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Comprender los elementos básicos del teatro, como el personaje, el objetivo y la acción
dramática.
Fomentar la creatividad y la expresión personal a través de la actuación teatral.
Promover valores como el trabajo en equipo, la empatía y el respeto hacia los demás.
Duración: 2 horas
1. Introducción
Saludo y calentamiento físico para preparar el cuerpo y la mente para la actividad
teatral.
Breve explicación sobre el objetivo de la clase y la importancia de entender los
elementos básicos del teatro.
2. El personaje
Definición de personaje: ¿Quién es el personaje? ¿Cuáles son sus características y
motivaciones?
Ejercicio práctico: Los estudiantes eligen un personaje y describen sus características
físicas, emocionales y sociales.
Dinámica de improvisación: Los estudiantes representan a sus personajes en
situaciones cotidianas.
3. El objetivo
Explicación sobre el objetivo del personaje: ¿Qué desea lograr el personaje? ¿Cuál es
su meta?
Ejercicio práctico: Los estudiantes identifican el objetivo de diferentes personajes en
escenas teatrales cortas.
Juego de roles: Los estudiantes crean diálogos y acciones que reflejen los objetivos de
los personajes asignados.
4. La acción dramática
Definición de acción dramática: ¿Qué hace el personaje para alcanzar su objetivo?
¿Cuáles son sus acciones?
Ejercicio práctico: Los estudiantes analizan escenas teatrales y identifican las acciones
dramáticas de los personajes.
Improvisación guiada: Los estudiantes representan las acciones dramáticas de los
personajes en situaciones específicas.
5. Reflexión y cierre
Discusión en grupo sobre lo aprendido durante la clase y los desafíos enfrentados.
Reflexión sobre la importancia de los elementos del teatro en la vida cotidiana y en la
comprensión de los demás.
Agradecimiento y motivación para seguir explorando el teatro y sus valores.
Valores incorporados:
Duración: 2 horas
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"El príncipe estaba siempre cubierto de oro fino. Tenía los ojos de zafiros, y un gran rubí rojo
brillaba en la empuñadura de su espada. Todos los habitantes de la ciudad decían que era muy
bello. 'En verdad,' decían, 'es tan hermoso como una flor.'
Un día, una golondrina llegó volando desde la lejana tierra de Egipto, donde el sol brilla siempre
y las flores tienen tallo rojo. Allí, se había detenido a descansar, cuando vio al príncipe sobre su
alto pedestal.
—Este es sin duda el más feliz de todos —exclamó la golondrina—. Está tan hermoso como
una flor.
—Parece realmente un ángel —dijo el bondadoso ermitaño, que estaba de pie al lado del
príncipe.
—¡Qué bien canta! —dijo el rico concejal, que estaba paseando por el parque en su magnífico
traje de pieles, que el cortejador regaló por su mano."
"La golondrina le dijo al príncipe: —Voy a quedarme contigo siete días y voy a hacer lo que me
pidas.
—Será muy agradable tener a alguien que me escuche —respondió el príncipe—, pues no
tengo nadie en quien pueda confiar. Los humanos no pueden ver mi tristeza detrás de mi
dorada apariencia, ni escuchar mis lamentos detrás del brillo de mis joyas.
—Estoy triste porque en la ciudad hay tanto sufrimiento y pobreza —suspiró el príncipe—.
Desde aquí, desde mi alto pedestal, puedo ver las lágrimas de los niños hambrientos y las
miradas de desesperación en los rostros de los enfermos. Me gustaría poder ayudarlos, pero
soy solo una estatua sin poder ni recursos.
"La golondrina se quedó con el príncipe durante siete días, durante los cuales recogió las
gemas preciosas que adornaban el cuerpo del príncipe y las llevó a los más necesitados de la
ciudad. Con sus alas rápidas, volaba de un lado a otro, llevando consuelo y ayuda a los que
sufrían.
El príncipe, aunque se quedó sin su hermoso aspecto, sintió una alegría indescriptible al ver el
bien que estaba haciendo. A través de los ojos de la golondrina, pudo ver el amor y la gratitud
en los rostros de aquellos a quienes ayudaba.
Cuando la golondrina regresó al príncipe al final de los siete días, él le dijo con tristeza:
—Querida golondrina, ya es hora de que te vayas. El invierno se acerca y no quiero que sufras
por mi causa.
—No te preocupes por mí, príncipe —respondió la golondrina con una sonrisa—. Estoy feliz de
haberte ayudado y ahora es mi turno de ayudar a otros necesitados."
"El león y el ratón", una fábula atribuida a Esopo
"Un día, mientras un león dormía, un ratón comenzó a corretear sobre su cuerpo. Despertó al
león, que lo atrapó con una pata.
—¡Por favor, déjame ir! —suplicó el ratón—. Te prometo que algún día te devolveré el favor.
El león se rió ante la idea de que un pequeño ratón pudiera ayudarlo, pero decidió soltarlo.
Unos días más tarde, el león cayó en una trampa cazadora y quedó atrapado. Atrapado en las
redes, comenzó a rugir de desesperación.
El ratón, que había estado observando, corrió hacia él. Con sus pequeños dientes, comenzó a
morder las cuerdas hasta que el león finalmente quedó libre.
—¡Gracias, ratón! —exclamó el león, asombrado—. Nunca pensé que alguien tan pequeño
pudiera salvarme."
"El árbol generoso" de Shel Silverstein:Este cuento cuenta la historia de un árbol que da todo lo
que tiene a un niño a lo largo de su vida, mostrando el valor de la generosidad y el desinterés.
"El globo azul" de Charlotte Zolotow:En esta historia, un niño encuentra un globo azul y
enfrenta la tentación de quedárselo para sí mismo o devolverlo a su dueño, enseñando el valor
de la honestidad y la responsabilidad.
"La tortuga y la liebre" (fábula atribuida a Esopo):Esta fábula clásica narra una carrera entre
una tortuga lenta y una liebre rápida, demostrando el valor de la perseverancia y la humildad.
"El niño y el lobo" (fábula de Esopo):En esta fábula, un niño que cuida de las ovejas se divierte
gritando que viene el lobo para que los aldeanos acudan en su ayuda, pero cuando realmente
aparece el lobo, ya nadie le cree. Este cuento enseña el valor de la honestidad y la importancia
de no abusar de la confianza de los demás.