Potencial Hidrico

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE NICARAGUA

UNAN- LEON
AREA DE CONOCOCIMIENTO CIENCIAS AGRARARIAS Y VETERIANARIA

Componente: fisiología vegetal


Tema: Relación hídrica en las células y tejidos
Grupo: 3
Docente: Ing. Adrián Chiong
Integrantes:
 Heysel Toval
 Alisson Aguilar
 Brayan Brenes
 Cristhiam Hernández

¡A la libertad por la Universidad!


Introducción

No se puede concebir la vida sin la presencia de agua. Es el líquido más común y


extraordinario conocido. Tres cuartas partes de la superficie terrestre están
cubiertas por agua. En la tierra existen reservas ocultas de agua en el subsuelo,
en los casquetes polares se encuentra en forma de hielo y en la atmósfera está
presente en forma de vapor de agua. A pesar de que el agua es la molécula más
abundante en la superficie terrestre, su disponibilidad es el factor que limita más la
productividad vegetal en la tierra, en una escala global.
La poca disponibilidad de agua limita la productividad de los ecosistemas
terrestres, principalmente en climas secos. Como promedio el protoplasma celular
contiene de 85 a 90% de agua e inclusive los orgánulos celulares con un alto
contenido de lípidos, como cloroplastos y mitocondrias tienen 50% de agua. El
contenido de agua de las raíces expresado en base al peso fresco varía de 71 a
93%, el de los tallos de 48 a 94%, las hojas de 77 a 98%, los frutos con un alto
contenido entre 84 a 94%. Las semillas con el menor contenido de 5 a 11%,
aunque las de maíz tierno comestible pueden tener un contenido elevado de 85%.
La madera fresca recién cortada puede tener hasta 50% de agua. En las plantas el
agua cumple múltiples funciones. Las células deben tener contacto directo o
indirecto con el agua, ya que casi todas las reacciones químicas celulares tienen
lugar en un medio acuoso. Para que un tejido funcione normalmente requiere estar
saturado con agua, manteniendo las células turgentes. Todas las sustancias que
penetran en las células vegetales deben estar disueltas, ya que en las soluciones
se efectúa el intercambio entre células, órganos y tejidos.
El agua como componente del citoplasma vivo, participa en el metabolismo y en
todos los procesos bioquímicos. Una disminución del contenido hídrico va
acompañada por una pérdida de turgencia, marchitamiento y una disminución 4 9
del alargamiento celular, se cierran las estomas, se reduce la fotosíntesis y la
respiración, y se interfieren varios procesos metabólicos básicos. La
deshidratación continuada ocasiona la desorganización del protoplasma y la
muerte de muchos organismos. Sin embargo, las semillas, las células de musgos
secos y líquenes resisten condiciones desfavorables por años, reasumiendo
rápidamente su actividad cuando son humedecidos y encuentran las condiciones
favorables.
FUNCIONES DEL AGUA EN LA PLANTA
Fisiológicas puede resumirse en funciones principales.
El agua es importante cuantitativamente ella constituye el 80-90 % del peso fresco
de muchas plantas herbáceas y más del 50% del peso fresco de las plantas
leñosas. El agua es parte importante del protoplasma, como también de las
proteínas y moléculas de lípidos; una reducción en el contenido de agua en estos
componentes de la célula, por debajo de un nivel crítico causa cambios en la
estructura celular y finalmente la muerte.
ESTRUCTURA Y PROPIEDADES DEL AGUA
Las propiedades del agua radican en su estructura molecular, que difiere de
compuestos hidruros tales como H2S, H2Se y H2Te, pertenecientes al grupo VI A
de la Tabla Periódica, al que pertenece el oxígeno
Es el solvente universal. Existen muy pocas sustancias que no sean solubles en
agua. La molécula de agua está formada por dos átomos de hidrógeno (H) unidos
a un átomo de oxígeno (O) por dos enlaces covalentes.
Debido a la fuerte atracción del núcleo de oxígeno por el hidrógeno, los electrones
de los átomos de hidrógeno se distorsionan, dejando la región alrededor de estos
con una carga parcial positiva. El ángulo de enlace entre los hidrógenos es de
105°. El átomo de oxígeno atrae con más fuerza los electrones de cada enlace,
concentrando una carga parcial negativa. El resultado es que la molécula de agua,
aunque tiene una carga neutra, presenta una distribución asimétrica de sus
electrones, lo que la convierte en una molécula polar. Por eso la molécula de agua
se comporta como un dipolo, con una fuerte separación de carga positiva y
negativa. Debido a la polarización, el agua comparte sus hidrógenos con el
oxígeno de otras moléculas de agua, lo que produce una atracción dipolo-dipolo
denominada enlace de hidrógeno.
IMBIBICIÓN
Las moléculas de agua se adhieren debido a la atracción de los dipolos, como
resultado de esto se pueden adherir a superficies cargadas positiva o
negativamente. La mayoría de las sustancias orgánicas como la celulosa tienden a
desarrollar cargas cuando están mojadas y de este modo atraen las moléculas de
agua. La adhesión de las moléculas de agua es responsable de la imbibición o
hidratación. La imbibición es el movimiento de las moléculas de agua en
sustancias como la madera o la gelatina, las que aumentan de volumen por la
hidratación. Las semillas hidratadas pueden aumentar varias veces su volumen,
gracias a la imbibición.
La cohesión, adhesión y la tensión superficial dan como resultado el fenómeno de
capilaridad, que consiste en el movimiento ascendente de agua en tubos de vidrio
capilares. Los elementos conductores del xilema forman capilares finos, que bajo
ciertas condiciones pueden mover agua en forma ascendente en un trozo de
madera seca. Sin embargo, el agua en elementos del xilema funcionales forma
una columna continua desde la raíz a la hoja. El movimiento de agua en el xilema
difiere del movimiento de agua en tubos capilares. Las paredes celulares de las
plantas retienen aguas con una tensión de 1,5 a 15 MPa (15 a 150 atm), lo que
depende de la densidad de las fibrillas de celulosa.
MOVIMIENTO DEL AGUA
Las moléculas de agua se encuentran en un movimiento continuo al azar. Como
resultado de este movimiento migran las moléculas por difusión. La difusión es un
proceso muy importante para los organismos vivos. La fotosíntesis depende de la
difusión de agua y CO2; así mismo la de vapor agua por transpiración es un
proceso difusivo. La absorción de los minerales de la solución del suelo por las
raíces en parte depende de la difusión; así mismo todo el proceso químico,
incluyendo los catalizados por enzimas dependen de colisiones producidas por
moléculas que difunden.
La difusión se puede definir como el movimiento espontáneo de partículas como
consecuencia de su energía térmica desde áreas de elevada concentración a
áreas de baja concentración.
SOLUCIONES ISOTÓNICAS, HIPOTÓNICAS E HIPERTÓNICAS.
Las membranas biológicas están formadas por una bicapa lipídica que contiene
proteínas integrales y periféricas. Se caracterizan por ser semipermeables o
selectivamente permeables, esto significa que permiten el paso libre de agua y
sustancias de bajo peso molecular sin carga a través de ellas, más fácilmente que
el movimiento de sustancias cargadas y grandes moléculas de soluto.
Las soluciones isotónicas tienen una concentración de soluto igual a la del
citoplasma celular, por lo que los potenciales hídricos son iguales, la célula se
encuentra en equilibrio osmótico con el medio.
Una solución hipotónica tiene una concentración de soluto menor que el
citoplasma celular, por lo que la célula absorbe agua y se hincha, aumentando la
presión de turgencia, que es una presión hidrostática que se ejerce sobre la pared
celular.
Una solución hipertónica tiene una concentración de soluto mayor que el
citoplasma celular, por lo que tiene un potencial hídrico menor que el del contenido
celular. La célula pierde agua, la membrana se retrae separándose de la pared y la
célula se vuelve flácida, se dice que la célula se ha plasmolizado. En la figura
siguiente se observan los fenómenos descritos.
RELACIONES ENERGÉTICAS.
La ósmosis ocurre siempre de una zona de alto potencial químico del solvente a
otra de bajo potencial químico o en otras palabras de soluciones diluidas hacia
soluciones concentradas, separadas por una membrana semipermeable.
Endósmosis (ósmosis hacia dentro del sistema) ocurre si el agua en la solución
externa está a un potencial químico más alto que la interna, el agua se mueve
hacia el interior de la célula. La exósmosis (ósmosis hacia fuera del sistema)
ocurre sí el agua interna está a un potencial químico mayor que el agua externa, el
agua se mueve hacia fuera de la célula.
Factores que afectan el potencial químico del agua
El potencial químico del agua es afectado por tres factores:
1. Temperatura. Al aumentar la temperatura aumenta el potencial químico del
agua, ya que ésta es una medida de la energía cinética de las moléculas.
2. Presión. La presión aumenta el potencial químico del agua, ya que aumenta su
energía libre.
3. Concentración. Al aumentar la concentración de soluto disminuye el potencial
químico del agua, ya que la atracción entre soluto y solvente disminuye la energía
libre de las moléculas de agua.
El efecto del soluto sobre la energía libre del solvente se puede demostrar
estudiando los cambios en las propiedades coligativas de las soluciones, ya que
estas dependen de la energía libre de las moléculas de solvente.
El potencial hídrico
hace referencia a la energía potencial del agua, o sea, la energía libre que poseen
las moléculas de agua para realizar trabajo. Cuantifica la tendencia del agua de
fluir desde un área hacia otra debido a ósmosis, gravedad, presión mecánica, o
efectos mátricos como la tensión superficial. Es un concepto generalmente
utilizado enfisiología vegetal que permite explicar la circulación del agua en las
plantas; como así también en los animales y el suelo. Se representa comúnmente
con la letra griega (Psi).
El potencial hídrico está constituido por varios potenciales que influyen sobre el
movimiento del agua, que pueden actuar en las mismas o diferentes direcciones.
Dentro de complejos sistemas biológicos, estos factores de potencial juegan un rol
de importancia. Por ejemplo, la adición de solutos al agua disminuye su potencial
hídrico, haciéndolo más negativo, como también un incremento en la presión
aumenta su potencial, haciéndolo más positivo. Si es posible, el agua fluirá desde
un área de alto potencial hídrico hacia un lugar con potencial menor. Un ejemplo
muy común es el agua que contiene sal disuelta, como el agua de mar o la
solución dentro de células vivas. Estas soluciones generalmente tienen
potenciales hídricos negativos, con relación al agua pura de referencia (con
potencial igual a cero). Si no hay ninguna restricción en el movimiento, las
moléculas de agua fluirán desde el agua pura hacia el menor potencial hídrico de
la solución. Este flujo continúa hasta que la diferencia en el potencial soluto se
equilibre con otra fuerza, como puede ser, la potencial presión.
La presión osmótica de una solución depende de la presencia de solutos disueltos.
El potencial osmótico de la savia celular puede revelar el grado de hidratación del
protoplasma. Sí la concentración de solutos en la vacuola aumenta, su potencial
osmótico disminuye y el agua se mueve desde el protoplasto hacia la vacuola, lo
que resulta en la deshidratación del protoplasto.
Las células en una fase de crecimiento rápido y metabolismo activo se
caracterizan por una concentración baja del jugo vacuolar y una alta hidratación
del protoplasma. Las células inactivas y en estado de latencia se caracterizan por
una alta concentración de jugo vacuolar y una baja hidratación del protoplasma,
esto se observa en semillas y en los tallos de plantas durante el período de
invierno en la Zona Templada y de sequía en los Llanos Venezolanos donde la
vegetación pierde las hojas.
La presión parietal aumenta el potencial hídrico del agua en la célula, lo que se
traduce en un aumento en la tendencia de las moléculas de agua a escapar por
exósmosis. En este mismo orden de ideas, la presión de turgor puede producir un
estiramiento de la pared y en consecuencia un alargamiento celular.
Las células de las plantas terrestres, donde el factor agua es limitante, no se
encuentran en un estado de equilibrio, sino que continuamente pierden
(evapotranspiración) y absorben agua dependiendo de las condiciones
ambientales.
La presión de turgencia y la parietal deben ser mucho menores que la presión
osmótica de la savia vacuolar debido a la perdida de agua hacia el medio. Las
relaciones entre la presión parietal, el potencial osmótico y el potencial hídrico, se
pueden ilustrar con mediciones realizadas en células de pecíolos de girasol
durante los procesos de plasmólisis y expansión final cuando se colocan en agua.

PASE DEL AGUA


El agua y los minerales son incorporados por las raíces. El extremo de cada raíz presenta varias
zonas: el ápice donde se encuentra la meristemática apical radicular, responsable del crecimiento en
longitud de esta, se halla cubierto por una caliptra que lo protege de las partículas del suelo

La endodermis
contiene una cinta de material impermeable (suberina) conocida como la banda de
Caspary que fuerza agua a través de las células endodérmicas y de esta manera,
regulan la cantidad de la misma que llega al xilema. Solo cuando la concentración
de agua dentro de las células endodérmicas cae debajo de los valores de los de
las células parenquimatosas del córtex, el agua fluye a la endodermis y luego al
xilema. El agua absorbida por los pelos radicales que llega a atravesar la
endodermis continuará pasando de célula a célula, el transporte sería muy lento (y
dependería también del tamaño del vegetal), por lo que las plantas han
desarrollado para ello tejidos conductores. Hay dos tipos de materiales a
transportar y a cada uno de ellos corresponde un tejido encargado de
transportarlo:
El xilema al llegar a su madurez funcional está constituido por células muertas y
alargadas que, al no tener contenido citoplasmático, facilitan el transporte. Este
tejido está formado por células conductoras, las traqueidas cuyo largo es del orden
de los milímetros y los miembros de vasos (o vasos propiamente dichos), cuyo
largo es de centímetros y a veces de metros.
La cohesión es la capacidad de permanecer juntas que tienen ciertas las
moléculas de la misma clase. Las moléculas de agua son polares, poseen polos,
uno ligeramente positivos y el otro ligeramente negativo, lo que causa su
cohesión. En el interior del xilema, las moléculas de agua se comportan como una
larga cadena que se extiende desde las raíces hasta las hojas.
La adhesión es la tendencia de permanecer juntas que tienen ciertas moléculas de
diferentes clases. El agua se adhiere a las moléculas de celulosa de las paredes
del xilema contrarrestando de esta manera la fuerza de la gravedad y ayudando,
por lo tanto al ascenso del agua por el xilema.
La vida está íntimamente asociada al agua, muy especialmente en su estado
líquido y su importancia para los seres vivos es consecuencia de sus propiedades
físicas y químicas exclusivas. La disposición espacial de los tres átomos que
constituyen su molécula, con la consiguiente polaridad de sus cargas eléctricas,
facilitan mucho la disolución en agua de otras sustancias.
Le confiere una considerable estabilidad térmica, propiedad que transmite a los
sistemas complejos de los que forma parte, tales como células y órganos de los
seres vivos, contribuyendo a su regulación térmica.
Su elevado calor latente de vaporización (energía necesaria para separar
moléculas desde una fase líquida y moverlas hacia una fase gaseosa, a
temperatura constante).

El agua es un disolvente para muchas sustancias tales como sales inorgánicas,


azúcares y aniones orgánicos y constituye un medio en el cual tienen lugar todas
las reacciones bioquímicas. El agua, en su forma líquida, permite la difusión y el
flujo masivo de solutos y, por esta razón, es esencial para el transporte y
distribución de nutrientes y metabolitos en toda la planta. También es importante el
agua en las vacuolas de las células vegetales, ya que ejerce presión sobre el
protoplasma y pared celular, manteniendo así la turgencia en hojas, raíces y otros
órganos de la planta.
El agua, que es el componente mayoritario en la planta (80-90% del peso fresco
en plantas herbáceas y más del 50% de las partes leñosas) afecta, directa o
indirectamente, a la mayoría de los procesos fisiológicos.
El agua es esencial para la vida vegetal. Para sobrevivir, las plantas necesitan
agua, así como nutrientes, que son absorbidos por las raíces del suelo. Las
plantas contienen un 90 por ciento agua. El agua es transportada por toda la
planta de manera casi continua para mantener sus procesos vitales funcionando.

EL FLUJO DE AGUA EN EL CONTINUUM SUELO-PLANTA-ATMOSFERA


Las relaciones de la planta con el agua del medio (suelo y atmósfera) pueden ser
adecuadamente comprendidas e interpretadas si se considera que a través de
todo el sistema suelo-planta-atmósfera el agua presenta una continuidad, forma un
continuum. Una analogía muy útil (si bien no exacta en todos sus aspectos)
equipara el sistema suelo-planta-atmósfera a una serie de resistencias por las que
fluye una corriente obedeciendo a diferencias de potencial.
La analogía mencionada pone bien de manifiesto la imposibilidad de predecir lo
que va a ocurrir en un segmento del continuum en una situación determinada si no
se conocen las condiciones en los restantes segmentos. Si el almacenamiento de
agua en los tejidos es importante (indicado por los capacitores) en relación con la
cantidad de agua que fluye por el sistema (por ejemplo, en un árbol), la igualdad
de flujo entre segmentos puede no cumplirse porque existen fuentes laterales de
agua en el recorrido del flujo principal del suelo a la atmósfera. También hay que
tener precaución al aplicar esta analogía operativamente ya que, por ejemplo, fase
vapor no resulta operativamente igual a la resistencia foliar, ya que esta última es
función de diferencias de concentración de vapor de agua y no de Ψa.
Esta analogía también enfatiza el papel crucial que juegan las resistencias en fase
vapor (ri en particular) en el control del flujo total y el mantenimiento de Ψa en los
tejidos de la planta. Si ri no estuviese bajo control fisiológico (mediado por el flujo
de ABA desde las raíces o por el Ψa de la hoja, o no representara una valla
importante a la pérdida de vapor de agua, cualquier variación que alterase el
suministro (en Ψsuelo, r suelo, r raíz, etc.) o la demanda de vapor de agua,
llevaría rápidamente a la desecación y muerte de la planta.
Bibliografía
La, T. E. P. (s/f). LAS PLANTAS Y EL AGUA. Uba.ar. Recuperado el 6 de marzo de
2024, de https://www.agro.uba.ar/users/batista/EE/papers/agua.pdf
(S/f). Edu.pe. Recuperado el 6 de marzo de 2024, de
http://repositorio.unu.edu.pe/bitstream/handle/UNU/3201/000026080L?
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