Arte Contemoporaneo

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Arte contemporáneo

Te explicamos qué es el arte contemporáneo, sus características y cómo son sus estilos.
Además, su relación con el arte moderno.

¿Qué es el arte contemporáneo?


El arte contemporáneo abarca las formas de arte de nuestra era, producidas e interpretadas
como un reflejo de la sociedad actual, es decir, originadas a partir del siglo XX. Sin
embargo, es importante entender que se trata de un concepto difícil de acotar y cuyos
límites varían enormemente dependiendo de a quién se le consulte, a punto tal que para
muchos no existe realmente una distinción entre arte moderno y arte contemporáneo.

Esta dificultad para definir el arte contemporáneo tiene que ver con la misma palabra
«contemporáneo», que hace alusión a un presente muy difícil de fijar en la línea de tiempo
de la historia, y también se debe al hecho de que en el campo de las artes se utiliza una
periodización propia, que no siempre coincide con la empleada por los historiadores.

Así, para algunos lo moderno es propio del siglo XIX y primera mitad del XX, dejando lo
contemporáneo para finales del XX e inicios del XXI. Pero no existe consenso al respecto,
pues en el fondo se trata de delimitaciones estéticas y no cronológicas.

El arte contemporáneo, entonces, tendría que definirse a partir de ciertos rasgos estéticos y
ciertas preocupaciones filosóficas, muchas de las cuales, sin embargo, ya estaban
presentes en el arte moderno, o al menos en el período de mediados y finales del siglo XIX.
Por eso algunos prefieren incluso utilizar el término “postmoderno” para referirse a lo
estrictamente contemporáneo.

En todo caso, el arte contemporáneo es una categoría amplia y complicada que engloba las
manifestaciones artísticas y los estilos artísticos más recientes de la humanidad, y es propio
de la sociedad industrial y postindustrial (o digital).

Tanto la sociedad a la cual refleja como este arte han presentado grandes cambios respecto
de las etapas históricas anteriores, que apuntan a una continua y sostenida exploración de
ciertas preguntas fundamentales, como ¿qué cosa es el arte?

Características del arte contemporáneo

El arte contemporáneo cruza los límites entre las disciplinas artísticas.


A muy grandes rasgos, podríamos atribuirle al arte contemporáneo las siguientes
características:

Según algunas clasificaciones, abarca las tendencias artísticas desde inicios del siglo XX
hasta hoy. Otras, en cambio, consideran como contemporáneas sólo las posteriores a 1960.
La experimentación y lo nuevo son un valor en sí mismo, sobre todo en lo que a nuevas
técnicas y nuevos materiales se refiere, lo cual incluye hacia finales del siglo XX la aparición
del arte digital y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías.
Se resignifican muchos de los elementos centrales de la tradición artística, a menudo de
manera irónica.
Se abandona lo figurativo y se abraza la abstracción, la figura geométrica, la línea y el caos
como métodos expresivos posibles.
La reflexión sobre la naturaleza del arte y del artista es constante, y eso abarca también los
espacios de legitimación como museos, instituciones, etc.
Se cruzan las fronteras entre géneros, apuntando a un arte híbrido, mestizo, indeterminado.

Estilos del arte contemporáneo

El Pop Art recurría a la representación y utilización de objetos de consumo cotidiano.


En parte debido a lo problemática de su delimitación conceptual, no es sencillo saber qué
escuela o estilo es o no arte contemporáneo o arte moderno, y la lista puede variar
significativamente entre un libro y otro. Sin embargo, algunos de los estilos contemporáneos
más conocidos son:

Fauvismo o Fovismo. Fue un movimiento pictórico originado en Francia entre 1904 y 1908,
cuyo nombre responde a la voz francesa fauve, “fiero”. Ello hacía alusión a la paleta de
colores tan provocativa de sus pintores, que rompía con lo acostumbrado y se atrevía a
incursionar en tonos poco fieles a lo real. Se considera a Henri Matisse (1869-1954), André
Derain (1880-1954) y Maurice de Vlaminck (1876-1958) como sus fundadores y autores
más importantes.

Cubismo. El cubismo surgió en Europa entre 1907 y 1924, y se considera una tendencia
fundacional, de vital importancia para el surgimiento de las vanguardias del siglo XX.
Consistió en una verdadera ruptura con la pintura tradicional, que se atrevió a romper con la
perspectiva realista, inaugurando en cambio una perspectiva propia, subjetiva, de las cosas.
Los padres del cubismo fueron Pablo Picasso (1881-1973) y Georges Braque (1882-1963),
pero a ellos se sumaron otros grandes pintores europeos de la época, así como el poeta y
crítico de arte francés Guillaume Apollinaire (1880-1918).

Dadaísmo. Surgido en 1916 en el cabaret Voltaire de Zurich, fue un movimiento artístico de


carácter burlesco y contestatario, que se opuso al arte burgués y al positivismo imperante
en la época. Obra del poeta rumano Tristan Tzara (1896-1963) y el poeta alemán Hugo Ball
(1886-1927), tomó su nombre del balbuceo infantil (da-dá) porque valoraba las sucesiones
de sonidos sin sentido aparente, como una manera de romper con la obligación de “decir
algo”. Esa actitud luego fue heredada en otros géneros por los seguidores del movimiento,
como en la escultura y la pintura.

Surrealismo. Uno de los grandes movimientos culturales de la Europa del siglo XX, cuyo
precepto fundamental era alejarse de la razón y de la objetividad para abordar el mundo del
inconsciente freudiano: los sueños, las alucinaciones y las fantasías. El movimiento
surrealista comenzó formalmente cuando el poeta francés André Bretón (1896-1966)
publicó en 1924 el Manifiesto surrealista en París, ciudad que fue el eje del movimiento en
su expansión por el mundo entero, incursionando en pintura, escultura, literatura e incluso el
cine. El movimiento contó con numerosísimos seguidores de distintas nacionalidades, entre
los que destacaron el propio Bretón, Salvador Dalí (1904-1989), René Magritte (1898-1967),
Marcel Duchamp (1887-1968), Jean Arp (1887-1966), Luis Buñuel (1900-1983), entre
muchos otros.
Expresionismo. Otro de los grandes movimientos artísticos del siglo XX, nacido a inicios de
siglo en Alemania, al mismo tiempo que el fauvismo francés. Su campo inicial fue la pintura,
pero luego se extendió por otras artes como la literatura, la escultura, la música, la danza, el
teatro y el cine, siempre bajo la premisa de oponerse al impresionismo y a su concepción
racional, objetiva, del arte. El expresionismo valoraba la interioridad del artista ante todo, y
deformaba la realidad en la obra para adaptarla a la expresión de esa subjetividad, a
menudo a través de escenarios oníricos, desolados y de cierta amargura, propios del
período de la Alemania prebélica. No se trató, sin embargo, de un movimiento homogéneo,
así que sus rasgos estilísticos mutaron mucho a lo largo del tiempo, aunque se conservó su
premisa filosófica. Algunos de sus típicos exponentes fueron los pintores Evard Munch
(1863-1944), Vasili Kandinski (1866-1944), Paul Klee (1879-1940), Egon Schiele
(1890-1918), Amedeo Modigliani (1884-1920) y Marc Chagall (1887-1985), junto a
escritores como Franz Kafka (1883-1924) y Bertoldt Brecht (1898-1956), o músicos como
Arnold Schönberg (1874-1951), por citar sólo algunos.

Expresionismo abstracto. Movimiento pictórico nacido en los Estados Unidos en los años de
1940, fruto de la migración de muchos artistas surrealistas europeos al nuevo continente.
Abandonando el figurativismo a favor de la abstracción, este movimiento empleó colores
primarios y un enfoque minimalista, a la vez que trazos violentos. Sus inicios estuvieron muy
marcados por su herencia europea, de la mano de su pionero el armenio Arshile Gorky
(1904-1948), exiliado en Nueva York, pero pronto se convirtió en el primer movimiento
propiamente estadounidense dentro de la pintura abstracta, cuyos máximos exponentes son
los célebres Jackson Pollock (1912-1956) o Mark Rothko (1903-1970).

Pop art. El “arte pop” nació como una reacción al expresionismo abstracto y una
continuación no irónica y menos destructiva del movimiento dadá. Sus inicios tuvieron lugar
en 1950 en el Reino Unido y a comienzos de 1960 en los Estados Unidos, y su postulado
esencial era la reunificación de arte y vida, a través del enfriamiento de las emociones. Para
ello, acudió a la superficialidad aparente de la cultura de masas, y a los diseños repetidos,
de línea bien definida, así como a la representación y utilización de objetos de consumo
cotidiano, como las famosas latas de sopa Campbell de Andy Warhol (1928-1987), quizá su
exponente más conocido. Fue un movimiento cercano a la publicidad y hasta cierto punto
eufórico, que se considera hoy propio del auge del capitalismo en Occidente durante la
Guerra Fría. Otros nombres importantes fueron los de Robert Rauschenberg (1925-2008) y
Roy Lichtenstein (1923-1997).

Arte cinético. Como su nombre lo indica, el arte cinético intenta incorporar el movimiento a
la obra de arte, como en pinturas y sobre todo esculturas. Este movimiento puede ser real
(mecánico, eléctrico, magnético, por viento, etc.) o figurado, y puede o no contar con la
participación del espectador, a través del accionar de un interruptor o de penetrar en la obra
misma. La mayoría de sus obras, de hecho, eran tridimensionales, y se produjeron entre las
décadas de 1960 y 1970, teniendo como epicentro París y los Estados Unidos. Hubo
importantes representantes latinoamericanos en esta vertiente artística, como el argentino
Julio Leparc (1928-) o los venezolanos Jesús Soto (1923-2005) y Carlos Cruz Diez
(1923-2019).

Arte conceptual. El arte conceptual se debe entender como una propuesta artística en la
que la idea o el concepto es mucho más importante que la obra misma, al menos en tanto
objeto físico o material. Así, el arte se reduce a la expresión de lo mental indiferente a la
técnica, sin necesidad de un soporte físico duradero, más allá del texto y la fotografía.
Surgió en los años de 1960 en Estados Unidos y el Reino Unido, pero tuvo importantes
representantes europeos, como el grupo alemán FLUXUS, o la japonesa Yoko Ono (1933-).
En este movimiento tienen cabida desde performances y formas del arte efímero, hasta
instalaciones, esculturas y grabaciones audiovisuales.

Arte moderno

Como hemos dicho antes, la distinción entre el arte moderno y el arte contemporáneo es
siempre problemática, a punto de que para algunos autores ni siquiera existe.

Los dos términos suelen usarse de manera indistinta, o a veces estableciendo divisiones
más o menos arbitrarias a partir de la mitad del siglo XX, dejando lo moderno como aquello
que abarca desde finales del siglo XV hasta finales del XVIII, o también desde finales del
siglo XVIII hasta mediados del XX. No existe un criterio único en la materia.

En todo caso, el arte moderno se considera una ruptura importante respecto de la tradición
heredada del Medioevo occidental, alejándose de la imitación de la naturaleza y del
figurativismo para emprender caminos más abstractos y retadores, reinventando la
perspectiva y el punto de vista, además de incorporar nuevas técnicas y nuevos materiales
que trajo consigo la Revolución Industrial.

El arte contemporáneo, fiel reflejo de la sociedad


El arte contemporáneo, es en sí el arte de nuestro propio tiempo, se produce y manifiesta
en el ahora, respondiendo a la conciencia cultural del momento, a su sociedad, a las
necesidades conjuntas, al espíritu de la época.

Y es que el arte es inherente a lo humano, a su cultura y evolución. No ha habido época


desprovista de manifestaciones artísticas, a través de las que podemos leer e investigar los
entresijos de la historia.

El teórico del arte Jacob Burckhardt, entendía el arte y las demás producciones humanas
como un eslabón de la historia de la cultura. Sosteniendo que el arte de cada periodo es la
más completa expresión del espíritu en el que se produce, no ajeno a la religión, el estado o
los intereses del capital. Todo influye en sus manifestaciones siendo así co-responsable del
desarrollo de la propia historia.

Bajo ésta óptica, el arte contemporáneo y sus distintas expresiones son fiel reflejo de lo que
vive la sociedad actual. El panorama muestra una gran diversidad y comprende un conjunto
muy heterogéneo de prácticas artísticas, así como diferentes abordajes a la hora de acotar
el período que comprende. Entender el arte contemporáneo es entender conflictos,
realidades y sociedades. Conocer el arte nos lleva indefectiblemente a entender al hombre.

Arte contemporáneo, la ruptura.


Explicado técnicamente, denomina de manera general a las expresiones artísticas
originadas a partir del siglo XX coincidiendo con la ruptura con los modelos tradicionales y
un nuevo carácter crítico y experimental. Sirvan como ejemplo los movimientos artísticos
contemporáneos como el fauvismo, el expresionismo, el cubismo, el futurismo, el
neoplasticismo, el dadaísmo y el surrealismo.

Ismos que a principios del siglo XX transformaron la idea de arte, de belleza y de estética.
Fueron revolucionarios en el modo de pintar, exponer y describir la realidad.

A pesar de que el arte contemporáneo comparte cosas con el arte de vanguardia de la


primera mitad del siglo XX, responde también a nuevos condicionantes.

Encontrando un amplio campo de acción y sumando a la pintura y escultura otras disciplinas


como el vídeo, la instalación, la performance, el street art, la ilustración, el collage, la
fotografía, digital art, entre otros, que se manifiestan dentro de diversos estilos como el
arte abstracto, el minimalismo, el arte figurativo o conceptual.

Algunos ejemplos

Dentro de los representantes más sobresalientes del arte contemporáneo podemos


encontrar diferentes figuras y expresiones como las de Ai Weiwei, Jeff Koons, Yayoi
Kusama, Damien Hirst, Yoko Ono, Theaster Gates y también Dalí, Picasso, Van Gogh,
Marcel Duchamp, Andy Warhol…

El término tiene entonces, un sentido que va más allá de la temporalidad, y viene


firmemente unido a conceptos y contextos asimilados, hechos propios por los artistas y el
entorno en el que están inmersos. Las obras de arte contemporáneo muestran una ruptura
en la unidad artística, surgiendo como reacción a la situación y el contexto histórico social
en el que está el artista.

Se utilizan nuevos materiales, técnicas y métodos tecnológicos e industriales para crear. La


fusión de corrientes artísticas, la búsqueda de originalidad, el valor de la experimentación y
los procesos, y la creación de nuevos discursos dentro el arte conceptual, son
características que vemos presentes en la gran mayoría de obras de Arte contemporáneo.

Avelina Lesper es una crítica de arte mexicana conocida por sus opiniones polémicas y
controversiales sobre el arte contemporáneo. Según Lesper, el arte contemporáneo se
caracteriza por un exceso de superficialidad, falta de técnica y originalidad, así como una
obsesión por lo insustancial y lo efímero.

Lesper critica lo que considera una falta de sustancia y significado en muchas obras
contemporáneas, señalando que se enfocan más en conceptos abstractos y provocativos
que en habilidades técnicas y belleza estética. Además, ha expresado su descontento con
la comercialización del arte contemporáneo y la influencia de las tendencias de mercado en
la creación artística.

En resumen, según Avelina Lesper, el arte contemporáneo se ha alejado de los valores


tradicionales del arte y ha perdido su conexión con la excelencia técnica y la profundidad
conceptual, centrándose en cambio en la provocación y la novedad superficial.
Antonio García Villarán es un reconocido artista contemporáneo español que se
caracteriza por su trabajo multidisciplinario que abarca la pintura, la escultura, la instalación
y el videoarte. Su obra se destaca por explorar temas como la identidad, la memoria, la
cultura popular y la interacción entre lo tradicional y lo contemporáneo.

García Villarán ha sido aclamado por su originalidad y su capacidad para combinar


elementos visuales y conceptuales de manera innovadora. Su estilo se caracteriza por la
experimentación con diferentes técnicas y materiales, así como por su enfoque en la
narrativa visual y la reflexión crítica sobre la sociedad actual.

En resumen, Antonio García Villarán es un artista contemporáneo relevante cuya obra


destaca por su versatilidad, profundidad conceptual y originalidad en la exploración de
temas contemporáneos.

Alain Badiou es un filósofo contemporáneo cuyas ideas sobre el arte contemporáneo se


centran en la noción de "verdad" y su relación con la creatividad artística. Badiou propone
que el arte contemporáneo tiene el potencial de revelar verdades sobre la experiencia
humana, desafiando las convenciones convencionales y abriendo nuevas perspectivas
sobre la realidad.

Según Badiou, el arte contemporáneo no se trata solo de expresión individual o de mera


estética, sino que también puede ser una forma de reflexión crítica sobre la sociedad y la
cultura. Él argumenta que el arte contemporáneo puede actuar como un "evento" que
sacude nuestras suposiciones y nos confronta con aspectos de la existencia humana que
de otra manera podrían pasar desapercibidos.

En resumen, Alain Badiou plantea una visión del arte contemporáneo como una fuerza que
tiene el potencial de revelar verdades profundas sobre la condición humana y desafiar las
normas establecidas, proporcionando así nuevas formas de comprender el mundo que nos
rodea.

El metamodernismo es un término que se refiere a un movimiento cultural y artístico que


surge como una respuesta al posmodernismo. Se caracteriza por su enfoque en los
aspectos emocionales, narrativos y sinceros, combinados con elementos de ironía,
autoconciencia e intertextualidad típicos del posmodernismo. El arte metamoderno
contemporáneo busca reconciliar estos enfoques aparentemente opuestos, explorando
temas como la nostalgia, la incertidumbre en un mundo caótico y la multiplicidad de
identidades. Los artistas metamodernos a menudo utilizan una variedad de medios y
técnicas para expresar esta complejidad y ambigüedad, resultando en obras de arte
eclécticas y reflexivas.

El Metamodernismo es un conjunto de ideas en filosofía, estética, literatura y cultura que


están emergiendo como una respuesta desde el (y a su vez, reaccionando al)
Posmodernismo. Una definición que caracteriza al metamodernismo es entenderlo como
una serie de mediaciones que oscilan entre aspectos del Modernismo y el posmodernismo.

Metamodernismo es definido como una "estructura de sentimiento" que sitúa la construcción


de conocimiento en un estado de sincera ironía.1​Por tanto, la sensibilidad del
metamodernismo se manifiesta en diversos productos culturales, políticos, sociales y
técnicos. Entre los más icónicos referentes2​se encuentran los creadores norteamericanos
David Foster Wallace (escritor), Anabel Daou (artista visual),3​Donald Glover (actor, músico
y performer)4​y Bo Burnham (humorista).

El término Metamodernista surgió en 1975, cuando Mas'ud Zavarzadeh lo utilizó para


describir un grupo de actitudes estéticas las cuales habían emergido en literatura americana
desde mediados de la década del cincuenta.6​En 1999, el metamodernismo era descrito
como una "extensión de y desafío al modernismo y posmodernismo" con el objetivo de
"transcender, fracturar, subvertir, burlar, interrogar e interrumpir, secuestrar y apropiar la
posmodernidad y modernidad".7​Posteriormente en 2002, el metamodernismo en la
literatura fue descrito como una estética que "después de e incluso mediante el
modernismo…. una salida tanto como una perpetuación."8​9​La relación del metamodernista
con el modernismo fue vista como ir "lejos, más allá del homenaje, hacia un nuevo
compromiso con el método modernista con el fin de abordar el asunto bien fuera del alcance
o el interés de los propios modernistas."8​Estas emergentes relaciones comienzan a
configurar un polo de interés cultural e intelectual a finales de la década de los 2000. En
2007 el metamodernismo estuvo descrito en parte como una concurrencia con, una
aparición de, y una reacción al, posmodernismo, "abogando por la idea de que sólo en su
interconexión y revisión continua está la posibilidad de captar la naturaleza de los
fenómenos culturales y literarios contemporáneos."10​

El metamodernismo presenta actualmente dos principales corrientes: La corriente


holandesa, cuyos principales exponentes son Timotheus Vermeulen y Robin van den Akker
y la corriente nórdica, sintetizada por el filósofo Hanzi Freinacht.11​Cada una de estas
corrientes ha publicado libros, ensayos y mantienen distintivas páginas webs. Uno de los
mayores referentes intelectuales del metamodernismo es Brent Cooper,12​un sociólogo
canadiense e investigador independiente que lleva trazando la coherencia del concepto en
durante la última década en su centro Abs-tract Organization.13​

Vermeulen y Van den Akker


En 2010, los teóricos culturales Timotheus Vermeulen y Robin van den Akker propusieron el
metamodernismo como "una intervención en el debate del post-postmodernismo.14​15​" En
el ensayo Notes on Metamodernism, afirmaron que los años 2000s estuvieron
caracterizados por el regreso de posiciones típicamente modernas, que no se perdieron de
las estructuras mentales postmodernas de los años ochenta y noventa. Según ellos, la
sensibilidad meta moderna "puede ser concebida como una especie de ingenuidad
informada, un idealismo pragmático", característica de las respuestas culturales a los
recientes acontecimientos globales como cambio climático, la crisis financiera global, la
inestabilidad política y la revolución digital.14​Afirmaron que “la cultura posmoderna del
relativismo, la ironía y el pastiche" se acabó, siendo reemplazada por una condición
post-ideológica que enfatiza el compromiso, el afecto y la narración.16​

El prefijo "meta-" aquí refiere, no a un estado reflexivo o un rumiante recurrente, si no que


proviene del término acuñado por Platón metaxy, el cual denota un movimiento entre polos
opuestos así como más allá ellos. Vermeulen Y Van den Akker describen metamodernismo
como "estructura del sentir" que oscila entre modernismo y posmodernismo como "un
péndulo que balancea entre innumerables polos".17​
Según Kim Levin, escribiendo en ARTnews, esta oscilación "es dubitativa, así como la
esperanza y la melancolía, la sinceridad y la ironía, lo que afecta y la apatía, lo personal y lo
político, y la tecnología y el techne." Para la generación meta moderna, según Vermeulen,
"las grandes narrativas son tan necesarias como problemáticas, la esperanza no esta
sencillamente en algo a buscar, pues no necesariamente se encanta de algo para ser
ridiculizado."18​

Vermeulen afirma que el "metamodernismo no es tanto una filosofía —que implica una
ontología cerrada— sino que es un intento en una lengua vernacular, o … una clase de
documento de código abierto, aquello que podría contextualizar y explicar qué está yendo
alrededor, en una economía política tanto como en las artes." El regreso de una sensibilidad
romántica ha sido postulado como característica clave de metamodernismo, observado por
Vermeulen y Van den Akker en la arquitectura de Herzog & de Meuron, y el trabajo de
artistas como Bas Jan Ader, Peter Doig, Olafur Eliasson, Kaye Donachie, Charles Avery, y
Ragnar Kjartansson.

El prefijo meta, deriva de metaxy-. Platón lo usa para describir una oscilación y
simultaneidad entre dos polos opuestos. El metamodernismo es un concepto que combina
características del modernismo y el postmodernismo, como la deconstruccion, la ironía, el
relativismo, el nihilismo y el rechazo a las grandes narrativas (para caricaturizarlas).

Esta ideología y su discurso, se compromete con el resurgimiento de conceptos del


modernismo como la sinceridad, el amor, el afecto, el romanticismo, el potencial de las
grandes narrativas y las verdades universales, sin perder las ideas del postmodernismo. Así
el metamodernismo en lugar de retornar a la ingenuidad del modernismo, o a la crudeza del
postmodernismo, decide ser una oscilación entre los aspectos de estas dos. Aun con esto,
el metamodernismo no pretender ser una filosofía o movimiento, ya que no es definido ni
delimitado por un sistema de pensamiento cerrado, ni dicta un conjunto particular de
valores, metodologías o pensamientos,

La estructura meta moderna, del sentimiento evoca una oscilación, entre un deseo moderno
y una postmodernista sobre el sentido de todo, entre una sinceridad moderna y una ironía
postmoderna, entre la esperanza y la melancolía, la empatía y la apatía, la unidad y la
pluralidad, pureza y corrupción, ingenuidad y conocimiento; entre el control de los bienes
comunes. la artesanía y el conceptualismo, el pragmatismo y la utopía. Uno debe tener
cuidado de no pensar en esta oscilación como un equilibrio, sin embargo; más bien es un
péndulo oscilando entre numerosos e incontables polos. Cada vez que el entusiasmo
metamoderno oscila hacia el fanatismo, la gravedad lo tira hacia la ironía, en el momento en
que su ironía se balancea hacia la apatía, la gravedad lo tira hacia atrás hacia el
entusiasmo.

El Manifesto Metamodernista
En 2011, Luke Turner publicó un Metamodernist Manifesto.19​El manifestó reconoció
"oscilación para ser el orden natural del mundial" y pidió un fin a "la inercia que resulta de un
siglo de ingenuidad ideológica modernista y la falsedad cínica de su antónimo hijo
bastardo."20​En cambio, propone el metamodernismo como "la condición mercurial entre y
más allá de la ironía y sinceridad, ingenuidad y conocimiento, relativismo y verdad,
optimismo y duda, en persecución de una pluralidad de disparate y horizontes esquivos."21​
El texto citó el trabajo de Vermeulen y van den Akker, y concluyó “tenemos que ir adelante y
oscilar!”22​Turner más tarde reconoció en su manifestó al actor Shia LaBeouf como una
colaboración artística significativa en el manifiesto.23​El manifiesto está compuesto de ocho
postulados:24​

1.Reconocemos que la oscilación es el orden natural del mundo.

2.Debemos liberarnos de la inercia resultante de un siglo de ingenuidad ideológica


modernista y de la cínica insinceridad de su niño bastardo antónimo.

3. De ahora en adelante, el movimiento se habilitará por medio de una oscilación entre


posiciones, con ideas diametralmente opuestas operando como las polaridades pulsantes
de una máquina eléctrica colosal, impulsando al mundo a la acción.

4. Reconocemos las limitaciones inherentes a todo movimiento y experiencia, y la inutilidad


de cualquier intento de trascender los límites establecidos en ellos. Lo incompleto, esencial
de un sistema, debería requerir una adherencia. no para lograr un fin determinado o ser
esclavos de su curso, sino más bien para vislumbrar mediante proxy alguna exterioridad
oculta. La existencia se enriquece si establecemos nuestra tarea como si esos límites
pudieran superarse, ya que tal acción se desarrolla en el mundo.

5. Todas las cosas quedan atrapadas dentro de la diapositiva irrevocable hacia un estado de
máxima disociación entrópica. La creación artística está supeditada al origen o revelación
de la diferencia en ella. El afecto en su cenit es la experiencia inmediata de la diferencia en
sí misma. El papel del arte debe ser explorar la promesa de su propia ambición paradójica
al incitar al exceso a la presencia.

6. El presente es un síntoma del nacimiento gemelo de la inmediatez y la obsolescencia.


Hoy, somos nostálgicos tanto como futuristas. La nueva tecnología permite la experiencia
simultánea y la representación de eventos desde una multiplicidad de posiciones. Lejos de
señalar su desaparición, estas redes emergentes facilitan la democratización de la historia,
iluminando los caminos de bifurcación a lo largo de los cuales sus grandes narrativas
pueden navegar aquí y ahora.

7. Así como la ciencia se esfuerza por lograr una elegancia poética, los artistas pueden
asumir una búsqueda de la verdad. Toda la información es motivo de conocimiento, ya sea
empírico o aforístico, sin importar su valor de verdad. Debemos abrazar la síntesis
científico-poética y la ingenuidad informada de un realismo mágico. El error engendra
sentido.

8. Proponemos un romanticismo pragmático sin trabas por el anclaje ideológico. Por lo


tanto, el metamodernismo se definirá como la condición mercurial entre y más allá de la
ironía y la sinceridad, la ingenuidad y el conocimiento, el relativismo y la verdad, el
optimismo y la duda, en busca de una pluralidad de horizontes dispares y elusivos.
¡Debemos avanzar y oscilar!25​
Durante 2014, Shia LaBeouf comenzó en una colaboración con Turner y Nastja Säde
Rönkkö, descrito por el medio Dazed como “una plataforma multi-meditación más allá de su
propia celebridad y vulnerabilidad.” 26​Esto incluido una performance titulada #IAMSORRY,
en una galería de Los Ángeles, en qué LaBeouf se sentó durante seis días silenciosamente
llorando delante de sus visitantes, llevando un esmoquin y una bolsa de papel marrón sobre
su cabeza emblazoned con las palabras "ya no soy famoso".

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