Conceptos Centrales para Comprender Los Vinculos Afectivos

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Apuntes de clases Psicología General

CONCEPTOS CENTRALES PARA COMPRENDER LOS VINCULOS AFECTIVOS

INTROYECCIÓN – PROYECCIÓN- IDENTIFICACIÓN. APORTES DE TEORÍA DE MELANIE KLEIN 1


La teoría psicoanalítica de Melanie Klein se basa principalmente en su teoría de las relaciones objetales.
En esta teoría se establece que el sujeto se relaciona con el medio a partir de las sensaciones e impulsos
que siente y proyecta sobre los objetos de su impulso. Las relaciones con dichos objetos generan huellas
permanentes que marcarán la futura relación con otros, internalizándose las experiencias vividas y
originándose en base a ellas la estructura psicológica del sujeto. Así, la configuración psíquica de una
persona estaría basada en cómo se ha relacionado y como ha internalizado la interacción con dichos
objetos, desarrollándose el individuo en base a ello.

En la teoría psicoanalítica de Klein, el ser humano se encuentra desde el nacimiento en un constante


estado de conflicto entre pulsiones de vida o amor y de muerte u odio. A lo largo del desarrollo del ser, el
sujeto deberá ir superando las etapas y conflictos propios de la etapa vital que se está viviendo, forjando
un equilibrio entre lo externo y lo interno a través de las relaciones con los diferentes objetos y
enriqueciendo con el tiempo su yo, personalidad y carácter.

Durante dicho desarrollo el individuo va a pasar por diferentes fases, variando el modo en que
captamos la realidad y relacionamos nuestros impulsos y deseos con ella y alcanzando diferentes hitos y
aspectos que nos ayuden a generar un yo integrado.

En la teoría psicoanalítica de Melanie Klein se cree que desde el parto el infante tiene un yo primitivo
que le permite vincularse con los objetos y proyectar sobre ellos sus propios impulsos y conflictos
inconscientes. Así, en un inicio las relaciones objetales se basarían en la proyección de impulsos y la
introyección de los estímulos externos, para ir desarrollándose un yo más o menos diferenciado en las
diferentes etapas o posiciones.

Proyección e introyección son dos mecanismos de defensa desarrollados por Freud, que Melanie Klein
retoma:

El mecanismo de introyección consiste en tomar como propio algo que es externo. La imagen que
mejor describe este mecanismo es la de tragar un bocado entero, sin masticar. Tomamos ideas, valores
o creencias de nuestro entorno y los introducimos, pero sin ningún tipo de elaboración propia. No hacemos
como cuando masticamos algo y luego lo digerimos para obtener lo que es nutritivo y desechar el resto,
sino que los deglutimos enteros.

1
Klein-M.(1988). Obras completas de Melanie Klein y otros trabajos. Envidia y gratitud. Volumen III. Ed. Paidos. Buenos Aires.
Apuntes de clases Psicología General

Como sucedería con un alimento, este material psicológico sin digerir permanece allí, como un cuerpo
extraño –lo llamamos un introyecto– ocupando lugar, impidiendo la elaboración de conceptos propios y
provocando malestar. La introyección es una adaptación forzosa. Los introyectos nos fuerzan a actuar de
determinadas maneras, siguiendo tendencias rígidas, repitiéndonos una y otra vez o sintiéndonos
extraños cuando nos desviamos de esa línea prefijada. Son los “deberías”, los mandatos, los dogmas…

Cuando alguien utiliza la introyección como mecanismo defensivo, dice “yo” cuando se trata más bien
de “ellos”: “Yo creo que…”; pero, en realidad, “son ellos quienes creen que…”. Para desprenderse de este
mecanismo, es importante vivenciar lo que se siente. La emoción es siempre auténtica, y cuando alguien
se fuerza a seguir un mandato que no ha asimilado, algo en su interior suele rebelarse.

La proyección es otro mecanismo muy habitual con el que manipulamos la relación con el exterior.
Es inverso a la introyección, puesto que lo que se percibe como externo es, en realidad, propio.

Es un modo de salvaguardar nuestra autoimagen. Confrontados a un aspecto de nosotros que


rechazamos y que es irreconciliable con la imagen que tenemos de nosotros –o que deseamos tener–, lo
proyectamos sobre los demás –igual que una imagen en la pantalla cinematográfica– y vemos en ellos lo
que no queremos ver en nosotros.

Alguien que usa la proyección como modo defensivo suele decir “ellos” o “eso”, cuando, en verdad,
está diciendo “yo”. Este mecanismo está detrás de la paranoia y revela que quien se siente perseguido
tiene, seguramente, deseos de perseguir. La mayoría de las veces la proyección es más sutil y está detrás
de muchas de nuestras percepciones negativas de la realidad.

Un ejemplo clásico es el de quien afirma: “Juan no me quita el ojo. La tiene conmigo”. Seguramente,
será la persona que habla quien no le quita el ojo a Juan para saber lo que hace y deja de hacer.

Si alguien puede reconocer sus proyecciones, puede empezar a comprender, en primer lugar, de qué
modo él es causa –o por lo menos sostén– de las conductas agresivas del otro. En segundo lugar,
empezará a desarrollar una visión más cabal y auténtica de sí mismo.

Identificación: Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis definen la identificación como un “proceso


psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto, una propiedad, un atributo de otro y se
transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de este” (1967/2019, p. 184) 2. Es decir, una persona
que se identifica con otra, se va a parecer a ella.

2
Laplanche, J. y Pontalis, J. (1971). Diccionario de psicoanálisis. Barcelona: Editorial Labor.
Apuntes de clases Psicología General

Como parte del proceso de formación del Psiquismo, Freud plantea dos tipos de identificación: primario
y secundaria. En el caso de la identificación primaria, esta constituye la forma más primitiva del enlace
afectivo entre una madre y su bebe. Tiene características orales y de incorporación. En la identificación
secundaria el sujeto toma un rasgo de la persona con la cual se identifica. Por ejemplo, el hijo puede
tomar del padre la pasión y constancia por el trabajo; entonces cuando el jefe le pida trabajar el fin de
semana, no le molestará, ya que tiene una identificación con aquel padre trabajador.

Para Melanie Klein, los objetos internos son representaciones de personajes que adquirimos por
introyección e identificación, establecen entre ellos una dramática cuyo libreto son las fantasías
inconscientes. Las emociones humanas no serían solo fuerzas instintivas puras sino resultado de las
fantasías inconscientes. Los objetos internos y las fantasías inconscientes producen significaciones
dentro de la realidad psíquica y estos significados son los que se proyectan en la realidad externa dándole
sentidos diferentes en cada momento vivencial. Lo esencial es el vínculo emocional y las pulsiones tienen
sentido en la medida en que están dirigidas a los objetos. La realidad es para Melanie Klein el interjuego
de aspectos internos y externos que actúan simultáneamente en el psiquismo y que determinan una
organización compleja en la construcción que cada individuo hace de la realidad.3

DONALD WINNICOTT Y SUS CONTRIBUCIONES 4

Para Donald Winnicott la comunicación y de la capacidad para dicho enlace están fuertemente ligadas
con el establecimiento de las relaciones objetales. Relacionarse con un objeto es un fenómeno complejo:
el desarrollo de la capacidad para relacionarse con los objetos no es de ningún modo una cuestión de
simple proceso madurativo. Como siempre, la maduración requiere y depende de "la calidad del ambiente
facilitador". El concepto de sostén es muy importante, referido al estado real inicial de la relación infante-
madre, cuando el primero aún no ha separado un self del cuidado materno, respecto del cual está en una
dependencia absoluta en el sentido psicológico.

En el desarrollo del niño, aparece un primer momento de vínculo afectivo, el apego prenatal llamado
“bonding”, es cuando la madre o el padre ya hablan del niño, lo piensan, lo esperan antes del nacimiento.

En el periodo de dependencia absoluta, el niño depende del cuidado de los otros, no diferencia entre
mundo interno y mundo externo en el que vive y hay una necesidad de satisfacción inmediata. En este
momento es importante el “holding” que implica sostener tanto física como afectivamente de cuidar del

3
Las relaciones objetales y el desarrollo del psiquismo: una concepción psicoanalítica. Revista iipsi facultad de psicología
UNMSM. VOL. 13 - N.º 2 – 2010 PP. 221 - 230
4
Winnicott, D. (1996). Los procesos de maduración y el ambiente facilitador. Buenos Aires: Editorial Paidós
Apuntes de clases Psicología General

niño. Tambien aparece el “handling”, que es la capacidad de manipular, para alimentar, acunar o acariciar
al bebe.

En la 2° etapa, independencia relativa, el niño comienza a diferenciar entre yo/no yo, mundo interno
y mundo externo y se dan pasos hacia la autonomía mediados por la madre y el objeto transicional (ej.
Una mantita, un peluche, etc)

En el último estadio hacia la independencia (de la niñez a la adolescencia), se da la consolidación del


yo, confianza en uno mismo y en el entorno.

En el paso por estas etapas, nos dice Winnicot que es fundamental el objet presenting o presentación
de objetos para la satisfacción del niño (primero el pecho, pero más adelante juguetes que el niño quiera
alcanzar)

TEORÍA DEL APEGO DE JHON BOWLBY

Teoría según la cual los recién nacido van a desarrollar conductas tendientes a establecer una relación
afectiva con su cuidador lo cual le permitirá desarrollarse y aprender nuevas experiencias. La idea de
cuidador se vincula con una figura de apego (afecto) en la que es mucha más que un cuidador o
alimentador. La figura de apego es aquella que brinda seguridad, afecto, y estimulación.

Esta conducta de apego es fundamental para el desarrollo evolutivo, sentirnos protegidos y seguros
con el cuidador nos permite en un futuro aprender, explorar el entorno, reconocer objetos y personas
disminuyendo los montos de ansiedad que lo desconocido nos provoca.

Los vínculos de apego (afectivos) permanecen a lo largo de toda la vida.

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