Reformas Borbónicas

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El mercantilismo El debilitamiento del dominio español

En el siglo XVIII, las ideas en América


económicas de una corriente
conocida como mercantilismo A comienzos del siglo XVIII, nuevas naciones europeas, como Gran Bretaña,
dominaban en España. Esta Holanda y Francia, emergían como potencias internacionales. Esta tendencia
corriente sostenía que la era liderada por Gran Bretaña, que se había convertido en la principal produc-
prosperidad se hallaba en el tora de manufacturas, sobre todo textiles, y buscaba nuevos mercados para
desarrollo de la agricultura y sus productos, disputando así los dominios de España y Portugal en América,
que el Estado debía intervenir Asia y África. Estas dos monarquías, en cambio, seguían manteniendo una eco-
en la economía para proteger nomía predominantemente agrícola y dependiente de la afluencia de riquezas
la producción local de la desde sus colonias.
competencia extranjera. La economía española dependía de la plata americana para sostener el in-
En consecuencia, España tercambio comercial con Asia y para obtener de otros países las manufacturas

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buscó restringir el intercambio que necesitaba. Por eso, cuando en el siglo XVII las remesas de plata de Amé-
comercial con el exterior. Sin rica comenzaron a disminuir, la Corona española tuvo grandes problemas.
embargo, a pesar de este tipo Los motivos de la crisis económica española fueron los siguientes:
de políticas, no pudo evitar la En primer lugar, en el siglo XVII hubo un descenso de la producción minera
competencia de las nuevas provocado por diversos factores: la disminución en la producción de mercurio,
zonas de producción de un insumo necesario para procesar la plata que se extraía de las minas. En
manufacturas. segundo lugar, luego de una explotación continuada por un largo período de
tiempo, las minas se agotaron. El metal extraído era de menor valor y, además,
se necesitaba una mayor inversión para excavar más profundo en busca de
Juan León Pallière, La tienda nuevas vetas. Por último, la población indígena mermó debido al maltrato, las
(s/f), acuarela. Las telas eran enfermedades y los cambios ambientales introducidos por los españoles y,
productos que se contrabandeaban como resultado, la mano de obra fue insuficiente.
intensamente. Las economías regionales cobraron importancia. A comienzos del siglo XVII,
la población americana había comenzado a crecer. Ese creci-
miento demográfico contribuyó al desarrollo de las actividades
económicas y a la expansión de las ciudades. Así, con el nú-
mero de habitantes, crecía la demanda de alimentos y manu-
facturas, lo que favoreció el surgimiento de mercados locales
para la producción de las haciendas y las plantaciones, y el
desarrollo de las manufacturas producidas en las colonias. De
este modo, una porción de la plata producida en América no se
enviaba a España sino que era invertida en la compra de tierras
y la elaboración de bienes en el continente.
Creció el contrabando. Este había sido un problema
desde el inicio de la colonia, debido a que el monopolio que
mantenía España hacía muy lenta y costosa la importación de
productos a América. Con el desarrollo de las economías re-
gionales, los mercaderes americanos evadían el monopolio y
comerciaban ilegalmente con otros países. De este modo, las
manufacturas provenientes de Francia, Gran Bretaña y Ho-
landa se repartían en los crecientes mercados americanos y
se llevaban parte de la plata del continente. Con el tiempo, los
americanos obtuvieron recursos propios y ganaron autonomía
respecto de la metrópoli, y el poder español se fue debilitando.

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El despotismo ilustrado Las reformas borbónicas
En el siglo XVIII, varios monarcas
europeos impulsaron reformas A mediados del siglo XVIII, las monarquías ibéricas impulsaron una serie de
para fomentar la prosperidad reformas económicas, administrativas y militares con el objetivo de recuperar el
económica y la educación. Al lugar privilegiado que habían tenido en Europa. Para esto, intentaron, entre otras
mismo tiempo, fortalecieron su cosas, reforzar su control sobre los dominios de ultramar.
autoridad frente a otros poderes, En España, el nombre de estas reformas se debe a su principal impulsor, el
como la Iglesia o la nobleza, y rey Carlos III de Borbón, quien gobernó entre 1759 y 1788.
fueron despóticos porque no
aceptaron restricciones a su Cambios en las colonias españolas
poder. Se guiaban por las ideas
de la Ilustración –un movimiento En materia económica, las reformas borbónicas incluyeron diversas medi-
cultural que planteaba la das para promover una mayor afluencia de riquezas desde América. En primer

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posibilidad de mejorar la sociedad lugar, aumentaron algunos impuestos e intentaron garantizar una mayor recau-
mediante la razón– y recurrieron dación. También, tomaron medidas para aumentar la producción de las minas
al conocimiento de funcionarios americanas. En Potosí, por ejemplo, intensificaron la explotación de la mano de
especializados en áreas como la obra de la mita indígena, aunque esta mina nunca llegó a producir tanto como
economía, el derecho o la guerra; en el inicio de su explotación.
por eso, recibieron la calificación Para estimular el comercio con las colonias y disminuir el contrabando, las
de ilustrados. nuevas medidas impulsaron la exportación de bienes españoles e introdujeron
cambios en el sistema de monopolio. Este si-
Virreinatos y capitanías generales hacia 1776 guió existiendo, dado que a las colonias solo
les estaba permitido comerciar con España,
pero el Reglamento para el Comercio Libre de
1778 habilitó nuevos puertos en América y en
España para el intercambio.
Estas reformas, sin embargo, solo alcanza-
ron sus objetivos de manera limitada. España
nunca logró convertirse en la principal exporta-
dora de bienes industriales a América; en cam-
bio, exportó bienes alimenticios, como vinos y
aceites. El contrabando continuó, dado que era
la única manera que tenían las colonias para
comerciar con otros países, especialmente con
Gran Bretaña, que era la productora más im-
portante de manufacturas.
Por último, la Corona creó ejércitos en las co-
lonias para que se defendieran en el caso de una
invasión externa y, con el objetivo de controlar
mejor los territorios, estableció nuevas divisio-
nes administrativas: el Virreinato de Nueva Gra-
nada, en 1739, y el Virreinato del Río de la Plata,
en 1776. Además, España dividió los virreinatos
en intendencias a cargo de un funcionario con
facultades de policia, justicia, guerra y economía
y, en las regiones fronterizas, establecieron capi-
tanías generales gobernadas por militares.

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El conflicto con los pueblos El Río de la Plata en el siglo XVIII
indígenas
En el Río de la Plata, existían dos La región que en 1776 formó el Virreinato del Río de la Plata estaba integrada
grandes áreas habitadas por por territorios que hoy son parte de Bolivia, Paraguay, Uruguay y la Argentina.
indígenas que, por entonces, Esta región presentaba dos grandes espacios diferenciados por su producción
no habían sido sometidos por económica y por las características de sus poblaciones. El Interior, más densa-
los españoles. La región del mente poblado, orientaba su producción, sobre todo, a satisfacer las necesida-
Chaco, al norte; y los territorios des del Alto Perú. El otro polo de importancia lo constituía la Ciudad de Buenos
que se extendían desde el centro Aires, además, gracias a su actividad comercial, fue volviéndose más próspera
de las actuales provincias de toda la región del Litoral.
Mendoza, San Luis, Córdoba
y Buenos Aires hacia el sur. En El Interior
las fronteras con estas zonas,

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eran constantes los conflictos Hacia fines del siglo XVIII, las ciudades de Córdoba, Tucumán, Salta y Ju-
armados, que continuaron hasta juy estaban dominadas por familias dedicadas al comercio con el Alto Perú.
entrado el siglo XIX. Sin embargo, Hacia allí enviaban, a cambio de plata, productos de diferente tipo: carretas
también se desarrollaron intensos producidas en Tucumán, yerba desde Paraguay y el Litoral, mulas criadas en
intercambios comerciales y el Litoral y el Interior, y manufacturas europeas que ingresaban por el puerto
culturales. de Buenos Aires. Estas elites comerciales, a su vez, poseían haciendas dedi-
cadas a la agricultura y la cría de ganado, y habían comenzado a invertir en la
producción azucarera en Tucumán. Estas tie-
Actividades económicas y rutas comerciales rras, muy densamente pobladas, eran traba-
del Virreinato del Río de la Plata
jadas por mano de obra indígena, esclavos y
trabajadores libres mestizos. Algunos de ellos
provenían de regiones empobrecidas, como
las de Santiago del Estero, Catamarca y Para-
guay, desde donde era común la emigración
de trabajadores, también hacia el Litoral.
Otra actividad característica de esta zona
fue la producción de tejidos de lana, realiza-
dos de forma artesanal por las mujeres de las
familias campesinas. El producto más común
era el poncho, una prenda difundida entre los
habitantes de todo el Río de la Plata. La co-
mercialización de estos productos estaba en
manos de pequeños mercaderes que reco-
rrían la región y los vendían en los mercados
de las ciudades.
La región de Cuyo (San Juan y Mendoza),
por su parte, tenía un fluido contacto comer-
cial con Chile. Allí era central el cultivo de la
vid y la elaboración de vino y aguardiente.
Estos eran producidos en grandes haciendas
en manos de las elites, en las que se utilizaba
mano de obra esclava.

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Buenos Aires, ciudad comercial
y administrativa

En la ciudad de Buenos Aires, la actividad comer-


cial fue fundamental durante todo el período colonial.
Desde muy temprano, se desarrolló un intenso contra-
bando, mediante el cual ingresaban, sobre todo, ma-
nufacturas y esclavos africanos. A su vez, los grandes
mercaderes de la ciudad dominaban el intercambio
entre las distintas zonas del Río de la Plata. Por ejem-
plo, la yerba proveniente del Litoral y Paraguay era ven-
dida en Buenos Aires a los comerciantes del Interior
que la enviaban al Alto Perú. Con la creación del Vi-
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rreinato del Río de la Pata en 1776, la actividad mercantil con el exterior se Fernando Brambilla, Vista de Buenos
legalizó, ya que Buenos Aires pasó a ser el puerto oficial para la salida de Aires desde el río (1794), aguada.
la plata peruana. Además, la llegada de funcionarios reales para adminis-
trar el virreinato sumó nuevos integrantes a la elite local.

La economía rural del Litoral rioplatense

Uno de los cambios más importantes ocurridos en el siglo XVIII fue el Actividades
crecimiento económico de la región rural del Litoral rioplatense. El motor 1. El Alto Perú constituía un centro
de este crecimiento lo constituyó el ganado vacuno. La carne salada se dinamizador de la economía en el
convirtió en una mercancía de exportación a través del puerto de Buenos Río de la Plata, ¿por qué?
Aires, desde donde se la transportaba a las islas del Caribe para alimen- 2. ¿Qué rol cumplían las ciudades
tar a los esclavos de las plantaciones. Pero en la región también se de- en la economía del Río de la Plata?
sarrollaron otras actividades. En Buenos Aires y Santa Fe, siguió siendo Comparen el desarrollo de esta
importante la cría de mulas para enviar al Alto Perú y tanto en Buenos Aires actividad en Buenos Aires y en las
como en la Banda Oriental creció la actividad agrícola, sobre todo, el cul- ciudades del Interior.
tivo de granos para alimentar a la población de las ciudades.
La actividad agropecuaria en la campaña de Buenos Aires fue la más
próspera de la región. La producción se desarrolló en propiedades de dife-
rente tamaño. En pequeñas parcelas de tierra trabajaban familias de cam-
pesinos, en general, de origen mestizo, y muchas de ellas formadas por
migrantes del noreste de la actual Argentina y de Paraguay. Otras propie-
dades eran grandes o medianas, y en ellas era habitual la contratación de
trabajadores libres combinada con la mano de obra esclava.

Para conocer más


Fradkin, Raúl y Garavaglia, Juan Romero, Luis Alberto Romero,
Carlos, La Argentina colonial. El Río Latinoamérica, las ciudades y las
de la Plata entre los siglos XVI y XIX, ideas, Buenos Aires, Siglo XXI,1976.
Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.

Capítulo 1 El período colonial en América Latina


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