desarrollar para la vida social, en el plano
his­tórico y cultural.
En este marco, se plantean algunos lineamientos para la labor
pastoral del colegio San Bartolomé la Merced que respondan a la fun­
da­mentación ecoteológica, desde la centralidad de construir comu­
nidad cósmica basada en el amor revelado plenamente en Jesucristo.
Esta dinámica comunitaria se explicita en el paradigma del oikos-
casa común, que rescata el sentido de la unidad en relación a un te­
rri­torio, y la koinonia-comunidad, que enfatiza en la importancia de
la comunión y la participación de los seres humanos entre sí, con el
resto de la creación y del Dios creador.
20 sonia esperanza velandia heredia

1. UN NUEVO PARADIGMA: LA KOINONIA


La koinonia –del griego comunión– cuya raíz koin significa “lo que
hay en el tener” común-fraternal.11
El propósito de Jesús, al integrar y formar la comunidad de
discípulos, no era hacerlo en función de sí misma, como ocurría con
el grupo escatológico judío, sino en función salvadora de los demás;
ella se abre a Dios y a otros (los necesitados), para ocuparse con
ellos de lo otro (Mt 25,35-36), como es lo ecológico.
El oikos, como lugar en el Antiguo Testamento, se convierte
en el principio estructural del pueblo de Israel, pueblo de Dios, que
da los pasos de una sana convivencia y hace una crítica al exterior
familiar. Toma modelos axiológicos relacionados con la Tierra –la
casa común–- como don de Dios (Dt 15,10). Con el trascurrir de los
años, se desea volver al modelo del Deuteronomio, que consistía en
pe­queños grupos habitando un espacio físico, una koinonia en estilo
de comunidades.
El pueblo de Israel nace a partir de la organización familiar
similar a una comunidad, y desde sus inicios mostró notable interés
por un estilo de vida tribal basado en la solidaridad con quienes ne­
ce­sitaban ayuda, en tiempos de baja producción agrícola, y por com­
partir la vida de fe. Se convirtió en el pueblo elegido por Dios, para
ser su pueblo contraste, que por sus características particulares vive
el significado de Reino de Dios.
La comunidad cristiana es el modelo de cómo debe ser la familia.
Jesús no quiere que entre sus discípulos se presenten problemas por
intereses económicos; busca que vuelvan a ser hermanos, como en la
An­tigüedad. Así, la koinonia –como nuevo paradigma– no consiste en
una institución, ni en un grupo social aislado donde domine un jefe; la
autoridad para la comunidad será el que sirve: “Todos son hermanos.”
“El más grande de vosotros será servidor vuestro” (Mt 23,11-ss.).
Por consiguiente, la comunidad que organizó Jesús no es simple­
mente un episodio de vida. Por el contrario, la koinonia es el fundamento
de lo que tiene que ser el nuevo pueblo de la Iglesia de Dios.
En una de sus charlas, Baena agrega: “Comunidad es el espacio
donde acontece el Reino de Dios, un semillero donde se produjeran

11
Kasper (ed.), Diccionario enciclopédico de exégesis y teología bíblica.
hacia una ecoteología pastoral 21

continuamente más discípulos; pero para cumplir estas líneas de


acción, forma a sus seguidores más cercanos y les envía a predicar
el Evangelio”; a predicarlo como verdadero testimonio de vida. Ade­
más dice Baena: “Jesús anuncia el Reino de Dios creando co­mu­nidad,
o sea, la comunidad es el acontecer real del reino de Dios, se trata de
que las personas obren como Dios obra.”12
La koinonia-comunidad parte de las necesidades, de los gritos
de los integrantes, para elaborar los lineamientos de una pastoral.
Al tener presente el sentido de la búsqueda de un mundo posible, se
con­­vierte en paradigma, en el cual la escucha y contemplación de los
gritos de los pobres y de la tierra son las necesidades principales. Por
ello, en la comunidad se hace posible la unidad y el fortalecimiento
del oikos, por el bien común de nuestra casa común.
Es así como la comunidad se torna en la figura de la conversión
del Nuevo Testamento y de la ecoteología pastoral en el espacio de
tras­formación a la persona de Cristo: “hacernos Cristo”. Por tanto,
la koinonia-comunidad no es solo espacio donde sucede el Reino de
Dios, sino que ella misma es el anuncio de dicho Reino; en conse­
cuencia, es Palabra de Dios.
La experiencia de Emaús se convierte en el camino de fe, como
experiencia pascual del renacer de la comunidad o para quien desee
volver a la comunidad. “Y levantándose al momento se volvieron a
Jerusalén y los encantaron reunidos a los Doce y a los que con ellos
estaban que decían: es verdad, el señor ha resucitado y se ha apa­
recido a Simón” (Lc 24).
Una educación integral con lineamientos trasversales ecoteoló­
gico pastorales, como proceso continuo, permanente y par­ticipativo,
desarrolla armónica y coherentemente todas y cada una de las dimen­
siones del ser humano.13

2. El OIKOS PARA LA ECOTEOLOGÍA


La raíz del término griego oikos incluye el sentido de participación. Se
trata de tener parte de alguna cosa en común o actuar junto a alguien.

12
Baena, “Síntesis de apuntes para clase”, 45.
13
Asociación de Colegios Jesuitas de Colombia, Acodesi. La formación integral, No. 7.
22 sonia esperanza velandia heredia

En el Nuevo Testamento, la noción de koinonia es la dimensión


fundamental de la comunidad14-communio. Estaba estrechamente re­
la­­cionada con el significado de la común-unidad, comunidad-unidad.
En ella, la Iglesia busca su unidad por la comunión y por la par­
ticipación responsable de cada uno de sus miembros (1Co 12,14-21
y Rm 12,6-13). La palabra comunión, en el sentido de koinonía15,
se refiere a la eucaristía de la Iglesia, al encuentro entre Jesús y los
hom­­­bres en el acto de entregar su vida por nosotros. Pablo nos dice:
El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre
de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de
Cristo? Porque el pan es uno, somos muchos un solo cuer­po, pues todos
par­ticipamos de ese único pan. (1Co 10,16-17).
Para San Pablo, el cuerpo es la totalidad del ser. De igual
ma­nera, en cualquiera de las dos especies es la totalidad del ser de
Cristo y en ambas especies se hace comunión con Cristo y a la vez
con la comunidad, para que exista realmente sentido y coherencia.
Esta “comunión”, que es fruto y obra del Espíritu Santo (2Co 13,13;
Flp 2,1), expresa tanto nuestra relación con Dios como con los her­
manos. Respecto de Dios, el apóstol Juan declara que nuestra koi­
no­nia-comunión es con el Padre, con su Hijo Jesucristo (1Jn 1,3) y
con los hermanos, comunión solidaria con todo y con todos, desde
su misma esencia trinitaria.
En otros términos, Dios crea al ser humano habitando en él; y
lo que es lo mismo, Dios crea al hombre y a la mujer haciendo co­
mu­nión con ellos y entre ellos: “Creó, pues, Dios al ser humano a
imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó”
(Gn 1,27); dándoseles, así mismo, la humanidad debe entregarse,
darse “al prójimo” y hacer comunión con él, lo que de tal manera
con­figura el contenido del término communión. El teólogo ecologista
Victorino Pérez afirma:
La fe cristiana proclama esta comunión y relación ad intra y ad extra
de Dios, con su fe en la Trinidad. Dios no es un ser solitario, sino un

14
Hamer, La Iglesia es una comunión.
15
Significado griego y helenista como comunión, participación y relación: indica la re­
la­ción del hombre con los dioses o de los hombres entre sí. Kasper (ed.), Diccionario
en­ciclopédico de exégesis y teología bíblica, 162.
hacia una ecoteología pastoral 23

ser solidario-comunitario, rico en relaciones en su misma entraña; es


relación en sí mismo. Un Dios que se manifiesta como un tú en relación
intrínsecamente amante con todo lo que existe, particularmente con los
hu­manos, que representamos la máxima relación de alteridad con él.16

Según Pablo, los creyentes fuimos llamados por Dios a la koino­


nía-comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor (1Co 1,9). Esta
común-unión con el Hijo llega a ser tan profunda que nos permite
par­ticipar en la koinonía de sus mismos padecimientos (1P 4,13;
Flp 3,10), no solo de sus padecimientos sino también de sus ben­di­
ciones. En efecto, dice Pablo que la copa de bendición que bendecimos
en la mesa del Señor es koinonía; la comunión de la sangre de Cristo
es la manera divina como los creyentes participamos de los beneficios
de la sangre de Cristo.
Asimismo, el pan que partimos es la koinonía-comunión del
cuerpo de Cristo, es decir, es nuestra participación en el cuerpo de
Cristo, del cual ahora formamos parte (1Co 10,16-17). La Iglesia en­
cuen­tra su unidad ejerciendo cada cual su propio carisma en favor de
los más débiles de la comunidad (1Co 12, 22-26).
El Verbo hecho carne es un don de una koinonia-comunión,
con el Padre y su hijo Jesucristo (1Jn 1, 37). Se trata de una verdadera
co­munión con el Dios vivo para tener vida: el Verbo de vida. Es una
co­munión recíproca: “Si andamos en la luz, como él está en la luz,
en­tonces estamos en comunión unos con otros” (1Jn 1,7).
Lo que significa entonces el sentido de comunión-koinonia lleva
a reconocer la experiencia de las primeras comunidades cristianas
des­­crita en Hechos de los Apóstoles (Hch 2,42), que se caracterizan
por compartir la vida de manera fraterna, vivir en búsqueda de la
entrega al otro (de los bienes materiales y especialmente los espiri­
tua­les), de hacer comunión-koinonia, esto es, entrega de la vida a la
ma­nera de Jesús.
La primera comunidad cristiana se describe con unas carac­terís­
ticas particulares en la escucha de la Palabra de Dios y las enseñanzas
de los apóstoles: oran juntos y viven en misión fraterna, mediante el
signo dejado por Jesús en la Pascua, que ayuda a comprender lo que
significa koinonia, esto es, la fracción del pan.

16
Pérez, Espiritualidad Ecológica, 38.
24 sonia esperanza velandia heredia

Y aun cuando la interpretación exegética, en su forma, cambie el


sentido de fondo, éste sigue siendo el mismo. En palabras del padre Gus­
tavo Baena, “salir de sí mismo”. Por tanto, comunión-comulgar es un
acto en el cual nos comprometemos a ser solidarios con los que están
mal, con los que sienten dolor; significa ser misericor­diosos, me­terse en
la piel del otro: somos como que si el otro fuera uno mismo; en últimas,
es el compromiso con el cáliz, o sea, hacer koinonia.

2.1 MANERA DE APLICAR LA ECOTEOLOGÍA EN LA


PASTORAL DEL COLEGIO SAN BARTOLOMÉ
La ecología y la vida del oikos puede iniciar, en el ámbito escolar, un
diálogo interdisciplinario en diferentes contextos e intercambiar re­
flexiones invitando a trabajar hombro con hombro, entre todos, para
demostrar una eficaz solidaridad ecológica comunitaria y apostólica.
Esta forma de hacer pastoral educativa nos invita a sumergirnos
en un mundo que revela a Dios, pero que ha sido roto por la ceguera
y el pecado humano; un mundo que invita a restaurar la imagen de
Dios buscándole a él en todas las cosas y amándolas a todas en él.
Desde el punto de vista de los postulados, la idea sobre una koi­no­nia-
ecoteológica de la creación influirá en el estilo de vida y en el modo de
proceder de la comunidad educativa, estimulando un nuevo paradigma
ecoteológico en la investigación sobre problemas ecológicos.
Al fomentar una vida de comunidad educativa ecoteológica,
se estaría formando para la ética del cuidado (del entorno); así, se
bus­cará cumplir la voluntad de Dios mediante un análisis crítico de
la realidad (sociopolítica, económica y cultural) para responder a las
ne­cesidades de la labor pastoral de la institución en los proyectos,
acti­vidades y programas del colegio San Bartolomé la Merced.
Con la misma condición, proporcionará un acompañamiento
espiritual en la vida corriente, de modo holístico, en el que los miem­
bros de la comunidad educativa abran su sentir a esta triple dimensión
de la realidad, se abran a los demás, al mundo y a Dios, para que
puedan llegar a una comunión armónica con el todo; y ésta ha de
desembocar en una opción consciente y comprometida con la cau­sa
del Reino de Dios.
El modo de llevar a la práctica dicha propuesta será mediante
celebraciones de la vida y un caminar ecoteológico, con ética plane­
hacia una ecoteología pastoral 25

taria, que proporcione a quienes han realizado dicho proceso, los


agen­tes de pastoral y destinatarios de la comunidad educativa, la
opor­­tunidad de tener una profunda experiencia de reencuentro con
Dios en la vida cotidiana, en beneficio de su crecimiento per­so­nal,
sociopolítico y comunitario; un trabajo de equipo para un cre­ci­mien­­­to
espiritual.
En síntesis, la propuesta es fundamentar, desde un oikos-
casa común (como sitio para el cuidado y protección de espacios
comunes), una koinonia que se realice como causa de una cultura de
com­partir, de ser uno, para fermentar la realidad con la esperanza de
un mundo posible.

3. UN MODO DE PROCEDER ECOTEOLÓGICO


La educación –bajo la espiritualidad ignaciana– da identidad a las
obras de la Compañía de Jesús, entre ellas, a las instituciones edu­ca­
tivas, como el San Bartolomé, y al interesarse por lo ecológico, aporta
la “búsqueda” de sentido cristiano en términos contemplativos desde
una hermenéutica propositiva. Ésta desea reconocer a la persona de
Je­sucristo en las cosas, en las obras que se realizan y en la manera de
con­vivir en una cultura solidaria y equitativa.
El cuidado del ambiente se inspira en lo que Ignacio enseña
en el Principio y fundamento, sobre el buen cuidado de todas las
cria­turas, y en su intuición de la contemplación para alcanzar amor,
sobre la presencia activa de Dios en ellas.17
A partir de estas palabras, la reflexión será sobre el estilo de
vida que se tiene en este mundo creado por Dios. Se elabora un do­
cu­mento que proporcionará elementos acerca de dicha situación
emer­gente en el mundo y de lo que se espera en cada lugar, donde
sa­cerdotes, religiosos y colaboradores apostólicos (laicos) viven la es­
piritualidad ignaciana.
El trabajo como punto de partida el libro del Génesis (Gn 2,7):
“La acción de Dios que crea al hombre y a la mujer”, sacados de la
tie­rra del suelo, y les invita a un encuentro personal y constante con
el creador y lo creado (la comunidad). ”Esta espiritualidad podrá

17
Compañía de Jesús, 35 Congregación General. Nuestra respuesta apostólica: “Re­
con­ciliación con la creación.”, No. 32.
26 sonia esperanza velandia heredia

ofrecer, una motivación y razón para dar una respuesta a la gran


crisis ecológica, nacida de esa misma comprensión de la realidad que
caracteriza a Ignacio y a su espiritualidad.”18
A su vez, a partir de la reflexión realizada por quienes viven
la espiritualidad ignaciana, ésta será articulada con el desafío y la
preocupación ecológica ambiental. Al respecto, el documento “Vivi­
mos en un mundo roto” afirma:
Un planteamiento adecuado del tema ecológico debería tener especial­
mente tres tipos de problemas: (1) La relación entre población y los
recursos. (2) Los enfoques culturales y éticos de los diferentes pueblos.
(3) Las estrategias políticas para afrontar situaciones globales o locales.
Además, asevera que en estos tiempos de crisis ecológica pode­
mos ser y crecer en el Espíritu siguiendo las tradiciones ignacianas de
ora­ción, discernimiento y reconciliación. Muchos son los ejemplos
de jesuitas que trabajan en un tipo de interés público o ciencia, para
el cambio social: agricultura experimental, agricultura sostenible,
ca­­pa­citación en agricultura, cuencas hibridas, tecnología apropiada,
energía solar y otras fuentes de energía no convencional, programas
de concientización y estudios ambientales a nivel popular. De esta
for­­ma, hombres y mujeres pueden dar respuesta a la crisis global
eco­­lógica en contexto, de cara a una realidad:
…el cuidado del medio ambiente afecta a la calidad de relación con
Dios, con los seres humanos es decir, con toda la creación. Afecta al
cen­tro de la fe en Dios y del amor a él. El cuidado del medio ambiente
se inspira en lo que Ignacio enseña en el Principio y fundamento
sobre el buen cuidado de todas las criaturas y en su intuición, de la
contemplación para alcanzar amor, sobre la presencia activa de Dios
en ellas.19
A partir de estas palabras, se realizan diferentes reflexiones
que dedican un espacio sobre la manera como se vive en este mundo
creado por Dios. Ellas proporcionan elementos de la situación emer­
gente en el mundo y de lo que se espera en cada lugar, donde sa­cer­dotes,
religiosos y colaboradores apostólicos (laicos) desean un mundo mejor.

18
García, Espiritualidad ignaciana, 43.
19
Nuestra Respuesta Apostólica, “Reconciliación con la Creación”, N°. 32.
hacia una ecoteología pastoral 27

En igual condición, el padre Manuel García lo presenta en la


revista Ecología, cuando afirma como respuesta a lo ambiental. “Este
estilo de vida podrá ofrecer una motivación y razón para dar una res­
puesta a la gran crisis ecológica, nacida de esa misma comprensión
de la realidad que caracteriza a Ignacio y a su espiritualidad.”20
Este modo de proceder, de ver distinto el entorno y de responder
(para cumplir la voluntad de Dios que se encarna continuamente en
la acción de la historia humana) debe ser actualizado a un tiempo
y realidad determinados. Por esto, la formación integral fortalecida
con una dimensión ecoteológica brindará una identidad propia que
parte del diálogo con la ciencia y de una mirada de fe; es decir, ofre­
ce elementos en los que la efectividad del cambio personal y del
entorno dependerán de ser dóciles a la acción de la comunión tri­ni­
taria –“el corazón habla al corazón”– presente en la persona.

3.1 LA COMUNIDAD DE INVESTIGACIÓN


SOCIOCULTURAL ECOTEOLÓGICA
La práctica pastoral propone la pequeña comunidad como el espacio
pro­picio para la participación mediante un camino que constituye el
elemento central del esfuerzo ecoteológico y de la educación integral
en el colegio San Bartolomé la Merced. Ahí, todas las personas van
des­cubriéndose con sus propios rostros y son llamadas a una misión;
efec­tivamente, la Evangelii nuntiandi (No. 23) agrega, respecto del
anun­cio del Evangelio en la comunidad:
...no adquiere toda su dimensión más que cuando es escuchado, acep­
tado, asimilado y cuando hace nacer en quien lo ha recibido, una adhe­
sión de corazón […] tal adhesión que no puede quedarse en algo abs­trac­to
y descarnado, se revela concretamente por medio de una entrada vi­sible,
en una comunidad de fieles.
Se parte de que la configuración de la comunidad sea pequeña,
para que se puedan reconocer unos a otros con un rostro y en un
lugar. Esta misma identificación permite el surgimiento de lazos de
fraternidad. Los encuentros periódicos y la estabilidad en la partici­
pación hacen posible una formación progresiva.

20
García, Espiritualidad ignaciana, 43.
28 sonia esperanza velandia heredia

Por tanto, la conformación de comunidades al interior del área


de pastoral y de la comunidad educativa dará una identidad en la
educación para la Compañía de Jesús. Ésta se convierte en el es­pa­cio
donde cada miembro de la institución se integra a la mi­sión evan­
gelizadora de la Iglesia (la labor pastoral) y se logra una pas­toral
escolar: “la evangelización pasando por las áreas”.21 “La base del
apostolado educativo es la experiencia y la visión de Ignacio de Loyola,
así como la experiencia de la historia educativa de la Compañía.”22
Al crear una comunidad que, por su dinámica interior, tiene
más sentido de vida que un grupo, el camino que genera será la inves­
tigación y la reflexión interdisciplinaria en problemáticas globales
ambientales que afectan la institución y las familias bartolinas. Será
más sencillo y eficiente el proyecto que se proponga acerca de la te­
má­tica y problemática ecoambiental a corto mediano y largo plazo,
has­ta lograr una ecoteología en la pastoral de la institución.
La propuesta será conformar una comunidad donde el
diálogo interdisciplinario ocurra a partir de la propia experiencia de
investigación y donde se discierna el acontecer de Cristo desde la
espiritualidad ignaciana; todo, para provocar una ecoteología pas­
toral actualizada a las necesidades de la cultura, la sociedad y la
Igle­sia, con el fin de hacer la voluntad de Dios.
Con este talante, el seguimiento y acompañamiento a los
miembros de la comunidad ecoteológica pastoral, en los procesos
de la realidad actual, se realizará proponiendo constantemente refle­
xiones e investigaciones sociopolíticas, económicas, culturales y reli­
giosas que apoyen la labor pastoral del colegio San Bartolomé.
Al asumir la solución de un problema ambiental en una comu­
nidad interdisciplinaria, se puede incluir en los planes de estudio
y a la vez responder al plan curricular, y con éste, a la solu­ción
del pro­blema ecoambiental. Se reconoce, como aporte signi­ficativo
pedagógico, el texto La teoría general de procesos y sistemas (TGPS)

21
Parra, “Notas de apuntes”.
22
Klein, Los Ejercicios Espirituales y las Constituciones. “Aunque San Ignacio no
haya sistematizado una pedagogía, las anotaciones metodológicas de sus escritos, es­
pe­cialmente los Ejercicios espirituales y las Constituciones, permiten captarla como
tal.” (Ibid.).
hacia una ecoteología pastoral 29

de Carlos Vasco. Éste origina diferentes estilos de abordar las refle­


xiones teóricas acordes con las exigencias actuales del Ministerio de
Educación Nacional en todas las instituciones educativas durante el
de­sempeño de los procesos. El autor las presenta así:
Las nuevas perspectivas a la necesidad de superar la tradicional división
del conocimiento en el saber cómo o saber práctico y el saber qué o
saber temático, agregando para el caso de la información el saber dónde
en­contrarla, el saber cómo conseguirla y qué tan buena es.23
Carlos Vasco agrega: “Los colegios cuentan con diferentes
ciencias y especializaciones de las mismas, como el desarrollo de
disciplinas que producen incomunicación que parecen insalvables.”24
Por tanto, se hace importante trabajar como comunidad educativa
pastoral para que se promuevan dichos procesos. Vasco agrega:
“Estas circunstancias exigen una actitud favorable hacia el cambio
y una actividad de educación permanente en distintas áreas del
conocimiento.”25 Dicha actitud se refiere al deseo de ver, desde la fe,
el mundo de un modo distinto, abierto al cambio a llegar a consensos.
Elaborar consensos a partir de un trabajo conjunto daría como
resultado que el proceso se construya con un significado distinto, y
que la descripción del problema sea a partir de las necesidades de
la población, para ser llevado a estructurar el plan de estudios de la
institución. Se finaliza con la sistematización de la experiencia de
los elementos y componentes que se relacionan entre sí y que lleve a
trasformaciones sucesivas y progresivas.
A partir de la teoría general de procesos y sistemas, Carlos Vasco
demuestra su metodología sistemática para procesos socioculturales:
diferentes métodos para desarrollar la propuesta teniendo presente
las características de la institución. Se llama metodología de la “con­
centración estratégica”, pues presenta un enfoque sistémico des­de

23
Vasco, Educación para el desarrollo. Primera parte: Reflexiones teóricas, 78.
24
Ibid., 90.
25
Realiza una reflexión en torno de las restricciones y limitaciones que se presentan
en los contextos: “Es necesario disponer de herramientas conceptuales que ayuden a
simplificar lo excesivamente complejo sin trivializarlo, a analizar lo múltiple sin des­
truir la totalidad, a iluminar lo oscuro sin olvidar el papel de las sombras y a ampliar el
cam­po visual sin perder la visión de profundidad.” (Ibid., 47).
30 sonia esperanza velandia heredia

una visión de la problemática. Por tanto, implica las relaciones en­­


tre la comunidad educativa, donde los aspectos humanos son más
relevantes a la hora de construir consensos y diálogos desde dife­ren­
tes ciencias.26
De esta forma, se pueden construir verdaderos sentidos de
iden­tidad y pertenecía al apoyar la formación pastoral y actividades
propias de la institución, mediante retiros espirituales, trabajo en redes
pas­torales, celebraciones “fuertes” litúrgicas y campamentos con én­
fasis ecológico.

3.2 LA VIDA EN KOINONIA COMUNITARIA


ECOTEOLÓGICA
La ecoteología pastoral, como mediadora de la vida del oikos, puede
iniciar un diálogo interdisciplinario, intercambiar reflexiones en di­fe­
rentes contextos, e invitar a trabajar hombro con hombro, demostrando
una eficaz solidaridad ecológica comunitaria y apostólica.
Desde el punto de vista de los postulados, la idea sobre una koi­
no­nia-ecoteológica pastoral de la creación influye en el estilo de vida
y en el modo de proceder ignaciano, estimulando un nuevo paradig­ma
ecoteológico y de investigación sobre los problemas ecológicos.
Fomenta ciclos de vida de comunidad ecoteológica pastoral
para fortalecer la mística del discernimiento. Busca cumplir la vo­
lun­tad de Dios al estilo de Cristo, de cara a un análisis crítico de
la realidad sociopolítica, económica y cultural que responda a las
ne­cesidades de la labor pastoral en los proyectos, las actividades y
pro­gramas del colegio San Bartolomé la Merced. Proporciona un
acom­pañamiento holístico que desemboca en una opción consciente
y comprometida con la causa del Reino de Dios.
Con el fin de lograr la formación integral del educando, se ela­
bora en conjunto interdisciplinario y transdisciplinario un proyecto
educativo institucional en el que se especifican, entre otros aspectos,

26
Esta metodología está fundamentada en cuatro aforismos para el proceso: (1) El mundo
visto desde los demás (diálogo). (2) Objetividad es a intersubjetividad en un proceso
dialéctico-hegeliano. (3) Todas las ciencias tienen la misma validez. (4) Consensos-
objetivos colectivos convertidos en procesos dialécticos (diferentes perspectivas), con­
creción (proceso participativo) y necesidad de integración, organización abierta a la
to­talidad de la problemática.
hacia una ecoteología pastoral 31

los principios y fines del establecimiento, los recursos docentes y


didácticos disponibles y necesarios y la estrategia pedagógica; esto,
para crear el sistema de gestión ambiental ecoteológico encaminado
a cumplir con las disposiciones de la presente ley y sus reglamentos.
Por tanto, la responsabilidad del diseño y ejecución del Pro­
yecto Ambiental Escolar, PRAE, del colegio es compartida por los
integrantes de la comunidad educativa a través del gobierno es­co­
lar. La evaluación del proyecto ambiental escolar se efectúa perió­
dicamente, por lo menos una vez al año, por los consejos directivos,
con la participación de la comunidad educativa y mediante el
sistema de evaluación de calidad. La evaluación tendrá en cuenta,
entre otros aspectos, el impacto del Proyecto Ambiental Escolar en
el San Bartolomé en la calidad de vida y en la solución de los pro­
blemas relacionados con el diagnóstico ambiental adecuado a las ne­
cesidades y metas propuestas.

4. PROGRAMA DE FORMACIÓN
ECOTEOLÓGICA PASTORAL
Se constituye en la acción concreta de la pastoral del San Bartolomé.
El crecimiento de la comunidad no es, por tanto, un momento
separado de la acción, sino la continuidad de la labor misma de la
pastoral. Es un proceso que posibilita una profunda experiencia del
conocimiento de sí mismo, de los valores y deficiencias propias, para
llevar a un conocimiento y crecimiento de grupo, que a la vez pro­
por­cionará elementos necesarios para la maduración personal, en el
reconocimiento grupal, como espacio privilegiado para crecer.
Por tal motivo, el medio privilegiado para la formación eco­
teo­lógica es la acción, entendida ésta, no como “activismo”, sino
como proceso. Éste sucede en el medio social en el que vive el cre­
yente, con un estilo de vida comunitaria y personal iluminado por
análisis globales y particulares de la realidad, que precisa acciones
pla­neadas y coordinadas, así como la evaluación continua de las
mis­mas. Para la Compañía de Jesús, la educación es parte de la mi­
sión evangelizadora de la Iglesia católica. “La base del apostolado
edu­cativo es la experiencia y la visión de Ignacio de Loyola, así
como la experiencia de historia educativa de la Compañía”, las orga­
nizaciones como el Centro de Pastoral de América Latina, CPAL,
32 sonia esperanza velandia heredia

y la Flacsi. Se toman elementos propios de la identidad del colegio


San Bartolomé, para ser trabajados y reflexionados a la luz de la pe­
da­gogía ignaciana. Además, se realiza una reflexión en torno de las
restricciones y limitaciones que se presentan en los contextos. Por
eso, afirma Vasco:
…es necesario disponer de herramientas conceptuales que ayuden a
simplificar lo excesivamente complejo sin trivializarlo, a analizar lo
múl­tiple sin destruir la totalidad, a iluminar lo oscuro sin olvidar el pa­
pel de las sombras y a ampliar el campo visual sin perder la visión de
pro­fundidad.27
El punto de partida es el plan de estudios de la institución. Tal
es el insumo para el trabajo en las diferentes áreas. De esta forma, se
aspira a lograr la formación ética-ecológica en una espiritualidad ig­
na­ciana, como columna vertebral de este cuerpo-comunidad que se
es­pera conformar, a la manera de una gran red de relaciones.

4.1 DESARROLLO DE LA PROPUESTA


ECOTEOLÓGICA PASTORAL
Línea de acción. Crear una comunidad-grupo en el colegio San
Bartolomé la Merced desde donde se genere investigación desde
el aula y se produzca una reflexión interdisciplinaria sobre proble­
máticas globales ambientales que afecten a la institución y las fa­mi­
lias bartolinas.
Objetivo. Conformar un grupo de diálogo interdisciplinario
que, a partir de su propia investigación disciplinaria, discierna desde
la espiritualidad ignaciana el acontecer de Cristo, para una pastoral
actua­lizada a las necesidades de la sociedad y de la Iglesia, con el fin
de hacer la voluntad de Dios.
Programa. Hacer un seguimiento a los participantes de los
talleres ecoteológicos en los procesos de la realidad actual, propo­
niendo reflexiones e investigaciones sociopolíticas, económicas, cul­
tu­rales y religiosas, para apoyar la labor pastoral del colegio. Esto,
mediante las siguientes acciones:
a) Vincular la solución de un problema comunitario al currículo
de la institución, para que se incluya en el plan de estudios del

27
Vasco, Educación para el desarrollo, 102.
hacia una ecoteología pastoral 33

San Bartolomé, responda al programa integral, y con éste, a la


so­lución del problema.
b) Vincular el problema con las guías y el plan de aula.
c) Construir consensos a partir de la descripción del problema, la
estructuración del plan de estudios y los elementos encontrados.
Luego, sistematizarlos en unidades y componentes que se re­la­
cionen entre sí y lleven a trasformaciones sucesivas y progresivas.
Proyecto. A partir de la teoría general de procesos y sistemas,
Carlos Vasco presenta una metodología sistemática para procesos
so­cio­culturales con diferentes métodos de desarrollo, según las
características de la institución:
a) Desde la realidad investigada y discernida, publicar para la
institución las fortalezas y desafíos interdisciplinarios ecoteo­
lógicos pastorales.
b) Apoyar la formación pastoral y actividades propias de la insti­
tución, proporcionando a la vez retiros, trabajo en las redes
pastorales, celebraciones “fuertes” litúrgicas.
c) Una experiencia de campamento ecoteológico.

4.1.1 Campamento ecoteológico


Contribuye con la vivencia de una vida comunitaria que lleva al tra­
bajo en conjunto, al propiciar espacios de sensibilización, reflexión y
capacitación que se manifiestan en todo lo creado, y en la manera de
proceder de los agentes de pastoral en dichas manifestaciones. Tiene
como propósito formar en liderazgo ecoteológico pastoral, con un
com­promiso por la esperanza de un mundo mejor.

4.1.2 Catequesis presacramental ecoteológica


Es reconocer, en la preparación y celebración litúrgica de la primera
comunión o eucaristía (y la confirmación), el centro dinámico de la
cons­titución de la koinonia-Iglesia. Se reconoce el sentido y valor
del hacer verdadera comunión con la Iglesia. “Debe ser sacramento
que invita en la Iglesia, como cuerpo de Cristo, nos une con él, en la
fracción del pan somos elevados para ser miembros de ese cuerpo.”28

28
Concilio Vaticano II, “Constitución dogmática Dei Verbum sobre la divina re­ve­
lación”, No. 10.
34 sonia esperanza velandia heredia

4.1.3 Encuentro con Cristo


Los encuentros con Cristo nacen de la experiencia misma de los
Ejer­cicios Espirituales, que ha adaptado el padre Eduardo Levy, S.J.
Ha­cen comprender el propósito que tiene cada estudiante, durante el
proceso de formación escolar, en su crecimiento en la fe de Jesucristo,
para acercarse más a él, conocerlo como creador, alabarlo, amarlo más
y servirle en los otros.
La intención de este programa es acercar la vivencia de Je­
su­cristo resucitado a la cotidianidad de lo que experimentan los
estudiantes en su proceso de crecimiento. Por medio de diversas acti­
vidades y espacios, se pretende responder a las inquietudes vitales
de fe.

4.1.4 Formación de Acción Social, FAS


Por medio del contacto con la situación de desigualdad que se vive
en el país y de ejercicios de reflexión y análisis crítico, se pretende
for­mar en los estudiantes una conciencia de justicia social, de cara a
la necesidad y urgencia de un cambio que permita que todos los seres
hu­manos vivan en igualdad de condiciones.
La Formación de Acción Social, vivida desde una conciencia
ecoteológica, sería la invitación a llevar cada momento a la vivencia
de la pasión, de un amor apasionado. A la vez, motiva a cuestionarse
desde la teología de la cruz, para que cada estudiante y persona que
viva dicha experiencia se encuentre en comunión con Cristo mismo,
quien padece por los otros, y conozca el medio en el que se encuentran
los menos favorecidos, que son la causa misma de la crisis ecológica,
por su afán de subsistencia. Así, se busca promover y motivar al cam­
bio de vida consumista a uno que sea sostenible y sustentable.

4.1.5 Grupos apostólicos


Con estas experiencias, se busca que los estudiantes y las estudiantes
del colegio tengan la oportunidad de formarse de acuerdo con sus
gus­tos y capacidades. Ofrece un abanico amplio de posibilidades
para brindarles diversos espacios de crecimiento interior, de manera
que puedan vivir la máxima ignaciana de “en todo amar y servir”,
en­tendiendo que la vivencia de la fe y la experiencia del Resucitado
solo es posible en la comunidad.
hacia una ecoteología pastoral 35

De igual modo, se pretende ofrecer, a los grupos apostólicos, la


oportunidad de vincularse a cualquier comunidad apostólica pastoral
del colegio San Bartolomé la Merced, para que puedan “ser más
para servir mejor”. Y desde una formación en ecoteología pastoral,
se pasaría de los límites de una participación a un compromiso per­
sonal, como discípulos de Jesucristo; en esta condición, el ser más se
ve complementado, para su formación integral, en temáticas ecoló­
gicas y ambientales a partir de fundamentos del magisterio y de la
biblia. Así, la experiencia de pertenecer a un grupo apostólico brinda
la posibilidad de ser mejores ciudadanos y cristianos que buscan un
cam­bio de los paradigmas culturales en el cuidado de los otros y de
todo ser vivo o inerte.

4.1.6 Acompañamiento espiritual


La articulación entre la espiritualidad ignaciana y la ecoteología
radica en un estilo ignaciano que aborda parte de la experiencia de los
Ejercicios desde una mirada ecoteológica a la manera de San Ignacio
de Loyola. Porque una de las características de la espiritualidad es
la forma como el ser humano abre su espíritu-cuerpo (Hb 11,3), y
en la oración reconoce el fin para el cual ha sido creado y cómo su
pe­cado (Rm 1,28-32) debilita y destruye la relación con Dios, fuente
de vida, al tiempo que destruye las fuentes de vida de la naturaleza.
Mediante la contemplación se reconoce a Jesucristo como Hijo
de Dios, y se inicia una vida en transformación (Hb 6,10-12). Igual­
mente, “buscando a Dios” en la contemplación y admiración de las
cosas creadas, no solo porque brindan el sustento, sino porque a tra­
vés de ellas puede alabar (Flp 2,10) y amar a su creador, el Padre que
se entrega incondicionalmente a sus criaturas y conduce los pasos de
su creación hacia el amor infinito.

5. CONSOLIDADO ECOTEOLÓGICO
PARA LA FORMACIÓN
Al propiciar un espacio de reflexión en torno del amor de Dios, que
se manifiesta en todo lo creado, y la manera de proceder ante dichas
manifestaciones contribuye a la vivencia y conformación de una
comunidad ecoteológica que lleve a la contemplación y al com­pro­
miso, por la esperanza de un mundo posible.
36 sonia esperanza velandia heredia

Al analizar los problemas de orden socioeconómico en un


diálogo interdisciplinario se favorece una lectura de la diversidad de
las cosas creadas por Dios, para disponer la vida y la entrega de todo
por el Reino de Dios presente en la vida.
El procedimiento será paso a paso. Luego se presenta la
con­vo­catoria de motivación. Los talleres de conocimiento y reco­
nocimiento aportan el significado y el valor ecoteológico. Se con­
forma inicialmente una comunidad base que vive la experiencia eco­
teo­lógica y lleva a otros a tener momentos de reencuentro para el
ca­minar ecoteológico.
La ecoteología en unidad será entendida como lugar teológico
de gran riqueza, donde se evidencian distintos elementos, luchas,
y donde se reflexiona y trabaja para el cuidado de la Tierra y en
to­do cuanto la habita. Ello ilumina los aspectos esenciales del que­
ha­­cer cotidiano, acciones que apuntan a asegurar la igualdad de
de­­­­­re­­­chos humanos, la identidad y el respeto por los recursos y por
lo ecoambiental.
La ecoteología pastoral, como parte del quehacer del creyente
y de la acción teológica (práxis), trata de retomar los fundamentos
de la Iglesia y de conducir al individuo (cristiano) a la comunión con
otros, desde el inicio de la fe hasta la madurez de la fe. La ecoteología
pas­toral, aparte de tener en cuenta la realidad del individuo y de la
comunidad, lleva una enseñanza dinámica que nace de la propia his­
toria y le sirve a ella.
Los lugares del proceso de este saber ecoteológico son: primero,
la doctrina; segundo, la inteligencia; y tercero, la contemplación.
Ellos llevan al individuo a la comunión con otros y con la naturaleza,
y a la reflexión sistemática y sensible, que lo orienta en los distintos
aspectos de la vida, sobre Dios y sobre la Iglesia, en un acto de
salvación. Así, transforma y cuida al mundo en este momento con­
cre­to de la historia.
Plantear lineamientos ecoteológico-pastorales para la praxis
hace posible presentar formas de actuar coherentes con lo observado
–en la huella ecológica y la fundamentación del capítulo anterior– y
re­fle­xionar sobre los aportes para transformar la realidad a partir de
los valores y principios de la ecoteología pastoral y la espiritualidad
ignaciana que se han asumido para esta investigación y propuesta.
hacia una ecoteología pastoral 37

La pastoral educativa es siempre una acción planeada que parte


de la comunidad, se desarrolla con ella y vuelve a ella. Esto, en el
reco­nocimiento de lo que es y debe ser dinámica en movimiento, en
la búsqueda de la voluntad de Dios. Tal es el desafío que el colegio
San Bartolomé la Merced ha reconocido.
La preocupación ecológica se convierte ahora en matriz de
apren­­dizaje en ecoteología, como parte de un proyecto pastoral del
cole­gio. En términos de Boff:
La ecología nos obliga a incorporar elementos nuevos a todas esas lu­
chas, de modo que hoy en día la lucha ecológica se ha transformado
tam­bién en un movimiento popular, que se manifiesta no solo a favor de
las especies animales y vegetales, sino que constituye un movimiento
so­­cial articulado con los demás movimientos, y que los desafía a in­
corporar nuevas dimensiones presentes en el discurso ecológico.29

Fundamentar la acción educativa desde una ecoteología pasto­


ral brindará herramientas para orientar y consolidar la evangeliza­ción
pastoral como pilar del subproceso ambiental inserto en el currículo
para mejorar la cultura de calidad en la gestión ambiental edu­cativa
planteada por el colegio San Bartolomé la Merced; esto, para “formar
integralmente hombres y mujeres con los demás y para los demás” y
en extensión en la Compañía de Jesús.
Al capacitar agentes de pastoral en ecoteología, se debe tener
pre­sente que el punto de partida es la realidad de la crisis ambiental en
la institución; además, se busca analizar la acción pastoral del colegio
desde lo ecoteológico y replantear los referentes temáticos conforme
a los principios y criterios de un marco teórico, la trasformación de
los planes, los programas y los proyectos ecoambientales.
Al trasformar la acción pastoral y dar respuestas eficaces a los
desafíos ambientales de la institución, desde una mirada ecoteológica,
mediante la capacitación conjunta de ecología y teología, se lleva a
consolidar un programa que ofrece a la vez talleres teórico-prácticos
(donde se aclaran conceptos), una matriz de registro ambiental pa­ra el
colegio San Bartolomé la Merced y prácticas ecoteológicas pastorales.

29
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