Emergencia Alimentaria para Rosario
Emergencia Alimentaria para Rosario
Emergencia Alimentaria para Rosario
EXPTE N: 270146-P-2024
OTRAS COMISIONES:
• GOBIERNO
• PRESUPUESTO Y HACIENDA
EXPEDIENTES AGREGADOS:
VISTO:
Y CONSIDERANDO:
Que el derecho a una alimentación adecuada “se ejerce cuando todo
hombre, mujer o niño, ya sea solo o en común con otros, tiene acceso
físico y económico, en todo momento, a la alimentación adecuada o a
medios para obtenerla” (Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales).
Que una parte considerable de personas que se encuentran bajo la
línea de pobreza o en estado de indigencia no cubren la ingesta diaria
adecuada de alimentos, deviniendo en personas desnutridas (es el
estado patológico resultante de una dieta deficiente en uno o varios
nutrientes esenciales o de una mala asimilación de los alimentos) o
malnutridas (es la condición fisiológica causada por un aporte
sistemáticamente deficiente o excesivo de energía, proteínas y/o
vitaminas y/o minerales, referido a las necesidades de las personas para
alcanzar una vida sana y plena).
Que en nuestro país las Encuestas Nacionales de Nutrición y Salud
(ENNyS) aportaron datos tales como diagnósticos nutricionales en
niños con presencia de anemia, obesidad y sobrepeso en niños menores
de 6 años que son alarmantes, así como la presencia de baja talla para
la edad, lo que implica que hay y que hubo déficit nutricional a lo largo
de los años, lo cual compromete la salud, con la posibilidad de que
incidan en el desarrollo y calidad de vida futuro.
Que la presencia de obesidad y niños con baja talla, y la ingesta de
alimentos con alto contenido calórico, bajo consumo de frutas y
hortalizas, los predisponen en la edad adulta a la aparición de las
enfermedades crónicas no transmisibles: diabetes, hipertensión
arterial, aumento del colesterol en sangre. Son todas enfermedades que
vienen como consecuencia de mala alimentación. Esta situación se
agrava en niños y adolescentes pertenecientes a grupos familiares en
situación de alto nivel de vulnerabilidad sociosanitaria, que se
encuentran bajo la línea de pobreza e indigencia, ya que están
doblemente condicionados por los límites que imponen los reducidos
ingresos de que disponen para alimentarse, donde no hay elección ni
posibilidad de acceder a una alimentación adecuada en cantidad ni
calidad, con los requerimientos nutricionales para el período de
crecimiento.
Que dichas consideraciones fueron las fundantes de la Ordenanza N°
9907 que declaró, en el año 2018, la Emergencia Social en Rosario por
el término de 2 (dos) en el marco de las Leyes Nacionales 27.345 y
27.200, con el objeto de morigerar el impacto de la situación económica
nacional en los sectores sociales más excluidos, y de velar por la
satisfacción de las necesidades básicas de niños, niñas y adolescentes.
Que nuestro país está atravesando una situación social, política y
económica crítica; de la que la ciudad de Rosario no es la excepción. La
decisión del actual gobierno nacional, encabezado por Javier Milei, de
recortar los aportes de asistencia social y las partidas de alimentos, ha
perjudicado aún más a los sectores que históricamente son golpeados
por las injusticias sociales: los barrios populares. En tal sentido, el
Observatorio Social de la UCA proyecta que la población en situación
de indigencia pasó del 9,6% en el tercer trimestre de 2023 al 14,2% en
diciembre de 2023 y al 15% en enero de 2024. Y el nivel de pobreza
subió del 44,7% observado en el tercer trimestre de 2023 al 49,5% en
diciembre y al 57,4% en enero.
Que la malnutrición y la desnutrición son problemas estructurales en
nuestro país, los cuales parecen no poder resolverse aún contando con
leyes que aborden semejante problemática, como la Ley Nacional N°
25.724, que crea el Programa Nacional de Nutrición y Alimentación y
decreta el deber indelegable del Estado de garantizar el derecho a la
alimentación de la ciudadanía. Esta problemática estructural se
combina con el desfinanciamiento y vaciamiento de los comedores y
merenderos de los barrios populares, principalmente, por decisión del
actual gobierno nacional.
Que, a su vez, el Plan Argentina Contra El Hambre crea el Registro
Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios de Organizaciones
de la Sociedad Civil (ReNaCoM) para relevar, geolocalizar, fortalecer y
potenciar el trabajo de comedores y merenderos, mientras que se
releva información precisa para mejorar las políticas en seguridad
alimentaria. Es la intención de la presente ordenanza contar con un
registro propio, de nuestra ciudad, para poder mejorar las políticas
públicas destinadas a este servicio sociocomunitario que siempre queda
relegado, olvidando la importancia del rol que cumplen en los barrios
populares.
Que, de acuerdo con el artículo 21° de la Constitución de la Provincia
de Santa Fe, el Estado tiene la responsabilidad de asegurar el bienestar
de sus habitantes y garantizar -entre otras cosas- el acceso a la
alimentación. Además, en el pasado mes de diciembre del año 2023 se
sancionó la Ley Provincial N° 14.241, que declara la emergencia en
materia social, educativa y sanitaria en todo el territorio de la provincia
de Santa Fe por el término de doce meses, con la finalidad de proteger
el derecho a la educación, a la salud y a la seguridad alimentaria, y
fortalecer las estructuras
Que durante el día 23 de Febrero de 2024, diversas organizaciones
sociales que sostienen la asistencia alimentaria en los barrios populares
de la ciudad iniciaron un plan de lucha tendiente a visibilizar la
paralización o recorte de la asistencia alimentaria debido a la decisión
del gobierno nacional de dejar de enviar partidas alimentarias, lo cuál
derivó en la renuncia del funcionario nacional encargado del área.
Que, en la ciudad de Santa Fe, organizaciones sociales han propuesto
al Concejo Municipal de aquella ciudad un proyecto de declaración de
emergencia en este marco apremiante, tendiente a dotar al municipio
de herramientas para afrontar la crisis social, económica y alimentaria
que atraviesan los sectores más vulnerados de la sociedad.
Que la asistencia alimentaria provista por el gobierno provincial no
alcanza a suplir la falta de envío de fondos nacionales a tal fin. Y que,
en el caso del Municipio, el convenio firmado a comienzos de la
pandemia por COVID-19 con el Banco de Alimentos de Rosario (BAR),
generó una situación compleja habida cuenta de que la política de esta
ONG, es cobrar matrículas de montos que incluso llegan a superar los
sesenta mil pesos a quienes reciben mercadería que destinan a
asistencia alimentaria de manera solidaria, (a fin de solventar los
gastos logísticos de la tarea que llevan adelante). Esto representa un
obstáculo en el acceso a los alimentos para muchas comedores y
merenderos comunitarios que desempeñan una tarea solidaria no
remunerada y que no cuentan con los canales de financiamiento
suficientes para cubrir dichos montos.
ORDENANZA