Nubes Sin Agua
Nubes Sin Agua
Nubes Sin Agua
INTRODUCCIÓN
Eres la persona que eres hoy por las decisiones que tomaste en el pasado. Claro,
también han influido sobre tu vida las decisiones que otros tomaron y que te afectaron de
una manera u otra. Si la persona está dispuesta a cambiar sus patrones de decisión
habituales por patrones basados en los principios de la palabra de Dios, ¡entonces es
garantizable que su vida será mejor!.
Si no te gusta la vida que tienes hoy, lo mejor que puedes hacer es esforzarte para tomar,
a partir de este momento, las mejores decisiones que te sean posible. Porque del mismo
modo que las decisiones que tomaste en el pasado han determinado tu presente, así
también las decisiones que tomes en el presente determinarán tu futuro.
La Biblia dice en Proverbios 24:3 que «con sabiduría se edificará la casa». Pero, así como
con sabiduría se la edifica, con una mala decisión se la puede derribar. Hay gente que
con sabiduría construye una gran familia, pero con una mala decisión la destruye. Y otros
que con esfuerzo levantan un buen negocio, pero con una mala decisión lo llevan a la
quiebra.
Yo creo que es posible si utilizamos buenos filtros. Cuando me refiero a emplear filtros,
me estoy refiriendo a un proceso por el cual analizamos una situación en base a un
criterio que ya hemos fijado para nuestra vida, con el fin de encontrar una respuesta
sabia. Las buenas decisiones se toman sobre principios. Es decir, utilizar los principios
correctos como si fueran filtros nos lleva a tomar decisiones sabias. Por eso, ¡ten cuidado!
Usa los filtros adecuados para tomar decisiones correctas.
DESARROLLO
Hoy hablaremos del primer filtro que debemos comenzar a aplicar y es el “cuidarnos de no
ser nubes sin agua”.
Ser subestimado es mejor que ser sobreestimado. La Biblia dice: «Deja que sean
otros los que te alaben; no te alabes tú mismo» (Proverbios 27:2).
Por eso, es preferible ofrecer menos y entregar más (comienzo en un trabajo, deporte,
fechas de entrega). Es mejor que la gente se sorprenda y no que se decepcione. Hay
personas que hablan mucho sobre todas las cosas maravillosas que hacen, pero cuando
las miras más de cerca, no eran lo que parecían. Lo mismo pasa cuando vemos unas
tremendas nubes que muestran que se aproxima una gran tormenta, y al final no llueve
nada porque son nubes sin agua.
La Biblia dice que algunas personas son «como nubes sin agua» (Judas 1:12).
Imagínate una nube que se acerca y un campesino que dice: «Ay, ¡qué bien! ¡Va a regar
mi huerto, va a regar mi campo!». Pero entonces la nube pasa, y resulta que no tenía
agua. Qué desilusión, ¿verdad? Así, hay cristianos que ofrecen y ofrecen, pero cuando
los demás buscan, no encuentran nada. Por fuera se ven grandes y cargados pero no hay
contenido.
Hay muchos que dicen más de lo que hacen. Yo quiero hacer más de lo que digo.
Hay muchos que dicen más de lo que hacen, pero nosotros como buenos líderes
debemos hacer más de lo que decimos. Ofrezcamos menos para entregar más. Es
preferible que la gente espere veinte y reciba cincuenta, a que esperen cien y reciban
cincuenta.
La gente presume de lo que carece. El que mucho presume, mucho carece. Dime de
qué presumes y te diré de qué careces.
Exhibir con orgullo cualidades de nosotros que al fondo no tenemos. Esto muchas veces
se trata de un mecanismo de defensa llamado formación reactiva y consiste en poner en
marcha un comportamiento para eludir un deseo reprimido. Quien está inmerso en este
mecanismo no es consciente de ello. Todo lo contrario, en el fondo, su intención no es
tanto convencer a otros, como persuadirse a sí mismo de que esto es verdad. (Por eso
conocemos orgullosos que dicen que son humildes, gente que ataca la corrupción pero al
fondo son corruptos, mentirosos que atacan la mentiras, el chisme pero son chismosas)
Presumes en exceso de lo que quisieras ser, pero no eres. ¿Que estas presumiendo
inconscientemente?
Se trata de ser humildes, hay una frase que dice: «Es asombroso ver lo que se puede
lograr si no te importa quién recibe el crédito». ¡Ahí está la aplicación concreta de este
principio! “Un buen líder da el crédito a quien lo merece; un mal líder quiere el crédito de
todo”. Por eso es preocupante ver a alguien que dice: «¡Mira lo que yo he hecho! ¡Mira mi
ministerio! ¡Mira lo que yo he hecho!». Un árbol de plátano no necesita un letrero para
saber el fruto que lleva.
Proverbios 25:14 Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre que se jacta de falsa
liberalidad. (RVR 1960).Como las nubes y el viento sin lluvia es el hombre que se jacta
falsamente de sus dones (LBLA)
Al igual que la higuera que El Señor maldijo, tienen abundantes hojas pero ningún fruto en
ellos. Marcos 11:13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez
hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo
de higos.
CONCLUSIÓN
En Mateo 6:3-4 tenemos una hermosa promesa: «Pero cuando hagan algún bien, háganlo
discretamente. ¡Ah, pero el Padre de ustedes, que conoce todos los secretos, los
recompensará!». ¡Confía en que Él se va a levantar, y en algún momento su gracia caerá
sobre tu ministerio o sobre ti como si enfocarán una linterna! Y mientras tanto, si la
linterna de Dios está sobre otro, en vez de comparar o decir «¿Por qué a él y no a mí?»,
¡celébralo! No tengas envidia ni celos, porque Dios está mostrando lo que Él está
haciendo en esa vida o en ese otro ministerio, y a fin de cuentas toda la gloria es para Él
(y si la linterna de Dios nunca te llega a alumbrar públicamente, ¡ten por seguro que en el
cielo habrá una gran linterna!).
Lo que nos debe importar es que cuando la obra esté terminada, dejemos una huella
profunda en la tierra. Más hechos y menos dichos. Solo confiemos. La linterna de Dios
alumbrará sobre nosotros a su debido tiempo.