1hoseok X Wendy
1hoseok X Wendy
1hoseok X Wendy
WENDY
-Come bien hija, no quiero que te enfermes, abrigate bien las veces que
vallas a salir – escucho la voz de mi madre a través del celular, mi mirada
fija en la gran mansión ante mi.
Genial.
-No sera mucho tiempo... – miro el reloj en mi muñeca – mamá, llego tarde a
la universidad, hablamos luego... te quiero.
-Y yo a ti mi niña. Suerte.
Levanto la mirada mis ojos conectando con los de ella, su mirada antes dura
ahora llena de dulzura, una sonrisa llena de amabilidad en su rostro.
Bien...
Esto es extraño...
-No me mires como si estuviera loca. Solo estaba viendo si eres una persona
en quien confiar – ella se acerca a mi sonriendo, su sonrisa de alguna manera
tranquilizándome – y si. Eres muy confiable. Vamos, pasa. Por cierto soy
Miriam.
-¿Miriam...?
-Si.
Camino junto a ella por la casa, y si esta parecía grande por fuera, es un
millón de veces más grande por dentro, sintiéndome en este momento muy
pequeña.
-Wendy... ¿verdad?
-Wendy – miro hacia la señora Miriam, ella me sonríe envolviendo sus manos
en mi brazo con suavidad – después te hago un recorrido por la casa, ahora
tengo que llevarte a tu habitación y presentarte al personal ¿bien?
-Esta bien.
-¿Ah si?
-Claro, hace mucho que no hay nadie nuevo en el personal. Los que estamos
aquí tenemos años, ya estamos un poco viejos.
-¿La única?
-Yoongi no deja que nadie se acerque, al ser el mayor esta siempre muy
ocupado y no confía en nadie, siempre protegiendo de sus hermanos – señala
ahora al otro chico, una sonrisa estando en sus labios, su cabello estando todo
desordenado pareciendo en verdad relajado, una sonrisa formándose en mis
labios – el es Hoseok, el de el medio... no tengo mucho que decir en realidad.
-Hace cinco años que no pasa mucho tiempo en casa – la señora Miriam
suspira una vez más, ahora señalando a otro chico de piel pálida y una muy
tierna sonrisa de conejo – el es Jungkook, el menor de todos, el bebe.
Miro hacia una puerta, un chico estando en esta sus ojos conectando con los
míos.
-Ah... disculpe...
Miro a la señora Miriam sin entender, ella me devuelve la mirada una sonrisa
formándose en sus labios, y eso solo me confunde aún más, porque estoy
segura que Jimin es coreano y no es hijo de la señora Miriam.
-Jimin era el único emocionado. Es el único chico que trabaja aquí, los demás
somos ancianos.
-¡Mamá!
Pasamos por la cocina llegando a una puerta la cual la señora Miriam abre,
un largo pasillo apareciendo ante mis ojos y...
-No, no, no. Esta bien – sonrío hacia ella dejando mi mochila sobre la cama,
mi mirada cayendo sobre la puerta junto al armario – no hace falta.
-Si – Miriam deja el uniforme sobre la cama – uniforme. Vistete y sal cuando
quieras, eso si, siempre usando el uniforme, el verdadero trabajo duro
empieza mañana.
-¿Hoy no?
-No, solo te mostrare la casa y las reglas... todo ese protocolo, la señorita
Seulgi y el joven Jungkook regresan dentro de dos semanas de la casa de su
amiga Bae Joohyun...
-Esa misma.
-¿Ma... que?
-Bien.
-Esta bien... como decía, Seulgi y Jungkook están en Busan con su la familia
Bae. El joven Yoongi esta en reuniones de negocios en Tailandia.
-Hace dos mese que no viene a la casa – suspira la señora Miriam de manera
triste.
-Entendido.
-Bien, sera mejor que te deje descansar, el viaje de Daegu a Seúl es agotador.
Lo se.
-Gracias.
-Cuando quieras – la señora Miriam camina hacia la puerta saliendo por esta.
HOSEOK
-Ese no es el problema...
-No digas palabras que no sientes – abro los ojos mirando hacia Sungkyung,
su mirada fija en la mía – esas palabras no se dicen tan a la ligera Hoseok.
-Amor...
-Hoseok...
-¡¿Y tu crees que yo lo estoy?! Deja de actuar como un puto niño Hoseok, tus
actos tienen consecuencias.
Resoplo mi mirada cayendo en el techo una vez más, a pesar de que estoy en
medio de una pelea...
Se siente genial.
-Tu voz es como un pito en la cabeza... – suelto una carcajada sintiendo como
las manos de Sungkyung comienza a jalar mi cuerpo fuera de la cama.
-Vete por favor – sonrío hacia ella caminando fuera de la habitación, mis pies
enredándose y haciéndome tropezar.
-Te amo – volteo una ultima vez riendo hacia ella, la mirada de triste de
Sungkyung solo haciéndome reír con más fuerza.
-Yo más – dice ella, pero no le hago mucho caso siguiendo mi camino.
-Bien... ya entiendo.
Miro como Joy comienza a marcar en su celular, su mirada fija sobre mi, y yo
solo me limito a reír, el suelo sintiéndose raro de pronto...
Pasan los minutos, los cuales para mi son como segundos, un taxi
apareciendo ante mi mirada, me levanto del suelo con dificultad pero logro
mantenerme en pie.
-¿A donde vamos? – cierro los ojos dejando caer mi cabeza sobre la puerta.
-A tu casa...
Ya sabes...
Lalaland.
-Hoseok...
WENDY
-¿Si?
-Si Nam – estrujo mis ojos al cabo de unos segundos fijando mi vista en el
techo – me quede dormida al parecer.
-No iba hacer que el poco dinero que tienes lo gastaras en mi... recuerda que
tienes una beca, y ya de por si pagar tu departamento en difícil.
-Wendy...
-Estoy bien, en la casa donde conseguí trabajo recibiré buena paga, y sacando
cálculos solo estaré aquí unos tres meses o dos meses...
-Esta bien Nam. No te preocupes. Te tengo que dejar ¿bien? Te marco luego.
-Esta bien.
Realmente relajante.
Al cabo de unos minutos salgo de la ducha envolviendo una toalla en mi
cuerpo, mi cabello estando sujeto en un moño en mi cabeza, estoy apunto de
salir cuando escucho un ruido.
Sujeto la toalla con mayor fuerza mi mirada fija en el, no pudiendo evitar
observarle todo, ya que, esta solo en boxers, y estos son como casi una
segunda piel. Trago con fuerza alzando la mirada hacia sus brazos extendidos
a cada lado de la cama, la piel levemente bronceada llamando en demasía mi
atención, su pecho bien formado tentándome a acercarme a el, sus piernas...
Por Dios, se supone que debo de estar asustada y llamando como loca a la
señora Miriam, pero eme aquí, sintiendo calor repentino por este hombre.
Fuerzo el nudo en mi garganta a bajar actuando con la parte racional que aún
me queda.
-¿Q-quien eres t-tu? – ruedo los ojos al sentir mi voz temblorosa, al mismo
tiempo que fuerzo al aire entrar en mi sistema.
El abre sus ojos, estos estando adormilados, una sonrisa atontada apareciendo
en sus labios.
¿Ahora que?
Esta durmiendo como una piedra, y muy seguramente esta borracho, aunque
no apesta a alcohol, pero actuaba como un borracho...
Aparto aquella posibilidad que podría ser la más acertada y pongo a mi mente
a trabajar en busca de una solución, mis manos yendo hacia las sabanas
negras cubriendo su cuerpo, el se remueve envolviéndose en toda la sabana
desapareciendo a mi vista.
El puede ser el segundo de los hermanos Min, una de las familias más
poderosas de Corea y toda esa mierda, pero esta a partir de hoy es mi
habitación, es mi espacio ahora, y se supone que personas como el no están
en lugares así y...
Jodida mierda.
Cierro mis ojos dejándome caer una vez más en las profundidades de mis
sueños...
4
HOSEOK
-Mamá, creo que sería mejor que descanses – Yoongi trata de tomarla de
los brazos pero ella se aleja tropezando con sus pies pero mantiene el
equilibrio – mamá...
-¿Sabes el dolor que siento por culpa de su querido padre? ¡¿Lo saben?!
No, no, no – ella ríe negando con la cabeza – no tienen ni una jodida idea
de lo que siento...
Me acerco a ella pero cada paso que doy es un paso donde ella se aleja,
verla de esa manera solo provocando que todo en lo que una vez creí
cayera en tan solo segundos.
-Mamá sera mejor que te calmes – digo, su mirada llena de burla ahora
sobre mi – Seulgi y Jungkook están dormidos y...
-¡NO, QUITA TUS MANOS DE MI HOSEOK MALDICIÓN!
-Lo odio...
¿Que demonios hice anoche para sentir que mi cuerpo fue un saco de boxeo?
-Me alegra tanto que este aquí, le preparamos su comida favorita... y tenga
por cierto – ella extiende una bandeja hacia mi, una pastilla blanca estando en
un pequeño plato, un vaso de agua justo al lado.
Miro a Miriam ladeando la cabeza, extiendo mi mano tomando la pastilla y
metiéndola a mi boca al instante tomando un gran trago de agua.
-Muchas gracias.
-¿Al... al baño?
-Hoseok...
-¿Frambuesas? ¿que es esto? – abro los ojos mirando por primera vez a mi
alrededor y...
Luce diferente.
Lo se.
Es mía...
-Hoseok, es que tu hermano pensó que era buena idea... dejar el pasado y tu
tienes tu habitación arriba...
-Me importa una mierda lo que Yoongi quiera. Esa habitación se quedara sola
como lo ah hecho durante estos últimos cinco años. Así que si no quieres que
despida a quien sea que este allí, será mejor que la metan a otro lado.
-Esta es una casa enorme, debe de haber algún espacio donde la puedan
meter.
-¿Que desea joven ?– pregunta y oh mierda creo que aún tengo droga en mi
sistema porque...
-No se como te llamas ni se nada de ti, solo se que eres la nueva empleada
y eso me convierte en tu jefe – la miro fijamente, y ella mantiene la mirada
baja – así que para ahorrarte el martirio de trabajar aquí... estas despedida.
-Al parecer sabes más que yo – sonrío negando con la cabeza – como sea, tu
no eres nadie para decir o dar una opinión. Solo vete.
-Por lo que se – ella levanta su mirada hacia la mía, sus ojos prendidos en ira,
y mierda...
Ella sigue haciendo lo que sea que este haciendo con esa ropa, los minutos
transcurriendo y ella sigue allí, ignorándome.
Atrayente.
Y tan raro y extraño como suena, la cercanía de esa chica siendo como un
hechizo para mi, solo acerco mi rostro a su cuello cerrando mis ojos con
fuerza, por primera vez desde hace cinco años, esa simple cercanía
haciéndome sentir tranquilo.
5
WENDY
¿Me oliera?
Trago con fuerza alzando mi mirada hacia la lavadora ante mi sintiendo como
Hoseok respira profundamente, mi corazón golpeando con fuerza contra mi
pecho, dándome la sensación de que en cualquier momento saldrá corriendo
lejos.
-Hola Seunrang.
-Gracias.
-¿Que tienes pequeña? Estas roja – ella se acerca a mi poniendo sus manos
sobre mi frente – y caliente...
-Iré a planchar esto, cuando termines con la ropa de Jungkook por favor aquí
esta la ropa del joven Hoseok... solo es una camisa y pantalones.
-Esta bien – digo tomando la ropa en mis manos, el fuerte aroma a colonia
llegando a mis fosas nasales – no hay problema.
-Esta bien.
-¿Que estoy haciendo? Solo basto unos minutos para que hiciese que mi
corazón corriera – murmuro cerrando los ojos al mismo tiempo que me
apoyo en la lavadora a mis espaldas.
Extraño ¿verdad?
Lanzo la ropa a la lavadora esta estando lejos de mi alcance, ubico la silla que
esta en la esquina de la habitación dejándome caer sobre esta, busco en los
bolsillos del vestido, frunzo el ceño al no conseguir mi celular.
-De seguro y esta en la habitación – murmuro dejando caer mis manos sobre
mi regazo, mi mirada yendo hacia la pequeña ventana que se encuentra casi
pegada del techo.
Ventajas...
Como escapar, claro que tiene que ser alguien en verdad pequeño. Me coloco
derecha en la silla mis manos posándose a mis costados y...
Sinceramente este ah sido (hasta ahora) el trabajo más tranquilo que he tenido
(obviando a Hoseok), los otros trabajos eran...
Muy agotadores.
Pasa alrededor de una hora y salgo de aquella habitación, camino por los
pasillos ya conociendo un poco más aquella casa, llego a la sala donde se
planchan las ropas dejando la canasta en la mesa al lado de Seunrang.
-Ya todo esta listo – sonrío hacia ella y ella me devuelve la sonrisa.
-Gracias hija.
-Estoy bien Wendy, mejor ve a la cocina, ya todos han almorzado menos tu.
-En esta casa cuando piensas que es temprano ya es muy tarde. Ve.
Camino por los pasillos saludando a algunos de los empleados, todos siendo
realmente agradables conmigo, cuando llego a la cocina saludo a Jimin el
cual me sonríe.
-Bastante.
-Esta bien.
Camino hacia el pasillo pasando por las múltiples puertas hasta llegar a la
numero 18, entro en ella dispuesta a descansar solo un poco, pero al ver como
Hoseok esta acostado en la cama con un tazón de palomitas en sus manos...
-Pensé que te había dicho que estabas despedida – el me mira, una sonrisa
burlona formándose en sus labios.
Que idiota.
Resoplo cerrando los ojos por unos momentos y volverlos abrir una vez más,
la mirada llena de burla de Hoseok solo provocándome que quiera golpear
esa cara.
Me muerdo la lengua deteniendo todas las palabras que están pasando por mi
cabeza en este momento, y en cambio de eso sonrío asintiendo levemente con
la cabeza.
Pero se me es imposible.
Levanto una ceja hacia el, mis brazos cruzándose contra mi pecho, me
mantengo en silencio no confiando en aquello.
HOSEOK
¿Que tan imbécil soy por pedirle una mamada a una chica a cambio de que se
quede?
-Prefiero irme que hacer algo que tu quieras – dice ella en el tono más serio
en el que me han hablado en mi vida.
Pasos resuenan por los pasillos, frunzo el ceño reconociendo aquellos pasos,
si, los reconozco. Y no son buenos.
-Mierda – gruño caminando hacia la ventana de la habitación, pero cuando
escucho que la puerta se abre con fuerza se que ya es tarde.
Resoplo girando hacia el, nuestras miradas encontrándose, sus ojos gatunos
luciendo feroces. Sonrío hacia el cayendo sentando en la cama.
-Mucho gusto verle gran Min Yoongi – me burlo sonriendo hacia el, sus
manos apretandose en puños a sus costados – nos honra con su presencia.
-Si, si, si... ya dejalo – miro hacia Wendy la cual nos mira en una esquina de
la habitación – ¿ves los modales de Min Yoongi Wendy? Ni siquiera saluda a
la nueva empleada.
-Por favor dejanos solos – dice Yoongi hacia ella, sonrío caminando hacia
Wendy sujetándola de la mano con fuerza.
Ella abre los ojos como platos, intenta soltarse pero la sujeto con fuerza
atrayendo su cuerpo contra el mío.
-Habla Min Yoongi, di lo que tengas que decir – sonrío hacia el, su mirada
llena de frustración comenzando a divertirme.
-Tu, callate – digo hacia Wendy, mi mirada fija en Yoongi – vamos Min
Yoongi, dime lo que tengas que decir...
-Joven Hoseok...
-Deja de actuar como un niño Hoseok, solo quiero saber donde estabas, y
quiero que dejes de desaparecer de la nada.
-Ah ¿era eso nada más? Pensé que era algo más grave.
-Hoseok...
-¿Tu crees que tu a mi no? ¿sabes cuantas veces me sacaste de quicio a mi?
-¿De que estas hablando? ¡Siempre te has comportado como un maldito niño,
ya es hora de crecer, de olvidar!
Aprieto mi mandíbula tan fuerte que esta empieza a doler, todo en mi solo
irradiando una cosa.
Ira.
-Callate.
-Si, no te gusta escuchar como son las cosas. Siempre has sido así. Nunca
cambias.
-¿Mis que?
-No te necesito...
-Eres un idio...
Sus ojos están inyectados en sangre, bajo la mirada hacia mi mano sujetando
su muñeca, su mano estando completamente blanca ya que la sangre no
circula, la suelto rápidamente mirando como mis dedos se marcan en su piel
en un intenso rojo.
Llego a la cochera tomando una llave al azar del colgadero, paso por los
diferentes autos hasta llegar a uno, subo a el comenzando a salir de la
cochera, comenzando a salir de esa casa.
Escucho como cierra la puerta de manera ruidosa, camino por los pasillos
hasta llegar a la habitación de Seokjin. Abro la puerta encontrándome con un
Seokjin acostado en la cama sin camisa, una chica estando sobre el.
Seokjin me mira alejando la chica de el, rueda los ojos entendiendo el porque
estoy allí, camina hacia su escritorio tomando una bolsita en sus manos.
Una vez que llego voy hacia el apartamento 45, toco la puerta a los segundos
esta abriéndose, el rostro de Sungkyung estando a mi vista, su cabello
estando suelto en hondas, solo tiene un camisón el cual reconozco como mío,
sonrío hacia ella tomándola de la cintura acercándola a mi.
-Hoseok sueltame...
Beso sus labios entrando en la casa, cierro la puerta con mi pie alejándome de
ella. Sungkyung me mira fijamente, sus manos estando en mis mejillas
apartando el cabello de mis ojos.
-Hoseok...
-Amor vamos, seamos como antes... ¿bien? ¿no me quieres ver feliz?
Sungkyung me mira, una lucha interna puedo observar, sonrío hacia ella
besando sus labios.
-Vamos cariño... – levanto la camisa pasando mis dedos por su piel, ella me
mira fijamente al cabo de unos minutos asintiendo suavemente – ¿bien?
-A veces lo dudo.
-Sungkyung...
-Ya – ella toma la bolsa en sus manos esparciendo una cantidad en la mesa, se
acerca a esta rápidamente aspirando.
WENDY
Una vez que Hoseok se marcha por la puerta el joven Yoongi se queda unos
segundos en la habitación maldiciendo en voz baja, sus gritos pidiendo por
Jimin llegando al cabo de unos segundos, Jimin apareciendo en la habitación
al instante.
-¿Si Señor?
-Son unos brutos en verdad – Jimin se sienta a mi lado, sus delicadas manos
tomando mi muñeca roja – a la hora de pelearse no ven quien esta alrededor...
son como unos leones.
Jimin me sonríe tranquilizando aquel ambiente tenso y pesado que había
quedado en la habitación, ya no teniendo aquella sensación de que me
arrancaran la cabeza.
-Debió doler – Jimin acaricia con su pulgar mi piel suavemente – dejo sus
dedos marcados, esto sera un gran morado...
-Jimin no es nece...
-Ya, así tengo una excusa para quedarme antes de ir a atender al insoportable
Min Yoongi.
-Antes no era así – dice de pronto Jimin, mi mirada cayendo sobre el.
-¿Que?
-El señor Yoongi... no era así – Jimin me mira – las cosas hace cinco años
eran diferentes Wendy.
Asiento frunciendo levemente el ceño recordando algo...
-Si – Jimin asiente suavemente con la cabeza – siempre surge ese tema.
-Hace seis años llego a trabajar un chico aquí, esta era su habitación por
cierto.
-Hoseok en ese entonces tenía 19 años, Yoongi tenía 21 años, Seulgi solo
tenía 12 años y Jungkook tenía 11 años, a todos les afecto de cierta manera.
-En un año todo estuvo realmente bien, los chicos antes pasaban más tiempo
en casa, Yoongi y Hoseok estaban en la universidad en ese entonces...
Hoseok se enamoro de ese chico durante ese primer año – asiento con la
cabeza, las palabras que hace minutos Yoongi y Hoseok intercambiaron
tomando un poco más de sentido – y las cosas parecían ir bien... realmente
bien la verdad. Ese chico era... muy bueno ¿sabes? Todos le teníamos cariño.
-Pero... – digo al momento que Jimin pasan unos segundos sin decir nada.
-Si, siempre hay un “pero”, y ese gran pero, es que ese chico sentía
exactamente lo mismo que Hoseok.
-Nadie lo sabe, después que se fue de la mansión las cosas quedaron así.
Espero y este bien sinceramente.
-Ahora mismo esta donde su madre, no le gusta venir a esta casa... ya sabes.
-Si.
-Pero la señora Min a pesar de todo es una buena mujer, tuvo años difíciles
después de aquello, pero Yoongi se ah encargado de hacerla sentir bien en
todo.
-Para decir que Yoongi es insoportable hablas bien de el.
-El puede ser realmente un idiota ahora, pero eso no quita el hecho de que
olvide como era antes.
-Esta bien Wendy... debe de estar por algún lado – me arrodillo en el suelo
buscando debajo de la cama.
Sigo buscando por varios minutos pero no logro encontrarlo, en ese momento
pensando solo en una persona que lo pudo a ver tomado, pero es decir...
¿Que haría Hoseok con un celular que solo sirve para llamadas y mensajes?
HOSEOK.
No es suficiente.
Quiero más.
Necesito más.
Solo que no se que quiero, no se que necesito. Cierro mis ojos respirando
profundamente.
Creo que si se que necesito, solo que no lo puedo tener por más que quiera.
-Siempre he podido...
-Terminemos.
-¿Que?
-No – me acerco a ella tratando de tomar su rostro entre mis manos pero me
aleja, dolor estando presente en sus ojos – Sungkyung...
-Solo porque tu estés hecho mierda no significa que los demás también
Hoseok. Antes no lo vi porque en verdad te amaba... en verdad te amo
Hoseok – miro las lágrimas resbalar por sus mejillas – pero ahora... me estas
destruyendo. Me estas matando en vida. No quiero seguir siendo esclava de
las drogas... ¿sabes cuanto tiempo tenía sin consumir nada?... ¡Dos meses,
dos putos meses!
-Sungkyung espera...
-¡Para que vinieras y solo en minutos me hicieras perder todo ese esfuerzo!
– Hoseok te amo, y una mujer por amor hace lo que sea. Pero ya no creo
que este amor sea ahora mismo lo suficientemente fuerte como para
aguantar toda tu mierda.
-Yo no...
*******
A mi lugar.
WENDY
-No, no, no, no... Jimin le dirá a Yoongi, y se prenderá la tercera gesa
mungial...
Frunzo el ceño, una risa muy poco silenciosa brotando de los labios de
Hoseok
-No, no, no... guerra mundial es...
-Hoseok quitate – miro hacia el una de mis manos frotando mi ojo derecho.
-No le digas a nadie – Hoseok sonríe juntando sus manos ante el en modo de
rezo – por favooooooooor
-Veo que eres tierno al momento de estar borracho – digo al percibir el olor a
alcohol.
-Wendy por favor... solo dejame estar aquí, no me sentirás – Hoseok coloca
una mano sobre sus labios – ni me escucharas – dice, la mano amortiguando
un poco sus palabras.
Trago con fuerza en ese momento solo sintiendo un poco de lastima por el,
porque en verdad...
-Estoy hecho una mierda – dice Hoseok como si estuviera leyendo mis
pensamientos, una sonrisa formándose en sus labios – ¿verdad?
Aprieto mis labios mis brazos estando cruzados contra mi pecho, y un lado de
mi no puede evitar ayudarlo a pesar de lo muy idiota que se ah comportado
conmigo. Extiendo mi mano tomando del brazo a Hoseok, lo ayudo a
sentarse en la cama al instante buscando el pequeño botiquín de primeros
auxilios.
Hoseok sonríe de manera triste, trago con fuerza ahora limpiando la herida en
su labio, minutos después yendo con sus nudillos maltratados, la sangre
estando seca.
Escucho sollozos de pronto, una lágrima cayendo sobre mi mano que sostiene
las de Hoseok. Alzo mi mirada mirando las lágrimas manchando el rostro de
Hoseok, su mirada conectando con la mía, dolor impregnado en su mirada.
-Ese era su nombre... JungWoo – Hoseok sujeta mis manos con fuerza, no tan
fuerte como antes, pero da la sensación de querer aferrarse a algo.
¿Extraño? Bastante, ya que nunca había desarrollado cariño por alguien que
solo he visto en dos ocasiones.
WENDY.
JungWoo...
JungWoo...
JungWoo...
Tendría que ser idiota para no darme cuenta que ese era el nombre del chico
del que Hoseok estaba enamorado.
Trago con fuerza al ver las gruesas lágrimas de Hoseok resbalando por sus
mejillas, su mirada fija en nuestras manos, sus manos tomando las más, y
parece que no tiene ninguna intención de soltarlas.
Trata de sonreír, pero solo hace muecas al final dejando caer aquella mascara
que siempre ha cargado.
-Hoseok...
-Hoseok...
Miro a Hoseok fijamente, sus ojos luciendo tan sinceros, no habiendo ningún
ápice de burla o diversión, mi pecho sintiendo en este momento una presión.
Respiro profundamente aún manteniendo su mirada.
HOSEOK.
Llevo mis manos hacia mis oídos ya no queriendo escuchar aquel sonido,
aprieto mis dientes sintiendo que mi cabeza va a explotar. Llevo mis manos
hacia mis bolsillos buscando el maldito celular, una vez que lo encuentro lo
lanzo tan fuerte contra la pared que este deja de sonar.
Gruño cayendo una vez sobre la cama, cierro los ojos presionándolos con mis
dedos, pero me detengo al sentir como mi ojo palpita y duele horrores, recién
notando allí el dolor en todo mi rostro.
-Oye, aquí el único que gruñe soy yo – sonrío hacia ella, pero no parece de
humor.
Que linda.
-¿Que?
-¡Lo rompiste!
Siento de pronto como me golpean con fuerza obligándome a abrir mis ojos,
pero eso no es lo que me sorprende no, si no es el hecho de que...
-¡Que mierda, ahora estoy ciego! – siseo cerrando mis ojos con fuerza.
-Oh... ¿que debería hacer? – escucho una pequeña risa la cual disimula
tosiendo.
Abro mis ojos ya no sintiendo tanto dolor, solo viendo borroso, parpadeo
varias veces esperando que mi vista se aclare, una vez que funciona llevo mi
mirada hacia Wendy, una sonrisa inocente estando pintada en sus labios.
-4:00 de la mañana – digo mi mirada cayendo sobre ella – creo que... mejor
me voy.
Comienzo a levantarme de la cama pero una vez que me coloco sobre mis
pies caigo sentado en la cama una vez más, por unos segundos todo dándome
vueltas.
-Esta bien... – miro hacia Wendy, y parece que no sabe como decir las
palabras, lo cual se me hace divertido.
-¿Que?
-Mmm... que esta... esta bien... si te quedas – dice lo último envuelto en una
tos, una sonrisa formándose en mi rostro.
Y por una vez en mi vida, solo por una vez, no me comporto tan idiota.
Ella parece notar en ese entonces algo, su mirada fija en la mía y...
-¿Que hice anoche? – pregunto con cautela – ¿tu... tu y yo...? oye, si paso
algo... puedes tomar la pastilla, ya me ah pasado y...
-No, no, no, no – Wendy niega rápidamente hacia mi – no paso nada, algo
que agradezco, pero... quedate, esta bien.
-¿Quien eres tu y que has hecho con la empleada gruñona y mal hablada?
-Iré a prepararte algo, aprovechar que aún no hay nadie despierto, tu solo...
espera allí. Ya regreso ¿bien?
-Bien... vamos hacer un bien a alguien aunque sea solo una vez.
10
WENDY.
Avanzo a paso lento por el pasillo mis pasos deteniéndose al cabo de unos
segundos, mi mirada encontrándose con la de Jimin, el cual me mira
sorprendido, aquello siendo mutuo.
-¿Jimin...?
Observo a Jimin fijamente, una sonrisa forzada estando en sus labios y estoy
apunto de cuestionar aquello, pero por lo incomodo que luce solo lo dejo
pasar devolviéndole la sonrisa.
-Esta bien – digo comenzando a regresar hacia la cocina.
Escucho los pasos de Jimin ahora siendo silencioso a mis espaldas mientras
avanzamos por el pasillo.
-Necesito pensar.
-¿Tan temprano?
Hoseok esta pasando por algo difícil si, se entiende, pero Dios que estoy
segura que boto mi celular y no soy conocida por tener muy paciencia.
Paso unos minutos con los ojos cerrados diciéndome miles de palabras, tal
vez ya no tenía remedio ese celular, era de Namjoon y paso a mis manos así
que tuvo una muy larga vida, era una señal si, con el dinero reunido puedo
comprarme uno mejor, claro idéntico a ese pero nuevo.
Abro los ojos sintiendo de pronto una mirada, y en efecto Hoseok me esta
observando mientras tiene ya mitad de la comida en su boca.
-No había más nada por ahí, o era la bata, o era estar desnudo, pero tu solo
dime si quieres que me quite la bata.
Trago con fuerza sintiendo mis mejillas arder, mi mirada bajando hacia mis
manos que se encuentran descansando sobre la cama, las sabanas negras
siendo muy interesantes de pronto.
-¿Te estas poniendo tímida? – escucho la burlona voz de Hoseok, y eso solo
hace que todo mi rostro sienta que va a explotar de lo caliente.
Ruedo los ojos trayendo mis manos hacia mi regazo, respiro profundamente
levantando la mirada de Hoseok, sus ojos estando fijos sobre mi, y no puedo
evitar que una sonrisa se forme en mis labios.
-Rayos, eso...
-Si.
-Te aseguro que en nada bueno – digo haciendo referencia hacia los golpes de
Hoseok, una mirada de entendimiento estando en su rostro.
-Esta bien.
-En verdad se vuelven estresantes cuando estoy aquí, todos queriendo servir
y... no, eso no es lo mío. Esas cosas son para los otros.
Pasan los minutos y permanece así, una sonrisa formándose en mis labios.
-Debe de ser difícil lo que tienes que decir – digo, su mirada estando sobre la
mía.
-Perdón por... tratarte como mierda en tu primer día, tenía mis razones... –
levanta la mirada hacia la mía, sus ojos luciendo sinceros – suelo ser idiota a
veces.
-¿Que?
HOSEOK.
Miro fijamente a Wendy, ella abre la boca pensando decir algo, pero la cierra
una vez más.
-¿Que? – digo dejando mis manos caer a mis costados – creo que ya nos
hemos dicho de todo ya. En realidad bastante. Solo suelta lo que tengas que
decir.
-Solo que...
-¿Segura?
-Lo odio, solo eso – sonrío cayendo sentando en la cama – pero no quiero
arruinar tu magnifico día hablando sobre mi odio sobre mi hermano, solo eres
una empleada... solo busca mi ropa y traela, es tu trabajo.
-Disculpe joven Hoseok – dice mis ojos cerrándose con fuerza al reconocer
su tono burlón – ya le traigo su querida ropa para que se largue de este
infierno.
-Wendy...
-Disculpe, pero usted como parte de la gran Familia Min se debe referir a sus
empleados como simples trabajadores, así de simple.
Wendy se marcha cerrando la puerta ruidosamente, mi mirada estando fija en
aquella puerta. Gruño cayendo de espaldas en la cama, y es que a veces no
puedo evitar ser tan imbécil cuando me hablan de Yoongi.
Si.
Min Yoongi.
Pero otra cosa que debo de entender, es que Wendy no tiene la culpa de
aquello.
Sus ojos, en sus ojos lo puedo ver, en sus ojos aún lo puedo ver a él.
-Señor Yoongi...
-Ya levantate – gruño caminando rápidamente hacia ella, la tomo del brazo
obligando a levantarla, su mirada conectando con la mía.
-Digamos que el último empleado que estuvo aquí fue una gran mierda. Solo
trato así a los que merecen ser tratados así...
-¿Desde cuando te importa tanto esta gente? Oh claro, desde que JungWoo
estuvo aquí... dejando solo porquerías.
Trago con fuerza negando con la cabeza no dejándome cegar por la ira.
-Señor Yoongi...
Miro a Wendy, ella estando apunto del colapso, y no se si actuó por simple
instinto, pero ruego porque sea por eso, porque nunca me había preocupado
tanto por una persona.
-Si la dejas trabajar aquí – digo hacia Yoongi, toda su atención cayendo sobre
mi – haré lo que quieras, solo pidemelo.
-Esta bien. Ven a trabajar mañana a la empresa – Yoongi mira hacia Wendy
sonriendo con burla – felicidades empleada, ahora tienes a mi hermano a tu
merced.
12
WENDY
¿Es enserio?
No lo puedo ver.
Trago con fuerza girando hacia Hoseok, el me mira, sus dientes mordiendo su
labio inferior hasta el punto de que este se vuelve blanco, teniendo el
presentimiento de que en cualquier momento botara sangre.
-No tenías que hacerlo – murmuro con temor de que el señor Yoongi aún se
encuentre cerca.
-¿Que? No iba a dejar que te arrastraras pidiendo perdón por una estupidez –
Hoseok gruñe sus manos volviéndose puños a sus costados – cada vez me
sorprende más. Nunca he conocido a nadie más despreciable que el.
-Es tu hermano...
-No me importa lo que sea él. Necesito tanto este trabajo como respirar... no
puedo irme por más que quiera.
-¿Por que?
Es muy atrayente...
-Me metí en un gran problema por ti – siento los dedos de Hoseok tocar mi
mandíbula obligándome a levantar la mirada hacia el, su rostro estando
muy...
Muy cerca.
-Hoseok...
-No eres solo una empleada para mi Wendy, eso quedo claro desde el primer
día – dice Hoseok, mi mirada fija en la suya, sus ojos escrutando mi rostro
con cuidado al igual de como yo lo estoy haciendo – y siento que si seguimos
así, te volverás alguien indispensable para mi...
-No lo hagas – digo tratando de alejarme de el, pero siento como su brazo se
envuelve en mi cintura acercándome a el, ya no habiendo espacio entre
nosotros – Hoseok...
-Me gustas.
-¿No? ¿por que no puedes verme directamente a los ojos ahora mismo
entonces?
Trago con fuerza manteniendo mi mirada baja, sus brazos envolviéndome por
completo.
-Me has visto solo dos veces Hoseok ¡es imposible que alguien te pueda
gustar en ese tiempo joder!
-Si ellos lo sintieron... ¿por que no nosotros? – susurra Hoseok cerca de mi,
mi sangre comenzando a hervir, mi respiración siendo errática.
-Wow. Nunca pensé que Hoseok oppa fuera tan romántico – chilla una voz de
pronto, mis ojos abriéndose.
-Callate Kookie.
Seulgi corre hacia Hoseok envolviéndolo en sus brazos por unos segundos.
Jungkook camina hacia mi sonriendo amablemente hacia mi.
-Yo no soy...
-Sinceramente eres la primera novia de Hoseok que veo, pensé que iba a
morir rodeado de gatos – dice Jungkook riendo, al instante Hoseok lo golpea
en la cabeza haciendo que Jungkook chillara.
-No es necesario que me digas “señorita” o “joven”, solo dime Seul – dice
Seulgi sonriendo.
Mucho en realidad.
-No le hagas caso, solo dile “Bebe grandote” – dice Seulgi comenzando a
reír, una mirada molesta le comienza a dedicar Jungkook – se cree con aires
de grandeza y solo tiene 17 años.
-Joven Hoseok... – dice una de las ama de llaves, pero Hoseok pasa por su
lado como si nada.
Caminamos por el largo pasillo hasta llegar a mi habitación, una vez que
estamos dentro me suelto de su agarre alejándome un poco de el.
-¿Tan repentinamente?
-Un mes – digo hacia el, su mirada estando confundida de pronto – mantente
sobrio por un mes.
-Lo prometo.
13
HOSEOK.
Y ah sido la mierda esas semanas, la rutina que antes tenía ahora cambiando
por papeles y conferencias aburridas, ya al menos no me peleo las 24 horas al
día con Yoongi.
¿Y Wendy?
Solo que aún tengo miedo, aún siento que todo se volverá a repetir, y en
momentos como esos necesito tanto mi droga, en momentos como esos
pienso en llamar a Sungkyung o ir a su casa a solo verla y hacerla un
desastre.
No se lo merece.
Pero solo quiero hacerme sentir bien a mi mismo.
Y así como pienso que voy a caer una vez más, solo tengo que ver el rostro
de Wendy y todos aquellos pensamientos se van por el caño.
Pasan las horas y por fin se puede decir que termine aquel trabajo, bueno,
solo la mitad.
-Yoongi...
-Después de todo lo que hizo tu querido JungWoo... ¿aún preguntas por el?
¿eres tonto o te haces?
-Estoy preocupado.
-¡No lo esta!
-Yoongi... yo no sabía...
-¿Como vas a saber si solo estas al pendiente de ese chico? Su propio hijo
no sabe como se encuentra su madre.
-Yoongi...
-¿Quieres saber donde esta JungWoo? Bien, esta bien – Yoongi ríe sin
humor tomando unos papeles en sus manos aventándolos hacia mi – ahora
mismo debe de estar en la calle pidiendo por que se lo follen.
Frunzo el ceño mirando fijo a Yoongi, una sonrisa llena de odio estando
grabada en su rostro.
-Si nadie más quería darle trabajo, si nadie más lo acepta... solo le quedaba
una opción – Yoongi me mira.
Trago con fuerza recogiendo una fotografia en mis manos, las lágrimas
comenzando a quemar en mis ojos.
-¿Que más voy hacer? Solo hice que hiciera lo que al parecer tanto le
gusta. Ser cogido tan fuerte por hombres que termine sangrando y llorando
como una puta.
-Yoongi...
Camino hacia la puerta comenzando a caminar por los pasillos, bajo las
escaleras solo queriendo salir de esa casa.
Ya no.
Una vez que llego al gran salón que estoy apunto de abrir la puerta y
marcharme de allí, siento un suave toque en mi mano, mis pasos
deteniéndose.
-Hoseok...
Abro la puerta alejándome de ella, siento las gotas de agua caer sobre mi
cuerpo, en ese momento notando la lluvia, gruño caminando hacia mi auto
estando decidido a dejar aquello, a seguir en lo mismo.
Y lo hubiese conseguido como siempre, solo que esta vez fue diferente a las
demás.
-Wendy...
-Wendy no puedo...
-Wendy...
Trago con fuerza las manos de Wendy yendo hacia mis mejillas, su piel
siendo cálida contra la mía.
-No te dejaré caer – murmura, su mirada siendo decidida – antes no tenías a
nadie, pero ahora me tienes a mi... solo...
-Apoyate en mi.
14
WENDY.
Camino por los pasillos una de mis manos sosteniendo la canasta de ropa
contra mi cadera, mientras la otra sostiene la aspiradora. Resoplo sintiendo
que los brazos en cualquier momento se desprenderán, ya que ambos objetos
son realmente pesados, y los zapatos que tengo que usar obligatoriamente son
dos tallas pequeñas.
Camino lo más rápido que puedo hasta llegar a la habitación de Seulgi, entro
en esta aprovechando que están en clases ahora mismo. Dejo la canasta llena
de ropa sobre el sofá que se encuentra junto al escritorio (si, al parecer todos
tienen un escritorio tipo oficina) tomo la aspiradora comenzando a limpiar
aquella habitación que en realidad no esta tan desastrosa, solo llevándome
unos minutos en dejar todo listo.
No.
Definitivamente no lo es.
Una vez que termino de recoger todo aquel desastre camino hacia el
escritorio comenzando a recoger las latas de refrescos vacías, la computadora
de mesa estando encendida (si, descubrí que a Jungkook le gusta jugar mucho
a los videojuegos) estoy dispuesta a seguir limpiando pero me detengo al ver
la pantalla de la computadora, me inclino hacia esta una sonrisa formándose
en mis labios.
Una foto donde Jungkook esta sobre el suelo de espaldas, su rostro siendo de
dolor, una Seulgi estando sentada sobre el con la sonrisa más inocente que
puede existir, Hoseok estando más cerca con una sonrisa en el rostro, ya que
pareciera que esta tomando una selfie, y a una esquina de la foto se encuentra
el señor Yoongi, una ligera sonrisa estando en su rostro mientras observa a
sus hermanos, en sus manos estando un cachorro al cual lo aferra a su pecho.
Cierro los ojos cerrando la puerta girando sobre mis talones, mi mirada
encontrándose con la de Hoseok, su mirada encontrándose con la mía.
-Es divertido.
Camino hacia la puerta pero siento como me jalan hacia atrás, una de las
manos de Hoseok sujetando la mía de manera delicada.
-Pareces mi esposa.
-Hoseok...
-Pero...
-Es tu hermano.
-No necesario que me lo recuerdes.
-Muy bien... se que te dije que me gustas y todo eso, y es enserio lo que
siento, pero si pudieras dejar el tema de Yoongi afuera, sería de mucha ayuda.
-Wendy...
-¿Que? – Hoseok se aleja cayendo sentado sobre la cama – solo quiero estar
contigo no arreglar las malditas cosas con Yoongi.
-Aunque finjas que todo esta bien no es así, no hasta que cierres ese ciclo con
tu hermano.
-Puras mierdas.
-No son...
-Hoseok... – trago con fuerza mis manos volviéndose puños a mis costados.
-¿Que? No te digo esto porque no te quiera pero... solo mantente lejos.
-No puedo ¿que no te das cuenta? Por más que quieras enterrarlo no lo
lograras si no lo enfrentas.
-¿Por que hablas por mi? ¿Por que pones palabras en mi boca Hoseok?
-¿Como tu...?
-Hay que ser muy idiota para no darse cuenta que estas enamorado de él.
Hoseok comienza a negar con la cabeza, una risotada brotando de sus labios,
y eso solo me enfurece aún más.
-Veo que los empleados hablan bastante – murmura Hoseok pero lo logro
escuchar – como les gusta hablar de basura. De seguro tu también lo haces...
-No cambies las cosas por favor – digo llevando mis manos hacia mi cabeza,
aquello ya siendo bastante para mi.
-Hoseok...
-¡¿Ya sabes que mi puto hermano le hizo la vida a JungWoo tan mierda que
provoco que él se suicidara?!
Trago con fuerza al ver las lágrimas de Hoseok, la ira que sentía segundos
antes ya no estando.
-Ho-oseok...
-No, tu querías que hablara de mis problemas, bien ahora me vas a escuchar
muy bien.
-Por favor...
-¿Sabes? Pensé que las cosas cambiarían pensé que... que tal vez...
Siento como Hoseok se aleja, mis ojos abriéndose de a poco, el estando con
una sonrisa triste en su rostro, mi pecho sintiendo de pronto una opresión.
-Hoseok yo lo...
-¿Sabes que Wendy? Mejor dejame solo con toda mi mierda, es lo mejor.
15
HOSEOK.
Nunca pensé que una simple cena sería tan incomodo, todos en la mesa
estando hablando de negocios, Yoongi pareciendo el dueño del mundo
mirando a los demás como si no fueran nada.
Que mierda.
-Si, la tiene – dice de pronto la voz de Seulgi a mi lado – ¿por que? ¿a caso te
interesa mi hermano?
-Ah, claro que si me interesa querida – dice la mujer, una sonrisa formándose
en sus labios – ya sabes, solo profesional.
-Que lastima – salta esta vez Jungkook – ya es profesional con alguien más.
-Si es con usted, tenga por seguro que tendrá un trato especial.
-Que zorra... – tose una voz a mi lado, mi mirada cayendo sobre Seulgi la
cual se encoge de hombros.
Miro hacia Yoongi, una sonrisa burlona estando en su rostro, y se lo que esta
pensando ahora mismo.
Abro los ojos mi mirada encontrándose con una ventana, la ciudad estando
ante mi mirada, el cielo estando nublado, las nubes ocultando el sol. Gruño
girando sobre mi espalda sintiendo como la cama a mi lado se mueve, un
cuerpo rozando el mio.
Dios...
-Te dije que no me buscaras Hoseok – dice Sungkyung, sus manos sujetando
las correas de su bolso.
-¿Que tienes?
-Agua y café. Pero viendo que luces tan lamentable... sera café.
-Gracias.
Ella camina hacia mi, una taza siendo depositada en mis manos, mi mirada
yendo hacia la suya.
-Hoseok... ¿cuantas veces tengo que decirte que no digas palabras vacías?
-¿Que sucede?
-Quería... disculparme por todo el daño que te hice. Ya sabes... nunca deje
que... lo olvidaras.
-¿Sabes? No lo he olvidado – Sungkyung asiente con la cabeza pareciendo
recordar – solo... aprendí a seguir adelante. JungWoo siempre sera la persona
más especial en mi vida, siempre estará en mis recuerdos, solo las cosas
buenas. No me voy a echar a morir Hoseok. Si, se que solo me buscas
porque... era mi hermano, eso lo se.
-Sungkyung...
-Sungkyung no entiendes...
-Hoseok...
-No, tu...
-Oye – Sungkyung toma mi rostro entre sus manos, sus pulgares comenzando
a acariciar mi piel – no es tu culpa, no es mi culpa... no es la culpa de tu
hermano. No lo es ¿bien? Si yo pude hacerlo, tu también puedes.
WENDY.
Gruño caminando por los pasillos junto a Jimin, una sonrisa divertida estando
en su rostro.
-Ta dije muchas veces que podía decirle a mi madre para ver si había zapatos
de tu talla – dice Jimin a mi lado.
-No es necesario...
Cierro los ojos al ver la sangre fresca en los zapatos. Respiro profundamente
dejando los zapatos a un lado de la cama, camino con dificultad hacia el
cuarto de baño comenzando a tomar una ducha, el agua caliente siendo
relajante para mi cuerpo, múltiples suspiros abandonando mis labios.
-Esto era lo que necesitaba – murmuro dejando que el agua caiga sobre mi
cabeza, mis ojos cerrándose con fuerza.
Permanezco en la ducha por varios minutos hasta sentir mis dedos mi mis
manos arrugados, salgo debajo del agua envolviendo mi cuerpo en una toalla,
al cabo de unos segundos tomando mi bata azul cubriéndome, mi cabello
húmedo pegándose a mi piel, mis pies aún doliendo.
Salgo del baño comenzando a caminar hacia la cama, mi mirada fija en mis
pies, las ampollas ya no teniendo sangre...
-Estoy bien – digo caminando hacia la cama dejando mi cuerpo caer sobre
esta.
-Cuando sientas que no aguantas más, solo dímelo – dice Hoseok levantando
su mirada hacia la mía, una sonrisa formándose en sus labios.
-Eso lo tengo muy en claro – le sonrío, sus manos tomando mi otro pies.
-Para mi no – Hoseok termina con mis pies, su mirada cayendo sobre la mía –
por cierto...
Hoseok busca en sus bolsillos hasta encontrar lo que sea que busca, sus
manos teniendo un pequeño celular, una sonrisa formándose en mi rostro
tomándolo de sus manos.
-Sabía que si te compraba otro no lo ibas aceptar, así que... arregle el que
había destruido – Hoseok murmura y de inmediato lo enciendo.
Trago con fuerza al ver como este comienza a vibrar en mis manos de manera
insistente, llamadas perdidas tanto de mi madre como de Namjoon al igual
que mensajes, miro a Hoseok apagando el celular y dejándolo sobre la mesa
de noche.
-¿No lo veras?
-No quiero morir aún – Hoseok frunce el ceño confundido, una risa brotando
de mis labios.
-Perdón por haber dicho esas cosas de... JungWoo – digo llevando una de mis
manos hacia mi frente apartando el cabello húmedo – tenía razón, nada de
eso me incumbía, solo que...
Miro mis manos sobre mi regazo no sabiendo muy bien como decirlo, una
mano posándose sobre las mías, mi mirada alzándose hacia Hoseok.
-Hoseok...
-¿Que sucedió?
-Nada – dice Hoseok inclinándose hacia mi, sus labios dejando un suave beso
sobre mi frente – digamos que tuve una epifanía.
-Hoseok...
-¿Puedes... abrazarme?
-Por favor...
Trago con fuerza cerrando mis ojos no pensando en lo que sucederá después
de aquello, mis brazos devolviéndole el abrazo. Pasan los minutos y solo
permanecemos así, me alejo de Hoseok mis manos yendo hacia su rostro, el
cabello cayendo sobre su frente, una pequeña sonrisa formándose en su
rostro, y en ese momento...
-Eres el ser más hermoso Hoseok – murmuro cerca de sus labios, su mirada
estando fija en la mía – me gustas. Me gustas mucho.
-Wendy...
Acorto el espacio entre nosotros, mis labios estando contra los suyos, al
instante una sensación cálida posándose sobre mi pecho, los brazos de
Hoseok aferrándome a el. Besos sus labios como si fuera mi oxigeno, su
lengua adentrándose a mi boca, sus manos yendo hacia mi espalda.
-Wendy... – Hoseok jadea pegando su frente contra la mía, sus ojos estando
cerrados, mis manos acariciando su nuca.
Miro la mirada de Hoseok, sus manos aferrándose a mi, al igual que yo,
respiro profundamente cerrando los ojos, beso sus labios por unos segundos
antes de asentir hacia el.
-Si tu caes, yo iré por ti – digo mis manos yendo hacia sus mejillas.
-Eso fue muy cursi – comenzó a reír Hoseok escondiendo su rostro en mi
cuello.
-Lo dice el chico que puso la película del Titanic como ejemplo – digo, una
leve carcajada brotando de los labios de Hoseok.
Hoseok alza su cabeza hacia mi, una sonrisa estando formada en sus labios,
aquel brillo de felicidad estando en su rostro, mis brazos envolviéndose en su
cuello.
-¿Sabes? Si no quieres que esto terminé con nosotros haciendo algo más que
dormir... – Hoseok gruñe cerrando los ojos de pronto – será mejor que te
quites de encima antes de que pierda el...
Beso sus labios callando sus palabras, sus manos apretando mis caderas con
fuerza, me alejo de Hoseok sus ojos fijos en los míos.
Trago con fuerza los besos de Hoseok bajando hacia mi cuello, mis dedos
enredándose en los mechones castaños de su cabello, Hoseok de pronto nos
gira en la cama esta vez el estando sobre mi, mi mirada conectando con la
mía.
Miro como Hoseok saca de sus pantalones un condón, su mirada fija sobre la
mía al momento de que comienza a quitarse los pantalones junto con los
boxers, mis mejillas comenzando a arder.
-Tuve un novio – gimo al sentir como entierra un dedo, mis manos yendo
hacia sus brazos.
Trago con fuerza sintiendo como entierra otro dedo, un gemido brotando de
mis labios.
-¿Lo hicieron alguna vez? – jadea Hoseok comenzando a mover sus dedos en
mi interior, mis dientes mordiendo mis labios con fuerza.
Hoseok lleva una de sus manos hacia mis labios sus dientes mordiendo sus
labios con fuerza.
No se equivocaba.
17
HOSEOK.
-Si... estoy bien, lo juro ¿tu lo estas?... si, si, si... ¿mamá? Luego la llamo...
Abro los ojos mis manos yendo hacia mi rostro tratando de apartar el sueño,
miro a mi alrededor comenzando a recordar la noche anterior, una sonrisa
formándose en mi rostro pareciendo en este momento una chica de dorama
enamorada.
Miro una vez más hacia Wendy, su cuerpo antes relajado ahora estando tenso,
ella habla al celular pero sus palabras tropiezan y es difícil entenderla. Me
incorporo en la cama las sabanas cayendo hasta mi cintura, me acerco a
Wendy su rostro girando hacia mi.
-Iré para allá – murmura al celular antes de cortar la llamada, mi mirada fija
sobre ella.
-¿Que pasa? – pregunto, sus manos yendo hacia su rostro resoplando
ruidosamente – Wendy... ¿que sucede?
-Tengo que volver a... Daegu ahora – dice, su voz sonando tan pequeña en
este momento.
-¿Que sucedió?
-Oye – me acerco a ella tomando sus manos entre las mías, su mirada
cayendo sobre la mía – tranquila.
-Hoseok...
-Mi mamá Hoseok – escucho con atención su voz – ella... ella esta muy
delicada y ahora mismo... esta internada en el hospital de Daegu Hoseok y...
necesito verla ahora mismo y se que esta noche hay una fiesta en la mansión
pero... no me importa que me despidan, tengo que irme.
-Vamos.
-¿Que?
-Si – sonrío dejando un casto beso en sus labios, pero eso fue suficiente para
que todo mi cuerpo reaccionara a ella – no me cuestiones, solo vamos ¿bien?
WENDY.
Asiento hacia el, mi mirada cayendo una vez más a mi celular, mis dedos
pasando por la pantalla cada cinco minutos.
-Tienes razón – murmuro asintiendo, esas palabras siendo más para mi que
para él.
Pasan tres largas horas donde andamos en carretera, al fin llegando a Daegu,
a los pocos minutos ya estando en aquel hospital estacionando el auto, y en el
momento que me dispongo a marcarle a Namjoon, es como si estuviéramos
conectados y mi celular comienza a vibrar, al instante contestando la llamada.
-¿Nam?
-¿Cuando llegaras?
Una vez que llegamos al piso correcto mi mirada se encuentra con dos
personas en aquel pasillo, mi mirada reconociendo al instante a Namjoon,
mis piernas pidiéndome prácticamente correr hacia el, mis brazos
envolviéndose en su cuello alzándome hacia el.
-¿Y mamá?
Me alejo de Nam, mi mirada conectando con la suya, sus manos yendo hacia
mis mejillas.
-¿Sabes cuantos infartos tuvo nuestra madre este mes? – dice Namjoon, todo
mi cuerpo tensadose.
-Al parecer nuestra querida tía sabía que no estábamos en casa y volvió.
-Con todo ese dinero se fue – gruñe Nam, mis manos volviéndose puño –
llegue hace una semana y ella me dijo que estaba bien pero hace dos noches...
sufrió un infarto y al momento en que la traje aquí los doctores me dijeron
que tuvo tres infartos con anterioridad, pero ahora... ella sufrió otro hace unas
horas y... ¡no me dicen nada joder!
-Wendy... – dice una voz muy familiar, mi mirada confundida estando sobre
Namjoon, el entendiendo la pregunta silenciosa.
-El fue quien me llamo para avisarme de que nuestra tía estaba prácticamente
matando a nuestra madre – contesta Namjoon de manera silenciosa.
Giro sobre mis talones conectado mi mirada con la suya, su mirada estando
baja y algo triste, en ese momento arrepintiéndome un poco por haberle
hablado de aquella manera.
-Lo siento... no debería haberte hablado así – digo negando con la cabeza –
gracias por notificárselo a Namjoon...
-No hay de que – sonríe negando suavemente con la cabeza – esta bien,
entiendo que ahora mismo estés algo abrumada.
HOSEOK.
¿Chanyeol?.
Ya se que ahora mismo hay cosas más importantes y eso, pero es inevitable
para mi no tener estos pensamientos sobre él.
-Oye – murmura una voz a mi lado, una suave y pequeña mano posándose
sobre las mías ante mi – ¿que es eso que te anda rondando en la cabeza?
Sonrío girando hacia Wendy al mismo tiempo que ella quita su cabeza de mi
hombro, y a pesar de todo lo que le esta pasando, de el dolor que esta
sintiendo...
Me sonríe.
-No es nada en realidad – digo extendido mi mano hacia ella, mis dedos
acariciando la suave piel de su rostro – ¿como te sientes?
-Bien... gracias – Wendy asiente apoyando su cabeza una vez más sobre mi
hombro, su mano sostenido la mía sobre mi regazo, y eso se siente bien.
A pesar de la situación...
Se siente correcto.
*******
-¿Pero como se encuentra? Debe de estar pasándola muy mal – dice la voz
de Seulgi a través del celular, mi mirada estando fija sobre Wendy que
permanece dormida sobre la cama.
-¡Dile que tiene todo nuestro apoyo – grita esta vez Jungkook desde el
fondo, una mueca formándose en mi rostro – ¡ya quitate de encima cara de
moco!
Ruedo los ojos sabiendo muy bien que esos dos ya comenzaran a pelear, así
que me apresuro a hablar antes de aquello.
Dios, Mina ah sido como un chicle desde aquella cena, al principio fue
divertido pero no, ya no.
Que tierna.
Es en verdad adorable.
Tomo una fotografia en mis manos, la imagen de una mujer estando sobre un
sofá, una sonrisa de hoyuelos estando en su rostro al igual que Namjoon,
teniendo leves rasgos de Wendy la cual se encuentra sobre sus piernas sus
brazos estando envueltos en el cuello de su madre, Namjoon estando
inclinado hacia ellas con un pequeño pastel en sus manos, las velas estando
encendidas, y...
-Me hubiera gustado conocerla señora Kim – murmuro aunque se que nadie
me escucha.
-Tienes que volver – murmura la suave voz de Wendy, sus manos estando en
mi rostro – tu hermano te necesita.
-Ese engreído esta bien sin mi – gruño mis manos acariciando las suyas.
-Lo se – digo cerrando mis ojos con fuerza, respiro profundamente negando
con la cabeza – pero en este momento quiero estar contigo.
-¿Yo?
-Si – trago con fuerza mi mirada fija sobre la suya – debes estudiar.
-Si.
Beso sus labios una última vez no queriendo alejarme de ella. Al cabo de
unas horas me encuentro dentro de mi auto, mi mirada estando fija sobre
Wendy.
-Esta bien.
Wendy frunce el ceño por unos segundos después rodando los ojos, su lengua
golpeando contra su mejilla.
-Actúas como un niño – comienza a reír Wendy, y desde hace dos semanas
que no la escucho así.
Pasan los minutos, sus ojos fijos sobre los míos, mi boca sintiéndose seca de
pronto.
-Hoseok... yo...
-Bien, nos vemos en una semana – sonrío hacia ella sintiéndome de pronto
muy nervioso.
WENDY
Nos mantenemos en silencio, solo los cubiertos chocando contra los platos
llenando el silencio, ese momento sintiéndose como antes...
-Puedo ayudarte con el trabajo – comienza a decir Namjoon – solo hablo con
mi jefe y... veremos.
Con ella.
Pero es imposible.
Y con eso, las lágrimas comienzan a caer una vez más, una gran opresión
apareciendo en mi pecho, los brazos de Namjoon envolviéndome, mis manos
aferrándose a su cuerpo.
***********
Hoseok:Esta bien.
Ya han pasado dos semanas y Hoseok no ah venido, pero esta bien, es muy
entendible que el también tiene obligaciones y lo voy a absorber por
completo.
Camino hacia la puerta abriendo esta sin antes ver, ya que solo los vecinos
han venido en esos días, y en verdad me esperaba que fuera quien sea, menos
él.
-Bien...
-Les hable de ti, y... se que no es un gran empleo pero... la paga es buena, y
yo te ayudaré en todo.
-¿La radio?
Sonrío negando con la cabeza, camino hacia la casa una vez más tomando mi
chaqueta del sofá volviendo al instante a Chanyeol cerrando la puerta a mis
espaldas asegurándome de tener mis llaves.
-Solo vayamos al parque, y tal vez no se... comprar unos helados en aquella
“cafetería”.
-No, eso no... ¿por que los helados saben horriblemente a café?
-No se, tal vez porque el señor que nos atiende nos da siempre una porción
más de ese horrible helado pensando que nos gusta.
-Ah... yo creo que si es así – comenzamos a reír mis manos yendo hacia mi
estomago.
Después de eso seguimos hablando como si nada, todo siendo tan cómodo,
como antes. Nos sentamos en aquella vieja banca del parque cercano a la
cafetería/heladería (si, extraño) y él solo se dispone a hablar sobre su familia,
haciéndome reír tanto que creo que mi estomago explotara.
-Estaba muy borracho esa noche, sabías que tenía un problema con eso, pero
te juro que... ya no, no más.
HOSEOK.
-Solo digo la verdad Hoseok, solo quiere chuparte todo el dinero como una
sanguijuela...
-Solo quería decirte que estas haciendo un buen trabajo y que... Wendy es una
buena persona.
-Cancela todo lo que tenga para esta semana – digo aflojando mi corbata.
-A ver a mi novia.
***********
-No estoy seguro en donde esta, pero me envió un mensaje – dice Namjoon
revisando su celular – ya viene en camino.
Gruño jalando a Chanyeol lejos de Wendy, y sin pensarlo muy bien mi puño
ya esta impactando contra su mandíbula, la sangre brotando de sus labios.
-Jodida mierda... ¡¿por que tienes que acercarte a ella joder?! – gruño y me
dispongo a girar hacia Wendy.
Pero el maldito no piensa dejarlo así, una de sus manos tomándome del
cuello de la camisa su puño golpeando mi rostro, estoy apunto de devolverle
el golpe pero me jalan con fuerza desde atrás, un gruñido de frustración
escapando de mis labios.
Me tranquiliza.
Joder, si que me tranquiliza.
-Chanyeol por favor – gira Wendy hacia el – no quiero que vuelvas hacer
esas cosas, lo siento pero no puedo aceptar el trabajo, se muy bien que no
podemos estar en el mismo lugar.
-Wendy...
-Y por favor, por favor Chanyeol, por favor cumple esa simple petición...
-No es una petición, es una puta orden – escupo hacia el, su mirada llena de
ira cayendo sobre la mía – ¿entendido Chanyeol?.
-Jodete Hoseok.
-Chanyeol – dice esta vez Wendy, su mirada cayendo sobre ella – vete ¿si? Y
solo buscame para cosas importantes.
-Hoseok – replica Wendy y asiento hacia ella – fue agradable, pero hasta
allí... espero y te valla bien.
-En verdad parecías un animal – dice Namjoon riendo antes de que Wendy lo
mirara en forma de advertencia, Namjoon alzando sus manos al aire – esta
bien, esta bien... los dejaré solos.
-Gracias – digo hacia el antes de que entre a la casa dejándome con Wendy a
mi lado.
Ella me mira y al instante lleva sus manos hacia mi rostro, su mirada estando
centrada en mi mejilla.
-¿Es posible que un golpe haga una cortada en una mejilla? – pregunta
negando con la cabeza.
-Solo admite que estas celoso – sonríe Wendy antes de dejar un casto beso en
mis labios – además... tu estuviste con la señorita Mina...
-Eso dolió...
-¿Que sucede?
-El ya acepto.
-¿Que?
-Escucha, estaba...
Wendy me mira arqueando una ceja de manera leve, al cabo de unos minutos
asintiendo.
-Bien.
-Bien...
-Aja.
-¿Cual?
-Wendy...
-Hoseok...
Trago con fuerza resoplando, asiento hacia ella, una sonrisa formándose en su
hermoso rostro.
-Wendy...
-¿Si?
WENDY.
UN AÑO DESPUÉS...
-En realidad... no pensé que esto pasaría – digo sintiendo que en cualquier
momento me voy a desmayar.
-El que nunca espero esto fue él – dice de pronto Jungkook comenzando a
reír.
-Tu...
-Bien, nosotros nos vamos – dice Seulgi tomando a su hermano del brazo con
mucha brusquedad dejándonos a solas.
-Anoche actuabas como toda una chica ignorante a esto, toda relajada, hoy
estas todo lo contrario.
-¡Namjoon!
Y una vez que escucho la canción, una vez que miro a todas aquellas
personas reunidas mirándome, sonrisas plasmadas en sus rostros, una vez que
mi mirada cae sobre él, se que esto es lo que quiero, se que esto es mi
verdadera felicidad.
Llego a Hoseok sus manos tomando las mías, el traje negro y sin corbata
haciéndome sonreír, su cabello castaño estando alborotadamente acomodado,
si, cosas que solo el puede lograr, una suave sonrisa formándose en su rostro.
Si, es mi boda.
Nuestra boda.
HOSEOK.
Tan ella.
-Hace meses que te morías por decir eso – dice ella, sus manos yendo hacia
mis hombros, mis manos apretando sus caderas cerca de mi.
-Vámonos de aquí.
-¡Hoseok! – Wendy ríe, pero comienza a sentir sus labios posándose sobre los
míos – vamos, sacame de aquí ahora. Solo quiero estar contigo.
-¿Se van? No, no se vallan – Jungkook niega, y es claro que esta borracho.
Gruño y estoy a un segundo de darle un buen golpe e irme, pero veo como un
chico al cual conozco muy bien aparece y toma a Jungkook de un brazo.
-Cuidalo Tae – dice Wendy – sabes que no puede beber mucho porque...
bueno, pasa esto.