Fallo Del Caso Yanina González

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CAUSA N 14.

007 "GONZALEZ Yanina S/ Abandono de


persona seguido de muerte, agravado por el
vnculo"
/// la Ciudad de San Isidro, 11 de marzo de
2015, reunidos en Acuerdo los Sres. Jueces
integrantes del Tribunal en lo Criminal N 2
Departamental, Dres. Lino MIRABELLI, Esteban
ANDREJIN y Agustn GOSSN, bajo la Presidencia
del nombrado en primer trmino, y actuando como
Auxiliar Letrada la Dra. Florencia GALMARINI,
para dictar veredicto conforme lo dispuesto en
el art. 371 del C.P.P., en la causa seguida a
Yanina GONZALEZ; y practicado el sorteo que
rige la ley, result que en la votacin deba
observarse el siguiente orden: Dres. ANDREJIN,
GOSSN y MIRABELLI.C U E S T I O N E S
PRIMERA: Est probada la existencia del hecho
en su exteriorizacin? (art. 371 inc. 1 del
C.P.P.)
SEGUNDA: Est probada la participacin de la
procesada en los hechos? (art. 371 inc. 2 del
C.P.P.)
TERCERA: Existen eximentes? (art. 371 inc. 3
del C.P.P.)
CUARTA: Existen atenuantes? (art. 371 inc. 4
del C.P.P.)
QUINTA: Concurren agravantes? (art. 371 inc.
5 del C.P.P.)

A la PRIMERA CUESTION, el Sr. Juez Dr.


Esteban ANDREJIN, dijo:
En este proceso, la imputada ha sido
intimada formalmente como protagonista de un
comportamiento que ha sido descripto por el
Ministerio Pblico Fiscal en los trminos que a
continuacin se detallan:
"Que al menos desde el da lunes 12 de
agosto de 2013 hasta el da 17 del mismo mes y
ao, la aqu imputada quien viva con su hija
Luz Mila Tiara ORTIZ, de 2 aos, en el
domicilio de la calle Portugal 121 y Austria
del Barrio Sansouci de la localidad de Derqui,
partido de Pilar, omiti desde su posicin de
garante respecto al cuidado de su hija en forma
consciente
y
voluntaria
-teniendo
la
posibilidad objetiva de hacerlo- brindarle la
asistencia mdica necesaria a la misma conforme
las graves lesiones que la misma padeca
-traumatismo de crneo enceflico y torxico- y
que el cuadro ameritaba, abandonndola de esta
forma a su suerte, poniendo en peligro la salud
y vida de la menor quien finalmente y a
consecuencia de dichas lesiones falleci el da
17 de agosto del ao 2013 en el horario de las
8.30 horas".
En las postrimeras de la audiencia de
debate oral y pblica celebrada, la Fiscala
formul acusacin contra la imputada en orden
al delito de abandono de persona seguido de
muerte, agravado por el vnculo (arts. 45, 106

y 107 del C.Penal), solicitando que se le


imponga la pena de 6 aos y 7 meses de
encarcelamiento.
En misma oportunidad, la Defensa solicit:
a) la nulidad del proceso, estimando que la
Fiscala incurri en "el delito de estafa
procesal"(sic): se ocult a la parte y al Juez
de Garantas de precedente intervencin, la
formacin de una causa seguida a la pareja de
la imputada, Alejandro FERNANDEZ, en orden al
delito de homicidio que seg la vida de Luz
ORTIZ, y la prueba colectada en tal legajo; b)
la nulidad del proceso por falta de accin
contra su asistida, considerando que "se
investigan dos acciones distintas por una misma
muerte, si alguien produce la muerte, el
homicidio no puede convivir con el abandono de
persona"(sic); c) la nulidad de la decisin de
incorporar por su lectura copia del acta de
descargo de Alejandro FERNANDEZ obrante en la
aludida causa formada por separado; d) la
declaracin de inconstitucionalidad del art.
364 del C.P.P. y de todas las preguntas
aclaratorias que los miembros del Tribunal
realizaron a los testigos que comparecieron al
debate, y sin elaborado raciocinio: e) la
absolucin de su asistida respecto del evento
objeto de intimacin, aun por beneficio de la
duda.
As las cosas, antes de precisar las
consideraciones
de
relevante
inters,
corresponde destacar que el nutrido abanico de

reclamos
defensistas,
a
excepcin
del
individualizado pedido de absolucion, guard
indisoluble
identidad
con
las
cuestiones
ingresadas por la propia Sra. Asistente Tcnica
en el transcurso del debate, que fueron objeto
de motivada resolucin en la misma audiencia,
habindose tomado razn por cierto, de las
respectivas protestas castorias formuladas -en
los casos en que fueron aclamadas-; de modo
que, cabe advertir, sus alegatos se consumieron
como un mero intento de reeditar fuera de
tiempo
mismos
planteos
con
argumentacin
extendida tras conocer los fundamentos de los
primigenios
rechazos
explicados
por
los
miembros de este Tribunal. No obstante, la
insistencia en las peticiones tornan prudente
que, con abordaje pormenorizado de las premisas
invocadas,
este
pronunciamiento
zanje
la
desacertada exposicin defensista.
Y en lo que estrictamente interesa a este
item, cabe sealar que el temperamento al que
est llamada la labor jurisdiccional a dictar,
requiere pasar revista del marco evidencial
para establecer cul es el alcance revelador
que contiene, ya fuese para dar certero crdito
a la precisa situacin fctica presentada por
la Fiscala, o bien, otro cuadro conductal
ajeno a la aludida materia acusatoria -y por
ende, este ltimo supuesto, sin aptitud para
componer un reproche penal vlido-.
En se orden, para comprender a cabalidad
las cualidades de la tarea del Juzgador, merece

indicarse que la adopcin en la legislacin


bonaerense del sistema de libres convicciones
para la valoracin de la prueba en materia
penal (art. 201 del C.P.P.), obliga al Decisor
a procurar la certeza jurdica de una verdad
histrica -esta entendida como la verosimilitud
en el mayor grado posible dentro de la
falibilidad del juicio humano-, mediante un
anlisis crtico de la prueba que lo direccione
a la certeza, transitando por las reglas de la
lgica, de la tcnica jurdica y del buen
sentido, sin apartarse de las constancias
introducidas, fundando su opinin en derecho.
No cabe dejar en soslayo que aun en el
yerro defensista que estim investigadas "dos
acciones"(sic) respecto de la muerte de la nia
-quizs slo por un involuntario fallido olvid
que
a
su
asistida
se
le
reprocha
el
incumplimiento de un mandato legal, no haber
hecho-, se impone enderezar el canal de
argumentacin
y
conceder
suficiente
razonabilidad a la invocacin de un agente
agresor distinto de la imputada, como ejecutor
de los repetidos acometimientos.
Pero, cabe indicar, esta actividad -el
acometimiento mortal- no cancela per se una
hiptesis fctica que demuestre que tras la
agresin de un tercero, puede sobrevenir un
comportamiento del obligado a actuar que
merezca sancin penal por la omisin de brindar
los
medios
para
que
el
atacado
reciba
asistencia mdica -merece asentarse que stricto

sensu, ste es el comportamiento endilgado, no


as la eventual omisin de quitar a la menor de
la esfera de agresin del tercero, que por
ende, permanece por fuera del objeto del
proceso-.
Justamente, cabe reconocer tal precedente
agresin como disparadora de la situacin
tpica que -exige el Catlogo Represivo- debe
derivar en el peligro para la vida o la salud
de no verificarse el cuidado encomendado (art.
264, sgtes. y cctes. del Cdigo Civil), como
especial
obligacin
impuesta
a
la
madre
respecto de su hija.
Estriba
pues
en
este
aspecto,
la
consideracin que permiti conceder en la
sustanciacin de la causa -para esta singular
investigacinun
grado
suficiente
de
verosimilitud en favor del impulso fiscal
respecto de un caso con mrito positivo de
persecucin penal, al menos ab initio del
proceso; de manera que as promovida la accin
penal,
aparece
con
logicidad,
teida
de
legalidad (art. 328 inc. 2, y 338 del C.P.P.).
No merece dejarse en soslayo que la
pretensin de la Defensa de iniciarse una
investigacin en orden a la posible comisin
del delito de estafa procesal por parte de la
agente
fiscal,
deviene
incuestionablemente
desacertada;
si
merecen
para
este
pronunciamiento
ahorrarse
precisiones
vinculadas a la configuracin de un injusto
penal contra la Propiedad contemplado en el

art. 172 del C.Penal, solo resta indicar que la


Defensa no sum en sus alegatos novedad alguna
que habilite reevaluar el rechazo de la nulidad
articulada durante la audiencia de juicio oral
y publico bajo la premisa de haberse ocultado
al Juez Garante la formacin del proceso
seguido a Alejandro FERNANDEZ, sin exposicin
alguna de haber sido la parte sustraida al
conocimiento de la obtencin de pruebas, mxime
cuando el expediente incoado por separado fue
presentado por la agente fiscal para su
apreciacin ad effectum videndi; todo lo que,
por ende, torna carente de virtualidad al
planteo nulificante (arts. 201, 205, 211, 338 y
cctes. del C.P.P.).
Sentado ello, corresponde puntualizar cmo
se anidan los distintos elementos probatorios
que conforman un factum revelador de las
amargas vivencias de Luz Mila ORTIZ hasta su
fallecimiento; cuya piedra basamental deviene
constituida por la tarea desarrollada por los
profesionales galenos de intervencin.
Merece indicarse que la labor producida
por los profesionales mdicos se advirti
ajustada a las reglas que rigen su lex artis,
as evidenciado por cierto, por el mdico
forense Dr. FERRARI al dar cuenta de su
experticia en complemento de la operacin de
autopsia efectuada por el mdico Dr. RAVENNA,
ausente en el territorio nacional al tiempo del
debate,
en
tanto
que
los
respectivos
instrumentos
incorporados
al
juicio
han

guardado pleno correlato con las restantes


versiones orales.
As pues, son plenamente vlidos para dar
crdito a los pormenores del deceso de quien en
vida fuera Luz Mila ORTIZ.
En el protocolo de autopsia de fs.
105/111, el perito mdico Dr. Pablo Ezequiel
RAVENNA consign:
"I.
EXAMEN
EXTERNO
INDIVIDUAL:
...Desarrollo seo y muscular: bueno. Estado de
nutricin: bueno..."(textual).
II. EXAMEN CADAVERICO: ...A travs del
estudio realizado sobre el cuerpo de la vctima
en el asiento de la morgue, mediante la
operacin de autopsia, iniciada a las 21:00 hs.
del da 17/08/13, teniendo en cuenta el medio
donde el cadver fue conservado, se ha estimado
que la data de la muerte sera de entre 12 a 24
horas antes del presente examen; calculndose
enctonces como fecha y hora probables de
muerte, entre las 21.00 del 16/08/13 y las 9.00
hs del 17/08/13..."(textual).
"III. EXAMEN TRAUMATOLOGICO: ...1) CABEZA:
equimosis de color violceo de 1 x 1 cm de
dimetro en regin frontal 0,5 cm por encima de
la ceja izquierda, y otra equimosis de color
violceo,
de
2
x
1
cm
de
dimetro
inmediatamente por debajo de la lnea de
implantacin pilosa y adyacente a la lnea
media
hacia
la
izquierda...3)
TORAX:
se
observan 3 (tres) equimosis de color violceo,
en cara anterolateral del hemitorax derecho.

Dos de ellas de 1 x 1 cm de dimetro y la


restante de 2 x 1 cm de dimetro. Se sitan
anterior a la lnea media axilar y a un cm por
arriba del reborde costal inferior. Adems, se
observan 2 (dos) equimosis de 0,5 cm de
dimetro cada una en cara posterolateral del
hemitorax izquierdo, en la zona comprendida
entre el cuarto y el sptimo arco costal. 4)
ABDOMEN: se observan 2 (dos) equimosis de 2 x 2
cm de dimetro cada en flanco izquierdo, y una
equimosis de 1,5 x 1 cm de dimetro en fosa
ilaca derecha. 5) MIEMBROS SUPERIORES: sin
lesiones traumticas de reciente data. 6)
MIEMBROS INFERIORES: sin lesiones traumticas
de reciente data..."(textual).
"IV.
EXAMEN
INTERNO:
CABEZA:
...Apeneurosis epicraneana: presenta hematoma
de 4 x 4 cm en regin frontal central e
izquierda
...Meninges:
se
observa
extenso
hematoma subdural de aproximadamente 8 cm x 6
cm formado con sangre lquida y algunos
cogulos adheridos parcialmente a la duramadre
ubicado en regin frontoparietal izquierda.
Masa
enceflica:
levemente
congestiva
y
edematosa, con foco contusivo a nivel de lbulo
frontal izquierdo. El agujero vertebral y el
canal vertebral de las primeras vertebras no
presentan signos de fracturas ni luxaciones...
CARA: ...Trquea: leve hongo de espuma...
TORAX: Fractura del sptimo, octavo y noveno
arcos costales izquierdos en su segmento
posteroexterno, que macroscpicamente presenta

signos compatibles con infiltracin hemtica de


los
extremos
de
la
fractura.
Fracturas
consolidadas del sptimo y octavo arco costal
derecho a la altura de la lnea media
axilar...Hemotorax izquierdo de aproximadamente
300 ml. Pulmn derecho: congestin y edema, sin
lesiones traumticas de reciente data. Pulmn
izquierdo: Lesin contusa-perforante del lbulo
inferior en su cara externa. Al corte se
observa edema, congestin y cogulos en su
interior...Corazn:
de
tamao
normal,
con
cogulos intracavitarios..."(textual).
"V. PERICIAS COMPLEMENTARIAS: MUESTRA N
1: pool de vsceras para histopatologa...
MUESTRA N 3: Losange de piel de hematoma
torcica izquierda, y fragmento sea del rea
de la fractura costal izquierda para anlisis
histopatolgico
y
data
de
las
lesiones"(textual).
"VI.
CONSIDERACIONES
MEDICOLEGALES:
Se
trata
de
un
infante
con
desarrollo
osteomuscular y grado de nutricin acorde sexo
y edad...se constat la presencia de mltiples
hematomas externos de color violceo en cabeza,
trax, abdomen y pierna derecha, labio superior
y una lesin contusa en la mucosa del labio
inferior, todos ellos de color violceo, por lo
cual
se
corresponden
con
misma
data
cronolgica, la misma se calcula entre dos y
cinco das antes del fallecimiento de la
vctima. A la inspeccin interna present
extenso
hematoma
subdural
con
nmerosos

cogulos adheridos a la duramadre y foco


contusivo del lbulo frontal izquierdo del
cerebro. Adems, present tres fracturas en
hemitorax izquierdo no consolidadas, y dos
fracturas consolidadas en hemitorax derecho,
una
lesin
contusa-perforante
del
lbulo
inferior del pulmn derecho con abundantes
cogulos y hemotorax de aproximadamente 350 ml.
Lapresencia de sangre en parte fluida y en
parte
coagulada
y
cogulos
parcialmente
adheridos en crneo, sin estar cubiertos por
una membrana indican que la data de este
sangrado es mayor a una hora y menor a 5 das.
Con respecto a las causales de la muerte, la
misma se produjo como consecuencia de una
lesin
compresiva
secundaria
al
hematoma
subdural dentro de una cavidad inexpansible
como lo es la cavidad craneana, el cual acab
daando los centros vitales superiores, entre
ellos los que regulan la funcin respiratoria
en un perodo de tiempo produciendo el paro
cardiorrespiratorio en un individuo debilitado
con
restriccin
respiratoria
secundaria
a
hemotorax traumtico. Las lesiones descriptas
son compatibles con las producidas por golpe o
choque con o contra objeto duro y romo, y dada
las caractersticas macroscpicas de las mismas
prximas entre s...El cadver no presentaba
signos de lucha y/o defensa..."(textual).
El resultado del estudio histopatolgico
acompaado a fs. 226/229, devel que los
hematomas y las fracturas costales (de stas

ltimas, slo obtenidas muestras del flanco


izquierdo) contaron con das de evolucin,
adems de comprobarse un cuadro de hemorragia
cerebral, menngea y pulmonar en organizacin.
A fs. 230/237 se anex el peritaje mdico
practicado por el Sr. Mdico Forense Dr. Pablo
Mara FERRARI, quien ratific su contenido en
el debate y brind precisiones acerca de la
entidad de las heridas que present la nia,
como as tambin, del mecanismo y causas de la
muerte.
El galeno puso de manifiesto con solvente
explicacin -que gui exhibicin mediante de
las imgenes fotogrficas de la operacin de
autopsia- que los varios hematomas evidenciados
en la superficie corporal -que describi
unindose unos,
otros superponindose en una
misma
zonano
delimitaron
por
sus
caractersticas un cierto objeto agresor usado
en los ataques; reconoci que ostentaron
distinta data lesiva, algunos de proximidad a
la fecha del deceso y otros de tiempo ms
alejado.
Precis que aquellas fracturas en la
regin costal derecha reconocieron una data
lesiva diversa a las constatadas en las
costillas izquierdas. Indic que las primeras
fueron producidas entre siete a diez das antes
de fallecimiento, pues ya presentaban ndulos
de callificacin, que se correspondan con el
proceso biolgico de acercamiento de las
clulas del tejido seo tras registrarse la

rotura, pero sin signos de haber alcanzado


consolidacin -que se espera a los veintin
das desde producida la fractura-.
Refiri
que
por
el
contrario,
las
fracturas de las costillas en la regin
izquierda no presentaban ndulos, y s una
coloracin "roja bien aguda"(sic), que le
permiti validar una data de produccin a 24 y
sin superar 48 horas anteriores al bito.
Valindose de las fotografas N 31, 32 y
35 -del anexo- sindic las fracturas de la
parrilla costal interna, las zonas de contusin
pulmonar y lugar de perforacin de la pleura
visceral y del pulmn.
No cavil en precisar que la nia sufri a
instancias de estas heridas, un hemoneumotorax
pulmonar; recalc en la foto N 28 la sangre en
el hemitorax izquierdo -"donde no tiene que
estar"(sic)-: el colapso del pulmn izquierdo,
rest capacidad vital respiratoria.
Acto
seguido,
hizo
hincapi
en
la
evidencia visualizada en la fotografa de fs.
38, que ilustr en la trquea la presencia de
lquido -que caracteriz como un suero- y
burbujas donde normalmente debe encontrarse
aire, que denotaron un incuestionable cuadro de
asfixia, de manera que la sofocacin por los
fluidos propios de los pulmones que invadieron
la zona, se edific como causa directa de la
muerte.
Resalt
no
obstante,
que
la
lesin
corroborada en la regin de la cabeza -con

focos de contusin y hematoma subdural, los que


sindic en las fotos N 21 y 22- tambin
resultaba causa eficiente para generar el
bito, pero distingui que sin fractura del
crneo
as
como
la
observacin
de
las
fontanelas cerradas y la masa enceflica
constituida,
el
deceso
de
la
nia
debe
explicarse no slo por la posible compresin al
centro vital superior, sino que antes por el
aludido mecanismo de sofocacin, pues este
ltimo no permiti a la vctima un tiempo de
sobrevida mayor al da. Dando razn de sus
dichos, explic que una disminucin extendida
en la provisin de oxgeno, implica que la
persona
se
muestre
irritada,
"se
enloquece"(sic).
Consign que la infante no fue asistida en
sus ltimos diez das de vida; que fue
seriamente lesionada, con golpes que produjeron
heridas
que
tuvieron
que
paralizar
la
respiracin, producir un llanto agnico; y que
consider result entonces a la nia en
dificultades siquiera para caminar por propia
motivacin, comer o dormir; caracteriz esta
actitud "a todas luces alterada"(sic), que
permiti a "cualquier persona darse cuenta que
algo no anda bien, no solo por los hematomas,
se queja, no se mueve; si no grit es porque se
obnuvil por la falta de oxgeno; entre el
dolor y el dficit de oxgeno por la patologa
pulmonar izquierda, estuvo hipxica"(sic).

Este cuadro, indic, "requiere tratamiento


de emergencia, hubiese evitado este proceso de
diez das si hubiese sido atendida a tiempo,
interrumpir la cadena de lesiones y sanar las
heridas existentes, hubo una actitud de guarda
nociva por el cuidador"(sic).
Solicitada la aclaracin por el Tribunal,
el distinguido mdico forense explic que las
lesiones constatadas del lado derecho de la
anatoma de la nia no conllevaron por s
mismas riesgo vital, pero claro est, producida
la
agresin,
"la
salud
se
alter"(sic).
Consider como tratamiento para tal afeccin
costal, la inmovilizacin para evitar dolor y
permitir la correcta oxigenacin.
Estim que los ataques sufridos por la
infante debieron haber sido protagonizados
activamente por al menos dos personas, pero
aclar a pedir del Tribunal -cuestionario que
no objet la Defensa- que su razonamiento
transitaba por terreno hipottico.
As pues, es vlido predicar que el
fallecimiento de la nia ha reconocido dos
causales que indiscutiblemente guardan ligazn
con
heridas
acaecidas
en
plena
cercana
temporal con el momento del bito, ms all del
hallazgo de otras lesiones sin riesgo mortal en
su anatoma.
Y esta proposicin ingresa entonces con
intensa relevancia sobre el delimitado objeto
del reproche acusatorio. Esto es, en prieta
sntesis, no haber procurado la imputada entre

el 12 y 17 de agosto de 2013 la asistencia


mdica a su hija respecto de aquellas lesiones
que
padeca
y
que
por
no
mediar
su
intervencin, conllevaron el riesgo para la
salud o la vida; supuesto este ltimo en
definitiva ocurrido con el bito.
Por tanto, cabe pasar revista de las
probanzas que, traidas a juicio por la Fiscala
y la Defensa, dieron cuenta de los pormenores
del comportamiento de la imputada entre las
aludidas jornadas, como as tambin, del estado
de salud de la infante.
Cecilia RASPEO se present como educadora
comunitaria ante el Centro Gallo Rojo, de San
Miguel.
Refiri haber conocido a Yanina GONZALEZ
seis aos atrs, cuando esta ltima comenz a
participar de las actividades desarrolladas en
el centro comunitario; concurra con su hija,
Lul, quien haba nacido en 2011.
La testigo record que Yanina convivi con
Ricardo ORTIZ, progenitor de la nia, hasta
marzo de 2013, en que dej el domicilio junto
con la infante; asever que entonces "se
acompa a Yanina Gonzlez a realizar una
medida de exclusin perimetral contra Ricardo
Ortiz"(sic).
Indic que luego perdi contacto con
GONZALEZ, quien -tuvo por entendido- retorn al
hogar paterno para luego mudar su vivienda a
Derqui con su nueva pareja Alejandro; pero
precis "volvimos a verla tres meses despus,

apareci el lunes antes de la muerte de Lul,


seis das antes, vino con Lul, nos cuenta que
viva con Fernandez en Derqui"(sic).
Afirm
"vimos
a
Lul
decaida,
le
preguntamos a Yanina y ella dijo que estaba
bien con Fernandez; estaba embarazada de seis
meses; Lul estaba decaida, estuvo a upa mo,
le cost irse, lloraba porque no quera irse,
nos llam la atencin porque Lul era muy
pegada a la madre; le vimos manchitas, una
marca en la carita, nos dijo que estaba as
hace un par de das"(sic) -que sindic ubicado
en el sector derecho del rostro de la nia-.
Con
percibible
nimo
de
eludir
la
posibilidad
de
respuesta
ante
el
interrogatorio, admiti que tal mancha del
rostro impresionaba como un moretn. Pero
adems agreg, que luego, Yanina la invit a
acompaarla al bao para mostrale cmo estaba
la nia: GONZALEZ levant la remera de su hija,
evidenciando entonces ms hematomas en el
costado derecho de su cuerpo.
Descart todo recuerdo acerca del color de
los moretones advertidos.
Asever que en esa misma oportunidad,
junto con Bernadita SEMPIO, le pregunt a
Yanina si la infante se haba caido, pero ella
slo contest que no saba, para luego sealar
al Tribunal "Yanina no reconoca que era
vctima de violencia de gnero"(sic).
Asegur que sugiri a GONZALEZ que "la
lleve al mdico por esas manchas"(sic).

Indic que, cerca, hay una salita en el


barrio, pero no supo si estaba abierta; sostuvo
que no haba urgencia, ni gravedad, "si no la
hubiesemos llevado nosotras"(sic). Refiri que
mientras tuvo a la nia en el regazo, apoyando
el lateral derecho de Luz Mila junto a su
cuerpo, no exterioriz queja o molestia algna.
Seal que en el transcurso de los das,
envi un mensaje de texto al telfono celular
de Yanina "diciendo que haba estado bueno que
hubiese vuelto al centro"(sic), aunque refiri
no
recordar
"si
le
puse
algo
por
el
mdico"(sic). No supo si Yanina recibi el
mensaje, pues el da de la muerte de su hija,
la
imputada
la
llam
con
otro
abonado
telefnico.
An
as,
reconoci,
"nos
quedamos
preocupadas por las dos"(sic) -madre e hija-;
preocupacin que asign al aislamiento de
Yanina
en
Derqui
"con
un
pibe
que
no
conoce"(sic) y a que "lul estaba mal"(sic).
Al recibir la noticia del fallecimiento de
la nia en la misma jornada en que ocurri,
concurri a la dependencia policial donde
advirti "a Yanina bloqueada, y a Fernandez,
que me di cuenta que era Berugo, pareja de
Natalia, que haba tenido una historia de
violencia; la mam de Fernandez le deca no
habrs sido vos, le dice a Fernandez, y deca:
no porque este se droga y se desconoce"(sic).

En responde del cuestionario ensayado por


la Defensa, RASPEO refiri haber visitado a
GONZALEZ en la unidad carcelaria donde se
encontraba alojada, y dialogado all acerca de
los acontecimientos que culminaron con el
deceso de la nia; indic segn el relato de la
encausada que en la misma madrugada de la
jornada en que falleci, GONZALEZ dej la cama
para preparar la leche a Lul, entonces
advirti que FERNANDEZ golpeaba con el puo a
la
infante,
en
la
cabeza;
forceje
con
FERNANDEZ y logr quitarla del atacante; que
egres de la vivienda pidiendo ayuda; que en el
automovil en el hospital, l la amedrent
para que no contara lo realmente ocurrido,
insinuando que iba a decir que el atacante
haba sido el padre biolgico de la nena.
GONZALEZ le refiri que intentaba que
Berugo no estuviera con la infante, pero que
haba momentos, como cuando se iba a duchar,
que l aprovech a golpear a la nia; en tanto
que la misma Yanina "me habl de empujones que
reciba
contra
la
cama
estando
embarazada"(sic).
Bernardita SEMPIO puso de manifiesto haber
trabajado y participado de las actividades de
Gallo Rojo al tiempo de los acontecimientos,
durante
2013 y hasta agosto de 2014; indic
que se establecimiento resultaba para Yanina
"su lugar de pertenencia, tena un vnculo
especial"(sic).

Caracteriz el centro como un espacio de


mujeres, donde las actividades desarrolladas
tienden a tratar las problemticas de las
personas que asisten, con especial foco en
temas de violencia de gnero.
Record que Yanina concurri un lunes de
agosto despus de las elecciones, tras tres
meses de ausencia; precis que hizo aparicin
en horario de las 14:00, al trmino del
almuerzo, embarazada y junto con su hija, "eran
muy pegadas"(sic).
Puntualiz, "Ceci estaba ms en la parte
de informacin, yo estaba con las nenas
jugando; yo no la vi bien a Lul, estaba muy
apagada, tena mucha sed, tom agua, comi
todo, comi bien, estuvo en brazos de Ceci, no
llor, pero s se quera quedar ah"(sic).
Solicitada por la Fiscala una descripcin
fsica
de
la
nia,
SEMPIO
contest
que
ostentaba manchas en la cara, y fue ante el
pedido de aclaracin del Tribunal que admiti
tratarse de un moretn "era un contraste del
lado derecho de la cara"(sic) -acompa su
relato, posando la palma de la mano derecha
formando un arco desde la ceja a la mejilla
derechas-.
Afirm, "todas le preguntamos qu le pas
a la nena, Yani deca 'no s', son manchas que
vienen y se van; Yani se va al bao con Ceci y
le
muestra
otras
partes
del
cuerpo;
ya
estabamos cerrando; yo y Ceci le sugerimos que
vaya al hospital, le dijimos 'no es as Lul,

por qu no te vas a la salita o algn hospital;


en ese momento no me pareci de urgencia, jams
vi a Lul en ese estado; no s si la llev, s
s que lo intent, ir a la salita, ella no se
manejaba sola para hacer las cosas, ese da no
encontr a nadie que la acompae, le pidi a un
familiar pero no estaba; Ceci y yo nos volvimos
en colectivo, Ceci me cont lo del bao, yo no
lo vi"(sic).
Notable transformacin de la expresin de
su rostro -amable ab initio de su deposicin,
seco a partir de entonces- pudo apreciarse
cuando
expuso
su
sensacin
acerca
del
sorpresivo encuentro con GONZALEZ en Gallo Rojo
y la accin que se esperaba desde el centro
comunitario, "estaba todo como bien, ahora me
doy cuenta que no"(sic).
Manifest que ya anoticiada del deceso de
la nia, en la seccional de Derqui apreci que
"Yani estaba ida, bloqueada, en pijamas; Berugo
cont lo que sucedi esa maana, que la nena se
senta mal, l buscaba un puf que tena porque
tena ataques de asma y no lo encontraba;
consiguen un remis pero ya no estaba viva; lo
que l relataba ella deca que s, era muy
raro, l deca que sospechaba del padre; una
vecina de Yanina deca que ella sali pidiendo
ayuda"(sic).
Preguntada cul era la problemtica que
lig a GONZALEZ con su inicial asistencia al
espacio de mujeres, SEMPIO la vincul con el
dilogo e informacin acerca de temas de

violencia de genro, reparando incluso que


Yanina mantena algn conflicto con el padre de
Lul, "porque no le pasaba dinero"(sic).
Recalc que por un retraso madurativo que
posee, a GONZALEZ "le costaba hacer cosas;
haba que acompaarla, alguien la acompa una
vez
al
Hospital,
pero
por
un
tema
de
ella"(sic).
Clara ALEMAN, tambin educadora ante el
centro comunitario Gallo Rojo, refiri conocer
a Yanina desde 2005, en tanto que precis que
fue el lunes 12 de agosto de 2013 que se
encontr con GONZALEZ y su hija por ltima vez.
Puso de relieve que a la nia "la vi un
rato, la not decaida, pero nada que me llamara
la atencin, puede ser s que estuviera
decaida, tena una mancha en la cara"(sic);
mancha que reconoci con identidad al producto
de un golpe, en "uno de los cahectes, pero no
s cul, parecido a una hematoma"(sic).
Record que Cecilia RASPEO y Bernadita
SEMPIO "me dijeron que Lul estaba desganada,
decaida, que estuvo todo el tiempo a upa y que
comi con ellas; que Yani les dijo que estaba
preocupada por esa mancha y que les mostr
otras marcas en el cuerpo; Cecilia le dijo que
la lleve a ver al mdico para ver qu eran esas
manchas, no s si la llev, hay una salita
cerca con atencin restringida, sin guardia, el
hospital ms cercano est a tres kilmetros;
cecilia le mand un mensaje para decir que
estaba contenta de volver a verla"(sic).

Rememor que en los casos en que result


necesario, se acompa a GONZALEZ; dio como
ejemplo la compaa brindada a Yanina para
entrevistarse con un abogado "cuando ya haba
hecho la denuncia contra ORTIZ"(sic).
Afirm que a instancias de las visitas que
realiz al establecimiento carcelario, pudo
anoticiarse por la propia GONZALEZ que durante
la convivencia, FERNANDEZ result una persona
violenta, que dirigi empellones contra Yanina
durante la gestacin, adems de las vivencias
de la madrugada de aquella jornada en que la
menor hall la muerte.
Sergio VARGAS, miembro del equipo de
coordinacin de la Red de Encuentro, y asesor
ante Gallo Rojo, refiri que en una reunin que
emplaz realizada "a fines de julio de 2013,
fue antes del hecho"(sic), fue anoticiado por
los educadores como hito de preocupacin el
alejamiento de Yanina GONZALEZ del centro
comunitario, a la par de cierta accin por
parte de su nueva pareja indicadora de una
posible situacin de violencia.
Refrend la existencia de esta alarma,
indicando "despus del hecho, me cuentan del
episodio del lunes, me contaron que fue Yanina
con Lul, estaba con otra actitud, reservada,
triste, tena marcas de golpes, la vieron mis
compaeras, le dijeron que viera a un mdico;
me entero que la pareja de Yanina era una misma
persona que tuvo una situacin de violencia con
Natalia, una pareja anterior de Alejandro

Fernandez, sufri violencia, vejaciones, a la


hora de tener relaciones sexuales quera
tenerlas a la vista de los chicos y se pona
violento cuando Natalia no acceda a ello, se
la agarraba con el causante, en este caso, el
hijo de Natalia; yo me entero despus del hecho
que era Berugo Fernandez"(sic).
Hizo
saber
que
segn
lo
averiguado
ulteriormente, tras aquella visita al centro
comunitario
Yanina
no
acudi
a
ninguna
interconsulta mdica por el caso de su hija;
pero enfatiz con profusos argumentos para
ilustrar el medio que envolva las vivencias de
GONZALEZ, que "creo que fue por el miedo que
tena por haber sufrido violencia de gnero;
est estudiado que el autor de los golpes le
advierte a la vctima que no concurra al
mdico, esto est analizado y desarrollado, es
uno de los signos ms comunes del maltrato; hay
otra vida amenazada en ese momento adems de la
de Lul que corra peligro; en estos barrios no
deja de ser prctica habitual que casquen a
nios, y que haya identificado golpes no le
permiten
actualizar
la
gravedad,
habiendo
Yanina sufrido tambin violencia en su entorno
familiar, es muy comn que no haya una
ponderacin real del dao, ella misma sufri
golpes y no muri, cmo iba a saber; cuando una
persona sufre de violencia de gnero, tiene
miedo, como dije el silencio es un signo
frecuente de maltrato"(sic).

A
fs.
121/122
se
anex
un
informe
suscripto por Cecilia RASPEO y el lic. en
Trabajo Social Gabriel AMARILLO, dando cuenta
de
la
actividad
conocida
por
el
centro
comunitario
respecto
de
Yanina
GONZALEZ,
"...Paralelo a la situacin que vive con
Ricardo, Yanina comienza una nueva relacin con
Alejandro (Berugo) Fernndez, de quien se
encontrara
embarazada.
En
Mayo-Junio
del
corriente ao se va a vivir con su pareja a
Derqui, por lo que no participa ms del Centro,
y no deja direccin ni telfono de contacto.
Vuelve al Centro el 12 de Agosto, contando que
vive en derqui con su pareja. Nos hace mencin
con preocupacin de unas manchas que aparecen y
desaparecen en el cuerpo de Luz Mila. El sbado
17 llama a una educadora para contarle que su
hija falleci y que necesita ayuda. Algunos
educadores se ponen en contacto con la familia
de ella para informar lo sucedido, mientras que
dos educadoras van hacia Derqui a acompaar la
situacin..."(textual).
Alida
Ins
FERNANDEZ
expuso
que
su
domicilio se sita a cinco terrenos de la
vivienda ocupada por Alejandro FERNANDEZ y
Yanina GONZALEZ, desde dos a tres meses antes
de los acontecimientos.
Puso de resalto que antes del 17 de agosto
de 2013, no advirti circunstancia alguna que
le llamara la atencin con origen en aquel
hogar.

Manifest que en horario de las 7:30 u


8:00 de la aludida jornada, escuch que alguien
la convocaba a los gritos, exclamando "Ali,
Ali"(sic): "la chica me llamaba, me peda
ayuda, porque la nena estaba desvanecida,
Alejandro tena a la nena, lo pute a Alejandro
para que no se quede quieto, la nena estaba
desmayada, la vi de perfil"(sic).
Explic
que
entonces
se
dirigi
al
domicilio de otro vecino, Ramn GARCIA, a quien
reclam que trasladara a bordo de su automvil
a la pareja con la nia; lo que as aconteci
en definitiva.
Ramn Carlos GARCIA corrobor que condujo
el rodado hacia el establecimiento sanitario,
rememorando que la nia estaba envuelta con una
frazada, sin haberla escuchado llorar, en tanto
que ambos adultos conversaban, uno pidiendo al
otro que practicara respiracin boca a boca a
la infante, y el restante exclamando que no
reaccionaba.
Fue a instancias de la aclaracin solicita
por el Tribunal -con crtica de la Defensa- que
el testigo indic que result la fmina quien
reclam aquella accin al sujeto.
La Sra. Mdica generalista Dra. Nadia
AGUSTONI -con servicio de guardia en una sala
de auxilios mdicos de la localidad de Derquirememor que en la jornada del 17 de agosto de
2013, en horario aproximado de las 8:30, hizo
arribo al schokroom la nia, ya sin signos
vitales y resultando infructuosas las maniobras

de reanimacin practicadas. Manifest que en la


sala de espera, aguardaba la progenitora y su
pareja.
Describi el resultado del examen de la
superficie corporal de la occisa, "haban
hematomas generalizados, en torax, en la regin
dorsal, de distintos tamaos y color, como una
moneda; un golpe en la frente que era un
hematoma oscuro en la regin frontal"(sic).
Manifest
que
todos
estos
hematomas
resultaban
"visibles,
alarmantes"(sic);
impresionaba con un mecanismo de produccin
propio de golpe de puo.
Con sumo inters a esta pesquisa -y por
cierto,
esencial
para
la
investigacin
tendiente a determinar la individualizacin y
juzgamiento
del
protagonista
del
ataque
mortal-, la profesional mdica destac que al
entrevistar a ambos adultos advirti una
singular escena: la madre en llanto, y "el
seor"(sic) asegurando que la nia haba estado
con el progenitor en la jornada de mircoles
anterior y la recibieron en ese estado.
Afirm que "la beb no estaba desnutrida,
pareca bien cuidada, la ropa limpia"(sic).
Jos Ricardo ORTIZ, progenitor de la
vctima, puso de relieve que desde la ruptura
de la pareja que conform con Yanina GONZALEZ,
sola encontrarse con Luz Mila, entre dos a
tres veces por semana.
Mas, record que tuvo contacto con su hija
por ltima vez el 29 de julio de 2013, dos das

antes del cumpleaos de la nia. Afirm "no la


vi ms, no me la queran llevar a mi casa
porque me pedan plata, una cantidad que yo no
llegaba, me decan que Yanina iba con la plata
al boliche, yo fui y la vi ah; yo no s dnde
vivan ellos, me dejaban a mi hija en Bella
Vista"(sic).
Asever que fue comunicado del bito por
parte de su hermana, a quien llam va
telefnica la imputada; se dirigi a la
seccional de Derqui, donde tom conocimiento
que insinuaban falsamente que Luz Mila haba
estado con l el martes o mircoles anterior, y
"por eso me retuvieron"(sic).
Recalc que durante el velatorio, apreci
en el cuerpo de su hija, "un chichn en la
frente, del lado izquierdo y marcas en los
cachetes como de dedos. como que la haban
agarrado de los cachetes"(sic).
Refiri que durante la convivencia que
sostuvo con GONZALEZ, "Yanina la trataba muy
bien a mi hija"(sic), rememor que en cierta
ocasin, llevaron juntos a su hija al Hospital
para atender la aparicin de un granito en el
brazo de la menor, advertido por la madre.
Lorena ORTIZ, hermana del padre de la
vctima, expuso que en la jornada en cuestin,
va telefnica Yanina GONZALEZ le refiri
"decile a Ricky que su hija muri, estamos en
la
comisara
de
Derqui"(sic);
que
las
explicaciones de GONZALEZ versaban sobre un

paro cardaco de la nia cuando jugaba fuera de


la casa.
Afirm
que
GONZALEZ
y
su
hermano
convivieron hasta su separacin en una vivienda
emplazada en mismo terreno que su propia
residencia, tiempo durante el cual apreci que
la imputada trataba bien a Luz Mila.
Natalia Paola HEREDIA manifest conocer a
Yanina GONZALEZ por haber asistido ambas a
Gallo Rojo.
Indic que el mismo da en que falleci
Luz Mila, fue el propio FERNANDEZ quien la
llam para avisarle del bito; afirm que
FERNANDEZ tan solo se limit a sealar que
Yanina no fue la protagonista del acometimiento
letal.
Trajo al debate reminiscencias de su
convivencia con FERNANDEZ, caracterizada por
sus actitudes violentas hacia uno de sus hijos,
lo que denunci ante la autoridad pblica, amn
de poner fin a la relacin de pareja,
marchndose con sus hijos del hogar en comn.
En lo que interesa destacar del testimonio
de Vernica Natalia FERNANDEZ, hermana de la
por entonces pareja de la imputada, cabe
resear: que afirm haber conocido a GONZALEZ
cuando convivi con su hermano en el domicilio
de Portugal 121 de Derqui, habiendo concurrido
all en dos oportunidades, la ltima el "sbado
antes del fallecimiento"(sic), en que le llam
la atencin "el descuido que tena la nena, lo
que vi: piel reseca, cortadita, lastimada, no

s si por el fro, Yanina nunca se ocup de


hacerle la leche, le compr yogurt y manteca;
la nena respiraba mal, con dificultad, le
pregunt
si
la
nena
tena
problemas
respiratorios, le cont que a un sobrinito mo
lo
internaron
por
algo
parecido,
estuvo
internado por asma; Yanina deca que haca la
tonta, no le daba importancia; me fui doce y
media, una, le insist, mir que en el hospital
a mi sobrino lo trataron bien"(sic).
Descart haber apreciado marca alguna en
el rostro de la nia, reafirmando slo advertir
una piel reseca.
Rememor
que
al
constituirse
en
la
seccional de Derqui con motivo del deceso de la
nia, "mi mam lo increpa a mi hermano, 'dec
la verdad', l se pone a llorar, dice que
intent salvarla; l es drogadependiente, mi
mam le dice si te drogaste y le pegaste"(sic).
Roberto
PEREA,
pareja
de
Vernica
FERNANDEZ, afirm que por periodo de un mes
anterior a la muerte de Luz Mila ORTIZ,
concurri en cuatro ocasiones coincidentes con
fines
de
semana
al
lote
donde
residan
Alejandro FERNANDEZ y Yanina GONZALEZ, para
ocuparse de labores de obra en la construccin
de su hogar.
Asegur que mientras trabajaba en cierta
oportunidad, la nia se acercaba a un andamio,
por lo que atin a tomarla en brazos para
devolverla a su vivienda, advirtiendo entonces

que ostentaba "un golpe en la cabeza y en el


pecho"(sic).
Mas, ya advertido por el Organo Decisor
algun viso de carencia de espontaneidad en sus
dichos, dinamito todo resquicio subsistente de
credibilidad y sinceridad para sus asertos
cuando, requeridas aclaraciones por el Tribunal
acerca de la apreciacin lograda respecto del
estado de la infante, no supo brindar razn de
sus dichos; no dio respuesta alguna y admiti
que la nia contaba con un vestido que ocultaba
el cuerpo -incluso aquellas marcas en el torax,
sin recordar si posea la indumentaria mangas,
ni color; vacil en la esperable descipcin por
fisonoma de una nia que tuvo en brazos, tan
slo sindicando su tez triguea.
Seal que advirti aquellos dos moretones
en dos de las cuatro ocasiones que visit el
inmueble, caracterizando uno con color gris, y
el otro violeta, para luego rectificarse y
sealar que ambos eran grises.
Puso de resalto con insistencia que en
todas las oportunidades, Yanina GONZALEZ no se
ocupaba de la nia, aunque reconoci al
epilogar su testimonio, que Alejandro FERNANDEZ
tambin estuvo presente en aquellas ocasiones,
de cuya eventual actividad all advertida,
refiri desconocer.
El numerario policial Maximiliano BRIZUELA
asever que en el asiento de la seccional de
Derqui, entrevist a la pareja de la imputada,
quien "echaba la culpa al padre de la nena, nos

hablaba que el padre la golpeaba y que siempre


volva con moretones"(sic), en tanto que la
progenitora de la infante sealaba "que no
saba qu le haba pasado a la nena, despus
deca que se haba caido, que jugaba, se
tropez y por eso tena los moretones"(sic).
Ciertamente entonces, el cuadro probatorio
ilustr en suficiente medida un inobjetable
dato histrico: desde el da lunes 12 y hasta
el sbado 17 de agosto de 2013, Yanina GONZALEZ
acudi en nica ocasin ante profesional
mdico, coincidente con la labor de la que dio
cuenta la Sra. mdica Dra. AGUSTINI ante el
arribo al establecimiento sanitario de su hija,
ya sin vida.
Cabe conceder en favor de la Fiscala que
se acredit a instancias del juicio: a) que la
imputada,
en
el
ejercicio
de
la
patria
potestad, reune las cualidades especiales del
agente
activo,
b)
que
se
abasteci
objetivamente la situacin tpica -por la
vulneracin de la integridad fsica de la
infante- generadora del deber de actuar, c) que
la imputada no hubo desempeado el esperable
cuidado que le era debido -en este punto no
obstante,
cabe
aclarar,
registrndose
el
traslado al asiento hospitalario, pero en la
ltima jornada-, d) que se concret un riesgo
vital,
que
en
definitiva
culmin
en
el
fallecimiento de la agredida.
Adems, como producto de las evidencias
presentadas -as mismo, enfatizado por la

Defensa-, es razonadamente vlido predicar que


la convivencia de la madre y la hija en el seno
hogareo resultaba sometida a un factor nocivo
de violencia por el tercero cohabitante.
Merece
adelantarse
que
no
ha
sido
antojadizo pasar por alto la mencin de haberse
tenido por comprobado o no en el juicio, la
posibilidad de la imputada de constituirse como
nexo de evitacin; proposicin que en el mismo
plano de anlisis acerca del conocimiento del
conjunto de elementos que integran el tipo
penal,
sellarn
la
suerte
de
este
pronunciamiento.
Pero junto con la reunin de elementos
objetivos
que
componen
la
figura
legal
contenida en el art. 106 del C.Penal, debe
abastecerse el elemento subjetivo requerido por
el tipo penal en cuestin.
En se orden, merece indicarse que en
esencia,
la
Fiscala
sostuvo
que
el
conocimiento de la imputada acerca de la
existencia del comprometido estado de salud de
su hija y la indispensable asistencia mdica,
se remont al menos desde su encuentro con las
educadoras comunitarias del centro Gallo Rojo,
cuando le fue sugerido llevar a la infante al
mdico por las manchas que posea; y de all
que la actitud de abstenerse de cumplir con esa
tarea, que -estim- le fue posible llevar a
cabo, consolid el reproche penal propiciado.
No
comparto
este
aserto
fiscal.
Lo
explico.

Considero
que
deviene
errnea
la
concepcin que emplaz a la imputada en
condiciones de haber adquirido el certero
conocimiento respecto del peligro que corra la
vida e incluso la salud misma de Luz Mila
ORTIZ.
En su declaracin injurada de fs. 221/223,
la propia justiciable dio cuenta de las
circunstancias de modo, tiempo y lugar que
caracterizaron la gnesis de la situacin que
deriv en la necesidad de procurar auxilio en
favor de la menor.
En lo sustancial, GONZALEZ expres: "Yo me
levant el da 17 de agosto de 2013 para
hacerle la leche a la nena y cuando la nena se
levanta yo me levanto, me descuido y ahi capaz
Alejandro le hizo algo. Cuando yo me doy vuelta
lo agarro de atrs y lo saco. No vi que le haya
hecho algo pero lo saqu de adelante porque la
nena estaba llorando. La nena ya estaba mal
porque la vi mal, respiraba mal. Y ahi agarr a
la nena y sal corriendo y busqu un remis para
llevarla al Hospital, fui con Alejandro (...)
Preguntada por la Sra. Defensora para que diga
a que hora se levant el da de los hechos,
responde que: a las 7(..) vi que Alejandro la
estaba agarrando de los brazos a la nena y le
deca "quedate sentada ahi"(sic) (...) "Yo vi
que Alejandro la estaba golpeando contra la
cama, que la zamarreaba de los brazos". Ahi
ella le pega un cachetazo a Alejandro y lo saca
del medio (...) Luli estaba sentada en su cama,

Alejandro le daba con las manos cerradas, como


con el puo cerrado le pegaba. Le pegaba atrs,
en la espalda. Preguntada por la Sra. Fiscal si
con aterioridad a ese dia vio o sabe si
Alejandro le haba pegado a la nena Luz Mila
responde que: no (...) Durante toda esa semana
la nena estaba bien jugaba, la cuid yo esa
semana. El da Lunes fui al Centro Comunitario
Gallo Rojo porque quera ver a las chicas. Ah
comimos y yo la llam a Cecilia -una amiga miala llam para hablar y contarle que no poda ir
porque viva en Derqui. Preguntada por la Sra.
Defensora para que diga que pas cuando vieron
a la nena repsonde que: Ah vieron las chicas
que tena un moretn en la espalda. Yo se los
mostr al moretn que tena Luz Mila (...)
Preguntada por la Sra. defensora para que diga
si la relacin con Alejandro estaba bien,
refiere que no, que ms o menos, que no la
dejaba salir a ningn lado (...) se levant a
hacerle la leche de la nena y la nena estaba
sentanda y se fue a ver la pava, se distrajo y
Alejandro estaba al lado de " la Luli"
y le
estaba pegando como cont antes. Que le pegaba
con los puos cerrados, que le pegaba porque
Luli queria bajarse de la cama, quera ir con
ella. La dicente le dijo que se quedara y se
qued. La dicente le peg un cachetazo
a
Alejandro y lo sac. Preguntado por la seora
Defensora cuantas veces le peg Alejandro a la
nena, refiere que tres veces, que le pegaba en
el costado derecho cerca de la espalda. Que la

dicente no lo poda para a Alejandro, que a la


dicente no le deca nada y a Luli tampoco.
Preguntada que fue por la Sra. defensora si en
algn momento vi que le pegara en otro lado,
antes o despus de lo que ya cont
responde
que no, que en ese momento, que le peg en la
espalda como dijo antes. Refiere asimismo que
das antes Luli tena la panza moradita y no
saban que era y le pusieron algo que la curaba
y se le iba, que cree que fue el da martes.
Que ese da despus que recibe los golpes
empez a respirar mal y se empez a agitar y le
faltaba el aire. La dicente la llev al
Hospital (...) Preguntada que fue por la
Defensora si le vi otros golpes a Luz refiere
que no, que solo le vi los golpes cuando lleg
al Hospital, a la salita, que ah le vi los
golpes que tena en la cara. Que desconoce como
se pudo haber hecho esos golpes, que no vi a
nadie que la golpeara, quizs fue Alejandro
cuando ella se descuidaba pero la nena estaba
siempre con ella salvo cuando se iba a baar.
Preguntada por la Sra. Fiscal si sabe que le
pudo haber pasado a su nena, refiere que no,
que
no
sabe
que
le
pudo
haber
pasado..."(textual).
Estas referencias resultaron contestes a
su
vez
con
lo
atestiguado
por
quienes
dialogaron con GONZALEZ en ocasin de visitarla
al establecimiento carcelario y escucharon de
ella las explicaciones que brind acerca de lo
acontecido -con pertenencia a Gallo Rojo,

RASPENO,
ALEMAN,
SCHOEDER,
adems
de
la
periodista GONZALEZ BONET y la lic. DESENFELD-.
Entonces,
resultando
las
probanzas
recabadas
esencialmente
armnicas
con
el
descargo ensayado, deviene adecuado asignar
cualidad vlida a la hiptesis que sostuvo una
cadena de eventos -de inmediata sucesin
secuencial- con orden cronolgico: la severa
golpiza propinada por FERNANDEZ a la menor;
acto seguido, 2) la reaccin materna en
bsqueda de apoyo vecinal y ulterior traslado
al centro sanitario.
Esta actividad, sin margen de dubitacin,
ha quebrado la proposicin fiscal que sostuvo a
la imputada en la ocasin como la obligada
persona que se apart del obrar esperado como
ncleo de evitacin de un resultado; pues si lo
reprochable se remonta a la omisin de conducir
a la hija al auxilio mdico, lo cierto es que,
a contrario de esta premisa, GONZALEZ agot
frente a todos los condicionamientos propios y
de
su
medio
social,
las
acciones
que
permitieron trasladar a la nia sin dilaciones
y con esfuerzo, aunque infructfero, tendiente
a que alcanzara an con vida la asistencia
mdica -ante un cuadro concreto, reclam ayuda
a vecinos, procur en la precariedad un medio
de transporte, insisti en el trayecto a su
pareja que practicara respiracin boca a boca,
sin
perderse
de
vista
sus
limitaciones
intelectuales y su estado de gravidez-.

Result
evidente
que
recin
una
vez
adquirido
el
conocimiento
acerca
de
la
alteracin de la salud de su hija, exterioriz
el comportamiento esperado, por lo menos,
aquellas
conductas
en
la
medida
de
sus
posibilidades-.
Sin embargo, no huelga destacar por su
trascendencia, que al tiempo de concurrir la
imputada al centro comunitario -12 de agosto de
2013- el eventual reproche acusatorio por la
omisin de procurar una asistencia mdica
indispensable, devino en todo caso, atribuible
al resultado de la visualizacin de hematomas
en el rostro y el costado del tronco de la
infante, en ambas regiones solo del lado
derecho.
Ninguna evidencia de heridas en la regin
costal izquierda o en la frente -la zona
frontal izquierda- fue puesta de manifiesto
hasta entonces.
Incluso, tal como lo revel la labor
mdica forense, fueron nicamente las lesiones
constatadas
en
estas
ltimas
dos
zonas
anatmicas -de la izquierda- que se erigieron
como epicentros de las causas de la muerte de
la infante; cuyas agresiones se verificaron con
una data de produccin ntimamente ligada al
momento de ocurrencia del deceso, o al menos,
categricamente ms alejadas de la jornada del
12 de agosto de 2013 -teniendo en cuenta el
escaso tiempo de sobrevida que pudo permitir la

sofocacin por la invasin de fluidos en las


vias respiratorias de la interfecta-.
Es decir, solo es lgico predicar que al
tiempo de visita del centro comunitario, se
contemplaron moretones en el flanco derecho de
las
regiones
anatmicas
de
la
nena,
y
obviamente, no existan las lesiones causales
del bito.
Acudi a esa geografa en da anterior
para cumplir con el mandato de sufragio, y
retorn -o permaneci- all hasta que se reuni
con personas instruidas en la temtica de
inters.
Lejos estuvo su actitud de ocultar el
estado de la infante: ella misma convoc a
RASPEO al recinto del bao para mostrar el
mayor nmero de marcas en la nia.
GONZALEZ demostr preocupacin por manchas
que aparecan y desaparecan en su hija;
comprensible referencia para quien, con una
pobreza ideativa importante -as sindicado por
la lic. Silvina ALBERINO ante estos Estrados-,
vivencia un contexto de violencia que la
posiciona con miedo suficiente para aclamar
abiertamente que convive con un golpeador.
Cabe
advertir
en
ese
orden,
fue
exclusivamente por accin atribuible a la
imputada que RASPEO y -por intermedio de estaSEMPIO tomaron conocimiento de los hematomas
que ostentaba Luz Mila coincidentes con -es
razonable suponer- fracturas de la regin
costal derecha: amn de no haber hallado a

familiar alguno en la zona, acudi a su lugar


de
pertenencia,
justamente
donde
poda
atenderse una conflictiva vinculada a violencia
hogarea.
Dentro de sus limitaciones intelectuales y
socioculturales, GONZALEZ fue a pedir ayuda.
Y seguramente que el consejo esperado por
la imputada por parte de las bienintencionadas
educadoras no fue lo directo, inequvoco y
convincente
que
su
disminuido
intelecto
reclamaba
para
superar
las
razonables
dubitaciones que poda albergar acerca del
estado de salud de la nena.
Al menos as lo pusieron de relieve los
dichos de RASPEO y SEMPIO. Tan solo recibi
GONZALEZ una mera sugerencia de llevar a Lul
al mdico, una rpida despedida por coincidir
la visita de la imputada con el horario de
retirada de las voluntarias, y un solitario
mensaje de texto por RASPEO en siguientes das
sin asignar alerta de prioridad a la necesidad
de mantener una interconsulta con profesional
mdico.
Pero,
cuando
se
manifest
el
cuadro
patolgico con toda su intensidad de gravedad,
ocasionado por la golpiza que propin FERNANDEZ
a la nia, sobrevino la pronta reaccin
materna.
Las peritos psiquiatra y psicloga de la
Asesoria Pericial Departamental no vacilaron en
consignar que GONZALEZ mantiene, en razn de su
retraso madurativo leve, dificultades para

resolver
operaciones
analticas
complejas.
Coincidieron
en
que
la
justiciable
"podra"(sic) o "debera"(sic) haber reconocido
problemas de salud en la menor.
La lic. ALBERINO adjudic la concurrencia
de GONZALEZ al centro Gallo Rojo, como una red
social con que ella contaba para su ayuda.
Destac que el reconocimiento de problemas
de salud por parte de GONZALEZ depende de
seales advertibles.
La Sra. Perito Psiquiatra Dra. VARELA
consign
que
la
imputada
presenta
un
funcionamiento intelectual inferior al trmino
medio -padece una alteracin psicopatolgica
que configura un cuadro de insuficiencia de sus
facultades en grado de retraso mental leve-;
requiere
acompaamiento
para
realizar
deducciones de mayor complejidad, cuenta con
limitaciones en su capacidad de abstraccin con
directa
incidencia
en
la
posibilidad
de
anticipar, respondiendo su actuacin a lo
concreto.
Consider
que
la
encausada
"debera"(sic) haber detectado situaciones de
alarma para la salud de su hija, aunque
reconoci que en su historial de vida, no tuvo,
afectiva
ni
cognitivamente,
suficiente
informacin para saber lo que son las conductas
maternales.
Por otra parte, todos los educadores del
centro comunitario coincidieron en resaltar que
GONZALEZ necesitaba de acompaamiento para
realizar sus quehaceres; ejemplos de ello, la

propia asistencia a un preterita consulta


mdica, la cita para asesoramiento de un
abogado en cuestiones del fuero de familia, la
obtencin de un permiso para Luz Mila antes de
concurrir a un campamento -este ltimo, as
asentado en el informe de fs. 121/122-, y
Ricardo ORTIZ acompandola para una consulta
dermatolgica de la nia. En aadidura, la
visita a Gallo Rojo el 12 de agosto de 2013 no
fue la excepcin.
As pues, cabe trazar en paralelo a la
mayor exigencia que sufre en este proceso
GONZALEZ de reconocer moretones como un reflejo
exterior
del
cuadro
de
serio
compromiso
traumatolgico
para
la
salud
(fracturas
costales), que ni RASPEO SEMPIO advirtieron
el extremo -quienes en rigor, contaban con una
formacin instructiva que las posicionaba en
ventaja por sobre cualquier otra persona para
sindicar el riesgo a la salud de la infante, o
al menos, asi debia esperarse teniendo en
cuenta que Gallo Rojo participa de la red de
atencion primaria de conflictos de violencia de
gnero-.
Siquiera lo apreci RASPEO cuando mantuvo
a la menor en su regazo, ni el resto de
educadores all presentes y observadores del
hematoma en el rostro, pese a que ya haban
tratado para entonces -desde fines del mes de
julio-, la preocupacin -trmino empleado por
el coordinador VARGAS- que se manifest por el
aislamiento de GONZALEZ con FERNANDEZ, como

pauta de probable sufrimiento de violencia de


gnero
-inaccin
de
medular
consideracin
teniendo en cuenta el mandato legal que se
confiere a los organismos que integran redes de
deteccin de esta conflictiva, cuya solucin
merecer abordarse ulteriormente-.
Ellas mismas descartaron todo conocimiento
acerca de la eventual gravedad que manifestaban
los hematomas.
Si se observ actitud desganada en la nia
durante su visita al centro comunitario,
siquiera fue para las voluntarias inequvoco
indicador de una tpica afectacin a la salud
-cuya correcta lectura de la situacin solo
reconocieron con el diario del lunes-, en tanto
que el llanto de la menor slo apareci como
oposicin a la inminente culminacin de la
reunin, mas no como exteriorizacin de un
insoportable traumatismo.
De
asignarse
credibilidad
a
las
expresiones
de
la
hermana
de
Alejandro
FERNANDEZ, en las jornadas anteriores al
acometimiento del 17 de agosto, solo se apreci
en
la
nia
una
dificultad
respiratoria
asimilable
al
asma
sin
episodios
de
preocupacin, no as a un cuadro de maltrato
fsico
con
evidencias
de
afecciones
traumatolgicas de gravedad.
De
modo
tal,
cabe
reparar
que
el
conocimiento certero -de que la menor padeca
fracturas costales derechas a resultas de una

agresion a manos de un tercero-, importaba para


GONZALEZ una compleja operacin del intelecto.
Por si fuera poco -y an reconocindose un
cuadro de maltrato infantil en perjuicio de la
interfecta-, no debe dejarse de recalcar que la
acusacin no se basament en rigor, en la
omisin de buscar asistencia mdica respecto de
hematomas que presentaba la menor -mucho menos
de aquellos ubicados en el flanco derecho-,
sino de las heridas de gravedad que provocaron
el deceso; las cuales, como ya se rese,
merecen situarse temporalmente con intensa
cercana a la misma jornada del 17 de agosto,
es decir, inexistentes al momento de acudir
GONZALEZ a Gallo Rojo, lo que desvanece toda
exigencia de asumirse la madre como nexo de
evitacin de una situacin no vigente; mxime
cuando
ha
sido
resaltado
por
la
perito
psquiatra
que
la
justiciable
mantiene
limitaciones en su capacidad de abstraccin,
especificamente, la aptitud para anticipar un
curso causal.
Tampoco cabe dejar pasar por alto que en
sus alegatos, la Sra. Fiscal admiti la prueba
del dolo en cabeza de la encausada, por no
obrar GONZALEZ desde la recepcin de una
recomendacin mal dirigida en Gallo Rojo,
respecto de heridas visibles para cualquier
persona.
Quizas, la perspectiva fiscal -bajo el
faro de su propio convencimiento- desestim en
su
raciocinio
que
aunque
hubiese
sido

cognoscible para la imputada la posibilidad de


un riesgo a la integridad fsica de la menor,
solo se abastece un supuesto de infraccin al
deber
de
cuidado,
que
no
se
traduce
necesariamente en la consideracin de un obrar
doloso.
Mal puede transferirse a la imputada la
presuncin de que se abstuvo deliberadamente de
atribuir los medios para que su hija recibiera
atencin mdica a partir de su visita a Gallo
Rojo;
encuentro
que
solo
evidenci
una
deficitaria labor de las educadoras.
En efecto, se verific un grave dficit en
cabeza
de
los
operadores
del
centro
comunitario, ya fuese atribuible a la falta
informacin internalizacin de los protocolos
que guian la red asistencial que conforman con
otros organismos pblicos y privados, o bien, a
la efectiva falta en que se incurri en la
intervencin
esperable
ante
un
conflicto
detectado en perjuicio de GONZALEZ y su hija.
Cualquiera de estas dos alternativas dejan
a descubierto que las alarmas de preocupacin
ya encendidas respecto de GONZALEZ y su hija
ante el espacio comunitario con suma antelacin
al desenlace letal, repercuten directamente
sobre el inters pblico, pues al fin y al
cabo, ha sido reconocido por el coordinador de
la aludida institucin, que integra la red
local que conforma el programa provincial de
prevencin y atencin de la violencia familiar
y de gnero, la que claro est, obedece a la

expectativa de cumplir con el cometido de


prevencin de casos en el primer nivel de
atencin (conf. ley provincial N 12.569, y su
protocolo de actuacin).
A
diferencia
de
la
imputada,
las
operadoras del centro comunitario contaban con
un objeto de trabajo bien definido y canal de
solucin
informado
por
las
autoridades
publicas: con la instruccin de intervenir ante
un marco, incluso de serias sospechas, de
violencia familiar, aunque no constituyera
delito, segun lo establece el art. 1 de la ley
provincial 12.569.
En efecto, el art. 4 de la ley 12.569 de
Proteccion contra la Violencia Familiar de la
Provincia de Buenos Aires, reza: "...cuando las
victimas fueran menores de edad, incapaces o
discapacitados
que
se
encuentren
en
imposibilidad de accionar por si mismos,
estaran obligados a efectuar la denuncia los
representantes
legales,
los
obligados
por
alimentos, el ministerio publico, como asi
tambien,
quienese
se
desempennnnen
en
organismos asistenciales, educativos, de salud,
de justicia y en general quienes desde el
ambito publico o privado tomen conocimiento de
situaciones de violencia familiar o tengan
serias sospechas".
No caben dudas pues que entre el 12 y 16
de agosto de 2013 la inactividad no solo corri
por cuenta de la imputada; era esperable la
intervencin de los miembros de Gallo Rojo

-cuyos motivos habilitantes fueron enunciados


por ellos mismos-; en ambos casos la inaccin
reconoci como fuente al error de apreciacion
de una situacion.
Como
se
reporta
razonable
estimar
a
instancias de la prueba colectada, GONZALEZ no
contaba con el conocimiento cabal acerca del
estado de salud de su hija, en tanto que el
foco de alarma por ella exteriorizado en Gallo
Rojo habla a las claras de un error en la
apreciacin de la situacin tpica contemplada
por el art. 106 del C.Penal.
Ergo -o cuanto menos en observancia del
postulado
in dubio pro reo-, se impone
considerar que medi respecto de la imputada
una
errnea
consideracin
acerca
de
las
cualidades del estado de salud que presentaba
su hija, as como, desconocimiento acerca de la
imprescindible intervencin mdica para tratar
una fractura sea en la regin costal derecha,
de la que -por supuesto, como situacin tpica
que deriva en el peligro para la integridad
fsica-, no saba de su existencia. De lo
contrario, sera esperable que las salas de
espera de los consultorios peditricos exploten
de nios con cualquier tipo de hematoma que no
impresiona
grave
-recordando
los
trminos
explicitados por las voluntarias de Gallo
Rojo-, por ser impostergable mandato de ley
para quienes ejercen la patria potestad, asumir
el cuidado de hacer revisar al menor por el
galeno cada vez que se manifiesta un moretn,

so pena de incurrir en un supuesto tpico de


dejar librado a su suerte a persona incapaz de
valerse por si misma.
Desde
luego
que
entonces,
por
no
encontrarse
reprimida
en
el
ordenamiento
jurdico una forma culposa para el abandono de
persona, se habilite estimar cancelada, por
atpica, la persecucin penal ejercida contra
Yanina GONZALEZ en este proceso.
As dilucidada en este item la situacin
procesal de la imputada ante la Ley Penal, cabe
prescindir de dar tratamiento de las restantes
cuestiones planteadas al Acuerdo del Tribunal.
En consecuencia, corresponde emitir un
temperamento absolutorio en su favor, sin
imposicin de costas del juicio; y claro est,
cesar toda medida de restriccin a la libertad
ambulatoria, disponindose la inmediata soltura
de la encausada en lo que a este proceso
refiere (arts. 169 inc. 8 y 371 del C.P.P.).
La libertad de la justiciable deber
hacerse
efectiva
por
parte
del
Servicio
Penitenciario Bonaerense -Sistema de Monitoreo
Electrnico-, previo certificar que no interese
su detencin a otra Autoridad Judicial, en cuyo
caso,
quedar
privada
de
libertad
a
su
exclusiva disposicin, con conocimiento de
estos Estrados.
Habida
cuenta
del
resultado
de
este
proceso, corresponde regular los honorarios
profesionales de la Sra. Defensora Particular

Dra. CONDER en la suma de 60 JUS, con mas los


aditamentos de rigor (ley 8904).
Como epilogo, en razn del deficitario
funcionamiento evidenciado respecto del centro
comunitario Gallo Rojo en su rol de deteccin y
atencin primaria en situaciones de violencia
de gnero y su ntima ligazn con el devenir de
los acontecimientos que culminaron con el bito
de la menor de edad Luz Mil ORTIZ -cuya
intervencin era esperable desde fines del mes
de julio de 2013, e impostergable a partir del
12 de agosto de 2013-, considero adecuado y
prudente remitir copias de este fallo a
conocimiento de la Autoridad de Aplicacin del
Programa Provincial de Prevencin y Atencin de
la Violencia Familiar y de Gnero, para que por
su
intermedio
se
dispongan
los
medios
necesarios para que se optimicen las polticas
de
inters
pblico
en
la
formacin,
capacitacin y supervisin sobre los operadores
que integran las redes de accin ante vctimas,
y conforme el trmite contemplado, se diriman
las
eventuales
responsabilidades
administrativas
pecuniarias
de
la
persona
jurdica y/o, de definirse las cualidades de
las personas involucradas como agentes pblicos
-teniendo en cuenta los subsidios y aportes
estatales a la organizacin- se active de
corresponder, la va penal pertinente (arts. 4
y 20 de la ley 12.569).
Y una vez anoticiado el fallo (art. 374
del
C.P.P.),
corresponder
colocar
estos

obrados
a
disposicin
de
la
Fiscala
interviniente en el proceso que se sigue a
Alejandro FERNANDEZ en orden al delito de
homicidio, para que tomando razn de las
constancias asentadas en el acta de debate y en
este
pronunciamiento,
se
reproduzcan
las
probanzas
pertinentes
en
inters
de
la
investigacin all desarrollada e impulso de
las medidas de coercin tendientes a evitar
eventuales entorpecimientos a la accin de la
Justicia.
Asimismo,
habindose
tenido
presente
durante el debate la invocacin defensista -sin
argumentacin exteriorizada- en impulso de una
pesquisa respecto del testigo PEREA en orden al
delito
de
falso
testimonio,
corresponde
habilitar a la peticionante a extraer las
copias pertinentes de las piezas evidenciales
de estos obrados a los efectos que, de as
estimarlo, realice la presentacin de rigor
ante el Ministerio Pblico Fiscal, dejndose
constancia en el presente legajo (art. 71, 275
del C.Penal).
ASI LO VOTO (arts. 1, 3, 210, 371 del
C.P.P.).
A la misma cuestin, el Sr. Juez Dr. Lino
MIRABELLI,
compartiendo
los
fundamentos,
adhiri su voto al de su colega Dr. ANDREJIN,
por ser ello su sincera conviccin razonada.
ASI LO VOTO (arts. 1 y 371 del C.P.P.).A la misma cuestin, el Sr. Juez Dr.
Agustin GOSSN, compartiendo los fundamentos,

adhiri su voto al de su colega Dr. ANDREJIN,


por ser ello su sincera conviccin razonada.
ASI LO VOTO (arts. 1 y 371 del C.P.P.).En mrito del acuerdo alcanzado en el
tratamiento de la cuestion planteada, el
Tribunal,
RESUELVE:
I)
Dictar
VEREDICTO
ABSOLUTORIO,
sin
imposicin de costas, en favor de Yanina
GONZALEZ, D.N.I. N 37.018.670, argentina,
soltera, con nivel de escolaridad primaria
incompleta, nacida el 24/9/1991 en San Martn,
hija de Alcides Ramn Gonzalez; con relacin a
los sucesos por los que fuera sometida a
proceso (arts. 1, 3, 210 y 371 del C.P.P.. 106
y 107 del C.P.).
II) DISPONER la inmediata soltura de la
justiciable en lo que a este proceso refiere;
la que deber hacerse efectiva por parte del
Servicio Penitenciario Bonaerense -Sistema de
Monitoreo Electronico-, previo certificar que
no interese su detencin a otra Autoridad
Judicial, en cuyo caso, quedara privada de
libertad a su exclusiva disposicion, con
conocimiento de estos Estrados (arts. 169 inc.
8, 177 y 181 del C.P.P.).
III) REGULAR los honorarios profesionales
de la Sra. Defensora Particular Dra. CONDER, en
la suma de 60 JUS, con mas los aditamentos de
rigor (Ley 8904).
IV)
REMITIR
testimonios
de
este
pronunciamiento a conocimiento de la Autoridad

de Aplicacin del Programa Provincial de


Prevencin y Atencin de la Violencia Familiar
y de Gnero, con los alcances precisados (arts.
4 y 20 de la ley 12.569).
V) Regstrese, notifquese, colquese el
expediente a disposicin del Ministerio Pblico
Fiscal -con inters al proceso que se sigue a
Alejandro FERNANDEZ- y de la Defensa -en lo
atingente a la peticin invocada respecto del
testimonio brindado en debate por Roberto
PEREA-; firme, comunquese a los organismos de
rigor y archvese.-

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