TP1 - Bustos Carlos Jesús - Garantía Defensa en Juicio
TP1 - Bustos Carlos Jesús - Garantía Defensa en Juicio
TP1 - Bustos Carlos Jesús - Garantía Defensa en Juicio
Protocolo de Sentencias
Nº Resolución: 424
Año: 2019 Tomo: 14 Folio: 4054-4070
En la ciudad de Córdoba, a los veintisiete días del mes de agosto dos mil diecinueve, siendo
las once y treinta hora se constituyó en audiencia pública la Sala Penal del Tribunal Superior
de Justicia, presidida por la señora Vocal doctora Aída Tarditti, con asistencia de los señores
Vocales, doctores Sebastián Cruz López Peña y María Marta Cáceres de Bollati, a los fines de
dictar sentencia en los autos “Bustos, Carlos Jesús Horacio p.s.a. encubrimiento reiterado,
etc. –Recurso de Casación-” (SAC 2640962), con motivo de los recursos de casación
interpuestos por el señor asesor letrado penal de 16° turno de esta ciudad, abogado defensor
del imputado Carlos Jesús Horacio Bustos, y por la señora Fiscal de Cámara, a cargo de la
Sentencia número cuarenta y cinco, de fecha diez de agosto de dos mil diecisiete, dictada por
Abierto el acto por la señora Presidente se informa que las cuestiones a resolver son las
siguientes:
1°) ¿Es nula la sentencia por haberse vulnerado el derecho de defensa en juicio?
2º) ¿Se encuentra debidamente fundada la condena impuesta al imputado Carlos Jesús
3°) ¿Se ha inobservado el art. 166 inc. 2°, primer supuesto del CP, en relación al hecho
nominado cuarto?
Los señores Vocales emitirán sus votos de la siguiente forma: Doctores Aída Tarditti,
A LA PRIMERA CUESTION:
Nominación de esta ciudad, en Sala Unipersonal resolvió, en lo que aquí interesa: “I.
Declarar a Carlos Jesús Horacio Bustos, autor responsable de los delitos de encubrimiento
reiterado (art. 45, 277 inc. 1° apartado c y 55 del C. Penal) –primer y segundo hecho-,
violación de domicilio (art. 45 y 150 del C. Penal) –tercer hecho- y coautor de robo (arts. 45
y 164 del C. Penal) –cuarto hecho-, todo en concurso real (art. 55 del C. Penal) e imponerle
5, 12, 27 y 29 inc. 3° del C. Penal; 550 y 551 CPP). II) Unificar la presente con la pena
impuesta por la Cámara referida, con fecha 7/8/15, por sentencia n° 39, en la pena única de
cinco años y seis meses de prisión, con adicionales de ley y costas (arts. 5, 12, 29 inc. 3° y 58
asesor letrado penal de 16° turno de esta ciudad, abogado defensor del imputado Carlos Jesús
Horacio Bustos.
nominado cuarto.
Al respecto advierte que los planteos ensayados por el Ministerio Público deben ser
defensa.
idéntico evento fue fijado al momento de elevar estas actuaciones a juicio, el que dio inicio a
Recuerda que la señora Fiscal al momento de alegar expresó cuanto sigue: conforme a la
prueba (…) se ha acreditado con grado de certeza (…) ambos extremos de la imputación (…)
contenida en la acusación, esto es, tanto la existencia material de los hechos acaecidos como
fueran relatados, como la participación del encartado (…) en el mismo tal como ha sido
No soslaya que la señora Representante del Ministerio Público Fiscal solicitó que se
condenara a Bustos como autor responsable de los delitos de robo calificado por el uso de
arma impropia y violación de domicilio, pese a que esta última conducta no le fue atribuida al
imputado.
el Ministerio Público cuenta con facultades para ampliar o modificar la acusación, lo que no
Peticiona se deseche la conducta en cuestión, por cuanto ella no fue reprochada al nombrado.
III. Hecho atribuido por la requisitoria fiscal de citación a juicio (f. 494 vta.), leído en la
apertura del debate (f. 496), y tenido finalmente por acreditado (f. 499):
El veinticinco de mayo de dos mil dieciséis, siendo alrededor de las 22 hs. el imputado Carlos
calle Mariano Moreno 365 (ex 213) de la localidad de Malvinas Argentinas (Segunda
Sección), ocasión en la que uno de los malvivientes no identificados simulando que venía a
devolver un envase de cerveza que había adquirido horas antes, consiguió que Eduardo Raúl
oportunidad en la que el primero de los nombrados le propinó a Bravo un golpe con el arma
de fuego –tipo .22 corto revólver- que portaba, obligándolo a tirarse al piso. Tras ello los
otros cómplices del encartado Bustos ingresaron a la vivienda familiar ubicada al fondo de
Sergio Tesio y a Rocío Paula Vaca –de 13 años de edad, quienes se encontraban en una de
las habitaciones, bajo amenazas de muerte exigiéndole dinero y celulares. Acto seguido se
Samsung modelo AS5 nro de línea 0356315404704, perteneciente a Sergio Tesio, el celular
de Maria Cristina Soler, marca Samsung modelo C3, un televisor –tipo plasma marca Sony
color negro, dándose, tras ello el imputado Bustos y sus cómplices rápidamente a fuga con
entre acusación y sentencia ya ha sido objeto de reiterados pronunciamientos por parte de esta
Sala. En ellos se sostuvo que la regla es una entre varias que conforman el principio procesal
de la inviolabilidad del derecho de defensa en juicio (TSJ, Sala Penal, “Ateca”, S. n° 125, del
349, 26/12/2007; “Luque”, S. nº 17, 26/2/2009, entre muchas otras). Para hacer efectiva esta
garantía constitucional (CN., arts. 18, 75 inc. 22º; Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, arts. XVIII y XXVI; Declaración Universal de los Derechos Humanos,
art. 10; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 9 inc. 3°; Convención
Americana sobre Derechos Humanos -Pacto de San José de Costa Rica-, art. 8; Const. Pcial.
art. 39; y CPP. art. 1°), se hace necesario que “entre la acusación intimada (originaria o
ampliada), y la sentencia debe mediar una correlación esencial sobre el hecho, la que impide
condenar al acusado por uno diverso del que fuera objeto de la imputación formulada (ne est
primera reimpresión, actualizada por Ayán, Manuel N.y Cafferata Nores, J., Ed. Lerner,
Córdoba, 1982, T. II, p. 233; cfr. Clariá Olmedo, Jorge A. Tratado de Derecho Procesal
Penal, Ed. Ediar, Bs.As., 1960, T. I, p. 507). Ello es así por cuanto de nada valdría afirmar
que no hay juicio sin acusación, al igual que esta debe ser correctamente intimada, si no se
suma la exigencia que el Juez únicamente pueda condenar al acusado como culpable del
De no ser así, se impone la nulidad absoluta de la sentencia porque se afecta la defensa del
imputado en lo que hace a su intervención y asistencia en el proceso penal (art. 185 inc. 3°,
primer y segundo supuestos y 186 segundo párrafo, CPP), en virtud que se coarta la defensa
material y técnica, las que tuvieron como referencia para su desarrollo el hecho contenido en
Pero no toda diferencia menoscaba esta facultad del imputado; solo concurre tal perjuicio
Núñez, Ricardo C., Código Procesal Penal, Ed. Lerner, Córdoba, 1986, nota 1° al art. 414,
pág. 385; cfr., TSJ, Sala Penal, “Cuello”, S. n° 8, 1/7/1988; “Avalos”, S. n° 17, 17/10/1990;
defensa en juicio, se ha dicho con exactitud que “para que la defensa sea un elemento efectivo
del proceso y el imputado pueda negar o explicar el hecho que se le atribuye, o afirmar alguna
argumentar en sentido contrario a la imputación, es necesario que esta sea intimada, es decir,
Derecho Procesal Penal, T. II, Marcos Lerner Editora Córdoba, p. 221; en TSJ, Sala Penal, S.
Resulta de interés resaltar, además, que no puede existir declaración de nulidad, se encuentre
que rige también para las nulidades absolutas. Ello así toda vez que ni la insubsanabilidad ni
la oficiosidad con que la ley resguarda la situación del imputado tienen por objetivo crear a su
favor un sistema de nulidades puramente formales, al margen del “principio del interés”. La
procesalmente a la parte en cuyo favor se hace (TSJ, Sala Penal, “Alaniz”, S. del 26/12/1957;
“Atala”, S. nº 118, 4/12/2003), esto es, cuando tenga un efecto corrector, que positivamente
enmiende una efectiva afectación de la garantía constitucional resguardada y, por tanto, pueda
sentencia atacada, concluyo que la pretensión recursiva debe ser rechazada, al no encontrarse
*En primer lugar es dable señalar que, a diferencia de lo sostenido por la defensa no se
aprecia que concurra en el caso una diferencia esencial en el suceso nominado cuarto que
obstara o impidiera al Ministerio Público Fiscal solicitar la subsunción cuestionada, esto es, la
plan trazado previamente, dividieron sus tareas para concretar su empresa criminal. Así, uno
de ellos facilitó el ingreso a la despensa al inducir en error a Eduardo Raúl Bravo; una vez
todos dentro, Bustos empleó un arma de fuego (de operatividad no acreditada) para reducir al
cuanto, cada una de las conductas descriptas precedentemente resultan atribuibles a todos los
intervinientes en esta faena delictiva sin que importe que ellas no hayan sido efectivamente
realizadas por ellas (principio de imputación recíproca, TSJ, Sala Penal, “Luna”, S. n° 4,
sostener que los compinches de Bustos serían imputados por el delito de violación de
domicilio, y no de robo calificado con armas (art. 166 inc. 2° CP), lo que a todas luces no
defensa, todos los partícipes del presente ingresaron al domicilio de la familia Bravo,
Eduardo y Marisol Bravo, como María Cristina Soler aludieron expresamente al pasaje en
Me detengo en lo anterior, por cuanto la defensa olvida que esta Sala Penal ha sostenido que
también los fundamentos que informan la pretensión del Fiscal puesto que es todo el
después de abierto el debate (como aconteciera en el caso -f. 496-). Tal como lo ha entendido
autorizada doctrina “el elemento lógico -de la acusación-comprende como en un conjunto los
hechos ya fijados (Clariá Olmedo, Jorge A., Tratado de Derecho Procesal Penal, T. IV,
Ediar, 1964, pág. 410; TSJ, Sala Penal, “Rabanal Aguirre”, A. n° 338, 22/10/2002; “Atala”, S.
nº 118, 4/12/2003, entre otros) y es donde el Ministerio Público debe “exponer sucintamente
Derecho Procesal Penal, T. II, Imprenta UNC., 1956, pág. 105) (Caliva, ya cit.).
presenta la situación agraviante denunciada, máxime cuando no expresa –ni mucho menos se
defensivas.
La señora Vocal preopinante da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden correctamente
Estimo correcta la solución que da la señora Vocal del primer voto, por lo que adhiero a la
A LA SEGUNDA CUESTION:
I. Bajo el motivo formal de la vía impugnativa intentada (art. 468 inc. 2° CPP), la defensa del
imputado Bustos advierte que la decisión en tratamiento no supera el estándar que impone la
hecho nominado cuarto, por cuanto el razonamiento ensayado para sí sostenerlo –aduce-
El defecto anotado –enfatiza-, violenta las garantías de defensa en juicio y debido proceso.
presente.
vertidos en la instrucción por César Lescano, único testigo de cargo. Al respecto señala que su
testimonio fue incorporado al debate por su lectura en abierta oposición al derecho de defensa
de Bustos, pues el temperamento asumido por el tribunal de juicio impidió todo control y
contraposición de la defensa.
Recuerda que el tribunal de juicio –a solicitud del Ministerio Público Fiscal- incorporó por su
lectura el testimonio que César Gabriel Lescano (ff. 361/362) prestara en la investigación
penal preparatoria.
No soslaya que la entonces defensa técnica del imputado prestó su anuencia a dicha
obtenida sin control. Remarca que se encuentra en juego el alcance del derecho de defensa a
interrogar a los testigos, y que ello provocó un gravamen al imputado, por lo que aquella
posición defensiva debe ser analizada pues perjudica a Bustos (f. 524).
la condena de su defendido.
Lo anterior –enfatiza- luce más cuestionable a poco que se advierte que el sentenciante apuntó
lo siguiente: no encuentro motivo alguno por parte de César Lascano para incriminar a
Bustos en este hecho delictivo. Esta posición –prosigue-, carece de fundamentos, puesto que
el propio tribunal se vio impedido de apreciar sus dichos y condiciones, en suma, apreciar su
Las manifestaciones vertidas por Lescano se erigen en base exclusiva y fundante del reproche
Remarca que aun en el supuesto de que se considerara procedente esa incorporación, lo cierto
es que ella no permite arribar al grado de certeza necesario para condenar, ello merced al
En este sentido, destaca que ninguna de las personas presentes en el lugar del hecho
Recuerda así, que el tribunal a quo sostuvo que: todos (por Bravo, Vaca y Soler)coincidieron
conclusión –enfatiza- carece de todo sustento si se advierte que, tanto Eduardo Bravo, Sergio
rueda de personas que arrojó un contundente resultado negativo. Destaca que a ello se suma
que ante el tribunal de juicio, tanto Bravo como Soler manifestaron expresamente no conocer
a su defendido asistido, añade que en idéntico sentido se pronunciaron Vilma Bravo y Rocío
Vaca.
desmedro de las declaraciones de las víctimas, pues estas no pudieron reconocer a los autores
Advierte que de los dichos del comisionado policial y de los testimonios de Bravo y Gutiérrez
surgen datos probatorios aptos solo para iniciar una persecución penal. En este sentido refiere
que su pupilo no niega su apodo, ni tampoco que frecuenta la zona de ocurrencia de los
Adriana Abad.
Bajo el epígrafe error in procedendo (art. 468 inc. 2 CPP) inobservancia de las normas
contra la voluntad presunta de sus moradores, lugar en donde redujeron a la víctimas (María
Agrega que el sentenciante estimó acreditado el mentado segmento fáctico, merced a ello
recuerda que peticionó se declarara a Bustos autor responsable del delito de violación de
Subraya que el a quo no atendió los testimonios que daban cuenta de ese extremo, ni los
Peticiona se case la sentencia en cuestión, y que por ende se haga lugar a la calificación legal
y sanción pretendida.
III. Por dictamen P. n° 854, de fecha 22/11/2017, se expide el señor Fiscal General de la
Provincia, doctor Alejandro Moyano, quien mantiene el recurso de casación intentado por la
IV.1. Despejado lo anterior, se impone adelantar que el cúmulo de argumentos ensayados por
la defensa en esta Sede no podrán prosperar, por cuanto se aprecia que soslayan el completo
reunidos, resulta una derivación razonada de la prueba colectada, en un todo respetuosa de las
2. Es dable recordar en este sentido que esta SalaPenal ha sostenido que, en materia de
sana crítica racional (art. 193 CPP), resulta claro que el recurso que invoca la infracción a las
reglas que la integran -lógica, psicología, experiencia- debe también contraponer un análisis
decisividad del vicio que se denuncia (art. 413 inc. 4°, CPP). De allí que resulte inconducente
una argumentación impugnativa que se contente solo con reproches aislados que no atiendan
apreciación integrada de aquél. En tales supuestos, al no efectuar un abordaje que agote las
distintas premisas que sostienen la conclusión que causa agravio, la crítica no alcanza a
enervarla y la decisión transita incólume el control casatorio (TSJ, Sala Penal, “Fernández”,
A más de lo anterior, vale la pena destacar que esta Sala también ha sostenido,
fundarse en elementos de convicción indirectos, como son los indicios, con la condición de
que estos sean unívocos y no anfibológicos (TSJ, Sala Penal, “Ramírez”, S. n° 41,
n° 176, 7/6/2002), razón por la cual para poder cuestionar la fundamentación en tales casos,
3. Sin perjuicio de lo referido, a fin de analizar en concreto las cuestiones traídas a análisis,
útil es recordar que el sentenciante, a los fines de arribar a la conclusión asertiva aquí
Carlos Jesús Horacio como una de las personas que ingresó a robar a la despensa de Eduardo
Raúl Bravo (describiendo el suceso de igual que aquel descripto en el factum), añadiendo
además que luego de que tuviera lugar ese hecho lo persiguió, junto con otra persona, y que
Seguidamente remarcó que se trataba del único testimonio que daba cuenta de ello, pese a lo
cual –enfatizó- no existía elemento alguno de prueba que lo hiciera dudar del aludido
señalamiento. Merced a ello, concluyó que lo vertido por el nombrado era aquello que lo
autorizaba a sostener que ese hecho ocurrió tal y como de ello daba cuenta, la pieza
acusatoria, esto pese a que las víctimas del presente (Bravo, Soler y Vaca) se mostraron en
Siempre en sintonía, el a quo destacó que no encontraba motivo alguno en César Lescano
para incriminar a Bustos en la comisión del presente (o que albergara algún interés en
comisionado Duarte, quien claramente indicó que Bustos era conocido por su apodo: Colito;
inmediatamente después de que acaecieran estos hechos, que un grupo de vecinos le comentó
a su esposa, María Cristina Soler que uno de los autores del presente era el tal Colito; c) lo
expresado por Norma Gutiérrez, madre de los Lescano, quien refirió que ocurrido este suceso,
sus hijos Cristian y Cesar Lescano persiguieron a los autores del presente.
Concluyó apuntado que, lo reseñado explicaba las razones por las que el testimonio de César
V. Tal como se lo adelantara supra, estimo que las críticas aisladas del recurrente no logran
ponderación integral de la prueba colectada. Pese a ello, entiendo oportuno realizar algunas
análisis de aquella crítica defensiva que gira en torno a cuestionar que el testimonio de César
nombrado (arts. 18 CN; 8. 2, f, CADH; 14, inc. e) PIDCyP; art. 75 inc. 22 CN). Esta crítica
no puede ser de recibo, por cuanto la otrora defensa técnica del imputado Bustos prestó su
aquiescencia a su incorporación por su lectura (art. 397 CPP), supuesto que a más de ser
En esta inteligencia se impone recordar que el código de rito –siempre guiado por el propósito
su lectura bajo ciertas condiciones y enumeraciones taxativas (art. 397 CPP). Me detengo en
ello, por cuanto en autos asistimos, precisamente, a uno de los supuestos que autorizan a
excepcionar la idea central expuesta, por cuanto de autos surge que el testimonio, como lo
decíamos, fue incorporado con conformidad defensiva, lo que cimenta su legalidad (ff.
361/362 y 496 vta., en sintonía TSJ, Sala Penal “Venecia”, S. n° 327, 16/12/2009).
En esta inteligencia, y aun a riesgo de sobreabundar, advierto que de autos surge que en la
audiencia de fecha 27/7/2017 la señora Fiscal de Cámara presentó una opción a la defensa:
testimonio que prestara en la etapa instructoria, a lo que la entonces defensa técnica del
imputado Bustos respondió que se conformaba con que se incorporara por su lectura la tan
Ahora bien, luego de que la aludida probanza fuera incorporada legalmente al debate, fue
ponderada por el juzgador de acuerdo a las reglas de la sana crítica junto con el resto del
también surge, aunque implícitamente, que la actual defensa del imputado Bustos no
detengo en ello por cuanto la CSJN ha sostenido que no conculcan el derecho de contar con
una asistencia legal efectiva (art. 18 CN) las aludidas discrepancias, esto es, cuando no
concurra una inoperancia con entidad suficiente como para conculcar las garantías
recepción oral del testimonio eran igualmente posibles, y que la decisión a favor de la primera
no tiene una connotación negativa, ello así, por cuanto la defensa desmereció el valor
convictivo de ese testimonio y pidió su absolución. A más de ello cabe señalar que la defensa
no atiende a que esa declaración fue receptada en la investigación penal preparatoria, cuando
recepción de la prueba.
Por lo demás, muy relevante es que, como se desarrollará en el apartado siguiente, este
2. Sorteado ello, recuerdo que el testigo Lescano apuntó en prieta síntesis cuanto sigue: que el
día del hecho, en horas de la noche, salió de su domicilio junto con su hermano Cristian por
cuanto escuchó gritos provenientes de la vía pública; al hacerlo advirtió que cruzaban la calle
del frente de su domicilio tres sujetos, y que dos de ellos cargaban un televisor cada uno. Ante
ello -continuó apuntando-, se interpuso en su camino, lo que provocó que uno de estos
conocía con anterioridad, ya que se reunía con amigos en las cercanías de su domicilio-, le
expresara no te metas porque te voy a meter un tiro momento en el cual advirtió que el
nombrado llevaba un arma de fuego; ante ello aseveró que se corrió del camino por lo que los
sujetos mencionados se dieron a la fuga. (f. 361). A más de lo anterior apuntó también que, su
el cuello a uno de los sujetos, quien previo extraer de entre sus ropas un arma de fuego le
gatillo en reiteradas oportunidades, provocando así que el nombrado testigo se retirara del
lugar. Finalmente, y como nota saliente el citado testigo también apuntó: que los tres sujetos
se dieron a la fuga en un automóvil marca Volkswagen Gol de color gris con vidrios
polarizados; que los tan referenciados individuos dejaron abandonados los televisores en un
sitio baldío y que posterioridad a lo narrado tomó conocimiento de que a la familia Bravo se
Ahora bien, pese a la indudable relevancia de lo vertido por Lescano, evidente resulta a la luz
reproche.
Así, entiendo valioso recordar que, el policía comisionado Duarte apuntó que a Carlos Jesús
Horacio Bustos es conocido como por su apodo de “Colito” (f. 496 vta., alias este que,
incluso, fuera reconocido por el mismo imputado –f. 380- ), aserto este que se encuentra en
sintonía con lo expresado en idéntico sentido por Eduardo Bravo y Norma Gutiérrez (f. 496
vta.).
A ello cabe agregar, como dato de no menor factura, la correspondencia existente entre los
particulares objetos que le fueran sustraídos a la familia Bravo, específicamente aludo a los
dos televisores ya mencionados (ver declaración del señor Eduardo Bravo -f. 300-), con lo
vertido en idéntico sentido, no solo por Lescano (f. 361), sino también con toda la actuación
elementos en un sitio baldío ubicado en las cercanías del domicilio de la familia Bravo y un
segmento temporal próximoal hecho (acta de secuestro y croquis ilustrativo -ff. 254/255-).
Abona también la conclusión cuestionada, lo apuntado por Eduardo Raúl Bravo en cuanto
este suceso que pudo reconocer solo a uno de ellos, esto es, aquel que actuó a cara
descubierta, como el “Colito” (f. 256 vta.). Pasaje saliente este que, debe relacionarse con el
hecho de que, de acuerdo a las constancias de autos los dos compinches del imputado Bustos
obraron encapuchados (ver en este sentido lo apuntado por María Cristina Soler –ff. 308 vta.
y 496 vta.).
Contribuye también a cimentar el presente juicio lo vertido por María Cristina Soler en cuanto
a que no bien finalizó la comisión del presente se encontró con un vecino de la zona
(Lescano) quien le refirió que persiguió a uno de los autores del presente mientras se daba a la
fuga, y que a uno de ellos le decían “Codito” (entiéndase “Colito”, claro esta) (f. 309 y 496
vta.).
Por lo demás, cuadra destacar que se encuentran en plena sintonía también, aquellas razones
por las cuales Lescano salió de su domicilio (gritos), con lo vertido por Eduardo Raúl Bravo
en cuanto a que su mujer, María Cristina Soler, en el momento del hecho alertó a los vecinos
Merced a lo anotado, forzoso resulta concluir que lo expresado por Lescano cuenta con
marcada credibilidad, ya que cuenta con un profuso respaldo en las constancias de autos.
resulta evidente que no pueden ser atendidos aquellos embates defensivos que giran en torno
al resultado negativo del reconocimiento practicado en autos, por cuanto el juicio de certeza
cuando ellos se llevaron adelante tres meses después de ocurrido los hechos, tal y como se lo
de Cámara que gira en torno a postular que la sentencia presenta defectos de fundamentación,
cuarto resulta atrapado también por el delito deviolación de domicilio, por cuanto el cuadro
probatorio así lo autoriza. Pretensión esta que, adelanto, será atendida por aquellas razones
que expusiéramos en el punto IV.2 de la primera cuestión, a las cuales me remito en honor a
la brevedad.
Pese a ello, entiendo valioso añadir que, tal y como lo sostiene la señora Representante del
Ministerio Público Fiscal se encuentran satisfechos la totalidad de los requisitos que demanda
para que adquiera relevancia jurídico penal la conducta en cuestión (art. 150 CP).
Así, se encuentra probado que el imputado Bustos junto con sus consortes de causa, luego de
familia contra la voluntad presunta de su titular, extremo que se deduce indisputable de autos
a poco que se repara, no solo por el hecho de que lograron franquear con empellones las
precauciones tomadas (disposición de rejas para su atención) por el titular del derecho a
comunicarse con su morada familiar (–f. 304-), sino también el horario de ocurrencia de estos
hechos: de noche (en esta inteligencia, TSJ, S. nº 220, 4/9/07 "Montaña o Montaño"; S. nº
c/Oddone”).
Notas todas cuya concurrencia en el caso pone en evidencia que se ha violentado el bien
jurídico tutelado por la norma penal en cuestión (TSJ, Sala Penal, Acosta, S. n° 47, 6/6/01;
ver en este sentido las declaraciones testimoniales de Eduardo Bravo –ff. 299/300-; Vilma
Marisol Bravo –ff. 304/305-; Sergio Daniel Tesio –ff. 306/307; Maria Cristina Soler –ff.
La señora Vocal preopinante da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden correctamente
Estimo correcta la solución que da la señora Vocal del primer voto, por lo que adhiero a la
A LA TERCERA CUESTIÓN:
Mirtha Adriana Abad, considera que el tribunal de mérito calificó erradamente el suceso
nominado cuarto por una inexacta interpretación de art. 166, inc. 2°, 1er supuesto del CP.
Añade, en relación a idéntico suceso que el a quo omitió fundamentar una cuestión jurídica
Recuerda que al alegar solicitó se declarara al imputado Carlos Jesús Horacio Bustos en
relación al hecho nominado cuarto, coautor del delito de robo calificado con arma y violación
de domicilio en concurso real (arts. 45, 166 inc. 1°, primer párrafo, primer supuesto y 150
CP).
como autor responsable del delito de robo, aplicando por ello una escala penal inferior a la
Recuerda que al momento de emitir conclusiones sostuvo que logró acreditarse con certeza
que Bustos en compañía de dos sujetos más (aun no identificados) ejecutaron el robo en
cuestión portando armas de fuego (ello de acuerdo a lo vertido de manera conteste por María
C. Soler y César G. Lescano), y que fue el aquí recurrente quien utilizó uno de esas armas de
Sostiene que el tribunal de mérito luego de dar por acreditada tanto la existencia material del
hecho en cuestión, como la participación responsable del acusado en el mismo brindó otra
Merced a lo anotado, la señora Representante del Ministerio Público Fiscal considera que el
Agrega que existe cierto consenso en doctrina y jurisprudencia sobre la relación de género a
especie que media entre la figura básica de robo, y el art. 166 inc. 2° del CP, lo que descarta
Subraya que el a quo tuvo por cierto que el condenado se valió de un arma de fuego como
objeto contundente para golpear a una de sus víctimas en la cabeza. Merced a ello postula que
apoderamiento ilegítimo al golpear con la culata del arma de fuego –no secuestrada- en la
Advierte que Bravo tras el golpe recibido cayó al suelo y fue obligado a conducirse arrastrado
hacia donde se encontraban el resto de las víctimas. Esta violencia –enfatizó la señora Fiscal
de Cámara-, rebasa aquella que resulta propia del tipo básico, pues se valió de un arma que,
por el modo violento utilizado –golpe- implicó un acometimiento que dejo en evidencia un
Añade que las exigencias de la figura en tratamiento son menores que aquellas que se
II. En su escrito de fojas 541/545 el señor asesor letrado penal, y bajo el apartado primer
agravio esgrimido (errónea aplicación de la ley penal sustantiva), recuerda que la señora
Fiscal de Cámara calificó las consideraciones del a quorelacionadas con la calificación legal
intentado por el Ministerio Público Fiscal por motivos sustanciales cuando, pese a la
anterior adquiere relevancia a poco que se recuerda que el derecho al recurso se encuentra
Subraya que atendiendo a que la Fiscalía ha logrado coronar su pretensión, el examen sobre la
procedencia del recurso debe ser exhaustivo. Añade que ello sucederá cuando se incurra en
Cita autorizada doctrina que entiende que, utilizar un arma de fuego para golpear a una de las
circunstancia de que se haya empleado un arma de fuego como objeto contundente debe
figura general por sobre aquella que resulta más específica violenta en principio de
especialidad.
Añade que en el caso de considerarse procedente el recurso del señor Fiscal de Cámara
corresponderá atribuirle a su defendido la figura penal prevista en el art. 166, inc. 2°, último
párrafo del CP (robo calificado por el uso de arma de fuego cuya operatividad no ha sido
imputado:
Así, señaló que correspondía mutar la calificación legal correspondiente al hecho nominado
cuarto, esto es, en lugar de la figura de robo calificado por el uso de arma impropia (art. 166
Ministerio Público Fiscal por la de robo simple. Ello, merced al siguiente cúmulo de
consideraciones.
De manera liminar aseveró que ello resulta así por cuanto de las constancias de autos surgía
que el imputado se valió de un arma de fuego como objeto contundente para golpear a la
víctima y no como tal, esto es, para su función específica que es el disparo. En esta tónica
apuntó que con la culata de la mencionada arma de fuego golpeó a Eduardo R. Bravo en su
cabeza.
Seguidamente, el tribunal a quo puso de relieve que, tal y como era sabido desde antiguo era
conocida su posición relativa a que se mostraba partidario de una teoría restringida relativa a
(art. 166 inc. 2°, primer supuesto CP). En esta tónica apuntó que ellas debían circunscribirse a
armas de fuego que son tratadas en especial en los párrafos segundo y tercero de la norma en
cuestión), pues una interpretación extensiva del concepto en tratamiento vulneraría el límite al
arma aquellos objetos que aumenten el poder ofensivo del sujeto activo por su empleo, sino
están destinados para ello tal y como sucede en el caso. Finalizó apuntado que si bien un arma
de fuego es un objeto de ataque y de defensa per se, ella no fue usada como tal sino como un
IV.1. Por una cuestión de orden lógico debemos principiar el análisis con aquellas
consideraciones defensivas que giran en torno a postular que el Ministerio Público carece de
legitimación para impugnar la presente por el motivo sustancial del recurso de casación (art.
468 inc. 1° CPP), por cuanto solo podría hacerlo en supuestos de arbitrariedad normativa, la
pretensión de extender indebidamente del estándar fijado por esta Sala Penal para aquellos
casos en donde es el Ministerio Público Fiscal quien recurre una sentencia de condena en el
marco de la especial modalidad del juicio abreviado (art. 415 CPP), esto es, que se asista a un
supuesto de palmaria arbitrariedad normativa (vrg. prescindir del texto legal aplicable al
caso sin dar razones de ello, o colocar una pena por debajo del mínimo legal sin declaración
de inconstitucionalidad, TSJ, Sala Penal, “Barrera”, A. n° 65, 16/3/2015), cuando, claro esta,
En sintonía con lo anterior entiendo valioso puntualizar, aunque más no sea sintéticamente,
Ministerio Público Fiscal a impugnar las sentencias condenatorias (art. 470 inc. 3° CPP), ello,
inter alia, con miras a intentar una mayor severidad de la calificación legal o de la pena
Córdoba. Comentado. Ed. Mediterránea. Tomo 2. Córdoba. Noviembre 2003), pretensión esta
Por lo demás valioso resulta valioso remarcar que, una de los razones que fundamenta que en
Público Fiscal finca en que hecho de que, aquí ambas partes cuentan con razonables
limitaciones que obedecen a que, merced a su propia actuación se completó un acuerdo que a
gran economía de recursos que por ello pueden ser destinados a otras causas. Notas distintivas
2. Sorteado lo anterior, es dable recordar de manera liminar que a través del motivo sustancial
caso concretamente fallado, tiene un valor orientador en casos análogos para los tribunales
inferiores, siquiera por razones de economía procesal, salvo que se agreguen nuevos
argumentos que puedan variar el precedente. Por intermedio de esta función uniformadora o
torso, cuando el progreso del derecho y las mutaciones sociales así lo indican. (Morello,
Augusto M. "La casación -un modelo intermedio eficiente", LEP, 1993; TSJ, Sala Penal,
Asimismo se impone anotar también que, una vez que se declara abierta la competencia por la
vía del motivo sustancial de casación, este Tribunal tiene la potestad para efectuar la correcta
solución jurídica del caso bajo examen, aun valiéndose de argumentos distintos de los
esgrimidos por el impugnante, siempre que deje incólumes los hechos fijados por el a quo en
alla del agravio presentado (TSJ, Sala Penal “Romero”, S. n° 294, 26/11/2013; “Cejas”, S. n°
3. De manera previa a ingresar al nudo estimo valioso recordar la doctrina judicial de esta
Así, es dable apuntar que la jurisprudencia reiterada de este Tribunal ha sostenido que, para la
ley, arma es todo objeto capaz de aumentar el poder ofensivo del hombre, tanto aquéllos
persona que la utiliza, a los que se denomina armas propias, como los que circunstancialmente
realiza en el ataque contra la propiedad, los que reciben el nombre de impropias. En dicho
sentido, se ha afirmado que, para que el instrumento se convierta en arma impropia, si bien se
exige objetivamente que posea cierta capacidad ofensiva, en definitiva es la voluntad del
sujeto que la utiliza -como medio violento- lo que lo convierte en arma al cambiarle su
destino (TSJ, Sala Penal, "Sosa", S nº. 11, 27/8/1990; "Véliz", S nº 118, 20/11/2001; "Maujo",
S nº. 55, 5/7/2002; "Quiroga", S nº. 69, 2/9/2002; "Toledo", S nº. 10, 10/3/2003; "Alfonso", S
Más aun, se ha aclarado que tratándose de armas impropias, la sola violencia desplegada con
ellas, esto es, el efectivo acometimiento contra la víctima a los fines de vencer su resistencia
al desapoderamiento, es suficiente para hacer aplicable la forma agravada del artículo 166 inc.
2do., primer supuesto, aun cuando aquella vis no se hubiera traducido en la concreta
causación de un daño en la salud, siquiera de carácter leve (TSJ, Sala Penal, "Ferreyra", S. nº
Asimismo, cabe resaltar que no se encuentra superado el límite del tenor literal de la palabra
"arma", cuando se incluye dentro de dicha noción a las denominadas "armas impropias", esto
es, a los instrumentos que se emplean para aumentar el poder ofensivo (TSJ, Sala Penal,
"Ferreyra", S. nº 182, 11/12/2006; "Barrelier", cit.). Es que, cuando se incluyen a las "armas
impropias" dentro de la agravante del art. 166, inc. 2do., 1er. sup., del CP, en lugar de
efectuar una analogía in malam partem (prohibida en materia penal), se respeta el límite
De otro costado, conviene destacar que esta postura, consistente en incluir a las
1er. sup., del C.P., es seguida por la doctrina mayoritaria (Cfr. Nuñez, Ricardo C., Manual de
Derecho Penal. Parte Especial, Lerner, Córdoba, 1999 -2da. Edición actualizada por Víctor
F. Reinaldi-, p. 217; Soler, Sebastián, Derecho Penal argentino, T.E.A., Buenos Aires, 1992,
T. 4, p. 300; Laje Anaya, Justo - Gavier, Enrique Alberto, Notas al Código Penal argentino,
Lerner, Córdoba, 1995, T. II, p. 314; Creus, Carlos, Derecho Penal. Parte Especial, Astrea,
Buenos Aires, 1999, T. 1, p. 432; Sánchez Freytes, Alejandro, en AA.VV., Estudio de las
figuras delictivas, Lerner, Córdoba, 1994, T. II-A, p. 76; Reinaldi, Víctor Félix, Robo con
armas, LLC 2004 (setiembre), 769; Damianovich de Cerredo, Laura T. A., Delitos contra la
Propiedad, Edit. Universidad, Buenos Aires, 2000 -3ra. edición actualizada-, p. 131; Donna,
Expediente Nro. 1617394 - 9 / 12 Edgardo Alberto, Derecho Penal. Parte Especial, Rubinzal-
En consonancia con ello, son numerosos los precedentes en los que esta Sala viene
impropia queda atrapada en el inc. 2°, 1er supuesto del art. 166 del CP (TSJ, Sala Penal,
En esta misma intelección se consideró que si bien el Legislador nacional modificó la regla
robo, agravando la pena cuando se trata de armas de fuego verdaderas y operativas (2º
cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada (último párrafo), ninguna
previsión especial se efectuó en el supuesto que el arma de fuego haya sido empleada de
manera impropia -como en el caso-, hipótesis que continúa subsumida en el tipo calificado del
inc. 2º, primer supuesto de art. 166 C.P. (TSJ, Sala Penal “Martínez”, S. nº 283, 25/10/2007).
Así las cosas, el escalonamiento gradual de puniciones que ha efectuado el legislador para los
reposa la mayor entidad penal de la conducta de quien utiliza un arma para delinquir, tiene su
razón de ser no solo en la intimidación de la víctima sino también en el mayor peligro real
que ella corre ante un objeto que tiene capacidad ofensora, como lo viene sosteniendo la
opinante desde los autos "Luna" (S. nº 14, 15/3/2002) y esta Sala Penal a partir de "Villarruel"
(S. nº 58, 31/7/2002) –ver también "Toledo", S. nº 10, 10/3/2003; "Rodríguez", S. nº 119,
11/11/2004; entre muchos otros-, así como también que, cuando concurren ambos supuestos
la penalidad es mayor que cuando solo lo hace uno de ellos (“Martínez” ya cit.).
Sentado debidamente lo anterior cabe recordar también, que esta Sala Penal ha sostenido
acreditada se utiliza de manera intimidatoria e impropia, las figuras de robo agravado por el
empleo de arma en general –no de fuego– (art. 166 inc. 2do., 1er. párrafo, 1er. supuesto del
CP) y de robo agravado por el uso de arma de fuego no operativa (art. 166 inc. 2do., 3er.
párrafo, CP) concursan de modo ideal. Ello es así por cuanto concurren dos hipótesis: una,
víctima propia del uso de un arma de fuego de operatividad no acreditada; y otra, donde al
del empleo de ese medio (TSJ, Sala Penal, “Cala”. S. n° 101, 13/04/2018).
claro que en el sublite la conducta desplegada por el prevenido Carlos Bustos debe
subsumirse en la figura propugnada por la señora Representante del Ministerio Público Fiscal,
la que debe concursarse formalmente con la figura de robo calificado por el uso de arma de
fuego no operativa.
Es que se encuentra acreditado en autos, en primer término, que el encartado Bustos para
cumplir sus designios furtivos empleo un objeto (arma de fuego cuya operatividad para el
disparo no puede tenerse por acreditada) que no solo satisface en la especie los baremos
en cuestión (arma), sino también que utilizó la misma con particular e intensa violencia, pues
no solo acometió contra la víctima sino que también lo golpeó con ella provocándole lesiones
a raíz de lo sucedido.
mentada arma de fuego de forma intimidatoria,al obligar a Eduardo Raúl Bravo a arrojarse
al piso (hecho tenido por acreditado f. 495 vta., particularmente ilustrativo del pasaje en
tratamiento resulta lo expresado por Eduardo Raúl Bravo en cuanto refirió que fue conducido
de rodillas hasta su habitación siendo apuntado con el arma de fuego –f. 299 vta.-, lo
expresado por Vilma Marisol Bravo –f. 304 vta.-, Sergio Daniel Tesio quien apuntó que
Bustos ingresó a la habitación apuntándoles con un arma de fuego –f. 306 vta.- y Rocío
Paula Vaca –f. 310 vta.-), pasaje o segmento que determina la concurrencia del ya
cuestión, el correcto encuadre legal del suceso nominado cuarto atribuido a Carlos Jesús
Horacio Bustos sería el siguiente: coautor responsable de los delitos de robo calificado con
armas en concurso ideal con robo calificado con arma de fuego cuya aptitud para el disparo
no puede tenerse de ningún modo por acreditada (art. 166, inc. 2°, primer supuesto, 54 y 166,
inc. 2°, último párrafo), en concurso real con el delito de violación de domicilio (arts. 55 y
150 CP).
La señora Vocal preopinante da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden correctamente
Estimo correcta la solución que da la señora Vocal del primer voto, por lo que adhiero a la
A LA CUARTA CUESTIÓN:
los principios de proporcionalidad, culpabilidad (art. 468 inc. 2° CPP), la defensa cuestiona,
arbitraria.
Da cuenta de doctrina judicial de esta Sala Penal relacionada al punto, y repasa aquellas
circunstancias que fueran ponderadas por el tribunal de mérito para mensurar la sanción (f.
526).
Considera que el tribunal de mérito vulneró las reglas que rigen el correcto pensar al
circunstancias que no resultan tales, elevando así en tres años el mínimo de la escala penal
Concretamente, cuestiona aquella circunstancia severizante que refiere cuanto sigue: solo
tengo en cuanta el escaso daño (material y psicológico) causado en las víctimas (los
En esta tónica expresa que fue el mismo tribunal quien consideró que el daño causado ha sido
escaso, merced a ello postula que los argumentos ensayados no permiten conocer las razones
la pena, pese a lo cual entiende que el daño a la víctima no puede ser ajeno a datos objetivos y
objetivables, pues ellos permiten su control. Especifica que las aludidas circunstancias deben
encontrarse probadas.
ilícito, y que no pasa de revestir carácter general por lo que carece de vinculación con el
De otro costado, remarca que el monto elevado de la sanción no guarda relación con aquellos
Concluye el punto advirtiendo que en el caso se han afectado las garantías del debido proceso
II.1. Ahora bien, de manera previa a ingresar al nudo de este asunto ha menester recordar que,
Dentro de ese margen de recurribilidad relativo a las facultades discrecionales del tribunal de
no obstante su antecedente penal aun puede elegir apartarse del delito, su condición social
humilde, su escasa instrucción, ya que solo alcanzó el cuarto grado de la primaria, que es
padre de tres hijos menores de edad, que tenía trabajo antes de ser detenido y que ha
psicológico) causado en las víctimas; todo ello más las demás pautas de valoración de la
pena establecidas por los arts. 40 y 41 CP, hace que tenga como legal y justa la pena
Criminal y Correccional de esta ciudad con fecha 7/8/15 –Sentencia n° 39 (arts. 5, 12, 27 y
29 inc. 3° del C.P; 550 y 551 CPP) y unificar la presente con lo que le resta cumplir de dicha
condena en la pena única de cinco años y seis meses de prisión, con adicionales de ley y
costas (arts. 5,12, 29 inc. 3° y 58 del CP; 550 y 551 del CPP).
III. Sentado todo lo anterior, e ingresando ya a la genérica crítica ensayada por la defensa en
esta Instancia, es dable adelantar que ella correrá idéntica suerte que las anteriores y será
desechada. Es que, mal puede sostenerse que los argumentos reseñados supra impidieron
conocer (y por ello verse afectado su derecho de defensa) las razones para individualizar la
pena finalmente impuesta al imputado Bustos, puesto que lo cierto es que el tribunal de
mérito ponderó como circunstancias severizante la extensión del daño causado (art. 41 inc. 1°
A la luz de lo anterior, luce claro que el recurrente limita su crítica a brindar su propio punto
de vista en relación al desvalor de resultado del suceso en crisis, por cuanto estima, en suma,
realización del tipo pero, y esto es importante, sin controvertir la circunstancia en análisis.
Por lo demás, claro resulta que, a diferencia de lo sostenido por el recurrente la circunstancia
en tratamiento cuenta con respaldo en las constancias de autos, pues cabe recordar en este
sentido que, por ejemplo, algunos de los elementos que fueran sustraídos del domicilio de la
familia Bravo fueron recuperados por las fuerzas del orden (ff. 255 y 497 vta.).
Sorteado todo lo anterior, aprecio también que el núcleo del agravio ensayado por la defensa
cuestión esta que no resulta de menor factura por cuanto soslaya que la arbitrariedad no
consiste en una mera discrepancia con el monto de la pena impuesta dentro de los márgenes
de la escala penal aplicable, por cuanto tal desacuerdo no habilita la excepcional competencia
efecto, adviértase que el a quoseleccionó una sanción que se ubica notablemente alejada del
agravantes, lo cual se condice con los parámetros sustentados por esta Sala, en cuanto a que
siempre que se valore alguna circunstancia agravante, es posible imponer al acusado una pena
superior al mínimo legal de la escala prevista para el delito que se le atribuye (TSJ, Sala
como sucedió sin que ello luzca arbitrario o absurdo, únicos supuestos que habilitan la
posibilidad de control casatorio, tratándose de una facultad discrecional del tribunal de juicio
La señora Vocal preopinante da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden correctamente
Estimo correcta la solución que da la señora Vocal del primer voto, por lo que adhiero a la
A LA QUINTA CUESTIÓN:
I. Rechazar el recurso de casación interpuesto por el señor asesor letrado penal de 16° turno
de esta ciudad, abogado defensor del imputado Carlos Jesús Horacio Bustos. Con costas
(CPP, 550/551).
Sexta Nominación en cuanto dispuso, en lo que aquí interesa: Declarar a Carlos José Horacio
Bustos (…) coautor de robo (arts. 45 y 164 del C. Penal) cuarto hecho. 2. En su lugar
corresponde: I. Declarar a Carlos José Horacio Bustos coautor responsable de los delitos de
robo calificado con armas en concurso ideal con robo calificado con arma de fuego cuya
aptitud para el disparo no puede tenerse de ningún modo por acreditada (art. 166, inc. 2°,
primer supuesto, 54 y 166, inc. 2°, último párrafo), en concurso real con el delito de violación
de domicilio (arts. 55 y 150 CP), todo ello en relación al hecho nominado cuarto. 3. Sin costas
III. Reenviar las presentes actuaciones al tribunal de origen a los fines de que gradúe la
Así voto.
La señora Vocal preopinante da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden correctamente
Estimo correcta la solución que da la señora Vocal del primer voto, por lo que adhiero a la
RESUELVE:
I. Rechazar el recurso de casación interpuesto por el señor asesor letrado penal de 16° turno
de esta ciudad, abogado defensor del imputado Carlos Jesús Horacio Bustos. Con costas
(CPP, 550/551).
II. Hacer lugar al recurso de casación deducido por la señora Fiscal de Cámara, a cargo de la
Carlos José Horacio Bustos (…) coautor de robo (arts. 45 y 164 del C. Penal) cuarto hecho.
los delitos de robo calificado con armas en concurso ideal con robo calificado con arma de
fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse de ningún modo por acreditada (art. 166,
inc. 2°, primer supuesto, 54 y 166, inc. 2°, último párrafo), en concurso real con el delito de
violación de domicilio (arts. 55 y 150 CP), todo ello en relación al hecho nominado cuarto”.
III. Reenviar las presentes actuaciones al Tribunal de origen a los fines de que gradúe la
Con lo que terminó el acto que, previa lectura y ratificación que se dio por la señora
Presidenta en la Sala de Audiencias, firman esta y los señores Vocales del Tribunal Superior