Mono Sujeto
Mono Sujeto
Mono Sujeto
Diagnósticos y Características de la
Anorexia y Bulimia ................................................................….…...……. pág.
4
Anorexia Nerviosa
Bulimia Nerviosa
Impacto de la Familia en
los Trastornos Alimenticios …………………………………………….... pág.
6
Madre sobreprotectora
Padre ausente o distante
Hermanos Competitivos
Familia sobrevalorando la apariencia física
Comunicación deficiente
3
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE
LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Los trastornos de la conducta alimentaria más comunes son la anorexia y la bulimia. La
anorexia nerviosa se caracteriza por el rechazo a mantener un peso corporal mínimo normal,
un miedo intenso a ganar peso y una alteración significativa en la percepción de la forma o
tamaño del cuerpo. Los individuos con anorexia suelen tener una dieta muy restrictiva o
realizar ejercicio físico excesivo para perder peso. Por otro lado, la bulimia nerviosa se
caracteriza por episodios cíclicos y recurrentes de atracones de comida, seguidos de
comportamientos compensatorios como vómitos autoinducidos, uso de laxantes o ejercicio
excesivo. A diferencia de la anorexia, las personas con bulimia no suelen perder peso
significativamente.
Estos trastornos alimentarios son más frecuentes en mujeres y suelen ser causados por una
combinación de factores individuales, familiares y presiones culturales para mantenerse
delgadas. Ambos trastornos pueden tener graves consecuencias para la salud mental y poner
en peligro la vida de quienes los padecen.
Bulimia Nerviosa:
Ingestión episódica, desenfrenada y rápida de grandes cantidades de comida en un
tiempo corto (atraco).
Sentimientos de malestar físico y emocional después de los atracones.
Compensación inapropiada para evitar el aumento de peso, como vómitos
autoinducidos, uso de laxantes o ejercicio excesivo.
4
Preocupación excesiva por el peso y la forma corporal.
FACTORES DE RIESGO Y CAUSAS DE LOS
TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Los factores individuales, familiares y sociales que pueden contribuir al desarrollo de los
trastornos alimenticios en adolescentes son los siguientes:
Factores individuales
Baja autoestima y falta de confianza en sí mismo.
Perfeccionismo y búsqueda de la perfección física.
Presión social y cultural para cumplir con los estándares de belleza.
Dificultades emocionales como la ansiedad, la depresión o el estrés.
Baja autoimagen corporal y distorsión de la percepción del propio cuerpo.
Factores familiares
Dinámicas familiares disfuncionales, como la falta de comunicación, la
sobreprotección o el conflicto constante.
Historia de trastornos alimenticios en la familia.
Presión familiar para mantener un determinado peso o apariencia física.
Excesivo énfasis en la imagen y la apariencia física.
Falta de apoyo emocional y afectivo por parte de la familia.
Factores sociales
Influencia de los medios de comunicación y la publicidad, que promueven estándares
de belleza inalcanzables.
Presión de los compañeros y el grupo de pares para cumplir con ciertos ideales de
belleza.
Exposición a contenido relacionado con la imagen corporal y la dieta en las redes
sociales.
Comparación constante con los demás a través de las redes sociales.
Cultura que valora la delgadez extrema como símbolo de éxito y belleza.
Es importante tener en cuenta que estos factores no actúan de forma aislada, sino que
interactúan entre sí y pueden variar en cada caso. Además, no todos los adolescentes que
experimentan estos factores desarrollarán trastornos alimenticios, pero sí aumentan el riesgo
de su aparición.
5
IMPACTO DE LA FAMILIA EN LOS
TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Los posibles roles de los miembros de la familia que pueden influir en el desarrollo y
mantenimiento de los trastornos alimentarios son los siguientes:
Madre sobreprotectora: Una madre que sobreprotege a su hijo/a puede dificultar su proceso
de autonomía y desarrollo de una identidad propia, lo que puede contribuir a la aparición de
trastornos alimentarios.
Padre ausente o distante: La falta de una figura paterna presente y comprometida
emocionalmente puede generar inseguridad y baja autoestima en el adolescente, lo que
aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios.
Hermanos competitivos: La presencia de hermanos que constantemente compiten entre sí
puede generar un ambiente de presión y comparación, lo que puede contribuir al desarrollo de
trastornos alimentarios.
Familia sobrevalorando la apariencia física: Una familia que enfatiza excesivamente la
importancia de la apariencia física puede generar una presión adicional sobre el adolescente
para mantener un cuerpo delgado, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trastornos
alimentarios.
Comunicación deficiente: Una comunicación poco abierta y honesta dentro de la familia
puede dificultar la expresión de emociones y dificultades, lo que puede contribuir al
desarrollo de trastornos alimentarios.
6
Las redes sociales fomentan la comparación constante entre los usuarios. Los adolescentes
pueden comparar su apariencia física con la de otros, lo que puede generar sentimientos de
inferioridad y baja autoestima.
En las redes sociales, también se pueden encontrar contenidos que promueven trastornos
alimenticios o que ridiculizan ciertos tipos de cuerpos. Esto puede influir negativamente en la
percepción del cuerpo y la imagen corporal de los adolescentes.
En resumen, las redes sociales pueden afectar la percepción del cuerpo y la imagen corporal
de los adolescentes al promover estándares de belleza inalcanzables, generar presión social,
fomentar la comparación constante y exponer a contenido negativo relacionado con la
apariencia física.
Promoción de una imagen corporal positiva: Se debe fomentar una actitud saludable hacia
el cuerpo y promover la aceptación de la diversidad de tamaños y formas corporales. Esto
implica evitar comentarios negativos sobre el peso o la apariencia física, y enfocarse en la
importancia de una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio físico como parte de un
estilo de vida saludable.
Monitoreo de la exposición a los medios de comunicación y las redes sociales: Los padres
y educadores deben supervisar el acceso de los adolescentes a contenidos relacionados con la
7
imagen corporal y los trastornos alimenticios en internet y las redes sociales. Es importante
promover un uso responsable y crítico de estos medios, y fomentar la discusión abierta sobre
los mensajes que reciben.
Detección temprana y atención profesional: Los profesionales de la salud, como médicos,
psicólogos y nutricionistas, deben estar capacitados para identificar los signos y síntomas de
los trastornos alimenticios en etapas tempranas. Esto permitirá brindar una intervención
oportuna y adecuada, involucrando a la familia y ofreciendo un tratamiento integral.
Las intervenciones terapéuticas y los recursos disponibles para el tratamiento de los trastornos
alimentarios incluyen:
8
entre profesionales de la salud mental, nutricionistas y médicos es fundamental para brindar
una atención integral y efectiva.
CONCLUSIÓN
Como conclusión sobre los trastornos alimenticios en los adolescentes es que estos trastornos
representan un grave problema de salud pública, especialmente en las mujeres jóvenes. Existe
una presión social por estar delgado que contribuye a que los adolescentes acepten o rechacen
su imagen corporal y comiencen dietas sin control y supervisión adecuada. La familia y las
dinámicas familiares juegan un papel importante en el desarrollo y resultado de los trastornos
alimenticios. Es fundamental que los padres estén conscientes de los riesgos de internet y
regulen el acceso de sus hijos a sitios peligrosos. Fomentar una actitud crítica sobre el peso
adecuado y una dieta equilibrada es una forma de prevenir estos trastornos.
BIBLIOGRAFÍA
BUENDÍA, J. (1996). Psicopatología en niños y adolescentes. Desarrollos actuales. Madrid:
Pirámide.
BARAVALLE G. y VACARREZA L., (1998), Anorexia. Teoría y clínica psicoanalítica, Buenos Aires,
Paidós.
GÁFARO, ALEJANDRA. (2001). Anorexia y bulimia, todo lo que necesitas saber sobre los trastornos
de la alimentación. Editorial Norma. Bogotá-Colombia.
GÓMEZ G. Variables cognoscitivas y actitudinales asociadas con imagen corporal y desordenes del
comer: problemas de peso. InvPsc; 1994.
LUGLI Z., VIVAS E., (2001), “Trastornos de alimentación y control personal de la conducta”, Salud
Pública de México, Cuernavaca Méx.
RAUSCH C., BAY L., (1997), Anorexia nerviosa y bulimia, Buenos Aires, Paidós.
RODRÍGUEZ AM, MARTÍNEZ JM, NOVALBOS JP, RUIZ MA, JIMÉNEZ D. Ejercicio físico y hábitos
alimentarios: un estudio en adolescentes de Cádiz. RevEsp S Public 2003.