Actividad B5
Actividad B5
Actividad B5
La obligación de garantía implica que los Estados deben organizar sus estructuras
gubernamentales para asegurar el ejercicio pleno de los derechos humanos. Esto incluye prevenir,
investigar y sancionar violaciones a los derechos, así como procurar el restablecimiento y la
reparación de los daños ocasionados por estas violaciones. Además de evitar conductas violatorias,
los Estados deben emprender acciones positivas para posibilitar que las personas ejerzan y
disfruten de sus derechos. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha determinado
que garantizar implica remover obstáculos que impidan el ejercicio de los derechos reconocidos
por la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Por lo tanto, la tolerancia del Estado
hacia circunstancias que impidan el acceso a recursos internos adecuados para proteger los
derechos constituye un incumplimiento de sus obligaciones. De esta obligación general de garantía
se derivan otras obligaciones específicas que han sido desarrolladas en la jurisprudencia de la
CIDH desde sus inicios.
El Estado tiene la obligación de asegurar el pleno goce y ejercicio de los derechos humanos,
para lo cual puede implementar medidas positivas, tanto generales como especiales. La Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reconoce derechos especiales para niños y niñas,
con obligaciones específicas por parte de la familia, la sociedad y el Estado, incluyendo una
protección especial que debe entenderse como un derecho adicional. El interés superior del niño
debe prevalecer en la interpretación de todos los derechos cuando se trate de personas menores de
edad. Además, el Estado debe proteger a las personas frente a amenazas de agentes privados o
públicos adoptando medidas adecuadas proporcionales a la amenaza sufrida. Esto implica no solo
medidas genéricas, sino también medidas específicas relacionadas con la situación individual de
los titulares de derechos. En casos de violaciones graves a los derechos humanos, el Estado tiene
el deber de investigar de manera efectiva, identificar a los responsables, imponer sanciones y
garantizar una adecuada reparación a las víctimas.
En caso de violación a los derechos humanos, el Estado tiene la obligación de reparar a las
víctimas de acuerdo con los estándares establecidos en el derecho internacional. Esto implica
restituir la situación anterior, reparar las consecuencias y compensar los daños patrimoniales y
extramatrimoniales, incluyendo el daño moral. El Estado también debe cooperar con los órganos
internacionales proporcionando información relevante sobre la situación de los derechos humanos.
Además, la promoción, respeto, protección y garantía de los derechos deben realizarse de acuerdo
con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, según lo
establecido en el artículo 1º constitucional, que reconoce igual dignidad para todas las personas y
prohíbe la discriminación.
Referencias:
Correa, N., Rodríguez, P., & Vergara, D. (s.f.). Cuadro comparativo de la reforma constitucional
en materia de derechos humanos. *Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM*.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3033/15.pdf
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. (Fecha de publicación). *Notas sobre el
nuevo marco constitucional de los derechos humanos en México* (pp. 37-69).
https://piensadh.cdhcm.org.mx/images/publicaciones/material_de_capacitacion/fase_de_
actualizacion_permanente/2012_Las_reformas_constitucionales_en_materia_dh.pdf