1 - FePRA
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INTRODUCCION
El Código de Ética de la Federación de Psicólogos de la República Argentina
(Fe.P.R.A.) tiene como propósito proveer tanto principios generales como normas
deontológicas.
Mientras que los principios poseen una función orientativa de la práctica, las normas
son obligantes para el ejercicio profesional y hallan fundamentos en dichos principios.
Consta de:
Si el Código de Ética (este) establece un principio superior al exigido por la ley o a los
que pudieran emanar de instituciones en las que prestan sus servicios, los psicólogos
deberán cumplir con el principio ético más elevado.
En caso de contradicción, aún parcial, entre dos bienes protegidos, los psicólogos
procederán siempre según el criterio ético de optar por el que ocupe el lugar más alto
en la escala valorativa. La decisión final quedará bajo la exclusiva responsabilidad del
profesional.
Si bien este Código no sustituye a los Códigos de Ética de los colegios y/o
asociaciones que componen la Federación, se entiende que es apropiado que en el
caso de que un psicólogo sea sancionado por faltas éticas en la Organización a la que
pertenece, la sanción sea comunicada a Fe.P.R.A, para que las entidades que la
componen tomen conocimiento y actúen según los principios que emanan del presente
código.
Para la presente revisión se tuvieron como documentos base los Códigos de Ética de:
PREAMBULO
Los psicólogos nucleados en las entidades que conforman la Federación de
Psicólogos de la República Argentina:
Propician para el ser humano y para la sociedad en que están inmersos y en la que
participan:
DECLARACION DE PRINCIPIOS
El Código de Ética de la Federación de Psicólogos de la República Argentina, toma
como base los Principios Generales, acordados por los países miembros y asociados
del Mercosur en 1997:
B. Competencia
Los psicólogos:
D. Integridad
Los psicólogos:
E. Responsabilidad social
Los psicólogos:
NORMAS DEONTOLOGICAS
La mayoría de las reglas fueron redactadas en términos generales, de manera que
puedan adecuarse a las distintas situaciones regionales y ser aplicadas a todos los
psicólogos, independientemente del ámbito profesional en que desempeñen su labor,
pudiendo la aplicación de una regla variar según el contexto.
Las reglas que se establecen en el presente Código deben ser consideradas como
directivas generales. En tanto que no son exhaustivas, no implican la negación de
otras no expresadas que puedan resultar del ejercicio profesional consciente y digno.
La ausencia de disposiciones expresas no debe interpretarse como admisión de
prácticas y actos incompatibles con la vigencia de los principios enunciados; por el
contrario, confrontados con tal situación, los psicólogos deberán conducirse de manera
coherente con el espíritu de este Código.
Las siguientes son reglas que los psicólogos deberán observar en relación con:
1. Consentimiento informado
1.1. Los psicólogos deben obtener consentimiento informado de aquellas personas
con las que trabajan en su práctica profesional.
1.5. Aún con el consentimiento de los responsables legales, los psicólogos procurarán
el acuerdo que las personas involucradas puedan dar, dentro de los márgenes que su
capacidad legal, intelectual o emocional permita, y cuidarán que su intervención
profesional respete al máximo posible el derecho a la intimidad.
1.6. Los psicólogos podrán intervenir sin el consentimiento del o los consultantes en
casos de catástrofes, urgencia y/o situaciones de riesgo.
2. Secreto profesional
2.1. Los psicólogos tienen el deber de guardar secreto asegurando así la
confidencialidad de todo conocimiento obtenido en el ejercicio de la profesión.
Este deber hace a la esencia misma de la profesión, responde al bien común, protege
la seguridad y la dignidad de los consultantes, sus familias y comunidades, y
resguarda los intereses de las personas a quienes ofrecen sus servicios, cualquiera
sea el ámbito profesional de desempeño.
2.2. Los informes escritos o verbales sobre personas, instituciones o grupos, deberán
excluir aquellos antecedentes entregados al amparo del secreto profesional y ellos se
proporcionarán sólo en los casos necesarios cuando, -según estricto criterio del
profesional interviniente- constituyan elementos ineludibles para configurar el informe;
en el caso de que puedan trascender a organismos donde no sea posible cautelar la
privacidad, deberán adoptarse las precauciones necesarias para no generar perjuicios
a las personas involucradas.
2.5. Cuando los psicólogos comparten información confidencial como resultado del
trabajo en equipo, supervisiones o bien por las características de la Institución en que
se desempeñan, la obligación de guardar secreto se extiende a todos los
profesionales participantes.
1. Cuando así lo exija el bien del propio consultante, debido a que éste, por causas
de su estado, presumiblemente pudiera causarse un daño o causarlo a otros.
2. Cuando se trate de evitar la comisión de un delito o prevenir los daños que
pudieran derivar del mismo.
3. Cuando el psicólogo deba defenderse de denuncias efectuadas por el consultante
en ámbitos policiales, judiciales o profesionales.
4. Cuando el propio consultante lo autorice o solicite por escrito, quedando a criterio
del profesional actuante la información que se brinde.
3.1.2. Los psicólogos evitarán establecer relaciones que desvíen o interfieran los
objetivos por los que fueran requeridos sus servicios, sean éstas religiosas, políticas,
comerciales, etcétera.
3.1.3. Los psicólogos no recibirán otra retribución por su práctica más que sus
honorarios. No buscarán otras gratificaciones de índole material o afectiva.
3.1.4. Los psicólogos no iniciarán ninguna relación profesional con personas con las
que exista un vínculo previo que pudiera interferir en el óptimo desempeño de la
tarea, excepto cuando esto no pueda evitarse. Si por alguna razón, como en
situaciones de emergencia o ausencia de otro psicólogo en la región y cuando la
actuación profesional no pudiera delegarse, se reducirá al mínimo necesario y sólo
hasta promover la intervención de otro psicólogo.
3.1.5. Cuando los psicólogos brinden servicios a personas que tuvieran relación entre
sí, deberán aclarar, debidamente, roles y funciones y respetar los límites que le
imponga su adscripción teórico-práctica y ética.
3.1.7. Los psicólogos no aceptarán como consultantes a personas con las cuales han
mantenido vínculos sexuales, afectivos, comerciales, laborales o de otra índole que
pudieran condicionar o afectar de manera negativa el objetivo primordial de su
práctica.
3.1.8. Si no obstante los recaudos tomados surgiera una relación afectiva entre
consultante y psicólogo, que obstaculizara el alcance de las metas profesionales, el
psicólogo deberá realizar una derivación del consultante a otro profesional.
3.2.8. Los psicólogos deberán abstenerse de efectuar comentarios respecto del trabajo
profesional de sus colegas, salvo cuando éstos lo soliciten o cuando la acción
profesional del colega le merezca reparos fundados ética o científicamente. En este
último caso intentarán razonar con él sobre el punto o, si fuera lo indicado, efectuarán
la denuncia pertinente. En todos los supuestos, la crítica deberá ser constructiva,
comprobable y de entera responsabilidad de su autor.
3.2.9. Cuando los psicólogos recibieran una consulta que anteriormente fuera atendida
por un colega, estos deberán colaborar proporcionando la información que se les
solicite y considere pertinente.
3.3.3. Los psicólogos deberán: ser prudentes frente a nociones que generen
discriminaciones y rotulaciones estigmatizantes, ser conscientes de su sistema de
creencias, valores, necesidades y limitaciones, y del efecto que estos puedan tener
sobre su práctica profesional.
3.3.4. Los psicólogos deberán conducirse de forma proba, con firme sentido del honor
en el ejercicio de su profesión. Cooperarán con su formación y actualización continua
en el avance de su práctica profesional y en el beneficio de la comunidad.
3.3.6. Los psicólogos prestarán sus servicios profesionales eficientemente, con sumo
cuidado de no incurrir en negligencia, impericia y/o imprudencia.
3.3.12. Los psicólogos respetarán el derecho de los consultantes a la libre elección del
profesional, tanto en el ejercicio particular como en los servicios brindados en
instituciones públicas o privadas.
3.3.13. Los psicólogos prestarán la colaboración que le sea requerida por las
autoridades en caso de epidemia, desastres y otras emergencias.
3.3.14. Los psicólogos deberán prestar la colaboración que le sea requerida por los
colegios y/o asociaciones a la que pertenecen.
3.3.16. Los psicólogos que desempeñen cargos públicos, están obligados a respetar la
ética profesional en el desempeño de su esfera de acción, y para con sus colegas.
4. Investigación
4.1. La investigación psicológica perseguirá el avance del conocimiento científico y/o el
mejoramiento de las aplicaciones profesionales. Esta finalidad estará siempre
subordinada a la obtención de resultados humanitariamente benéficos y al respeto por
los derechos de los sujetos que participen en la investigación.
5. Docencia
5.1. Los psicólogos que desempeñan funciones en la formación, capacitación,
entrenamiento, supervisión de grado o postgrado de profesionales psicólogos, sea en
forma regular o esporádica, en instituciones públicas, privadas o a título personal,
deben guiarse por las siguientes reglas:
5.1.5. Mantendrán buenas relaciones con los alumnos sobre la base de un nivel
adecuado de exigencia y respeto mutuo.
5.1.7. Los psicólogos no podrán organizar, participar o colaborar con instituciones que
engañen o confundan a la comunidad.
5.1.9. Cuando los psicólogos utilizan casos como material ilustrativo se extremarán los
cuidados necesarios para mantener la reserva sobre los datos que pudieran identificar
a los involucrados.
6. Declaraciones públicas
6.1. Publicidad
6.1. En la promoción de sus servicios profesionales, lo que incluye anuncios pagos o
gratuitos (gráficos, radiales, audiovisuales, informáticos y/o cualquier otro soporte
comunicacional) y/o presentación de currículum vitae, los psicólogos respetarán las
siguientes pautas:
1. Los psicólogos que publicitan sus servicios deberán regirse por las normas
profesionales. A su vez deberán incluir nombre y matrícula; absteniéndose de
publicitar honorarios.
2. La publicidad deberá hacerse en forma mesurada, incluyendo los datos
indispensables para la información útil; en ningún caso deberá ser exagerada de
modo que tergiverse en algún sentido la índole y eficacia de los servicios.
3. Los psicólogos no ofrecerán recursos o actividades relativas a técnicas
psicológicas que no estén reconocidas por la comunidad profesional. Tampoco
utilizarán el precio o gratuidad del servicio como forma de propaganda.
4. La participación que los psicólogos pudieran tener en medios de comunicación
masiva será con fines educativos y divulgativos. Los psicólogos no participarán,
como tales, en avisos que recomienden la adquisición o uso de un determinado
producto.
6.2. Divulgación
6.2.1. Las declaraciones u opiniones profesionales que los psicólogos deban formular
con fines de información al público, deberán plantearse siempre con rigor científico, sin
perjuicio de adecuarse al nivel de comunicación que corresponda.
6.2.2. Los psicólogos deberán abstenerse de hacer declaraciones públicas que sean
falsas, engañosas, desorientadoras o fraudulentas, ya sea por lo que ellas establecen,
transmiten o sugieren, o por lo que omiten, en relación con su investigación, práctica u
otras actividades laborales, o referidas a personas u organizaciones con las que están
asociados.
6.2.7. Los psicólogos cuidarán que su presencia, en actos públicos y/o en medios de
difusión, sea dentro del máximo respeto por su calidad profesional, por su propio
prestigio y el de su profesión.
6.3. Publicaciones
6.3.1. Los psicólogos comunican y discuten sus experiencias, el producto de su
investigación y, en general, su producción científica, dentro del ámbito de las
instituciones correspondientes a su campo de acción y a través de la publicación de
sus trabajos en revistas científicas.
6.3.5. Los Psicólogos deberán obtener autorización expresa de los autores, cuando se
utiliza información de fuentes particulares que no haya sido publicada.
6.3.6. En todas sus publicaciones los psicólogos omitirán y/o alterarán cualquier dato
que pueda conducir a la identificación de las personas y/o instituciones involucradas.
6.3.7. Los psicólogos que recopilen el material de otros para su publicación deberán
reconocer y mencionar todas las fuentes de origen y las contribuciones recibidas e
incluirán su propio nombre como editor.