ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR ALIMENTOS Johana
ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR ALIMENTOS Johana
ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR ALIMENTOS Johana
INTOXICACIONES:
Involucra la presencia de toxinas que el microorganismo sintetiza en el alimento y
que por sus características termo resistentes pueden permanecer activas, aun
cuando el microorganismo ya no esté presente.
Bacillus cereus
Esta bacteria se encontrada en el suelo, agua, vegetación y aire, desde los
cuales se transfiere muy fácilmente a los alimentos. La encontramos en los
alimentos crudos de origen vegetal, salsas, guisados, condimentos, entre
otros. Sus esporas le permiten sobrevivir en los alimentos deshidratados,
pasteurizados y a algunos desinfectantes. Esto no significa que hay que
evitar los alimentos, sino que hay que seguir una serie de medidas para
evitar enfermarnos, como al preparar los alimentos debes consumirlos
inmediatamente para evitar la formación y acumulación de las toxinas.
Algunas toxinas que produce son la cereulida también conocida como toxina
emética y tres enterotoxinas (hemolisina BL o HBL, no-hemolítica o NHE y
enterotoxina T o EntT) las cuales están relacionadas a dos síndromes, el
síndrome emético y el diarreico.
El síndrome emético está caracterizado por náuseas agudas y vómitos
similares a los producidos por intoxicación con Staphylococcus aureus. La
toxina cereulida provoca el vomito al estimular el nervio vago. Además de su
capacidad para provocar intoxicaciones alimentarias, B. cereus también está
involucrada en infecciones locales y sistémicas.
Aunque la mayoría de las cepas de B. cereus tienen el potencial para
producir la enterotoxina, la severidad de la enfermedad dependerá de la
cantidad de toxina producida, la cual puede estar relacionada con la
composición del alimento, la condición inmunológica del individuo.
Clostridium botulinum
Bacteria anaerobia que se encuentra naturalmente en muchos lugares.
Producen esporas que les ayudan a sobrevivir en el medio ambiente, incluso
en condiciones extremas. Las esporas generalmente no causan que las
personas se enfermen, incluso cuando se comen. Pero bajo ciertas
condiciones como un entorno con poco oxígeno o sin oxígeno (anaeróbicos)
baja acidez, bajo nivel de azúcar, entre otros; estas esporas pueden crecer y
producir la toxina botulínica, una de las más letales conocidas.
La enfermedad se conoce como botulismo y puede estar causada por el
consumo de alimentos mal enlatados, sobre todo si se hacen conservas
caseras de alimentos con baja acidez como la papa, el maiz, la remolacha, el
esparrago, entre otros. Los síntomas generalmente se presentan de 18 a 36
horas después de comer el alimento contaminado y son el resultado de la
parálisis muscular ocasionada por la toxina Algunos síntomas que se
presentar son: visión doble, visión borrosa, párpados caídos, habla
arrastrada, dificultad para tragar, respiración dificultosa, entre otros. Si no se
trata, la enfermedad puede progresar y los síntomas pueden empeorar y
causar parálisis de ciertos músculos, incluidos los que se usan para
respirar.
Algunas recomendaciones para evitar contraer esta
enfermedad son refrigerar los alimentos enlatados o en escabeche después
de abrirlos, no consumir latas abombadas y no alimentar a los bebes
menores de 12 meses con miel de abeja.
Micotoxinas
Son compuestos tóxicos producidos de forma natural por algunos hongos
como Claviceps, Aspergillus, Penicillium, Fusarium y Alternaria. Se pueden
encontrar en alimentos, tales como cereales, frutas desecadas, frutos secos
y especias. Su crecimiento puede tener lugar antes o después de la cosecha,
durante el almacenamiento o en el mismo alimento en entornos cálidos y
húmedos. La mayoría de las micotoxinas son químicamente estables y
persisten tras el procesamiento de los alimentos.
Se han identificado varios cientos de micotoxinas, pero las más frecuentes
que suponen un problema para la salud humana son las aflatoxinas, la
ocratoxina A, la patulina, las fumonisinas, la zearalenona, el nivalenol y
desoxinivalenol.
Los efectos de algunas micotoxinas presentes en los alimentos se
manifiestan rápidamente tras el consumo de los productos contaminados.
Otras se han relacionado con efectos a largo plazo, tales como el cáncer y la
inmunodeficiencia.
Para minimizar el riesgo de las micotoxinas para la salud, se recomienda:
* Inspeccionar los cereales enteros (especialmente el maíz, sorgo, trigo y
arroz), higos secos y nueces (cacahuete, pistacho, almendra, nuez, coco,
nueces de Brasil y avellanas), que están frecuentemente contaminados con
aflatoxinas, para detectar la presencia de mohos, y descartar los que tengan
un aspecto mohoso, descolorado o marchito.
* Elegir los cereales y frutos secos lo más frescos posible.
*Almacenar en lugares secos y frescos, libres de insectos.
*No dejen pasar mucho tiempo antes de consumirlos.
*Diversificar la dieta.
INFECCIONES:
Estás no involucran toxinas, sino que depende del número de microorganismos
vivos consumidos y su desarrollo en el organismo. La cuenta microbiana se
duplica aproximadamente cada 20 minutos y cuando llega a varios millones se
presenta la enfermedad; por ello las infecciones toman varios días. Se evitan con
el calentamiento previo del alimento.
Limpiar:
Lávese las manos durante 20 segundos con agua y jabón antes, durante y
después de preparar los alimentos, y antes de comer. Checa la técnica
SOMEICCA.
Separar:
Use tablas de cortar y platos diferentes para la carne, pescado y otros alimentos
crudos.
Cocinar:
Debemos cocinar los alimentos a la temperatura adecuada para garantizar la
destrucción de los microorganismos patógenos. Para asegurarnos de esto
debemos usar un termómetro de alimentos, ya que mirar el color o la textura no
son suficientemente confiables.
Algunas temperaturas seguras son:
Refrigerar:
Tenga cuidado con la “zona de peligro». Las bacterias pueden multiplicarse
rápidamente si se dejan a temperatura ambiente o en la “zona de peligro” que se
encuentra entre los 5°C y 60°C. Nunca deje alimentos perecederos fuera del
refrigerador.
Refrigere los alimentos perecederos dentro de 2 horas.
Descongele los alimentos congelados de manera segura en el refrigerador o en el
microondas. Nunca deje que los alimentos se descongelen sobre el lavadero,
porque las bacterias se multiplican rápidamente en las partes de los alimentos que
llegan a estar a temperatura ambiente.