Actividades para E.S.I.

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E.S.

I
Colegio: P-82 Padre José Müllner

¿Qué hacer cuando te mueres de ira?

Docente: Patricia Albelo


Grado: 5to

Inicio
1) Conversamos sobre situaciones de ira

Motivación
2) Escuchamos el siguiente cuento https://youtu.be/_w1n7OrQ7No “El
erizo pinchon”

Desarrollo
3) Escuchar la lectura de la docente

4) Conversamos y deducimos
La docente repartirá la siguiente información
5) Leer y realizar un esquema con la información (La actividad debe
realizarse en grupos)

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Colegio: P-82 Padre José Müllner E.S.I

Afrontar la ira
¿Has perdido alguna vez los estribos? ¿Gritaste o sentiste ganas de golpear
a alguien? Tal vez tu hermano pequeño entró en tu cuarto y echó mano a tus
juguetes sin tu permiso. O quizás la maestra te mandó demasiados deberes
o un amigo te pidió prestado tu videojuego favorito y lo rompió. ¡Eso te
enojó!

Todo el mundo se enoja. Tal vez tú pierdes los nervios o "explotas". La ira
puede incluso ser algo bueno: cuando se trata injustamente a los niños, la ira
puede ayudarles a defenderse. Lo difícil es saber qué hacer con esos
fuertes sentimientos.

¿Qué es la ira?

Tenemos muchas emociones. Puedes sentirte feliz, triste o celoso. La ira es


solo otro sentimiento. Es perfectamente natural enojarse algunas veces; de
hecho, es importante enojarse a veces. Pero la ira debe liberarse de forma
apropiada o te sentirás como una olla con agua hirviendo y la tapadera
puesta. Si no dejas que salga el vapor, ¡el agua subirá y hará saltar la
tapadera! Cuando eso pasa, no resulta divertido para nadie.

¿Qué te hace enojar?

Hay muchas cosas que pueden provocar la ira en los niños. Puedes enojarte
cuando algo no sale como tú quieres. Tal vez te enfurezcas contigo mismo
cuando no entiendes la tarea o cuando tu equipo pierde un partido
importante. Puedes frustrarte cuando te resulta difícil alcanzar algún
objetivo. Esa frustración puede provocar ira.

Esos niños que se burlan de ti o te insultan pueden hacerte enojar. O puedes


enfadarte con tus padres si consideras que alguna de sus reglas es injusta.
Lo peor de todo es cuando te echan la culpa por algo que no has hecho. Pero
también es posible enojarse sin saber por qué.

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¿Cómo sé si estoy enojado?

Hay diferentes formas de sentir la ira. Normalmente, tu cuerpo te dirá


cuándo estás enojado. ¿Estás respirando más rápido? ¿Tienes la cara
colorada? ¿Tus músculos están tensos y los puños fuertemente cerrados?
¿Sientes ganas de golpear a alguien o de romper algo? La ira puede hacer
que grites a las personas que tienes a tu alrededor e, incluso, a las personas
que te caen bien o quieres.

Algunas personas ocultan su ira en lo más profundo de su ser. Si haces eso,


puede dolerte la cabeza o el estómago. Puede que, simplemente, te sientas
mal contigo mismo y empieces a llorar. No es bueno esconder la ira, así que
deberías encontrar una manera de liberarla sin herir a nadie (incluido tú).

¿Cómo puedo saber si otra persona está enojada?

Cuando un conocido se enoja, puede alejarse bruscamente o dejar de


hablarte. Puede guardar silencio y retraerse. Algunas personas gritan y
tratan de golpear o lastimar a cualquier persona que esté cerca. Si una
persona está tan furiosa, tienes que alejarte de ella lo antes posible.

Una vez que estás lejos de esa persona, párate a pensar. Trata de
comprender qué le enfadó tanto. ¿Puedes hacer algo para arreglar la
situación? ¿Cómo se siente la otra persona? Cuando la otra persona se haya
calmado, trata de hablar del problema. Escucha lo que tenga que decirte.

¿Qué debo hacer si me enojo?

No pierdas el control. Desquitarse con los demás no resuelve nada. En


cambio, reconoce que estás enojado y trata de saber por qué. ¿Qué puedes
hacer tú para evitar que la situación se repita? Si a tu hermana pequeña le
dan un juguete y a ti no, no está bien romper ese juguete. Tal vez puedas
pedirle que lo comparta contigo. O si tu tarea de ciencias es demasiado
difícil, no hagas pedazos el cuaderno; pide a tus padres o a la maestra que
te ayuden.

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Es bueno hablar de tu ira con un adulto, como tus padres, un maestro o un


pariente. Cuando hablas de tu ira, esos sentimientos negativos suelen
empezar a desaparecer.

Destructores de ira

He aquí más cosas que puedes hacer cuando comiences a enfadarte:

Habla con un amigo de confianza;

Cuenta hasta 10;

Recibe o da un abrazo;

Zapatea;

Golpea una almohada porque a la almohada no le duele;

Haz un dibujo de tu ira;

Juega con tu videojuego;

Da cinco vueltas por la casa corriendo tan rápido como puedas;

Canta al unísono de la música;

Quita la maleza del jardín;

Piensa en cosas buenas (unas vacaciones divertidas o tu deporte favorito);

Date una vuelta en bicicleta o vete a patinar.

Es imposible no enfadarse nunca. Más bien, recuerda que tu comportamiento


cuando te enojas puede hacer que la situación mejore o empeore. No dejes
que la ira te controle. ¡Toma las riendas!

Revisor médico: Mary L. Gavin, MD

Fecha de revisión: agosto de 2018

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Cierre
6) Realizar el esquema en un afiche y exponer por grupos

La Autoestima
Inicio
1) Conversamos

Motivación
2) Escuchamos la siguiente historia https://youtu.be/9NmlLo-tQSU

Desarrollo
3) Escuchamos la lectura de la docente

La docente repartirá la siguiente información


4) Leer y realizar un esquema en grupos

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Sentirte bien contigo mismo (Autoestima)

Sentirte bien contigo es genial.


Para describir esto, se suelen usar las palabras autoestima o confianza en
ti mismo.

Sentirte bien contigo mismo no es lo mismo que hacer alarde de lo grandioso


que eres ni pensar que eres mejor que los demás. La autoestima y la
confianza en ti mismo son fortalezas internas silenciosas. Significan saber
que eres una buena persona, alguien agradable, valioso y capaz.

Si tienes una buena autoestima y confías en ti mismo, significa que:

Te agrada cómo eres


Ves las cosas positivas sobre ti mismo
Te sientes orgulloso de ti mismo y de lo que puedes lograr
Eres feliz con la persona que eres
Crees en ti mismo
Te sientes aceptado
A veces, es fácil sentirse así. Sacas una buena calificación en una prueba
para la que estudiaste mucho. Tus padres o un profesor te dicen que están
orgullosos de ti. Te diviertes con amigos y te sientes aceptado e incluido. En
días como estos, te sentirás con una buena autoestima y confianza en ti
mismo.

Y estas fortalezas internas, te ayudarán a superar los días en los que las
cosas no salgan tan bien.

¿Qué es la baja autoestima?


Cuando los niños no se sienten bien consigo mismos, se dice que tienen una
"baja autoestima". O podríamos decir que les falta confianza en sí mismos.

Cuando una persona tiene baja autoestima, es probable que:

Crea que no es tan buena como los demás


No vea las cosas positivas que tiene
Piense más en lo que no puede hacer que en lo que sí puede hacer
Se sienta insegura de sí misma o tenga miedo de intentar hacer cosas

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Se rinda con demasiada facilidad
Se sienta mal consigo misma si los demás no la tratan bien
Puede llevar tiempo tener una buena autoestima y confianza en ti mismo.
Pero estas son fortalezas que todo niño necesita y merece. Y todos los niños
pueden adquirirlas porque todos los niños tienen buenas cualidades. Todos
los niños son aceptados. Todos los niños son capaces, adorables y están
llenos de ideas para ofrecer. Todos los niños merecen ser tratados con
amabilidad, igualdad, dignidad y respeto.

¿Qué cosas favorecen la autoestima y la confianza en ti mismo?


Tus padres y maestros te pueden ayudar a aprender y probar cosas nuevas.
Pueden elogiarte cuando lo intentas, cuando haces tu mejor esfuerzo y
cuando haces cosas por ti mismo. Esto te ayuda a ver de lo que eres capaz.

Los amigos pueden ayudar cuando te incluyen, te tratan con respeto,


amabilidad, amistad e igualdad. Eso te ayuda a sentirte aceptado.

Tú también puedes hacer cosas que te ayuden. Por ejemplo, puedes hacer lo
siguiente:

Hacer una lista de las cosas que eres capaz de hacer. ¿Puedes cantar o
dibujar? ¿Bailas, practicas algún deporte o tocas algún instrumento?
¿Puedes montar en bicicleta, nadar, correr bien ligero, lanzar una pelota,
resolver un acertijo o contar un buen chiste? ¿Lees bien? ¿Eres bueno en
matemáticas? ¿Te gustan las ciencias o eres amante de la historia? Hasta
las cosas pequeñas cuentan. ¿Puedes hacer tu cama, vestirte y estar listo?
¿Haces los deberes o te cepillas los dientes sin que nadie te lo diga?
¿Puedes poner la mesa, ayudar a cocinar, guardar los platos o sacar a pasear
a tu perro?
Una vez que hayas hecho la lista, mira todas las cosas de las que eres capaz.
Alégrate y siéntete orgulloso.

Intenta hacer algunas cosas de la lista. Cada cosa que hagas será una
oportunidad para sentirte bien contigo mismo. Además, es una oportunidad
de mejorar en las cosas que puedes hacer. Cuando sientas que eres capaz, tu
confianza y tu autoestima crecerán.

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Haz una lista de tus buenas cualidades. Tus fortalezas incluyen más de lo
que eres capaz de hacer. También tienes fortalezas por tu carácter. Piensa
en las buenas cualidades que muestras hacia los demás. ¿Intentas ser
amable, justo y honesto? ¿Eres amigable y divertido? ¿Te gusta ayudar?
¿Eres bueno para escuchar? ¿Amas a los animales? ¿Estás lleno de energía?
¿Eres tranquilo y tolerante? ¿Eres creativo, valiente o deportista?
Intenta mostrar una (o más) de tus buenas cualidades cada día. Ten en
cuenta cómo las buenas cualidades que demuestras generan un cambio en las
personas que te rodean. Fíjate de qué manera hacer uso de tus buenas
cualidades también te hace sentir bien a ti.

Convierte los "No puedo" en "Yo puedo". A veces, si las cosas parecen
demasiado difíciles en un principio, los niños piensan "No sirvo para esto",
"No puedo hacer esto" o "Esto es demasiado difícil para mí".
En lugar de pensar así, piensa: "Voy a intentarlo", "Yo puedo hacerlo".
Piensa: "Daré lo mejor de mí mismo". Piensa: "Le pediré ayuda a alguien".
Pensar con más confianza te ayudará a sentirte bien contigo mismo.
También hace que sea más probable que lo intentes. Confía en que lo harás
bien. Dite a ti mismo: "Creo que puedo hacerlo". Luego, practica, entrena,
estudia o prepárate. Podrías llegar a sorprenderte (y sentirte orgulloso) de
lo que eres capaz de hacer.
Esfuérzate al máximo. Te puedes sentir bien contigo mismo cuando pruebas
una cosa. No hace falta ser el mejor. No hace falta ganar siempre. Cuando
te esfuerzas al máximo en algo, tu autoestima crece.
Pasa tiempo con la gente que quieres. Haz cosas que disfrutes con tus
padres, tu familia o tus amigos. Eso te ayuda a sentirte aceptado. Presta
atención a las veces en las que te sientes aceptado, incluido y amado. Fíjate
en cómo te sientes contigo mismo en esos momentos. También fíjate en las
cosas buenas que tienen los demás.
Haz buenas cosas por los demás. Haz cosas lindas por tus padres. Ayúdalos
a preparar las comidas, a limpiar, a alimentar a las mascotas y sé amable con
tus hermanos. Escucha cuando un amigo quiera hablar. Comparte algo que te
pertenece. Ayuda a un vecino a cargar sus cosas. Ayuda a tu maestro a
ordenar la clase. Sonríele a alguna persona. Incluye a alguien o invítalo a
participar en un juego.
Piensa en algo bueno que hiciste ayer. ¿Cómo te sientes cuando piensas en
ello? Fíjate que cuando haces cosas buenas, te sientes bien contigo mismo.

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Te darás cuenta de que lo que haces es importante y significa mucho. ¡Deja
que tu fortaleza interna brille!
Revisor médico: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de revisión: marzo de 2023

Cierre
5) Realizar una lámina y exponer lo que se entendió

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