Proyecto Grupo H - 2021-06-14
Proyecto Grupo H - 2021-06-14
Proyecto Grupo H - 2021-06-14
PRESENTADO POR:
PRESENTADO A:
UNIVERSIDAD CESMAG
PROGRAMA DE DERECHO
2020
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN..................................................................................................... 4
1 TEMA DE INVESTIGACIÓN..............................................................................6
2 LÍNEA DE INVESTIGACIÓN.............................................................................6
3 PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN....................................................................7
3.1 DESCRIPCIÓN...........................................................................................7
3.2 FORMULACIÓN..........................................................................................8
3.3 DELIMITACIÓN...........................................................................................8
3.3.1 Espacial............................................................................................ 8
3.3.2 Temporal...........................................................................................9
3.3.3 Conceptual........................................................................................9
4 JUSTIFICACIÓN..............................................................................................11
5 OBJETIVOS.................................................................................................... 13
5.1 OBJETIVO GENERAL..............................................................................13
5.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS.....................................................................13
6 METODOLOGÍA..............................................................................................14
6.1 PARADIGMA.............................................................................................14
6.2 ENFOQUE................................................................................................ 14
6.3 MÉTODO.................................................................................................. 15
6.4 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN. .15
6.4.1 Revisión documental.......................................................................15
6.4.2 Revisión documental.......................................................................16
6.4.3 Revisión documental.......................................................................16
6.4.4 Entrevistas......................................................................................16
6.4.5 Grupo focal..................................................................................... 16
7 CATEGORIZACIÓN........................................................................................17
7.1 OBJETIVO 1............................................................................................. 17
7.2 OBJETIVO 2............................................................................................. 17
7.3 OBJETIVO 3............................................................................................. 18
8 MARCO TEÓRICO..........................................................................................19
8.1 REFERENTE LEGAL................................................................................19
8.1.1 Normas Constitucionales................................................................19
8.1.2 Normas Internacionales..................................................................19
8.1.3 Normas Legales..............................................................................21
8.1.4 Normas de Carácter Nacional.........................................................25
8.2 REFERENTE JURISPRUDENCIAL..........................................................25
8.2.1 Corte Constitucional........................................................................25
8.2.2 Corte Suprema de Justicia..............................................................27
8.2.3 Consejo de Estado..........................................................................29
8.2.4 Corte Interamericana de Derechos Humanos.................................32
8.3 REFERENTE DOCTRINAL.......................................................................35
8.3.1 Roberto Gargarella – El Derecho a la Protesta “El Primer Derecho”.
35
8.3.2 Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Relatoría
Especial para la Libertad de Expresión – Protesta y Derechos Humanos.
36
9 MARCO CONCEPTUAL..................................................................................38
9.1 REFERENTE HISTÓRICO........................................................................38
9.2 REFERENTE CONTEXTUAL...................................................................41
9.3 REFERENTE DOCUMENTAL E INVESTIGATIVO...................................42
9.3.2 Protesta y movilización estudiantil, 1964. Memoria de una marcha
en la Universidad Industrial de Santander................................................45
9.3.3 Aportes del movimiento estudiantil a los procesos de movilización
social en Colombia....................................................................................45
9.3.4 Anatomía de la protesta social........................................................46
9.3.5 Hacia la historia del Movimiento Estudiantil en Colombia: elementos
teórico-metodológicos fundamentales......................................................47
10 DISEÑO ADMINISTRATIVO...........................................................................49
10.1 TALENTO HUMANO.............................................................................49
10.2 RECURSOS FÍSICOS...........................................................................49
10.3 PRESUPUESTO....................................................................................49
10.4 CRONOGRAMA....................................................................................50
REFERENCIAS......................................................................................................51
INTRODUCCIÓN
2 LÍNEA DE INVESTIGACIÓN
la línea medular:
Derechos Humanos y Cultura de Paz. La línea de investigación permitirá realizar
análisis multidimensionales de las problemáticas existentes en la realidad social
colombiana e internacional, que se relacionan con: los derechos humanos, la
participación democrática, la comunicación libre y participativa, la paz y la seguridad
desde la educación y la solución de conflictos; direccionados al establecimiento de
una sociedad, donde se mejore la gestión, tanto del Estado, como de los ciudadanos,
en cuanto al respeto de la coexistencia multicultural en el territorio nacional de una
población caracterizada por el pluralismo étnico y cultural, como lo es Colombia,
acorde a los lineamientos establecidos en los artículos 2 y 7 de la Constitución
Política.
Asimismo, permitirá tomar conciencia de la complejidad social en la que vivimos,
que implica la necesidad de educar en los valores que defienden los Derechos
Humanos, contribuyendo a: la construcción de un futuro mejor, una sociedad más
plural y en donde podremos ser partícipes de la riqueza que aporta la diversidad;
admitiendo la creación de estrategias pedagógicas, psicosociales, jurídicas,
ingenieriles y arquitectónicas para las problemáticas existentes en la realidad social
colombiana e internacional, que se relacionen con los Derechos Humanos y la Paz
(Indepaz, 2012).
.
3 PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
3.1 DESCRIPCIÓN
Muchos de estos derechos que adquieres dentro de la protesta son los que
desatan los enfrentamientos entre los protestantes y la fuerza pública.
Ahora bien, las represiones a las protestas por parte del estado son muy
comunes, por ejemplo el pasado 21 de noviembre en el marco de la protesta en
contra de unas posibles reformas que desestabilizan la armonía social de los
colombianos, fueron evidentes los enfrentamientos entre estudiantes y cuerpos de
la fuerza pública, es un tanto contradictorio decir que es permitido protestar pero
sin el uso de armas y la violencia en un país donde el mismo estado obliga a los
protestantes hacer uso de estas ya que el estado es el primero en usarlas; aquí
entra a jugar un papel muy importante el vandalismo ya que no se puede concebir
que una protesta en favor del pueblo lo afecte con actos delictivos que atentan
contra la integridad y la economía de muchos; pero esto no justifica el uso masivo
de la fuerza. Por ejemplo, la revista semana en un artículo denominado 5 hechos
repudiables del enfrentamiento entre estudiantes y el Esmad donde se evidencia
las pocas garantías del derecho a la protesta social por parte del estado y claro
está de los hechos de vandalismo que afectan gravemente al ejercicio del derecho
a la protesta social.
La historia también respalda a estos hechos y utilizan mecanismos
constitucionales con el fin controlar las protestas dejando sin garantías a los
manifestantes, por décadas el Estado colombiano ha declarado un sin fin de
estados de excepción o también llamados estados de sitio, reglamentos por la
constitución nacional en los artículos 212 y siguientes, si bien es cierto, dentro de
estos se limitan una serie de derechos fundamentales con el único fin de
salvaguardar la armonía social del Estado, en el mismo sentido, se hecho uso de
estos mecanismos para reprimir las protestas sociales por ejemplo, en mayo de
1965, el gobierno declaró el estado de sitio para controlar una manifestación de
estudiantes en Medellín, que protestaban contra la invasión de Estados Unidos a
Santo Domingo. La manifestación fue controlada rápidamente, pero el estado de
sitio estuvo en vigor durante tres años y medio más y como este existen muchos
ejemplos más.
“(…) en un sistema institucional como el nuestro delegamos la toma de decisiones,
delegamos el control de los recursos económicos, delegamos el uso de la violencia,
el monopolio de la fuerza en el Estado, lo mínimo que podemos hacer es
preservarnos el derecho de criticar a aquellos en los que hemos delegado todo.
Mucho de lo más importante de nuestras vidas está en manos de otros. Por eso es
que me parece importante reclamar el derecho a la protesta como un derecho
esencial. De allí que lo podamos llamar el “primer derecho”. (Roberto Gargarella).
3.2 FORMULACIÓN
3.3 DELIMITACIÓN
3.3.1 Espacial
3.3.2 Temporal
Cabe resaltar y se tendrán en cuenta los años 2018 y 2019, puesto que podemos
afirmar que fueron dos años en los cuales se desarrollaron varias manifestaciones
y protesta en cabeza del movimiento UNEES para la lucha contra la vulneración
de derechos por parte del estado en las cuales dicho derecho “protesta” fue
atropellado y no se le dio protección alguna por las entidades policiales del
municipio.
3.3.3 Conceptual
6.1 PARADIGMA
6.2 ENFOQUE
Histórico hermenéutico,
Se refiere a la búsqueda de la comprensión, el sentido y la significación de la acción
humana, en un contexto de las ciencias del espíritu. Para ello se fundamenta en la
descripción detallada de las cualidades de los fenómenos. Existen diversas causas
por las cuales se opta por la investigación cualitativa, la principal y más importante es
que brota de fenómenos cotidianos o experiencias personales que despiertan la
curiosidad de un investigador. (Agreda,2004)
6.3 MÉTODO
Fichas normativas
Fichas jurisprudenciales
Fichas bibliográficas
Fichas jurisprudenciales
Fichas bibliográficas
Libros archivos administrativos
Páginas web
Prensa y revistas
6.4.4 Entrevistas
Guía de entrevistas
Estadísticas
Diario de campo
Guía de observación
Cuaderno de notas
Ilustraciones y fotografías
Dispositivos mecánicos y audio visuales
7 CATEGORIZACIÓN
7.1 OBJETIVO 1
Normas
Constitucionales
Internacionales
Legales
Nacionales
Departamentales
Municipales
Jurisprudencia
Jurisprudencia Corte Constitucional
Jurisprudencia Corte Interamericana de Derechos Humanos
Jurisprudencia Consejo de Estado
Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia
7.2 OBJETIVO 2
Casos doctrinales
Investigaciones
Material Bibliográfico
Casos de la CIDH
Casos nacionales
Casos internacionales
Casos corte constitucional
Sentencias T
Sentencias SU
Casos Consejo de Estado
Sentencias falla en el servicio
Sentencias riesgo excepcional
7.3 OBJETIVO 3
Documentos
Actas de la Unes
Acuerdos de la Unes
Noticias
Nacionales
Departamentales
Municipales
8 MARCO TEÓRICO
Artículo 37. Derecho de reunión y manifestación. Toda parte del pueblo puede
reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de
manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho.
(Const.,1991, art.37)
Artículo 20. Libertad de opinión, prensa e información. Se garantiza a toda
persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar
y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de
comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el
derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.
(Const.,1991, art.20)
Artículo 38. Derecho de asociación. Se garantiza el derecho de libre asociación
para el desarrollo de las distintas actividades que las personas realizan en sociedad.
(Const.,1991, art.38)
Artículo 107. Fundación, organización, afiliación y desarrollo de partidos
políticos y movimientos políticos. Se garantiza a todos los ciudadanos el derecho a
fundar, organizar y desarrollar partidos y movimientos políticos, y la libertad de
afiliarse a ellos o de retirarse. En ningún caso se permitirá a los ciudadanos
pertenecer simultáneamente a más de un partido o movimiento políticos con
personería jurídica. Los partidos y movimientos políticos se organizarán
democráticamente. Para la toma de sus decisiones o la escogencia de sus
candidatos podrán celebrar consultas populares o internas que coincidan o no con las
elecciones a corporaciones públicas, de acuerdo con lo previsto en sus estatutos. En
el caso de las consultas populares se aplicarán las normas sobre financiación y
publicidad de campañas y acceso a los medios de comunicación del Estado, que
rigen para las elecciones ordinarias. Quien participe en las consultas de un partido o
movimiento político no podrá inscribirse por otro en el mismo proceso electoral
También se garantiza a las organizaciones sociales el derecho a manifestarse y
participar en eventos políticos. (Const.,1991, art.107)
8.2.4.1 Corte IDH. Caso Escher y otros Vs. Brasil. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de julio de 2009. Serie
C No. 2001. 169
El artículo 15 de la Convención Americana consagra el derecho de reunión pacífica
y sin armas. A su vez, la libertad de asociación, prevista en el artículo 16 del mismo
tratado presupone el derecho de reunión y se caracteriza por habilitar a las
personas para crear o participar en entidades u organizaciones con el objeto de
actuar colectivamente para la consecución de los más diversos fines, siempre y
cuando éstos sean legítimos. A diferencia de la libertad de asociación, el derecho
de reunión no implica necesariamente la creación o participación en una entidad u
organización, sino que puede manifestarse en una unión esporádica o congregación
para perseguir los más diversos fines mientras éstos sean pacíficos y conformes
con la Convención. Ante lo anterior, y considerando que los argumentos de las
partes en este caso versan principalmente sobre posibles restricciones injustificadas
del Estado a la libertad de asociación de los miembros de COANA y ADECON, la
Corte procederá a analizar exclusivamente si el Estado violó en perjuicio de las
víctimas el derecho consagrado en el artículo 16 de la Convención. (Corte
Interamericana de Derechos Humanos, 2009)
8.2.4.2 Corte IDH. Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco Vs.
México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de noviembre de 2018. Serie C No. 3712.
71. El derecho a protestar o manifestar inconformidad contra alguna acción o
decisión estatal está protegido por el derecho de reunión, consagrado en el artículo
15 de la Convención Americana. Si bien ni la Comisión ni los representantes
alegaron oportunamente la violación de este derecho, este Tribunal estima que, en
aplicación del principio iura novit curia, en el presente caso corresponde analizar el
uso de la fuerza también en este caso a la luz del derecho a reunión. El derecho
protegido por el artículo 15 de la Convención Americana “reconoce el derecho de
reunión pacífica y sin armas” y abarca tanto reuniones privadas como reuniones en
la vía pública, ya sean estáticas o con desplazamientos. La posibilidad de
manifestarse pública y pacíficamente es una de las maneras más accesibles de
ejercer el derecho a la libertad de expresión, por medio de la cual se puede
reclamar la protección de otros derechos. Por tanto, el derecho de reunión es un
derecho fundamental en una sociedad democrática y no debe ser interpretado
restrictivamente.
172. En el presente caso, el uso de la fuerza al cual se hizo referencia supra se dio
en el marco de unas manifestaciones o protestas iniciadas por la inconformidad de
algunos floricultores respecto a su reubicación, así como los reclamos del FPDT
[…]. La mayoría de las víctimas de este caso formaban parte de la manifestación en
la medida en que habían acudido intencionalmente a Texcoco o San Salvador de
Atenco a formar parte de ella, fuera para cubrir los eventos como periodistas, que
es el caso de Normá Aidé Jiménez Osorio y Suhelen Gabriela Cuevas Jaramillo;
para documentar los hechos como parte de sus estudios, lo cual fue el caso de
Bárbara Italia Méndez Moreno, Angélica Patricia Torres Linares y Claudia
Hernández Martínez, o para brindar asistencia de salud a los manifestantes heridos
como fue el caso de Mariana Selvas Gómez y Georgina Edith Rosales […]. La Corte
estima que, al formar parte de la manifestación, estas siete víctimas estaban
ejerciendo su derecho de reunión. Por tanto, analizará el uso de la fuerza ejercida
en su perjuicio a la luz del derecho consagrado en el artículo 15 de la Convención.
Al respecto, la Corte toma nota de lo indicado por el ex Relator de Naciones Unidas
sobre el derecho de reunión y asociación, según el cual “cuando la violación del
derecho a la libertad de reunión pacífica es un factor habilitante e incluso
determinante o una pre condición para la violación de otros derechos […], también
inevitablemente se ve afectado el derecho a la libertad de reunión pacífica y ello
merece ser reconocido”3. Además, como sucede con otros derechos con una
dimensión social, se resalta que la violación de los derechos de los participantes en
una reunión o asamblea por parte de las autoridades, “tienen graves efectos
inhibitorios [chilling effect] sobre futuras reuniones o asambleas”, en tanto las
personas pueden optar por abstenerse para protegerse de estos abusos, además
de ser contrario a la obligación del Estado de facilitar y crear entornos propicios
para que las personas pueden disfrutar efectivamente de su derecho de reunión.
173. En lo que respecta a la libertad de expresión, cuya violación fue alegada por
los representantes en su escrito de alegatos finales […], esta Corte estima que
ambos derechos (derecho de reunión y de expresión) están intrínsecamente
relacionados. Como se mencionó previamente, el ejercicio del derecho de reunión
es una forma de ejercer la libertad de expresión. Sin perjuicio de esto, la Corte
considera que cada uno de los derechos contenidos en la Convención tiene su
ámbito, sentido y alcance propios y deben ser interpretados y aplicados teniendo en
cuenta su especialidad. A juicio de este Tribunal, la violación del derecho de reunión
podría generar una afectación a la libertad de expresión. No obstante, para que se
configure una violación autónoma de la libertad de expresión, distinta al contenido
inherente del derecho de reunión, sería necesario demostrar que la misma fue
afectada más allá de la afectación intrínseca a la violación declarada del derecho de
reunión. En el presente caso, los hechos se relacionan con el uso de la fuerza para
impedir y dispersar una manifestación. No ha sido alegado por la Comisión ni por
los representantes alguna restricción específica de expresiones u opiniones de las
once mujeres, más allá de su derecho a estar presentes en la manifestación. Por
consiguiente, no corresponde un análisis o evaluación autónoma de la libertad de
expresión. (Corte Interamericana de Derechos Humanos, 2018)
8.2.4.3 Corte IDH. Caso López Lone y otros Vs. Honduras. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de octubre
de 2015. Serie C No. 3025.
164. Desde esta perspectiva, el derecho de defender la democracia, al que se hizo
alusión en un acápite precedente de esta Sentencia, constituye una específica
concretización del derecho a participar en los asuntos públicos y comprende a su
vez el ejercicio conjunto de otros derechos como la libertad de expresión y la
libertad de reunión, como pasará a explicarse a continuación.
167. De forma similar, el artículo 15 de la Convención Americana “reconoce el
derecho de reunión pacífica y sin armas”. Este derecho abarca tanto reuniones
privadas como reuniones en la vía pública, ya sean estáticas o con
desplazamientos. La posibilidad de manifestarse pública y pacíficamente es una de
las maneras más accesibles de ejercer el derecho a la libertad de expresión, por
medio de la cual se puede reclamar la protección de otros derechos. Por tanto, el
derecho de reunión es un derecho fundamental en una sociedad democrática y no
debe ser interpretado restrictivamente. Al respecto, el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos (en adelante el “Tribunal Europeo”) ha señalado que el derecho
de reunión es de tal importancia que una persona no puede ser sancionada, incluso
por una sanción disciplinaria menor, por la participación en una manifestación que
no había sido prohibida, siempre y cuando no cometa actos reprochables durante la
misma.
168. No obstante, de acuerdo a la propia Convención, el derecho a participar en
política, la libertad de expresión y el derecho de reunión no son derechos absolutos
y pueden estar sujetos a restricciones. Este Tribunal ha establecido en su
jurisprudencia que un derecho puede ser restringido siempre que las injerencias no
sean abusivas o arbitrarias, por ello, deben estar previstas en ley, perseguir un fin
legítimo y cumplir con los requisitos de idoneidad, necesidad y proporcionalidad.
169. Hasta el momento, la Corte no se ha pronunciado sobre el derecho a participar
en política, la libertad de expresión y el derecho de reunión de personas que ejercen
funciones jurisdiccionales, como en el presente caso. Al respecto, es importante
resaltar que la Convención Americana garantiza estos derechos a toda persona,
independientemente de cualquier otra consideración, por lo que no cabe
considerarla ni restringirla a una determinada profesión o grupo de personas. Sin
embargo, tal como se señaló anteriormente, tales derechos no son absolutos, por lo
que pueden ser objeto de restricciones compatibles con la Convención […]. Debido
a sus funciones en la administración de justicia, en condiciones normales del Estado
de Derecho, los jueces y juezas pueden estar sujetos a restricciones distintas y en
sentidos que no afectarían a otras personas, incluyendo a otros funcionarios
públicos. (Corte Interamericana de Derechos Humanos, 2015)
El movimiento de la constituyente
Tras el asesinato del aspirante a la presidencia Luis Carlos Galán, el 11 de marzo de
1990 los colombianos estaban convocados a votar para elegir sus representantes en
el Senado, Cámara, Asamblea Departamental, Concejo, Alcaldías y juntas
administradoras locales.
En total, seis papeletas. Pero faltaba una adicional, o eso consideraron un grupo de
estudiantes de universidades públicas y privadas que propusieron la inclusión de la
séptima con la leyenda “Voto por Colombia. Sí a una Asamblea Constituyente”.
Pretendían el planteamiento de una reforma constitucional que contemplara, por un
lado, los nuevos desafíos en derechos y aseguramiento dela paz en el país y, por
otro, la puesta en marcha de una democracia participativa.
Cuenta el columnista de El Espectador Óscar Alarcón que los periódicos publicaron la
papeleta entre sus páginas para que el ciudadano la recortara y la introdujera en la
urna. Así, la consulta logró el apoyo de unas dos millones de personas, aunque la
Registraduría no las reconoció como válidas.
Esta situación de apoyo masivo a la consulta provocó que elgobierno finalmente
legalizara esta papeleta por decreto y se facultara a la Organización Electoral para
contabilizar los votos que se depositaran en las elecciones presidenciales del 27 de
mayo de 1990. La victoria del Sí precipitó una nueva Constitución, la del 91 y el
derrocamiento de una Carta Magna que había quedado obsoleta. Revista
Semana.2017)
Resurrección estudiantil
Tras 20 años sin apenas injerencia, el movimiento estudiantil logró en 2011 desafiar a
un gobierno entero y parar una reforma, planteada por el presidente Juan Manuel
Santos y su ministra de Educación de ese entonces, María Fernanda Campo, para
reformar la Ley 30 que reglamenta la educación superior en Colombia.
Los puntos más controvertidos que se introdujeron y que provocaron la movilización
de los estudiantes fueron los siguientes: consolidar un modelo de universidades con
ánimo de lucro, permitir la entrada de capital externo en las instituciones oficiales y
autorizar que el gobierno destinara recursos públicos a las privadas.
Ante estas propuestas, los universitarios comenzaron a organizarse dando origen a la
Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane), responsable de las grandes marchas que
se convocaron para las siguientes semanas.
La primera fue la del 7 de abril que unió a estudiantes, profesores y sindicatos en
torno a varias demandas como mejores condiciones salariales para los docentes,
pensionados y empleados; mejoras en derechos laborales y sindicales y rechazo a la
reforma que se pretendía incluir en el Plan Nacional de Desarrollo 2010 - 2014.
El gobierno, desoyendo las proclamas de los jóvenes, decidió radicar el proyecto ante
el Congreso de la República, generando malestar entre la comunidad académica. 32
universidades públicas del país declararon un paro nacional indefinido hasta que
Santos reconsiderara su postura y formulara una nueva reforma con el beneplácito de
todos los sectores afectados.
Finalmente, el 11 de noviembre, el mandatario retiró la propuesta y los estudiantes
dieron por finalizada la huelga que los tenía apartados de las aulas de clase.(Revista
Semana.2017)
La generación de la paz
Después de la victoria del No en el plebiscito por la paz el 2 de octubre de 2016, la
incertidumbre política y las reacciones en contra del resultado se tomaron las redes
sociales, que se consolidaron como el nuevo escenario desde donde miles de
jóvenes y ciudadanos volcaron su descontento y su malestar.
Fue entonces cuando ungrupo de universitarios canalizó todo ese enfado y
frustración en torno al movimiento estudiantil que desde las movilizaciones de 2011
estaba aplacado y disperso. Con una clara vocación social y política, estudiantes de
universidades públicas y privadas de Bogotá, como la Nacional y los Andes,
convocaron multitudinarias marchas que lograron unir a más de 50.000 ciudadanos
en la Plaza de Bolívar bajo un mismo lema: “Queremos la paz”.
El éxito de este llamado estudiantil, promovido por jóvenes que soñaban con ser la
primera generación de colombianos que no viviría más el conflicto armado, precipitó
que los estudiantes de 30 universidades de todo el país se unieran a esta causa y
replicaran la iniciativa y las marchas en sus respectivas ciudades. Juntos elaboraron
un manifiesto con siete planteamientos, entre ellos, que las víctimas debían ser el
centro de los acuerdos, el cese del fuego se debía mantener y se debía acabar con la
polarización, las mentiras y la manipulación que entorpecían el proceso.
Lo más significativo de este movimiento de estudiantes es que logró unir a un gran
número de colombianos de diferentes procedencias, estratos socioeconómicos e
incluso inclinaciones políticas en torno a una demanda común, al margen de si en el
referendo habían votado por el Sí, por el No, eran abstencionistas o indecisos.
Fue el primer paso para trazar el camino hacia la reconciliación nacional y el
preámbulo de la implementación de los acuerdos de paz con los que se inauguró una
etapa histórica para Colombia: la del fin del conflicto armado. (Revista Semana, 2017)
Claro está que esto se hará dentro del territorio nariñense para ser más
exactos dentro del Municipio de Pasto en el marco de las protestas realizadas por
los estudiantes de la Universidad de Nariño y que muchas veces son convocadas
por el movimiento UNEES que ya se explicó con anterioridad cuál es su función y
su fin.
Una de las razones por las cuales el pueblo debe salir a marchar es por la
necesidad que tiene estos, de buscar defender los intereses colectivos de la
población como tal ahora bien, el estado lo que busca a través de la vulneración
del estado a través del uso de la fuerza es conseguir un orden que nos beneficia
todos y todas o en palabras del profesor de derecho constitucional de la
universidad de Central de Venezuela Gustavo Alberto Manzo Ugas en su
publicación “SOBRE EL DERECHO A LA PROTESTA “
Podríamos pensar en un método tradicional para restringirla, que es convencer al
pueblo de las bondades de determinada política o de una decisión específica
mediante herramientas menos ortodoxas, pero más sutiles, que brindan la psicología
social o la ciencia política, para manipular la voluntad de las masas y conseguir los
objetivos propuestos. Así, por ejemplo, vemos la aplicación del populismo, una
especie de extorsión sutil en la cual el pueblo recibe algo a cambio de su anuencia a
determinada decisión. La idea de Estado está condicionada a esta necesidad de
orden, pero cuando este decide sobre materias o toma decisiones con las cuales una
parte de la sociedad no está de acuerdo, la concepción que da origen al Estado
puede convertirse en el mayor obstáculo para el grupo social que no concuerda con
lo decidido. (Manzo, 2017).
En perspectiva a lo anterior, es recurrente cuando ocurren protestas encontrar
visiones entre gobernantes, policiales y ciudadanía que enarbolan la primacía del
derecho colectivo al individual y esgrimen que si un número determinado de personas
está protestando, no puede impedir el derecho a la movilidad, el trabajo, la salud y
otra serie de derechos que podrían ser obstaculizados por la realización en algún
momento de un bloqueo en la vía, y estimulan en perspectiva de esto, que se castiga
a los promotores de las protestas por las afectaciones a los derechos de otros y otras.
Esta visión, que transfiere el conflicto hacia los
ciudadanosypierdedevistaquesiunaprotestaquereivindiquederechoscomo la salud, la
educación, el trabajo, la vida, si bien la puedan ejercer un número inferior de
personas a los que inmediatamente pueden ser afectados, las demandas y
potenciales beneficiarios, son esas mismas personas, más otras
tantas,conloquelaprimacíadelderechocolectivosobreelindividualnoaplica a favor de
quien el derecho se le ve temporalmente interrumpido, sino de quienes ejercen el
derecho a la protesta, en representación de las mayorías. Con lo anterior se tiene que
aunque hay límites al derecho a la protesta, los límites deben entender el estado de
necesidad de quien lo ejerce y releer la significación de derechos colectivos versus
individuales a la hora de dirimir el conflicto de intereses. (Abitbol,2019).
Otra vez los estudiantes hicieron sentir su voz. Primero salieron a protesta, entre el
23 y 27 de septiembre, los de la Universidad Distrital para expresar su inconformidad
por la corrupción en su alma mater. Les siguieron los de la Javeriana, en la acera de
enfrente de la carrera Séptima, que denunciaron el exceso de fuerza del Esmad al
controlar los desmanes de los encapuchados, que afectó al Hospital San Ignacio.
Ambos hechos generaron una ola de indignación entre el estudiantado capitalino y
del resto del país, quienes convocaron una nueva marcha para el viernes 27 de
septiembre.
Como se ha vuelto costumbre, los reclamos y las marchas pacíficas convocadas
por los estudiantes pasaron a un segundo plano. Los relegó el accionar de grupos
radicales y violentos, cuyos miembros aprovechan el anonimato que les da la
capucha para cometer actos vandálicos y violentos. Como los del miércoles 25 de
septiembre, cuando encapuchados pintaron con aerosol un bus del SITP e intentaron
volcarlo en cercanías de la Universidad Pedagógica. Dos días después, varios
vándalos pretendieron incendiar con bombas molotov la sede del Icetex en el centro
de Bogotá. Por otra parte, estudiantes y profesores acusan al Esmad de excederse al
usar la fuerza y ocasionar una emergencia en el Hospital San Ignacio por los gases
lacrimógenos lanzados en inmediaciones de la Javeriana; herir a estudiantes, y
realizar detenciones injustificadas en contra de jóvenes y docentes que protestaban
de manera pacífica y con el rostro descubierto.
Según expertos en seguridad consultados por SEMANA, este tema no tiene que
ver con reglamentar la protesta social, sino con profesionalizar aún más la inteligencia
para identificar a los violentos y evitar los desmanes.
Los actos vandálicos cometidos por los encapuchados y los presuntos excesos
del Esmad encendieron de nuevo el debate. ¿Cómo garantizar el derecho a la
protesta? ¿Cómo evitar que las manifestaciones callejeras terminen en campos de
batalla entre supuestos estudiantes con la fuerza pública? ¿Cómo evitar que los
encapuchados afecten las protestas pacíficas? Y ¿cómo acabar con los excesos de
fuerza y reducir los daños colaterales del Esmad? En el debate hay acusaciones y
recriminaciones de parte y parte. Los alumnos acusan al Gobierno de reprimir y
estigmatizar la movilización social. Por su lado, agentes del Estado señalan que ellos
no coartan el derecho a protestar, que los desmanes provienen de los infiltrados de
grupos armados ilegales y que ellos responden con el Esmad para mantener el orden
y la seguridad ciudadana. (Revista Semana, 2019)
El supuesto generalmente aceptado con el que partimos es que el año 2011 marca
un giro en la trayectoria de la protesta estudiantil en Colombia. En el mes de marzo,
cuando el Gobierno Nacional presentó a la opinión pública la propuesta de reforma a
la Ley de Educación Superior (ley 30), los estudiantes de todo el país, convocados
por organizaciones estudiantiles a un encuentro nacional en Bogotá, deciden crear la
Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), organización representativa y unitaria que
recuerda los precedentes de la Federación de Estudiantes de Colombia (FEC) creada
tras las protestas que terminaron en la tragedia de 1954,1 la Federación de
Estudiantes Universitarios (FUN) de los sesenta y la Coordinadora Nacional de
Estudiantes Universitarios (CNEU) de comienzos de la década del 2000.
A lo largo de 2011, particularmente en el segundo semestre, la movilización
social estudiantil impulsada y liderada por la MANE demostró la potencial relevancia
política del Movimiento Estudiantil (en adelante ME) por su magnitud, amplitud,
convocatoria, 1 El 8 y 9 de junio resultan muertos varios estudiantes. Desde
entonces, dichas fechas se conmemoran anualmente como Día del Estudiante Caído
o Combativo. En algunas de esas conmemoraciones han resultado nuevos heridos y
muertos.
Hacia la historia del Movimiento Estudiantil en Colombia: elementos teórico-
metodológicos fundamentales duración, continuidad, innovación, impacto y eficacia,
planteando problemas e interrogantes por igual a los gobernantes y a los estudiosos
de lo social, particularmente a los politólogos, quienes, hasta ahora, poco se han
interesado en los movimientos sociales y menos aún en el ME.2 Adriana González,
investigadora del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia,
avizoraba con asombrosa claridad tales preguntas para la investigación social y
política en septiembre de 2010, recordando que el proceso renovador de la política
por parte del Movimiento Estudiantil –que en 2011 llegaría a un importante pico– no
era tan nuevo, sino un proceso histórico que venía de años atrás: De este modo,
entre anacronismos denunciados –en los discursos y en la acción-, miedos instalados
–en la memoria y en la experiencia cotidiana-, y un contexto de cambios en las
coordenadas de la acción colectiva , irrumpieron actores y formas inéditas de
actuación y se configuraron nuevos espacios, planteando desafíos políticos pero
también retos importantes a la investigación en materia de movimientos sociales y
acción colectiva (2010: 28). Mauricio Archila, uno de los estudiosos de los
movimientos sociales en Colombia, hablando propiamente sobre el ciclo de 2011,
corrobora la mencionada relevancia política y su carácter novedoso, de lo cual se
desprenden claramente las consecuencias para la investigación académica, pues
según él dicho ciclo puso de relieve la legitimidad de los movimientos sociales como
forma de hacer política. Si bien el ciclo de la lucha estudiantil en Colombia no ha
terminado, ya ha dejado algunas lecciones que es bueno resaltar: la renovación del
repertorio de protesta con acciones lúdicas y simbólicas, la combinación de las
acciones institucionales y no institucionales, la convergencia de estudiantes de
instituciones públicas y privadas así como de los de secundaria, la posibilidad de
acción unitaria por parte de diversas corrientes políticas juveniles y estudiantiles, la
participación de profesores y padres de familia; y, sobre todo, la capacidad de
convocar a la sociedad en su apoyo. Es cierto que el foco del conflicto es educativo,
pero a nuestro juicio, los estudiantes no lo abordan en forma particu2 Para una
excelente reseña de la campaña de protesta de 2011, construida por estudiantes.
En ese sentido ha sido una acción política renovadora en cuanto a la forma y el
contenido, que muestra la legitimidad de la protesta callejera como una manera de
producir cambios en la sociedad (2012: 95). El mismo autor concluye sobre este
punto: “Todavía es temprano para decir si 2011 será un año de quiebre en la historia
del Movimiento Estudiantil colombiano, pero sin duda será un año memorable”
(2012:96). Afirmación que nos lleva justo al centro de nuestra pesquisa puesto que,
en efecto, habría que preguntarnos: ¿cómo saber si 2011 es un año de quiebre en la
historia del ME cuando no existe su historia escrita de carácter completo y suficiente,
y por tanto no son claros los parámetros en que se fundamentaría un juicio sobre la
coyuntura reciente? (Yepes, D y Calle, V, 2014)
10 DISEÑO ADMINISTRATIVO
❖ computador.
❖ papelería.
❖ tabletas digitales.
❖ celulares.
10.3 PRESUPUESTO
10.4 CRONOGRAMA
REFERENCIAS
Monroy, C., Corredor, N., Rivera, J. & Castillo D. (s.f). Aportes del movimiento
estudiantil a los procesos de movilización social en Colombia. [Entrada de
blog]. Recuperado de https://cuadernots.utem.cl/articulos/aportes-del-
movimiento-estudiantil-los-procesos-de-movilizacion-social-en-colombia/