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CODIGO DE ETICA de la Federación de Psicólogos de la

República Argentina (Fe.P.R.A.)


Aprobado el 10 de abril de 1999 - Modificado el 30 de noviembre de 2013

INTRODUCCION
El Código de Ética de la Federación de Psicólogos de la República Argentina
(Fe.P.R.A.) tiene como propósito proveer tanto principios generales como normas
deontológicas.

Mientras que los principios poseen una función orientativa de la práctica, las normas
son obligantes para el ejercicio profesional y hallan fundamentos en dichos principios.

Consta de:

Introducción: Expresa la intención y alcance de aplicación del Código de Ética.

Preámbulo/Declaración de Principios: Constituyen objetivos deseables que guían


a los psicólogos hacia los más elevados ideales de la Psicología; expresan así el
espíritu de este Código y si bien, no son en sí mismos reglas obligatorias, deben ser
considerados prioritariamente ya que constituyen el fundamento mismo del actuar
ético de los psicólogos.

Normas deontológicas: Establecen reglas de conducta profesional, las que expresan


deberes que afectan a todos los profesionales psicólogos, considerando que descuidar
estos deberes atenta contra los derechos de los receptores de los servicios
profesionales.

En el proceso de toma de decisiones relativas a su conducta profesional, los


psicólogos deben conocer y considerar:

 Este Código de Ética.


 El Código de Ética de la Organización en que se encuentren matriculados o
asociados.
 Las leyes vigentes y los Tratados y Convenciones internacionales incorporados a
la Constitución de la Nación Argentina.

Si el Código de Ética (este) establece un principio superior al exigido por la ley o a los
que pudieran emanar de instituciones en las que prestan sus servicios, los psicólogos
deberán cumplir con el principio ético más elevado.

En caso de contradicción, aún parcial, entre dos bienes protegidos, los psicólogos
procederán siempre según el criterio ético de optar por el que ocupe el lugar más alto
en la escala valorativa. La decisión final quedará bajo la exclusiva responsabilidad del
profesional.

Si bien este Código no sustituye a los Códigos de Ética de los colegios y/o
asociaciones que componen la Federación, se entiende que es apropiado que en el
caso de que un psicólogo sea sancionado por faltas éticas en la Organización a la que
pertenece, la sanción sea comunicada a Fe.P.R.A, para que las entidades que la
componen tomen conocimiento y actúen según los principios que emanan del presente
código.

La Federación de Psicólogos de la República Argentina invita a las Entidades que la


constituyen a que tomen este Código de Ética como referencia a la hora de revisar los
propios, o de redactarlos en los casos en que aún no los tuvieran.

Cuando emerjan códigos de ética que busquen normar deontológicamente prácticas


específicas de la psicología, o sea necesario revisar códigos deontológicos
jurisdiccionales, éstos deberán armonizar con los principios éticos del presente código.

Asumimos la importancia de la distinción lingüística de género; no obstante, para


facilitar la lectura del texto donde dice psicólogo lo utilizamos como “psicólogo y
psicóloga."

Para la presente revisión se tuvieron como documentos base los Códigos de Ética de:

1. Los Colegios provinciales y el de la Asociación de Psicólogos de la Ciudad de


Buenos Aires.
2. Los psicólogos de Chile, Brasil, Perú, España, APA.
3. La Declaración Universal de los Principios Éticos.

PREAMBULO
Los psicólogos nucleados en las entidades que conforman la Federación de
Psicólogos de la República Argentina:

Se comprometen a ejercer su profesión guiados por los principios y reglas de acción


que contiene este Código de Ética.

Propician para el ser humano y para la sociedad en que están inmersos y en la que
participan:

1. La vigencia plena de los Derechos Humanos.


2. La defensa del sistema democrático.
3. La búsqueda permanente de la libertad, la justicia social y la dignidad, como
valores fundamentales que se traduzcan en un hombre y una sociedad
protagonista, crítica y solidaria.

Entienden al bienestar psíquico como uno de los Derechos Humanos


fundamentales y trabajan según el ideal social de promoverlo a todos por igual, en el
mayor nivel de calidad posible y con el sólo límite que la ética y la ciencia establecen.

Comprenden que es responsabilidad individual de cada psicólogo aspirar a alcanzar él


mismo y promover en sus colegas una actitud responsable, lúcida y comprometida
frente al ser humano concreto y sus condiciones.

No consienten ni participan deliberadamente en prácticas discriminatorias.

Propician la armonía entre colegas, pero concuerdan en que el sentimiento de


solidaridad profesional no puede avalar o encubrir errores, faltas éticas, crímenes o
contravenciones penales practicadas por otros psicólogos en la prestación de sus
servicios profesionales.

DECLARACION DE PRINCIPIOS
El Código de Ética de la Federación de Psicólogos de la República Argentina, toma
como base los Principios Generales, acordados por los países miembros y asociados
del Mercosur en 1997:

A. Respeto por los derechos y la dignidad de las personas


Los psicólogos:

 Se comprometen a hacer propios los principios establecidos por la Declaración


Universal de los Derechos Humanos.
 Guardarán el debido respeto a los derechos fundamentales, la dignidad y el valor
de todas las personas, y no participarán en prácticas discriminatorias.
 Respetarán el derecho a: la intimidad, privacidad, autonomía y el bienestar de las
personas, grupos y comunidades.

B. Competencia
Los psicólogos:

 Se comprometen a asumir niveles elevados de idoneidad en su trabajo,


reconociendo las fronteras de sus competencias particulares y las limitaciones de
su pericia.
 Proveerán solamente aquellos servicios y técnicas para las que están habilitados
por su formación académica, capacitación o experiencia.
 Tendrán en cuenta que las competencias que se requieren en la asistencia,
enseñanza, y/o estudios de grupos humanos, varían con la diversidad de dichos
grupos y épocas.
 En el uso de las nuevas tecnologías el psicólogo debe ser coherente con el espíritu
de este código.

C. Compromiso profesional y científico


Los psicólogos:

 Se comprometen a promover la Psicología en cuanto saber científico.


 Asumirán las responsabilidades profesionales de su trabajo, a través de un
constante desarrollo personal, científico, técnico y ético.
 Se mantendrán actualizados en el conocimiento científico y profesional relacionado
con su ejercicio, reconociendo la necesidad de una formación continua.
 Harán un uso apropiado de los recursos científicos, profesionales, técnicos y
administrativos.

D. Integridad
Los psicólogos:

 Se comprometen a promover la integridad del quehacer científico, académico, y de


la práctica de la Psicología.
 Al informar acerca de sus antecedentes profesionales y curriculares, sus servicios,
sus honorarios, investigaciones o docencia, no deberán hacer declaraciones falsas
o engañosas.
 Se empeñarán en ser sumamente prudentes frente a nociones que degeneren en
rotulaciones que devalúen o discriminen.
 Procurarán que sus sistemas de creencias, valores, necesidades y limitaciones, no
generen efectos adversos en su trabajo.
 En su accionar científico-profesional, clarificarán a las partes acerca de los roles
que están desempeñando, y funcionarán según esos mismos roles.

E. Responsabilidad social
Los psicólogos:

 Se comprometen a asumir sus responsabilidades, profesional y científica, hacia la


comunidad y la sociedad en que la que trabajan y viven. Este compromiso es
coherente con el ejercicio de sus potencialidades analíticas, creativas, educativas,
críticas y transformadoras.
 Los psicólogos ejercen su compromiso social a través del estudio de la realidad y
promueven y/o facilitan el desarrollo de leyes y políticas sociales que apunten,
desde su especificidad profesional, a crear condiciones que contribuyan al
bienestar y desarrollo del individuo y de la comunidad.

NORMAS DEONTOLOGICAS
La mayoría de las reglas fueron redactadas en términos generales, de manera que
puedan adecuarse a las distintas situaciones regionales y ser aplicadas a todos los
psicólogos, independientemente del ámbito profesional en que desempeñen su labor,
pudiendo la aplicación de una regla variar según el contexto.

Las reglas que se establecen en el presente Código deben ser consideradas como
directivas generales. En tanto que no son exhaustivas, no implican la negación de
otras no expresadas que puedan resultar del ejercicio profesional consciente y digno.
La ausencia de disposiciones expresas no debe interpretarse como admisión de
prácticas y actos incompatibles con la vigencia de los principios enunciados; por el
contrario, confrontados con tal situación, los psicólogos deberán conducirse de manera
coherente con el espíritu de este Código.

Las siguientes son reglas que los psicólogos deberán observar en relación con:

1. Consentimiento informado
1.1. Los psicólogos deben obtener consentimiento informado de aquellas personas
con las que trabajan en su práctica profesional.

Esta obligación se sustenta en el respeto por la autonomía, entendiendo que es válido


cuando la persona que lo brinda lo hace voluntariamente, y con capacidad para
comprender los alcances de su acto. Ello supone capacidad legal para consentir,
libertad de decisión e información suficiente y significativa sobre la práctica de la que
participa.

La implementación del consentimiento informado, considerado aquí como un proceso,


implica su construcción y revisión permanente en función de las características
cambiantes y dinámicas de la relación profesional-consultante.

1.2. La obtención del consentimiento informado implica para el profesional psicólogo,


brindar información sobre los alcances de la intervención para la cual es solicitado
en relación con:

a) El propósito y naturaleza de la actividad profesional.


b) Responsabilidades mutuas.
c) Protección de la confidencialidad y limitaciones de la misma consignadas en el
presente código.
d) Probables beneficios y riesgos.
e) Alternativas posibles.
f) Opción de rehusar o retractarse en cualquier momento.

1.3. La obligación y la responsabilidad de evaluar las condiciones en las cuales el


consultante da su consentimiento, incumben al psicólogo responsable de la práctica de
que se trate. Esta obligación y esta responsabilidad no son delegables.

1.4. En los casos en los que las personas involucradas no se encuentren en


condiciones legales, intelectuales o emocionales de brindar su consentimiento, los
psicólogos deberán ocuparse de obtener el mismo de los responsables legales, de
acuerdo a las normativas vigentes.

1.5. Aún con el consentimiento de los responsables legales, los psicólogos procurarán
el acuerdo que las personas involucradas puedan dar, dentro de los márgenes que su
capacidad legal, intelectual o emocional permita, y cuidarán que su intervención
profesional respete al máximo posible el derecho a la intimidad.

1.6. Los psicólogos podrán intervenir sin el consentimiento del o los consultantes en
casos de catástrofes, urgencia y/o situaciones de riesgo.

1.7. El consentimiento de las personas involucradas no exime a los psicólogos de


evaluar la continuidad de la práctica que estén desarrollando, siendo parte de su
responsabilidad interrumpirla si existen elementos que lo lleven a suponer que no se
están obteniendo los efectos deseables, o que la continuación podría implicar riesgos
serios para las personas involucradas o a terceros.

2. Secreto profesional
2.1. Los psicólogos tienen el deber de guardar secreto asegurando así la
confidencialidad de todo conocimiento obtenido en el ejercicio de la profesión.

Este deber hace a la esencia misma de la profesión, responde al bien común, protege
la seguridad y la dignidad de los consultantes, sus familias y comunidades, y
resguarda los intereses de las personas a quienes ofrecen sus servicios, cualquiera
sea el ámbito profesional de desempeño.

2.2. Los informes escritos o verbales sobre personas, instituciones o grupos, deberán
excluir aquellos antecedentes entregados al amparo del secreto profesional y ellos se
proporcionarán sólo en los casos necesarios cuando, -según estricto criterio del
profesional interviniente- constituyan elementos ineludibles para configurar el informe;
en el caso de que puedan trascender a organismos donde no sea posible cautelar la
privacidad, deberán adoptarse las precauciones necesarias para no generar perjuicios
a las personas involucradas.

2.3. La información que se da a padres y/o demás responsables de menores de edad


y a las instituciones que la hubieran requerido, debe realizarse de manera que no
condicione el futuro de los mismos y que no pueda ser utilizada en su perjuicio.

2.4. La obligación de guardar secreto subsiste aún después de concluida la relación


profesional. La muerte de los consultantes no exime a los psicólogos de su obligación
frente a la confidencialidad.

2.5. Cuando los psicólogos comparten información confidencial como resultado del
trabajo en equipo, supervisiones o bien por las características de la Institución en que
se desempeñan, la obligación de guardar secreto se extiende a todos los
profesionales participantes.

2.6. Los psicólogos garantizarán una apropiada confidencialidad al crear, almacenar,


acceder, transferir y eliminar registros bajo su control, con los recaudos apropiados si
son impresos, digitalizados, videograbados, etc. Los psicólogos mantendrán y
eliminarán los registros de acuerdo con las reglamentaciones vigentes y en un modo
que permita cumplir con los requisitos de este Código de Ética.

2.8. Límites del Secreto Profesional

2.8.1. Los psicólogos podrán comunicar información obtenida a través de su ejercicio


profesional sin incurrir en violación del secreto profesional, en las siguientes
situaciones:

1. Cuando así lo exija el bien del propio consultante, debido a que éste, por causas
de su estado, presumiblemente pudiera causarse un daño o causarlo a otros.
2. Cuando se trate de evitar la comisión de un delito o prevenir los daños que
pudieran derivar del mismo.
3. Cuando el psicólogo deba defenderse de denuncias efectuadas por el consultante
en ámbitos policiales, judiciales o profesionales.
4. Cuando el propio consultante lo autorice o solicite por escrito, quedando a criterio
del profesional actuante la información que se brinde.

En todos los incisos mencionados la información que se comunique debe ser la


estrictamente necesaria, procurando que sea recibida por personas competentes y
capaces de preservar la confidencialidad dentro de límites deseables.
3. Responsabilidad en las relaciones profesionales
3.1. Destinatarios de servicios profesionales
3.1.1. Los psicólogos deberán ser conscientes de la posición asimétrica que ocupan,
basándose en los principios éticos y la responsabilidad profesional; absteniéndose de
satisfacer intereses personales que pudieran vulnerar los derechos de las personas.

3.1.2. Los psicólogos evitarán establecer relaciones que desvíen o interfieran los
objetivos por los que fueran requeridos sus servicios, sean éstas religiosas, políticas,
comerciales, etcétera.

3.1.3. Los psicólogos no recibirán otra retribución por su práctica más que sus
honorarios. No buscarán otras gratificaciones de índole material o afectiva.

3.1.4. Los psicólogos no iniciarán ninguna relación profesional con personas con las
que exista un vínculo previo que pudiera interferir en el óptimo desempeño de la
tarea, excepto cuando esto no pueda evitarse. Si por alguna razón, como en
situaciones de emergencia o ausencia de otro psicólogo en la región y cuando la
actuación profesional no pudiera delegarse, se reducirá al mínimo necesario y sólo
hasta promover la intervención de otro psicólogo.

3.1.5. Cuando los psicólogos brinden servicios a personas que tuvieran relación entre
sí, deberán aclarar, debidamente, roles y funciones y respetar los límites que le
imponga su adscripción teórico-práctica y ética.

3.1.6. Los psicólogos, en el marco de sus prácticas profesionales, no se involucrarán


sexualmente con sus consultantes.

3.1.7. Los psicólogos no aceptarán como consultantes a personas con las cuales han
mantenido vínculos sexuales, afectivos, comerciales, laborales o de otra índole que
pudieran condicionar o afectar de manera negativa el objetivo primordial de su
práctica.

3.1.8. Si no obstante los recaudos tomados surgiera una relación afectiva entre
consultante y psicólogo, que obstaculizara el alcance de las metas profesionales, el
psicólogo deberá realizar una derivación del consultante a otro profesional.

3.2. Con los colegas


3.2.1. Los psicólogos mantendrán sus vínculos con colegas siempre dentro del respeto
mutuo y sin intromisión en los límites de la especialidad ajena. Las divergencias que
pudieran surgir deberán ser tratadas por medios pertinentes con competencia
científica y responsabilidad profesional.
3.2.2. Al cobrar honorarios los psicólogos tendrán en cuenta la dignidad profesional y
no propiciarán situaciones de competencia desleal.

3.2.3. Los psicólogos no se valdrán de las circunstancias de intervenir en actividades


político/gremiales para obtener ventajas profesionales y/o personales, cuando ello
implique un posible perjuicio para el colectivo al que representan.

3.2.4. Propenderán a que la selección de profesionales para cargos públicos y


privados sea a través de concurso y no reemplazarán a colegas a sabiendas de que
hayan sido cesanteados, suspendidos o disminuidos en categoría sin los requisitos del
sumario previo, cesantía justificada o exoneración ajustada a la ley.

3.2.5. Son actos contrarios a la Ética desplazar o pretender hacerlo a un colega de un


puesto público o privado por cualquier medio que no sea el concurso u otra vía legal
habilitada.

3.2.6. Está vedado a los psicólogos difamar a un colega, calumniarlo o tratar de


perjudicarlo por cualquier medio en el ejercicio profesional, incluidas las formulaciones
de denuncias calumniosas o infundadas y cualquier referencia a su vida privada.

3.2.7. Los psicólogos no facilitarán recursos profesionales ni colaborarán con colegas


que resulten sancionados por los órganos disciplinarios colegiales, mientras se
mantenga dicha situación.

3.2.8. Los psicólogos deberán abstenerse de efectuar comentarios respecto del trabajo
profesional de sus colegas, salvo cuando éstos lo soliciten o cuando la acción
profesional del colega le merezca reparos fundados ética o científicamente. En este
último caso intentarán razonar con él sobre el punto o, si fuera lo indicado, efectuarán
la denuncia pertinente. En todos los supuestos, la crítica deberá ser constructiva,
comprobable y de entera responsabilidad de su autor.

3.2.9. Cuando los psicólogos recibieran una consulta que anteriormente fuera atendida
por un colega, estos deberán colaborar proporcionando la información que se les
solicite y considere pertinente.

3.2.10. Es obligación de los psicólogos ayudar a la formación de sus colegas, no


reservándose conocimientos o técnicas útiles para el desempeño de sus funciones
como tales.

3.2.11. Los psicólogos no intervendrán profesionalmente con personas asistidas por


colegas salvo en los siguientes casos:
1. Cuando sea una respuesta a la solicitud del profesional que conduce la
intervención.
2. Cuando la urgencia así lo requiera, tras lo cual dará inmediato conocimiento al
profesional responsable.
3. Cuando el consultante, en condiciones adecuadas de autodeterminación,
interrumpiera voluntaria y definitivamente el vínculo con el primer profesional, o
requiriera una interconsulta.

3.3. Con la profesión y la comunidad


3.3.1. En tanto que profesionales, los psicólogos deberán armonizar los intereses
propios con el bien común, reconocer a la comunidad como destinataria legítima de
sus servicios profesionales, propender al desarrollo científico y profesional de la
Psicología y conducirse siempre de manera coherente con los principios que este
Código indica.

3.3.2. En el ejercicio de su profesión los psicólogos no harán ninguna discriminación


en función de nacionalidad, religión, raza, ideología o preferencias sexuales de sus
consultantes.

3.3.3. Los psicólogos deberán: ser prudentes frente a nociones que generen
discriminaciones y rotulaciones estigmatizantes, ser conscientes de su sistema de
creencias, valores, necesidades y limitaciones, y del efecto que estos puedan tener
sobre su práctica profesional.

3.3.4. Los psicólogos deberán conducirse de forma proba, con firme sentido del honor
en el ejercicio de su profesión. Cooperarán con su formación y actualización continua
en el avance de su práctica profesional y en el beneficio de la comunidad.

3.3.5. No aplicarán o indicarán técnicas ni teorías psicológicas que no sean avaladas


en ámbitos científicos, académicos o profesionales reconocidos.

3.3.6. Los psicólogos prestarán sus servicios profesionales eficientemente, con sumo
cuidado de no incurrir en negligencia, impericia y/o imprudencia.

3.3.7. Los psicólogos evitarán emprender actividades profesionales cuando supieran


que sus problemas o conflictos personales pudiesen interferir con su eficacia.

3.3.8. Los psicólogos tienen la obligación de estar alertas para detectar


tempranamente si sus problemas personales afectan su desempeño. Si ello sucede,
deberán tomar las medidas adecuadas, tales como consultar u obtener ayuda
profesional y determinar si deben limitar, suspender o concluir su actividad.
3.3.9. Los psicólogos tienen la obligación de denunciar:

1. El ejercicio ilegal de la profesión, en cualquier forma que ocurra.


2. La práctica profesional de los psicólogos que no se efectúe en el plano y nivel
científico propios de la Psicología.
3. El curanderismo y cualquier otra práctica carente de fundamento científico
psicológico, cualquiera sea su forma.

3.3.10. Los psicólogos no usarán su posición profesional o sus relaciones, ni


permitirán que sus conocimientos y que sus servicios sean usados por otros, con fines
que no concuerden con los valores que se desprenden de este Código de Ética.

3.3.11. Los Psicólogos sólo podrán utilizar en su práctica tecnologías informáticas,


previa validación académica y científica.

3.3.12. Los psicólogos respetarán el derecho de los consultantes a la libre elección del
profesional, tanto en el ejercicio particular como en los servicios brindados en
instituciones públicas o privadas.

3.3.13. Los psicólogos prestarán la colaboración que le sea requerida por las
autoridades en caso de epidemia, desastres y otras emergencias.

3.3.14. Los psicólogos deberán prestar la colaboración que le sea requerida por los
colegios y/o asociaciones a la que pertenecen.

3.3.15. Los psicólogos no participarán, ni activa ni pasivamente, en acciones que


afecten la integridad psíquica y/o física de las personas, ni con formas de tortura y
todo aquello que atente contra los derechos humanos reconocidos a nivel nacional e
internacional.

3.3.16. Los psicólogos que desempeñen cargos públicos, están obligados a respetar la
ética profesional en el desempeño de su esfera de acción, y para con sus colegas.

4. Investigación
4.1. La investigación psicológica perseguirá el avance del conocimiento científico y/o el
mejoramiento de las aplicaciones profesionales. Esta finalidad estará siempre
subordinada a la obtención de resultados humanitariamente benéficos y al respeto por
los derechos de los sujetos que participen en la investigación.

4.2. La investigación psicológica:

a) Se efectuará en acuerdo con las normas éticas establecidas para la investigación y


con las leyes nacionales y provinciales pertinentes.
b) Se planificará y realizará, enmarcada en proyectos de investigación de
instituciones reconocidas.
c) Respetará las pautas de diseño, desarrollo y validación propias del conocimiento
científico.
d) Será coherente con las valoraciones propias del paradigma utilizado.
e) Estará abierta a control de instituciones públicas dedicadas a (o relacionadas con)
la investigación científica.

4.3. Los psicólogos responsables de proyectos de investigación obtendrán el


consentimiento informado de los sujetos o de sus representantes legales. No será
exigible el consentimiento cuando la investigación se asiente en encuestas anónimas u
observaciones no creadas en forma experimental; pero se tendrá particular cuidado en
que, el uso de tales técnicas así como la eventual publicación de los resultados, no
dañe la intimidad de las personas involucradas.

4.4. Cuando la investigación involucre a sujetos en relación asimétrica con los


investigadores se les asegurará la libertad de poder participar o retirarse, sin que esto
último pueda derivar en sanciones, perjuicio o menoscabo alguno.

4.5. Si el brindar información completa pudiera invalidar los resultados de la


investigación, no se hará esto al inicio de la misma, siendo el psicólogo responsable
del proyecto quien proveerá lo antes posible una información acabada a los sujetos y
explicará también las razones por las que no se brindó dicha información al comienzo
de la experiencia. De cualquier modo, el psicólogo no incurrirá en omisión de
información ni recurrirá a técnicas de engaño sin asegurarse previamente de que:

a) No existan procedimientos alternativos que no impliquen engaño.


b) El uso esté justificado por el valor científico o profesional de la investigación
proyectada.

4.6. No se llevarán adelante proyectos de investigación que impliquen consecuencias


desagradables o riesgo de ellas para los sujetos participantes.

4.7. Si surgieran consecuencias indeseadas el/o los sujetos participantes deberán


contar con el modo de comunicarse con el psicólogo responsable de la investigación.

4.8. En la investigación con animales se asegurarán las medidas de protección e


higiene en su mantenimiento y eventual eliminación y se evitarán o disminuirán al
mínimo indispensable la incomodidad, dolor o enfermedad que la investigación pudiera
acarrearles.
4.9. Los psicólogos deberán ser veraces con los resultados de sus investigaciones, no
tergiversarán ni omitirán datos, aunque pudieran contrariar sus expectativas.

5. Docencia
5.1. Los psicólogos que desempeñan funciones en la formación, capacitación,
entrenamiento, supervisión de grado o postgrado de profesionales psicólogos, sea en
forma regular o esporádica, en instituciones públicas, privadas o a título personal,
deben guiarse por las siguientes reglas:

5.1.1. No delegarán ninguna de sus funciones como docente en personas no


capacitadas para cumplirlas.

5.1.2. Garantizarán el nivel académico de los docentes involucrados en la enseñanza,


capacitación y entrenamiento.

5.1.3. Serán cuidadosos en el empleo de la influencia que, por la asimetría de los


roles, pudieran tener sobre sus estudiantes y supervisados.

5.1.4. Promoverán en los alumnos el conocimiento y observancia de la ética


profesional.

5.1.5. Mantendrán buenas relaciones con los alumnos sobre la base de un nivel
adecuado de exigencia y respeto mutuo.

5.1.6. Los psicólogos enseñarán el uso de técnicas y procedimientos psicológicos


solamente a profesionales con título habilitante para el ejercicio de los mismos o a
estudiantes de las carreras que conducen a tal habilitación, con la salvedad de que
esto no autoriza a los estudiantes al ejercicio profesional.

5.1.7. Los psicólogos no podrán organizar, participar o colaborar con instituciones que
engañen o confundan a la comunidad.

5.1.8. Cuando en la formación de grado se requiera que los alumnos administren y


empleen técnicas y procedimientos psicológicos, se arbitrarán los medios para
asegurar que los sujetos implicados hayan brindado su consentimiento en forma
directa o de manera implícita.

5.1.9. Cuando los psicólogos utilizan casos como material ilustrativo se extremarán los
cuidados necesarios para mantener la reserva sobre los datos que pudieran identificar
a los involucrados.
6. Declaraciones públicas
6.1. Publicidad
6.1. En la promoción de sus servicios profesionales, lo que incluye anuncios pagos o
gratuitos (gráficos, radiales, audiovisuales, informáticos y/o cualquier otro soporte
comunicacional) y/o presentación de currículum vitae, los psicólogos respetarán las
siguientes pautas:

1. Los psicólogos que publicitan sus servicios deberán regirse por las normas
profesionales. A su vez deberán incluir nombre y matrícula; absteniéndose de
publicitar honorarios.
2. La publicidad deberá hacerse en forma mesurada, incluyendo los datos
indispensables para la información útil; en ningún caso deberá ser exagerada de
modo que tergiverse en algún sentido la índole y eficacia de los servicios.
3. Los psicólogos no ofrecerán recursos o actividades relativas a técnicas
psicológicas que no estén reconocidas por la comunidad profesional. Tampoco
utilizarán el precio o gratuidad del servicio como forma de propaganda.
4. La participación que los psicólogos pudieran tener en medios de comunicación
masiva será con fines educativos y divulgativos. Los psicólogos no participarán,
como tales, en avisos que recomienden la adquisición o uso de un determinado
producto.

6.2. Divulgación
6.2.1. Las declaraciones u opiniones profesionales que los psicólogos deban formular
con fines de información al público, deberán plantearse siempre con rigor científico, sin
perjuicio de adecuarse al nivel de comunicación que corresponda.

6.2.2. Los psicólogos deberán abstenerse de hacer declaraciones públicas que sean
falsas, engañosas, desorientadoras o fraudulentas, ya sea por lo que ellas establecen,
transmiten o sugieren, o por lo que omiten, en relación con su investigación, práctica u
otras actividades laborales, o referidas a personas u organizaciones con las que están
asociados.

6.2.3. Cuando los psicólogos expresen opiniones o comentarios a través de cualquier


medio -directo o indirecto- de divulgación, tomarán precauciones razonables para
asegurar que las declaraciones estén basadas en la práctica y la bibliografía
psicológica apropiada.

6.2.4. La divulgación de los trabajos científicos que se haga por medio de


publicaciones en la prensa, televisión u otros medios de índole no científica, deberá
realizarse en forma que no se tergiverse su verdadero sentido y alcance.
6.2.5. Los psicólogos no deben realizar publicaciones con referencias técnicas o
procedimientos profesionales en medios de difusión no especializados, si previamente
no han sido sometidas a consideración en su ámbito específico.

6.2.6. Cuando los psicólogos den información acerca de procedimientos y técnicas


psicológicas, deberán establecer con claridad que sólo pueden ser indicados y/o
aplicados por profesionales competentes para ello.

6.2.7. Los psicólogos cuidarán que su presencia, en actos públicos y/o en medios de
difusión, sea dentro del máximo respeto por su calidad profesional, por su propio
prestigio y el de su profesión.

6.3. Publicaciones
6.3.1. Los psicólogos comunican y discuten sus experiencias, el producto de su
investigación y, en general, su producción científica, dentro del ámbito de las
instituciones correspondientes a su campo de acción y a través de la publicación de
sus trabajos en revistas científicas.

6.3.2. En la publicación de sus trabajos científicos o profesionales, los psicólogos


mantendrán siempre su compromiso con la veracidad, por lo cual incluirán todos los
datos pertinentes, aunque éstos pudieran contrariar sus hipótesis o sus intereses.
Citarán las fuentes y autores en que basan su trabajo y no se atribuirán -
expresamente o por omisión de las referencias producciones que no les sean propias.

6.3.3. Toda discrepancia científica o profesional deberán discutirla en los ámbitos


apropiados, evitando que su difusión al público pueda provocar errores de
interpretación, confusión de ideas o desconfianza.

6.3.4. En las publicaciones que sean producto de un trabajo compartido, deberán


incluirse los nombres de todos los participantes y precisar su grado de
responsabilidad, participación y colaboración.

6.3.5. Los Psicólogos deberán obtener autorización expresa de los autores, cuando se
utiliza información de fuentes particulares que no haya sido publicada.

6.3.6. En todas sus publicaciones los psicólogos omitirán y/o alterarán cualquier dato
que pueda conducir a la identificación de las personas y/o instituciones involucradas.

6.3.7. Los psicólogos que recopilen el material de otros para su publicación deberán
reconocer y mencionar todas las fuentes de origen y las contribuciones recibidas e
incluirán su propio nombre como editor.

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