Cuaderno de Apremio
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En él se van a contener todas las actuaciones y trámites que permitirán al ejecutante obtener el cumplimiento
compulsivo de la obligación en el patrimonio del deudor, es decir, en sus bienes. Cualquiera sea la actitud que
asuma en el cuaderno ejecutivo, si el demandado es requerido de pago y no paga, el cuaderno de apremio siempre
llegará a la actuación del embargo; si opone excepciones, se suspende en el embargo, hasta que se dicte sentencia
en el cuaderno ejecutivo; si se rechazan las excepciones o no se oponen, sigue adelante la tramitación en el
cuaderno de apremio.
Si la demanda ejecutiva se provee favorablemente para el ejecutante, el tribunal dictará el despáchese, una auto
orden que se da el tribunal para dictar otra el mandamiento, la primera actuación en el cuaderno de apremio.
1) Es una resolución judicial, y como tal, tiene que cumplir con todos los requisitos del art. 169.
3) Tiene la naturaleza jurídica de una sentencia interlocutoria de 2° grado, ya que resuelve un trámite
que sirve de base para la dictación de una sentencia definitiva. Incluso, cuando no se oponen excepciones
en el cuaderno ejecutivo, se omite la dictación de la sentencia definitiva y el mandamiento hace las veces
de sentencia final en el juicio, bastará éste para perseguir la realización de los bienes (art. 472).
Además de las menciones del art. 169, el MEE debe contener las menciones que exige el art. 443.
a) Menciones de la esencia:
1. La orden de requerir de pago al deudor: por el capital, interés y costas.
2. La orden de embargar bienes del deudor: en cantidad suficiente para cubrir la deuda con sus
intereses y las costas, si no paga en el acto del requerimiento.
3. La designación de un depositario provisional: deberá recaer en la persona que, bajo su
responsabilidad, designe el acreedor o en persona de reconocida honorabilidad y solvencia, si el
acreedor no la ha indicado. El acreedor puede designar como depositario al deudor –delito de
depositario alzado- o solicitar que no se designe depositario - esta petición sólo tiene efectos hasta
el embargo, ya que por definición no hay embargo sin depositario-. No podrá recaer en empleados
o dependientes a cualquier título del tribunal ni en persona que desempeñe el cargo de depositario
en 3 o más juicios seguidos ante el mismo juzgado. La designación es esencial, porque el
embargo se entiende perfeccionado por la entrega real o simbólica de los bienes embargados que
el ministro de fe hace al depositario.
b) Menciones de la naturaleza:
1. Designación de los bienes sobre los cuales puede recaer el embargo: si la ejecución recae
sobre cuerpo cierto, o si el acreedor en la demanda ha señalado, para que se haga el embargo,
bienes que la ley permita embargar, el mandamiento contendrá también la designación de ellos.
2. La solicitud de auxilio de la fuerza pública: siempre que en concepto del tribunal haya fundado
temor de que el mandamiento sea desobedecido, podrá solicitar, a petición de parte, el auxilio de
la fuerza pública para proceder a su ejecución. La jurisprudencia ha fallado que no es tan de la
naturaleza porque la solicitud sólo se resuelve a petición de parte.
2. REQUERIMIENTO DE PAGO
En el juicio ejecutivo, la relación jurídica procesal se perfecciona con el requerimiento de pago para lo cual es
necesario que se entregue al notificado:
1) Copia íntegra de la demanda ejecutiva.
2) Copia de la resolución que sobre ella recae.
3) Copia del mandamiento de ejecución y embargo.
La notificación de la demanda y estas resoluciones es una notificación requerimiento, ya que a través de ella se
persigue o se exige que el deudor pague la deuda y en el evento que éste no lo haga, del acto de requerimiento se
prosigue con la tramitación del juicio en su contra, mediante el embargo de bienes en cantidad suficiente para
cubrir la deuda, los intereses y las costas.
2) Si la demanda ejecutiva no constituye el primer escrito del juicio, sino que éste se inicia por GPVE:
si en ella el deudor designó domicilio dentro de los límites urbanos del lugar en que funcione el tribunal,
se le notificará por cédula –debe hacerlo dentro de los 2 días siguientes a la notificación o en su primera
gestión si hace alguna antes de vencido este plazo-; si no designó, debe hacerse por estado diario.
La importancia del requerimiento de pago es que una vez requerido empieza a correr el plazo para defenderse, y
tal plazo es distinto dependiendo de dónde se entiende requerido de pago el deudor.
a) Pagar en el acto en que se le practica el requerimiento de pago: el juicio ejecutivo terminará por la
solución del total del capital, interés y costas. Se puede pagar antes del requerimiento (o antes de
concurrir a la oficina del receptor, en la cédula de espera), con lo cual terminará el juicio ejecutivo.
A partir del requerimiento, se cuenta el plazo para que el ejecutado pueda ejercer su posibilidad de defensa en el
juicio ejecutivo y su única posibilidad de defensa se traduce en oponer excepciones de las taxativamente
enumeradas en el art. 464. Si el ejecutado no opone excepciones, se omite la dictación de sentencia definitiva y el
mandamiento de ejecución y embargo hace las veces de sentencia definitiva para todos los efectos legales.
3. EL EMBARGO DE BIENES
El embargo es un acto jurídico procesal que tiene por objeto asegurar el resultado de la pretensión ejecutiva
deducida, afectando determinados bienes del ejecutado al cumplimiento de la sentencia que se dicte.
La CS ha dicho que el embargo es la aprehensión material o simbólica que por mandato de la justicia se hace de
determinados bienes del deudor y que se entregan a un depositario, para que éste tome la tenencia de ellos,
cesando, desde ese momento, la que antes ejercía el dueño o ejecutado, con el objeto preciso e inmediato de
enajenarlos, para aplicar su valor al pago de la deuda en capital, intereses y costas.
a) Unos dicen que es un acto de imperio del poder del Estado, destinado a la realización coactiva de los
derechos que el ejecutado tiene sobre esos bienes, como único fin, y que los efectos asegurativos que el
embargo provoca son sólo colaterales (Tavolari y Hugo Pereira). Dan como argumentos:
- Las medidas cautelares sólo pueden decretarse con el objeto de que de la tardanza no se siga
perjuicio –periculum in mora-, mientras que para el embargo ejecutivo no se necesita ni el fumus
boni iuris ni el periculum in mora, sino que basta el título ejecutivo.
- Las medidas cautelares pueden dictarse antes del juicio –medidas prejudiciales- mientras no
existe el embargo de bienes ejecutivo prejudicial.
- En las medidas cautelares hay lugar a la discrecionalidad del juez, quien debe verificar y estimar
soberanamente si se dan o no los presupuestos y requisitos, mientras que el embargo no es
discrecional para el juez, pues no tiene opción de no despacharlo.
b) Otros dicen que tiene un doble carácter, como un acto coactivo y a la vez cautelar: ha primado esta
segunda doctrina. El embargo es una medida cautelar de aseguramiento de la futura ejecución forzada,
porque sirve para facilitar el resultado práctico de la misma, impidiendo la dispersión de los bienes. Este
aseguramiento no es sólo jurídico sino también material.
El embargo se justifica solo mientras dure la vigencia de la relación jurídico procesal. Si por cualquier motivo
termina el juicio ejecutivo, el embargo –ha dicho la CS- se alza de pleno derecho. Pero en la práctica siempre
habrá que pedir al tribunal que dicte una resolución que ordene alzar y cancelar el embargo, y además, será
necesario que esa resolución esté ejecutoriada para que me la admitan en el CBR u otros registros.
El objeto son los bienes del deudor. El embargo debe practicarse sobre bienes que sean de propiedad del
ejecutado o sobre los cuales éste aparezca como poseedor; si así no fuera, el verdadero dueño o poseedor podría
intentar las tercerías correspondientes.
La regla general es la embargabilidad de los bienes; conforme al art. 2465 CC el acreedor puede perseguir su
ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, exceptuándose solamente
los no embargables. El principio detrás de la inembargabilidad es la solidaridad social; ésta obliga a declarar
ciertos bienes como inembargable, ya sea a fin de no dejar al deudor en condiciones económicas precarias, o a fin
de no interrumpir el funcionamiento de servicios que son fundamentales para la población.
Son inembargables:
3) Otros designados en leyes especiales: p.e. el usufructo del marido sobre los bienes de la mujer casada en
sociedad conyugal; el usufructo del padre o la madre sobre los bienes del hijo de la familia; los bienes
destinados al funcionamiento de servicios administrativos y médicos del Servicio de Seguro Social; o las
pertenencias mineras de acuerdo al CM, con las excepciones que él mismo establece.
¿Qué pasa si bienes inembargables son embargados? El ejecutado puede impetrar el incidente del art. 519 inc.2;
incidente de exclusión del embargo. Se tramitará como incidente la reclamación del ejecutado para que se
excluya del embargo alguno de los bienes a que se refiere el artículo 445. Por tratarse de un incidente se tendrá
que oponer tan pronto tomó conocimiento del embargo o a más tardar dentro de quinto día. Si no lo hace, renuncia
tácitamente.
RENUNCIA DE LA INEMBARGABILIDAD
La inembargabilidad es una institución que, en principio, se establece en beneficio del deudor, por lo que, por
regla general es renunciable en virtud del art. 12 CC. En cambio, cuando la inembargabilidad no solamente mira
el interés particular, no puede ser renunciable, como es el caso de bienes que persiguen el sustento básico de su
familia (art. 445 n° 8 y n°13) y bienes que miran al interés de la sociedad (art. 445 n° 1 y n°7).
La renuncia puede ser expresa o tácita; será expresa cuando el deudor declare en algún acto o contrato que
renuncia a la inembargabilidad de ciertos bienes; será tácita cuando, embargado uno de estos bienes, el deudor no
opone el incidente de exclusión de embargo.
La diligencia del embargo se lleva a cabo por el receptor, dando cumplimiento a la orden del tribunal contenida en
el MEE, con el auxilio de la fuerza pública si llegase a ser necesario (art. 443 inc. final). Se ha establecido un
orden de prelación en que debe verificarse el embargo de bienes del ejecutado.
1) Recaerá sobre la especie o cuerpo cierto debido designado en el mandamiento (art. 443 inc.3).
2) Sobre los bienes que el ejecutante haya designado sea en la demanda ejecutiva o en la misma
diligencia del embargo (art. 443 inc. 3 y art. 447). Por eso es habitual que en la demanda ejecutiva, en un
otrosí, el acreedor señale bienes para la traba de embargo, pero de modo genérico.
3) Si el ejecutante no señala bienes, recaerá en los bienes que el deudor presente si, en concepto del
ministro de fe encargado de la diligencia, son suficientes o si, no siéndolo, tampoco hay otros conocidos
(art. 448).
El embargo, por ser una actuación judicial, debe cumplir con una serie de requisitos.
1) Debe verificarse en días y horas hábiles: por motivos fundados, el acreedor puede solicitar habilitación
de días y horas. En cuanto al lugar en que debe practicarse el embargo, tratándose de bienes muebles, la
jurisprudencia ha señalado que el embargo debe efectuarse en el lugar donde se encuentran las especies.
3) De la diligencia de embargo debe levantarse un acta, que se agrega al expediente: esta acta debe
contener:
1. El lugar y hora en que se trabó el embargo.
2. La expresión individual y detallada de los bienes embargados.
- Bienes muebles: debe indicar su especie, calidad y estado de conservación, y todo otro
antecedente o especificación necesarios para su debida singularización, tales como la
marca, numero de fábrica y de serie, colores y dimensiones aproximadas, etc.
- Bienes inmuebles: se individualizarán por su ubicación y datos de inscripción en el CBR
-foja, número y año-.
3. Si se actuó o no con el auxilio de la fuerza pública; y en el caso de que así fuera, debe
individualizar a los carabineros que concurrieron.
4. La constancia de toda alegación que haga un tercero invocando la calidad de dueño o poseedor de
los bienes embargados.
5. El hecho de que los bienes embargados se han entregado real o simbólicamente al depositario;
este requisito es esencial desde un punto de vista civil, porque el embargo se verifica con la
entrega real o simbólica del bien al depositario designado (art. 450 y 451); y desde el punto de
vista penal, porque si el deudor designado depositario provisional, se alza con los bienes -dispone
de ellos, los enajena- comete el delito de depositario alzado.
6. La firma del receptor, el depositario, y el acreedor y el deudor si concurrieren: si el depositario no
sabe escribir o alguna de las partes se niega a firmar debe dejarse constancia de ello.
4) El ministro de fe debe mandar una carta certificada al ejecutado comunicándole el embargo: si hay
omisión de ello, no se afecta la validez de la actuación, pero sí hace responsable al receptor.
Si el deudor se niega a que se practique el embargo, impidiendo el acceso del receptor al lugar en que se
encuentran los bienes o la entrega de ellos al depositario, el receptor certificará éste hecho. Con esto el ejecutante
podrá solicitar al tribunal que pida un oficio para que se proceda con auxilio de la fuerza pública, con facultades
de allanamiento y descerrajamiento para el caso de que sean necesarias. El tribunal proveerá ofíciese; se oficia a
Carabineros, para que designe a un funcionario. Y entonces el receptor vuelve a ir con el funcionario de
Carabineros, y en caso de que vuelva a haber negativa o impedimento, puede allanar o romper cerraduras.
El embargo se entenderá hecho por la entrega real o simbólica de los bienes al depositario que se designe –el
depositario provisional, siempre se designa al mismo deudor en la práctica, y no se designa un depositario
definitivo- (art. 451).
Si se trata de bienes muebles, como regla general su entrega debe ser real; y tratándose de bienes inmuebles debe
hacerse además la inscripción en el CBR para que el embargo sea oponible a terceros. Además, el legislador ha
especificado cómo debe hacerse la entrega de determinados bienes:
1. Cuando se trate de dinero, especies preciosas, alhajas, efectos públicos: el depósito deberá hacerse en el
Banco del Estado a la orden del tribunal respectivo.
2. Si el embargo recae sobre el menaje de casa habitación del deudor: el embargo se entiende hecho
permaneciendo las especies en poder del mismo deudor con carácter de depositario, previa facción de un
inventario en que se expresen detalladamente el estado y tasación de las especies.
3. Si recae sobre una empresa o establecimiento mercantil o industrial o sobre un conjunto de cosas que son
complemento indispensable para su explotación: podrá el juez, atendidas las circunstancias y la cuantía
del crédito, ordenar que el embargo se haga efectivo en los bienes designados por el acreedor, o en otros
bienes del deudor, o en la totalidad de la industria misma, o en las utilidades que ésta produzca, o en parte
cualquiera de ellas. Embargada la industria o las utilidades, el depositario que se nombre tendrá las
facultades y deberes del interventor judicial.
4. Si la cosa embargada se encuentra en poder de un tercero que se oponga a la entrega alegando el derecho
a gozarla un título distinto al de dueño: no se hará alteración en este goce hasta el momento de la
enajenación, ejerciendo mientras tanto el depositario sobre la cosa los mismos derechos que ejercía el
deudor –p.e. se embarga un bien arrendado, el arrendatario sigue con la mera tenencia y el embargo recae
sobre la renta-. El depositario se limitará a ejercer los derechos que ejercía el deudor, como nudo
propietario o arrendatario.
a) Efectos en cuanto al bien embargado: hay objeto ilícito en la enajenación de las cosas embargadas por
decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor consienta en ello (art. 1464 n°3 CC).
¿Cómo se configura este objeto ilícito?
- Bienes inmuebles: si el embargo recae sobre bienes raíces o derechos reales constituidos en ellos,
no producirá efecto alguno legal respecto de terceros, sino desde la fecha en que se inscriba en
el respectivo registro conservatorio en donde estén situados los inmuebles. El ministro de fe que
practique el embargo, requerirá inmediatamente su inscripción y firmará con el conservador
respectivo y retirará la diligencia en el plazo de 24 horas (art. 453). Misma lógica es aplicable a
los bienes muebles sujetos a inscripción, como los autos.
- Bienes muebles no sujetos a inscripción: no hay una norma especial, por lo que sólo producirá
efecto respecto de los terceros que tengan conocimiento del embargo al tiempo del contrato; pero
el demandado será en todo caso responsable de fraude, si ha procedido a sabiendas (art. 297).
b) Efectos en cuanto al dueño del bien embargado: el embargo no priva al dueño de su derecho de
propiedad sobre el bien, pero sí queda limitado en cuanto a sus facultades de disposición, pues hay objeto
ilícito en su enajenación. En caso de que el cargo de depositario recaiga en un tercero, el embargo lo
privará incluso de la facultad de usar y gozar la cosa; pero, si él queda en calidad de depositario y dispone
de la cosa, comete el delito de depositario alzado.
c) Efectos en cuanto a los demás acreedores: el embargo no constituye una causal de preferencia de
crédito, ni tampoco es causal de mejora de los acreedores preferentes. Para efectuar el pago con el
producido del bien embargado se aplican las reglas de prelación de créditos del CC sin importar la fecha
del embargo practicado. La única especie de excepción es el derecho legal de retención, medida que,
otorgada como precautoria, establece preferencia para el pago –se asimila a las prendas o hipotecas-.
EL REEMBARGO
El reembargo consiste en trabar más de un embargo en un mismo bien por concepto de ejecuciones distintas. El
embargo que se traba sobre un bien determinado no impide que con posterioridad se traben otros embargos sobre
el mismo; porque, aun cuando el embargo configura la nulidad de la enajenación del bien por objeto ilícito, no
saca del comercio humano el bien sobre el cual ha recaído (art. 527 y 528). Así, cualquiera de los embargos
trabados puede llegar a la realización, de acuerdo al que llega primero a la etapa de venta.
Estas cinco instituciones se tramitarán como incidentes en el cuaderno de y nunca van a paralizar el cuaderno
ejecutivo o principal (art. 458).
1) La exclusión del embargo: es la facultad que tiene el ejecutado para solicitar que se alce o que se deje
sin efecto el embargo que hubiera recaído en bienes que la ley declara inembargables (art. 519 inc.2).
2) La ampliación del embargo: es la facultad que la ley confiere al ejecutante para que se incorporen
nuevos bienes embargados, cuando los ya embargados resulten insuficientes para cubrir el capital, las
costas y los intereses; o cuando haya justo motivo para creer que no alcancen.
a) Ampliación al criterio del tribunal: puede el acreedor pedir ampliación del embargo en
cualquier estado del juicio, siempre que haya justo motivo para temer que los bienes embargados
no basten para cubrir la deuda y las costas (art. 456 inc.1). El tribunal deberá hacer un juicio de
oportunidad, para determinar si procede o no.
b) Ampliación en que la ley califica los justos motivos: el haber recaído el embargo sobre bienes
difíciles de realizar, será siempre justo motivo para la ampliación. Lo será también la
introducción de cualquiera tercería sobre los bienes embargados (inc.2). Son justo motivo:
1. Embargo de bienes de difícil realización: como una cuota de una comunidad hereditaria,
o derechos litigiosos.
2. Introducción de cualquiera tercería: cualquiera de las cuatro; dominio, posesión,
prelación, pago.
3. Caso LOCD 18010: tratándose de obligaciones expresadas en moneda extranjera, se
considerará justo motivo para solicitar la ampliación de embargo, el mayor valor que
experimente en el mercado la moneda extranjera adeudada.
3) La reducción del embargo: es la facultad que la ley otorga al ejecutado para solicitar el alzamiento del
embargo en determinados bienes que se consideran excesivos para asegurar el cumplimiento de la
obligación en capital, intereses y costas. No está regulada expresamente, pero se infiere del art. 447, que
establece que el embargo debe recaer en bienes necesarios y suficientes, que no excedan de los necesarios
para responder a la demanda.
4) La sustitución del embargo: es la facultad que tiene el deudor de reemplazar sus bienes embargados,
puede en cualquier estado del juicio –hasta antes del remate claramente- substituir el embargo,
consignando una cantidad suficiente para el pago de la deuda y las costas, siempre que éste no recaiga
en la especie o cuerpo cierto a que se refiere la ejecución. La sustitución debe cumplir con lo siguiente:
1. Solamente puede hacerse por dinero, el que debe cubrir capital, intereses y costas: este dinero se
va a consignar en la cuenta del tribunal. El ejecutado deberá hacer presente que la suma de dinero
que consigna tiene por objeto sustituir el embargo y no pagar la deuda, a fin de que no sea
imputado a ella. En caso de no señalarlo, se tendrá como una cesación del embargo, siendo un
desistimiento de las excepcione opuestas.
2. No opera cuando el embargo ha recaído sobre la especie o cuerpo cierto debido: en este caso la
especie no es sustituible por dinero.
El art. 521 inc.2 establece que el tercerista tendrá el mismo derecho que el artículo 457 concede al
deudor principal. Es decir, puede solicitar la sustitución de los bienes embargados.
5) La cesación del embargo: ocurre cuando el ejecutado deposita dinero en la cuenta corriente del tribunal
para pagar la obligación que se demanda, con el objeto de que se deje sin efecto el embargo que hubiera
recaído en bienes de su patrimonio, poniéndole fin al juicio ejecutivo. El art. 490 dispone que, antes de
verificarse el remate, puede el deudor libertar sus bienes pagando la deuda y las costas. Este artículo ha
sido motivo de discusión acerca del momento hasta el cual se pueden liberar los bienes embargados. La
jurisprudencia ha señalado que la facultad de hacer cesar el embargo precluye en el momento en que se
extiende el acta de remate.
Por regla general, la administración de los bienes embargados corresponde al depositario provisional que designa
el ejecutante en el mandamiento de ejecución y embargo o el juez en subsidio (art. 479). En teoría el depositario
provisional ejerce el cargo hasta que se designe depositario definitivo -en una audiencia verbal entre las partes de
común acuerdo o por el tribunal en subsidio-. En la práctica, éste depositario definitivo nunca se nombra.
El depositario solo puede ejercer facultades de administración, lo que comprende la conservación, explotación y
reparación de los bienes puestos a su cuidado. En todo caso, el depósito no lo autoriza a usar la cosa. Por
excepción, el depositario tendrá facultades de disposición, la que se va a poder ejercer previa autorización
judicial, tratándose de:
1. Bienes muebles sujetos a corrupción,
2. o susceptibles de próximo deterioro,
3. o cuya conservación sea difícil o muy dispendiosa.
Se impone la obligación del depositario de consignar a la orden del tribunal todos los dineros que reciba tan
pronto como lleguen a su poder; y de pagar intereses corrientes por los que no haya consignado oportunamente.
Todas las cuestiones que se susciten con motivo de la administración de los bienes embargados, serán resueltas
por el tribunal en audiencias verbales.
Luego que expire por cualquiera causa el cargo del depositario, éste rendirá cuenta de su administración en la
forma que la ley establece para los tutores y curadores. Podrá, sin embargo, el tribunal, a solicitud de parte,
ordenarle que rinda cuentas parciales antes de la terminación del depósito. Presentada la cuenta, general o parcial,
por el depositario, tendrán las partes el término de 6 días para examinarla; y si se hacen reparos, se tramitarán
como un incidente. Si no formulan reparos dentro de este plazo, se tienen por aprobadas las cuentas.
El depositario es remunerado. La remuneración será fijada por el tribunal una vez que haya rendido cuenta, esta
haya sido aprobada. El tribunal debe tener en cuenta la responsabilidad y el trabajo que le significó al depositario.
El depositario provisional y el depositario definitivo son remunerados, por medio de una remuneración que fija
el tribunal una vez que el depositario haya rendido la cuenta y ésta haya sido aprobada, tomando en cuenta la
responsabilidad y el trabajo que el cargo le haya impuesto. La remuneración del depositario tiene preferencia para
el pago en la realización de los bienes embargados, por tratarse de costas (art. 516 y 513). Excepcionalmente, no
tienen derecho a remuneración (art. 517):
1. El depositario que, encargado de pagar el salario, o pensión embargados, haya retenido a disposición del
tribunal la parte embargable de dichos salarios o pensión.
2. El que se haga responsable de dolo o culpa grave.
La sentencia condenatoria
puede ser
El cumplimiento es casi automático. Solo hay que Como el embargo ha recaído sobre bienes que no
distinguir si se trata de: son dinero ni la especie o cuerpo cierto debida, es
necesario convertir en dinero los bienes que cautelan
a) Si se embargó dinero: ejecutoriada la sentencia los resultados del juicio. La sentencia de remate va a
o caucionadas las resultas del recurso pendiente obligar a realizar una serie de procedimientos para
la apelación, el ejecutante debe solicitar que se reducir a dinero los bienes embargados. Ese es el
proceda a la liquidación del crédito y a la procedimiento de apremio propiamente tal,
tasación de las costas, incluyéndose las también denominado procedimiento de realización
causadas después de la sentencia (art. 510). de bienes.
Practicada dicha liquidación se ordenará hacer
pago al acreedor con el dinero embargado (art. La apelación que se interponga en contra de la
511). Si la ejecución es en moneda extranjera, el sentencia de remate se concede en el sólo efecto
tribunal pondrá a disposición del depositario los devolutivo, por lo que puede procederse a la
fondos embargados en moneda diferente de la realización de los bienes, pero no se le puede pagar
adeudada sobre los cuales haya recaído el al ejecutante con el producto de esos bienes mientras
embargo y los provenientes de la realización de la sentencia no se encuentre ejecutoriada.
bienes del ejecutado en cantidad suficiente, a fin
de que, por intermedio de un Banco de la plaza, La sentencia de remate causa ejecutoria para todos
se conviertan en la moneda extranjera que los efectos de que se realicen los bienes, pero todo lo
corresponda. Esta diligencia puede ser cometida que en su virtud se ejecute, queda sujeto a la
al secretario. condición de que la resolución sea confirmada.
La acción de nulidad tiene
b) Si se trabó embargo sobre la especie debida:
una vez ejecutoriada la sentencia de pago, se
ordenará su entrega al ejecutante (art. 512).
Para los efectos de este procedimiento el legislador distingue cuatro categorías de bienes:
1) Bienes muebles sujeto a corrupción, susceptibles a próximo deterioro o de difícil y dispendiosa
conservación: son vendidos por el depositario, previa autorización judicial, sin que sea necesaria la
tasación previa. Se puede vender por el depositario durante el curso del juicio y aún antes de que se dicte
sentencia en la causa.
2) Efectos de comercio realizables en el acto: los efectos de comercio realizables en el acto, se venderán
sin previa tasación, por un corredor nombrado en la forma que establece el art. 414, es decir, designado
como los peritos (art. 484). Los corredores venderán estos efectos –como acciones de una SAA- conforme
a un reglamento de la Bolsa. En este caso hay que esperar que se haya dictado sentencia de remate.
3) Bienes muebles no comprendidos en ninguna de las dos anteriores categorías: el art. 482 dispone que
los bienes muebles embargados se venderán en martillo, siempre que sea posible, sin necesidad de
tasación. La venta se hará por el martillero designado por el tribunal que corresponda. Los martilleros y
sus facultades están regulados por la Ley 18.118. En la práctica, se solicitará en un mismo escrito la
designación del martillero, el retiro de especies, y que se faculte al martillero designado para fijar la fecha
del remate y el número de avisos que estime necesarios para darle publicidad al remate. En un otrosí, se
pedirá el auxilio de la fuerza pública para el caso que el ejecutado se oponga al retiro de las especies -la
fuerza pública que concedió el tribunal para embargar es distinta, se debe pedir nuevamente para el retiro
de especies-. El retiro de las especies que efectúa por el receptor, quien tiene que ponerlas a disposición
del martillero designado. Si el depositario provisional de los bienes fuere el deudor, sólo puede efectuarse
el retiro de las especies embargadas con el auxilio de la fuerza pública una vez que se hubiere dictado
sentencia de remate, la que se puede cumplir aún con una apelación en su contra.
Por regla general no es posible que se efectúe en forma simultánea el embargo y el retiro de las especies.
El retiro de las especies no podrá decretarse sino hasta transcurridos que sean 10 días desde la fecha de
la traba del embargo, a menos que el juez, por resolución fundada, ordene otra cosa (art. 455 inc.3).
Estos 10 días están para el caso de que no se hayan opuesto excepciones, y el MEE haga las de sentencia
definitiva.
En caso que el ejecutante tenga interés en adjudicarse el bien que se remata con cargo a su crédito, deberá
presentar un escrito al tribunal solicitando autorización para participar en el remate con cargo a su crédito,
oficiándose al efecto al martillero designado.
4) Bienes que requieren previa tasación: de acuerdo al art. 485, los demás bienes no comprendidos en los
tres artículos anteriores, se tasarán y venderán en remate público ante el tribunal que conoce de la
ejecución, o ante el tribunal dentro de cuya jurisdicción estén situados los bienes, cuando así se resuelva
a solicitud de parte y por motivos fundados. Los bienes que requieren previa tasación son todos los bienes
raíces y algunos bienes muebles que no estén comprendidos en las situaciones anteriores, como los
derechos en sociedades de personas.
En el caso de haber sentencia de remate que recaiga sobre bienes inmuebles, deberá procederse a:
1) Tasación (art. 486 y 487): la tasación del bien raíz será aquella que figure en el rol de avalúos vigente
para efectos del pago de las contribuciones territoriales, a menos que el ejecutado solicite que se practique
una nueva tasación. En la práctica, se presenta un certificado emanado del SII en cual consta el avalúo del
inmueble, solicitándose al tribunal que se tenga por aprobado con citación; es decir, el ejecutado tendrá
un plazo de 3 días para objetar el instrumento público del avalúo y requerir nueva tasación del inmueble.
∟ Requerida la nueva tasación: se cita a las partes para que dentro de 2 días se designe perito
tasador. Si el tribunal es quién designa, no puede recaer en dependientes o empleados del tribunal.
Presentado el informe, debe ser puesto en conocimiento de las partes, teniendo ellas un plazo de 3
días para impugnarlo. De la impugnación que efectúa una de las partes, se dará traslado por 3 días
a la contraparte. Transcurrido dicho plazo, se haya o no evacuado el traslado, el tribunal, por
resolución inapelable, puede:
1. Aprobar la tasación, rechazando las objeciones.
2. Ordenar que se rectifique la tasación: por el mismo perito que evacuó el informe u otro.
3. Fijar por sí mismo el justiprecio de los bienes.
2) Fijación del día y hora para la subasta o remate (art. 488 y 489): aprobada la tasación se señalará día
y hora para la subasta. La fijación de día del remate debe hacerse con un plazo tal, que se tenga tiempo
para realizar todos los trámites previos a la subasta: la publicación de avisos, la aprobación de las bases de
remate, y acompañar certificado de prohibiciones y gravámenes del inmueble.
3) Aprobación de las bases del remate (art. 491 inc.2): las bases de remate son las condiciones en las que
se procederá a la venta del inmueble. Su aprobación debe hacerse de común acuerdo por las partes. El
ejecutante las propone por escrito y el tribunal provee como se pide, téngase por acompañadas con
citación, con lo que se tienen por aprobadas si el ejecutado no las objeta dentro del plazo de 3 días desde
la notificación de dicha resolución.
∟ La oposición que se formule será resuelta de plano por el tribunal, con ciertos límites:
1. El precio de postura –al cual se va a vender el inmueble- no puede ser inferior a 2/3 de su
tasación, salvo convenio expreso de las partes (art. 493).
2. El precio deberá pagarse de contado, consignando dinero en la cuenta del tribunal, salvo
que las partes acuerden o el tribunal resuelva otra cosa por motivos fundados.
3. Las personas interesadas, los postores del remate, tienen que otorgar una garantía de
seriedad de la oferta, cuyo monto es equivalente a un 10% del mínimo para las posturas
de los bienes (vale vista a la orden del tribunal).
∟ Las bases del remate deben contener las siguientes cláusulas:
1. Especificación del inmueble que se venderá y su ubicación.
2. El precio mínimo de las posturas.
3. La forma como se va a pagar el precio –usual, dentro de 5 días desde el remate-.
4. Las garantías que se pueden otorgar para caucionar el pago a plazo del saldo del precio.
5. La fecha en que se efectuará la entrega –usual, 15-30 días para abandono desde inscrito-.
6. La facultad del ejecutante de participar en el remate y adjudicarse el inmueble con cargo
a su crédito, operando compensación. Pero hay dos casos en que no podrá adjudicárselo:
- Si es acreedor valista.
- Si se ha interpuesto una tercería de pago.
7. La situación de los insumos atrasados: gastos de agua, luz, gastos comunes, etc. Lo
normal es que sean de cargo del adjudicatario, al igual que las contribuciones.
4) Purga de las hipotecas (art. 2428 CC y 492 CPC): no es propiamente un trámite del procedimiento de
realización del inmueble, sino un efecto del mismo. La purga de la hipoteca es un modo de extinguir la
hipoteca que opera siempre que la venta se haga en pública subasta ordenada por el juez, que se cite
personalmente a todos los acreedores hipotecarios, que la subasta se verifique transcurrido el término del
emplazamiento a contar de la última citación, y que se consigne el dinero del remate a la orden del
tribunal. Cumplidos tales requisitos del 2428, se extinguirán las hipotecas, aunque no hayan conseguido
pagarse todos los acreedores hipotecarios con el producto de la subasta.
∟ De acuerdo al art. 492 CPC los acreedores de grado preferente tienen la facultad de optar, o exigir
el pago de sus créditos sobre el precio del remate según sus grados, o conservar sus hipotecas
sobre la finca subastada, siempre y cuando:
1. Que se persiga la finca contra el deudor personal que la posea.
2. Que sus créditos no estén devengados.
∟ Alguna jurisprudencia ha entendido que para que los acreedores hipotecarios citados hagan valer
sus derechos, deben interponer una tercería de prelación. Otra postura sostiene que no es
necesario interponer una tercería de prelación, sino que basta que el acreedor hipotecario presente
un escrito señalando su crédito y garantía. En la práctica se presentan los dos escritos.
5) La autorización para enajenar el bien raíz embargado: si el inmueble que se va a rematar se encuentra
embargado por orden de otro tribunal, dicho bien no puede venderse sin la autorización previa del otro
tribunal que lo decretó. Debe presentarse un escrito solicitando que se dirija un oficio al tribunal, a fin de
que autorice la venta en pública subasta. Se ha declarado, sin embargo, que el 1464 n°3 se refiere a las
enajenaciones voluntarias y no a las forzadas realizadas por el ministerio de la justicia.
6) Publicación de avisos (art. 489 y 502): el remate se anunciará por avisos publicados a lo menos 4 veces
en un diario de la comuna en que tenga asiento el tribunal o capital de provincia o capital región en
subsidio. Los avisos pueden publicarse también en días inhábiles. El primero debe ser publicado con 15
días de anticipación, como mínimo, a la fecha de la subasta, sin descontar los inhábiles -15 días corridos-.
Si los bienes están en otra comuna, el remate se anunciará en ella por el mismo tiempo y en la misma
forma. Los avisos serán redactados por el secretario y contendrán los datos necesarios para identificar los
bienes que van a rematarse, y deben dar cuenta del día, hora y lugar del remate. La ley no exige la
constancia del hecho de haberse publicado los avisos, pero como la liquidación es un trámite solemne,
debe dejarse constancia de los avisos en el expediente para que no se declare la nulidad del remate. En la
práctica, se llevan las publicaciones al secretario, las recorta y pega en un papel, y certifica que tales
publicaciones se realizaron con tal fecha, añadiéndolo al expediente.
7) Subasta o remate del inmueble propiamente tal: se remata en el tribunal, lo habitual es que sea en el
tribunal donde se lleva el juicio, o en otro si es que hay motivos fundados. El juez oficia de martillero.
a) Si existen postores: el tribunal debe calificar las cauciones que los interesados deben rendir para
participar de la subasta -vale vistas bien extendidos que correspondan al 10% del mínimo-; y
luego se procede a efectuar el remate partiendo del mínimo, y se adjudicará el inmueble al mejor
postor, a la persona que presente mejor postura. Se le entregan los vale vistas a los demás
postores y sólo queda retenida la del mejor postor, adjudicatario.
∟ Efectuada la adjudicación debe levantarse un acta de remate: documento solemne que
hace las veces de escritura pública para los efectos del art. 1801 CC. La venta en pública
subasta es una compraventa, con la sola particularidad de que el juez representa
legalmente al deudor (art. 671 CC). La compraventa se reputa perfecta desde el momento
en que se extiende el acta del remate, la cual debe firmar el juez, el adjudicatario y el
secretario del tribunal. En el acta el adjudicatario puede indicar la persona para quién está
adquiriendo, pero mientas este tercero no se presente aceptando lo obrado, subsistirá la
responsabilidad del que ha hecho la postura –subsiste la garantía de seriedad-.
- Alguna jurisprudencia razona que como el juez actúa como representante legal
del deudor para efectos de la venta, también tendría la obligación de hacer la
entrega del inmueble, debiendo ordenar el lanzamiento del deudor, dependientes,
o de terceros, que habitan ese inmueble, con el auxilio de la fuerza pública si es
necesario. En la práctica hay tribunales que ordenan el lanzamiento y desalojo
siempre; otros sólo respecto del deudor, su familia o dependientes, no respecto de
terceros; y otros no lo ordenan y dicen que se haga por juicio separado.
b) Si no existen postores: si no se presentan postores en el día señalado, podrá el acreedor solicitar
cualesquiera de estas dos cosas, a su elección (art. 499):
1. Que se le adjudiquen por los 2/3 de la tasación los bienes embargados.
2. Que se reduzca prudencialmente por el tribunal el avalúo aprobado: la reducción no podrá
exceder 1/3 del avalúo. Pero si se hace un nuevo remate y tampoco se presentan postores,
podrá el acreedor pedir cualquiera de estas tres cosas, a su elección (art. 500):
i. Que se le adjudiquen los bienes por los dichos 2/3.
ii. Que se pongan por tercera vez a remate, por el precio que el tribunal designe.
iii. Que se le entreguen en prenda pretoria: la prenda pretoria o anticresis judicial es
un contrato en virtud del cual, por el ministerio del tribunal, se entregan al
acreedor bienes embargados, sean raíces o muebles, para que se pague con sus
frutos. Se rige por los art. 501 al 507.
8) El otorgamiento de escritura pública: el acta de remate extendida en el registro del secretario que
interviene en la subasta, firmada por el juez, el adjudicatario y el secretario, valdrá como escritura
pública, para el efecto del art. 1801 inc.2 CC –es decir, extendida el acta la venta se reputa perfecta-, pero
se extenderá sin perjuicio de otorgarse dentro de tercero día la escritura definitiva con inserción de los
antecedentes necesarios y con los demás requisitos legales (art. 495). Con posterioridad al acta de remate
debe extenderse la escritura pública de adjudicación en remate. El CBR no inscribe si se uno acude sólo
con el acta de remate, y la tradición se realiza con la inscripción en el CBR. Éste sólo inscribe escrituras
públicas o sentencias firmes de tribunales. Por tanto, el acta de remate debe vaciarse en escritura pública,
y ella debe inscribirse al margen de la inscripción de dominio.
∟ El adjudicatario debe solicitar que se ordene extender la escritura pública. El tribunal debe
ordenar que se extienda la escritura pública definitiva a petición de parte y dentro de 3° día de
efectuado el remate –pese a su redacción, la jurisprudencia ha señalado que el plazo que indica el
art. 495 inc.2 no es un plazo fatal, no caduca el derecho de otorgar la escritura definitiva-. La
escritura debe ser extendida por el juez una vez ejecutoriada la resolución que ordena extenderla.
Debe ser firmada por el juez en representación del deudor y por el postor adjudicatario.
∟ En esta escritura deben insertarse antecedentes específicos: en definitiva, es íntegramente
transcrito el juicio ejecutivo.
1. Todos los antecedentes relativos a la validez del juicio en el cual se produjo el remate: el
requerimiento de pago, certificado de no haberse opuesto excepciones, certificado de la
ejecutoriedad de la sentencia, publicación de avisos, etc.
2. Todos los antecedentes relativos al remate o a la venta misma: como el acta de remate, las
autorizaciones de los demás tribunales que hayan trabado embargo sobre el bien, etc.
3. Todos los antecedentes que permitan demostrar la purga de las hipotecas que hubieran
afectado al inmueble.
∟ Puede suceder que el subastador se desista de efectuar la compra: es decir, que la adjudicación no
se realice nunca. A este respecto se ha producido una discrepancia en la doctrina:
1. El adjudicatario tiene la obligación de suscribir la escritura, porque la venta se reputa
perfecta conforme al art. 495; y la única misión de la escritura pública dice relación con
la materialización de la inscripción en el CBR. Aceptar lo contrario, sería admitir que los
contratos pueden dejarse sin efecto por una de las partes, cuestión que pugna con el
principio general del art. 1545. El acta de remate constituiría un título ejecutivo para
demandar el cumplimiento de esta obligación.
2. El adjudicatario tiene derecho a desistirse de suscribir la escritura pública, teniendo como
sanción la pérdida de la suma de dinero que hubiere depositado como garantía de
seriedad de la oferta, en vista del art. 494 n°2. No puede otorgársele mérito ejecutivo al
acta de remate, ya que la ley en ningún caso le ha otorgado dicho carácter; por ello, si se
quiere perseguir el cumplimiento de la obligación, habría que acudirse al juicio ordinario.
NULIDAD DE LA SUBASTA
La validez de la subasta, siendo ésta un trámite complejo, estará supeditada al cumplimiento de las normas
sustanciales y de las normas procesales que la regulan. De esta forma, la pública subasta puede ser atacada desde
un doble punto de vista:
a) Nulidad procesal: se produce por un vicio de carácter procedimental, debiendo ser solicitada y declarada
en el curso del juicio ejecutivo. Hay jurisprudencia vacilante en torno al momento preclusivo para alegar la
nulidad procesal; unos dicen que puede pedirse hasta que se encuentra ejecutoriada la resolución que
ordena extender la escritura de subasta; otros que también después de ejecutoriada.
b) Nulidad sustancial: se produce por un vicio vinculado al acto de la compraventa en la subasta. De esta
nulidad sustancial, se puede reclamar en un juicio ordinario posterior, en el cual lo que se demanda es la
nulidad de la venta -no olvidar que la adquisición del bien raíz es pública subasta no es más que una
compraventa-.
Si los bienes embargados consisten en el derecho de gozar una cosa o percibir sus frutos, podrá pedir el
acreedor que se dé en arrendamiento o que se entregue en prenda pretoria este derecho. El arrendamiento se hará
en remate público, fijadas previamente por el tribunal, con audiencia verbal de las partes, las condiciones que
hayan de tenerse como mínimum para las posturas. Se anunciará al público el remate con anticipación de 20 días,
en la forma y en los lugares expresados por el artículo 489 (art. 508).
Una vez que se realizan los bienes embargados, los fondos que resulten se consignarán directamente por los
compradores o por los arrendatarios –en el caso del art. 508- a la orden del tribunal que conozca de la ejecución.
En caso que se haya interpuesto apelación de la sentencia, no puede procederse al pago del ejecutante, pendiente
el recurso, sino cuando se caucionen las resultas del juicio. Practicada la liquidación, el tribunal ordenará el pago
al acreedor con el dinero que resulte de la realización de los bienes.
Las costas que proceden de la ejecución y la remuneración del depositario, gozan de un pago preferente, incluso
respecto del crédito que los ha originado. Nuestra jurisprudencia ha señalado que la preferencia del art. 513 inc.2
se refiere a todas las costas del juicio, sean causadas en el cuaderno ejecutivo, de apremio o de tercerías, pues no
distingue.