Usg HC
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Pongamos como ejemplo a una mujer con un ciclo menstrual regular de 28 días, con dos semanas
de retraso, encontramos un embrión con una LCN para 6 semanas; éstas son seis semanas de edad
gestacional ( la que contamos, a partir del primer día de la última menstruación), que hay que saber
diferenciar de la edad concepcional, que se cuenta a partir de la concepción; como esta última es
difícil de conocer, en la práctica,nos regimos por la edad gestacional. Algunas mujeres tienen gran
duda sobre esto, por lo que hay que saber explicarles el tema, de ser necesario.
A veces hay una discordancia entre la edad gestacional utilizando la FUM, y la que se encuentra en
la ecografía. Luego, se plantea la duda de cuál de las edades utilizar. Hay varios factores a tener en
cuenta:
• Aún en mujeres con una historia menstrual óptima, la ovulación se puede retrasar.
• Algunos estímulos pueden provocar una ovulación adelantada.
• En ciclos de más de 28 días, la fase secretora es de duración constante, mientras la variabilidad
ocurre en el período anterior a la ovulación.
• Por diferentes factores, puede haber sangrado transvaginal, en presencia de un embarazo, sin que
este sangrado sea menstruación.
• La biometría en edades tempranas de la vida, presenta poca variación en diferentes grupos
raciales.
• La biometría por LCN tiene una variabilidad de +/- 5 días con respecto a la edad gestacional real,
en el primer trimestre; siendo la antes mencionada +/- 7 días en el segundo trimestre.Este parámetro
es el que se toma en cuenta en la actualidad desde que Robinson y Fleming en los años 70 lo usaron
para datar la edad gestacional temprana.
Por estos factores, y ante la discordancia entre edad por FUM y por ecografía, se sugiere utilizar
estas reglas en general:
• Si la edad por ecografía difiere en menos de cinco días de la edad por FUM, en el primer
trimestre, tomar por cierta la edad por FUM; caso contrario, tomar como cierta la edad por
ecografía.
• Si la edad por ecografía difiere en menos de siete días de la edad por FUM, en el segundo
trimestre, tomar por cierta la edad por FUM; caso contrario, tomar como cierta la edad por
ecografía.
Parámetros ecográficos:recomendados al datar la E.G.
A raiz de gestaciones logradas por tratamientos de reproducción asistida en la que se sabe con
certeza el dia de concepción y aquellas que tienen evidencia certera de la fecha del primer dia de la
última menstruación (de aquellas con ciclos regulares) , variaciones de más de 7 dias (más aun en
ecografia de las 11-14 semanas) podría SIGNIFICAR (sobre todo en grupos de riesgo) alteraciones
TEMPRANAS del crecimiento fetal y, más que CORREGIR la edad gestacional se recomendaria
según Thorsell y col. observar y recordar esta diferencia a fin de investigar causas sujetas a
corrección temprana de esta variabilidad sospechosa de crecimiento fetal porque , como es sabido a
través de algunos estudios esta discrepancia ecográfica en edades tempranas de la gestación :
estarian relacionados con resultados adversos en etapas tardias del embarazo y al nacimiento como,
parto prematuros extremo (<28 sem), RCIU y macrosomia fetal por ejemplo.
Se están llevando acabo asociar esta infomación (de discrepancia de EG entre la FUR y la
ecografia) con marcadores potenciales tempranos de crecimiento fetal (como por ejemplo la
proteina plasmática asociada a la gestación-A ) para predecir consecuencias adversas del
crecimiento fetal de modo que se pueda hacer un seguimiento “mas estrecho” y ofrecer si es que
fuera posible, intervenciones para mejorar los resultados.
El crecimiento fetal valorado a través del peso fetal toma en cuenta de que este predictor es una
variable que depende de una serie de factores como la raza (mayor en caucásicos que en
afroamericanos y asiáticos), sexo fetal (fetos masculinos pesan más que femeninos), enfermedades
cromosómicas, estado nutricional materno, paridad (aumenta con paridad), concentración de
hemoglobina materna (inversamente proporcional por aumento de viscosidad sanguínea), patologías
maternas como la hipertensión arterial crónica, preeclampsia y diabetes mellitus, consumo de
cigarrillo y altitud, entre otros.
Existen diversas formas de estimar el peso fetal las más consideradas son aquellas calculadas por
fórmulas matemáticas con datos ecográficos,ninguna de ellas exacta, teniendo todas un margen de
error más o menos aceptable.
La estimación clínica por palpación depende de la experiencia de quien la realice y del peso fetal.
Esta técnica es más precisa en la estimación de pesos fetales entre 2.500 y 4.000 grs. El margen de
error en la estimación de peso para fetos a término está en alrededor de 10%-11% en manos
experimentadas. La sensibilidad del método para detectar fetos que pesan menos de 2.500 gr. es
sólo de 17% y de alrededor de 40% para fetos de más de 4.000 grs.
Como decia el método más reproducible en la práctica obstétrica es la estimación por ecografia del
peso fetal. Se basa en la medición de diversos parámetros biométricos fetales obtenidos durante el
examen ecográfico y la utilización de fórmulas para la estimación de peso fetal. Constituye la
técnica más utilizada y aceptada en la actualidad.Los parámetros mas utilizados son:la medida del
DIAMETRO BIPARIETAL (DBP), CIRCUNFERENCIA CEFÁLICA (CC), CIRCUNFERENCIA
ABDOMINAL (CA) Y LA LONGITUD DEL FEMUR (LF).
Son varios los factores del examen ecográficos que influyen en las mediciones que se realicen para
estimar el peso fetal. Obviamente la calidad de la imagen dependerá del equipo ecográfico y la
tecnología que éste incorpore; también factores maternos como obesidad y presencia de cicatrices
abdominales dificultarán un adecuado examen, así como factores de la unidad feto-placentaria
(posición fetal, número de fetos, cantidad de líquido amniótico).
La experiencia del operador es importante en la adecuada evaluación fetal, tanto antropométrica
como anatómica. Dicen los estudios que la curva de aprendizaje alcanza su punto óptimo a los 24
meses (aunque con los nuevos aparatos muy sofisticados talvez sea menos de lo que se piensa). Sin
embargo, aun en operadores con experiencia aparecen diferencias en mediciones intraobservador
que se reducen al promediar mediciones repetidas del mismo o con las de un segundo observador.
La medición que presenta mayor variación entre operadores es la circunferencia abdominal. Se
recomienda realizar auditoría constante en las mediciones de acuerdo a criterios de calidad
estandarizados, con el fin de reducir al máximo el error derivado del que realiza el examen
(observador).
La estimación de la masa fetal a través de fórmulas deriva de lo que llama morfometría fetal
(diámetro biparietal o DBP, longitud de fémur, abdomen) y supone una relación constante entre
estos parámetros fetales y el volumen fetal. Sin embargo, asume una densidad constante de los
tejidos fetales para diferentes edades gestacionales y para fetos sanos y con patologías, lo que no es
cierto.
La densidad fetal varía entre 0,83 y 1,012 g/ml, dependiendo de la composición de grasa corporal,
tamaño órganos, etc. Cuando se conoce el volumen exacto fetal mediante el método de
desplazamiento del agua, el error en la estimación del peso es de alrededor de 7,2%.
El uso del volumen fetal como base para la estimación de peso fetal ha sido validado con el uso de
resonancia magnética (RM). El peso estimado por RM tiene mejor correlación con el peso de
nacimiento que la ecografía independiente de la fórmula utilizada. Sin embargo, las diferencias no
son significativas del punto de vista clínico y la RM es de mucho mayor costo, lo que la hace poco
aplicable a la práctica clínica.
Entonces, La ecografía utiliza una serie de fórmulas basadas en morfometría fetal para calcular el
peso fetal. Estas fórmulas incorporan mediciones biométricas fetales estandarizadas y
reproducibles: cabeza fetal (DBP, circunferencia craneana), abdomen fetal (circunferencia
abdominal) y fémur (longitud). “Las fórmulas que poseen la mejor correlación con el peso fetal
son las que incorporan circunferencia abdominal, longitud de fémur, DBP y circunferencia
cefálica, todas ellas comparables”. Dentro de los más utilizados son la Shepard y la de Hadlock.
El método de estimación de peso fetal ideado por Hadlock, que utiliza los tres parámetros
mencionados, tiene un error de más o menos 15%(en general las fórmulas que relacionan
matemáticamente estas medidas permiten estimar el peso fetal con una aproximación que varía
entre un 8 a 15 % de error) .
La circunferencia abdominal es el mejor predictor aislado del peso fetal. La adición de más
parámetros no mejora la predicción del peso fetal.
La incorporación del volumen de partes fetales calculado por ecografía tridimensional (3D) reduce
el error a 6%-7%, esto es considerado sin trascendencia clínica. La ecografía 3D requiere mayor
tiempo de examen, mayor costo y se dificulta en el segundo y tercer trimestre del embarazo.De
momento: aún la ecografia 3D que valora mejor el volumen de estructuras irregulares con
respecto a la ecografia 2D tiene algún tramo antes de desplazarla en la valoración del
crecimiento fetal a través del cálculo del peso fetal.
Otra limitación mayor de las fórmulas en el cálculo de peso fetal existentes está el hecho de no
considerar la variabilidad en las proporciones fetales durante la gestación y en fetos RCIU.
Tampoco consideran medición de tejidos blandos en las extremidades de fetos grandes, lo que
contribuye a subestimar el peso en este grupo.
La precisión en la estimación ecográfica del peso fetal depende del rango de peso de nacimiento:
_ Cuando el peso del recién nacido es menor a 2.500 grs, el error absoluto es de 10,5% a 11%.
− Para pesos entre 2.500 y 4.000 grs, el error es del orden de 7% a 10,5% .
− En pesos mayores a 4.000 grs, de 8% a 9% grs.
Las tablas poblacionales, basadas en el peso del recién nacido (Juez, Williams, Lubchenko) y las
tablas ecográficas, sustentadas en la estimación ecográfica del peso fetal (Hadlock, Jeanty,
Vaccaro). tienen sus ventajas y limitaciones. Obviamente el ideal es conocer el peso exacto del
recién nacido para una edad gestacional segura, siempre que se trate de un embarazo sin patologías
que interfieran con el crecimiento fetal.
Se requiere en las tablas poblacionales contar con un número adecuado de individuos para cada
edad gestacional , definido por la OMS en 2001. Además,las tablas que usan pesos neonatales
(poblacionales) tienen criterios de exclusión incompletos que no representan el peso óptimo, por
ejemplo, incluyen gestantes fumadoras y diabéticas.
De otro lado, las tablas ecográficas tienen la limitación de basarse en pesos estimados por fórmulas
que tienen un margen de error; sin embargo, representan indirectamente al feto en su condición de
normalidad intrauterina mejor que aquellos recién nacidos prematuros (utilizados en tablas
poblacionales) que no necesariamente alcanzaron su potencial de crecimiento óptimo (debido a que
se sabe que entre 30 a 405 de los prematuros tienen restricción de crecimiento).
El uso de curvas de peso personalizadas no mostró ninguna ventaja sobre el uso de curvas no
personalizadas como las de Hadlock en la predicción de la mortalidad perinatal .
En fin, con el propósito de obtener mejores herramientas para controlar, evaluar y predecir el
crecimiento fetal a través del peso y, frente a las limitaciones existentes en los modelos existenets se
necesitan mas estudios al respecto.
A continuación indico alguna de las referencias para su respectiva revisión a modo que cada uno
interprete y juzgue al respecto:
-J. Gardosi, “Customized fetal growth standards: rationale and clinical application,” Seminars in
Perinatology, vol. 28, no. 1, pp. 33–40, 2004.
-R. L. Deter, “Individualized growth assessment: evaluation of growth using each fetus as its own
control,” Seminars in Perinatology, vol. 28, no. 1, pp. 23–32, 2004.
-J. Gardosi, F. Figueras, B. Clausson, and A. Francis, “The customised growth potential: an
international research tool to study the epidemiology of fetal growth,” Paediatric and Perinatal
Epidemiology, vol. 25, no. 1, pp. 2–10, 2011.