1 Código Deontológico Aplicado en Argentina
1 Código Deontológico Aplicado en Argentina
1 Código Deontológico Aplicado en Argentina
Las Disposiciones deontológicas establecen reglas de conducta profesional, las que expresan
deberes que afectan a todos los profesionales psicólogos, considerando que descuidar estos
deberes atenta contra los derechos de los receptores de los servicios profesionales.
Si el Código de Ética establece un principio superior al exigido por la ley o a las que pudieran
emanar de Instituciones en las que presta sus servicios, los psicólogos deben cumplir con el
principio ético más elevado
En caso de contradicción, aun parcial, entre dos bienes protegidos los psicólogos procederán
siempre según el criterio ético de optar por el que ocupe el lugar más alto en la escala
valorativa. Si una cuestión no puede ser resuelta por el presente Código, ni por el Código de
Ética del Colegio o Asociación a que pertenecen, los psicólogos deberán considerar otras
instancias de consulta específicamente idóneas y representativas.
Si bien este Código no sustituye a los Códigos de Ética de las Organizaciones nucleadas en la
Federación, se entiende que es apropiado que en el caso de que un psicólogo sea sancionado por
faltas éticas en la Organización a la que pertenece, la sanción sea comunicada, para que las
mismas tomen conocimiento y actúen según los principios que emanan del presente código.
Para la redacción se tuvieron como documentos base los Códigos de Ética de los Colegios
provinciales el de la Asociación de Psicólogos de la Ciudad de Buenos Aires. Se consultaron
también los Códigos de los psicólogos de Chile, Brasil y E.E.U.U., el anteproyecto del Código de
Ética de los psicólogos de Perú y el Código Deontológico de los psicólogos españoles.
PREÁMBULO
Propician para el ser humano y para la sociedad en que están inmersos y participan, la vigencia
plena de los Derechos Humanos, la defensa del sistema democrático, la búsqueda permanente
de la libertad, la justicia social y la dignidad, como valores fundamentales que se traduzcan en
un hombre y una sociedad protagonista, crítica y solidaria.
Entienden bienestar psíquico como uno de los Derechos Humanos fundamentales y trabajan
según el ideal social de promoverla todos por igual, en el mayor nivel de calidad posible y con el
sólo límite que la ética y la ciencia establecen. .
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Los Psicólogos se comprometen a hacer propios los principios establecidos por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Asimismo, guardarán el debido respeto a los derechos
fundamentales, la dignidad y el valor de todas las personas, y no participarán en prácticas
discriminatorias. Respetarán el derecho de los individuos a la privacidad, confidencialidad,
autodeterminación y autonomía.
B. Competencia
D. Integridad
En su accionar científico profesional clarificarán a las partes acerca de los roles que están
desempeñando y funcionarán según esos mismos roles.
E. Responsabilidad social
Los psicólogos ejercen su compromiso social a través del estudio de la realidad y promueven y/o
facilitan el desarrollo de leyes y políticas sociales que apunten, desde su especificidad
profesional, a crear condiciones que contribuyan al bienestar y desarrollo del individuo y de la
comunidad.
NORMAS DEONTOLÓGICAS
La mayoría de las reglas fueron redactadas en términos generales, de manera que puedan
adecuarse a las distintas situaciones regionales y ser aplicadas a todos los psicólogos,
independientemente del ámbito profesional en que desempeñen su labor, pudiendo la aplicación
de una regla variar según el contexto. Las reglas que se establecen en el presente Código deben
ser consideradas como directivas generales; en tanto que no son exhaustivas; no implican la
negación de otras no expresadas que puedan resultar del ejercicio profesional consciente y
digno. La ausencia de disposiciones expresas no debe interpretarse como admisión de prácticas
y actos incompatibles con la vigencia de los principios enunciados; por el contrario, confrontados
con tal situación, los psicólogos deben conducirse de manera coherente con el espíritu de este
Código.
Las siguientes son reglas que los psicólogos deberán observar en relación con:
1.1.- Los psicólogos deben obtener consentimiento válido tanto de las personas que participan
como sujetos voluntarios en proyectos de investigación como de aquellas con las que trabajan
en su práctica profesional. La obligación de obtener el consentimiento da sustento al respeto por
la autonomía de las personas, entendiendo que dicho consentimiento es válido cuando la
persona que lo brinda lo hace voluntariamente y con capacidad para comprender los alcances de
su acto; lo que implica capacidad legal para consentir, libertad de decisión e información
suficiente sobre la práctica de la que participará, incluyendo datos sobre naturaleza, duración,
objetivos, métodos, alternativas posibles y riesgos potenciales de tal participación. Se entiende
que dicho consentimiento podrá ser retirado si considera que median razones para hacerlo.
1.3.- En los casos en los que las personas involucradas no se encuentran en condiciones legales,
intelectuales o emocionales de brindar su consentimiento, los psicólogos deberán ocuparse de
obtener el consentimiento de los responsables legales.
1.4.- Aún con el consentimiento de los responsables legales, los psicólogos procurarán
igualmente el acuerdo que las personas involucradas puedan dar dentro de los márgenes que su
capacidad legal, intelectual o emocional permita y cuidarán que su intervención profesional
respete al máximo posible el derecho a la intimidad.
1.5.- En los casos en los que la práctica profesional deba ser efectuada sin el consentimiento de
la persona involucrada, como puede ser el caso de algunas intervenciones periciales o
internaciones compulsivas, los psicólogos se asegurarán de obtener la autorización legal
pertinente y restringirán la información al mínimo necesario.
2.1.- Los psicólogos tienen el deber de guardar secreto de todo conocimiento obtenido en el
ejercicio de su profesión. Este deber hace a la esencia misma de la profesión, responde al bien
común, protege la seguridad y honra de los consultantes y sus familias y es garantía de la
respetabilidad del profesional; cualquiera sea el ámbito profesional de desempeño.
2.2- Los informes escritos o verbales sobre personas, instituciones o grupos deberán excluir
aquellos antecedentes entregados al amparo del secreto profesional y ellos se proporcionarán
sólo en los casos necesarios cuando, según estricto criterio del profesional interviniente
constituyan elementos ineludibles para configurar el informe; en el caso de que puedan
trascender a organismos donde no sea posible cautelar la privacidad, deberán adoptarse las
precauciones necesarias para no generar perjuicios a las personas involucradas.
2.4.- Los psicólogos no deben intervenir en asuntos que puedan obligarlos a revelar
conocimientos amparados por el secreto profesional. Tampoco les esta permitido usar en
provecho propio las confidencias recibidas en el ejercicio de su profesión.
2.5.- La obligación de guardar secreto subsiste aún después de concluida la relación profesional.
La muerte de los consultantes no exime a los psicólogos de su obligación frente a la
confidencialidad.
2.6.- Cuando los psicólogos comparten información confidencial como resultado del trabajo en
equipo o por características de la Institución en que se desempeñan, la obligación de guardar
secreto se extiende a todos los profesionales participantes.
2.7- Los psicólogos garantizarán una apropiada confidencialidad al crear, almacenar, acceder,
transferir y eliminar registros bajo su control, con los recaudos apropiados a si son impresos,
digitalizados, videograbados, etc. Los psicólogos mantienen y eliminan los registros de acuerdo
con las reglamentaciones vigentes y en un modo que permita cumplir con los requisitos de este
Código de Ética.
2.8.1.1.- cuando así lo exija el bien del propio consultante, debido a que este, por causas de su
estado, presumiblemente haya de causarse un daño o causarlo a otros.
2.8.1.2.- cuando se trate de evitar la comisión de un delito o prevenir los daños que pudieran
derivar del mismo.
En todos los casos la información que comunique debe ser la estrictamente necesaria,
procurando que sea recibida por personas competentes y capaces de preservar la
confidencialidad dentro de límites deseables.
3.- Responsabilidad en las relaciones profesionales
3.1.1.- Los psicólogos deberán ser conscientes de la posición asimétrica que ocupan frente a sus
consultantes y no podrán hacer uso de su influencia más que con fines benéficos para estos.
3.1.2.- Siempre establecerán las relaciones profesionales sobre la base de los principios éticos y
la responsabilidad profesional., absteniéndose de satisfacer intereses personales en detrimento
de los objetivos por los cuales han sido requeridos sus servicios.
3.1.3.- Los psicólogos evitarán establecer relaciones que desvíen o interfieran los objetivos por
los que fueran requeridos sus servicios.
3.1.4.- Los psicólogos no recibirán otra retribución por su práctica más que sus honorarios. No
buscarán otras gratificaciones de índole material o afectiva, ni deberán hacer uso de la relación
profesional para el logro de fines ajenos a la misma.
3.1.5.- Los psicólogos no iniciarán ninguna relación profesional con sus familiares, amigos,
colaboradores cercanos u otros cuando esto pudiera evitarse. Si por razones especiales (como
las que pudieran resultar de la urgencia o de que no hubiera otros psicólogos en la región) la
intervención profesional no pudiera delegarse, se reducirá al mínimo necesario y sólo hasta
poder efectuar la derivación conveniente.
3.1.7.- Los psicólogos no aceptarán como consultantes a personas con las cuales han mantenido
vínculos sexuales, afectivos, comerciales, laborales o de otra índole que pudieran afectar de
manera negativa el objetivo primordial de su práctica.
3.1.8.- Si no obstante los recaudos tomados surgiera una relación afectiva importante entre
consultante y psicólogo, que obstaculizara el alcance de las metas profesionales, el psicólogo
deberá realizar una derivación del consultante a otros profesionales.
3.2.1.- Los psicólogos mantendrán sus vínculos con colegas siempre dentro del respeto mutuo y
sin intromisión en los límites de la especialidad ajena. Las divergencias que pudieran surgir
deberán ser tratadas por medios coherentes con la competencia científica y la responsabilidad
profesional.
3.2.2.- Los psicólogos tendrán la obligación de cobrar honorarios que estén de acuerdo con la
dignidad profesional y que no constituyan un factor de competencia desleal..
3.2.5- Son actos contrarios a la Ética desplazar o pretender hacerlo a un colega de un puesto
público o privado por cualquier medio que no sea el concurso.
3.2.6.- Está vedado a los psicólogos difamar a un colega, calumniarlo o tratar de perjudicarlo por
cualquier medio en el ejercicio profesional, incluidas las formulaciones de denuncias calumniosas
o infundadas y cualquier referencia a su vida privada.
3.2.7.- Los psicólogos no colaborarán con colegas que resulten sancionados por los órganos
disciplinarios colegiales (con suspensión o cese de matrícula); mientras se mantenga dicha
situación.
3.2.8.- Los psicólogos deberán abstenerse de efectuar comentarios respecto del trabajo
profesional de sus colegas, salvo cuando estos lo soliciten como interconsulta o cuando la acción
profesional del colega le merezca reparos fundados ética o científicamente. En este último caso
intentará razonar con él sobre el punto o, si fuera lo indicado, efectuará la denuncia pertinente.
En todos los supuestos la crítica deberá ser constructiva, comprobable y de entera
responsabilidad de su autor.
3.2.9.- Cuando los psicólogos reciben la responsabilidad de un trabajo que anteriormente fue
atendido por un colega, éste deberá colaborar proporcionando la información que se le solicite y
considere pertinente.
3.2.11.- Los psicólogos no se vincularán con personas asistidas por colegas salvo en los
siguientes casos.
3.2.11.1.- cuando sea una respuesta a la solicitud del profesional que conduce la intervención .
3.2.11.2.- cuando la urgencia así lo requiera, tras lo cual dará inmediato conocimiento al
profesional responsable.
3.3.1.- En tanto que profesionales los psicólogos deberán armonizar los intereses propios con el
bien común, reconocer a la comunidad como destinataria legítima de sus servicios profesionales,
propender al desarrollo científico y profesional de la psicología y conducirse siempre de manera
coherente con los Principios que este código indica.
3.3.2.- En el ejercicio de su profesión los psicólogos no harán ninguna discriminación en función
de nacionalidad, religión, raza, ideología o preferencias sexuales de sus consultantes.
3.3.3.- Los psicólogos deberán conducirse de forma proba, con firme sentido del honor en el
ejercicio de su profesión. Cooperarán con su formación y actualización continua en el avance de
su práctica profesional y en el beneficio de la comunidad.
3.3.5.- Los psicólogos prestarán sus servicios profesionales eficientemente, con sumo cuidado de
no incurrir en negligencia o impericia.
3.3.6.- Los psicólogos evitarán emprender actividades profesionales cuando sepan o debieran
saber que sus problemas o conflictos personales puedan interferir con su eficacia.
3.3.7.- Los psicólogos tienen la obligación de estar alertas para detectar tempranamente si sus
problemas personales afectan su desempeño. Si ello sucede, tomarán medidas adecuadas, tales
como consultar u obtener ayuda profesional y determinar si deben limitar, suspender o concluir
su actividad.
3.3.8.2.- la práctica profesional de los psicólogos que no se efectúe en el plano y nivel científico
propios de la psicología.
3.3.9.- Los psicólogos no usarán su posición profesional o sus relaciones, ni permitirán que sus
conocimientos y que sus servicios sean usados por otros, con fines que no concuerden con los
valores que se desprenden de este Código de Ética.
3.3.10.- Los psicólogos respetarán siempre el derecho de los consultantes a la libre elección del
profesional, tanto en el ejercicio particular como en los servicios brindados en instituciones,
públicas o privadas.
3.3.11.- Los psicólogos prestarán la colaboración que le sea requerida por las autoridades en
caso de epidemia, desastres y otras emergencias.
4.- Investigación
4.1.- La investigación psicológica perseguirá el avance del conocimiento científico y/o el
mejoramiento de las aplicaciones profesionales. Esta finalidad estará siempre subordinada a la
obtención de resultados humanitariamente benéficos y al respeto por los derechos de los sujetos
que participen en la investigación.
4.2.- La investigación psicológica se efectuará en acuerdo con las normas éticas reconocidas
para la investigación y con las leyes nacionales y provinciales pertinentes; se planificará y
realizará enmarcada en proyectos de investigación de instituciones reconocidas; respetará las
pautas de diseño, desarrollo y validación propias del conocimiento científico; será coherente con
las valoraciones propias del paradigma utilizado; estará abierta a control de instituciones
públicas dedicadas a (o relacionadas con) la investigación científica.
4.5.- Cuando las características de una investigación hagan desaconsejable brindar una
información completa a los sujetos al comienzo de la misma, el psicólogo responsable del
proyecto brindará lo antes posible a los sujetos una información acabada y explicará también las
razones por las que no se brindó información completa al comienzo de la experiencia. De
cualquier modo, el psicólogo no incurrirá en omisión de información ni recurrirá a técnicas de
engaño sin asegurarse previamente de que: a) no existan procedimientos alternativos que no
impliquen engaño y b) el uso esté justificado por el valor científico o profesional de la
investigación proyectada.
4.7.- Se deberá informar a los sujetos sobre el modo de comunicarse, una vez finalizada la
investigación, con el psicólogo responsable de la misma para el caso en que pudieran aparecer,
a posteriori, consecuencias indeseadas.
4.9.- Los psicólogos no tergiversarán ni omitirán datos, aunque pudieran contrariar sus
expectativas. Del mismo modo, no fabricarán ni falsearán los resultados y/o conclusiones.
5.- Docencia
5.1.1.- No delegarán ninguna de sus funciones como docente en personas no capacitadas para
cumplirlas.
5.1.3.- Serán cuidadosos en el empleo de la influencia que, por la asimetría de los roles, pueden
tener sobre sus estudiantes y supervisados.
5.1.5.- Mantendrán buenas relaciones con los alumnos sobre la base de un nivel adecuado de
exigencia y del respeto mutuo.
5.1.7.- Cuando en la formación de grado se requiera que los alumnos administren, empleen o
evalúen técnicas y procedimientos psicológicos se arbitrarán los medios para asegurar que los
sujetos implicados hayan brindado su consentimiento en forma directa o de manera implícita por
haber sido informados de que la institución en la que se los atiende tiene convenios para la
formación de alumnos de grado.
5.1.8.- En el empleo que los psicólogos hacen de casos como material ilustrativo se extremarán
los cuidados necesarios para mantener la reserva sobre los datos que pudieran identificar a los
involucrados..
6.1.- Publicidad
6.1.1- En la promoción de sus servicios profesionales, lo que incluye anuncios pagos o gratuitos,
gráficos, radiales y audiovisuales y curriculum, los psicólogos respetarán las siguientes pautas:
6.1.1.1- Los psicólogos que publicitan sus servicios deberán anteponer siempre las normas
profesionales a sus intereses comerciales. Cuando en la creación o colocación de esa publicidad
participen otras personas, los psicólogos asumirán la responsabilidad por los mismos.
6.1.1.2.- La publicidad deberá hacerse en forma mesurada, incluyendo los datos indispensables
para la información útil; en ningún caso deberá ser exagerada de modo que tergiverse en algún
sentido la índole y eficacia de los servicios.
6.1.1.3.- Los psicólogos no ofrecerán recursos o actividades relativas a técnicas psicológicas que
no estén reconocidas por la comunidad profesional. Tampoco utilizarán el precio o gratuidad del
servicio como forma de propaganda.
6.1.1.4.- La participación que los psicólogos pudieran tener en medios de comunicación masiva
será con fines educativos y divulgativos. Los psicólogos no participarán, como tales, en avisos
que recomienden la adquisición o uso de un determinado producto.
6.2.- Divulgación
6.2.1.- Las declaraciones u opiniones profesionales que los psicólogos deban formular con fines
de información al público deberán plantearse siempre con rigor científico, sin perjuicio de
adecuarse al nivel de comunicación que corresponda.
6.2.2.- Los psicólogos deberán abstenerse de hacer declaraciones públicas que sean falsas,
engañosas, desorientadoras o fraudulentas, ya sea por lo que ellos establecen, transmiten o
sugieren, o por lo que omiten, en relación con su investigación, práctica u otras actividades
laborales o referidas a personas u organizaciones con las que están asociados.
6.2.3.- Cuando los psicólogos expresen opiniones o comentarios a través de cualquier medio,
directo o indirecto, de divulgación tomarán precauciones razonables para asegurar que las
declaraciones estén basadas en la práctica y la bibliografía psicológica apropiada.
6.2.4.- La divulgación de los trabajos científicos que se haga por medio de publicaciones en la
prensa, televisión u otros medios de índole no científica deberá realizarse en forma que no se
tergiverse su verdadero sentido y alcance.
6.2.6.- Cuando los psicólogos dan información acerca de procedimientos y técnicas psicológicas,
deberán establecer con claridad que sólo pueden ser indicados y/o aplicados por profesionales
competentes para ello.
6.2.7.- Los psicólogos cuidarán que su aparición, personal o referida, en actos públicos y/o en
medios de difusión, sea dentro del máximo respeto por su calidad profesional, por su propio
prestigio y el de su profesión.
6.3.- Publicaciones
6.3.3.- Toda discrepancia científica o profesional deberán discutirla en los ámbitos apropiados,
evitando que su difusión al público pueda provocar errores de interpretación, confusión de ideas
o desconfianza.
6.3.4.- En las publicaciones que sean producto de un trabajo compartido deberán incluirse los
nombres de todos los participantes y precisar su grado de responsabilidad, participación y
colaboración.
6.3.5.- Los Psicólogos deberán obtener autorización expresa de los autores cuando se utiliza
información de fuentes particulares que no han sido publicadas.
6.3.6.- En todas sus publicaciones los psicólogos omitirán y/o alterarán cualquier dato que
pueda conducir a la identificación de las personas y/o instituciones involucradas.
6.3.7.- Los psicólogos que recopilen el material de otros para su publicación deberán reconocer y
mencionar todas las fuentes de origen y las contribuciones recibidas e incluirán su propio
nombre como editor.
NOTA FINAL
El estudio comparativo de los documentos de base y la redacción del presente Código de Ética
fueron efectuados como parte del Proyecto de Investigación "Estudio comparativo de las
normativas deontológicas de los psicólogos del Mercosur", a cargo de un Grupo de Investigación
"Enseñanza y Profesionalización de la psicología en el Cono Sur de América", de la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata y en el marco de un convenio entre esta
Facultad y la Fe.P.R.A. El Grupo de Investigación está integrado por los Licenciados en Psicología
Alberto Vilanova, Orlando Calo, Ana María Hermosilla, Marcela Losada, Rosalía Varela y Celia
Leranoz y el documentalista Profesor Gustavo Liberatore. Mar del Plata, 12 de septiembre de
1998.