Epidemiología de Las Lesiones Deportivas en
Epidemiología de Las Lesiones Deportivas en
Epidemiología de Las Lesiones Deportivas en
Recibido 20-XII-06
Aceptado 30-IV-08
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
271
Todos los estudios de la preparación deportiva contribuyen de manera integral
en la reducción del riesgo de lesión.
MATERIAL Y MÉTODOS
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En un estudio realizado por Soriano (3) durante las temporadas 93-95 sobre
1300 jugadores jóvenes (73.5% varones) encontró un total de 1078 lesiones, con
una media de 359,3 lesiones por año y 0,83 lesiones por jugador y año, incidencia
inferior a la encontrada en los grupos masculino y femenino adultos. La mayoría de
estas lesiones eran agudas (71%) y el resto lesiones por sobrecarga.
272
En el estudio descriptivo realizado por Marante y cols. (4) con 109 jugadores no
profesionales de baloncesto con el fin de determinar la incidencia de lesiones
traumáticas relacionadas con el baloncesto, llegaron a las siguientes conclusiones:
1) Se lesionan más los hombres que las mujeres (79,12% frente a un 44%).
2) Hay una mayor incidencia de lesiones en el miembro inferior con respecto al
superior
3) La afectación articular en orden decreciente se muestra en esta forma: tobillo,
rodilla, columna, mano, muñeca, hombro, pie, codo y cadera
4) El 59,63% de los jugadores han acudido al traumatólogo en alguna ocasión.
Hay otros trabajos que indican una incidencia mucho menor de lesiones en la
edad de proyección. En este sentido en el estudio de Gutgessell (5) con 510 niños
entre 5 y 12 años encuentra un total de 39 lesiones, lo que supone una incidencia de
lesiones de 7,6 cada 1000 horas de participación, con un predominio en el género
femenino, pero sin que se trate de lesiones importantes y aparentemente no se
describe ninguna lesión por sobrecarga. Las lesiones son contusiones (35,9%),
tirones o esguinces (28,2%), epistaxis (12,8%), laceraciones (5,1%) y una fractura
de un dedo (2,6%).
273
también tienen mayor incidencia de lesiones severas de rodilla, ya que 16 de 25
necesitaron tratamiento quirúrgico (64%), mientras que los chicos 6 de 18 (33%).
En las chicas la incidencia de lesión del LCA era 3,79 veces mayor que los
chicos. El índice era de 0,091 por 1000 horas de juego en chicas, y de 0,024 en
chicos. (7). Según Mihata, la incidencia de lesiones de LCA en jugadoras de
baloncesto era de 0,32 por cada 1000 horas de juego, frente a 0,12 de los
jugadores. (9)
- El índice de lesión del tobillo era 3,85 por 1000 horas de lesión. Para los
37 jugadores lesionados de tobillo, faltaron un total de 81,5 semanas de
juego.
- Casi la mitad (45 %) de lesiones del tobillo fueron ocurridas en el
aterrizaje, con la mitad de estas lesiones pisando el pie de otro jugador, y
la mitad era debido al aterrizaje en la superficie de la pista. Otros
mecanismos de lesión del tobillo eran inversiones de tobillo (30,0 %), la
colisión (el 10 %), la caída (5,0 %), otra (5,0 %), el parar repentino (2,5 %),
y las salidas en sprint (2,5 %).
- Casi tres cuartos (73 %) de los jugadores con lesión de tobillo habían
sufrido lesión con anterioridad. Cerca de un cuarto (25,9%) de estos
jugadores no había buscado el tratamiento profesional para sus lesiones
anteriores del tobillo. De todas las lesiones registradas, habían consultado
a un médico en 51,9% de casos y de un fisioterapeuta en 40,7 % de
casos.
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extremidades inferiores suponía un total del 46,13% de las lesiones. En la NBA, las
extremidades inferiores soportan un 57,3% del total de las lesiones. Las lesiones
que afectaban al tronco suponían una patología que significaba casi una quinta parte
del total de lesiones en ambos estudios 18,39% en la ACB, y un 17,2% en la NBA,
significando en ocasiones patología discal lumbar (2,83% en la ACB y 1% en la
NBA). Si seguimos comparando el deporte americano con el español, observamos
que coincidían en señalar como la lesión más frecuente del baloncesto es el
esguince de tobillo. Las extremidades superiores tenían una incidencia lesional
inferior a otras estructuras y suponen el 12,76% y el 15,9% del total de lesiones en
las estadísticas de la ACB y NBA respectivamente. Por último, las lesiones que
afectan a la cabeza suponen el 7,09% y el 8,6% en las estadísticas de la ACB y NBA
respectivamente.
Según Trojian y cols. (16), la tasa de lesión del ligamento cruzado anterior
para los jugadores europeos y americanos de piel blanca era de 0,45 por 1000 horas
de juego, mientras que para los jugadores afroamericanos la tasa era de 0,07.
275
En una investigación realizada sobre la incidencia lesional de jugadores de
baloncesto de segunda división de Suecia, se observó que la frecuencia de lesión en
la investigación era de 5,5 lesiones del tobillo por cada 1000 horas de actividad. (17)
Por otro lado, otro estudio, Hickey y cols. (23) analizaron las lesiones de 47
jugadoras de baloncesto de élite australianas, durante el periodo 1990-1995. En su
investigación demostró que las zonas más frecuentemente dañadas eran la rodilla
276
(18,8 %), el tobillo (16,6%), la espina dorsal lumbar (11,7 %), y piernas (10,8 %). Los
tipos más frecuentes eran el esguince lateral del ligamento del tobillo (12,1 %), la
tendinitis rotuliana (6,7 %), los esguinces del dedo (4,9 %), y el dolor de espalda
mecánico (4,5%), y que las fracturas por estrés no eran frecuentes. Otros autores
como Zelisko y cols. (24) observaron que las jugadoras de baloncesto profesional
americano tenían un índice de lesión 1,6 veces mayor de lesión que los jugadores,
sobre todo de rodilla y de muslo así como esguinces y contusiones. En cambio, los
hombres tenían más contracturas musculares.
277
Participaron en este estudio 4350 deportistas. La tasa de lesiones de todos los
deportes fue de 2,51 lesiones por cada 1000 horas de exposición. En baloncesto, la
tasa de lesiones por cada 1000 horas de exposición fue de 2,98 en competición y
1,46 en entrenamiento en chicos. En chicas, la tasa fue de 3,60 en competición y de
1,37 en entrenamiento. En chicos, el 49,7 % del total de lesiones fueron durante el
entrenamiento y el 50,3 % fueron durante la competición. En chicas, el 74,1 % del
total de lesiones fueron durante el entrenamiento y el 25,9 % durante la competición.
Según el lugar anatómico de la lesión la tasa de lesión por cada 1000 horas de
exposición fue: extremidades inferiores 0,95 en chicos y 0,84 en chicas;
extremidades superiores, cabeza/cara 1,31 en chicos y 6,03 en chicas; y en el tronco
de 1,79 en chicos y de 1,44 en chicas. Según el mecanismo de lesión, observamos
que en chicos, durante el entrenamiento: 59 % esguinces, el 11 % fracturas y el
7,6% contusiones. En competición, los chicos sufrieron 52,6% esguinces, el 11 %
fracturas y el 18 % contusiones. Atendiendo a las chicas, observamos que en
entrenamiento: 69,5% esguinces, el 6,5 fracturas y el 5,3 contusiones. En
competición, las chicas sufrieron el 59,3 % esguinces, el 4,1 % fracturas y el 6,7 %
contusiones.
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Mihata (2006) Baloncesto EEUU Chicos: 0,12 (lesión LCA)
formación Chicas: 0,32 (lesión LCA)
Tabla 1. Tasas de lesión deportiva por cada 1000 horas de exposición.
CONCLUSIONES
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dedos de la mano y la lumbalgia, son las lesiones mas frecuentes. Además, los
jugadores que más se lesionaban son los pívots y ála-pivots en el baloncesto
profesional y universitario.
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