Monografía Evaluación y Diagnóstico de Niños
Monografía Evaluación y Diagnóstico de Niños
Monografía Evaluación y Diagnóstico de Niños
Rojas Peralta, Micaela Alesandra, Juárez López, Adriana Ximena, Saira Zevallos,
Tacna
Índice
Resumen......................................................................................................................... 4
Abstract .......................................................................................................................... 4
Introducción ................................................................................................................... 5
Capítulo I: Marco Teórico ............................................................................................. 6
1.1. Evaluación Psicológica ....................................................................................... 6
1.1.1. Definición Según Autores ............................................................................ 6
1.1.2. Objetivo........................................................................................................ 6
1.1.3. La Evaluación Psicológica Según Enfoques ................................................ 7
1.1.4. Modelos en Evaluación Psicológica .......................................................... 10
1.1.5. Importancia de la Evaluación Psicopatológica en Niños ........................... 10
1.1.6. Fases ........................................................................................................... 11
1.2. Diagnóstico Psicológico.................................................................................... 11
1.2.1. Definición según autores............................................................................ 11
1.2.2. Objetivo...................................................................................................... 12
1.2.3. Modelos teóricos según autores ................................................................. 12
1.2.4. Importancia ................................................................................................ 12
1.2.5. Dificultades en la realización del diagnóstico ........................................... 13
1.3. Relación Entre Evaluación y Diagnóstico ........................................................ 14
1.3.1. Fundamentos de la evaluación y diagnóstico............................................. 14
1.3.2. Consideraciones éticas ............................................................................... 15
1.3.3. Profesionales implicados ........................................................................... 16
1.4. Desarrollo Psicológico en Niños ....................................................................... 17
1.4.1. Etapas del Desarrollo Psicológico Infantil ................................................. 17
1.4.2. Áreas Principales ....................................................................................... 18
1.4.3. Habilidades Tempranas .............................................................................. 19
1.4.4. Etapas del Desarrollo del Lenguaje ........................................................... 20
1.4.5. Teoría de la Mente ..................................................................................... 21
1.4.6. Aprendizaje Escolar ................................................................................... 21
1.4.7 Desarrollo cognitivo.................................................................................... 22
1.5. Manifestaciones de Alteración Específicas del Desarrollo y del Aprendizaje en
la Niñez ................................................................................................................................ 23
1.6. El Contexto y la Naturaleza Reactiva de los Trastornos................................... 24
2.1. Exploración Psicopatológica en Niños ............................................................. 25
2.1.1. La Entrevista con el Niño y su Familia ...................................................... 25
2.1.2 La Hora del Juego ....................................................................................... 25
2.2 Trastornos más Comunes en los Niños .............................................................. 26
3
Resumen
Abstract
Introducción
Los trastornos mentales en los niños se verán manifestados en cambios serios en su forma
habitual de aprender, comportarse o manejar las emociones causando múltiples problemas en
sus actividades diarias que originan la angustia en los padres o cuidadores del niño, quienes
terminan llevando a los niños a consulta para que atraviesen por los procesos de evaluación y
diagnóstico.
1.1.2. Objetivo
De acuerdo con (Phares & Trull, 1999) Al concluir el tratamiento se hace una
evaluación total de la intervención (estado inicial – estado final), que deberá presentar:
diferencia progresiva entre etapas derivadas del empleo de técnicas específicas y una diferencia
significativa entre la evaluación diagnóstica inicial y final.
Se cree que las experiencias infantiles y las relaciones con los padres desempeñan un
papel importante en la formación de la personalidad.
Los psicólogos que utilizan esta perspectiva psicodinámica evalúan cómo los
individuos utilizan los mecanismos de defensa (como la represión, la negación o la proyección)
como mecanismos para gestionar y afrontar los conflictos y las emociones difíciles. Estos
mecanismos de defensa pueden proporcionar pistas sobre posibles áreas de conflicto.
La evaluación busca entender cómo la persona se relaciona consigo misma y con los
demás, fomentando la expresión genuina de pensamientos y sentimientos. En lugar de centrarse
exclusivamente en los resultados, la psicología Gestalt da importancia al proceso de evaluación
en sí. Los evaluadores prestan atención a cómo la persona se relaciona con el proceso de
evaluación, incluyendo cualquier resistencia o evitación.
10
1.1.6. Fases
Especificar la demanda y fijar objetivos sobre el caso. El primer objetivo que persigue
un psicólogo al iniciar una evaluación psicológica es el de la clarificación de la demanda. La
demanda puede ser planteada bien por el propio sujeto, bien por una tercera persona que se
convierte en el cliente de la evaluación. En ambos casos, existe una petición más o menos
precisa del sujeto/cliente que el evaluador debe clarificar formulando unos objetivos concretos.
Ricard Marí Mollá, (2001) “Un proceso de indagación científica, apoyado en una base
epistemológica y cuyo objeto lo constituye la totalidad de los sujetos (individuos o grupos) o
entidades (instituciones, organizaciones, programas, contextos familiares, socioambiental, etc.)
considerados desde su complejidad y abarcando la globalidad de su situación, e incluye
necesariamente en su proceso metodológico una intervención educativa de tipo perfectiva” (p.
201)
12
1.2.2. Objetivo
1.2.4. Importancia
Lo mismo sucede en las diferentes etapas de la vida, un adecuado diagnóstico nos ofrece
la posibilidad de que el profesional realice un buen plan terapéutico, esto para poder tratar los
distintos trastornos que se pueda obtener después de realizar la respectiva evaluación para
llegar a este correcto diagnóstico
1.2.5.1 Síntomas Vagos o Incoherentes. Los pacientes a veces presentan síntomas que
no son específicos de una enfermedad en particular, por lo que dificulta identificar el
diagnóstico exacto afectando el proceso de evaluación.
1.2.5.2. Sinceridad del Paciente. Es claro resaltar una de las dificultades más comunes
como la verdad, se podría presentar un evaluado que no sea sincero con las respuestas que
necesitamos para identificar un síntoma o signo específico, tomando en cuenta que mienta
sobre los síntomas o logre confundir sobre ellos centrándonos en una enfermedad que no está
presente.
1.2.5.3. Falta de Información Completa. Los evaluadores pueden evadir las preguntas
que nos darían síntomas concretos o simplemente no querrían proporcionar esa información
relevante, lo que dificulta el procedimiento de identificar los síntomas.
1.2.5.7. Error humano. Los errores de los profesionales, como la falta de atención en
las respuestas o movimientos del evaluado que serían importantes para la identificación o tener
una interpretación incorrecta de los síntomas que presenta, lo que pueden llevar a diagnósticos
erróneos.
Para contrarrestar las dificultades, los profesionales de la salud deben contar con una
formación sólida y la suficiente experiencia clínica que logren evitar diagnósticos erróneos.
Lograr utilizar un enfoque sistemático para lograr un diagnóstico exacto.
Los fundamentos específicos para poder lograr una evaluación y diagnóstico apropiado
en el ámbito de la salud, estos son esenciales para poder proporcionar información precisa que
favorece a poder hallar los síntomas o signos específicos de una enfermedad. Una evaluación
y diagnóstico preciso es fundamental para proporcionar un tratamiento y mejorar la calidad de
vida del paciente.
1.3.1.6. Aplicación de pruebas. Las pruebas que se aplican luego de identificar las
hipótesis diagnósticas son para poder confirmarlas y llegar a un diagnóstico.
1.3.2.3. Respeto a la autonomía del paciente. Los pacientes tienen el derecho de tomar
decisiones informadas sobre su atención médica. Los médicos deben respetar las decisiones del
paciente, incluso si difieren de su recomendación, a menos que existan razones éticas y legales
para intervenir.
1.3.2.4. No discriminación. Los médicos deben tratar a todos los pacientes de manera
justa y sin discriminación por motivos de género, raza, religión, orientación sexual,
discapacidad u otros factores. Deben brindar atención equitativa y de calidad a todos los
pacientes.
médica. Esto puede incluir la revisión por pares y la participación en programas de educación
médica continua.
1.3.2.8. Respeto a la dignidad del paciente. Los médicos deben tratar a los pacientes
con respeto y dignidad en todo momento. Deben ser sensibles a las necesidades emocionales y
culturales de los pacientes y evitar cualquier forma de trato deshumanizado.
Médicos generales o de atención primaria. Los médicos suelen ser el primer punto de
contacto del paciente. Realizan una evaluación inicial, toman un historial médico, realizan un
examen físico y pueden hacer un diagnóstico inicial.
Enfermeros. Los enfermeros pueden ayudar a recopilar datos de los pacientes, realizar
exámenes físicos, administrar pruebas y brindar información importante al equipo médico.
Patólogos del habla y del lenguaje. Evalúan y diagnostican trastornos del habla, como
tartamudez o afasia, y desarrollan terapias de rehabilitación.
Se podrán establecer las etapas del desarrollo por los estudios realizados del
psicoanalista Erik Erikson, tomando en cuenta su estudio se logrará distinguir 8 etapas de la
vida en una persona en el aspecto social y emocional; esto a lo largo de su vida desde que nace
hasta que se convierte en anciano.
1.4.1.1. Etapa prenatal- Confianza vs. Desconfianza (Concepción hasta los 2 años).
En esta etapa es necesaria y fundamental la presencia de los padres, ya que el niño deberá tener
una buena nutrición, higiene y otras necesidades específicas que se presente en el proceso de
esta etapa. Se presentarán necesidades básicas como ofrecer amor para cuando el niño crezca
se sienta querido por sus padres, con el fin de ganar confianza en sí mismo de esta manera el
menor podrá dar amor a otras personas.
1.4.1.2. Infancia- Autonomía vs. Vergüenza (de 1-2 años a 3-4 años). El niño que
recibe la atención adecuada de los padres en esta etapa gana control de sí mismo y se siente
orgulloso de sus pequeños logros en lugar de alarmarse por ellos, es fundamental ofrecer
alternativas en el proceso de aprendizaje del niño que logren incitar a que pueda desarrollar su
propio carácter y voluntad.
1.4.1.3. Niñez- Iniciativa vs. Culpa (3 a 5 años). Sus primeras interacciones serán
para hacer amigos y desarrollar sus habilidades sociales, lograr comprender cómo se comportan
los demás tomando en cuenta sus habilidades sociales, lo que ayudará a otros a comprender
cómo se comporta. En este escenario, la curiosidad convive para aprender y comprender cosas
nuevas coexiste con la creatividad. Si los padres reaccionan negativamente a sus actividades y
hacen múltiples preguntas curiosas que no son respondidas ocasiona en los niños un
sentimiento de culpabilidad.
1.4.1.4. Adolescencia- Identidad vs. Confusión (13 a 20 años). En esta etapa el joven
empieza a vestirse y peinarse para poder definir su estilo propio, si las otras etapas fueron
superadas el menor lograra identificarse como un individuo, formando nuevas relaciones
interpersonales y conociendo nuevas fases de su vida y el cambio físico. Además, se presenta
la posible confusión de identidad, asimismo etapas de vandalismo y rebeldía, es natural que
muchos de los adolescentes pasen por esta etapa para poder conocerse como persona.
1.4.1.4. Etapa Adulta Temprana- Intimidad vs. Soledad (20 a 40 años). La forma
en que un individuo interactúa con las personas es diferente porque comienza a priorizar las
relaciones que son más íntimas y requieren un compromiso mutuo, lo que crea una sensación
de seguridad, compañerismo y confianza en él.
Sin embargo, si uno evita este tipo de intimidación, pueden comenzar a sentirse solos o
aislados hasta el punto de que puede aparecer la depresión en la persona.
18
Pasando por el proceso de aceptación es en esta etapa donde se acepta el fin de la vida.
Los niños se desarrollan más rápidamente en los primeros 5 años que en cualquier otra
etapa del desarrollo. El desarrollo infantil es un término que muestra cómo los niños aumentan
su capacidad para hacer cosas que son más difíciles. A medida que los niños crecen, aprenderán
y dominarán habilidades como hablar, saltar y atarse los zapatos. También aprenderán a
gestionar sus emociones y a formar amistades y conexiones con los demás.
1.4.2.1. Habilidades. Según las áreas principales encontramos las siguientes
habilidades:
Desarrollo Social y Emocional. Ésta es la capacidad del niño para formar relaciones.
Esto incluye ayudarse a sí mismos y gestionar sus emociones. - A las seis semanas el bebé
sonríe. A los 10 meses, un bebé hace gestos para saludar y despedirse. A los cinco años sabía
turnarse en los juegos escolares.
Desarrollo del Habla y el Lenguaje. Se trata de la capacidad del niño para comprender
y utilizar el lenguaje. También incluye el uso del lenguaje corporal y gestos para comunicarse.
- Un bebé de 12 meses está a punto de decir sus primeras palabras. Un niño de dos años puede
nombrar diferentes partes de su cuerpo. Un niño de cinco años puede contar una historia
complicada.
Desarrollar habilidades motoras finas: Es la capacidad del niño para utilizar músculos
pequeños, especialmente las manos y los dedos. Los bebés mayores de 9 meses cogerán objetos
con los dedos y el pulgar. Un niño de tres años podrá tener la capacidad de encender un
televisor, comer solo, etc.
Desarrollar habilidades motoras gruesas: Es la capacidad del niño para utilizar sus
músculos grandes para sentarse, pararse, caminar o correr. Esto incluye mantener el equilibrio
y cambiar de postura. Los bebés de seis meses aprenden a sentarse con poco apoyo. Los bebés
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de 12 meses aprenden a ponerse de pie agarrándose de los muebles. Un niño de cinco años está
aprendiendo a saltar. Los niños aprenden habilidades de desarrollo con el tiempo.
Las habilidades que se consideran fundamentales en el desarrollo del niño son aquellas
que logran reflejar la identidad y personalidad del niño. Esto le permitirá funcionar de manera
efectiva aumentando la confianza en sí mismo y lograr establecer relaciones interpersonales
con el mundo que lo rodea, de igual forma lograrán enfrentar procesos de tristeza y desafíos a
lo largo de su vida. Estas habilidades se adquieren a través de la experiencia, la educación y la
interacción con su entorno.
Independencia. Las habilidades les permiten a los niños volverse más independientes.
A medida que adquieren habilidades prácticas, como vestirse, lavarse las manos o preparar
alimentos simples, pueden hacer más cosas por sí mismas sin depender completamente de los
adultos.
El desarrollo del lenguaje se presenta desde los primeros tres años de vida, cuando el
cerebro inicia el proceso de desarrollo y maduración, es el proceso el cual se empiezan a
adquirir las habilidades del habla y lenguaje. Él bebe muestra los primeros signos de
comunicación cuando se empieza a dar cuenta que con el llanto puede obtener alimentos,
consuelo y compañía. Logrará reconocer los sonidos esenciales de su entorno, de igual forma
a diferenciar la voz de su madre o de la persona que lo cuida. A medida que crecen los bebés
empiezan a distinguir los sonidos del habla como palabras u oraciones y la palabra de su idioma
distintivo, reconocen los sonidos fundamentales de la lengua de su madre cuando tienen 6
meses. Estas etapas se clasifican en:
De 0-3 meses. Es aquí donde se muestra la sensibilidad por los sonidos fuertes o suaves
ante el ruido, se manifestará el llanto para obtener beneficios, aunque no tendrá la capacidad
de utilizar palabras, será capaz de comunicarse con sonidos o gestos.
De 4-7 meses. Él bebe será capaz de expresar sus estados de ánimo, mostrará una
predisposición a emitir sonidos vocales dependiendo a la emoción que resalte más en él, de
igual forma tendrá la capacidad de atención mejora considerablemente a su entorno.
De 8-12 meses. Será capaz de pronunciar sílabas con mayor dificultad y tendrá una
clara intención de comunicarse con las personas de su alrededor. Además, tendrá la capacidad
de reaccionar al escuchar su nombre, en esta subfase se presenta el juego de protoimperativas,
donde comenzará a señalar los objetos que desea entre otras cosas.
1.4.4.2. Fase Holofrásica. Esta fase se caracteriza por los holofrases, que se
caracterizan por palabras aisladas a modo de enunciados, tomando en cuenta la necesidad que
tiene el objeto para él bebe. Los enunciados deberán estar sujetos al contexto la situación en la
que se encuentre se tratará de una intención por su parte de hacernos saber la intención con
dicho objeto. Esto con el tiempo se convertirá en frases completas, los holofrases son el
comienzo que constituye un lenguaje más complejo del niño, es por ello que a partir de esta
fase la formación del lenguaje es más rápida, dando paso a la combinación de palabras.
1.4.4.3. Fase de combinación. Esta fase se ve reflejada cuando él bebe tiene dos años
de edad donde comienza a utilizar las frases combinadas para comunicarse, de igual forma el
vocabulario del niño es más amplio que el de las fases anteriores, es lo que permitirá unir
palabras formando oraciones. Las palabras anteriormente aisladas se combinarán para construir
frases que cuenten con sujeto y predicado, por otro lado, se emitirán palabras que tengan menor
importancia en las frases o que no sean significativas para el niño, de igual forma los verbos
aparecen en el habla.
Esta fase se denomina “habla telegráfica” empezará específicamente entre los dos y tres
años, se empiezan a manifestar las intenciones del enunciado donde los niños comienzan a
formular preguntas o frases con intención exclamativa, entre otras.
21
1.4.4.4. Fase avanzada. La última fase se caracteriza por la comunicación fluida del
menor, el habla se asemeja notablemente al dirigirse a una persona en específica. Esto se trata
del proceso paulatino que culminará con la perfección del lenguaje, la capacidad de
comprensión predomina sobre la expresión del contexto, es decir el niño será capaz de
comprender enunciados que no puedan emitir. Asimismo, muestran especial interés en el
mundo que los rodea. Realizan constantes preguntas sobre su entorno con el fin de descubrir y
conocer.
Esta teoría se caracteriza por ser la capacidad cognitiva crucial que permitirá a la
persona poder comprender y lograr atribuir estados mentales a sí mismo y a los demás
influenciado por el contexto en el cual se encuentra. Esta habilidad es fundamental para
socializar, otorgando una comunicación efectiva y su desarrollo es importante para fortalecer
el desarrollo humano, ayudará a la fluidez de interacciones sociales significativas de la persona.
Se podrá distinguir tres etapas.
1.4.5.2. Niñez Temprana: En la niñez temprana se podrá apreciar que los niños tendrán
mayor comprensión y entenderán la teoría de la mente, ya que podrán participar en juegos
simulados, como los juegos de roles o los juegos de su entorno social. Empezaran a entender
que no todas las personas piensan igual, tendrán secretos o pensamientos privados.
1.4.5.3. Niñez Media y Tardía: A medida que los niños avanzan hacia la niñez media
y tardía, su capacidad para comprender los estados mentales se vuelve más compleja. Pueden
comprender y predecir comportamientos basados en creencias y preferencias complejas.
También desarrollan la capacidad de comprender y apreciar el sarcasmo, el sarcasmo y otras
formas de comunicación no verbal.
El aprendizaje escolar es una parte fundamental del desarrollo psicológico de los niños
y adolescentes. Durante su paso por la escuela, los estudiantes no solo adquieren conocimientos
académicos, sino que también desarrollan habilidades cognitivas, emocionales y sociales que
influyen en su crecimiento y éxito en la vida. Aquí se describen algunos aspectos clave del
desarrollo psicológico relacionado con el aprendizaje escolar:
Según el estudio de Jean Piaget, propuso una teoría del desarrollo cognitivo que se
divide en cuatro etapas principales. Estas etapas representan los cambios en la forma en que
los niños piensan y comprenden el mundo a medida que crecen. Las etapas del desarrollo
infantil según Piaget son las siguientes:
1.4.7.1. Etapa Sensoriomotora (0-2 años). Durante esta etapa, los niños exploran el
mundo a través de sus sentidos y acciones físicas. Aprenden a coordinar sus movimientos y
desarrollan la noción de permanencia del objeto, que es la comprensión de que los objetos
continúan existiendo incluso cuando no están a la vista.
1.4.7.2. Etapa Preoperacional (2-7 años). En esta etapa, los niños comienzan a
desarrollar habilidades de lenguaje y representación simbólica, como el uso de palabras y
juegos de imitación. Sin embargo, su pensamiento todavía es egocéntrico, lo que significa que
tienen dificultades para ver las cosas desde la perspectiva de los demás. También pueden ser
influenciados fácilmente por la apariencia superficial de las cosas.
1.4.7.3. Etapa de las Operaciones Concretas (7-11 años). Durante esta etapa, los
niños adquirieron la capacidad de pensar de manera más lógica y concreta. Pueden resolver
problemas que implican objetos tangibles y comprenden conceptos como la conservación (por
23
ejemplo, que la cantidad de líquido en un vaso no cambia cuando se vierte en otro vaso).
También desarrolla habilidades de clasificación y seriación.
1.4.7.4. Etapa de las Operaciones Formales (11 años en adelante). En esta etapa,
que abarca la adolescencia y la adultez, los individuos adquieren la capacidad de razonar de
manera abstracta y lógica. Pueden pensar en hipótesis, considerar diferentes puntos de vista y
resolver problemas complejos de manera sistemática. También desarrolla la capacidad de
planificar a largo plazo y pensar en términos de conceptos abstractos como la moralidad y la
política.
Por otro lado, muchas manifestaciones emocionales y conductuales, tales como los
miedos, la depresión, la ansiedad, la agresividad o el negativismo, pueden variar marcadamente
a través de diferentes edades en la infancia y la adolescencia, y deben ser considerados
clínicamente o no, de acuerdo al tipo de estresores psicosociales que los provocan.
Además, las experiencias de un niño, que han sido aprendidas a lo largo de su vida,
tienen un papel fundamental en cómo el niño ve y entiende su entorno y en las estrategias que
utiliza para enfrentarlo y reaccionar de manera adecuada. Esto también afecta la forma en que
el niño aprende a comportarse, expresar emociones, relacionarse y pensar, pudiendo adoptar
24
Comprender los cambios que son considerados parte del desarrollo normal en niños es
esencial para identificar adecuadamente los aprendizajes adecuados para su edad, incluso si
estos pueden resultar problemáticos en una etapa diferente. Las diferencias en el desarrollo de
los niños afectan la manera en que se expresan los problemas que puedan tener, no solo en
términos físicos, sino también en cambios cognitivos, emocionales y conductuales relacionados
con el aprendizaje. Además, las experiencias y las interacciones con el entorno pueden influir
en la aparición, duración y gravedad de los problemas, lo que hace que los trastornos en la
infancia sean distintos de los trastornos en adultos y requieran una clasificación diferente. Por
lo tanto, aunque algunos síntomas puedan parecer similares, no debemos considerar los
problemas psicológicos en niños como una continuación directa de los problemas en adultos.
(Davison, Neale, & Hindman, 710)
Por otro lado, las dificultades en el aprendizaje son específicas en lugar de ser generales.
Estas dificultades afectan los procesos básicos de la educación de una manera que puede afectar
la vida del individuo, especialmente en situaciones donde debe aplicar lo que ha aprendido.
Estas dificultades también pueden alterar la rutina diaria del individuo y tienen su origen en
daños cerebrales, que pueden variar en gravedad y origen. Estos daños cerebrales pueden
ocurrir durante la gestación, en la etapa de desarrollo o incluso después de que el proceso de
aprendizaje esté en pleno funcionamiento. (Ríos & López, 2017)
Los terapeutas familiares han señalado que no considerar los aspectos relacionados con
la estructura y las dinámicas familiares al evaluar problemas puede llevar a un diagnóstico poco
preciso del niño como paciente. Este argumento se vuelve especialmente importante en
situaciones en las que los cambios en la estructura familiar afectan al niño y dan lugar a
problemas en su comportamiento. También es relevante cuando el niño se ve afectado por las
tensiones en la relación conyugal de sus padres y se convierte en el punto focal de esas
interacciones problemáticas. (Rapoport & Ismond, 2014)
25
Se busca evaluar si existe una percepción coherente de uno mismo a lo largo del tiempo
y en diferentes situaciones, así como una comprensión unificada de las personas significativas
en la vida del paciente. Esto implica medir el grado de diferenciación e integración entre la
imagen que la persona tiene de sí misma y la que tiene de los demás. Un sentido de uno mismo
que esté bien integrado y claramente distinguible de los demás implica el reconocimiento de
tanto las limitaciones como las cualidades propias y de los demás. La ausencia de esta
integración se manifiesta de diversas maneras, como la dificultad para manejar la ansiedad, la
incapacidad para controlar impulsos, la confusión en los límites del propio yo, entre otros
síntomas. Cuando la línea que separa a uno mismo de los demás se desdibuja o se desvanece,
esto indica problemas en el proceso de separación e individuación. (Ortiz Soto, Duelo Marcos,
& Escribano Ceruelo, 2011)
suelen estar más afectados. La comorbilidad también varía en función de la etapa de inicio;
durante la prepubertad, existe una mayor tendencia a presentar formas familiares de
comorbilidad, como compulsiones de orden, presencia de tics y el trastorno de Gilles de la
Tourette, mientras que, en el inicio durante la pubertad, se destacan más las alteraciones en el
ámbito afectivo. (Geller, 2001)
Por otro lado, Salcedo et.al. (2011) resalta que a diferencia de los adolescentes los niños
pueden presentar compulsiones sin la percepción de un componente mental; es decir, pueden
no acompañarse de obsesiones, lo cual es explicable por la variabilidad en el momento de
desarrollo de la capacidad cognitiva, que no les permite a los infantes reconocer sus obsesiones
como ideas recurrentes y que les causan malestar, o porque el contenido de estas les causa
temor. Los niños que presentan compulsiones elaboran a menudo una gran variedad de reglas
precisas en cuanto a la cronología, el orden, la duración o el número de repeticiones de sus
actos.
Para la evaluación es crucial recopilar todos los detalles de la historia clínica del
paciente, incluyendo sus síntomas obsesivo-compulsivos actuales y previos, así como cualquier
comorbilidad tanto psiquiátrica como no psiquiátrica. También es importante investigar la
historia familiar, incluyendo posibles antecedentes de TOC entre los padres y otros miembros
de la familia. Para obtener una imagen completa, se pueden obtener informes de profesores
sobre el rendimiento académico y el funcionamiento en otras áreas. Además, es esencial educar
a los familiares y maestros sobre los síntomas del TOC. Si la respuesta de la familia ante el
problema del paciente es negativa o de rechazo, esto puede ocasionar retrasos en la evaluación
y el tratamiento. Los padres a veces postergan el tratamiento debido a la falsa esperanza de que
los síntomas desaparecerán, ya que es difícil reconocer que su hijo está enfermo y ha perdido
el control de sus acciones y pensamientos. En muchos casos, los propios padres participan en
los rituales del niño, lo que contribuye a una adaptación negativa a los síntomas. (Piacientini
& Bergman, 2000)
Es importante señalar que, los niños experimentan vergüenza por sus síntomas y pueden
no mostrar un deterioro notable. Tienen miedo de que sus síntomas sean extraños o "anormales"
y tienden a describir sus problemas de manera más efectiva a los médicos que adoptan un
enfoque comprensivo, evitando confrontaciones y respetando la privacidad. Es fundamental
tener en cuenta que lleva tiempo que el niño revele completamente sus temores, obsesiones y
compulsiones. La relación entre el psiquiatra y el paciente es de suma importancia por varias
razones. En primer lugar, la mayoría de los niños y adolescentes con TOC son ansiosos y
reservados, especialmente en lo que respecta al tratamiento y sus síntomas. La relación con el
psiquiatra puede aliviar la ansiedad de manera que promueva la comunicación y la aceptación
del tratamiento. En segundo lugar, muchos pacientes optan por no mencionar sus pensamientos
y rituales debido a la culpa, o debido al contenido a menudo sexual, blasfemo o escatológico,
especialmente en el caso de los adolescentes. En tercer lugar, dado que el tratamiento no
siempre es completamente efectivo, es común que los pacientes tengan un curso crónico, por
lo que la relación médico-paciente debe ser sólida y capaz de perdurar durante varios años.
(Vargas Álvarez, 2008)
2.2.2 Ansiedad
Los niños con TDAH a menudo experimentan una serie de desafíos adicionales en su
vida. Pueden manifestar síntomas de baja autoestima, depresión y ansiedad debido a las
dificultades que enfrentan para adaptarse a las demandas del entorno, especialmente en la
escuela. El contexto escolar, que requiere un alto nivel de autorregulación y habilidades de
atención, puede ser especialmente problemático para estos niños, ya que les resulta difícil
permanecer quietos, prestar atención durante largos períodos de tiempo y planificar y organizar
sus actividades. Esto puede llevar a problemas de conducta en el ámbito escolar, ya que luchan
por cumplir con las expectativas académicas y comportamentales. (Gollart & Ribés, 2020)
Rusca y Cortez (2020) Mencionan que existe gran variedad de herramientas para
evaluar la presencia del TDAH. Las principales vías son las entrevistas, las escalas informadas
por padres, maestros y el propio niño y las observaciones directas. No obstante, los resultados
29
de las pruebas nos dan, junto con los mencionados anteriormente, una valoración global de qué
potencialidades y qué debilidades presenta el niño. Las principales áreas de evaluación según
Morales (2015) son las siguientes:
• "Escalas de Conners"
• Inventario de Comportamiento Preescolar (IDC-PRE)
Cuestionarios
Pruebas Proyectivas
(suma de las interferencias independientemente de las respuestas “sí”). Por sus características,
uno de sus usos ha sido el estudio epidemiológico de población infantil general. (Sánchez et
al., 2016)
2.3.3. Ansiedad
2.3.3.3. Escala de Ansiedad para Niños de Spence (SCAS). Mide los trastornos de
ansiedad en la niñez y en la adolescencia y ha generado mucha investigación. formada por 38
ítems que evalúan síntomas de ansiedad frecuentes en niños. Consta de 6 subescalas: Ataques
de pánico/agorafobia, Ansiedad de separación, Fobia social, Miedos,
Obsesiones/Compulsiones y Ansiedad generalizada. (Hernández-Guzmán et al., 2011)
2.3.4. Depresión
2.3.4.3. Cuestionario de Depresión para Niños CDS. El CDS permite realizar una
evaluación global y específica de la depresión en los niños, atendiendo a múltiples indicadores
que permiten captar la heterogeneidad de las manifestaciones depresivas en niños, se toma en
cuenta en los ítems tanto el carácter depresivo como el positivo. Su aplicación está indicada en
todos aquellos casos en que se sospeche la presencia de sintomatología depresiva en niños o
adolescentes. Se puede aplicar a niños de 8 años en adelante, es decir, a aquellos que sean
capaces de comprender el contenido de los elementos. (Lang & Thiser, 2016)
32
2.3.4.4. Inventario de Depresión Infantil CDI. Dentro del cuestionario se evalúa dos
dimensiones la disforia (humor depresivo, tristeza, preocupación, etc.) y Autoestima negativa
(juicios de ineficacia, fealdad, maldad, etc.), ambas proporcionan una puntuación total de
depresión. El cuestionario puede ser contestado directamente por los niños evaluados, como
autoinforme, o pueden contestar adultos de referencia como el padre, la madre, profesores,
enfermeras o cuidadores. Cuando se aplica este último procedimiento los ítems deben leerse
en tercera persona. (Betancur, 2019)
El desarrollo de los test proyectivos comenzó con L.K. Frank. Este creó la expresión
“Métodos proyectivos” para designar las pruebas psicológicas que implican la presentación de
una situación estímulo que pueda ser respondida de muchas maneras y que precipita en el sujeto
características de su personalidad.
2.3.4.2. Test de Árbol. Los dibujos se hacen con lápiz, en hojas a lo largo, y se permite
usar goma de borrar. El examinador debe observar la manera de trabajar del sujeto y tomar nota
del tiempo que demora. Con este dibujo se puede apreciar la personalidad del niño y cómo
percibe su entorno.
2.3.4.3. Test de la Familia. Se puede reflejar el desarrollo mental del niño apreciando
las dificultades de adaptación del niño al medio o de conflictos familiares. Se analizan tres
niveles de interpretación: nivel gráfico, nivel de las estructuras formales y nivel de contenido;
y las distintas modalidades de expresión de los conflictos infantiles mediante reacciones
agresivas y depresivas, rivalidad edípica y mecanismos de defensa.
2.3.4.4. Test de la Persona Bajo la Lluvia. Esta prueba tiene como objeto el análisis
e interpretación de la figura humana bajo una situación de estrés (la lluvia). Nos permite
adentrarnos en los conflictos generados por las instancias psíquicas, la operativa de los
mecanismos de defensa operados bajo la operatividad del Yo, y, por tanto, el acceso a la
estructura de personalidad del niño. Pretende evaluar situaciones traumáticas (separación de
los padres, maltrato, abuso sexual, situación de padres con trastornos mentales)
2.3.4.6. Pata Negra (PN). Está compuesto por una serie de láminas que contienen
escenas claramente definidas en su estructuración pictórica que representan distintas
situaciones conflictivas correspondientes al desarrollo psicológico de niños de 6 a 12 años.
El Material consta de tres tipos de láminas: una lámina llamada “Frontispicio”; 16 láminas que
muestran las aventuras del cerdito PN, y una lámina final llamada “Hada”.
Este test proporciona el análisis de las tendencias, de la estructura del Yo, permitiéndonos hacer
una interpretación sobre los conflictos y la manera de cómo estos se resuelven.
2.4.1.1. Normalidad Ideal. Se considera normal todo aquello que cumple con un cierto
modelo que el hombre valora y se puede entender en la sociedad. Sería un estado convencional
de perfección al que se debe aspirar.
2.4.1.2. Normalidad como Proceso. El individuo normal debe ser capaz de manejar
los distintos períodos de su vida acorde a lo esperable para la etapa del ciclo vital que atraviesa.
2.4.2.1. Criterio Estadístico. Postula que un niño es normal cuando sus conductas
corresponden a las más frecuentes en los niños de su misma edad.
2.4.2.2. Criterio Social. Postula que la conducta de un niño es normal si los adultos de
la sociedad a la que pertenece le consideran normal a un niño de esa edad.
2.4.2.3. Criterio Adaptativo. Postula que son sanos los niños socialmente bien
adaptados. La adaptación viene a suponer que el niño se siente bien la mayor parte del tiempo
al momento de interactuar con las personas
2.4.3.2. Aceptación de la Autoridad: Un niño debe ser capaz de aceptar las reglas y
de las consecuencias del incumplimiento de dichas reglas. En los extremos patológicos son el
sometimiento y la indisciplina excesiva, quedarían fuera de los estándares normales.
2.4.3.3. Convivir con los Compañeros: El niño normal sabe desenvolverse con los
niños de su edad sin dejar de ser el mismo, es capaz de lograr la pertenencia a un grupo y saber
relacionarse con los demás miembros cumpliendo las reglas, dando y recibiendo comprensión.
En esta área de competencia, los extremos patológicos serían la excesiva sumisión y la
violencia desproporcionada contra los demás.
Según Schroeder y Gordon (como se citó en Peredo, 2000) los factores involucrados
que intervienen entre sí son una consideración importante de la evaluación donde se señala la
fortaleza o vulnerabilidad del niño, es decir la resistencia o la incapacidad de resistencia ante
un fenómeno amenazante.
2.5.1.2. Características del Ambiente Familiar. El niño vive con ambos padres,
cohesión familiar, pautas de crianza consistentes, recursos financieros/materiales suficientes,
empleo estable, cuidado adecuado de los hijos.
2.5.2.2. Características del Ambiente Familiar. El niño vive sólo con el padre o
madre, conflictos maritales y familiares, desacuerdos sobre la crianza, estado de pobreza
crónica, cuidado deficiente de los hijos.
Muchas veces los problemas psicológicos son difíciles de tratar, partiendo del hecho
que los niños llegan a consulta psicológica por un problema identificado por otras personas.
“Esto significa que los niños no son pacientes voluntarios” (Peredo, 2000), por tanto, no son
conscientes del problema y de las consecuencias que este puede generar.
Por lo general cuando el paciente objetivo es un niño, son los padres, educadores, hasta
incluso otros profesionales quienes brindan información relevante al profesional de la salud
mental. Sin embargo, es común que la información que brindan sea lo más parecido a una
queja, ya que son personas que pueden tener problemas de salud mental y que esto a su vez
este alterando de manera negativa la percepción que tienen del niño (Lempp, de Lange,
Radeloff y Bachmann., 2018). En base a lo antes mencionado el psicólogo clínico tiene el deber
de evaluar a la par al niño, a fin de corroborar lo manifestado por los informantes y así distinguir
los bajos niveles de tolerancia en situaciones complicadas, de la realidad.
Rapaport e Ismond (como se citó en Peredo, 2000) refieren que la comunicación con
un niño es compleja, por lo mismo que es limitada por su edad, desarrollo del lenguaje y
habilidad conceptual. Es por ello que resulta complejo evaluar la expresión de emociones,
estado de ánimo, esquemas afectivos. Asimismo, el reporte de inquietud motora al ser parte del
proceso resulta complejo y se tienen que tener en consideración el tipo y fuente de información,
siendo el niño fundamental en el proceso de evaluación según sea en su ámbito de expresión
de manifestaciones clínicas.
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Un adecuado diagnóstico es saber con certeza qué es lo que padece el niño y cómo se
manifiesta en sus actividades. Asimismo, como estas mismas actividades se ven afectadas, todo
ello con el fin de que el tratamiento psicológico elegido tenga resultados óptimos para la salud
del paciente. Por ello durante la evaluación se deben recoger todas las dificultades, déficits
como las capacidades, aptitudes y potencialidades del niño y la familia.
Ante lo antes mencionado se requiere que se consideren todos los trastornos que
comparten síntomas similares para luego excluirse algunos de ellos.
lazos. Todas estas habilidades esenciales permitirán que el diagnóstico sea real y a favor del
niño.
Como primer punto es necesario que se establezca una buena relación con el niño que
se evalúe, esto permitirá que se inicie con la aplicación de pruebas.
Es importante dependiendo de la edad del niño que se le pregunte si tiene nociones del
motivo por el cual se le está evaluando, se pueden esclarecer algunas dudas como también se
debe explicar la finalidad de la prueba haciendo uso de un lenguaje adecuado para que el niño
entienda.
Según Mezzich et al., (1995) la CIE - 10, cuenta con 3 ejes que presentan las siguientes
características:
El DSM es una guía que permite a los profesionales realizar un diagnóstico de los
trastornos de salud mental tanto en adultos como en niños. Además, ofrece estadísticas de
género, edad y los efectos de los diferentes tratamientos más comunes, con el fin de comprender
las necesidades del paciente.
3.6.2.2. Sección II. Incluye los criterios y códigos diagnósticos de los diferentes
trastornos. Como lo son:
Discusión
En esta sección, analizaremos los resultados del presente trabajo monográfico, tomando
en cuenta la recopilación de información de nuestro tema designado. Podemos afirmar la
importancia de la evaluación y diagnóstico en niños, por otro lado, se interpreta que es un
procedimiento complejo que se deberá tener en cuenta fundamentos esenciales para poder
facilitar su aplicación y favorecer tanto al profesional como al paciente.
Conclusión
Se ha subrayado el papel crítico del psicólogo infantil, quien debe poseer habilidades
especiales, como la empatía y la comunicación efectiva, para trabajar con niños. Ya que, como
se ha evidenciado, la relación con el niño es esencial para una evaluación precisa y un
tratamiento efectivo.
Finalmente, esta revisión se alinea con el objetivo de ampliar los conocimientos básicos
del curso al profundizar en aspectos centrales y especializados de la evaluación y diagnóstico
de niños. El trabajo ha sido una síntesis y análisis de una variedad de fuentes especializadas,
proporcionando una visión completa y equilibrada de este tema crucial en la psicología infantil.
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